Partida Rol por web

Vampiro: Edad Oscura V20 - Bretaña nocturna [+18]

[Crónica 1.1] Estación de Nieblas - Recepción en Brest - FINALIZADA

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27/01/2018, 13:45
Sybilla

Sybilla escuchó y observó. Tomó nota de las sugerencias de unos y de otros, y de lo mucho que algunos confundían en aquellos lares el arrojo, la sagacidad o el ingenio con la imprudencia, a juzgar por el comportamiento de Ingvar frente a Gevrog, y de los ácidos e inadecuados comentarios de Leyre. Sin embargo, no pareció dibujar mueca de desaprobación alguna al respecto. Tomó aquello como factores a tener en cuenta a la hora de tomar sus propias decisiones, y dedicó un breve vistazo a la expresión de Mahé, que sin lugar a dudas expresaba su descontento hacia su ingeniosa y lenguaraz chiquilla, tras ser fulminada por la mirada del Príncipe. 

Comprobar que tales cosas hayan podido suceder con anterioridad es un buen comienzo, así como investigar un tanto sobre la región y sobre sus leyendas. Estoy de acuerdo.-apuntó- Con respecto a los mapas, me temo que como mucho podremos tomar nota de lo que aquí vemos. Si el chambelán nos ha traído este enorme tapiz, debe ser porque no hay un ejemplar de manejo más práctico.-dedujo, al valorar lo extensa y pesada que era aquella obra textil. 

Y si no disponían de mapas más manejables, también sospechaba que la biblioteca no sería un lugar caracterizado por la gran cantidad de volúmenes de relevante interés que llenasen sus estanterías. Gevrog no era alguien definido por el interés y la inquietud intelectual. Gevrog seguía sus propias pasiones, y aquellas no se encontraban entre los libros. Sybilla temía que su colección literaria no iba a ser destacable ni a versar de mucho más que de algunos ejemplares de conocimiento general y quizá alguna obra destacada. Aunque cabía la posibilidad de encontrar algo útil, si quien pernoctase antes en aquella vieja fortaleza hubiese encontrado adecuado nutrir su mente. 

En cualquier caso, con mapas o sin ellos, no creo que debamos precipitarnos. Veamos primero qué podemos encontrar y deducir al respecto, como apunta el buen señor de Aquilarre, y a continuación decidiremos qué hacer, y disfrutemos mientras de la hospitalidad que el Príncipe Gevrog ha tenido a bien concedernos.- dijo, antes de dirigirse a éste último- Os agradezco vuestro recibimiento y me declaro a vuestra disposición, excelencia. 

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27/01/2018, 14:15
z/Eadwig du Josselin

Con el enorme mapa desplegado sobre la mesa, Eadwig e acercó a estudiarlo con atención.

Mientras el resto de los presentes estaban poniéndose de acuerdo para ir a dar vuelta la biblioteca de arriba a abajo, Eadwig comprobaba que efectivamente todas las aldeas afectadas se encontraban cerca de la costa.

- Disculpe monsieur.- dijo llamando la atención del chambelán. Podremos saber en qué aldeas fueron los primeros ataques? Me refiero, al orden más preciso posible. Y si una vez que la niebla aparece en un lugar nuevo, vuelve a aparecer en las aldeas anteriores? O si mantiene su presencia en todas las aldeas afectadas? - lo que en realidad quería saber bien era si el fenómeno estaba viajando en una suerte de camino, o si estaba manteniendo su efecto sobre una zona.

Luego, se giró hacia el resto. - Tal vez sea preciso que los que sepan leer... miró por un instante a Leyre... - identifiquen en que otros lugares, tal vez más cerca de las aldeas, puedan tener acceso a otras bibliotecas, por más pequeñas que sean. Con la ayuda de Dios, puede que consigamos información aquí, pero tal vez los libros que buscamos sean más viejos que el mismo castillo. -

Siguió mirando fijamente el mapa, tratando de encontrarle algún sentido.

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27/01/2018, 17:44
Selin

Escucho atentamente las explicaciones que dan el caballero y la dama sobre la geografía de la zona, parece que Maëlys conoce bastante bien el área a investigar. Los círculos de piedra podrían significar algo… Me gustaría verlos y saber más sobre ellos, pero no veo claramente un punto por el que empezar a investigar. ¿Son lo más importante o una simple coincidencia?

Cuando llega François con el gigantesco mapa, un brillo recorre mis oscuros ojos, me acerco enseguida para contemplar el magnífico tapiz, pero enseguida sé que será más útil que también lo vea Jean Pierre, él conoce la zona muchísimo mejor que yo que no sabía absolutamente nada, así que le hago un gesto para que se acerque a estudiarlo. 

Sigo contemplando la exquisitez con que se ha realizado, ya que tampoco puede decirme mucho más. Imaginarme un poco como estaba situado todo, pero esto no debería depender de mí, creo que preferiría conocer las historias y rumores que circularan por los lugares atacados, al menos así tendría la posibilidad de encontrarme de lleno con el problema, aunque era precipitado. No, no debía hacerlo, debía ir paso a paso.

Entonces el hombre que parecía una bestia pidió algo que podría aportar, si con ello ayudaba a detener esta niebla la dejaría sin mostrar ninguna reticencia. -Podríamos… usar mi barca.- Digo entrecortadamente y con un marcado acento. Luego bajo la vista hacia el tapiz y me quedo contemplando las formas de la geografía de la zona de nuevo, al rato me canso y me separo, creo que mi ghoul puede ser mucho más útil en esta labor y así se lo hago saber, susurrándole al oído, antes de dejar espacio a los demás.

