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Vampiro: Edad Oscura V20 - Bretaña nocturna [+18]

[Crónica 1.1] Estación de Nieblas - Recepción en Brest - FINALIZADA

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16/01/2018, 13:02
Artur de Aquilare

- Artur de Aquilare, del alto clan lasombra- a pesar que lasombras cristianos y assamitas llevan una dura pugna en Iberia, no parece que Artur muestre enfado o molestia por el clan de la mujer, incluso pareciera sentir respeto por la mujer, inclinando ligerísimamente la cabeza más como deferencia que como cualquier tipo de sumisión- A pesar que en nuestra tierra las disputas de los mortales nos lleven en ocasiones a lides y campos de batalla adversos, conozco de las obligaciones autoimpuestas por los Hijos de Haquim, y aunque no las comparto, ni finjo entenderlas, las respeto- una sonrisa educada, cortés, ligeramente afilada, aparece en sus facciones- aunque no puedo sino esperar que nunca mi persona se conceptúe para la vuestra como uno de esos males que debe ser extirpada del mundo. En todo caso, y aunque probablemente mis motivos no sean tan puros como los vuestros, creo que ambos estamos de acuerdo en la necesidad de destruir esa niebla, y lo que quiera que oculta tras de sí. Y por lo que a mi respecta, si vuestra habilidad marcial es similar a la que señalaban mis maestros, estoy encantado que compartáis expedición conmigo para tal fin, si es que ese es el resultado de esta misión- guarda un instante silencio antes de continuar- ¿Entonces el Abad de Saint-Mathieu es vuestro, por así decirlo, valedor?

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16/01/2018, 13:45
z/Eadwig du Josselin

Mi estimado Ingvar tiene razon, nos conocemos pero no hemos tenido la oportunidad de medirnos en combate, porque como dice, no soy proclive a pelear si nos es por una causa. Aunque soy testigo del gran poder de nuestro querido guerrero vikingo. - respondió refiriéndose al normando. - Milady, es un placer conocerla. - dijo luego, dirigiéndose a la única de los tres vástagos que no le era familiar. - Si es una cuestión de fe sobre lo que están discutiendo, no podré ayudarte. Verás, he combatido al lado de Ricardo en su cruzada, he visto lo que la fe puede hacer, proezas tan grandes que parecen imposibles. Jornadas enteras asediando Acre, la conquista de Chipre. Un ejército de hombres corrientes, que por la fe han defendido cada centímetro ganado en un campo de batalla. He sido testigo de los ocasos en los que todavía nos encontrábamos batallando, casi al borde de rendirnos, el último rayo de sol nos acariciaba el rostro, y conscientes de que era el mismísimo Dios que nos decía que aguantáramos un poco más, que había esperanzas, dar vuelta el resultado de un combate. He visto demasiado como para negar a Dios. Oh no, no me falta fe en Dios, - dijo mientras negaba con la cabeza. - lo que me falta es fe en el hombre. Sé lo que el hombre es capaz de hacer en nombre de Dios, pero motivado por las propias ambiciones. He de dudar de todo aquel que utilice su nombre para justificar una acción.
Eadwig se transportó internamente en el tiempo, repasó imágenes de tiempos anteriores en su mente. Y luego volvió al presente para entender por la cara de sus interlocutores que tal vez se había sobrepasado rememorando viejas proezas.

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16/01/2018, 20:30
Sybilla

Como ya he mencionado, Ingvar, no creo que el problema resida en una fe concreta. Ni tampoco abogo por el saber absoluto.- apuntó, dedicando un leve gesto de desacuerdo a Leyre- Tan solo llevo pisando esta tierra unas cuantas décadas, y en mis años he podido comprobar cómo algunas aseveraciones absolutas caían por si mismas.  - añadió, escuchando entonces con atención al caballero du Josselin.

