Partida Rol por web

-¿No le dije que las preguntas sobre mi, no cuentan? Ya le aclare que fui yo. Eso debe decirle que cualquier otra pregunta relacionada, tambien lo estaria conmigo...+apunta, en tono paciente.

Seguí pensando en qué preguntarle. Si no podía cuestionarlo sobre quién era o dónde estaba me dejaba pocas posibilidades. Al final decidí preguntar sobre los muertos. Estaba por preguntarle por qué los mató, después de todo, no tenía sentido. Ellos no lo habían visto. Aunque seguramente él creía que si. Entonces se me ocurrió otra cosa. -¿Quién era la piba que me atendió en la casa de la testigo que mataste en su dormitorio?- Pregunté. Estaba seguro de que la mujer estaba muerta cuando la mina estaba ahí.

-Mi empleada. Una chica terriblemente eficiente a decir verdad. Justo ahora, completa el trabajo en que mi chiquito fallo...

Se golpea puño contra la palma abierta, sonoramente. No dice nada mas al respecto.

-Bien, mi turno.De bo decir que lo esperaba impaciente.... Primer pregunta....¿Tiene ALGO o ALGUIEN que le importe, inspector?

No tuve ni tiempo de pensar en la respuesta que me dio antes de que la pregunta me dejase confundido. Lo primero que pensé fue qué le importaba a él si tenía alguien que me importe. Si me iba a matar que me mate y punto. Fin de la historia. Después me plantee responderle.

¿Quién me importaba en el mundo? ¿Mi viejo? Tal vez. No lo veía nunca. Estabamos bastante separados. Él hacía mi vida y yo la mia. La verdad, no nos queriamos mucho, a pesar de habernos reconciliado. ¿Su primo? La verdad es que era buen tipo, y le daba casa, a pesar de las deudas y esas cosas. Lo cierto era que a veces sospechaba que yo solo vivía con él porque sabía que lo ayudaba a pagar las deudas, pero otras veces nos tratabamos de amigos. Si, tal vez él me importase.

Estuve unos segundos más pensando en mi trabajo, pero la verdad era que desde que llegué a Santa Fe, era una mierda, así que no lo incluí. Finalmente concluí que lo único que me importaba era mi primo, e incluso él era a medias. Pero de todas formas contesté afirmativamente. -Si. Hay alguien.- Dije.

-Bien. Segunda pregunta. ¿Hay algo o alguien que ODIE, inspector?

Se truena los nudillos al decirlo. Es un ruido crujiente, pero suave. Las sombras no te ayudan a estimar distancias, pero no debe estar muy lejos de vos.... 2 o 3 metros. Entonces porque sentis la tension en la pregunta?

¿Alguien a quien odie? Eso era más facil. El comisario. No solo lo odiaba, lo aborrecía. Está bien, hacía su trabajo, pero desde que había llegado a la provincia había hecho de varías cosas un infierno. Esta vez no dude tanto. -Si.- Fue lo único que dije en un principio, pero después de una pausa agregé algo más. -Hay una persona a la que odio.- El solo decirlo fue como quitarme un peso de encima.

-Y la ultima, definitiva... Si pudiera hacer algo, una ultima cosa con su vida. Un ultimo deseo, en el cual todo, absolutamente todo, le fuera permitido. ¿Que haria?

Se inclina hacia adelante. Algo azota el aire frente a vos, arrancando una brisa. Ya tiene el arma que uso lista. Todo o nada.

Pensé unos momentos. Esta era dificil. ¿Qué quería de mi vida? ¿Cuál era mi meta? Actualmente, lo único que esperaba de mi era sobrevivir. No tenía ambiciones laborales ni personales. Ya había probado el amor y no fue para mi. Solo había una persona que me importaba, y apenas. Nunca había sido religioso. Entonces, ¿por qué seguía viviendo? Lo cierto era que no quería morir.

Entonces me di cuenta de algo muy grande de mi, algo que seguramente, si no hubiese sido llevado a este extremo, no me lo hubiese planteado. Quería vivir. Me gustaba vivir. Pero no porque tenga algo o alguien que me ate al mundo, sino porque me gustaba hacer las cosas para las que tenés que estar vivo. Me gustaba disfrutar de lo que tenía. De lo que había conseguido, incluso si era poco. Fue entonces cuando descubrí la respuesta a la pregunta.

-Viviría.- Susurré. -Viviría y haría lo que se me de la gana hasta que muera.- Si todo estaba permitido en esa situación, ¿por qué no hacer todo lo que quiera? Era lo único que quería. Todas las ambiciones que tienen las personas me importaban una mierda. Lo único que quería era vivir y hacer lo que yo quisiese. Claro, en la vida real no podía hacerlo, pero en la situación que me planteaba el tipo si. Entonces, ¿por qué no?

-Una respuesta comprensible.

Se levanta. Camina lento hacia vos. A lo que asoma a la luz, es una figura musculosa, vestida con ropa de calle corriente, jeans, camisa suelta... pero su cabeza, lo ultimo en salir, no es corriente.

