Partida Rol por web

Tus plegarias se cumplen ya que en cuanto despegas tu hermano te llama. Parece nervioso y muy preocupado.

- Ven urgentemente a la sede, los alemanes han vuelto...se han enterado que he estado indagando y han enviado a sus matones...de momento estoy oculto pero no sé cuando tardarán en encontrarme...tienen al menos un tecnificado y armas de gran calibre...

Escuchas pasos metálicos y una voz conocida en alemán:

- Hier ist die wissenschaftliche. Perfekt!

Luego escuchas un click. El teléfono de tu hermano no conecta...

Por un momento, creí que no lograría abrir aquel portal hasta un tamaño suficiente, lo bastante rápido. Los gestos para abrir el tapiz del espacio eran sencillos, pero continuar gesticulando para modificarlo sobre la marcha era extraordinariamente complejo... Y agotador. Ogro era enorme, y aunque el portal se abrió y creció bajo sus pies creí que lograría desplazarse hacia un lateral a tiempo de sujetarse a este lado del pliegue y evitar la caída. En un determinado momento, tuve la impresión de que algo empujaba su inmenso cuerpo hacia el interior del portal, o que algo jalaba de él. Solamente cuando el portal se cerró, miré a Adele de reojo.

¿Había sido ella?

Saqué un pañuelo de tela del bolsillo y me lo pasé por la frente, limpiándome el sudor, y al guardarlo de nuevo saqué la cajetilla de tabaco.

Me debes una, tortuga ninja. -Dije a Rafita, prendiendo el cigarro, antes de mirar hacia arriba en busca del "meteorito humano"- ¡La hostia! -Exclamé sorprendido, al ver que había caído bastante más lejos de lo que había calculado, y estrellándose en un edificio- Espero que eso no me lo descuenten de la paga... -Murmuré con ácido humor, aunque en realidad me preocupaba más que se hubiera llevado a alguien por delante.

A mi espalda apareció el saltimbanqui, sobresaltándome. Joder, se movía rápido, ágil y silencioso. A ese paso iba a darme un ataque, con tanto sobresalto. Pensé que se cabrearía por quitarle a su presa, pero el chaval tenía ánimo constructivo y los disparos del interior dejaban claro que aún había gilipollas dentro a los que echar mano, de modo que...

¡No gastéis fuerzas! -Grité a los agentes que trataban de impedir que entrase al edificio- No le vais a echar mano, joder, si se mueve más que la compresa de una coja... -Bromeé dando otra calada al cigarro, antes de ejecutar un rápido movimiento con mi mano libre y que se abriera un portal a mi costado, a través del cual pude visualizar a Adele en el tejado, de espaldas a mí- ¡Vamos, guapa, esto no va a estar abierto todo el día! -La apremié para que cruzase, descendiendo de aquel tejado, aunque no esperé a verlo, sino que busqué al agente más cercano, acercándome a él con el cigarro en la boca- ¿A quién hay que untar para conseguir un comunicador de los vuestros? No me entero de ni hostias de lo que está pasando ahí dentro...

No había logrado mover a aquella mole como había pretendido, pero sí ejercí en él la fuerza suficiente como para ayudar a que terminara colándose por la mágica abertura. No tardó en desaparecer de nuestra vista, tardando un poco más en hacer acto de presencia. Mientras me preguntaba por dónde bajar vi algo caer. Era Ogro, que terminaba por estrellarse contra un edificio, atravesando más que la azotea. Si no había muerto, poco debía faltarle.

Me llevé una mano a la boca por la sorpresa, pero extrañamente no tardé en recomponerme, fijándome en el movimiento que se daba abajo. Parkour incluso trataba de entrar en el edificio, mientras algunos agentes trataban de impedírselo. En ese momento otra de aquellas mágicas puertas se abría ante mí, pudiendo ver a Josu, quien me apremiaba a que bajara.

- ¡Voy, voy! – dije apresurada, agarrando mi falda para pasar por aquel portal.

Escuché entonces la petición del detective. Ciertamente saber qué sucedía en el interior sería de gran ayuda.

- A lo mejor puedo ayudar con eso… - respondí acercándome a él, antes de cerrar mis ojos, tratando de concentrarme en las mentes que había en el interior de aquel lugar y descubrir así algo de lo que pasaba dentro.

Me detuve al recibir la llamada de mi hermano y descolgué en seguida, pues aquello suponía que había encontrado algo verdaderamente útil, pero cuando escuché sus palabras, gruñí de tal manera que casi parecía que también iba a morder a alguien.