Miro a Artur, pero no solo me dirijo a él, también al resto de los presentes. -Deberíamos ir a la biblioteca...- Aunque me callo rápidamente y bajo la mirada. -Perdón.- No podía evitar que la impaciencia tomara la riendas, pero debía sosegarme, quizás podían aportar más información, doy un largo parpadeo, buscando un momento de serenidad y calma.

Debía traer mis pergaminos, quizás necesitara tomar notas… O tal vez me dieran algunos sin usar.

Al menos empezaban a surgir muchísimas preguntas, para las cuales sería interesante encontrar respuestas, pero era posible que aquí no estuvieran informados de todo, junto mis manos, frotando el dorso de una, mientras pienso la siguiente pregunta. -¿Hay alguna similitud en las aldeas más atacadas por este fenómeno?- Pregunto al aire, sin saber bien quién podría responderme.

A diferencia de lo que decía el caballero, no pensaba que pudiera haber muchas más bibliotecas por la zona, suerte teníamos de tener acceso a una, quizás en alguna Iglesia podríamos encontrar algo escrito, pero la mayor parte de la información deberíamos extraerla del boca a boca, y de ahí, deducir que era lo más acertado, para ello conocer los mitos de la zona nos vendría bien, así podríamos aislar la información que nos pareciera más correcta del resto. Sí, debería aprender algo más sobre la zona antes de ir, era lo más prudente.

Espero pensativa con la cabeza ya en la biblioteca, imaginándome que podría encontrarme ahí.

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30/01/2018, 15:38
z/Maëlys de Trebaul

Con un ligero asentimiento hacia el caballero De Aquilare, sonrió con amabilidad al ver que alguien había comprendido la idea detrás de sus palabras. Además, como bien había supuesto, Gregov confirmaba lo que ya había deducido al contestar al caballero Ingvar.

Dejando espacio para que el chambelán colocase el tapiz con el mapa sobre la mesa que portaban los sirvientes, se colocó a un lado de esta, desde donde pudiera ver el mapa sin interferir en la visión de aquellos que se había inclinado sobre este, al fin y al cabo ya había dicho hacia donde buscar los círculos de piedra, y siempre se podía pedir indicaciones a los lugareños. Dudaba que fuera complicado encontrarlos.

Mientras el resto discutía sobre qué hacer, ella se volvió hacia el chambelán, con la espalda bien recta y las manos entrelazadas una opuestamente a la otra y asentadas sobre el abdomen con extrema delicadeza, mostrando un porte refinado.

Monsieur D’Avennes, ¿se conserva algún archivo o registro sobre la actividad cainita o sobrenatural en general, de épocas pasadas hasta nuestros días?

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31/01/2018, 22:54
Artur de Aquilare

Artur se limitó a asentir con cortesía al príncipe, y luego ir escuchando las diversas afirmaciones que se iban realizando. Aprovechó, igualmente, para observar el mapa tratando de hacerse una idea cabal del terreno que iba a ser necesario investigar.

- No creo que, salvo que el príncipe considere adecuado nombrar un líder para este grupo, sea preciso en este momento decidir quién debe ostentar tal puesto. Primero, reflexionemos juntos. Hablemos sobre cual debe ser nuestro siguiente movimiento, y tomemos las decisiones con los datos. Y no busquemos los datos que más se adecúen a las decisiones que queremos tomar. Biblioteca, por tanto, y allí, decidiremos qué hacer. Selin, no os disculpéis. Vuestra opinión coincide con la mía. Salvo que el príncipe- inclinó la cabeza respetuosamente ante el señor del dominio- o alguno de los presentes desee darnos alguna instrucción, o responder a alguna de las preguntas que algunos hemos planteado, creo que debemos revisar los datos que tenemos, y tomar un rumbo en esta pesquisa. Mi señor, ¿alguna instrucción o cuestión que debamos tener en cuenta? 

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01/02/2018, 20:02
François D'Avennes

Hubo un intercambio de miradas entre el Príncipe y el chambelán, sin mediar palabra Gevrog asintió a su asistentes, con esa confirmación volvió su atención a los que le preguntabais cosas.

Os podemos ceder alguna embarcación de los muelles, así es —asintió François, cuestionado por la isla que señalaba el normando, se encogió de hombros —. En Ouessant hay una comunidad de pescadores, aunque tienen poco contacto con el continente, que yo sepa.

François echó una mirada al tapiz que había tendido sobre la mesa, reflexionó unos instantes previo a responder.

No conozco ninguna posada reseñable, monsieur —respondió al punto de la posada, volvió la mirada hacia Selin, a quien el chambelán miraba con cierta cautela —. Aldeas de pescadores, mademoiselle, poco más sabemos —enlazando a la pregunta de Eadwig, el chambelán negó con la cabeza —. Lo que les he contado es cuanto sabemos, monsieur, aunque ciertamente sabemos que la niebla se disipa al amanecer. Al menos la que surge por la noche.

Afrontando el asunto del mapa o de la biblioteca, François se mostró algo más resignado.

No contamos con una biblioteca en Brest, mis señores. Su Alteza posee algunos volúmenes que quizá contengan información relevante, mas lo ignoro. Las bibliotecas más extensas se encuentran en la corte del conde Raimon Guillou al norte, a tres días a caballo, o en el monasterio Capadocio de Saint-Matthieu en Cornualles que es casi una semana de viaje —explicó haciendo memoria, volvió la mirada hacia el mapa —. No tenemos muchos pergaminos, se guardan para epístolas importantes del señor, ni tampoco tenemos un maestro copista que pudiera realizar una copia en condiciones.