En efecto. Yo también he podido conocer ejemplos de cómo la fe se convertía en un arma arrojadiza. Ya sea por haber sabido de ellos a través de las palabras y las historias, ya sea por haberlos contemplado de primera mano.- dijo, adquiriendo su faz una expresión pensativa- Me imagino que para todos nosotros es fácil haber escuchado hablar de la Cuarta Cruzada. Cristianos arrasando y saqueando cristianos en nombre de Dios, en el seno de la mismísima Constantinopla.-señaló, con evidente disgusto

Y tales hipocresías mayores surgieron en parte de los ardides de otros como nosotros, que se hacían llamar a su vez cristianos, y en parte de quienes portaban sobre su cabeza la corona de la fe cristiana. De manera que al final... Con Dios o sin él, el hombre, y la esencia que nosotros portamos del mismo, es algo profundamente belicoso. Y la fe en muchas ocasiones, una justificación mal administrada, o un yugo con el que mantener esa naturaleza belicosa a raya. Una herramienta de salvación que a su vez nos sirve para alejar de nuestros oídos la sentencia archiconocida de Plauto: "Homo homini lupus est".

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17/01/2018, 07:56
Leyre de Abin

Mi gesto se tuerce ante las palabras de mis interlocutores.

-Lo siento, pero os estáis yendo por las ramas -atajo la conversación haciendo un vago gesto con la mano- ¿estamos hablando de la auténtica fe, o del uso que hacen los seres humanos de ella? No tiene nada que ver lo uno con lo otro. Si yo tuviese la cabra con las ubres más grandes de la región, y en lugar de aprovechar su leche, la matara para hacerme unos guantes con ella, no sería culpa de la cabra, sino mía. 

Bueno, es evidente que no domino tan bien el arte de la parábola como la misteriosa Sybilla. Por otro lado, qué facilidad para la abstracción tienen los cainitas de esta región. En mis tierras, si te quedas mirando a las musarañas tras hablar, te cae, como mínimo, un capirotazo en la frente. Aquí debe considerarse algo atractivo, visto lo visto.

-En cualquier caso, monsieur Lundson, ¿no somos la prueba viviente de que existe Dios Todopoderoso? -Echo un vistazo de reojo a Mahé. Tan sorprendentemente bella, tan reluciente. Casi emite luz propia. Si ellos supieran... - Al fin y al cabo, descendemos del mismísimo Caín. 

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17/01/2018, 12:44
Ingvar Lundson

El guerrero escuchó las reflexiones de Eadwig y Sybilla acerca de la naturaleza y las consecuencias de la fe sin excesivo entusiasmo. Él también había visto cómo los hombres hacían todo tipo de cosas en nombre de cualquier causa, bien fuera la fe, el poder, el honor, o cualquier otra. Aunque, debía reconocerlo, la devoción de los cristianos debía ser fuerte para cruzar medio mundo y morir bajo el sol de desierto simplemente porque alguien había decidido por su cuenta que ésa y no otra era la voluntad del crucificado. Pero, por otro lado, había ocasiones en las que a los hombres no les hacía ninguna falta una excusa para cometer todo tipo de atrocidades.

Mientras meditaba acerca de ello, las últimas palabras de Sybilla le resultaron especialmente divertidas.

-Me pregunto… -Respondió, ensanchando su sonrisa hasta que la afilada forma de sus colmillos quedó claramente al descubierto. –El motivo por el que insistís en utilizar la palabra “lobo” como si fuera algo malo. El lobo es libre, fuerte, el lobo se acepta a sí mismo y a los suyos. El lobo cuida de su manada. Me pregunto cuántos hombres pueden decir lo mismo.

-Y desde luego. –Añadió hacia Leyre de Abin cuando ella lanzó su particular alegato sobre la responsabilidad. –Sería una culpa, como vos decís, el desaprovechar las ubres más grandes de la región. Si vos las tuvierais, no me cabe duda que sabríais cómo aprovecharlas.