- Tenemos que ir donde mi hermano. - Dije a María con un tono que no admitía un no por respuesta. - Han mandado a unos matones alemanes a por él y tienen un tecnificado y armas de gran calibre.

- ¿Qué coño quiere decir  "Hier ist die wissenschaftliche. Perfekt! ". - Solté algo parecido a eso, porque lo mío no era el alemán.

De todas maneras, en aquel momento lo único que quería era machacar alemanes.

- Como toquen a Abraham les va a faltar mundo para esconderse.

Veo caer a Ogro y derruir un edificio cercano... ¿no podía mandarlo algo más lejos por si sobrevivia? no me apetecía enfrentarme a esa cosa cabreada. Por encima Josu dice que le debo una, tuerzo un poco mi gesto de tortuga.

Ok, trato hecho la siguiente vez te pones tu delante para que te partan la cara y yo me encargo del tipo... Le respondo en tono socarrón.

Era una pena que las cámaras aun no hubieran llegado, las imagenes de la caida y la destrucción del edificio habían sido francamente espectaculares, una autentico desperdicio.

Espero a reunirnos para incitar a Josu.

¿Entonces irás tu delante? Le comento con una media sonrisa aunque no tardo en adelantarme con mi forma de tortuga, me pienso adoptar la forma de lince que sería mejor para saber lo que nos encontraremos pero viendo a Ogro me siento más seguro con mi caparazón por ahora.

- Tu hermano es la prioridad...sal volando que yo te alcanzo en un momento...me pongo la armadura y salgo a apoyarte. Y quiere decir..."aquí está el científico, perfecto". Parece que buscaban a tu hermano por algo... - te dice María mientras sale corriendo a ponerse la armadura tecnificada y salir a apoyarte.

En cinco minutos María se pone la armadura y sale volando ya como Dagoon hacia el cielo.

- Bien Atta, ahora dime si hay defensas antiaéreas en vuestro edificio por si se les ha ocurrido dejarnos un regalito a esos alemanes...yo los distraeré y atraeré su fuego...haré algo de destrozo porque me tienen que escuchar y ver como amenaza. Tú entra de manera sigilosa y saca a tu hermano...

A medida que os acercáis a la máxima velocidad que dan vuestros dispositivos empezáis a tener la extraña sensación de que os están esperando.

Observas tu entorno y notas cómo en uno de los edificios colindantes al que os encontráis parece haber movimiento. Muchas sombras y parecen ir fuertemente armadas. Empiezas a pensar que la información que tenía la policía era errónea o algo peor...falsa para provocar un enfrentamiento. La presencia de Ogro lo atestigua...

Detectas al menos veinte personas en ese edificio. Todas ellas están "encendidas", aunque notas al menos un par de ellas apagadas. Es posible que haya algunas apagadas del todo.

Los pensamientos son una mezcla de odio, miedo...parece que el enfrentamiento entre ambas fuerzas está siendo duro. 

Josu se acerca a un agente y éste le contesta con:

- No tengo idea señor. Pero puedo conseguirle al menos uno... 

Le entrega a Josu el suyo. Está algo sudado por el pánico que está sufriendo el hombre tras ver a Ogro lanzar coches y desaparecer en un portal mágico.

- Si quiere puedo ir a ver si en central hay más...no es ninguna molestia - Se ve que quiere salir cagando hostias de allí. - Por cierto transmitimos en el canal 2. - dice marcando el número 8 en la petaca del comunicador que va a la cintura.

Parkour sigue avanzando y ya está escalando la fachada para entrar a través de un piso superior, su amiga parece que va a hacerlo desde la azotea porque lanza su lanzagarfios para entrar desde arriba.

Silvestre decide mantener su apariencia de tortuga ya que le brinda mayor protección. En cambio Adele parece concentrada en obtener información del interior...

En un momento Parkour detiene su ascenso y grita:

- Llegan sus refuerzos... - señala con su dedo a un grupo de hombres que están en la azotea del edificio donde aterrizó Ogro. Son seis al menos y parece que están observando la situación.

Me mantuve concentrada varios segundos abstrayéndome de lo que se hablaba a mi alrededor. Pronto comencé a percibir los pensamientos que se entremezclaban en el interior. Miedo, odio… Aquello era muy desagradable. Sentí un escalofrío incluso al darme cuenta de las diferencias entre unas mentes y otras. No podía estar segura, pero todo parecía indicar que ya había varias bajas.

Al escuchar a Parkour hablar sobre los refueros abrí mis ojos, volviendo a mirar al frente, para acto seguido hacerlo hacia arriba siguiendo su dedo; donde había seis hombres más.

