Partida Rol por web

Vampiro: Edad Oscura V20 - Bretaña nocturna [+18]

[Crónica 1.1] Estación de Nieblas - Recepción en Brest - FINALIZADA

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16/02/2018, 19:45
Ingvar Lundson

Ah, el orgullo. Con cuánta facilidad los inmortales se permitían acelerar sus juicios de valor, dando por sentados prejuicios y estereotipos. Qué facilidad para el juicio apresurado y sin valor. Aún con el libro en su mano, la sonrisa del vikingo se torció ligeramente en su rostro, y por unos momentos su expresión burlona adquirió un aspecto mucho más meditabundo y grave. Pensaba en aquellos que parecía que iban a acompañarlo en esta extraña misión.

Maelys... la erudita, que se había mantenido neutral, había reaccionado como un resorte ante su bravata acerca del contenido de los libros. Poco, muy poco, había hecho falta para que su juicio y su sentencia acerca de él mismo brotaran. Algo similar había hecho Leyre... pero de la toreador, no podía esperar otra cosa que palabras de ácida crítica. Parecía como si no albergara otra cosa en su interior. Selin no había dicho nada apenas, pero la mirada que le había lanzado hablaba por sí misma. Todos parecían muy dispuestos a creer que no era otra cosa que el papel de salvaje que había representado. Bueno, un tiempo atrás quizás no hubieran estado tan equivocados. Pero no ahora.

Y desde luego, si quienquiera que estuviese detrás de la niebla era alguien inteligente, no le iba a resultar muy difícil engañar a un grupo tan dispuesto a confiar en las apariencias.

En cuanto a Artur, al menos se había permitido cuestionarse la situación, aunque no dudaba de que sus opiniones estaban bien formadas desde hacía ya un tiempo. Pero no parecía dejarse llevar tanto como el resto. Probablemente fuese el más astuto de los que no conocía. Y el más peligroso.

Tan sólo Eadwig parecía mantener un respetuoso comportamiento hacia el comportamiento de los demás. El caballero se había comportado tal y como esperaba de él. En la opinión de Ingvar, muchos de los caballeros tenían algunas limitaciones, pero casi todos ellos resultaban una buena compañía. Y Eadwig, que había demostrado sencillez y humildad, destacaba entre otros que había conocido. Sería bueno cruzar algunas palabras con él. Pero antes, debía contestar a las críticas de los otros.

Ensanchando su sonrisa, hizo girar lentamente el libro abierto en sus manos hasta sujetarlo en una postura más cómoda. Al verlo, cualquiera hubiera dicho que parecía acostumbrado a tratar con ellos. Y que, desde luego, no había tenido más riesgo de dañarlo que cualquiera de los otros cainitas.

-No entiendo qué os hace creer que podría romper algo tan valioso. -Comenzó a hablar con voz suave en respuesta al comentario de Maelys. El fuerte acento nórdico seguía presente en cada una de las palabras que dijo el gangrel, pero todas ellas estaban pronunciadas en un reconocible y claro latín. -En fin, yo también prefiero leer en momentos más sosegados, pero no temáis, os pondré al corriente de todo lo que pueda encontrar en este volumen.

Y tras hablar, se encaminó hacia una de las paredes de la estancia, en la que se apoyó con despreocupación y comenzó a ojear las páginas de su manuscrito.

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16/02/2018, 20:13
Ingvar Lundson

Al dirigirse hacia la pared, Ingvar pasó justo frente a Eadwig, al que dedicó una inclinación de cabeza como saludo. Un saludo que fue simplemente el preludio a un susurro.

-Me gustaría hablar con vos más tarde, Eadwig. -Dijo con expresión seria. Para con el caballero, no tenía sentido aparentar nada. -Desconfío de muchos,
pero no de vos.

Y tras esas palabras, se encaminó hacia una de las paredes de la estancia, en la que se apoyó con despreocupación y comenzó a ojear las páginas de su manuscrito.

