Partida Rol por web

Abandonáis las alcantarillas y salís de nuevo al pueblo, por donde entrasteis con Elisa. La muchacha está claramente alterada.

Vamos a morir, vamos a morir... Tenemos que hacer algo ¡¡¡Tenemos que hacer algo!!!

Al mirar por la ventana puedes ver salir al Sargento, Pete, Harry y Hernán de las alcantarillas, junto con la muchacha, a toda velocidad. La joven parece claramente alterada.

Podria dejarlos que cada uno se fuera por su lado, de esa forma lo que sea que les venia persiguiendo iria tras ellos y no tras un viejo, un cura y una niña famelica. Pero ellos tenian armas... Malditas desiciones de vida o muerte. Hizo un gesto a los demas, para que bajaran la voz y no dijeran nada, si los llamaba, podria atraer sobre ellos indeseadas atenciones.

-Puta madre- murmuró esperado que no saliera una horda de zombis de las alcantarillas.

- Bueno esta claro que tu "pueblo" la ha liado bien gorda muchachita - dijo en tono ofensivo. Dios no se ha apiadado de vuestros pecados, fueran los que fueran.

Por si acaso, Hernán encaja de nuevo la tapa de la alcantarilla y si ve algo alrededor, factible de mover y ponerlo encima lo hace. Por si a caso..

- Bueno ahora dinos, que mierdas ha pasado, y donde podemos abastecernos en este pueblo.

Completamente ajeno al peligro que corrían, Pete realizó su jugada, acercándose aúnmás a la jven Elise, abrazándola y estrechándola contra su pecho.

Shhh, shhhh, shhhhhhhh.... tranquila cariño, todo salddrá bien, Pete está aquí...

Jojojo, la tengo en el bote, esta noche cae fijo...

-Claro que encontraremos a tus padres…- contesto a la pequeña con una humilde sonrisa, Lorenzo sabía que estaba mintiendo a la pequeña… pero a veces mentir era mejor que saber la propia realidad. Observo como Alek  de repente se acerca  a la ventana y mira el exterior. El cura pone una de sus manos sobre el hombro de la niña y le hace la señal de silencio colocando uno de sus dedos sobre sus labios.

-Hay que ayudarlos...- dice en un susurro, el pobre cura siempre tenia buenas intenciones pero muy pocas maneras de llevarlo a cabo.

-Pues sal...- dijo encogiendose de hombros-. Si algo les persigue, lo atraeran hacia nosotros... A menos que tengas granadas bajo la sotana, no me arriezgare- habia visto esta situacion infinidad de veces, gente en peligro, sujetos con mas corazon que él y vocacion de heroes corriendo a salvarlos... luego todos muertos-. Si veo que nada les quiere arrancar las entrañas, sere el primero en llamarlos. Mientras tanto seguiremos como hasta ahora.

De pronto, el suelo tiembla y un miedo como nunca habíais sentido os inunda todo el cuerpo. La tapa de la alcantarilla vuela por los aires y agrietando el suelo podéis ver un zombie totalmente deforme, de unos dos metros de altura y poco menos de ancho. ¡Es una jodida monstruosidad! Y va directa hacia vosotros...

De pronto, el suelo tiembla y un miedo como nunca habíais sentido os inunda todo el cuerpo. Fuera de la casa, la tapa de la alcantarilla vuela por los aires y agrietando el suelo podéis ver un zombie totalmente deforme, de unos dos metros de altura y poco menos de ancho. ¡Es una jodida monstruosidad! Y va directa hacia vuestros compañeros..

Alek abrio mucho los ojos cuando vio como el suelo se cuarteba y elevaba para dar paso a esa aberracion. Era la cosa mas enorme y horrorosa que hubiera visto en su vida. Observo las precarias trabas que habia usado en la puerta, sin duda no serviria de nada contra algo como eso.

-Nadie se mueva- murmuro sin perder de vista a la cosa. Lo sentia por ellos, pero él sabia que no era bueno seguir explorando la alcantarilla. Idiotas-. ¿Hay alguna puerta trasera?- le pregunto a la niña. Habia que aprovechar y huir hacia otro lado, contrario al de esa cosa.

- Dios bendiga a Norteamerica. - Dijo el Sargento mientras apuntaba con su rifle.

El cura agarra con fuerza a la niña y tapa con una de sus manos la boca de la joven- ¿¡pero que es eso!?- se preguntaba horrorizado.  Se sentía paralizado ¿que criatura de dios era esa?
Tenían que salir de allí de inmediato, miro hacia tras en búsqueda de otra salida.

-Mi mal parida suerte que sigue creciendo- murmuro con una mueca moviendose con suma lentitud hacia la parte de atras. Tenia una pistola, pero para esa cosa necesitaria granadas o un cañon. Esperaba que los demas lograran escapar, pero dudaba mucho que lo consiguieran.

Si no habia puerta, deberian salir por el frente o esperar alli... ambas opciones podian ser funestas. Se preguntó si el cura no intentaria alguna idiotes, como intentar convertir al bicho al cristianismo o algo asi. Nunca le agradaron los religiosos, siempre tienen ideas estupidas, incluso mas que sus creencias.

- Chucha madre! - exclamó Hernán mientras desenfundaba la pistola que llevaba en la cintura.

La niña parecía petrificada por el terror, pero aún así fue capaz de señalaros la puerta trasera.

Una vez fuera, podíais oír el alboroto al otro lado. La única forma posible de no pasar cerca del bicho parecía ser adentrarse de nuevo en el bosque. No parecía haber opción buena...