Partida Rol por web

Avalon: Praetoriani

Prólogo - El vuelo del fénix

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30/10/2014, 11:48
Tnt. Marta Danchev

La teniente Danchev te recibió con una sonrisa aliviada dándote la mano con presteza. Te saludó con un asentimiento mientras estrechaba tu mano.

¿Señor Thorn? Me alegro que lo haya conseguido, tenemos la nave de evacuación aquí mismo.

Junto a ella habían cuatro hombres más, de los cuales uno de ellos poseía el mismo distintivo del escorpión que ella. Ninguno de ellos se dirigió hacia ti, esperando órdenes de su superior. Parecía como si esperasen a alguien más.

La Plavalaguna se iba yendo al carajo, los gemidos metálicos eran cada vez más habituales. Temías que de un momento a otro el soporte vital o la gravedad artificial fallara, por no decir ambas, pero por ahora esa infraestructura aguantaba. Pero Danchev se adelantó a esos temores, sacó un respirador de su mochila de equipo y te lo entregó.

Un respirador. No tiene excesiva autonomía, pero si fallan los generadores de aire nos dará unos minutos. Partimos en dos minutos, estamos esperando a alguien más. bajó la voz y miró al final del pasillo. Dos minutos.

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30/10/2014, 11:58
Pauwel Silje

Contra todo pronóstico escuchaste una risa muy leve desde el otro lado del comunicador. Una tos seca precedió a las palabras de Pauwel.

Aquí ya no hay nada que pueda hacerse, Sam. Tengo una tubería atravesándome el estómago, no me voy a ir muy lejos. la dramática ironía del jefe de seguridad parecía ayudarle a sobrellevar la situación, pero comprendiste que desde que empezó a darte esas preciosas indicaciones, había asumido que iba a morir. Un capitán se hunde con su nave, ¿no, Sam? Puede que no lo sea, pero me merezco este detalle. Creo que.. puedo descansar un poco, me lo he ganado.

Una violenta tos volvió a abarrotar las comunicaciones, una maldición se oyó por encima de estas, casi veías los esputos de sangre.

Escucha, Cassie ha podido salir. Me he asegurado de ello. Muchos, otros.. no han tenido esa suerte. Aunque nunca pude servir contigo en la Armada, sé que hubieran sido un buen camarada. Ha sido un honor, Samuel Thorn. una pausa febril atenazó el ambiente, Pauwel repitió mucho más bajo como un susurro por la pérdida de sangre.

Ha sido un honor...

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30/10/2014, 13:36
Lekan Szala

El hombre asintió a tus requerimientos, pero de una forma bastante enigmática.

Todos tenemos preguntas, doctora LeCompte. Eso es lo que nos hace humanos, ¿verdad? la mirada de aquel hombre se mostró burlona, de esa clase de miradas del que está en posesión del conocimiento que tú careces. Habrá tiempo para las respuestas, de tenerlas ahora y morir carecerían de sentido.. ¿verdad?

Enseguida emprendió la marcha, ahora más relajados, hacia la cubierta inferior. No había gente en esa sección, bien habían abandonado ya la nave o habían podido escapar antes del colapso del pasillo que dejabais atrás. Quizá había otros accesos desperdigados en la monumental nave, no sabías cuanto tiempo quedaba.. pero no te apetecía tener la primera línea en la muerte de la Plavalaguna.

Aquel hombre sabía como moverse dentro del crucero, parecía saberse de memoria el recorrido adecuado que seguía sin titubear. Constantemente consultaba el dispositivo omnipad que tenía en su antebrazo derecho, el que viste usar para desactivar los campos de contención que tuvisteis que atravesar antes.

Estamos cerca, marcharan en tres minutos. Es imperativo que llegues hacia ellos, ¿verdad?

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31/10/2014, 06:59
Samuel Thorn
Sólo para el director

-El honor ha sido mío, amigo.