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16/02/2018, 20:48
Sybilla
Sólo para el director
- Tiradas (1)
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17/02/2018, 13:21
Leyre de Abin

Eadwig: Por lo pronto y si no obtenemos novedades importantes, viajaré con el grupo más reducido en número a Camaret o a Kemorvan. Mantengo mi posición de pasar primero por Crozon antes de dirigirme a Cornualles.  

Aún estudiando el volumen entre mis manos, murmuro, con la voz sosegada de alguien que mantiene su concentración en quehaceres más elevados.

-Acabáis de expresar una necedad, monsieur, ya que somos impares y siempre que os decidáis por un grupo, el otro se convertirá en el reducido. Guardad vuestra generosidad y si el destino no es importante para vos, elegid en base a la compañía.

Sybilla: Yo decidiré mi camino cuando comprobemos si se puede sacar alguna conclusión de éstos volúmenes.

Genial, acabamos de echar por tierra los últimos quince minutos de reunión. Aunque sus conclusiones son sabias en extremo... Sybilla, el silencio es una virtud, pero podrías haber expuesto tus pensamientos mientras organizábamos los equipos de viaje.

-En ese caso, monsieur du Josselin, cuando la dama Sybilla decida su destino, podréis elegir libremente.

Sybilla: Es mi gusto personal el leer en una situación más sosegada. Así que esperaré a que las damas aquí presentes terminen de examinar las palabras aquí vertidas para realizar mis propias pesquisas.

Maravilloso. Cierro el volumen que tengo entre las manos y dirijo una mirada de hastío hacia la dama de ojos profundamente negros. Si Sybilla prefiere trabajar por su cuenta, no entiendo por qué estoy desperdiciando mi propio tiempo en estos menesteres; quince minutos dictaminando los grupos y de pronto ella expresa unas preferencias indeterminadas. Una hora para decidirnos a investigar entre los libros, y prioriza el trabajo individual. No sé si me cabrea su falta de colaboración, o envidio su rapidez mental. No hay nada como preferir estudiar "a solas", después de que las otras damas realicen todo el trabajo. Por todos los demonios, es la forma más sencilla de ahorrarse cualquier esfuerzo: dejando que sean los demás los que realicen las tareas más tediosas. Y escudándose, por supuesto, en una preferencia por la soledad. Mi mirada de escarnio se convierte en una de admiración y envidia. 

Brillante, Sybilla. Si se me hubiese ocurrido a mí, ahora podría estar compartiendo una agradable charla con Mahé, envueltas por el agua cálida de la tina de su dormitorio, mientras le froto la espalda con una suave esponja y disfruto del tacto de su cabello sedoso entre mis dedos. Pero aquí estoy, presa de mi propia necedad.

Cierro los ojos. 

-No sabía que estudiar a solas era una opción -murmuro, acariciando de forma inconsciente la suave encuadernación- Supongo que no me importará compartir mis conclusiones con madame Sybilla cuando las damas y... el normando acabemos de leer -huye, compañera, huye mientras puedas. 

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18/02/2018, 23:34
Artur de Aquilare

Artur enarcó ligeramente una ceja y dejó que una sonrisa apareciera en su rostro. No estaba mal el vikingo "yo no quiero ser líder". Un truco de manual, pero efectivo: actuar de tal forma que aparentes una debilidad obvia y, cuando alguien trate de mencionarla, demostrar que no era tal. Sí, tosco, tal vez, pero indiscutiblemente servía al propósito de desestabilizar.

- Bien... seis entonces. Cada uno un libro y tres pergaminos, y cuando se vayan terminando los intercambiamos. Así habrá buenas posibilidades que todos los datos sean leídos por varios y que no se pierda ninguna información importante.

