Partida Rol por web

La hora ha llegado, llegáis al centro comercial. Allí dos guardias os esperan. Os dan un bate de beisbol a cada uno.

-Se que pensaréis que estáis indefensos con uno de esos - dice uno de los guardias - pero nosotros llevamos pistolas, no dejaremos que se os acerquen. El bate os servirá para alejaros de vosotros si se os acercan mucho.

-El alcalde nos contó que le dijiste que sabías usar explosivos - dice el otro guardia a Jonn - Demuestranoslo. Veamos si eres útil. ¿El resto tenéis alguna pregunta? La puerta va a hacer mucho ruido, esos "bichos" van a venir aquí volando. Os cubriremos a disparos y entraréis a toda prisa apartandolos con el bate. En el piso de abajo debería haber comida. Tenéis que entrar, coger toda la comida que podáis, meterla aquí - os lanzan una mochila a cada uno - y salir a toda ostia. ¿Alguna duda?

Finalmente llegas al hospital, el guardia te acompaña dentro.

-Me voy, pero tranquila te dejo en buenas manos - y se aleja mientras ves como un tipo se acerca hacia ti.

Hola - dice dándote la mano - Vaya, me habían dicho que iba a venir una médico nueva pero no imaginé que fuera a ser tan guapa - añade con una sonrisa - Me llamo Marco, soy el único médico aquí... Bueno, ahora somos dos jeje Como imaginarás, este hospital no es muy grande y además tenemos muy poco personal. No es que tengamos muchos pacientes tampoco y además la situación está un poco tensa ultimamente... Están desapareciendo algunos de los pacientes del hospital. No es algo que se sepa mucho pero cada vez está mas en boca de todos y no acaban de encontrar al responsable o responsables. Es bastante dramático... -después de un incomodo silencio, añade -No hay mucho trabajo hoy y Carros tampoco quiere que te atosiguemos, así que puedes preguntarme cualquier cosa que se le ocurra a esa bonita cabecita tuya acerca de tu nuevo hogar - te dice con una sonrisa, esperando cualquier tipo de pregunta.

La hora ha llegado, tres guardias te escoltan hacia la "central". Durante el camino sientes una sensación extraña, como si algo no marchara bien...

 Cojo parte de los explosivos, reviso la puerta en busca de puntos claves, y despues coloco el explosivo en las juntas de la puesta con la intencion de hacerla explotar hacia dentro.

Me dirijo a mis compañeros y a los militares, Bueno vosotros quiriais que hiciera ruido ¿no?, entonces esto sera divertido, el resto preparados para ver venis a los zombis, el que crea que rece para que la explosion pille a cuantos más mejor.

Dicho esto me pongo en un lugar resguardado para protegerme de la explosión Explosión inminente apartense de la zona 5,4,3,2,1 ¡¡¡¡Explosión!!!.

Detono la puerta.

La puerta del centro comercial estalla en mil pedazos, generando un estruendo considerable.

Tras unos segundos de quietud, comienzan a aparecer los primeros zombies.

-¡Ahora! - grita un guardia - Pasar entre ellos a toda velocidad, ¡os cubrimos!

Caminaban a buen paso, Alek entre los dos guardias armados, así seria mas fácil que nada le pasara y huir en caso de problemas. Pero aun así, el electricista se sentía desnudo, sin protección alguna, completamente expuesto a cualquier daño. Como si caminara entre serpientes venenosas y al menor movimiento brusco estas lo mordieran…
Sentía la camisa pegada al cuerpo, un sudor frío lo estaba empapando, se sentía muy intranquilo y el bosque no ayudaba a sus nervios. Notaba los árboles demasiado próximos y el sol parecía empecinado a no derramar sus rayos sobre ellos.
Le hizo una seña a uno de los guardias, con su mano derecha formo una pistola, indicándole que le gustaría mucho tener aunque sea un arma. Nunca estaba de más poder defenderse. Lo cierto es que no se atrevía a hablar, como si un simple sonido destruyera algún equilibrio en ese lugar…

Con el oido atento a cualquier rumor continuo caminando, tratando de no pensar en que podia estar acechandolo entre esos arborles.

Hernán empezó a refunfuñar.

