Partida Rol por web

No mucho más que el resto, son una entidad al servicio de las palabras del proeta y se rigen por los mandamientos que ha dado. Tienen un pequeño grupo militar que los protege y se dedican a perseguir a aquellas personas, impías a los ojos de Theus y las enseñanzas de los profetas.

Noto como Iñigo se acerca a mi y me habla entre susurros, sin dejar de estar moviéndome y hacer tareas en el barco. Me arrimo a él y le respondo.

- Allí abajo aún no hay nada, esperemos que no le de por pedir que le enseñemos algo más. - Entonces me alejo y me voy hacia la cocina donde se encontraban allí Carmen y su primo. Quería verles y avisarles de la visita que teníamos en el barco.

Cuando llegas a la cocina todo parece tranquilo, Carmen y su primo están hablando con uno de los hombres del barco, al parecer sobre la comida que estaba preparando, no podía servir tres días seguidos potaje, debían comer algo más sano. Por otro lado, Ricardo estaba en un rincón trasteand acordes con la guitarra como ausente a todo.

Entro por la puerta de la cocina, y veo a Carmen preparando comida. 

- ¡Buenas Carmen!, ¿qué nos has preparado hoy?, vengo por si necesitas ayuda. Además de deciros que tenemos una visita muy quisquillosa en el barco. Y que está ahora mismo con nuestro Capitán enseñándole una de las partes que quiere ver nuestro visitante.

Es una visita de un barco de la Inquisición...por lo que hacer y actuar con normalidad, estaría bien que si viene por aquí le ofrezcamos probar algo rico. Por quedar bien y puro paripé. -

- ¿Un barco por esta zona? Que raro...- Los acordes dejaron de sonar y el chico afinó un poco más su instrumento algo de guardarlo. - No he escuchado de ningún barco de la iglesia, aunque tampoco es que les guste que sus rumores sean extendidos...

Ella sonríe y te mira al llegar mientras pone sus manos en la espalda y mira a su primo cuando habla.

- No estaba preparando nada, solo le decía a vuestro cocinero que no podía repetir el mismo plato de nuevo, vale que sea contundente pero la tripulación necesita comida sana y fruta o puede enfermar.- se encogió de hombros y asintió después.- Si, por lo que se, estaban haciendo movimientos por aqui cerca, he escuchado que tienen en la mira a alguien, deberíamos andarnos con cuidado.

Miré a Ricardo, era agradable verle nuevamente y tenerle cerca de nosotros en este barco. Me giro y le digo.

- Perdonad, no os he visto. Es raro si...pero recuerdo que en la taberna eramos sospechosos o al menos la gente nos podría ver así. Y si al tabernero le han obligado cantar por dinero o mejoras en su taberna. Es posible que haya cantado. Espero que no sea así y que sea que nos hemos topado con ellos como nos podríamos cruzar con otros barcos. -

Ricardo sonríe algo nervioso al verte, incluso parece más torpe que de costumbre, guarda su guitarra y falladno un poco en abrochar la funda, su cabeza va hacia el objeto en cuestión aunque su mirada no puede desviarse de ti, luego se dirije hacia su prima durante un segundo como si temiera algo y vuelven a los tuyos con rapidez.

Tras varios minutos de espera os sentis aliviados como los dos hombres salen de la zona de carga con cara bastante tranquila, y se dirigen hacia Alejandro.

- No hay nada irregular en la carga señor... ¿Quiere que registremos a la tripulación?

Alejandro mira a Simon con sonrisa amable y gesto complacido, niega con la cabeza al soldado mientras saca unos papeles.

-No creo que sea necesario. Bien necesito revisar los papeles de embarcación cuando salisteis de Puertosur y con eso mi visita estará finalizada, o ¿Acaso hay alguna razón por la que deba desconfiar?

Su mirada es perturbadora, cuanto menos inquietante, Simon no puede sentirse menos que intimidado ante tal hombre.