Y sin más comentarios, también llegado el momento el lasombra participó de las "rondas de lectura"

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19/02/2018, 15:13
Narrador

La lectura no te revela excesivos detalles sobre el asunto que estáis investigando. Se trata de escritos de naturaleza religiosa y comercial, quizá lo más interesante que encuentras es un pasaje que habla de la ciudad perdida de Ker-Is y su hundimiento en las aguas del Atlántico por la maldición que cayó sobre ella por culpa de la hija del rey Gralon de Cornualles. Esta narración aparece firmada por San Guénolé, que afirma haber vivido en primera persona los acontecimientos en primera persona.

De acuerdo con la leyenda, Gralon construyó una ciudad sobre las aguas a petición de su hija Dahut que se mantenía a salvo del mar gracias a un gran dique cuya única llave era portada por Gralon en un colgante. Pero Dahut esta era vil y pecaminosa, organizaba orgías en las que yacía con todo hombre de la ciudad para luego matarlo al llegar al amanecer. Una noche llegó un caballero vestido de rojo, el cual pidió yacer junto a la princesa, esta accedió pero el caballero sedujo a Dahut convenciéndola que debía robar la llave de su padre para ostentar su merecida posición como reina de Cornualles.

Pero Dahut fue engañada, pues el caballero de rojo no era otro sino el Diablo, que usando la llave abrió las puertas del dique causando la inundación de la ciudad. El rey Gralon huyó a lomos de su caballo con su hija, pero mientras huía el narrador, San Guénolé, que huía junto a ellos conminó al monarca a abandonar a su hija.

"¡Haz retroceder el demonio que está sentado detrás de ti!"

Finalment el rey accedió, lanzó a su hija al mar donde se ahogó junto a la ciudad. Gralon llegó a tierra firme donde fundó la ciudad de Quimper y vivió como devoto monarca el resto de sus días.

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19/02/2018, 15:31
Narrador

La lectura no te revela excesivos detalles sobre el asunto que estáis investigando. Se trata de escritos de naturaleza religiosa y comercial, quizá lo más interesante que encuentras es un pasaje que habla de la ciudad perdida de Ker-Is y su hundimiento en las aguas del Atlántico por la maldición que cayó sobre ella por culpa de la hija del rey Gralon de Cornualles. Esta narración aparece firmada por San Guénolé, que afirma haber vivido en primera persona los acontecimientos en primera persona.

De acuerdo con la leyenda, Gralon construyó una ciudad sobre las aguas a petición de su hija Dahut que se mantenía a salvo del mar gracias a un gran dique cuya única llave era portada por Gralon en un colgante. Pero Dahut esta era vil y pecaminosa, organizaba orgías en las que yacía con todo hombre de la ciudad para luego matarlo al llegar al amanecer. Una noche llegó un caballero vestido de rojo, el cual pidió yacer junto a la princesa, esta accedió pero el caballero sedujo a Dahut convenciéndola que debía robar la llave de su padre para ostentar su merecida posición como reina de Cornualles.

Pero Dahut fue engañada, pues el caballero de rojo no era otro sino el Diablo, que usando la llave abrió las puertas del dique causando la inundación de la ciudad. El rey Gralon huyó a lomos de su caballo con su hija, pero mientras huía el narrador, San Guénolé, que huía junto a ellos conminó al monarca a abandonar a su hija.

"¡Haz retroceder el demonio que está sentado detrás de ti!"

Finalment el rey accedió, lanzó a su hija al mar donde se ahogó junto a la ciudad. Gralon llegó a tierra firme donde fundó la ciudad de Quimper y vivió como devoto monarca el resto de sus días.

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19/02/2018, 15:31
Narrador

La lectura no te revela excesivos detalles sobre el asunto que estáis investigando. Se trata de escritos de naturaleza religiosa y comercial, quizá lo más interesante que encuentras es un pasaje que habla de la ciudad perdida de Ker-Is y su hundimiento en las aguas del Atlántico por la maldición que cayó sobre ella por culpa de la hija del rey Gralon de Cornualles. Esta narración aparece firmada por San Guénolé, que afirma haber vivido en primera persona los acontecimientos en primera persona.