- ¿Qué mierda es esto hermanos? - empezó a decir cuando le tendieron el bate, pues él esperaba al menos una pistola. Siguió quejándose pero la explosión tapo cualquier sonido que pudiera salir de su boca.

Al explotar la puerta, Hernán salió disparado como un resorte, en una mezcla de miedo y rabia. Ya las iba a tener con esos guardias luego, cuando volviera, pensó optimista.

Cuando llego al hospital, el doctor Marcos me recibe, es una persona simpática y bastanta extrovertida. Me da bastante confianza, aunque no por ello bajo la guardia. en mi bolso aún llevo la pistola que me dejó mi ex-marido John.

Hola doctor Marcos, yo soy la doctra Emmy Stone le estiendo la mano a modo de saludo. un placer conocerle y espero hacer un buen trabajo. intento sonreirle, pero hace bastante que soy incapaz de hacerlo y apenas me sale una leve y pequeña sonrisa que se esfuma en segundos. Estudio bien sus palabras ¿pacientes desaparecidos? ¿como es eso? ¿presentan algún tipo de herida similar? intentaba no parecer muy asustada pero en verdad estaba pensado en zombies, en pacientes que se convertian en zombies y que muy probablemente me encontraría por allí. menuda mierda de pueblo a donde me he ido a meter. ni en el hospital estoy segura. ¿hospitalidad? más bien parece que el alcalde nos quiere muertos....

Thomas refunfuña ante la explosión y la inminencia de tener que salir corriendo detras de sus compañeros. Pero acto seguido no le queda otra, los guardias seguramente le meterian un tiro entre ceja y ceja si se resistía.

-ESPERO QUE NOS CUBRAIS!

Lorenzo se queda inmóvil junto a los guardias, el cuerpo no le respondía. Con ambas manos agarraba el bate pero un tembleque comenzaba a ser fácilmente perceptible- no... no puedo...- decía entre susurros a la vez que intentaba tragar saliva. 

Los ojos los mantenía totalmente abiertos, observando el interior.

Saco el bate y digo, prefiero ir tranquilo y con seguridad a ir a lo loco y intentar esquivar, Inutiles seria mucho mejor formar un semicirculo segun avanzamos por el pasillo e ir machacando a los zombis con los bates, asi si tenemos que volver no tendremos que ver estas atrocidades de nuevo,

Dicho esto avanzo hacia el centro comercial con el bate y golpeo a distro y sinietro a los zombis que se me acerque.

Los militares detras mio, disparando al que se me hacerque o intente rodearme, esperar a que esten cerca para no fallar los tiros. los que han salido corriendo, volver y formar filas asi tendremos mas posibilidades de sobrevivir.

Los guardias parecen ignorar totalmente tus gestos mientras os acercais a la "Central". Entonces lo oyes, e incluso te parece verlo, hay algo escondido entre los arboles, camuflandose entre los arbustos. No tienes ninguna duda, está ahí, observandoos. Pero no se trata de un zombie, estás convencido de que el supuesto espía es tan humano como tu y los que te acompañan.

Pero para cuando quieres reaccionar ya no hay nada, un simple vistazo es suficiente para darte cuenta de que el espía ya no está, pero aún sigue por ahí en alguna parte.

Cuando llegas a la "Central", el sitio no es mas que una pequeña sala vallada con varios generadores y cables mal puestos que, de forma bastante precaria, dan electricidad a la zona. Sabes que no podrás mejorar mucho la situación pero arreglando un par de cosas crees que podrás mantener la luz en el pueblo al menos un par de días mas, mientras piensas como mejorar el sistema actual, si es que se puede. Los guardias te observan con aburrimiento.

Las heridas no parecen ser el patrón de las desapariciones, Emy ¿Puedo llamarte simplemente Emy o prefieres que te llame Doctora Stone? - mientras realiza la pregunta, exhibe una coqueta sonrisa y después prosigue, a la vez que te da un recorrido por todo el hospital, enseñandote sala por sala. No es muy grande y no hay mucho que ver - lo único que siempre coincide es que siempre siempre son chicas, chicas jóvenes. Ya van cuatro, la última fue Lucía Casas. Los Casas son una familia muy importante en este pueblo, eso nos está trayendo problemas, como si tuvieramos la culpa de que desapareciese del hospital. La situación está muy mal por culpa de esos zombies o como se llamen, como para tener que estar pendientes de todo. Lo que hacen falta en este pueblo son mas guardias... - lanza un suspiro y vuelve a mostrar de nuevo su rostro desenfadado - No parece que hagas mucha falta hoy por aquí y ya te he enseñado el hospital, así que si quieres puedes irte a descansar o a dar una vuelta por el pueblo. Eso si, mañana a primera hora comienza el trabajo de verdad.