- H-hay una veintena de personas ahí dentro. – dije mirando a mis compañeros. – Creo que hay gente inconsciente y puede que… Puede que también muerta. – expliqué con pesadumbre. – Las cosas están muy feas ahí dentro, mucho. – añadí contundente. – Pero tenemos que hacer algo... ¿Alguna idea?

Mi rostro se alzó de nuevo y mis ojos se quedaron fijos en aquellos tipos, tratando de leer en sus mentes, por si así podía adelantar sus siguientes pasos.

No hacía falta que me dijera que la prioridad era mi hermano, pues aunque en su lista de prioridades no lo hubiera sido, en la mía no había nada más importante.

- Mierda, mierda...

Mi hermano era muy listo, eso no lo dudaba nadie, por lo que seguro que se le ocurría alguna manera de que no lo encontraran o de que no se lo cargaran... Era demasiado listo para que lo mataran sin más ¿no? Era de ese tipo de personas que son muchísimo más útiles con vida.

- Es probable que sea porque es el mayor empollón del planeta. - Intenté bromear, pero en aquel momento estaba lo suficientemente preocupada como para que la broma no sonara demasiado convincente.

Asentí cuando María me pidió información sobre el edificio y directamente le pasé los planos, incluyendo sus defensas.

- Ten cuidado con esa mierda de alemanes.

Antes de entrar al edificio, eché un vistazo, pues imaginaba que estarían preparados por si venía alguien.

Apenas dediqué una mirada de reojo a Rafa, mientras daba una calada al cigarro, como respuesta a su "agradecimiento". Estaba claro, para la siguiente ocasión habría que dejar que se llevase al menos la primera hostia antes de intervenir. Quizás así, cuando le hiciesen una estética gratis en su perfecta jeta, se le bajarían un poco los humos.

Nah, ni por esas sería capaz de dar las gracias...

En realidad, aquello me alegraba. Bueno, quizás alegrar no fuera la palabra más apropiada. De hecho, la alegría no era un concepto que existiese siquiera en mi vida. Me satisfacía. Me aliviaba. No sería responsable de que la muy hija de puta le hiciera nada. Rafa no me caía excesivamente bien, pero tampoco quería su muerte sobre mi conciencia.

Le ignoré completamente mientras me acercaba al agente, momento en que miré de soslayo los edificios de alrededor. Y los vi. ¡Grandísimos hijos de...! Resoplé tras pedir al agente una emisora, y apenas me giré para mirar a Adele cuando se ofreció a ayudar con la información de lo que sucedía en el interior. ¿El interior? Eso ya me preocupaba bastante poco. El agente estaba acojonado, no cabía duda. Me recordó otros tiempos, cuando aún tenía miedo, cuando aún tenía algo que perder. Aquel hombre tendría familia, amigos, esperanzas y sueños. Aquel hombre tenía una vida, una de verdad.

¿En central? Sí, eso parece una buena idea... -Dije mirando alrededor, asqueado. Adele pasaba su informe de la mierda de dentro, que estaba muy chungo, pero para mí las cosas fuera tampoco eran una fiesta precisamente. Más aún cuando Parkour advirtió de la llegada de más refuerzos aún para los "malos", unos cuantos tipos cerca de donde había aterrizado Ogro. Las cosas se ponían peor por momentos- ¿Valladares puede oír esto? Bueh, da igual... -Rezongué, cogiendo la emisora y activándola para transmitir- A ver, quien esté al mando del equipo alfa de los cojones. Aquí Josu Bergara. Ogro ha caído, no podemos confirmar si está muerto, inconsciente, o sólo cabreado, pero de momento no está por aquí lanzando coches y "maderos" de un lado a otro. Pero estos cabrones han pedido refuerzos y sus amiguitos están llegando, son unos cuantos y con bastantes armas. En la puta calle estamos expuestos de cojones, así que vamos para adentro. Estaría bien que nos dijerais cómo está la cosa dentro y que no nos deis un tiro por error. -Expliqué, de mala gana- Cambio, o como coño se diga. -Me enganché la emisora al cinturón, cubierto por la gabardina, y miré al policía que la había entregado- Tú verás, ven con nosotros o lárgate de aquí y vuelve con más refuerzos si Valladares puede enviar la caballería. Pero no te quedes aquí en medio, que eres una diana con patas, como todos.