Fue entonces cuando Ingvar, que iba a responder a la última pregunta que se había formulado, se percató del ligero movimiento de Leyre para girarse hacia la desconocida y bella cainita que Sybilla había nombrado como consejera de la corte de Brest. El gesto resultaba algo inesperado, como también la expresión ligeramente extática que había aparecido en el rostro de la dama de Abin al mirarla. ¿Estaba buscando la aprobación de su señora? ¿Acaso su presencia en la conversación enmascaraba intereses ocultos? ¿O se trataba simplemente de la dependencia creada por el vínculo de sangre? Tras un breve momento de reflexión, el guerrero terminó convenciéndose a sí mismo de que no era tan importante como para pensarlo demasiado.

-¿Que descendemos de Caín, decís? –Contestó finalmente, mientras se encogía de hombros. –Parecéis muy segura de ello. Yo sé que fue Einar Olafsson quien me convirtió en lo que soy, y que a él lo convirtió el duque Olaf, pero no sé nada más. Y respecto a mi ascendencia mortal, mi clan reclama descender de los hijos de Tyr, pero tampoco he conocido en persona a ningún dios como para preguntarle al respecto. ¿Tal vez vos lo hayáis hecho? Porque en tal caso, os lo aseguro, me encantaría charlar con él.

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17/01/2018, 20:50
Lothaire Chabroux

El emisario Tremere no alteró su semblante amable, con su sutil sonrisa sin aspavientos, mientras te respondía.

Esperemos que sea así. La colaboración suele traer mejores frutos que el enfrentamiento —repuso Lothaire con un asentimiento, entonces dirigió la mirada hacia el incipiente corrillo que se estaba formando entre Eadwig, Ingvar, Leyre y Sybilla —. Parece que ya empieza. El normando parece animado, es curioso que los Nosferatu de Saint-Malo se usen de uno de ellos para que los represente, ¿no le parece, mademoiselle?

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17/01/2018, 20:54
Narrador

Las conversaciones en pequeños corrillos se habían asentado en la corte de Brest, los dos caballeros con los que había conversado Eadwig ahora hablaban con el chambelán ghoul que os había dado la bienvenida. Artur Selin conversaban por un lado, Mäelys con Lothaire en una aparente agradable conversación. El grupo más grande estaba formado por Eadwig, Ingvar, Leyre Sybilla que parecían tener una charla bastante intensa.

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17/01/2018, 20:58
Aimeric Foreville

El ghoul que había venido como escolta de Sybilla se mantenía hierático en su posición de guardia, había dejado espacio, pero parecía que algunas de las opiniones vertidas en la conversación le incomodaban. Pero parecía bien entrenado, permanecía firme y serio, en guardia como lo habían entrenado desde pequeño.

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17/01/2018, 21:13
Selin

Abro los ojos mostrando cierta sorpresa al escuchar el clan, se puede ver un tímido reflejo en mis iris, un brillo de satisfacción. -El clan Lasombra, he conocido a algunos miembros e incluso puedo llamar amigo a alguno de ellos, a pesar de la distancia, él iluminó mi camino por un instante.- Sonrío.

-Las disputas de los mortales son cosa de ellos, pero a veces esos conflictos vienen de otro lado.- Añado algo más seria. -Aunque ahora no es el momento de hablar sobre el eterno conflicto que trascurre entre Castilla, Aragón y Al-Ándalus.-

Lo miro, escudriñando su rostro, doy un largo parpadeo. -Artur de Aquilare, una vez me disteis su idea de lo que era justo y aunque quizás no esté de acuerdo con todo, dista mucho de lo que considero malvado, por lo que puede estar tranquilo.-

-Quizás haya venido por la promesa de un puesto en la corte, pero sus actos irán a parar ese extraño y mortal fenómeno, por lo que sin duda sigue un camino respetable.-

Combatir, debía ser la última finalidad del guerrero que deseaba alcanzar la paz, por lo que debía estudiar concienzudamente los actos que sucedían antes de mostrar mi acero. ¿Qué podía hacer contra la niebla? Ahora esperaba recibir algunas respuestas que me guiaran en mis actos. -Me temo que si no queda más remedio deberé usarlas, aunque aun me falta mucho por aprender quizá pueda mostrarle una imagen difusa de lo que podría hacer mi maestro.-

Pienso durante un momento las consecuencias que podría tener mi relación con el Abad, pero no conocía la política de la zona, por lo que no podía saber los efectos de mi respuesta, pero para mí, él había tenido un comportamiento ejemplar, lo menos que podía hacer era confiar en que admitir mi amistad con él no me causara ningún problema.