Un gesto de la mano del Príncipe hizo que François se girara hacia él y se acercara, el gesto de Gevrog era serio, muy serio, casi tanto como el de Mahé que se encontraba en un lado de la sala y miraba con esa dureza a Leyre. Los otros invitados y asistentes permanecían en la periferia, conversando entre ellos o pendientes de lo que se decía. Gevrog le murmuró algo al chambelán, este asintió.

Puedo ofrecerles un lugar más tranquilo para organizarse, ilustres invitados —anunció el aparecido mientras se acercaba al mapa y lo enrollaba —. Si tienen la merced de acompañarme, les dejaré el tapiz con ustedes y les traeré las lecturas que poseemos en el castillo.

François se dirigió a una de las puertas, un criado la abrió y el chambelán os invitó para seguirle.

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03/02/2018, 17:44
Ingvar Lundson

-Ciegos... -Murmuró entre dientes Ingvar, sin dirigirse a nadie en particular, mientras los demás continuaban exponiendo sus propios puntos de vista. -Estamos ciegos. -Terminó por sentenciar, con sus ojos aún clavados en el tapiz. El Gangrel seguía tratando de memorizar el mapa, dejarlo bien guardado en su mente para los futuros días que estaban por llegar. Puede que pasara cierto tiempo hasta la próxima vez que pudiera verlo. Mientras lo hacía, escuchó a los demás, que parecían seguir convencidos de que encontrarían todas las pistas necesarias en una biblioteca situada a tres pasos del trono de Gevrog.

Suspiró. Definitivamente, los cortesanos eran como niños... pero si de verdad iban a solucionar este asunto, pronto les llegaría el momento de despertar. Y dudaba que fuera a gustarles.

Para cuando levantó la vista del mapa, reaccionando a las palabras del chambelán, su habitual media sonrisa había retornado a su rostro. Y es que al menos, disponía de algún recurso valioso.

-Trataré de utilizar esa embarcación mañana por la noche, con suerte. -Añadió, completando su petición. -Necesitaría saber de cuál se trata, y su capacidad, monsieur. No creo que todos los caballeros y damas aquí reunidos gusten de la navegación nocturna, pero quién sabe, tal vez un grupo no tan pequeño sea el que decida acompañarme.

-Gracias. -Añadió dirigiéndose hacia Selin, y su voz se escuchó más sincera de lo habitual. Le agradaba el gesto que había tenido la extranjera poniendo sus posesiones a su disposición. -Pero supongo que el navío que nos cede el Príncipe será más eficaz que una barca. Aún así, tal vez llegue el momento de usarla.

-¿Lider? -Dijo, torciendo el gesto después de las palabras de Artur. -¿Nombrar un líder? Desconozco qué os ha llevado a hacer esa reflexión, compañero, pero hacéis bien en considerar que no hay necesidad de nombrarlo. No tengo intención de reconocer ninguna autoridad salvo la del Príncipe de estas tierras. -Hizo una pausa en la que pareció que se disponía a añadir algo más, pero finalmente sacudió ligeramente la cabeza y sus ojos azules se dirigieron hacia la puerta que se había abierto.

-Podemos seguir discutiendo todo esto en ese lugar más tranquilo. -Terminó mientras se dirigía en dirección a François, y mintió descaradamente. -Estoy seguro de que será muy instructivo.

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03/02/2018, 23:18
Selin

Miro a Artur y asiento, esperaría a que respondieran las preguntas, no fue mucho tiempo ya que el chambelán enseguida empieza a responder una a una a las cuestiones que se habían planteado. Noto su mirada, es similar a la de muchos, ya me voy acostumbrado o eso me gusta pensar.

Aldeas de pescadores… Tenía la impresión de que podrían ser muy supersticiosos, tal vez ni quisieran hablar conmigo. Asiento a las palabras del chambelán, no parecía que pudiera aportar mucho más, tendríamos que descubrirlo todo nosotros. Sigo escuchándolo, es una verdadera lástima que no tengan una biblioteca, me hubiera gustado verla, poco parecía que pudiéramos encontrar aquí, a pesar de eso me sorprendió que en el monasterio hubiera una biblioteca importante y no me hubieran comentado nada al respecto, tal vez el Abad sabía que ahí no encontraríamos nada sobre la misteriosa niebla.

Miro a Ingvar y asiento satisfecha por sus palabras de agradecimiento, no sabía cómo sería la embarcación que ofrecía el Príncipe, pero no encontraba que con la que habíamos llegado hasta la costa de Cornualles estuviera mal, tampoco sabía demasiado.

Sigo mirándole, a mí no me importaba seguir órdenes mientras no entraran en conflicto con mis propias creencias y fueran destinadas a solucionar el problema que acontecía, la mortal niebla que se estaba mostrando en estas costas, cierta organización podía ser beneficiosa, pero tampoco quería opinar sobre el tema.

Cuando veo que el chambelán nos realiza un gesto para seguirle, hago lo propio a Jean para que me acompañe y empiezo a caminar hacia la puerta que nos está mostrando.

