Partida Rol por web

-Si.. si... tranqui. +indica+ Ya me siento mejor. Despues me arrimo al Cullen. 

Van arribando merced de la facilidad con que te manejas... Ayuda tu conocimiento de la calle. Ahi esta el edificio gris y oscuro, con su plaza... La Legislatura. Pero no puede ser tu destino. Carvalo te lo confirma cuando señala una vetusta casa, la tercera desde la esquina en cuestion.

-Ahi... para ahi. 

Es una casa no carente de elegancia aunque modesta, protegida con rejas. No se ve autos cerca, ni nadie por la zona. De noche, el sector esta bastante poco concurrido. Algunos vehiculos por Lopez y poco mas...

-Saca a Cabal y traelo...+dice, bajandose y caminando despacio al timbre.

Cuando me acerco al baúl primero escucho si hay ruidos por dentro, luego levanto despacio y parándome por el costado por si intenta algo Cabal antes de abrir para luego si sigue inconsciente o indefenso, llevarlo hacia la puerta de entrada. Por favor Dios, si vez todo esto que hago como algo malo, házmelo saber, solo lo hago por Ceci que es lo que más importa.

Cabal todavia duerme, por fortuna. En realidad parece algo mas golpeado por los acelerones que por la pelea...

Lo arrastras con dificultad, es pesado el guacho y tu condicion fisica no es la mejor, pero es lo que hay. La puerta se ha abierto, y Carvalo la sujeta mientras pasas. Al terminar la deja ir... Cierra con un fuerte sonido metalico, ademas del zumbido de una cerradura electrica. 

Entre ambos lo arrastran hasta la puerta en si de la casa, la cual se halla abierta por un hombre alto, vestido de mayordomo. Les indica el sofa para acomodarlo, ahi mismo en el recibidor.

-Buenas noches. Tengan a bien disponerlo alli, en ese sofa. +dice con total tranquilidad+ Señor Carvalo, necesita alguna atencion? Noto que esta usted herido. O quizas el otro señor...

-No no... dame un momento. 

Empieza a acomodarse la ropa. Saco, corbata, pantalon... Se limpia la herida de la cabeza con el pañuelo. Le da la pistola al mayordomo, que la guarda en su bolsillo... Inclusive se acomoda frente a un espejo, tratando de recobrar su aspecto sereno, normal, impoluto de siempre... Los minutos corren....

La actitud de Carvalo no pasa desapercibida, se emprolija como si fuera a ver a su madre o a su amante, tratando de lucir lo más prolijo posible. ¿Quién será esta persona que hasta un Secretario está así? ¿Quienes serán estas personas que uno hasta prefiere morir antes que fallar? ¿Qué carajo está pasando acá? ¿Cómo cuernos sabían que yo había buscando la información si no le había dicho a nadie sobre lo que había encontrado? ¿Cómo mierda sabían de Victoria si casi ni aparece en mi vida? ¿Tendrá algo que ver ese nuevo novio y su sorpresivo viaje? ¿Cómo estará Ceci? ¿Seguirá todavía comiendo postre? Ya pasó mucho desde que nos fuimos, seguro la llevaron a otro lugar. Ahora que me freno, la cabeza comienza a llenarse de preguntas y estas me sobrepasan, la angustia comienza a recorrer mi cuerpo y me siento cansado y sumado al altercado con Cabal me obliga a apoyarme en la pared. - No, gracias, así estoy bien. - Le respondo al moyordomo que parece un jugador de voley por la altura pero quien sabe que es en verdad, no conozco muchos mayordomos del tamaño de luchadores de la WWE.

Seguidamente, son conducidos dentro de la casa. A pesar del modesto exterior, el interior es elegante. Mesas de calidad, pinturas, alfombras.. un estilo tudoriano, y no barato.

Finalmente entran a un estudio. Hay una mujer sentada, leyendo. Es morena, alta, con un cuerpo que sin ser exuberante se ve bien torneado y definido. La expresion en su rostro es de absoluta seriedad.

-Buenas noches, señora Flavia. +saluda con una cortes reverencia. El pelado se ve tenso y envarado realmente, pero por lo demas sus modales son los del caballero de siempre.+Le presento a un amigo, el señor Galantti. Martin, ella es la señora Flavia Sarzotti.

El titulo de señora normalmente no encajaria bien con una chica atractiva como ella, que no debe tener ni 30 a juzgar por la apariencia. Realmente parece una universitaria, salvo por la ropa, vestido de diseño negro y sobrio. Les mira a ambos alternativamente cuando Carvalo los presenta. Es una mirada fria y calculadora. Similar a la de la mujer roja...

Me quedo sorprendido ante el mote de señora, me fijo si tiene un anillo de casada en su correspondiente lugar, pero lo que no puede escapar de mi atención es que alguien tan joven haga sentir a una persona con tanta experiencia como Carvalo tan chiquitito e incómodo. Yo por mi parte ya no se que pensar con certeza, después de todo lo que viví desde las diez de la noche hasta ahora estuvo lleno de adrenalina y acá uno está tranquilo, como si nada pasara afuera. Su mirada puesta en mi esperando pacientemente que la salude y no puedo ser menos. - Buenas noches señora Sarzotti, un placer conocerla. -

-Seguramente. +contesta. Cierra el libro y lo pone a su lado+ Ahora bien, caballeros, mi tiempo es valioso. Tengo una cierta idea de lo que puede estar sucediendo... todo lo cual esta relacionado con ciertos papeles. ¿Me equivoco?