-Supongo que sí, él me ha proporcionado el salvoconducto para llegar hasta aquí.- 

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17/01/2018, 21:23
z/Eadwig du Josselin

Eadwig sonrió ante el comentario de Ingvar. - Tal vez Plauto sobrevaloró al hombre comparándolo con los lobos. - dijo y luego volviendo al tema del uso de la religión le preguntó. - Pregunto desde la más pura de las ignorancias. ¿Los vikingos, solían saquear y destruir pueblos enteros basados en fines religiosos? ¿O no caían en tan bajas excusas? De no ser así, por lo menos serían sinceros con sus intenciones.

Prefirió callar cualquier otro comentario al respecto.

- No creo que podamos ponernos de acuerdo ante la existencia o no, de uno u otros dioses. Lo cierto es que fui a Roma, hasta la mismísima tumba de Pedro en la basílica que edificó Constantino, y luego crucé medio mundo para llegar a la Tierra Santa, pero después de tantas matanzas para poner pie allí, llegué a la conclusión de que no iba a encontrar a Dios en ningún sitio físico. No, podemos creer, o podemos negar, y la respuesta final nos llegará el último día, no antes. - ensayó un gesto de seriedad. Por el momento, la única verdad que nos compete a todos aquí es esa extraña niebla, y lo que se esconde detrás de ella. Quién sabe Ingvar, tal vez tengamos suerte y encontremos algún Dios detrás de ella con el que mantener esa charla que tanto anhelas, - inmediatamente se disculpó por el mal chiste, que supuso que no le agradaría en nada a Leyre.

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17/01/2018, 22:26
z/Maëlys de Trebaul
Sólo para el director

Se giró con parsimonia para mirar al grupo más grande que se había formado, pensando en las palabras del Tremere.

¿Qué usen a un no-bretón o a alguien de otro clan? Respondió con otra pregunta, por sus palabras estaba asumiendo que aquel al que se refería no pertenecía a Bretaña, Si es lo primero… es extraño, aunque… su mirada se deslizo hacia la joven de piel tostada y luego a su contrapartida de ojos negros y piel incluso más blanca que los de otros vampiros. Parece que no es el único. Si os réferis a lo segundo… Volvió otra vez a observar al cainita en cuestión, desde luego ni parecía ni se comportaba como uno de ellos. Aun no conocía a ninguno que fuera tan… expresivo. Bueno, si lo pensáis, no es algo descabellado. Por todos era conocido que no eran el clan más agraciado y seguramente era esa la principal razón de que enviasen a alguien que no fuera de los suyos.

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18/01/2018, 16:01
Lothaire Chabroux

Lothaire rió levemente, con mesura, a la par que respondía sin perder esa sonrisa ambivalente y tan bien estudiada.

Seria echar piedras a mi propio tejado si alegase que la razón es porque sea forastero —alegó con educación, añadió acto seguido —. Me refiero más bien a que los Nosferatu de Saint-Malo hayan confiado su músculo diplomático a un Gangrel —se encogió de hombros.

Aunque todo nos puede sorprender, ciertamente no es descabellado, pero peculiar si cabe —apuntó mientras echaba una mirada general a la sala —. Al fin y al cabo, muchos de los que estamos aquí esperamos demostrarnos útiles, ¿verdad?

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18/01/2018, 16:13
François D'Avennes

Mientras conversabais en vuestros pequeños corrillos, el chambelán aparecido de la corte carraspeó lo suficiente como para que su voz se proyectara por toda la sala llamando la atención de los presentes.

