Partida Rol por web

Gerard vio una posibilidad de salir de allí sin combatir más gracias a las palabras de Alan. La guardia tenía que estar apunto de llegar.

La situación no le gustaba ya que Ethan había mantenido demasiado bien el ritmo, aunque parecía que comenzaba a resentirse ya de la duración del combate. Esto por una parte le agradaba, seguía estando en forma. 

-Ya está chico...déjame ir.

Pero las palabras de Ethan mientras se lanzaba a por él, le disgustaron nuevamente. El cansancio del chico se mostraba en cada uno de los golpes que le lanzaba intentando alcanzarle, a lo que respondió esquivando de un lado a otro y apartando los brazos de Ethan.

En uno de los movimientos, lo vio claro y lanzó su sable contra el chico, con una fuerza y una velocidad que salía de su experiencia.

Tal y como imaginaba, Ethan estaba demasiado cansado para poder pelear bien. Pero no pensaba rendirse. Apretó los dientes al notar la estocada de Gerard.

Todavía no. Todavía no.

Por las escaleras se oyen fuertes pisadas. Sin duda alguna la guardia ha llegado y está apunto de entrar en la habitación.

Alan resopló cuando Ethan le obligó a apartarse y a quedarse pegado a la pared. Estaba claro que ellos dos no atendían a razones y pronto llegaría más gente, lo que caldearía más el ambiente hasta que alguno de los dos hiciera alguna estupidez. Sin volver a intentar hacer entrar en razón a ninguno de los dos, corrió hacia las escaleras al encuentro de quien fuera que estaba subiendo.

Las pisadas suenan más y más cerca, y en la cara de Gerard se ve preocupación. Ahora la huida va a ser mucho más complicada. Aun así, se lanza al ataque dispuesto a acabar de una vez por todas con ese chico que le ha roto todos sus planes.

Sales de la habitación y observas cuatro guardias que suben las escaleras y que al verte y al seguir escuchando el sonido del combate aceleran el paso. Por desgracia, Ethan y Gerard no se dan ni un respiro.

Alan chasquea la lengua y se queda en la retaguardia, esperando a que los guardias pasen delante de él para poder seguirles.

Gerard se lanzó a fondo contra Ethan, eñ joven veía venir el ataque pero poco podía hacer contra él. Lo único que esperaba es que al menos le hubiese entretenido lo suficiente como para que llegara la guardia y lo pillara.

Gerard atraviesa las defensas de Ethan, dando dos fuertes tajos de arriba a abajo que le llenan de sangre y derriban al joven brutalmente.

Tras esto, aparecen los guardias con las espadas desenvainadas y observan la escena exigiendo saber lo que ha ocurrido.

Gerard, ahora rodeado por las espadas de los guardias que le cortan la retirada, guarda silencio.

La calma había llegado a la posada y todo el mundo en el piso inferior miraba hacia el techo cuando el último golpe seco dio por finalizado el caos reinante.

Alan había observado junto a Howar prácticamente inconsciente, como Gerard había arrancado la vida a Ethan con dos profundos cortes en el pecho de este, justo en el momento en el que la guardia de la ciudad irrumpía en la habitación. Gerard lleno de rabia se había lanzado dispuesto a que le mataran antes de ser capturado. Para su desgracia, los miembros de la guardia aun sufriendo daños, consiguieron reducirlo para llevarlo ante la justicia.

Tardó poco en llegar el capitán de la guardia que lo organizó todo para que se instalara a la chica dormida (Aijentarinji) en una habitación y al resto de compañeros en uno de los pisos de la posada fuertemente vigilada por una veintena de sus hombres.

Se llamó a un médico para que atendiera la fea herida de Howard y también se instaló el cuerpo de Ethan en una habitación para limpiarlo y velarlo en la noche de su muerte.

Allí estáis todos. A vuestra disposición están los guardias para que podáis descansar en esta aciaga noche. Luz custodia a su hermana dormida (el médico no encontró signos de envenenamiento y la botella encontrada contenía un narcótico) junto a Lugh mientras el resto cuidan del cuerpo de Ethan y de Howard.