Partida Rol por web

¡Maldita sea! Gruñía Frank con fiereza mientras avanzaban por el angosto bosque. ¡¡Malditos sean!! Gritaba más fuerte.
Somos la familia Pabeh. ¡Jamás olvidaré esta afrenta! Continuaba no sin bajar el ritmo de casi carrera.

Ahring les dará su merecido cariño, no te preocupes. Ahora tenemos que seguir avanzando y alejarnos cuanto antes de estas tierras, tenemos que proteger a los niños. Decía una preocupada Hella mirando atrás continuamente y manteniendo la distancia con sus hijos que se encontraban más adelantados para que no oyeran nada.

Era ya mediodía y hacía ya muchas horas que habían debido abandonar su casa a toda prisa.
La mañana anterior tuvo lugar en su ciudad una reunión secreta en que se acusaba a los Pabeh como seguidores del dios Ahring, y esa misma noche serían detenidos, juzgados y... probablemente asesinados. Por suerte Hella siempre tiene ojos donde los demás no llegan y había averiguado las intenciones.
Tuvieron que recoger todas sus pertenencias, por suerte eran una familia poco apegada a las cosas materiales y pronto estaban empaquetados y listos para partir.
Partieron en la primera oscuridad de la noche y no cesaron en todo el día. Si Hella demostró una entereza enorme al no quejarse en ningún momento, más demostró Frank que tuvo que alternar la carga de alguno de sus hijos para que durmiesen en sus brazos

Rick era el hijo mayor pero aún solo tenia 10 años y por suerte era bastante pequeño para su edad, Anna tenía 8 años y si era alta pero para nada pesada.

Así pasaron 2 días avanzando sin rumbo, hasta que el cuervo de la familia regresó y se posó sobre el hombro de Hella graznando.
Debemos ir hacia el sur Frank. Dijo Hella como si acaso hubiese entendido al cuervo.
Así hicieron, hasta que llegaron a un camino dominado por un río. Continuaron hasta la noche y las fuerzas les detuvieron.
Se quedaron en la oscuridad absoluta a la que estaban acostumbrados y nada temían. Sin embargo el cuervo volvió con unas ramas y las dejó junto a la familia.
Debemos encender un fuego Frank. Volvió a comentar Hella que nada había vuelto a decir en todo el camino.

¿Un fuego? Pensó Frank un tanto extrañado ya que no solían hacerlo. Bueno, deberemos calentarnos, no estamos en nuestra casa.

Una vez hecho el fuego escucharon voces. Frank cogió su martillo y Hella se acercó a sus hijos. Rick, no te muevas.

Para su asombro, no eran ni animales, ni enemigos, eran solo familias pacíficas buscando cobijo en el fuego.

El cuervo graznó fuertemente y Hella sonrió. Frank, debemos acojerlos junto a nosotros. Puede que finalmente no estemos solos. Tenemos que volver a empezar. Estamos en casa. Mientras le miraba fijamente a los ojos en la oscuridad y se dibujaba una sonrisa en su rostro

Durante todo el alboroto originado por la perdida de la niña de los Falknen a Frank le entra una pequeña duda y se acerca a su familia para comprobar que sus hijos están sanos y salvos, sobre todo Rick.
Al llegar a ellos y comprobar que están (presupongo que están) y besarlos. Se acerca a su mujer y fuera de las miradas de sus hijos y por supuesto del resto de familias, pregunta a su señora.
Hella, nuestra familia no sabe nada sobre la desaparición de la niña ¿verdad? Dice con rostro totalmente serio pero afable.

Sería ponerlo en esa escena y solo enviándotelo a ti mismo. Ya que es parte de la trama que se desarrolla en esa escena. Tu escena on rol es para cosas del pasado o que ya han ocurrido, no para la trama del momento.

Hace 20 años...

Hijo mío, ven aquí. Hoy es el día. Dijo la madre de Frank.

¿Qué pasa mamá? Respondió un joven chico entreabriendo los ojos en mitad de la oscuridad. Estoy durmiendo, ¿qué pasa? Dijo con respeto pero con cierto enfado.

Hoy es el día. Sal afuera. Tenemos que empezar. Te quiere conocer. Dijo dulcemente su madre con una voz sobreprotectora.

¿Voy a conocerlo? ¿Por fín? Y acto seguido se levantó con ligereza yendo instintivamente a una vela cercana para encenderla.

¡NO! Dijo su madre violentamente. ¡No habrá llama! Furak no puede estar presente, ni ningún otro.  Y con una voz más dulce. Solo él

Es verdad, lo siento. Y Frank salió fuera completamente a oscuras de su pequeña cueva/cabaña en la que vivían. Una pequeña hendidura en la montaña a modo de pequeña cueva, terminada de cerrar con maderas que le terminaban de dar una apariencia habitable. Hacía mucho frío, pero fuera, casi parecía de día. Allí estaba el Ojo de Ahring, más grande e luminoso que de costumbre. Es precioso mamá.

Sí, lo es. Y muy bondadoso. Ya sabes la historia. Comenzó a decir su madre, como quien repitiese un discurso, pero con una melosidad y cariño hacia las palabras que cualquiera las amaría. Él fue traicionado por todos. Dio su vida por nosotros. Él es el verdadero Dios, el único que es justo y lucha por nosotros. Y además nos protegerá cuando abandonemos este mundo. Que nunca se te olvide. Él será justo con los que sean justos con él.

Sí mamá, lo sé. Él es nuestro Dios, él es la justicia y la verdad. Y mis hijos, y los hijos de mis hijos así lo sabrán. Dijo Frank sin dejar de observar al Ojo de Ahring

Ya sabes que el abuelo de mi abuelo, el primogenito de la familia, conoció la Verdad del Mundo cuando Él obró el milagro.
El abuelo del abuelo pudo conocerle y hablar con él, él ayudó a nuestra familia y devolvió a la vida al abuelo del abuelo porque así lo imploramos. Él lo hizo con la condición de que propagasemos la Verdad del Mundo. Por eso el hijo primogenito debe ser el líder de la familia, porque puede que Él algún día vuelva a aparecerse.
Es hora de que lo conozcas hijo mío.

Y acto seguido empezaron con el rito de iniciación para Frank