Me giré y suspiré mirando a mis compañeros. Joder, éramos un grupo variopinto de la hostia. Los dos justicieros no parecían atender muy bien a razones, aunque a Parkour ya intuía más o menos por dónde cogerlo. La tía no lo tenía claro, porque se había mantenido aparte y ni había abierto la boca. Rafa, aparte de tocar los cojones, no sabía qué intenciones tendría, pero supuse que querría ir donde estaba en fregado, y no era difícil discernir que eso era dentro. No terminaba de entender cómo un periodista pretendía convertirse en centro de una noticia participando activamente en la redada a cubrir, pero eso era asunto suyo. Adele era quien más me sobraba. De algún modo, su presencia en aquel infierno era lo que me hacía sentir más incómodo. No es que fuera ninguna inútil, estaba claro que tenía cosas que aportar, pero sin duda yo me sentiría mejor si estuviera muy lejos de allí sin una diana en la nuca.

Vale, gente... -Dije mientras caminaba hacia el edificio, tirando la colilla de mi cigarro al suelo con un gesto brusco- ...tenemos hijos de puta en ese edificio de allí... -Señalé el edificio donde había caído Ogro- ...tenemos hijos de puta en ese edificio de allí... -Señalé el otro edificio, uno cercano, donde había visto a aquellos hombres en las escaleras tomando posiciones- ...seguramente tendremos más hijos de puta en otros sitios o de camino... -Me encogí de hombros- ...y estamos expuestos de cojones en la puta calle, que esos cabrones tienen armas de fuego para freírnos a distancia. El equipo alfa está dentro y les están dando estopa, yo me piro dentro. ¡Que vengan si quieren! -Al menos, en espacios reducidos perdían parte de su ventaja táctica: la distancia. No era algo que me influyera a mí personalmente, que podía responder a sus balas con chorros de energía mística en bruto a grandes distancias, pero algunos de los que estaban conmigo podrían aprovechar mejor sus virtudes si les obligábamos a acercarse. Había otra opción, claro. Podía abrir portales a ambos edificios y caerles encima como un comando de artistas marciales y tortugas ninja mutantes con mentalidad adolescente. De hecho, sería la mejor opción si el equipo alfa no estuviera cayendo como moscas. Pero lo estaban, así que no me parecía lo mejor perder el tiempo atacando a los refuerzos de quienes les estaban dando matarile- Si queréis quedaros aquí, adelante. Yo les espero dentro, a lo Trescientos. -Afirmé dirigiéndome al interior.

Intentas acceder a la mente de alguno de ellos y puedes ver que el caos impera en sus mentes; pero notas que en algunas de las mentes aumenta la tranquilidad. Son la de las personas que se están defendiendo, por lo tanto los neonazis. Parece que se están tranquilizando y empiezan a organizarse defensivamente. Puedes ver como esas mentes se mueven y empiezan a protegerse en el edificio. Eso significa que algo ha pasado o les han comunicado algo...

Escuchas una voz entrecortada de uno de los agentes del interior del edificio.

- Aquí el sargento Gómez. El teniente ha caído así que estoy yo al mando del equipo...estamos parados en el tercer piso. Nos enfrentamos a hombres bien armados y organizados, armas de gran calibres creo que HKs alemanas. Munición KTW. Poseen también granadas de humo y convencionales. Al menos hemos sufrido veinte bajas, quedamos activos doce hombres pero tres de ellos están heridos. No puedo determinar el número de enemigos que quedan en activo. Hemos eliminado al menos a quince.

Parece ser que el asalto no ha salido nada bien, aunque han diezmado a los neonazis.

La mente maestra de la operación hace acto de presencia vía radio.

- Josu, soy Valladares. ¿Podéis parar a los refuerzos que les han llegado? Con aguantarlos unos minutos es suficiente. El GEOM está en camino pero tardarán al menos diez minutos en llegar ya que no pueden utilizar medios aéreos.

Hace una pausa, y escucháis que le murmura unas órdenes a alguien que tiene al lado.

- Ahora mismo enviamos a los equipos Beta y Omega para apoyaros a vosotros y al Delta y Epsilon a ayudar al equipo Alfa. La policía local y los nacionales han empezado a acordonar la zona y evacuar heridos.

Los enemigos que acaban de llegar se preparan para actuar, desde la azotea donde se han colocado uno de ellos se asoma a la calle y por fin podéis verle la cara. Parece que lleva una armadura tecnificada aunque no como la de Iron Man. No parece querer ocultarse y usando un amplificador de voz grita a la calle con un claro acento germano.

- Creo que es mejor que os rindáis ya. Veo que habéis eliminado a Ogro pero no podréis con nosotros...rendiros y dejad que mis hombres marchen y no habrá más muertes...si no lo lamentaréis...

