Partida Rol por web

Eddgar: Éxito al atacar al muerto 2. El muerto no resiste. 1+1-3 = 0 daños. No hace daño alguno.
Zadkiel: Falla
Evangelia: Falla

Muerto 1: Activa su poder (4/5), Toma a Evangelia para causarle miedo. (VO+0). Falla en la tirada de activación.
Muerto 2: Con el bate le devolverá el golpe a Eddgar. Tiene éxito. Hasta el momento entran 3+2+3=8 puntos al momento del ataque. (2 daño al dividir entre 3)
Muerto 3: Activa su poder (4/5). Lanzará dos golpes. El primero tiene éxito. El segundo no lo tiene. Por el primero estarán entrando 2+1-3=0 puntos de daño, si Zadkiel no esquiva.

Eddgar es el primero en lanzarse de forma temeraria, contra el muerto con un bate, los ojos blanquecinos del enemigo lo enfocan con expresión hueca, mientras un tremendo puñetazo se le encaja en la mandíbula, que hace que aquel cadáver alcance a girar un poco. La textura fría y putrefacta de su cara no es muy agradable. El ángel sonríe triunfal, pero el muerto no suelta su bate, se recompone, mostrando sus dientes y lo que se podría clasificar como una sonrisa. Sorprendido ante este resultado inesperado, no se mueve muy adecuadamente cuando su enemigo se aferra al bate con ambas manos (incluída la mala) y con impulso, usa su arma para darle en toda la cabeza de forma sonora, todos pueden oír el golpe seco y ver como el rostro de Eddgar se gira de forma rápida hacia atrás, escupiendo algunas gotas de sangre, seguido de todo su cuerpo, no cae por suerte, pero el cuesta mantener el equilibrio y aquel golpe si que ha sido brutal. Por fortuna no ha perdido ningún diente, pero la boca le sabe a sangre.

Zadkiel intenta una patada, pero tan pensativo y estratégico estaba, que apenas si reacciona para dar lo que sería un mal intento de defenderse, el muerto, que resulta ser más ágil de lo que imaginaba, corre su pierna, y emite un "gaaahj", el servidor de Juan puede abrir los ojos sorprendido, pues ha subestimado a su rival, quien empieza a moverse de forma rápida para, primero usa su brazo como un arma, y se lo clava en el abdomen, lo que hace que el ángel se agazape ante el inesperado impacto, el aire alcanza a escaparse y sus pulmones, órganos que los ángeles no tienen pero los humanos si, le dificultan respirar, el siguiente golpe viene de la otra mano, pero el ángel logra quitarse, tomando una enorme y difícil bocanada de aire. Ha estado muy cerca, demasiado cerca.

Evangelia usa sus habilidades de lanzadora y toma una de las latas de aceituna, tiro largo, que se va a estrellar contra la pared del otro cuarto sin razón alguna, dejando una grita en el sitio en el que se estrelló, y manchas de aceituna. La cuarta silueta, que puede ver, es una mujer de aspecto cadavérico que parece estar detenida por alguna razón. Pero poco la detalla, porque el zombie que se le lanzó la toma por los hombros. Puede sentir aquel hedor a muerte, y la mirada fulminante de no-muerto. Este babea y abre su boca, emitiendo un rugido que alcanza a llenar con gotas de algún asqueroso líquido el rostro de la servidora de Yves. Pero esta ni se inmuta, y apenas si pestañea.

El golpe recibido por el bate parece querer decirme "¡Eh, date vida, hombre! ¿acaso quieres acabar como ellos?" y así es precisamente como me siento: recobrando fuerzas para vengarme por este sabor que tengo en la boca.
Tras la sorpresa arremeto de nuevo contra el mismo muerto viviente esperando darle tan fuerte que pueda hacer que su querido bate vuele desde sus asquerosas manos hasta el suelo.

¡Maldito seas! - grito a la vez que incrusto mi puño en el brazo que sujeta el bate.

