Partida Rol por web

Todo enfado se esfumó cuando desvió la mirada de su mesa y se fijo en el rostro del genio. Tuvo que taparse la boca con la mano para no llamar la atención pero aún así su risa resonó por el aula.

Luego aquella mujer, porque ya estaba entrada en años, se levantó. Aunque no le hizo mucha gracia el tono de la canción, la verdad es que aquella mujer cantaba de maravilla, por lo que la escuchó atentamente.

Y la clase dió fin. Se levantó y miró a sus compañeros de mesa - ¿Os apetece que comamos juntos o teneis otros planes? - Bella ya se habia levantado pero esperaba que hubiera escuchado su pregunta.

Se levantó y tras recibir la respuesta de los demás, se encaminó al comedor

Antes de abandonar el aula y habiendo escuchado la propuesta de Mérida, alzó la cabeza entre el resto de personas para contestar a su propuesta

-¡Por mi perfecto, dadme quince minutos y nos vemos en el comedor!-exclamó antes de salir de la estancia ocmo una exhalación

De verdad no entendía que pasaba, primero parecía que hubo una pelea o algo que hizo Simba lo cual le hizo daño a una de las chicas, luego alguien parecía que le quitó la voz, después el asunto de la cinta y Ruby que acabó en una especie de pelea extraña la cual acabó justo en la mesa en ese momento. Fruncí leve el ceño, sin terminar de conectar los puntos de este asunto hasta que Úrsula comenzó a cantar.

Mi cabeza se movía de lado a lado, asombrado por su habilidad para cantar la cual presumía sin pena o humildad alguna hasta que acabó dicha canción, y con ello la clase. Luego de confusión pasé nuevamente a molestia, no aguantaba aún el que Meg jugara de esa forma conmigo, y que coqueteara con Ruby frente a mis narices. ¿Acaso solo se burlaba de mí? ¿Jugaba conmigo? ¿Trataba de conseguir algo? No sabía, pero esperaba una respuesta a todas esas preguntas, además de alguna disculpa por eso que hizo.

Y poco a poco todos se fueron, quedando solo excepto por Nieves, Simba y Úrsula. Estaba apunto de retirarme a mi habitación, o incluso a explorar por allí hasta que Mérida habló. De ella no había oído hablar hasta la competencia por su mano, además de haberla visto la misma noche en que fuimos traídos a este mundo, y para ser honestos tenía curiosidad, quería conocerla a ella al igual que al resto.

-Disculpa.- dije alzando la voz para hacerme notar, después me levanté y me acerqué hasta ella. -¿Es posible que me una a ustedes? También tenía pensado ir a comer algo.-

Se estaba acercando a ella. Si. Dió un paso hacia atrás y topó con una silla, por lo que echó los brazos hacia atrás para apoyar las manos sobre el respaldo cuando éste la alcanzó. Lo miró con una mezcla de recelo y expectación. Seguía sin saber si habia venido por petición de su madre o no.

Sus hombros tensos cayeron aliviados - Em. Si, claro. Puedes venir - liberó la silla de su agarre y recuperó su aplomo habitual. - Siempre y cuando no te haya enviado aquí mi madre - ya está. No podia cayarse una. Todo tenia que soltarlo. Salió del comedor tras la respuesta del joven.

- No, no soy ningún Dios, nací siendo uno, pero perdi mi divinidad, cuando era bebé. -
Miró a mis compañeros y sonrió.
- Bueno no del todo, sigo teniendo ciertos poderes, como mi fuerza-
Digo soltando una carcajada, ahora ya solo quedaba explicar lo de ser un heroe verdadero.
- Algún dia volveré a ser un dios- y con una sonrisa llena de confianza termino mi explicación
- Solo tengo que convertirme en un heroe verdadero-.

- Y de eso va la asignatura entera - le sonríe a Jazmin de una manera encantadora y luego a Robin y a Djinn – si tenéis alguna duda concreta estaré encantado de resolverla, los conceptos clave son más complejos, si pudiera resolver todas esas cuestiones en unos minutos no haría falta venir a clase. Hay realidades infinitas, sí, las hay, en todas hay un vosotros, no.

Algún texto que nos pueda recomendar pues me interesa demasiado este tema. - comento con sinceridad.

Habían demasiadas aristas en este tema y la verdad es que necesitaba dominarlo y pronto, si es que quería terminar de adaptarme rápido a esta nueva realidad.

Señorita Jazmin, ¿Le gustaría acompañarme a estudiar? - pregunto con tranquilidad.

Todos los chicos de la mesa se van, las chicas tenían asuntos y se iban a aun almuerzo romántico, Nieves les sonrió y les dijo que la pasaran bien y que ella iría a comer al comedor, así que tomó sus cosas y se fue con el resto al almuerzo.

Asentí a las palabras del profesor y me giré hacia Robin.

-Claro, podemos ir a la biblioteca y buscar información en esos libros que nos recomiende el profesor, aunque primero necesitaría comer algo. - aquella mañana casi no había desayunado con las prisas y los nervios de la primera clase y su estómago ya comenzaba a reclamar algo de sustento.

Tenía la sensación de que había habido algo de conexión con las personas de la nueva mesa. Pero lo cierto es que cuando el profesor dio finalizada la clase tras su canción, éstas se levantaron y salieron corriendo dejándola casi con la palabra en la boca. Estaba acostumbrada a que la ignoraran o que miraran para otro lado, y también estaba acostumbrada a que la hicieran el vacío. 