De acuerdo con la leyenda, Gralon construyó una ciudad sobre las aguas a petición de su hija Dahut que se mantenía a salvo del mar gracias a un gran dique cuya única llave era portada por Gralon en un colgante. Pero Dahut esta era vil y pecaminosa, organizaba orgías en las que yacía con todo hombre de la ciudad para luego matarlo al llegar al amanecer. Una noche llegó un caballero vestido de rojo, el cual pidió yacer junto a la princesa, esta accedió pero el caballero sedujo a Dahut convenciéndola que debía robar la llave de su padre para ostentar su merecida posición como reina de Cornualles.

Pero Dahut fue engañada, pues el caballero de rojo no era otro sino el Diablo, que usando la llave abrió las puertas del dique causando la inundación de la ciudad. El rey Gralon huyó a lomos de su caballo con su hija, pero mientras huía el narrador, San Guénolé, que huía junto a ellos conminó al monarca a abandonar a su hija.

"¡Haz retroceder el demonio que está sentado detrás de ti!"

Finalment el rey accedió, lanzó a su hija al mar donde se ahogó junto a la ciudad. Gralon llegó a tierra firme donde fundó la ciudad de Quimper y vivió como devoto monarca el resto de sus días.

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19/02/2018, 15:32
Narrador

La lectura no te revela excesivos detalles sobre el asunto que estáis investigando. Se trata de escritos de naturaleza religiosa y comercial, quizá lo más interesante que encuentras es un pasaje que habla de la ciudad perdida de Ker-Is y su hundimiento en las aguas del Atlántico por la maldición que cayó sobre ella por culpa de la hija del rey Gralon de Cornualles. Esta narración aparece firmada por San Guénolé, que afirma haber vivido en primera persona los acontecimientos en primera persona.

De acuerdo con la leyenda, Gralon construyó una ciudad sobre las aguas a petición de su hija Dahut que se mantenía a salvo del mar gracias a un gran dique cuya única llave era portada por Gralon en un colgante. Pero Dahut esta era vil y pecaminosa, organizaba orgías en las que yacía con todo hombre de la ciudad para luego matarlo al llegar al amanecer. Una noche llegó un caballero vestido de rojo, el cual pidió yacer junto a la princesa, esta accedió pero el caballero sedujo a Dahut convenciéndola que debía robar la llave de su padre para ostentar su merecida posición como reina de Cornualles.

Pero Dahut fue engañada, pues el caballero de rojo no era otro sino el Diablo, que usando la llave abrió las puertas del dique causando la inundación de la ciudad. El rey Gralon huyó a lomos de su caballo con su hija, pero mientras huía el narrador, San Guénolé, que huía junto a ellos conminó al monarca a abandonar a su hija.

"¡Haz retroceder el demonio que está sentado detrás de ti!"

Finalment el rey accedió, lanzó a su hija al mar donde se ahogó junto a la ciudad. Gralon llegó a tierra firme donde fundó la ciudad de Quimper y vivió como devoto monarca el resto de sus días.

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19/02/2018, 15:32
Narrador

La lectura no te revela excesivos detalles sobre el asunto que estáis investigando. Se trata de escritos de naturaleza religiosa y comercial, quizá lo más interesante que encuentras es un pasaje que habla de la ciudad perdida de Ker-Is y su hundimiento en las aguas del Atlántico por la maldición que cayó sobre ella por culpa de la hija del rey Gralon de Cornualles. Esta narración aparece firmada por San Guénolé, que afirma haber vivido en primera persona los acontecimientos en primera persona.

De acuerdo con la leyenda, Gralon construyó una ciudad sobre las aguas a petición de su hija Dahut que se mantenía a salvo del mar gracias a un gran dique cuya única llave era portada por Gralon en un colgante. Pero Dahut esta era vil y pecaminosa, organizaba orgías en las que yacía con todo hombre de la ciudad para luego matarlo al llegar al amanecer. Una noche llegó un caballero vestido de rojo, el cual pidió yacer junto a la princesa, esta accedió pero el caballero sedujo a Dahut convenciéndola que debía robar la llave de su padre para ostentar su merecida posición como reina de Cornualles.