Ilustres invitados, ruego su atención —habló con voz clara y agradable —. El Príncipe Gevrog Menguy de Brest.

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18/01/2018, 16:16
Gevrog Menguy

Un sirviente abrió una de las puertas laterales que daba a la parte posterior de la sala donde se encontraba el trono de madera y François D'Avennes, unos pasos enérgicos y decididos anticiparon la llegada del anunciado Príncipe. Gevrog avanzó con el ceño fruncido, atribulado por algún pensamiento que enseguida enmascaró con un rostro de cordialidad, cruzándose con los dos caballeros los saludó educadamente en su paso al trono. Gevrog se quedó en pié delante de su asiento, el chambelán se inclinó ante él retrocediendo un poco para quedarse en segundo plano.

Gracias por acudir a mi llamamiento, invitados de mi casa —empezó hablando, su voz era nítida y agradable, acostumbrado a hablar en público —. Espero que todo esté de su gusto y sepan disculpar las prisas por acomodarles en mi castillo. Ruego que hablen con mi chambelán por si necesitaran algo, estoy convencido que sabremos encontrar algo a su gusto.

Hizo una pausa breve, los invitados se volvieron para prestar atención al Príncipe.

Pero no han venido aquí por los agasajos, de eso estoy convencido. Lo que algunos habrán tildado de superchería absurda o rumor exagerado es cierto —zanjó con autoridad —. Yo mismo no hubiera dado crédito a tales habladurías hace unas semanas, pero he contemplado los cuerpos y, aun ignorando de qué se trata, esa niebla conecta todo lo demás —asintió con severidad, su tono agradable se iba volviendo por momentos más sombrío —. Así es. Tal como citaba el mensaje enviado por toda Bretaña, aquel, o aquellos, que logren desentrañar qué está sucediendo en mis costas será recompensado con un puesto en mi corte. —hizo una pausa, os miró uno a uno.

Pero hay más. Envié a mi chiquillo, Convarch, a investigar este suceso y desapareció hace una semana —la revelación parecía contener cierta frustración y furia que Gevrog no se molestó en esconder —. Aquel que me aporte información sobre su paradero o destino será gratificado de forma excepcional. Tienen mi palabra.

El Príncipe retrocedió hasta el trono de madera, se sentó con cierta actitud de hastío, suspiró muy humanamente. Parecía que tenía más que decir, pero aguardó a ver las reacciones y miró a su chambelán, que avanzó en lugar de su domitor.

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18/01/2018, 16:29
François D'Avennes

Con su actitud pulcra y educada, el aparecido habló a continuación de su señor.

Cualquier detalle de la investigación en ciernes podrán acudir a mi —anunció con serenidad —. Estoy a su entera disposición.

Con ello parecía dar a entender que no iba a explicar las cosas a voz en grito, sino en conversaciones más cercanas.

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18/01/2018, 17:20
Ingvar Lundson

Ingvar giró de golpe la mirada cuando el sirviente del Príncipe Gevrog llamó la atención de todos los reunidos en la sala, interrumpiendo de golpe las conversaciones que se estaban desarrollando. El guerrero nórdico sintió una sensación agridulce. En cierto modo, estaba bien que por fin se pusiera en marcha todo aquello. Al fin y al cabo, a eso precisamente había acudido a Brest. Pero por otro lado... lo cierto es que estaba disfrutando bastante de la conversación. Eadwig había llegado a hablar, pero el chambelán había intervenido justo cuando, a juzgar por la expresión de su rostro, Leyre de Abin parecía estar a punto de responder a su pequeña broma. Una verdadera lástima, perderse la réplica... pero tal vez hubiera ocasión de continuar más tarde con ello. De modo que sonrió ampliamente mientras se dirigía a los demás.