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05/02/2018, 10:46
Leyre de Abin

¿Nombrar un líder? Vaya, detectado el primer cainita con delirios de grandeza. En cualquier caso, contengo mis ganas de gritar "¡yo no!" en cuanto surge el tema. ¿Por qué alguien querría liderar? Son todo tomas de decisiones, acciones y reproches. No se me ocurre nada más desagradable para pasar las horribles veladas que ya anuncian los acontecimientos. 
Pueblos tan pequeños que no aparecen en el mapa, aldeas de pescadores, mortales supersticiosos y paseos en barca con el vikingo y la joven fenicia, piratas todos.

Esto parece una broma de mal gusto.

Observo con alivio que el chambelán ha comenzado a enrollar el tapiz, para llevarnos, según sus palabras, a "un lugar más tranquilo". Gracias al cielo. Con un poco de suerte, ese lugar tendrá sillas. 
Me ajusto los guantes alrededor de los dedos, disfrutando del tacto suave del forro de cabritillo, y observo a los reunidos a mi alrededor. Tan concentrados como silenciosos. Sí, definitivamente este viaje va a ser una fiesta. 

-Entonces... todo lo que sabemos sobre esa extraña "niebla" -realizo el gesto de las comillas con los dedos. Oh, y se suponía que me iba a mantener callada- es que ¿proviene del mar? Y ataca pescadores... ¿ha aparecido algún cadáver sobre alguna embarcación, o sólo ataca en tierra firme? Hablemos mientras nos conducen a ese lugar tan apacible que nos ha prometido el chambelán.

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06/02/2018, 03:10
z/Eadwig du Josselin

Cuando el chambelán terminó con de responder algunas preguntas, todos se dirigieron hacia la puerta que les fue indicada para que llevaran a cabo la reunión.

Eadwig caminaba mientras repasaba todas las respuestas que les habían sido dadas. En resumen, no les podían dar muchas precisiones sobre la niebla, deberían ir e investigar por ellos mismos. Les facilitarían un medio de transporte para cruzar la bahía. Y no había nada parecido a una biblioteca en el Castillo, solo algunas lecturas que les serían llevadas a la sala de reunión. Por lo que suponía que primero leerían esos tomos y con la poca información que pudieran sacar, si sacaban alguna, se pondrían de acuerdo en cómo dividirse por las zonas afectadas.

 La verdad es que estaba bastante irritado por la poca información disponible hasta el momento, y no veía la hora de ponerse en marcha. Escucharía lo que cada vástago tenía para decir, y decidiría por qué lugar comenzar la búsqueda acorde a lo que tenían pensado los demás. En realidad, lo que quería era no verse estorbado por el resto.

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06/02/2018, 15:54
z/Maëlys de Trebaul

Resultaba un poco decepcionante que en aquella corte apenas tuvieran registros sobre lo que ocurría en Brest con la población sobrenatural, podía entender que el príncipe no se interesase por la palabra escrita, pero de ahí a no tener prácticamente nada siquiera de los vástagos…  Iban a tener que apañarse con lo poco que les pudiera proporcionar el chambelán, al que había comenzado a seguir al igual que el resto del grupo que se había interesado en todo aquel asunto. Sin embargo comenzaba a ver poco a poco que por parte de algunos había pocas intenciones de colaboración

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07/02/2018, 17:50
Artur de Aquilare

No pareció Artur lamentarse por las escuetas noticias. Después de todo, si las hubiera habido, ¿sería tan urgente mandar a unos desconocidos a investigar? Sin duda su mentora tenía razón en lo importante del momento, en la gran oportunidad que suponía el acontecimiento para la progresión de su sangre en estas tierras. Sin embargo, esa posibilidad debía ser contemplada como lo que era: una situación en la que el peligro, la exigencia, y la posibilidad de destrucción definitiva se alzaba en el horizonte como un Sol mortífero y amenazante. 

Tras realizar una última reverencia al príncipe y a aquellos que, por la conversación, el lasombra había determinado como más cercanos al mismo (y entre los que por supuesto, y la primera, se encontraba Mahé Lagadec), Artur se alejó acompañando al chambelán mientras meditaba en lo que acababa de pasar. 

Había, era evidente, cierta impostura en el comportamiento del lasombra que demostraba que no era esta la primera ocasión en encontrarse en una reunión donde el protocolo y las formas exigían determinados comportamientos. No fue, de hecho, sino cuando ya la puerta se había cerrado tras ellos cuando, ante la pregunta de Ingvar, volvió a hablar.

- Ingvar Lundson, ¿verdad? Veréis... hay quien engaña con la palabra, o con los actos. Y no es algo que en sí mismo me parezca reprobable. El engaño, como la cortesía, o la educación, o el conocimiento, pueden ser armas útiles en las ocasiones adecuadas, y como tales armas, su moralidad o inmoralidad dependen de para qué son usadas. Por tanto, y en respuesta a vuestra pregunta, os diré que es vuestro comportamiento el que me ha hecho afirmar que no es el momento de nombrar un líder, puesto que por mucho que vuestras palabras indiquen que no queréis líder, vuestro comportamiento afirma la necesidad de actuar como tal. Relajaos, si os place, y permitid que todos opinen, antes de decidir lo que se hace, quién lo hace,  a donde va, con qué de lo que el príncipe pone a disposición de todos podéis vos contar, y cual es el correcto reparto de los que somos y de lo que vamos a hacer. Entendedme: es necesario, ciertamente, no caer en la inacción y en conversaciones interminables. Pero, ya que como decís no es preciso nombrar líder, tampoco es preciso que tratéis de actuar como tal. Al menos hasta que la inacción amenace nuestro pequeño grupo de vampiros con un propósito común.