Pero Dahut fue engañada, pues el caballero de rojo no era otro sino el Diablo, que usando la llave abrió las puertas del dique causando la inundación de la ciudad. El rey Gralon huyó a lomos de su caballo con su hija, pero mientras huía el narrador, San Guénolé, que huía junto a ellos conminó al monarca a abandonar a su hija.

"¡Haz retroceder el demonio que está sentado detrás de ti!"

Finalment el rey accedió, lanzó a su hija al mar donde se ahogó junto a la ciudad. Gralon llegó a tierra firme donde fundó la ciudad de Quimper y vivió como devoto monarca el resto de sus días.

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19/02/2018, 15:32
Narrador

La lectura no te revela excesivos detalles sobre el asunto que estáis investigando. Se trata de escritos de naturaleza religiosa y comercial, quizá lo más interesante que encuentras es un pasaje que habla de la ciudad perdida de Ker-Is y su hundimiento en las aguas del Atlántico por la maldición que cayó sobre ella por culpa de la hija del rey Gralon de Cornualles. Esta narración aparece firmada por San Guénolé, que afirma haber vivido en primera persona los acontecimientos en primera persona.

De acuerdo con la leyenda, Gralon construyó una ciudad sobre las aguas a petición de su hija Dahut que se mantenía a salvo del mar gracias a un gran dique cuya única llave era portada por Gralon en un colgante. Pero Dahut esta era vil y pecaminosa, organizaba orgías en las que yacía con todo hombre de la ciudad para luego matarlo al llegar al amanecer. Una noche llegó un caballero vestido de rojo, el cual pidió yacer junto a la princesa, esta accedió pero el caballero sedujo a Dahut convenciéndola que debía robar la llave de su padre para ostentar su merecida posición como reina de Cornualles.

Pero Dahut fue engañada, pues el caballero de rojo no era otro sino el Diablo, que usando la llave abrió las puertas del dique causando la inundación de la ciudad. El rey Gralon huyó a lomos de su caballo con su hija, pero mientras huía el narrador, San Guénolé, que huía junto a ellos conminó al monarca a abandonar a su hija.

"¡Haz retroceder el demonio que está sentado detrás de ti!"

Finalment el rey accedió, lanzó a su hija al mar donde se ahogó junto a la ciudad. Gralon llegó a tierra firme donde fundó la ciudad de Quimper y vivió como devoto monarca el resto de sus días.

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19/02/2018, 15:33
Narrador

La lectura os lleva cerca de un par de horas entre todos, durante ese tiempo el chambelán ha permanecido atento a vuestras necesidades en paciente espera. Son cerca de las tres de la mañana, amanecerá en unas tres horas.

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19/02/2018, 15:35
Narrador

Escuchas, gracias a tus sentidos agudizados por el Auspex, con claridad como Ingvar, al pararse hablar con Eadwig le dice:

Me gustaría hablar con vos más tarde, Eadwig. Desconfío de muchos, pero no de vos.

Notas de juego

Antes de poneros a leer.

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19/02/2018, 15:38
Narrador

Escuchas, gracias a tus sentidos agudizados por el Auspex, con claridad como Ingvar, al pararse hablar con Eadwig le dice:

Me gustaría hablar con vos más tarde, Eadwig. Desconfío de muchos, pero no de vos.

Notas de juego

Antes de poneros a leer.

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19/02/2018, 15:50
Ingvar Lundson

Notas de juego

¿Doy por hecho que te refieres a la lectura completa de todos los tomos, no?

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19/02/2018, 16:03
Ingvar Lundson

Las horas pasaron en silencio, a medida que los inmortales reunidos en la sala revisaban los conocimientos custodiados por aquellos tomos. Tan sólo el crujido de las páginas de pergamino al ser desplazadas rompía una quietud que en ocasiones resultaba incluso algo inquietante.