-Bueno, creo que es el momento de ponernos en acción. -Comentó, y señaló hacia François, que aguardaba pacientemente unos pasos por delante de su señor. -Me dispongo a interrogar debidamente a nuestro flamante chambelán, pero os invito a que me acompañéis. No sé muy bien el motivo de que nos informe a todos ahora mismo, pero es buen momento para averiguarlo, ¿no creéis?

-Ah, y Eadwig. -Añadió, ya mientras se ponía en marcha. -Lo cierto es que mis antepasados saqueaban y mataban porque creían en la supremacía de los guerreros. En alguna ocasión se justificó algo como acto religioso... pero en general, como decís, las excusas no eran necesarias.

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18/01/2018, 17:31
Ingvar Lundson

Reaccionando casi de inmediato a las declaraciones del Príncipe y su chambelán, la gran figura de Ingvar Lundson se puso en marcha tras hablar unos instantes con el resto de los integrantes de la conversación. Con pasos largos y firmes, el guerrero nórdico recorrió el espacio que lo separaba de François D'Avennes, y se detuvo frente a él, con su gran estatura empequeñeciendo al aparecido. Antes de hablar, dedicó una ligera inclinación de cabeza a modo de saludo respetuoso hacia el aparentemente distraído Gevrog.

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18/01/2018, 17:37
Ingvar Lundson

-Vengo a hacer uso de su entera disposición, buen señor. -Dijo amigablemente mientras miraba a los ojos al hombre que tenía frente a él. Su sonrisa no dejaba entrever cuánto había de seriedad en sus palabras. -Yo, y quizás mis compañeros, querríamos saber más detalles sobre lo que ha estado sucediendo. Para comenzar, los lugares donde la niebla ha asesinado, la identidad de los fallecidos, dónde se encuentran los cuerpos, y por supuesto la ruta que nuestro perdido Convarch había planeado antes de lanzarse a lo desconocido. ¿Podréis satisfacerme?

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18/01/2018, 19:48
Leyre de Abin

Ingvar: Si vos las tuvierais, no me cabe duda que sabríais cómo aprovecharlas.

¿Eso es un intento de ofenderme o un intento de seducción? Reprimo las ganas de llevarme las manos a la zona mentada, bastante escasa, y en su lugar enarco una ceja. Bueno, ha sido bastante refinado viniendo de alguien cuyo pueblo considera "cortejo" el dar el dar un garrotazo en la cabeza a una dama y llevársela de los pelos. 

 Ingvar: Pero tampoco he conocido en persona a ningún dios como para preguntarle al respecto. ¿Tal vez vos lo hayáis hecho? Porque en tal caso, os lo aseguro, me encantaría charlar con él.

-No me hace falta. Dios está en todos nosotros -observo su apariencia lentamente, haciendo un barrido de pies a cabeza- bueno, en algunos más que en otros.

Acto seguido, y en lo que parece ser un discurso profundo sobre las raíces del espíritu del ser humano, o alguna otra excentricidad tediosa de vampiros bretones, el noble de nombre impronunciable menta la basílica de San Pedro. Construida sobre el circo de Nerón, no podría constituir una mejor metáfora sobre lo que es realmente la cristiandad: un montón de piedras viejas y bonitas dispuestas sobre un lugar de diversión y muerte. Como si Dios pudiera encontrarse en un lugar así. Ay, si ellos supieran. 

Sin embargo, cualquier opción a réplica -ya, como si tuviera ganas de replicar- queda ahogada bajo la llegada del Príncipe. 

Por fin. Acabemos con esto cuanto antes.

Notas de juego

*Posteo para acabar la conversación por alusiones. Esperaré el turno de Sybilla (que era a la que le tocaba) para reaccionar a las palabras del príncipe.

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18/01/2018, 20:57
Artur de Aquilare

El lasombra asiente a Selin, cortés y complacido, y es evidente que va a contestarle cuando la aparición del príncipe de estas tierras hace que el lasombra sonría a la que ha sido su interlocutora, y gire ligeramente su cuerpo, centrando toda su atención en el príncipe y en las palabras de este.