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07/02/2018, 18:24
Sybilla

Sybilla siguió la comitiva hacia el lugar indicado por el chambelán y parpadeó, sorprendida, situándose tras el noble castellano, y al mismo tiempo frente a Ingvar, mirando a este último con absoluta y poco disimulada curiosidad con aquellos ojos oscuros como la noche sin luna que la caracterizaban, sin hablar, pero cláramente preguntándose cuál sería la reacción del normando, mientras desdibujaba una expresión que bien venía a traer un "ya te lo advertí" sobre la mesa. 

Palabras bien escogidas por parte de Artur de Aquilare, que quizá no serían bien recibidas, pero no se encontraban exentas de cierta razón. Alguien con quien debía hablar, a solas, en algún momento, se dijo. 

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07/02/2018, 18:41
z/Eadwig du Josselin

Eadwig ingresó a la sala reservada para la reunión, junto al resto de los vástagos convocados. Apenas se hubo cerrado la puerta, pudo escuchar como lo que empezó como una simple explicación conciliatoria por parte del rubio cainita, mutó a un reclamo carente de cortesías hacía Ingvar, acerca de comportarse como el líder del grupo.

Probablemente el Lasombra tendría mucha experiencia hablando con cortesanos y muy poca relacionándose con guerreros de la calidad del normando. Era innegable la sangre vikinga que corría por las venas de Ingvar, su naturaleza se hacía evidente, un guerrero vikingo ve lo que quiere y lo toma. El normando no trataba de ser el líder de nada, simplemente actuaba como si no tuviera líder. Eadwig tomaría nota de eso, porque salvo excepciones, el resto de los vástagos allí presentes se habían presentado no por voluntad propia, sino que habían respondido al llamado del Príncipe de Brest tirados de la correa por sus amos y señores. En el único que confiaba que podría llegar a actuar con transparencia era precisamente en el guerrero Gangrel.

También podía tomar cuenta de la naturaleza del Lasombra, era evidente que no le gustaba verse aventajado. Pero no era ninguna sorpresa, como había podido comprobar desde el inicio de la velada, el mayor impedimento a la hora de realizar aquella misión, serían la arrogancia y los propósitos egoístas de cada uno de los allí reunidos, que lejos de considerarse entre ellos compañeros, parecían actuar como competidores. Lo único que el noble caballero esperaba, es que aquella competición no los lleve de a uno a la muerte definitiva.

- Disculpadme si he malinterpretado su intención Monsieur Artur, creía que habíais propuesto esta reunión para poder hablar sobre la manera mejor y más organizada de encarar esta empresa por la cual hemos sido convocados. En ningún momento me he imaginado que solo era una excusa para encerrarnos en un cuarto a tratar de quitarnos los ojos entre nosotros. Si no os molesta a ti… – se detuvo en esta parte y con el movimiento delicado, propio de un noble, se giró para dirigirse al resto. – ni al resto de los presentes. Me gustaría poder empezar a discutir sobre el tema que nos concierne.

Fueron palabras cuidadosamente escogidas, para terminar de zanjar el asunto, pero para demostrar a su vez, que el reclamo hecho por Artur no carecía de gravedad. Aunque las esperanzas de que aquel asunto terminara allí eran pocas, ya que el normando todavía podía responder al agravio, y en cierto punto Eadwig se sentía curioso por como lo haría. 

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08/02/2018, 08:11
Leyre de Abin

Pongo los ojos en blanco. Por supuesto, en cuanto el gato se marcha, los ratones bailan. Ya comienzan las ínfulas de grandeza de aquellos que se han reprimido delante de un poder superior al suyo, el Príncipe. Pero una vez le hemos dejado atrás, no han tardado en surgir las primeras notas varoniles de "aquí están mis gónadas, y estas son más grandes que las tuyas".

-Caballeros -hago un gesto con las manos para que dejen en sus conversaciones ridículas- creo que aquí ha habido un malentendido. De hecho, creo que desde el inmovilismo absoluto de... -no me acuerdo de tu nombre ni me interesa- de mi paisano, cualquier idea o interés por comenzar la búsqueda podría interpretarse como interés por liderar. 

Me encojo de hombros, hastiada.

-No me malinterpretéis, no defiendo a... al "normando" -Dios me libre- No seré yo quien desee ser liderada por un bárbaro. Pero hay que concederle al menos un premio al entusiasmo.

Eadwig: Si no os molesta a ti… ni al resto de los presentes. Me gustaría poder empezar a discutir sobre el tema que nos concierne.

 -Estoy de acuerdo. En cuanto a vuestras diferencias, -me vuelvo hacia el normando asalvajado y el hispano envidioso- causadas probablemente por vuestros humores masculinos abocados a la violencia y la competitividad, propongo que las solventéis en un duelo. El que gane, será el líder del grupo. Mientras, los demás podremos dedicarnos a resolver este cúmulo de despropósitos.

Retirándome un mechón de cabello que me cae, perezoso, sobre la frente, me vuelvo hacia el resto de invitados.

-¿Y bien? ¿Deberíamos dividirnos, entonces?

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08/02/2018, 13:08
Ingvar Lundson

El grupo que había estado reunido en la audiencia con Gevrog se puso en marcha, y en cuestión de segundos el gobernante de aquellas tierras quedó atrás, dejándolos tan sólo con la cuestionable autoridad de su chambelán. Fue entonces cuando aquellos que habían mantenido la máscara sobre su rostro decidieron dejarla caer. No era como si no se lo hubiera esperado, por supuesto. Años de servicio a Raynier en otras cortes le habían permitido saber cómo se comportaban los cortesanos, aquellos que prosperaban bajo la sombra de otros. Pero incluso la costumbre no lograba hacer que le siguiera resultando bastante desagradable. Al menos en el hogar de su mentor se permitía la sinceridad.