Ignvar, al terminar la lectura del primer libro, dejó que sus tapas se cerraran y él mismo ocultó sus ojos tras sus párpados durante unos momentos. Lo cierto es que no estaba muy acostumbrado a leer tan rápido, y se sentía algo saturado por la revisión de textos comerciales con más bien poco interés para él.

-Si alguien siente pasión por el comercio y los santos cristianos, entonces que no dude en repasar este apasionante tomo. –Susurró a los demás mientras dejaba el libro sobre la mesa, con un claro hastío tiñendo su voz. Pero, mientras visiblemente recuperaba su buen humor, añadió. –Voy a dar una pequeña vuelta para airearme. Estaré de regreso en unos momentos para continuar la lectura.

Y en efecto, no mucho más tarde el normando regresaba para tomar uno de los pergaminos y unirse al grupo de inspección. Y así fue, hasta que todos los textos habían sido revisados y yacían sobre la mesa, cual cadáveres devorados por los depredadores.

-Bueno… ¿y bien, señores? –Comenzó a hablar de nuevo Ingvar, echando un vistazo a los rostros que lo rodeaban con seriedad. En esa ocasión, a pesar de que su sonrisa no había abandonado su rostro, su voz sí reflejaba un cierto cansancio. -¿Alguna pista acerca de la niebla que pueda servirnos? Algo que, por una vez, no tenga que ver con el santoral y los mil peligros de las tentaciones del Diablo, si es posible.

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19/02/2018, 20:48
Leyre de Abin

-Bueno… ¿y bien, señores? ¿Alguna pista acerca de la niebla que pueda servirnos? Algo que, por una vez, no tenga que ver con el santoral y los mil peligros de las tentaciones del Diablo, si es posible.

Cierro delicadamente el libro entre mis manos, suspirado con pesar.

-Nada, a parte de un relato apasionante sobre una mujer pecaminosa. ¿A alguien le interesa aprender al menos diez formas diferentes de nombrar al miembro masculino? Sospechosamente, San Guénolé las conocía todas.

Si los monasterios masculinos se parecen en algo a los conventos, no me extrañaría que no sólo se arrodillaran para rezar, pero quién soy yo para juzgar. Aunque pudiéndolo hacer acostados, jamás comprenderé por qué realizar el esfuerzo de agacharse para determinados menesteres.

Deposito el volumen sobre la mesa, y estiro la espalda para desentumecer los músculos, recuperando después mis guantes para acomodármelos con suavidad.

-Por lo visto la ciudad de Quimper tuvo una fundación con moraleja, pero no creo que tenga nada que ver con el dilema que nos atañe ahora mismo.

Durante los siguientes minutos me dedico a estirar bien los dedos, ajustando cada costura en su lugar, hasta que considero que los guantes están perfectamente adaptados a mi mano. Después, dirijo una mirada distraída hacia Ingvar, con su perenne sonrisa socarrona.

-¿Qué tal la charla con el caballero Eadwig, normando? -Pregunto, de forma desapasionada, mientras alargo una mano para recuperar un rollo de pergamino- ¿Sigue siendo de vuestra confianza, o ha acabado en el saco de la sospecha, junto con todos nosotros?

Examino el manuscrito, mientras lo despliego con cuidado. Las esquinas están un poco carcomidas y algún gusanito ha creado un trazado de agujeros por su superficie, pero es perfectamente legible. Sin embargo, de un rápido vistazo lo descarto. Sólo tratados comerciales.