Tiene la forma de una vivora, esta llena de fauces, y lo que se agita... lo que se agita es su lengua! Mide como medio metro!! La ves retorcerse, y enseguida, se lanza a tu garganta, dura como una cuchilla. La atraviesa. Lo ultimo que sentis es la bilis subiendo, la repulsion... y luego solo oscuridad. Mientras caes, escuchas...

-Pero ya no es viable en su caso...

Ya no duele nada. Ya nada pesa. Nada importa. Abris los ojos, a tu recompensa. 

Una pieza de paredes amarillas, sin ventanas. Y un tipo pelado con el torso desnudo, que te mira.

-Era hora. Arriba, chiquito. Bienvenido a la no-vida.

Dolor... no... no dolor. Ya no dolía. Me levanto del piso. Sentía como si acabase de levantarme de un desmayo. Hace un segundo todo estaba mal y ahora todo estaba bien. En fin. Me levanté como pude, mareandome mientras lo hacía. No pude llegar a ponerme de pie, así que me senté. Miré al tipo que tenía al lado. -¿Dónde estoy?- Pregunté. Gracioso, era la segunda vez que me despertaba en un lugar extraño ese día y preguntaba lo mismo. A lo mejor esto se iba a hacer costumbre.

Al pensar eso recordé al tipo... a la cosa con la lengua. Las preguntas. Todo. -¿Qué pasó?- Pregunté un poco más nervioso.

Te pone una mano en el hombro.

-Te moriste. +Su voz... es la misma voz que te hizo la entrevista+ Te mate. Me bebi tu sangrita, te di un poco de la mia, y ahora sos lo que, en la jerga comun, llaman un vampiro...

Sonrie al ver tu cara.

-Ok, te entiendo. No me crees. Tenes tus motivos. Buscate el pulso, fijate si respiras. Trata de tragar saliva. Nada. En todo sentido, ahora sos un fiambre, pero continuas consciente y salvo que yo determine otra cosa, existiendo para siempre, con nuevos poderes que quizas te enseñe a dominar. Ahora, esto es un trato, y en todo trato hay truco. En este, es la sangre. Lo de la sangre humana, es totalmente cierto. sin ella no funcionas. Con ella,.. el cielo es el limite. Le decimos vitae, vida en latin... Poetico, no?

Rie divertido, mirando tus expresiones al ir asimilando estos datos y comprobando que, al menos lo fisico, tiene toda la razon... 

No entendía nada de lo que pasaba. Lo que me decía el tipo no tenía ni pies ni cabeza, sin embargo yo podía comprobar que era cierto. Empecé a pensar que tal vez era un sueño, pero todo se sentía demasiado real para eso. Además, el chulo decía ser la persona que me mató y sabía que no fue así, que había sido otra... cosa.

-Pero... tu lengua no... no sos...- Balbuceé. No tenía sentido.

-Eso forma parte del paquete.+dice mientras se sienta en la cama al lado tuyo. De pronto, su lengua asoma, y empieza a estirarse... Es una lengua bifida, serpentina. La retrae pronto, tranquilizandote un tanto.

-Para que te hagas una idea, debo explicar algo antes. Hay 13 clanes, familias o grupos vampiricos que comparten un linaje de sangre. En ese linaje estan ciertos poderes. Algunos son iguales, otros similares, y otros muy exclusivos. Los llamamos Disciplinas. Cada vampiro nace con potencial para las 3 Disciplinas hereditarias de su linaje, pero si encontras quien te enseñe y lo entrenas, podes aprender más... Esto que hago con la lengua, es uno de los usos de Serpentis, como le llamamos. Es una disciplina exclusiva de nosotros, los Seguidores.

Cruza los brazos sobre el pecho.

-Tienes idea de quien es Set?

Miré boquiabierto como el tipo sacaba la lengua. Ahora que estaba todo iluminado y no estaba a punto de morir, era un poco menos aterrador, aunque igual de escalofriante. No pude ni cerrar la boca mientras el chulo me explicaba algo sobre linajes de sangre y clanes. ¿En serio? ¿Clanes vampíricos? ¿Qué clase de novela barata era esta? Si no lo hubiese estado viviendo no lo habría creido.

Luego me preguntó por un tal Set. En un principio creí saber quien era, pero después de un par de segundos buscando en mi memoria me di cuenta de que se me escapaba. Finalmente negué con la cabeza. -No.- Al menos podía decir eso sin tartamudear.

-Set es el padre de todos. Es nuestro dios. Incluso los egipcios lo veneraron como tal. Aprenderas a hacerlo... quizas. Aguarda un momento.

Se pone de pie y sale. Tarda apenas un momento en volver con un frasco. En el hay un monton de polvo negro... Cenizas? 

-Este, es mi chiquito. Cuando un vampiro muere, es todo lo que queda. No hay autopsias, ni cadaveres, solo esto. Un poco de polvo. +lo arroja en la cama, a tu lado, donde rebota en el colchon y queda+ Eso es lo que hare contigo, si me fallas como hizo el. Seras nada, polvo en el sentido mas literal. 

Se reclina contra la pared, cruzando los brazos.

