Partida Rol por web

- Estoy segura.

Terminé por confirmarle a Josu mentalmente. No sabía si me quedaba algo que perder, pero de que quería hacer aquello estaba totalmente convencida. Había percibido varias mentes desconocidas, y seguir a cualquiera de ellas se me antojó dar palos de ciego, lo cual no podíamos permitirnos teniendo otro peligro inminente frente a nuestros ojos. Así, decidí entrar por el portal que abrió Josu para aparecer en la azotea frente a Gargantúa.

- Hay mucha más gente por aquí que no vemos, estad atentos. - advertí a mis compañeros mientras cruzaba el portal.

Sin más dilación, traté de usar mis poderes telequinéticos para empujar a Gargantúa, queriendo comprobar si era capaz de moverle y en qué medida.

La primera en atacar es Inezumi que lanza un cuchillo contra Varano pero falla por completo. A continuación Parkour se lanza contra el reptiloide de dos metros y se marca una patada voladora en su cara cruzándosela pero sin producir el efecto deseado ya que en la cara de Varano se muestra una mueca que parece indicar una sonrisa.

Varano cruje sus nudillos y parece desear lanzarse a la acción contra los dos mosquitos que están atacándole. Estira su brazo sacando a relucir unas garras muy afiladas e intenta golpear con ellas al joven artista marcial pero la velocidad de Parkour parece impedir que sea golpeado de momento...al menos Varano ha quedado "inutilizado" y el edificio parece respirar en paz.

Detrás suya Inezumi se prepara para realizar otro ataque a distancia mientras Parkour intenta flanquear a Varano.

Josu se prepara para lanzarle un rayo a Kruger que se acaba de dar cuenta de la estratagema del mago y como Josu puede ver en su cara mientras se gira para encararle no parece estar de muy buen humor.

- Buen truco...pero has cometido un grave error...

Su amenaza de momento no se concreta pero puedes ver que va protegido por una armadura tecnológica parcial que parece suministrar más fuerza a sus miembros y notas como existe un fulgor azulado a su alrededor.

Kruger desenfunda dos pistolas conectadas al armazón de su armadura y se prepara para disparar...aunque Josu parece tener la iniciativa en este caso.

Adele se planta delante de Gargantúa tras cruzar el portal. Rafael de momento no lo hace pero es previsible que lo haga en poco tiempo para apoyar a la telequinética que a priori no es rival físicamente para la mole de Gargantúa.

La joven se concentra y lanza una onda de choque contra el metahumano, nota la diferencia de que Gargantúa es mucho más fuerte que Ogro ya que a pesar de ser un ataque directo sólo logra moverlo medio metro hacia atrás. El problema es que mantener esa onda costará mucho y es posible que Gargantúa se libere y se lance a toda velocidad a por Adele...y será como si un AVE atropellase a un cervatillo.

Haciendo uso de su inmensa fuerza logra clavar un pie en tierra para lograr un mayor apoyo, eso hará que cueste un poco más moverle aunque no le permitirá llevar la iniciativa en combate.

El grandísimo hijo de puta iba bien preparado. Era lo malo de la tecnología, según mi mentor el doctor Baskerville: cualquiera podía volverse poderoso sin esfuerzo ni merecimiento. Al menos, quiénes aprendíamos a plegar la realidad manejando corrientes de energía mística, teníamos que pasar años estudiando y expandiendo nuestras mentes y percepciones.

Claro que eso no nos libraba de cabrones, sólo hacía que esos cabrones tuvieran que esforzarse.

Pero Kruger tenía una puta armadura. No entendía mucho de esas mierdas, pero las conexiones en sus extremidades parecían indicar algún tipo de potenciación corporal. Sí entendía de fuerzas, y aquel fulgor azulado a su alrededor tenía toda la pinta de ser un jodido campo de fuerza.

Más valía que Valladares se diera prisa...

¿Sólo uno? Venga ya...

Alcé mi mano, dispuesto a arrojar sobre él un chorro de energía en bruto. No sabía si superaría su escudo, pero sólo así podría comprobarlo. Me preocupaban más aquellas pistolas, aunque tenía un as bajo la manga que aún no había empleado. Cuando fuera a dispararme, abriría un portal frente a mí, con el acceso mirando en su dirección. Con suerte, los tiros cruzarían el umbral para reaparecer... directos a la espalda de aquel puto nazi. Y aún abría tiempo para dispararle otro puto rayo.