Fue Artur quien comenzó a hablar, en una enrevesada e interminable retahíla de razones y argumentos para justificar su anterior comentario, terminando con una petición que sonaba demasiado a orden para que, básicamente, dejara de actuar para esperar a los lentos y los cobardes. La expresión del rostro de Ingvar fue ensombreciéndose por momentos a medida que el lasombra hablaba, y de nuevo apareció en sus facciones esa expresión del depredador a punto de iniciar la caza. Durante unos momentos, acarició mentalmente la idea de abofetear al cortesano, pero terminó desechándola. No era el momento. ¿O sí?

Estaba a punto de contestar para dejar claro al otro cainita cuál era su lugar, pero entonces intervino Eadwig, que habló con absoluta sinceridad y visible poco aprecio a las palabras de Artur. Sorprendido, Ingvar se giró hacia el caballero y dejó escapar una suave risa que hizo que la peligrosa expresión en su rostro se esfumara. Volvía a ser la misma persona animada de siempre.

-Bien dicho, Eadwig. –Replicó a las palabras de su conocido con visible alegría. –Iba a expresarme de otro modo para con este… caballero, pero comparto completamente vuestro punto de vista. Me alegra saber que coincidimos en esto, amigo.

Las siguientes palabras de Leyre hicieron que torciera un poco el gesto, pero no llegó siquiera a molestarse. Por lo que había visto la pequeña cortesana era incapaz de hablar resultar agresiva con todo aquel que la rodeaba, incluso cuando resultaba perjudicial para ella misma, así que no se lo tomó como una ofensa. Al contrario que a Artur. Él sí había hablado completamente en serio. Así que se giró hacia él, sintiendo también sobre su persona la silente mirada de Sybilla.

-Para hablar tan tarde, habláis mucho, compañero. –Dijo, mientras sonreía al otro cainita. Su tono de voz era de nuevo afable, pero un cierto brillo acerado en sus ojos del color del hielo parecía querer desmentirlo. –Y creo que debo contestaros, o podríais sacar conclusiones equivocadas de esta pequeña charla. Lo primero que deberíais saber es que he acudido aquí a solucionar el problema del Príncipe, no a debatir con nadie ningún aspecto de mi comportamiento, mis opiniones, o mi actuación. Todos ellos asuntos que me atañen únicamente a mí. Si os sentís amenazado porque hablo en lugar de agachar la cabeza, o porque actúo en lugar de esperar… Relajaos, si os place. Y si os molesta de algún modo esa actitud, o que planee usar el recurso que yo mismo he pedido, podéis elevar una queja al Príncipe. O desafiarme a un duelo tal y como sugiere mademoiselle de Abin, aunque no creo que lo consideréis productivo.

-En cuanto al resto, si alguien ha creído que voy a reclamar el liderazgo de este grupo conjunto, podéis libraros de temores. Aunque no creo que todos hayáis pensado tal cosa. –Añadió, dirigiéndose al resto de los allí reunidos. –Mi intención es, simplemente, iniciar la búsqueda, y preferiría que al menos no nos molestáramos unos a otros. No impediré a nadie acompañarme si lo desea, pero tampoco obligaré a nadie a hacerlo. Todos somos libres de actuar, y respetaré esa libertad con la misma fuerza con la que defenderé la mía. Del mismo modo, escucharé lo que todos tengan que decir acerca de este asunto, y tendré en cuenta todas las ideas como espero se me tenga en cuenta a mí. Y ahora, tal y como ha dicho con buen tino Eadwig, es momento de dejar de discutir y comenzar a solucionar este problema.

Acompañando sus últimas palabras, palmeó el hombro del cainita y se giró hacia el resto de los presentes. -¿No creéis, Artur?

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09/02/2018, 01:51
François D'Avennes

El chambelán, que os había acompañado a una sala anexa a la del trono, extendió de nuevo el tapiz sobre la gran mesa central de la misma.

Si sus mercedes lo desean, les puedo traer refrigerios —ofreció François con un asentimiento solícito —. No disponemos de grandes embarcaciones, mi señor. Será una embarcación pesquera, sin mucho refugio en ella, monsieur Convarch se dirigió a caballo hacia la península de Crozon —explicó mientras permanecía algo tenso por la conversación entre los varones presentes.

Con su permiso, iré a buscar las lecturas solicitadas —se inclinó y, si nadie le pidió nada, salió de la estancia con el fin anunciado.

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09/02/2018, 09:04
Artur de Aquilare

Artur no respondió de inmediato, pero su sonrisa irónica fue aumentando cuando contempló como tanto la toreador como el ventrue, rápidamente, unían fuerzas al "pobre acusado" gangrel. Cuando estos, y el aludido, terminaron de hablar, y el chabelán hubo partido, se mesó la barbilla.

