Partida Rol por web

El combate seguía rugiendo con la furia de una ola en el momento inmediatamente anterior a romper contra la costa rocosa. Las armas entrechocaban con el estruendo de la tormenta. Incluso Hroldar, el experimentado guarda gris, parecía estar teniendo dificultades para que los milagros que canalizaba en el mundo tuviesen algún impacto en la batalla. Selene, herida, logró paralizar a dos de los cadáveres andantes, que parecieron volver a la rigidez de la muerte verdadera… aunque sus ojos seguían mirándolos con una fría y exánime malevolencia.

El sonido del cuerno de Jarlath seguía flotando en el aire húmedo y fresco de la cueva. El bardo, con el ceño fruncido y una mueca salvaje, continuaba recitando su canción de viva voz:

Es por una justa causa que tendréis que combatir.

Desatad vuestra cólera contra quien quiere destruir

nuestro país…

No somos guerreros, y aunque nuestra intención es bien pura,

no tenemos armas, ni escudos ni tampoco armaduras.

¡Tened cura!

Lanzó un sonoro vítor de aliento y justa furia a sus compañeros, con los que la cercanía con la muerte los hermanaba, instantes antes de volver a llevarse el cuerno a los labios y soplar con fuerza. La piedra volvió a vibrar y a resonar con el son del cuerno.

Uno de los golpes de Lynariel falló su objetivo, pero el otro logró por fin liquidar al cadáver que la asediaba. El que recibió el hachazo de Paexter sufrió una herida tan horrible que ninguna criatura viva habría podido soportar, pero aquella cosa no estaba viva, y continuó en pie, gruñendo más como si le ofendiera la afrenta que de dolor. Suponiendo que pudiera sentirlo...

De lo malo, la nube de humo que había convocado Enansal, mantenía de momento a salvo al grupo en lo referente a flechas. O al menos a juzgar por cómo parecían alborotarse los esqueletos arqueros ocultos tras ella ante la incapacidad de ver nada a lo que poder dispararle.

Lynariel mata al cadáver de L15 (cadáver 4)

El cadáver de M13 (cadáver 5) sufre 21 puntos de daño del golpe de Paexter.

El cadáver de L17 (cadaver 3) está paralizado y pierde el turno.

Los esqueletos de H15 (esuqeleto 3) y F7 (esqueleto 2) se levantan pero no tienen linea de visión y pierden el turno.

Muro de Humo 6/6 asaltos.

Mapa grande

Iniciativas

Cadáver 3
Esqueleto 3
Esqueleto 2
Elietta y Enansal (Infundir Valor +3)
Hroldar (Infundir Valor +3)
Esqueleto 1
Cadáver 5
Cadáver 2
Selene (Infundir Valor +3)
Cadáver 1
Paexter (Infundir Valor +3)
Lynariel (Infundir Valor +3)
Jarlath (Infundir Valor +3)

¡Turno de Elietta y Enansal en cualquier orden!

Uno de los cadáveres se le había echado encima a la elfa y le había clavado las zarpas encima. No sólo había sido doloroso, sino que además era un engorro para su siguiente disparo. Tenía que ser cuidadosa si quería separarse lo suficiente de su atacante antes de efectuarlo, o podría acabar con otro zarpazo en el pecho que no deseaba.

Este no pretende dejarme tranquila... Bueno. Se las tendrá que ver con mi arco...

Dio un paso hacia atrás, cubriendo una distancia prudencial que le mantuviera lejos de su alcance. Era bastante posible que el enemigo cargara contra ella si se alejaba demasiado, pero no pretendía exponerse a eso, si se quedaba lo suficientemente cerca podría evitar que su contrincante cogiera la suficiente inercia como para hacerle demasiado daño. No recordaba muy bien por qué, pero en su cabeza sonaba una voz que le recordaba...

Luchar cuerpo a cuerpo con un arco es un jodido suicidio, ¿me oyes? ¡Un jodido suicidio! A no ser... que tú sepas utilizar el terreno mejor que tu enemigo... y muevas tu cuerpo en consecuencia. Si tú esquivas y él no... ¡PUM! Sólo necesitas una flecha para dejarlo KO ¿Entiendes? ¡No me mires como una boba y dispara de una vez, joder!