Al acomodarte, el hombre hace un giro extraño, pasa por tu espalda rápido, sientes un clic y un frío metálico en tu mano derecha, sientes como es halada la misma, y cuando reaccionas, un segundo clic anuncia que algo se ha cerrado. Observas desconcertada, hay unas esposas que te unen con el poste metálico que está a tu derecha. El hombre parece respirar aliviado y se apoya sobre el espaldar del mueble más cercano.

-Vaya, vaya, vaya, que tenemos aquí?- dice con un tono que es diferente al que estaba usando hace unos instantes. Parece más sarcástico, más retórico. -Una angelita se ha perdido, y ha terminado en mis manos. Esto es una verdadera fortuna para ambos- dice mientras se cruza de brazos bastante satisfecho, por lo que notas.

-¿Dime, amor, cuál es tu verdadero nombre? a mi no me importaría llamarte Constance...- dice con una sonrisa maliciosa y una mirada lasciva hacia ti -y vaya que estás bastante buena. Siempre pensé que los de arriba tenían mal gusto, y parece que me he equivocado... y que gusto haberme equivocado!- dice mientras se quita la túnica roja y la pone sobre el sillón. Está ataviado con una camisa clara a rayas y un pantalón negro. La camisa dentro del pantalón y un cinturón, de forma elegante. Su tono ha pasado de ser seductor y encantador a ser algo más siniestro...

Sorprendido por la rapidez de la criatura, a Zadkiel apenas le dió tiempo de pensar en nada más. Sólo podía actuar.

Tras esquivar el segundo golpe el muerto, y todavía medio inclinado a causa del primer golpe, Zadkiel no terminó de incorporarse y aprovechando la postura tomada por acto reflejo al ver sus pulmones vaciados de aire, se avalanzó sobre su atacante con la cabeza por delante, esperando ganarle por sorpresa y aprovechando el peso de su cuerpo para realizar un placaje que impulsara hacia atrás a su enemigo y lo hiciera caer, debido a la sorpresa y a la fuerza de la embestida.

Si conseguía tumbarlo con su peso, podría ganar ventaja atizándolo una vez lo tuviera bajo él.

Observo sus movimientos y las esposas en mis manos. ¡Maldición! Cada día empezaba a odiar mas mi envase. Estúpidos sentimientos hacia el humano. Sabia que tenia que recuperar el control antes. Calma Anya, Calmate. Respiro profundo y lo observo. ¡Piensa rápido!.

-Vaya...ya me parecía que olía a rata por aquí...sin duda debía ser algo de ese estilo viendo lo que son... - Me sonrío levemente, tenia que controlar a la pequeña - ¿Mi nombre? No tengo por que decirle mi nombre a alguien que no lo merece... Si estoy buena o no tampoco te concierne... Puedes regocijarte ahora...pero al final del día, solo uno sera el afortunado...-

Hable de manera clara y tranquila. Tenia que mantener la calma. Aunque la situación no era prometedora. ¿Realmente iba a fracasar nuevamente? No podría volver a mirar el rostro de mi Señor si ocurría otra vez. Era tan frustrante. No sabia que tan ciertas podían ser mis palabras, pero en mi situación seguramente no seria la afortunada.

-¿Que es lo que quieres? ¿Que están intentando hacer aquí...?-

Vuelvo a hablar de manera calma. Observándolo fijamente. Tanteo las esposas y el caño. Si no conseguía la llave me costaría liberarme. Aunque podría intentar dislocar algún hueso. Aunque seria una medida extrema. Tenia que ganar tiempo para pensar.

Dando un paso hacia atrás, me agacho de manera imprudente dando la espalda al cadáver esperando ser yo más rápida, mis manos se cierran sobre el mobiliario en el que antes descansábamos, y en apenas unos segundos, uno de los sofás se levanta del suelo para ser volteado brutalmente contra el zombie que detrás de mí exhala su pestilente aliento, entiendo que estos cadáveres llevan un tiempo podridos, y que los debían tener preparados.

Ahora haria falta saber como los usan, saber desde donde los manipulan.... ellos nos conocen, nosotros a ellos no.