Mira hacia uno de sus hombres y grita órdenes en castellano que las podéis entender perfectamente:

- Gargantúa, si no se rinden destruye un par de edificios. Cuantas más víctimas mejor... - mira hacia el otro lado y grita - ...Varano lo mismo pero en este mismo edificio. El resto ocultaros y prepararos para atacar...

Por fin ha dado la cara el hombre que manda sobre la operación.

Gargantúa es un metahumano que suele cooperar con Ogro, es famoso por pertenecer a un grupo de mercenarios metahumanos que se venden al mejor postor. Sus poderes son superfuerza y superconstitución. Suele trabajar con otro villano llamado Davenfort, que es un tecnificado.

Varano es más músculo, ha salido en algunas noticias donde ha provocado atracos a bancos bastante famosos. Suele trabajar con Alaska y Decibelio, una pareja de villanos residentes en España. 

Es posible que estén acompañados por sus compañeros de siempre, parece que han contratado a músculo mercenario para esta misión.

La comunicación con el sargento me dejó un nudo en la garganta y los ojos abiertos como sellos místicos. Ni puta idea de armas y munición, pero con los efectivos no me salían las cuentas. Veinte bajas de treinta y dos hombres parecía un resultado desastroso, con tres hombres heridos y sin terminar la redada. Quince enemigos abatidos, dios sabía de cuantos en total. No, no salían las cuentas.

Necesitaban nuestra ayuda. Para ayer.

Sin embargo, Valladares apareció con su voz de tenerlo todo bajo control, pidiéndonos justo lo contrario a lo que me pedía el cuerpo. En lugar de acudir en ayuda de sus hombres, cortar la llegada de los refuerzos de aquellos malnacidos.

¿Estás seguro, jefe? Lo de ahí dentro tiene pinta de... -No terminé la frase, sorprendido por la aparición del que parecía el jefe neonazi. Sólo por el acento, ya di por sentado que se trataría de Kruger. Y por cómo nos amenazó, comprendí que no estaba sólo. Y no era lo peor. Me sonaban aquellos nombres- Valladares... Kruger tiene aquí a Gargantua y Varano, y probablemente a sus colegas sospechosos habituales. Si esos equipos tardan tanto en llegar, sólo van a encontrar nuestros cadáveres. -Le dije, suspirando- Que se den vida.

Dudé durante un instante si guardarme aquella emisora. No parecía probable que la fuera a volver a usar, tal como iban las cosas. Si mis peores temores se cumplían, algo que por otra parte sucedía a menudo, aquello se nos venía muy grande. Solté el aparato, que se estrelló contra el suelo con un estridente sonido plastificado, y miré alrededor a mis acompañantes.

Ese Gargantúa es una mala bestia, y suele currar con un tecnificado. Varano es aún peor, y se hace acompañar a menudo por Alaska y Decibelio, todos metas por supuesto. -Les expliqué, con aire abatido, sacando unas gafas de sol del bolsillo interior de mi gabardina y comenzando a limpiar malamente las lentes negras- Es muy posible que esté toda la cuchipandi, así que, si alguien tiene bastante sentido común como para querer salir de aquí, que lo diga. Puedo abrirle una salida. -Propuse, poniéndome las gafas.

En fin... -Murmuré con desgana- ...palmar haciendo algo bueno va a ser todo un corte de mangas a esa hija de puta. Habrá que darse el gustazo.

Elevé la mirada y carraspeé antes de alzar la voz.

¿¡Freddy!? ¿¡Me oyes bien, Freddy!?¿¡O prefieres Kruger!? ¡Da igual, puedes llamarme Josu! ¡O puedes llamarme "maricón de mierda", si quieres! ¿¡Sabes por qué!? -Saqué un cigarro y lo encendí con calma, dando una buena calada y señalando al nazi con los dos dedos que lo sujetaban- ¡Porque si el traganiños ese causa un sólo derrumbe, voy a ir ahí y te voy a dar por el culo! ¿¡Entiendes el concepto, alemán de los cojones, o te busco un traductor!? ¡Y si el lagarto Juancho ese hace algo distinto a tomar el sol sobre su roca, voy a subir ahí y te voy a dar por el culo! ¡Y como tú y tu banda de paletos arios no depongáis las armas y os entreguéis, adivina qué! ¡EXACTO! ¡Voy a ir ahí y te voy a dar por el culo! ¡Y llevo mucho tiempo sin follar, no va a ser delicado ni con cariño, pero seguro que aún así me echas de menos en el agujero donde vas a acabar! -¿Igual me estaba pasando un poco? ¡Qué más daba! Si había que palmar, mejor no quedarse a medias- ¿¡Te he parecido lo bastante claro, culofino!?