-Pero si eres util, te introducire en los misterios. Podras proteger a los que amas... y destruir a los que odias. Podras hacer y ver cosas que como mortal nunca soñaste. Dar un sentido a tu existencia, un verdadero proposito, por encima de los humanos. Todo lo que tienes que hacer, es trabajar bien para mi. 

Observé el polvo caer sobre la cama. Si lo que decía era cierto, preguntar "¿y qué si me niego?" estaba tachado. Después de unos segundos de silencio, por fin pude volver a decir algunas palabras. -Al fin y al cabo, no tengo elección, ¿no?- Bien, había dicho una oración sin trabarme. Ya casi no estaba shoqueado. -Además, no puede ser peor que trabajar como investigador. Solo decime lo que tenga que saber.-

-Yo mando. Vos haces. Asi de corta. Ahora vamos a empezar con los detalles...

La forma en que lo dice no augura nada bueno. Casi podes escuchar el sonido de todas las puertas cerrandose atras tuyo. ¿Pero igual, tenias alguna buena? No, realmente no. Entonces, ¿que tan malo puede ser lo que ofrece?

Quizas vivas... no, esa palabra ya no aplica... existas, el tiempo suficiente para entenderlo.

-Mitologia vampirica. Set fue el primer vampiro. El y sus 12 discipulos gobernaron otrora Egipto, oponiendose a los dioses antiguos. No obstante, con el tiempo hubo discenciones, y se separaron. Cada discipulo creo un clan distinto, mientras que Set formo nuevos, los Seguidores, que le fueran fieles. Esta es la linea que se ha sucedido. Los otros 12 hablan de Cain o Kayid, rechazando la verdad. ¡que se pudran! Chulo tiene esta version resumida solamente, ya que el mismo todavia sigue a prueba y no ha sido iniciado en los misterios del culto.

-Los Clanes. De Set y sus 12 discipulos descienden los 13 clanes. Un breve repaso de cada uno.

-Assamitas: Son en general, arabes locos. Asesinos despiadados, pero principalmente trabajan en oriente medio. Compiten por el espacio con muchos de los antiguos Setitas. Si ves alguno, apartate de su camino. De ser posible negociar, apuntalo hacia tus enemigos... 

-Brujah: un clan de rebeldes pendencieros, matoncitos. Mucha bulla, se la dan de metaleros y eso, pero poca sustancia... Pueden ser herramientas utiles a veces. Hay unos cuantos acá, en la zona de Parana principalmente. 

-Gangrel: Tienen mucha afinidad con los animales, especialmente los perros. Escencialmente es lo que son. Viven en las zonas boscosas, y en el delta. Feroces en combate, pero poco mas. No nos sirven mas que para recordar las virtudes del autocontrol...

-Lasombra: Hijos de puta que manejan la oscuridad. Hay unos cuantos, en general se mueven entre la elite de estancieros y ricos del campo. Se puede hacer buenos tratos con ellos, satisfaciendo sus gustitos...

-Malkavian: Locos de remate, cada uno con una fobia o pire distinto. Alejate de ellos, su locura realmente es contagiosa. Por suerte no hay muchos por aca, creo que uno o dos nomas. 

-Nosferatu: Monstruos deformes, en el estricto sentido de la frase. En Santa Fe hay varios, pero viven bajo tierra, en las cloacas. Se puede negociar con ellos, si sabes con que. A cambio pueden conseguirte informacion de muchas cosas... Con ellos, las paredes tienen oidos, y tambien el piso.

-Ravnos: Vienen con los gitanos usualmente. Si te metes con ellos, vigila tus bolsillos... son muy habiles para desplumar incautos.

-Toreador: Putos elitistas. Todo con ello es arte y finura. Por desgracia, tambien estan llenos de guita, asi que controlan la region. El principe de la ciudad es un Toreador.

-Tremere: Brujos les dicen, ya que dominan magia de sangre. Estan en Rosario mayormente. Otros con los que se puede hablar, manteniendo las formas. Son unos colgados estudiantes...

-Ventrue: Politicos en su mayoria. Nos odian y persiguen... Si tenes la chance, desgarrarlos puede ser un sano ejercicio.

-Otros vampiros. He oido de clanes como Giovanni, Tzimisce, de vampiros sin clan llamados Caitiff, y de otros, pero todavia no me cruce con ninguno. 

Me quedé callado unos instantes. Era demasiada información para aborver a la vez. -Entonces...- Comencé a hablar. -¿Si me encuentro con, digamos un Assamita o peor, un Ventrue, y nos reconocemos como vampiros, se va a armar pelea? ¿En cambio si me encuentro con un, por ejemplo, Tremere, lo más probable es que simplemente pasemos el uno del otro y sigamos nuestro camino así nomás?- Pregunté. -Lo que me lleva a otra cosa, ¿cómo sabés si alguien más es vampiro? Yo te veo a vos y pareces un tipo lo más normal, siempre y cuando no saques la lengua.- Comenté. También me interesaba saber sobre ese llamado "príncipe". ¿Se refería a la familia Robledo? A lo mejor por eso era que había quilombo. Pero primero quería saber esto.