Sam se quedó allí un momento en silencio, maldiciéndose para si por no poder hacer nada para salvar a su superior y amigo mientras la estática al otro lado de la linea evidenciaba que Pauwel ya no estaba con él. Pero las palabras de Danchev lo sacaron de sus pensamientos, recordándole que esto no había acabado aún.

Asintió y cogió el respirador. Lo examinó un momento.

-De acuerdo, gracias. Si hay algo que pueda hacer para ayudar, tan solo dígamelo. 

 

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31/10/2014, 13:05
Juliette LeCompte
Sólo para el director

-Mejor darnos prisa- le doy la razón en cuanto a lo de salir de allí rápidamente. El hombre me resultaba en cierto modo agradable por su forma directa de hablar, sin ningún subterfugio aparente. Vale que era misterioso y no sabía de él, pero me estaba salvando la vida, algo de confianza debía inspirarme.

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04/11/2014, 16:20
Lekan Szala

El tiempo se iba haciendo cada vez más agobiante, la Plavalaguna se iba al carajo y empezabas a temer que te hubieran tocado todos los números para formar parte del mensaje de aquel terrorista loco. Aquel hombre te dirigía con una precisión quirúrgica, moviéndose con agilidad a pesar de su edad avanzada. Cuando parecías frenar, este te cogía de la mano, tiraba de ti, parecía obstinado con la idea de salvarte. 

Casi fue un instante cuando de repente, al girar un pasillo se oyó una voz masculina que advirtió con autoridad.

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04/11/2014, 16:25
Tnt. Marta Danchev

¿A qué estaban esperando para evacuar? ¿Había alguien más que tenía que llegar? El tiempo se agotaba, escuchabas los gemidos de la nave y te daba la sensación que en cualquier momento todo se iba a venir abajo junto a vosotros. A pesar de ello, Danchev se mantenía tranquila. Negó con suavidad ante tu ofrecimiento.

Por ahora espere, señor Thorn. Saldremos en breve.

Justo después de aquello se escuchó gritar a uno de los hombres de la teniente, el otro que tenía el distintivo del escorpión.

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04/11/2014, 16:28
Cab. Feliks Kuznetsov

¡Alto ahí! ¡Identifíquense! exigió el cabo flanqueado por tres hombres más. Apuntaba a una mujer que Samuel reconoció enseguida y a un hombre que jamás había visto antes.

Juliette vio al hombre que se había cruzado extrañamente cuando era interrogada por la agente de seguridad, se encontraba detrás de los militares junto a una mujer que parecía llevar el mando.

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04/11/2014, 16:30
Lekan Szala

El hombre del sombrero alzó las manos obediente, miró a la teniente Danchev significativamente e hizo un gesto con la cabeza de asentimiento.

Los subordinados de la militar seguían apuntando, hubo un silencio tenso del que nadie parecía dispuesto a romper. El hombre que acompañaba a Juliette lo hizo.

Llevaos a la mujer, teniente. Ella no tiene nada que ver conmigo. Ella puede salvarse. dijo con aire algo enigmático sin bajar los brazos. Con un gesto suave, empujó a Juliette hacia los soldados, ellos la ignoraron, seguían atentos al hombre.

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04/11/2014, 16:33
Tnt. Marta Danchev

Danchev dio un paso firme junto a sus hombres, dos de ellos cogieron a Juliette con firmeza sin dar oportunidad a rebelarse. La echaron atrás junto a Samuel. La teniente no la había mirado en ningún momento, estaba totalmente pendiente del misterioso salvador de la científica.

No os esperaba veros aquí, doctor. dijo con frialdad. Pero tengo órdenes.

El doctor asintió con gravedad, asumiendo un destino aún incierto para vosotros, pero que para él estaba muy claro. Danchev bajó la voz, parecía costar decir aquello.

Dr. Szala, no os resistáis, por favor. Le llevaremos de vuelta, necesita ayuda. hizo un gesto, dos de los soldados se acercaron al hombre que permanecía inmóvil sin pestañear y brazos en alto.