El sofá vuela a mi alrededor en una vuelta demencial, tratando de barrer al zombie y, ¿porqué no?, reventarle la cabeza

Casi ajena al combate, Evangelia comenta tranquilamente y en un sostenido murmullo

Saben que estamos aquí, nos han tendido esta trampa, llevo rato.... pensando en Ewald... ¿qué creeis?

Eddgar -> Tiene éxito, pero el muerto esquiva.

Zadkiel -> Falla.

Evangelia -> Falla.

El Muerto 1 va a lanzarse en placaje contra Evangelia, pero falla.
El Muerto 2 va a usar su bate una vez más. Pero falla por poco.
El Muerto 3 toma a Zadkiel, una patada y luego un golpe en la espalda. Ambos entran exitosamente. Pero solo causan 1 puntos de Daño en total, suponiendo que no esquive.

Copio los turnos para no perderlos:

>Eddgar
>Zadkiel
>Evangelia-Muerto 1 (simultáneamente)
>Muerto 2-Muerto3 (simultáneamente)

Eddgar se lanza con renovadas energías a atacar a su agresor, lanza el puño, pero este se mueve con la facilidad que le permite un brazo dislocado, pronto, el ángel ve como su puño a dado al aire, y el muerto emite una risa salivosa, entre atorada y burlona, mientras vuelve a tomar el bate. El subordinado de Novalis sabe lo que sigue, lo conoce bien, y no se va a dejar tomar por sorpresa, salta hacia atrás, justo para ver como la madera del arma le roza la nariz por escasos milímetros, pestañea, suelta el aire, y el muerto parece un poco decepcionado (eso, si aceptamos la posibilidad de que tenga expresiones en ese rostro pútrido), al no haber hecho blanco esta vez. Será para la próxima, si Eddgar le permite.

A su lado, la situación no mejora para Zadkiel, quien, imagina que dado que no analizaron bien la situación, era el momento de usar la cabeza, se lanza cual ariete, no es que fuese un experto en maniobras de combate, pero estaba haciendo su mejor esfuerzo. Esfuerzo, que resultó insuficiente, pues cerrando los ojos y cargando contra su rival, poco podía hacer... éste le toma por los hombros (Vaya que tiene buenos reflejos para ser un pedazo de carne sin vida!), y detiene el nefasto intento de... atacarle. Zadkiel abre los ojos y no se mueve, lo siguiente que ve es una rodilla que quiere hacer blanco en su abdomen. Pero él no se queda atrás para reaccionar, para el rodillazo con sonrisa triunfal. Lo que no se percata, es que el muerto lanza un segundo ataque desde arriba, le libera de los hombros y con ambos codos, lo golpea en la espalda, haciendo que el pobre ángel en el cuerpo del moreno, caiga, golpeando la rodilla del muerto en el proceso malamente, y quede en el suelo. Ha dolido, no sangra. Pero se necesitará más que eso para noquearlo. No obstante está en el piso... y ya antes ha pasado por una situación así... la historia se repetirá?.

Por su parte, las cosas con Evangelia son diferentes. Ella alza el sofá, y lo blande como arma, abanica con todo lo que dan sus capacidades... Y podríamos gritar que ha sido un Strike, pues el muerto se ha quitado a tiempo. Y siguiendo el ejemplo de cierto moreno, se lanza contra ella, quien, tan campante, se corre un poco y lo esquiva, el muerto sigue derecho, y se detiene cerca a la lámpara. La imagen de Evangelia con un sofá en la mano es graciosa, mientras el muerto se gira en su intentona de atacar a esta mujer de nuevo.

El hombre se relame los labios. -Vaya, eres toda una fiera, mi vida- dice mientras está cruzado de brazos. -me encantan las mujeres como tu, no me importará gritar el nombre de Constance en lugar del tuyo...- y se ríe como si se tratara de algún chiste -Uno será? en futuro? pero si yo ya soy el afortunado... y en unos instantes lo seré más- dice mientras sonríe tan tranquilo como tu lo aparentas.