- De verdad, no tengo claro por donde empezar- y tras esto se giró mirando al vikingo- Ingvar, vos parecía que queríais saber por qué había hecho la reflexión de la no necesidad de un líder, y os he respondido. Yo también espero poder cumplir lo que se nos ha encomendado, y por eso yo- al usar el pronombre aprovechó para mirar a la citada toreador y al ventrue- aconsejé una reunión para coordinarnos. Reunión que por lo demás me alegra que tengamos y que espero podamos, tras aclarar algunos extremos, empezar pronto. Por lo demás, y con vos, Ingvar, pues habéis aclarado vuestra posición, nada más tengo que aclarar, salvo quizás, un extremo: no me siento amenazado por vos puesto que confío que, como aliados que somos todos, vuestros gestos no pretenden intimidar, ni molestar y que, únicamente, se trata de diferencias culturales- sonrió, lleno de una aparente cortesía, y dio un par de golpecitos en el hombro al gangrel- Así que todo bien entre nosotros, compañero.

Acababa de decir esto cuando se giró para mirar al ventrue y a la toreador. Y empezó con el ventrue con el que fue, sorprendentemente, cortés.

- Tenéis razón. No es mi deseo sacarnos los ojos. Aunque es curiosa vuestra forma de tratar de calmar la situación echando leña a una hoguera ardiendo. Pero allá cada cual. En todo caso, no querer discutir, no implica aceptar que mis palabras se malinterpreten o que otros pretendan obtener ventaja, por los motivos que sea, a mi costa- gira entonces la cabeza, mirando a Leyre- lo que me lleva a vos, Leyre. Hay tanto que podríamos decir. Pero, ¿a qué recordaros que vos navarra y yo castellano, no somos paisanos? Lo lamento, dama Leyre, pero no tengo intención de combatir ni con la palabra, ni con las artes de la política, ni con la espada, con Ingvar. Tampoco lo haré con vos. No conozco suficiente al resto como para liderar, ni como para ser liderado. Sólo lamento, sinceramente, que vuestra ácida lengua haya servido para causar enojo y tristeza a la dama Mahé, hasta el punto de ganaros, y ganar para ella, la mirada reprobadora del príncipe. Creedme que lo lamento. Pero estoy convencido que podréis actuar para el buen éxito de esta empresa y, quizás de esa manera, reducir los problemas que ya habéis causado a aquellos que supongo cercanos a vuestro corazón. Y aclarados tales puntos.... y como amén de solicitar esta reunión no deseo ganar para mí el apelativo de inmovilismo tan gratuitamente otorgado por la dama Leyre... empecemos, pues. A lo que parece somos siete los implicados para tratar de resolver el enigma. Contamos con dos embarcaciones, la otorgada por el príncipe y la que dispone Selin. Por otro lado, sabemos que los lugares en donde más se ha extendido la niebla son en la península de Crozon, en las aldeas de Camaret y Kermorvan, también en la aldea de Douarnenez, en Cornualles. Entiendo interesante que Maëlys de Trebaul-  inclinó la cabeza ligeramente a la dama- haya indicado la existencia de unos círculos de piedra al suroeste de la península. Pero no debemos olvidar que ya ha desaparecido un miembro de la estirpe por la niebla, lo que, a mi modo de ver, haría aconsejable prudencia, y no desperdigarnos avanzando cada uno solo. La oferta de compartir información, realizada por varios de nosotros, entre ellos la indicada Maëlys de Trebaul y Eadwig, creo que es interesante. Si mi deseo de no dejarme amilanar por unos y otros no hace que mis palabras sean omitidas, lo que yo pienso más procedente sería dividirnos en dos grupos y, tras comprobar que entre los documentos del príncipe, antes indicados por el chambelán, y si es que el príncipe consiente en prestárnoslos, no hay datos sobre este asunto, ir a dos de las direcciones, para luego reunirnos nuevamente y compartir información.  

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09/02/2018, 12:02
Ingvar Lundson

El sureño respondió a sus palabras con mesura, desde luego más de la que había utilizado en su primera intervención. Ingvar estaba seguro de que toda esa cortesía no era otra cosa que la fachada para ocultar sus verdaderos pensamientos, y que no estaba precisamente satisfecho por lo que acababa de escuchar. Sin embargo, logró hablar manteniendo el control de sus emociones. Quizás el Lasombra resultara más peligroso de lo que hubiera esperado. En cualquier caso, no encontró demasiados motivos para continuar el enfrentamiento verbal.

Después de declarar firmemente que no pensaba combatir con espada o palabra, el cainita se dedicó a despellejar activamente Leyre de Abin, con una serie de comentarios que suponía no la dejarían precisamente indiferente. Si se los hubiera dedicado a él en lugar de a ella, tal vez hubiera dado por terminado el tiempo de la cortesía. Estuvo a punto de responder en ese momento, pero luego cambió de idea. Al fin y al cabo, no era protector ni debía nada a nadie. Que la pequeña cortesana librara sus propias batallas. Y sería interesante ver el resultado de las mismas.

-La situación es más o menos esa.
–Concedió cuando Artur terminó de resumirla, y procedió a añadir su valoración. –No veo inconveniente en viajar en dos grupos. Como ya he dicho, el que quiera acompañarme será bienvenido. Y volviendo a la situación, hay dos zonas principales donde la niebla aparece, pero estoy bastante seguro de que ninguna de las dos es su origen. De cualquier forma, hay que empezar por algo… y Gevrog tiene prisa por saber el paradero de su chiquillo. Yo voy a dirigirme a Kermorvan. Si queda algún rastro suyo, daré con él.

-Y Selin, una pregunta. –Añadió, mirando a la silenciosa mujer de piel y ojos oscuros. -¿Tu embarcación tiene capacidad para transportar también a nuestras monturas? Si es así, preferiría que viajarais conmigo. Creo que moverse rápido será más necesario en la península que en la zona de Cornualles. Hay más territorio que abarcar allí. Dos aldeas, y los círculos de piedra. Suficiente para mantenernos bastante ocupados.