Apretó los ojos, apuntando. Se sentía motivada para quitar a ese cadáver de en medio. Y pretendía hacerlo.

Tensó la cuerda de su arco justo cuando salió del rango de su enemigo. Había muy poca distancia para poder permitirse demasiado tiempo para apuntar, así que dependería de la destreza de su mano. No era la primera flecha que lanzaba, iría bien.

Completado el segundo conjuro, Enansal respiró profundamente, y observó a su alrededor. Las carcasas secas de los antiguos combatientes se abalanzaban sobre sus compañeros, dando tumbos sobre la roca fracturada. La amenaza de los arqueros, sin embargo, había desaparecido tras la pared de humo.

Siguió con la mirada el avance de uno de los cadáveres, que se había colado en el seno del grupo, ignorando a las dos dalishianas para lanzarse contra la elfa urbana.

Las aberraciones se estaban mostrando más resistentes de lo que había anticipado. Sin embargo, una de ellas sangraba polvo, abierta en canal por los tajos de la espada de Lyanriel, mientras su cuerpo era sacudido como por el suelo tembloroso como un muñeco de trapo en un carromato.

Dando un paso atrás, desmenuzó entre sus dedos una par de escamas de una muda de elápido mientras siseaba y retorcía los brazos como dos oscuras serpientes descamadas. Como respuesta, los músculos de todos los guardias grises a su alrededor se contrajeron violentamente.

A. movimiento: Enansal da un paso atrás a N16.
A. Estándar: Mass snake swiftness. Todos podéis hacer un ataque, a distancia o cuerpo a cuerpo, en este momento.

Criaturas en el área de impeding stones, TS Reflejos (o prueba de acrobacias) CD 16 para evitar caer.

pg: 43/45.
pc: 11/34.
FUE -2.

Palabras siseadas por alguna de sus compañeras, suponía que por la elfa de piel oscura y tatuajes, precedieron a un instante en que el cansancio que empezaba a sentir en sus músculos (pero que nunca reconocería a ninguno de sus compañeros) pareciese simplemente diluirse, insuflado por esas misteriosas palabras que nunca entendería.

Sin perder un segundo, y viendo que el cadaver al que se enfrentaba había sufrido ante el embate de su hacha, tensó de nuevo los músculos y, cambiando subitamente de dirección, lanzó el filo de su reliquia contra el horrible engendro. Una mueca de disfrute se dibujó en su rostro, jalonado por la rubia barba, pero enseguida se dió cuenta de su error, al medir mal el angulo del golpe...

De repente, sus brazos se sentían más ligeros, como si algún tipo de fuerza los estuviera impulsando, ahorrándose las energías necesarias para recargar su arco y disparar, esta vez dos flechas, de forma rápida. 

Súbitamente, Jarlath sintió como si sus brazos se movieran prácticamente sin necesidad de pensar. Una combinación de reflejos incrementados y una rapidez sobrehumana hizo que, antes de que pudiese darse cuenta, la mano que sujetaba la ballesta ya estuviese levantada, apuntando entre Enansal y Selene, al muerto que se encontraba aún a varios pasos más allá. Su dedo pulsó el gatillo casi por acto reflejo… y el arma emitió un sonoro chasquido cuando se accionó sin que hubiera ningún virote montado. Jarlath se maldijo a sí mismo por su inexperiencia, que lo había llevado a olvidar cargar el arma después de la confusión de la escaramuza contra las arañas gigantes. Sin duda, no volvería a cometer el mismo error.

Un instante. Una nueva oportunidad. Al mismo tiempo que Lynariel levantaba la espada tras vencer a uno de los cadáveres, sus músculos sintieron un cosquilleo primero y después la necesidad de dirigir la espada hacia el otro muerto. La elfa se dejó llevar permitiendo a esta nueva fuerza atacar con su Dar'Misaan.

Ataque a Cadáver L17: 17
Daño (aunque seguramente es fallido): 11

Sólo uno de los golpes de vuestro bando encontró su destino: el de Elietta. Los demás por desgracia erraron el blanco.

No obstante, el cadáver ambulante parecía seguir considerando las flechas de la elfa más una molestia irritante que un verdadero peligro.