-Curiosa... mmm... eres toda una felina... pero recuerda que la Curiosidad...- dijo guiñándole un ojo -... mató a la gatita.- le comenta mientras se lleva la mano al cinturón y lo retira.

-Sabes Constance?... uhm... cómo me pone ese nombre- dice mientras te observa sin ocultar su lujuria -Nunca se lo he hecho a un ángel... supongo que debe ser... celestial...- dice mientras se quita la correa. -Quizás sea toda una experiencia religiosa...- dice mientras silba un fragmento de la canción.

-Es premio doble, una angelita en el cuerpo de esta muchacha, siempre dije que estaba muy buena... ya ves, los sueños si se hacen realidad.- dice mientras va a continuar desabrochando el botón de su pantalón.

Estaba cada vez más furioso. ¿Cómo es posible que semejante aberración esté pudiendo conmigo? Vale que me hayan pillado desprevenido pero ¡ya está bien! pienso enfurecido mientras vuelvo a la carga con intención de arrebatarle de cualquier modo posible el bate al muerto viviente que tengo delante.
- Maldito hijo de perra... - digo con odio adelantando la mano izquierda intentando robarle el arma mientras con la otra lanzo un puñetazo en su abdomen.

A su vez, puedo ver que Eva está blandiendo el sofá porque no hay otra cosa a mano y es curioso y extraño a la vez. No miro, en cambio, hacia donde Zadkiel se encuentra pero sé que le han golpeado porque oigo un jadeo que indica precisamente eso.

Las cosas no iban nada bien para el enviado de Juan, que una vez más, se encontraba en una posición desfavorable en el combate: en lugar de ser él quién estuviera arriba, otra vez le tocaba recibir desde abajo.

Apenas le dió tiempo de asimilar lo que había ocurrido, pero en un instante se encontraba viendo el combate desde un ángulo que no le gustaba nada y que le proporcionó una sensación de deja vu, además, el frenesí de la batalla que estaba sucediendo en aquella habitación había terminado por bloquear sus pensamientos,sin darle tiempo a pensar en estrategias de ningún tipo.

Desesperado, desde el suelo se aferró a las piernas de su contrincante para inmovilizarlas y se concentró en el don proporcionado por su jefe, esperando un milagro como el que presenció la noche anterior. Una sensación similar al milagro que espera todo humano con respecto a su jefe: que habra el cajón de las pagas extras.

Como si fuera un juego, como si el sofá en sus manos fuera un simple mazo de matar topos, Evangelia lo baja una y otra vez, junto al pesado y lento retroceso necesario para volverlo a alzar. El muerto "bailotea" a mi alrededor, su no-vida resulta un insulto a mis cualidades de exterminadora de demonios.... ahora sé porqué solo servía de pisapapeles allá arriba.

~Bzzzzzzzz~

El pelo suelto de mi flequillo comenzaba a alzarse, el deshilachado tejido del sofá se ponía erecto, una extraña carga de electricidad estática estaba empezando a acumularse en la habitación.... ¿What? ¿Watson?

Eddgar-> Tiene éxito golpeando al muerto, el muerto falla esquivando. Entran 2+1-3=0 daños.

Zadkiel-> logra el único, lo que acaba con los tres muertos usando su poder del relámpago.
 

Todos están en posición desfavorable y lo saben. Vaya que lo saben bien. Eddgar está empezando a aburrirse del juego, y recuerda que era un pacifista y que seguro eso explicaría porque su falta de práctica. Llevaba ya bastante sin arrancarle la cabeza a un muerto viviente... o no recordaba si lo había hecho alguna vez. Esta vez usa su gancho al abdomen, y con bastantes ganas, logra encajar sus nudillos en el no-muerto, que resulta estar más duro. Está tan cerca, pero solo recibe una contestación aguardientosa y burlona del bateador, algo así como un gemido, y Eddgar ya está cabreado.