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19/02/2018, 21:15
Sybilla

Me temo que mis pesquisas me llevan a la misma historia pecaminosa en la que por supuesto, es una mujer la representación de la perdición y es necesario erradicarla para la salvaguarda de sus gentes y su rey. -añadió, a las palabras de Ingvar y Leyre, tras haber echado un vistazo a uno de los pergaminos- San Guénole era un tipo peculiar, conociendo tanto vocabulario pecaminoso para ser de facto un santo. - añadió, con una media sonrisa- Aunque se habla en tal historia de la fundación de Cornualles, y de la presencia de un dique y de una llave... Habría quizá que averiguar si ésta es la manera en la que se interpretaron determinados hechos verídicos. -sugirió, antes de dedicar una mirada divertida a la dama de Abin, tras escuchar su último comentario, posando sus pupilas oscuras seguidamente sobre Ingvar- Yo no lo habría expresado mejor. La misma duda corroía mis entrañas. 

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20/02/2018, 00:11
Selin

Me acerco al resto de vástagos, dejando el tomo que estaba leyendo sobre la mesa y empiezo a escuchar los resultados que habían obtenido de estas lecturas, el nombre de San Guénole aparecía al final del manuscrito y al parecer también se le mencionaba en otras de las lecturas. Aunque como habíamos esperado desde un principio, de estos escritos no íbamos a sacar nada en claro.

Miro hacia la muchacha y luego al normando. ¿De qué estarían hablando? Esperaba que no estuvieran empezando con sus maquinaciones, era demasiado pronto, al menos la discreción no era el fuerte de esta gente. El Príncipe ya había dicho que todos serían recompensados. ¿Por qué no colaborar? ¿Por qué hablar en privado ahora que habíamos empezado con todo esto?

Bajo la vista hacia el tomo que acabo de dejar en la mesa y acaricio su cubierta.

-Dahut, así se llama la mujer pecaminosa.- Una nueva palabra. -De la que se habla en todos estos escritos.- Murmuro. La historia que narraba seguramente era  una leyenda o un cuento, pero no olvidaría lo que había leído por si se mencionaba más a estos personajes en otras historias. -Mi texto es más moderado.- Algo que era de mi agrado. -Pero ella es malvada y traiciona a su padre dándole la llave al Diablo, pudiendo éste inundar la ciudad. A pesar de todo, el rey consiguió escapar y gracias a Guénole, el autor de todo esto que nos ha llegado, el padre arrojó a su propia hija al mar para que muriera junto a la ciudad.- ¿Un padre debería matar a su hija si era malvada? Me quedo pensativa, un instante, ella había matado a mucha gente al permitir que las aguas sumergieran la ciudad, así que supongo que su deber era acabar con la causante de tanto mal.

Pero todo esto era la versión de San Guénole, podía haber cambiado los hechos, solo teníamos la palabra de uno de los actores. Lamentablemente encontrar más escritos sobre el tema debía ser imposible y tampoco era de momento algo que fuera necesario para resolver el verdadero problema.

-Luego fundó una ciudad, Quimper… como ha dicho Leyre de Abin.-

-¿Os suena?-

Supongo que aunque todo esto no parezca que vaya a servirnos para mucho, empezar a conocer algunos mitos de la zona puede venirme bien. Ni una palabra de la niebla, por lo que seguíamos sin tener nada como ya se había augurado, no debía preocuparme, con calma encontraríamos la solución a todo este extraño conflicto.

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20/02/2018, 12:20
Artur de Aquilare

Artur ha terminado de leer y se queda pensativo, mientras escucha las intervenciones de unos y otros. Finalmente se pasa la mano por el mentón.

- Supongo que todo lo habéis pensado pero... ¿no os parece que quizás sea una vampiresa la dama de nuestra historia? Eso de que se acuesta cada noche con un hombre y lo mata "al llegar el amanecer", y luego el demonio que es un caballero vestido de rojo... ¿alguno ha encontrado en los tomos o pergaminos donde podría estar esa ciudad sobre las aguas, la que se perdió por culpa de la perversidad femenina?- hay cierta chanza al pronunciar esta última expresión, pero en general el lasombra parece hablar bastante en serio.

Tras mirar un instante a Leyre y luego a Ingvar y a Eadwig, probablemente por la puya lanzada por la toreador al vikingo, el lasombra espera a que el resto se pronuncie.