Hroldar extrajo un pedazo de corteza del extremo bulboso del hueso que usaba a modo de bastón. Recitó un encantamiento y el suelo de mármol se vio recubierto de grasa resbaladiza entre Elietta y su cadavérico agresor. El muerto viviente patinó un momento, pero consiguió mantener el pie.

Los esqueletos continuaban cayéndose y levantándose tras el muro de humo, visiblemente frustrados (o al menos por la serie de gruñidos y chillidos inconexos que emitían) entre eso y el no tener linea de visión para poder dispararos.

Uno de los cadáveres que avanzaba pro entre el terreno resquebrajado por el conjuro de Enansal se puso en pie por enésima vez y continuó su lento pero imparable avance hacia vuestro grupo. Mientras, su congénere volvía a descargar un violento mazazo sobre Elietta.

Lynariel y Paexter atacan y fallan.

Elietta ataca al cadáver de N18 (cadáver 2) y le hace 11 puntos de daño pero reduce 5, con lo que se queda en 6 puntos de daño.

Hroldar lanza Grasa en N17-18/O17-18. El cadáver de N18 (cadáver 2) pasa la TS. Hroldar retrocede a T17.

El cadáver de N18 (cadáver 2) ataca a Elietta y le hace 9 puntos de daño.

El cadáver de I15 (cadáver 1) se levanta y avanza a J15

Muro de Humo (5/6)

Mapa grande

Iniciativas

Cadáver 3
Esqueleto 3
Esqueleto 2
Elietta y Enansal (Infundir Valor +3)
Hroldar (Infundir Valor +3)
Esqueleto 1
Cadáver 5
Cadáver 2
Selene (Infundir Valor +3)
Cadáver 1
Paexter (Infundir Valor +3)
Lynariel (Infundir Valor +3)
Jarlath (Infundir Valor +3)

¡Turno de Selene!

El penetrante olor de la grasa, así como el temblor del Velo, hicieron que la joven maga volviera la vista hacia la alejada figura de Hroldar agradeciendo contar con un veterano como él en el grupo. Tratando de alejarse todo lo posible de las criaturas, se apoyó en su bastón para colocarse junto al enano, puesto que sus piernas se negaban a sostenerla por sí solas. Esa violencia, que en situaciones normales asustaba a la serena tevinterana, convertían al enano en un muro impenetrable durante el combate, si bien en ocasiones Selene no dejaba de temer que la incontrolable sed de sangre que se leía en sus músculos tensados terminara llevándolo a confundir a sus enemigos con sus compañeros de misión.

Sin embargo, no era el momento de distraerse con temores, puesto que uno de los cadáveres avanzaba inexorablemente hacia la elfa arquera, que parecía encontrar dificultades para mantener las distancias. No le cabía ninguna duda de que si el augur lo había cubierto en aceite, había sido por una buena razón y, rememorando el combate contra las arañas, se concentró para enviar un rayo de fuego en su dirección.

El cadaver que acosaba a Paexter seguía intentando herirlo pero, una vez más, el golpe de su maza rebotó en la dura armadura del enano.

Hemos tenido un pequeño desliz: antes de Anexe le tocaba a ESTE cadáver y luego de Anexe le tocaba al que ahora está en J15. En este caso no pasa nada porque porque total ambos han hecho lo mismo que iban a hacer así que el orden de los factores no altera el producto.

El cadáver 1 (M13) se mueve a Ñ13 y ataca a Paexter pero falla.

Muro de Humo (5/6)

Mapa grande

Iniciativas

Cadáver 3
Esqueleto 3
Esqueleto 2
Elietta y Enansal (Infundir Valor +3)
Hroldar (Infundir Valor +3)
Esqueleto 1
Cadáver 5
Cadáver 2
Selene (Infundir Valor +3)
Cadáver 1
Paexter (Infundir Valor +3)
Lynariel (Infundir Valor +3)
Jarlath (Infundir Valor +3)

¡Turno de Paexter, Lynariel y Jarlath en cualquier orden!