Asentí las palabras de Carmen y su primo y antes de salir de la cocina les dije.

- Marcho hacia a fuera para ver si han acabado. Si necesitan que les ayude con la comida, me llaman y vengo sin ningún problema.

Sigan con las tareas y ya les informaré, podrán salir cuando quiera de aquí a cubierta si lo desean. -

Salí de la cocina y me fui nuevamente a cubierta. Entonces vi como nuestro Capitán ya estaba con nuestro invitado allí, lo cual me aliviaba saber que habían acabado y que se marcharían pronto.

Pronto...cuando este terminase de revisar los papeles que pedía. Eso le escuché decir mientras miraba al resto de la tripulación y dedicando una mirada al Capitán.

Me gustaría saber si este no ha metido la pata, pero el verlos así parecía que todo había ido y que una vez que se fuera. Nos diría algo si teníamos que saber.

Solo esperé que le entregase los papeles y se fuera por donde habían venido.

Sigo limpiando la cubierta, moviéndome por todos lados, pero siempre vigilando a los acompañantes del cura y al barco que lo trajo...

Jeremy se mantiene en lo alto del mástil sin llamar la atención ni dejarse ver a la espera de que se marchen los presuntos inquisidores.

Trago saliva. Asiento lentamente. Niego con la cabeza.

La mirada de Alejandro es apenas un juego de interrogación, parte de su forma de ser para sacar la información, haciendo dudar a las personas de sus propias respuestas. Eso lo puedes notar, ya que no está usando fuerza alguna más que su propia voluntad y su propia presencia, para ser tan solo un hombre de Theus hay que reconocer que realmente su fuerza personal es aterradora, pues desprende una seguridad tal que cualquiera diría que es frágil o tan anciano de como aparenta.

¿Y éste tipo por qué no se marcha ya? Maldición, para una vez que no estamos haciendo nada ilegal y que no llevamos nada ilegal... Viene la Inquisición a molestar.

Le miro a los ojos, una mirada que, tanto culpable como inocente, soy incapaz de mantener y desvío la mirada hacia un lateral, hacia el mar.

Señog... No, no hemos hecho nada... Es ciegto que nos metegemos en líos... ¿Pego qué maginego no lo hagía?

Mierda. Por favor, que se detenga ya o terminaremos muy mal...

Sigo fregando... pero al cabo de un rato me pongo a ordenar los cabos, colocar cosas por ahí, intentando pasar completamente desapercibido... Pero siempre vigilando tanto a nuestro invitado, como al otro barco.

Alejandro chasqueó los labios y escribió algo en sus hojas, mientras miraba ahora a los otros marineros, los tripulantes miraban a alejandro con el mismo respeto o temor que le había infundido a vuestro capitán. Sin más sonrió amablemente y le entregó la hoja al capitán Simon, mientras él parecía guardarse una copia.

- Aqui teneis permiso para viajar sin problemas ante los demás barcos de la iglesia que os topeis, no os metais en lios o nos haremos cargo, si sois atacados es obvio que podeis defenderos, pero no permitiremos actos irresponsables, estas aguas son traicioneras y aunque aparenteis buena gente, podeis estar ocultando otras intenciones. Si sois gente de fiar, seremos buenos amigos, os estaremos vigilando. Por cierto muy graciosos vuestros hombres...- Dice poniendo la vista en aquellos que cayendo bajo la travesura de Jeremy, con sabanas estaban fingiendo sin mucho resultado ser monjes.

El inquisidor inclina la cabeza y él y sus hombres comienzan a bajar por la escalera hacia su bote, si nadia hace nada él y su barco se habrán marchado pasado un rato dejandoos de nuevo a solas.

De alivio, suspiro de alivio. Ya se van. Los nervios se desvanecen poco a poco y una sonrisa retorna en mi rostro -Esto cambia algo?- pregunto. Tenia ganas de llegar a nuestro destino.