Pensaba que gracias a su nueva apariencia, aquello probablemente hubiese cambiado, pero no era así. Y con el rostro cansado y agachado, recogió sus cosas y se dirigió hacia el comedor sin tener muy claro si allí habría alguien o si comería sola en una mesa o alguien le haría un hueco.

Primero me encontré confundido ante la actitud de Merida a medida que me acercaba, por sus acciones hasta que entonces se calmó y dijo que si podría. Sonreí con ligereza, sonrisa la cual se borró por su siguiente comentario mientras podía ver como se alejaba hacia la puerta del salón.

Sin decir nada me quedé quieto unos segundos, pero después solo caminé hacia la puerta para ir camino hacia el Comedor

Peroperoperopero... si solo había hablado yo de mi, jolín, yo quería saber de los demás. Bueno al menos ahora sabía que tenía un primo-sobrino. Ya no estaba sola. Me giré para contárselo a Rapunzel pero ya se había marchado. ¿y ahora que?

Vi que el genio se acercaba a hablar con el profesor junto con otro compañero. ¿Quién será? Le pegué un codazo a Hercules para acercarnos a cotillear. 

Miro perplejo al señor de Logsli, me giro para ver si es que soy invisible o algo así, porque solo ha invitado a la princesa a estudiar, cuando claramente YO soy alguien mucho más curtido en estos temas que la preciosa hija del Sultán.

- Oh... ooooh... - Miro al chico intercambiando movimientos de ceja - ¡OOOOOOOHHHH! 

Ahora sé lo que quiere este bribón. No quiere estudiar. Bueno... si quiere estudiar, pero no teorías de los multiversos claramente. No lo puedo permitir, no mientras el pobre Amo no aclare las cosas con ella. Debe ser sincero por una vez y hablar con ella sobre lo que pasó.

- Seguro que no quiere que yo le acompañe. Domino unas cuantas versiones de la realidad y además sé hacer esto con las manos:

Sin entender del todo las motivaciones del genio, preferí mantenerlo un poco lejos de mi zona de estudio, pues aunque me caía bien, la verdad es que era demasiado energético para la biblioteca.

Genio, de verdad agradezco tu oferta, pero la verdad, no creo que sea buena idea que vengas con nosotros, pues verás, eres demasiado entusiasta como para poderte sentar a estudiar con tranquilidad y no está en mis planes que me echen hoy mismo de la biblioteca.

¿Lo comprendes cierto? La señorita Jasmin y yo, estamos buscando un lugar tranquilo y silencioso dónde podamos estudiar en paz y de preferencia sin que nos corran. - digo con amabilidad declinando el ofrecimiento del genio mientras señalo al exagerado numerito de su mano, sólo para enfatizar mi posición.

Comencé a reír cuando Djin interpretó aquellos movimientos con sus manos, ese genio era realmente gracioso e ingenioso. Sin embargo, a Robin pareció no hacerle gracia.

-Bueno Robin, no seas duro con él. – le sonreí a Djin. – Estoy… segura… de que no se le ocurriría montar un numerito así en la biblioteca ¿cierto? – dije no muy convencida del todo.

La verdad era que no conocía al genio en absoluto, y en todas las ocasiones en que había coincidido con él, siempre había acabado realizando alguna “actuación graciosa”, pero, no se le ocurriría hacer algo así en la biblioteca ¿no? ¿o si?

-De todas formas, primero podemos ir a comer con el resto, ya vemos que hacer después, ¿os parece? Al menos yo me muero de hambre chicos. – comenté intentando quitar hierro al asunto. No sabía si Djin se ofendería por las palabras de Robin, y lo último que quería era verme de nuevo en medio de una discusión, con la de ayer ya había tenido suficiente por esta semana, o por el resto de mi vida más bien.

-Muchas gracias señor Mysterio, estoy deseando que llegue nuestra próxima clase, un placer.

Y tras despedirme del profesor, me encaminé hacia la puerta, animando con la mano a mis compañeros para seguirme.

El profesor os mira, enarca una ceja cuando Robin interviene, luego ríe abiertamente cuando Djinn juega con las manos. Ariel se acerca también a vosotros.

- No creo que excluir a Djinn sea una idea inteligente. Ni a él, ni a nadie. Solo habéis tenido mi clase y aún no tenéis materias que estudiar demasiado. Yo no usaré libro de texto, relajáis y disfrutad un poco de las primeras clases, son las más amenas, ya vendrá la parte de los exámenes. En la biblioteca no encontraréis vuestros cuentos, por cierto, iréis descubriendo qué pasa con la versión escrita de vuestra historia y qué podréis hacer con ella en la diferentes asignaturas.

Luego mira a Jasmin, sonríe de medio lado.

- Una actitud encomiable Jazmin, conciliadora, mediadora y gentil. – Asiente.

[Ariel] [Djinn] [Jasmin] [Robin Hood] Hablan con el profesor, vosotros os habéis quedado solos, cada uno en una mesa.

Muchas gracias por su tiempo profesor, creo que voy a seguir el consejo de la señorita Jasmin y me iré a almorzar, ya buscaré información por mi cuenta en la biblioteca. - digo a modo de despedida y me retiro del lugar.

Hasta la próxima clase profesor.