Un fogonazo a su espalda informó al enano de que la batalla se había instalado superando la linea de defensa que habían montado. Tras uno de los ataques del no muerto, se arriesgó a echar un vistazo hacia atrás, para ver que Selene se había dado cuenta de su movimiento, y se protegía con el muro de espinas que Paexter suponía. Esto le hizo sonreir bajo su barba, pero lo que vio mas allá no le gustaba: - Uff, Elietta está siendo superada por el cadaver que se ha colado por allí!!, así que la fugaz sonrisa se le borró del rostro. Moviendo el hacha a un lado y a otro, fintando a su enemigo, ladeó la cabeza levemente e hizo tronar su voz:

- Elietta, con esas flechas no conseguirás dañarlo como se debe!!! Usa un filo o algo contundente!!!, y ya. No podía dedicar mas tiempo a lo que ocurría a su espalda: - Somos un equipo. Alguien podrá echarle un cable... O al menos no podría ayudarla si no acababa con el condenado ser putrefacto que tenía delante. Plantando los pies ligeramente separados, haciendo crujir las pequeñas piedras bajo sus pesadas botas, movió el cuello a uno y otro lado, que se hizo eco de los chasquidos del piso, antes de volver a sonreir, y decirle al cadaver que tenía delante, aunque no estaba seguro si la sesera también habría vuelto de entre los muertos:

- Bueno, desecho, me encanta el "baile" tan intimo que estamos teniendo, pero requiren mi presencia en otro lado...

Despues, se lanzó a un inclemente ataque, lanzando tajos a diestro y siniestro sobre el ya dañado cadaver, que le miraba con el odio del que han sacado de un sueño del que no deseaba salir.

El enfrentamiento se desarrollaba implacablemente, y no parecía estar yendo muy bien para el grupo de guardas grises, que enfrentaban a los muertos despiertos sin que ninguno de sus esfuerzos consiguiera hacer una mella considerable. Alguno de esos seres de ultratumba iba cayendo aquí y allá, pero sus compañeros empezaban a resultar heridos, y aún no habían logrado encontrar una táctica decisiva que mostrase su efectividad.

Sin embargo, Jarlath parecía ajeno a todo aquello. Estaba sumamente confiado en las posibilidades de sus compañeros, y las dificultades que tanto tenían que esforzarse por salvar no eran a sus ojos sino un detalle de hilo rojo en el tapiz que daba forma a la grandiosa historia de sus pensamientos. Victoria o derrota, celebración o tragedia, eran para él las dos caras de una misma moneda: la de la gloria susurrada, las hazañas olvidadas, y no obstante llevadas a cabo. Un gran fuego iluminó la caverna a la izquierda del trovador, muy cerca de él, tanto que se reflejó en los ojos del hombre, brillantes por las lágrimas de emoción pura que empezaban a formarse, y en los dientes de una sonrisa lobuna. No tenía miedo. No debía tenerlo, pues cualquier resultado era una consecuencia menor que carecía de verdadera importancia. El destino los alcanzaría cuando hubiese de hacerlo, así que aquello no lo preocupaba.

Frente a nosotros, mil soldados que nos arrostrarán.

Nos enterrarán y a nuestras familias someterán.

¡Es la verdad!

Bajo el sol, el cuerno resuena y rubrica la memoria.

Los himnos y las banderas quedarán en nuestra historia.

¡Por la gloria!

Dicho esto, Jarlath lanzó un último soplido de su cuerno, que hizo eco por todo el espacio, antes de dejar caer a un lado su ballesta y desenvainar su espada. No le preocupaba el destino, pero sí que este les llegara antes de hora. Lanzando un grito enardecido, golpeó su escudo con la espada, listo para entrar en combate.

- Me estoy empezando a cansar…- susurró amenazadoramente al cadáver tras fallar su ataque que había sido impulsado por algún tipo de magia.

Lynariel volvió a sentir el control de sus músculos y su repulsión por las criaturas reanimadas crecía cada segundo que pasaba. ¿Por qué eran tan persistentes? Apartó instintivamente el brazo para evitar alguna sacudida del muerto que nunca llegó debido a su parálisis. Por otro lado, la elfa observó al otro caminante que cada vez estaba más cerca y el cual parecía no tener intención de detenerse.

Si conseguía derrotar al muerto que tenía a su lado, podría prepararse para recibir la llegada del otro y así evitaría enfrentarse de nuevo a dos bandas. Respiró hondo concentrándose en apartar el dolor de sus heridas y con energías renovadas, la dalishana hizo volar el filo de su Dar'Misaan sobre el pecho del cadáver. Éste atravesó con un profundo tajo la putrefacta carne y no contentándose con ello, Lyna realizó un giro de muñeca para que su espada impactase de nuevo en el cadáver reanimado.