Zadkiel, por su parte, parece reconsiderar un poco su estrategia. Está claro que dado el dejá vù, quien era él para cuestionar los preceptos divinos, toma las piernas bajo el pantalón de su enemigo y se concentra. La habitación empieza a cargarse de electricidad, el propio Zadkiel parece emitir una energía que se ve en Walton. La alfombra de repente parece responder a la cara, los cabellos enmarañados de Walton hacen un esfuerzo por desenredarse, las pupilas del cascarón mortal del ángel se vuelven blancas, brillantes, la enorme carga que está acumulando es sensible para todos. En especial para los muertos. Zadkiel libera su poder, y hace contacto. El muerto al que ha tocado empieza a convulsionar de forma horrible y violenta, con espasmos luminosos y gran frecuencia, emitiendo un sonido de electrocución, el cadáver empieza a estremecerse violentamente, humo surge de sus carnes y ese olor tan desagradable y nauseabundo de la carne humana en descomposición que se fríe, inunda la habitación.

Pero Dios está de parte de sus servidores, o al menos lo está ese día, pues la energía que libera Zadkiel es enorme, pues dos serpenteantes rayos azulados y eléctricos salen de la palma del objetivo, mientras empiezan a hacer estragos en la habitación, con cada aparición, más fuertes, hasta que uno termina llevándose al enemigo de Eddgar (para sorpresa de este, pues el rayo le ha pasado muy cerca), que sale volando contra una pared, sirve como pararrayos, pues el flujo continúo de electricidad se mantiene, y el efecto se transmite, el bate cae al suelo, y magnetizado contra el muro empieza a moverse bruscamente, emitiendo un grito oscilante que se va extinguiendo a medida que sus facciones se van quemando, dejando lugar a un humeante cadáver sin vida (como siempre debió ser). El  segundo rayo por su parte busca su víctima y lo hace en el otro muerto por la espalda, que es levantado y arrojado casi hasta el otro lado de la habitación, por la espalda, rompiendo en el camino la lámpara de centro. Y la imagen se repite, durante varios segundos los ángeles observan, no sin una sensación de victoria y sorpresa, como esos putrefactos pedazos de cadáver se fríen lentamente.

Zadkiel libera el contacto cuando lo juzga suficiente (aunque claro que se ha regocijado). Sus manos se sienten entumecidas al haber liberado semejante cantidad de energía, pero no es nada mayor. La habitación, por su parte tiene ese hedor nauseabundo e insoportable. Incluso para ser ellos ángeles, el estómago humano del que se jactan podría devolverles atenciones. El primer muerto frito cae sobre Zadkiel suavemente, apenas si pesa, pues se ha quemado desde adentro hacia afuera, solo es un esqueleto con parches de carne negra achicharrada, no se mueve. El segundo, cae de la pared de rodillas, su estado no es muy diferente. El tercero también hace lo propio, y se parte al tocar piso.

El señor cuida de los suyos cuando está de buen humor. Ahora solo quedaba la silueta de la otra habitación, la cuarta muerta, que no parecía ni moverse ni inmutarse ante lo que sucedía allí; y que al estar al margen, había logrado escabullirse de la eléctrica personalidad de Zadkiel.

Se me acaba de ocurrir algo mejor. Cual seria mi dificultad para una tirada de seduccion? Tal vez pueda convencerlo de que me suelte (con mucha suerte obvio xD)

Zadkiel se quitó el cuerpo carbonizado de encima sin apenas esfuerzo y lo apartó de una patada, viendo cómo su torax se partía con un crugido cuando fue impactado por el puntapie.

-Bufff. Pa´vernos matao. Dijo soltando el aire con un suspiro. Luego se incorporó léntamente sacudiéndose la ropa. Creo que empiezo a cogerle el truco a esto, pero me sigue pareciendo un poco bestia ¿Creeis que si me meto un enchufe por la nariz encenderé una lámpara?... ¡Aún queda otro! Gritó despues de hacer la broma, ya que al alzar la vista vió a la mujer que quedaba en pie tras la puerta blanca.