Junta los dedos por las puntas, pasando la vista alternativamente a uno y otro. Es linda. Tiene un cierto magnetismo en su forma de ser y sobre todo de mirar, directamente a los ojos... la mirada del depredador a la presa. 

-Para nada, señora. Es justamente sobre eso. Vera usted, Martin fue el amigo que me los consiguio. Pero como le comentara, habia otro cliente intersado en los mismos datos. Hubo una confusion... no estoy seguro de donde. Ahora esa otra persona tiene a la hija de Martin en "prenda", o sea de rehen, hasta que los recupere.+explica, tratando de ser conciso, aunque tambien lavandose las manos de cualquier responsabilidad....

-Ah. Ya veo. +responde, con aburrimiento. Entonces te mira.+ ¿Es tal cual lo indica el señor Carvalo, señor Galantti? 

Su postura erguida y firme en el  asiento no varia un apice al escuchar las concisas palabras de Carvalo. Ni siquiera parece curiosa al respecto.

Cuando me recuerda lo de Ceci mi pecho se oprime y la idea de que todavía está en las garras de esa bestia me aterra. -Betiana Giovanni es el nombre de la persona que está por el otro lado. Y estoy seguro que la conoce. ¿Estoy equivocado? - Digo tragando lágrimas y unas ganas de gritar como loco por todo lo que estoy viviendo e imaginarme lo que mi princesa puede estar sufriendo.

-No en persona, pero conozco su reputacion, si.+asiente+ Una mujer de cuidado. Justo como yo. 

Cruza los brazos bajo los pechos, inexpresiva, pero con cierto brillo en los ojos.

-Sigo sin ver el porque de esta visita. Los papeles ya no le pertenecen, señor Galantti. Los compre con una suma que ya fue transferida, en el momento que me fueron entregados. Le sugeriria que saque otras copias, pero ya es tarde para eso... Respecto a la situacion de su hija, es lamentable, pero en esta vida es bastante comun que los hijos paguen por los pecados del padre, por asi decirlo. Francamente, no es algo que me concierna. ¿Que es lo que desea, entonces?

- Usted sigue teniendo a esta persona en su favor porque le salvé la vida, una a cambio de la otra. - Trato de guardar la compostura antes de querer pegarme un tiro al salir.

-Es lo correcto ,favor con favor se paga. +asiente+ Pero... ¿Que clase de beneficios tendria yo por ganarme su favor, señor Galantti? Me gustaria sea explicito al respecto. Lo que usted me pide, es deshacer un muy lucrativo negocio, para salvar una persona que no tiene nada que ver conmigo. No suena como una oferta justa desde mi punto de vista.

- Mi favor ya está hecho, usted sigue contando con Carvalo para que le ayude, yo necesito que usted salve a mi hija. Usted ganó ya su parte, ahora necesito yo ganar la mía. -

-Pero usted ya gano diez mil dolares. Recuerde, se le pago por los papeles. +junta una mano sobre la otra+ Por lo tanto no tiene ningun derecho a reclamarme nada. Use ese dinero para comprar a su hija de vuelta. O haga otra. 

Mira un segundo a Domingo.

-El señor Carvalo sigue siendo mi colaborador, no?. +Este asiente firmemente+ Bien. Asi que si no quiere seguir trabajando con el, una pena, pero hay mas contactos en lista. Alguien en su rubro lo reemplazara. Como ve, usted y sus cuitas me son irrelevantes. Ahora, si no tiene nada concreto, le sugiero que se retire. La noche es corta, y tengo muchos asuntos que atender...

- Si no quiere ayudarme porque tengo su dinero, este me importa un cuerno. ¿Quiere su dinero tómelo? ¿Quiere más? Solo pídalo. - Miro a Carvalo con preocupación sincera por él. - Si la gente que le sirve le importa un comino, ese es su problema, pero toda lista se termina acortando de un momento a otro por más larga que sea la lista y hacer un nuevo contacto con tanta influencia no le va a salir gratis. Piénselo. -

-Usted no tiene idea de cuan facil es corromper a los hombres...+dice, y una ligerisima sonrisa burlona aparece por un segundo en su boca+... o quizas deba decir, romperlos. Si la señora Giovanni honra la fama que acarrea, no creo que usted viva demasiado para lamentarse por su hija. De modo que la persona que ocupe su lugar, suena a una mejor inversion en estos momentos. A pesar de la posibilidad de que sea mas costosa, no lo es tanto como hablar con los muertos... para mi, al menos.

Chasquea los dedos de la diestra. Al sonido, en la entrada se manifiesta el alto mayordomo.

-Los señores se retiran. Acompañalos a la puerta.