Partida Rol por web

Es el día del Agua y con el campamento recién montado para pasar la noche pueden ver a pocos kilómetros el resplandor del fuego del campamento de los hombres que andan siguiendo...

Hal contempla a sus compañeros de persecución, está quitandose de encima todo lo que pueda perjudicar su sigilo, aunque no deja sus armas. Una vez, ya sólo, con la ropa de abrigo y su capa de lana, les habla en tono serio.
- Creo que deberíais acercaros a medio camino de los dos campamentos, es larga distancia para que los ruidos lleguen. Una vez allí, si nos tenemos que retirar, lo haremos en vuestra dirección. Si Obendiya os hace una señal con los brazos en alto, es que tenéis que acercaros, si volvemos andando, estad tranquilos, pero, si nos véis correr, preparáos - calla un momento y mira al praxiano, se fija en que lo que lleva encima no vaya a provocar algún ruido pero, principalmente, para verle la cara a la luz del fuego antes de adentrarse en la oscuridad.
- Os quedéis aquí o vengáis un trecho con nosotros, sabed que he elegido la ruta que nos acerca a su campamento con más escarpaduras, intentando que, parte de nuestro avance, se mantenga fuera de su vista y los sonidos no viajen directos a sus orejas. Estad preparados en cualquier caso, quizá ellos intenten lo mismo - añade mientras lanza una mirada más allá de donde alcanza la luz del fuego. Finalmente, comenta algo a Obendiya.
- Cuando nos separemos tú y yo, dejaré mi escudo contigo, lo haré mejor si no lo llevo. Si ves algo que no entiendes, no lo dudes, invoca la ayuda de los espíritus y el poder de tus dioses - sonrrie al darse cuenta de que su consejo no era necesario - ten cuidado amigo.

Mientras se montaba el campamento habían estado debatiendo sobre montar una expedición de espionaje sobre los ladrones. Prácticamente había unanimidad en el hecho de que sería de gran utilidad conocer la composición de ese grupo y medir sus fuerzas, por si tuviese lugar un enfrentamiento.

Sin embargo, Krunk aún no había dado su aprobación a la expedición cuando los humanos Hal y Obendiya comenzaban a prepararse para la expedición asumiendo que era lo más lógico y que además eran los más capacitados para ello.

Tres Tubos aprovecha para recordarles su postura.- Recorrdad que ellos podrrian tener la misma idea de espiarrnos. Crreo que deberriamos quedarrnos y defenderr el campamenta por posibles sabotajes o ataques sorprresa.

Finalmente, Vorkadung dirige una mirada a su capitán esperando que se pronuncie, aunque sea de forma tácita, y exponga sus matices al plan.

El mostali de oxidada barba está comprobando que todo esté en orden en el campamento. Mientras los humanos hacen de avanzadilla y estudian a los ladrones de lejos, los mostalis permanecerán en el campamento montando guardia. Acercarse todos y dejar el campamento desatendido o con la mitad de personal es un riesgo grave si los ladrones les han visto y quieren atacarles esta noche. Y los humanos con sus monturas pueden escapar rápidamente si son atacados.

- Tres Tubos, Botas Ligeras: primera guardia. El Roto y Rompepiernas harán la segunda. Martilloalto y yo nos encargaremos de la tercera. Tened los sentidos bien alerta.

- De acuerdo pues, dejaremos a Michabo y Negraluna a una distancia adecuada, atados a alguna rama, no creo que distingan entre los sonidos de sus animales y los de nuestras monturas - expresa el orlanthi con más esperanza que convencimiento. Mira a Swot antes de partir, esperando que comprenda sus preocupaciones en ese breve gesto.

Obendiya asiente con el semblante serio.

- Partamos pues, mientras la noche nos ampara. Yo me detendré a distancia de tiro de mi arco y te cubriré si tienes que escapar.

Se vuelve a los mostalis antes de emprender la marcha.

- Si volvemos, será antes del amanecer... permaneced atentos.

Señor, sí señor!

Una vez se ha pronunciado el capitán, evidentemente, obedeció... además le parecía lo más lógico, que se arriesguen los humanos, que para eso están, y nosotros nos encargaremos de trabajo duro si hace falta.

Los dos hombres se sumergen en la noche, al principio las sombras los transforman pero, unos pasos después, la oscuridad desdibuja sus figuras. Avanzan con cautela, permitiendo a sus ojos que se habitúen a la escasa luz otorgada por la luna y las estrellas. Teniendo en cuenta que, los hombres del campamento enemigo, podrían hacer lo mismo y cruzarse con ellos en la negrura, a penas hablan y, cuando lo hacen, solo emplean susurros y frases cortas.

- Buscarré un lugar adecuado para la vigilansia, capitán. -Contesta a Krunk, y mira al enano de plata al tiempo que levanta la barbilla haciéndole un gesto para que le acompañe.- Vamos, maese Argörath. Y ya sabes, si hay prroblemas cúbrrete detrrás de mí.

Cuando el hechicero le acompaña, busca un lugar para la vigilancia y comprueba sus armas.

Durante la vigilancia presta especial atención a detectar cuál sería la zona más propicia para un ataque o espionaje en el campamento y presta mayor atención a esa zona, y cuando tenga que hacer el relevo informará de la zona que el cree más vulnerable.

Obendiya dirige a Michabo con cautela, avanzando al paso y atento a no meterse por terreno peligroso. Las monturas son muy reticentes a moverse en la noche y hay que conocerlas bien para mantenerlas calmadas. Sus sentidos también están atentos a los sonidos de la noche, y a los movimientos que puedan producirse en las sombras...