Se acuerda de las madres, padres, y todos los parientes de los dos guardias que lo escoltan, o vigilan según como se mire, pues obviaron sus preocupaciones. Con el rostro tenso y el disgusto a flor de piel, Alek llega hasta el generador. Observa todo con una mueca, no podía creer que ese generador haya funcionado alguna vez, los cables parecían puestos por el enemigo y sabía que si los movía un poco provocaría un cortocircuito. Vio un par de esos cables demasiado finos para esos amperajes, sin duda había sido quitados de algún lugar para que reemplazaran a los verdaderos. También noto varios emparches para alargar otros cables, pero no estaban aislados ni nada que se le pareciera.
-Un puto desastre- piensa para sus adentros. No hay tiempo que perder, comienza a evaluar todo el sector, buscando los errores o desastres más evidentes, con el poco equipo del que disponía tendría que ser algo provisorio, con planes de arreglarlo mejor en un futuro próximo.

Asi que se puso manos a al obra. En su rostro se notaba la mas profunda concentracion, si habia algo que en verdad queria era a su trabajo, eso y una buena cerveza bien fria en una tarde calurosa.
En su mente aun estaba ese sujeto que los observaba, ocupaba casi todos sus pensamientos lo cual no era bueno si se trabajaba con electricidad. Se pregunto si estarían vigilándolo a él o si era el chico que se quería fugar. Pero era estúpido pensar en eso ahora, no era problema suyo y mientras se mantuviera lejos a él le daba lo mismo.

Puede llamarme Emy le respondo con una media sonrisa. el doctor Marco parece simpático. Luego escucho atenta lo que me explica sobre las desapariciones. puede tratarse de algún acosador o violador? ¿quizás alguna especie de ofrenda satánica de algún enfermo mental?  No puedo evitar dar posibilidades al enigma, de lo que no me cabe duda, es que un enfermo metal está detrás de todo esto, secuestrando a esas pobres chicas. llegaré a resolver el enigma de las chicas desaparecidas, no puedo permitir que secuestren a mis pacientes....Bueno doctor, creo que descansar me vendrá bien, estoy segura que juntos llegaremos a la solución de este problema. dicho esto le doy mi mano y le dedico otra medio sonrisa. ha sido un placer. dicho esto, salgo del hospital y me voy de nuevo al refugio para descansar. Parece que mi mente por un momento olvida a los zombies para pensar en las chicas desaparecidas.

Apenas tenéis tiempo para pensar, la explosión provocada por Jonn es vuestra oportunidad. Los zombies empiezan a acercarse a la puerta pero los que estaban cerca de ella o han volado por los aires o se encuentran totalmente desorientados. Es ahora o nunca.

Sin embargo, San Lorenzo no es capaz de hacerlo, no parece sentirse preparado para ello, se queda al lado de los guardias, completamente paralizado. Estos le ignoran y se preparan para disparar. El padre no parece ser capaz ni de realizar la mas leve de las oraciones, el miedo le domina completamente.

Hernán esquiva a los zombies con increible agalidad y en un abrir y cerrar de ojos se encuentra dentro del centro comercial, Jonn le sigue, no con tanta habilidad y esquivando a uno de los muertos vivientes por los pelos, pero consigue situarse al lado de su compañero.

Thomas parece no llevarlo tan bién y es interceptado por un zombie en la entrada, pero justo cuando va a lanzarle un desgarrador mordisco, la cabeza del monstruoso ser vuela en mil pedazos.

-¡Ten cuidado, chaval! - le grita uno de los guardias.

Thomas llega junto con Hernán y Jonn. Se encuentran en la planta de abajo, enfrente del supermercado, protegido por una gran verja metálica. A ambos lados de los pasillos, los zombies se acercan, a paso lento pero decidido. No hay mucho tiempo para pensar, debéis actuar rápido.