PG: 45/62

Ataque Asalto Completo a Cadáver L17.
1º Ataque: 28; Daño: 13
2º Ataque: 24; Daño: 16

Elijo al Cadáver J-15  para tener un +2 a la CA por la dote "Esquiva".

Pese a que los ataques de Paexter erraban el blanco, los de Lynariel acertaron; el cadáver paralizado no tuvo oportunidad de defenderse y cayó troceado al suelo como si fuese un macabro montón de leña seca. Mientras tanto, los esqueletos continuaban chillando y siseando indignadamente tras el muro de humo.

Paexter falla.

Lynariel ataca al cadáver de L17 (cadáver 3) y lo mata.

Los esqueletos se cagan en vuestros ancestros.

Muro de Humo (5/6)

Mapa Grande

Iniciativas

Cadáver 3
Esqueleto 3
Esqueleto 2
Elietta y Enansal (Infundir Valor +3)
Hroldar (Infundir Valor +3)
Esqueleto 1
Cadáver 5
Cadáver 2
Selene (Infundir Valor +3)
Cadáver 1
Paexter (Infundir Valor +3)
Lynariel (Infundir Valor +3)
Jarlath (Infundir Valor +3)

¡Turno de Elietta y Enansal en cualquier orden!

Genial... el enano tiene experiencia matando cadáveres de estos... tss..-Pensó la elfa, desagradada por la idea de tener que atacar con su puñal, con la que no tenía tanta experiencia como con su arco. Además... dejar caer el arco de su madre al suelo, así como así...

Ya lo recogeré luego. 

Dejó caer el arco, que hizo un ruido sordo al tocar el suelo, al tiempo que llevaba su mano al cinto donde estaba su daga y se disponía a atacar al enemigo.

Estoy empezando a sentirme algo cansada. Debo tener cuidado...

Lanzó una estocada con el puñal y luego se retiró un poco, quería acercarse al resto de su grupo para forzar a su enemigo a adentrarse, con un poco de suerte podrían atacarlo juntos si conseguían coordinarse.

Enansal vaciló un instante. Hacía meses que no necesitaba usar su don en combate, y el recuerdo era como una aguja de coser velas clavada en un embrollo de sábanas. Había luchado contra humanos en túnicas y armaduras, templarios y magos, hasta prácticamente agotar su magia. No estaba sola tampoco, pero los rostros de sus acompañantes eran borrones indiscernibles. Los motivos, desconocidos.

Apartó el pensamiento, como había hecho tras la visión del demonio. Había hecho todo lo que podía con su magia, por el momento, para frenar a esas criaturas. Sus miembros seguían débiles por el efecto del veneno arácnido, pero era el momento de usar su cuerpo.

La elfa urbana había soltado el arco y se defendía del cadáver con un largo cuchillo. El músico tenía también su espada en la mano. Deberían ser suficientes para hacer pedazos esa carcasa.

Se dio media vuelta y brincó sobre el suelo encharcado en aceite. Sus brazos extendidos estallaron en una nube de membranas, su cuerpo se plegó sobre sí mismo como un acordeón, carne y cuero se fundieron y se erizaron de plumas pardas. Sus pies se retorcieron y endurecieron, transformándose en las afiladas garras de un halcón. Batió una vez las poderosas alas, elevándose dos metros en el aire, desde donde se dejó caer sobre el cadáver animado.

A. rápida: Enansal se transforma en un gran ave (forma aviar).
A. movimiento: N18.
A. Estándar: Ataque (+4 BA +2 FUE +2 flanqueo +1 cambio de forma) con garras al cadáver de O18.

pg: 43/45.
pc: 11/34.
FUE -2 veneno
FUE +2, TS Ref +2, A, Natural +2

Hroldar frunció el ceño tras la máscara metálica en un gesto de concentración. Alargó una parte de si mismo que no tenía dimensión física para tocar El Velo, preparándose para lanzar un encantamiento en el instante preciso.

Hroldar da un paso a S16 y prepara acción: cuando el cadáver de O18 vaya a atacar a Elietta, lanzará transposición funesta para intentar intercambiar la posición entre Elietta y el cadáver en Ñ13 y que éste reciba el golpe de aquél.