Hizo una pausa, como si ordenara sus pensamientos, y se acercó al mapa, pasando las manos por todos los lugares que se habían mencionado.

-Pero sea como sea, si nos separamos volver a Brest para intercambiar información podría suponer una pérdida de tiempo. Sugiero establecer algún punto de reunión en alguna aldea no costera que esté cercana a ambos lugares. –Colocó su dedo índice sobre la zona que separaba Douarnenez de la península de Crozon. –Algo cerca de aquí. Reunirnos allí pasada una semana, y decidir allí qué hacer con lo que hayamos descubierto.

Alzó la vista, y sus ojos saltaron de uno a otro mientras los observaba con una mirada fija, tratando de evaluar la valía de cada uno de los cainitas allí reunidos. Tras unos segundos, habló de nuevo.

-Como propuesta, sugiero lo siguiente. Si yo me dirijo a Crozon… Eadwig, ¿tal vez podáis vos dirigiros a Cornualles? Si fuera necesaria allí una espada, la vuestra parece dispuesta. Artur, vos podríais acompañarlo. Y dado que mademoiselle de Abin no parece completamente de vuestro agrado, tal vez ella podría acompañarme a mí. Me agrada más viajar con caras conocidas, así que ofrecería a Sybilla acompañarme si le place. Y que el resto se repartan conforme crean necesario.

Su propuesta, en opinión del normando, era incluso excesivamente complaciente. Daba al lasombra la oportunidad de evitar más conflictos y dar órdenes a su propia compañía, y además le concedía una buena espada y la oportunidad de no soportar a la chiquilla de Mahe. Más de lo que, a su juicio, él merecía.

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09/02/2018, 12:29
Selin

Una vez alejados de la mirada del Príncipe, Artur empieza a hablar usando palabras corteses para intentar calmar la situación o tal vez quisiera mostrarse superior al normando debido a su distinción. Me cruzo de brazos y sigo observándolos, tenemos cosas que hacer y la conversación se está desviando del tema que me interesa.

Al menos el otro caballero, Eadwig, hace una llamada para dar comienzo al asunto de la niebla algo que sin duda me agrada, pero hábilmente introduce una puya acusando al Lasombra. Tristemente hacer de esto un grupo iba a ser complicado, a mi modo de ver tenían demasiados intereses ocultos que ensombrecían el carácter de esta reunión.

Para más inri, la joven dama no tarda mucho en interrumpir, alguien debería enseñarle a estar callada, no debía ser fácil madurar siendo eternamente una adolescente, pero debía hacerlo y cuanto antes. Frunzo el ceño notablemente al escuchar su propuesta de un duelo, no estábamos aquí para derramar nuestra propia sangre, sino para detener un fenómeno antinatural que estaba causando un daño irreversible.

Sigo escuchando todo lo que tenían que decirse unos y otros, cruzada de brazos, no quería decir nada, de momento era preferible observar y aprender, con esta premisa ya había empezado a hacerme una idea del diverso grupo en que me había visto incluida. Finalmente Artur decide empezar a hablar sobre el tema, solo esperaba que al haber sido iniciado por él no fuera una afrenta a los demás vástagos, debíamos centrarnos en lo realmente importante y dejarnos de discusiones banales.

Atiendo al Lasombra, también pienso que quizá debamos dividirnos, por una parte nos ayudará a abarcar más terreno y por otra a reducir los roces que se habían empezado a producirse demasiado pronto.

Tímidamente, me acerco hacia el tapiz y con un marcado acento. -Perdón…- Digo antes de empezar a hablar, me quedo unos segundos pensativa, asegurándome de nuevo que todas mis palabras son correctas. -Sí, dos grupos sería una buena forma de investigar las zonas que se nos han indicado. - Señalo el tapiz. -Aunque sea más seguro para todos ir juntos, cada minuto que perdemos puede marcar una diferencia muy grande, separándonos podríamos hacerlo más rápido.- Sobre todo si los malgastamos en ciertas discusiones.- Por lo que… deberíamos tener en cuenta para nuestro viaje las bibliotecas que se nos han indicado, las tres aldeas y los círculos de piedra.-

Ahora, con un poco más de confianza, tenía que intentar no preocuparme por nimiedades como no dominar su lengua, en juego había cosas mucho más complicadas. -Quisiera añadir, que mi embarcación también es pesquera, pero hay algo de refugio, yo descansaba en ella. Por si es necesaria, que al menos todos sepáis un poco como es, ya que Artur quizá la recuerde, pero eso os permitirá valorarla a los demás.- Luego miro a Ingvar. -Siento decirle que no hay espacio para tales animales, tendríamos que dejarlos, además, no conozco bien la ruta, pero la embarcación está…- Miro a Jean, pensando la palabra que habían usado los pescadores. -Varada cerca del monasterio de Saint-Mathieu, si la quisiéramos usar deberíamos ir en esa dirección.-

Lamentablemente, la creación de los grupos podría ser otro motivo de discusión. ¿Seríamos capaces de hacerlo de una forma civilizada? El normando hizo una propuesta, parecía aceptable, pero faltaban las opiniones de los demás, la mía no la quería dar, ya que por el momento se basaba en el capricho de poder hablar en árabe, así que esperaría para fundamentarla debidamente en algo que realmente fuera importante para la causa.