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04/11/2014, 16:38
Lekan Szala

Cuando los dos hombres se acercaron a Szala, él respondió con semblante agrio.

La ayuda que me pueda dar Järvinen no me interesa, Marta. Hay muchas vidas que vivir, yo solo he acabado con la primera. al acabar sus palabras, se movió con una agilidad sobrenatural. Desarmó a uno de los soldados para después golpear con la palma de la mano su pecho, lo estampó contra la pared del pasillo abollando el metal. Cuando ya iba a reaccionar a por el segundo, los demás soldados estaban disparando.

Todo terminó en escasos segundos, los fusiles de los militares acribillaron a Szala que no hizo nada por esquivarlas. Se derrumbó muerto sobre el pasillo.

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04/11/2014, 18:40
Samuel Thorn

Samuel no podía dar crédito a lo que estaba viendo. Nunca había visto a nadie demostrar semejante desprecio por su propia vida...salvo en el caso de enfermos terminales. ¿Era eso lo que le sucedía a aquel hombre?¿Por eso Danchev decía que necesitaba ayuda? Desde luego, por su forma de moverse, podría parecer cualquier cosa menos un enfermo terminal ¿Quizá algún tipo de mutante? Había leído sobre eso, gente que había experimentado mutaciones que mejoraban sus características físicas. El sujeto se convertía en un superhombre hasta que su organismo comenzaba a fallar y se derrumbaba como un castillo de naipes. Era a lo que se exponían aquellos que jugaban a ser Dios. Quizá fuera eso.
Y eso de que había más vidas que vivir, le sonaba a alguna secta de tantas que había, que creían en la reencarnación. No era la primera vez que la ciencia malentendida se ponía al servicio del fanatismo. Se compadeció de aquel hombre que se entregaba a la muerte con total indiferencia.

Pensó en decir algo, pero no había nada que pudiese aliviar el silencio que sucedió a aquel tiroteo, cuando el cuerpo de aquel hombre se desplomó . Miró a LeCompte con resignación. Nada más.

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05/11/2014, 12:20
Agt. Laura Durham

Una nueva advertencia de la Plavalaguna hizo que la estructura volviera a temblar, la amenaza del inminente colapso de la nave. Algunos los militares miraron instintivamente a su alrededor, como si pudieran encontrar la fuente de aquel peligro que venía de todas partes. Durham os llevó a la escotilla que daba a la nave de salvamento, había espacio para veinte personas.

Pasad, hacia dentro. ordenó la agente visiblemente preocupada también por la situación. Sin decir nada más a vosotros, se dirigió a los militares que guardaban el pasillo. Carga preparada, podemos marcharnos.

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05/11/2014, 12:28
Cpt. Kennard Alexandersen

El que parecía dirigir al equipo de militares se dirigió a Durham con una mueca.

Falta otro, nos quedamos a esperar. Salimos en dos minutos. respondió sin admitir discusión alguna.

Os metieron dentro de la lanzadera, Barsamian también entró colocándose frente a vosotros. Durham se quedó fuera junto a los militares, nadie se dirigió a vosotros.

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05/11/2014, 16:29
Juliette LeCompte

Miro perpleja la muerte del hombre que acaban de acribillar sin razón. El hombre que había decidido salvarme a mi, también sin razón. Y que sabía quién era... Me llamó por mi nombre. Estaba confusa y no entendía nada. Aunque me fascinaba la forma en que el señor del sombrero se había deshecho de los guardias antes de dejarse matar. Mis ojos no paran de mirar el cadáver como si fuera un objeto de experimentación. ¿Qué tipo de implantes llevaría? ¿O quizás una modificación genética? Debo hacerme con una muestra del cuerpo... O que nos permitan llevárnoslo, eso sería lo ideal. Conservarlo en frío y llevarlo con nosotros.

Perdida en mis pensamientos miro de reojo al guardia, que vi cuando aquella mujer tan "amable" me interrogó. El hombre me devuelve una mirada que no comprendo. Vuelvo a mirar al cadáver.- ¿Podría llevarme una muestra de sangre a mi laboratorio?- sangre y tejido, algo de tejido sería lo mejor.