Los dos jinetes se alejan en la oscuridad y pronto desaparecen en la noche.

- Como ordenes Crisol Hirviente - Contesta al capitán Krunk y se dispone a seguir a tres tubos. A medida que se van alejando el mostali de plata va rumiando palabras en voz baja - En nuestro anterior encuentro las caprichosas fuerzas de la naturaleza me volvieron a recordar que hay que ser precavido... apenas pude iluminar unos cuantos metros con cada piedra - una sonrisa le ilumina la cara - No cometeré el mismo error dos veces - 

Argörath se lleva a la guardia su saco de dormir y su lona impermeable.

Introduce la cabeza de gremlin que adorna la parte superior del báculo de plata, dentro del saco de dormir; pero no tanto como para no poder manipularlo - Verás, amigo mio - se dirige a Tres Tubos - Esta vez la luz no será un problema; si bien para realizar este conjuro he de ser precavido, puesto que nos podrían ver a gran distancia si no tomamos las medidas necesarias. La cabeza de gremlin oculta una gema que, con el conjuro de brillo, me ha sido de utilidad en muchas ocasiones - Le señala la lona impermeable que ha traido - Ten, coge eso y tápame bien; no me llevará mucho tiempo... espero -

El mostali de plata comienza sus cánticos rituales para asegurar el éxito del conjuro, y una vez terminado oculta la gema en el ingenioso mecanismo y avisa a su compañero de que todo ha salido bien.

El pequeño mostali estuvo todo el rato en silencio y pensativo, tanto, que no abrió la boca para dar su opinión respecto a los planes que surgieron. Después de todo, él no era más que un picapiedras y en ese aspecto poco podría aportar a la misión de reconocimiento que se habían auto-asignado los humanos. Su semblante era serio, más de lo normal. Cuando le asignaron la guardia con "el roto" dirigió su mirada hacia su compañero de vigilia y asintió levemente con la cabeza.

Cerca de seis horas más tarde, los dos humanos regresan al campamento. Parecen cansados tras todo un día de viaje y además media noche de ida y vuelta de acechar en la oscuridad el campamento enemigo. Ahora es el momento de poner en conocimiento del grupo lo que han observado y tomar decisiones: continuar siguiéndoles, intentar acercarse y contactar con ellos de forma amistosa... o atacarles.

Quedan unas cuatro horas de oscuridad, tiempo suficiente para llegar al campamento de los ladrones antes de que amanezca.

El guerrero se baja del bisonte y le palmea la joroba. Toma algo de agua, y como se siente algo hambriento, mastica un pedazo de cecina.

- Son seis, el líder, cuatro guerreros y... según Hal un tipo misterioso, envuelto en vendas y de aspecto muy siniestro. También está la telmori... encadenada. Pero... que sea Hal el que de los detalles... él fue el que se acercó hasta casi olerles el aliento.

- El líder es un encapuchado, quizá sea un brujo, no lo sé. Es a él a quién siguen los demás. No discuten entre ellos, él ordena y los demás obedecen, no les da explicaciones. Cuatro parecen escoltas y no creo que sepan muchos detalles. En cuanto al sexto, ese me hiela la sangre, va encapuchado pero, vestido con harapos, lleva sus manos vendadas y nunca habla ni se mueve, permanece quieto guardando la carreta y a la chica. Ella está viva pero, encadenada y amarrada a la carreta, no es fácil soltarla sin hacer ruido. Le queda poco tiempo, pues han hablado de que están a punto de salir de su territorio y ya no la necesitan - comenta sin gran esperanza de que les importe. Tras una pausa para beber un trago, mira a Obendiya y les cuenta lo mismo que le ha contado a él.
- Entre los mios se habla de un Pantano, morada de un Nigromante, un brujo capaz de levantar a los muertos. Si estoy en lo cierto, imagino que al sexto no hará falta relevarle en toda la noche, si hablamos de brujos no hay límites a sus horrores. Aunque, podría ser un uz que duerme de día y vigila por la noche, ... uno muy callado y muy quieto - calla un momento para ver sus reacciones y sigue.
- He visto como dejaban dos vigías, uno sobre una elevación rocosa y otro rondando el campamento. Los otros tres duermen.

Opino ke negosiarr va a ser komplikado... dijo dejando entrever sus opciones.

Swot se mesa la barba pensativo.

- Mi opinión es que no debemos contactar con ellos. En cuanto vean que somos un grupo numeroso de mostalis por estas tierras pensarán que vamos tras ellos. Nos atacarán a la primera oportunidad. Y un combate probablemente de al traste con la misión, puesto que podríamos no enterarnos de sus propósitos, que es lo que se pretende.

Luego mira a sus compañeros, Hal y Obendiya.

- También es muy arriesgado que os unais a ellos vosotros solos mientras los mostalis os seguimos en la distancia... estaríais en clara inferioridad y podrían acabar con vosotros durante la noche.

Al final, hace un gesto negativo, de resignación.

- Creo que lo mejor es seguir como hasta ahora, pisarles los talones y mantenernos alerta por si nos intentan emboscar si se dan cuenta de que les seguimos. ¿Que piensa el capitán? -dice mirando a Krunk.

Viendo que todos los que querían dar su opinión lo habían hecho ya, el capitán se pronuncia.

- Estoy de acuerdo contigo, Roto -dice con cierta incomodidad, como si estar de acuerdo con Swot fuera malo. Nos mantendremos tras ellos mientras atraviesan el territorio de los dragones. Hal y Obendiya seguirán siendo nuestra avanzadilla y nos guiarán tras sus pasos, volviendo por la noche al campamento. Descansemos ahora, continuaremos camino al amanecer.