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05/11/2014, 23:01
Jack Wong

Una vez en la lanzadera busco una zonas con varios asientos libres, me siento en uno, me sujeto bien con el arnés y por supuesto le doy unos tirones a las correas para asegurarme de que están bien colocadas antes de ajustarlas todo lo posible para evitar los vaivenes al máximo posible, pero no tanto como para no poder respirar.

Una vez bien cinchado miro al agente Barsamian y con una media sonrisa triste levanto el pulgar para indicarle que todo está correcto y que estoy preparado para lo que sea que venga a continuación. Me mantengo en silencio, como el resto.

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08/11/2014, 02:25
Tnt. Marta Danchev

Las reacciones posteriores a los disparos quedaron reflejados en el rostro de Danchev con rabia. Acertó a musitar algo en voz baja, pero suficiente para que fuera escuchado por los presentes.

Desgraciado, ¿por qué ha tenido que resistirse? se lamentó la militar, enseguida dio órdenes a sus hombres de recoger el cadáver justo cuando Juliette intervenía en el requerimiento. Danchev la miró con un asombro poco agradable.

Creo que no la voy a autorizar a eso, señorita. Entre en la lanzadera. Usted también, señor Thorn. Nos vamos. la oficial fue lacónica en su proceder, los militares que recogieron el cuerpo del malogrado Lekan Szala se lo llevaron fuera de vuestra vista, al poco tiempo, junto a un nuevo temblor, regresaron sin el cuerpo.

¡Bien! Todos dentro de la lanzadera. Esta nave se cae a pedazos, fuera, fuera, fuera..

El sellado magnético de la nave de salvamento se cerró cuando estuvisteis a bordo, una instantáneo zumbido os generó una pequeña sacudida anunciando que os habías desacoplado de la Plavalaguna. Los soldados se miraban los unos a los otros, Danchev os miraba a vosotros fíjamente.

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08/11/2014, 04:32
Samuel Thorn

Sam mantuvo la mirada de la teniente.

-Le debo una, teniente. Gracias-dijo Sam sonriendo cortando el incómodo silencio-Si no fuera por usted y por Pauwell, no lo habría contado-.

El recuerdo de su amigo transformó su sonrisa en un gesto de amargura. Miró hacia el exterior para ver los restos del Plagaveluna vagar a la deriva.

-¿Qué le sucedía a ese tipo? El...¿Doctor Szala? Era como si no le importase morir o de hecho, quisiese provocar que lo matasen ¿Qué puede hacer que un hombre quiera morir de esa manera?

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08/11/2014, 21:52
Alexander Smith

Me meto en la lanzadera de emergencia con toda la rapidez que el protocolo permite sin parecer que corro, así que voy a un trote ligero pero sin despegar los dos pies del suelo. Al pasar la lado de Agente Laura le estrecho la mano.

-Muchas gracias Agente- le meneo la mano arriba y abajo, nervioso- buen trabajo.

Me meto dentro de la cápsula y busco el lugar más seguro y más alejado de la puerta. Empiezo a hiperventilar como cuando temontas en una atracción y no sabes lo que va a pasar.

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09/11/2014, 00:11
Cpt. Kennard Alexandersen

Al cabo de poco más de un minuto, dos soldados se acercaron llevando en volandas a un hombre inconsciente. Este llevaba el uniforme de los técnicos de la nave, lo metieron sin decir nada al final de la lanzadera. Cuando estuvo hecho, el capitán que dirigía esa operación ordenó recoger bártulos.

Todos los paquetes en la nave. ¡Nos marchamos! Todos dentro de la lanzadera. ¡Ya! ladró con autoridad, los militares se metieron en el interior ignorando vuestra presencia. Nadie hablaba, cuando se activó el protocolo de lanzamiento de la nave el silencio solo era suavizado por los gemidos metálicos de la Plavalaguna.