Apenas había logrado mover medio metro a aquella mole. Sin duda no era el tipo de rival más adecuado para mí, pues poco podía hacer con mis habilidades. Sin embargo, la idea había sido que ayudara a detenerlo, no que tuviera que hacerlo yo sola.

- ¿Rafael? ¿Se puede saber dónde estás? – pregunté más que tensa mediante el enlace mental.

Comencé a elevarme del suelo, queriendo quitarme del camino de Gargantúa por si este conseguía liberarse antes de que el presentador entrara en acción. Esperé con paciencia, alerta por si tenía que apoyarle en cuanto apareciera. De no ser así, tendría que pensar en un plan B.

Valladares nos había pedido que los entretuviéramos, y aquello era algo que sí podía hacer yo sola llegado el caso, aunque temía que los hombres de este tampoco pudieran detenerlos cuando llegaran. Teníamos que hacer cuanto nos fuera posible, de eso no cabía la menor duda.

Me distraigo por la rapida sucesión de los eventos y antes de darme cuenta Adele ya no esta a mi lado, cruzo rápidamente a donde esta para ayudar a protegerla de Gargantua.

Sea lo que sea que estan haciendo creo que disponemos a lo sumo de un par de minutos. Les informo.

No me gusta lo más minimo el cariz que estan tomando las cosas y ni tan siquiera se si han llegado las camaras para filmarlo para las noticias de la noche.

Inezumi le lanza otro cuchillo a Varano, acierta pero la punta se rompe al entrar en contacto con la dura piel del hombre-reptil. Parkour decide actuar y lanza un barrido contra Varano con intención de tirarlo al suelo y así poder ganar tiempo mientras se levanta.

Varano se mueve lentamente intentando esquivar el ataque de Parkour pero no lo logra, su tímido salto para evitar el golpe no hace más que demostrar que su lentitud le va a jugar una mala pasada. Cae al suelo de la azotea y podéis escuchar como retumba. Una sonrisa de satisfacción se dibuja en la cara del artista marcial que se aleja de un salto y parece preparar un nuevo ataque para que Varano no se levante más.

En la azotea donde Kruger y Josu están "puliendo" sus asperezas la situación empieza a ponerse interesante. El impacto de energía mágica de Josu no atraviesa el escudo del tecnificado. Éste sonríe ya que viendo que los poderes del mago no serán rivales para él, saca sus armas y dispara contra Josu.

Su disparo no pasa ni cerca de Josu ni siquiera cerca del portal que acababa de abrir ya que ha salido bastante desviado pero al ver la jugarreta que le tenía preparado el mago suspira de alivia, eso te da entender que sus armas tienen un considerable poder de destrucción. En ese lapso de tiempo Josu aprovecha para lanzar otro rayo que acierta también pero vuelve a no producir mella en el campo de fuerza artificial del villano.

Kruger parece meditar su acción y decide cambiar de táctica...

- Bueno mago...nos veremos en otra ocasión...y por último: bienvenidos a la Edad Media.

Acto seguido toca un botón en su cinturón hace ¡flash! y desaparece en medio de una luz brillante. Parece que activó un dispositivo teleportador.

Rafael aparece por el portal justo antes de que desaparezca al abrir Josu otro más para luchar contra Kruger. Enfrente de él tiene a Gargantúa y puede ver como la telekinética se eleva por los aires para escapar de Gargantúa aunque puede que no le dé tiempo a escapar de la capacidad de salto del forzudo.

Gargantúa sonríe al ver a Rafael ya que parece un rival más digno de su fuerza hercúlea. Como un miura resopla y se lanza contra el presentador gritando como un loco...Rafael tiene un segundo o dos a lo sumo para esquivar el ataque o puede que decida plantarle cara al villano.

- ¡ARGHHHH! ¡TE VOY A ESTAMPAR CONTRA EL SUELO¡ ¡ARGHHHH! 

Las mentes que había en los pisos ya no las detectas, al igual que las que había en el subsuelo. Al parecer de los hombres de Kruger sólo quedan Gargantúa y Varano que están entablando combate. El resto se ha esfumado...

Tu sensibilidad al magnetismo nota que se va a producir inmediatamente un Impulso Electromagnético de proporciones bíblicas. No sabes el área que va a inutilizar pero seguramente afectará a toda la capital y con ello a toda la tecnología que lleve uso de cualquier procesador.

¡Hijo de...! -Exclamé al ver a Kruger desaparecer- ¿Es que venden cachivaches teleportadores en los chinos? ¡Esto parece Star Trek!

Claro que casi ha resultado ser mejor. El corto enfrentamiento había dejado claras bastantes cosas. La primera, que mis descargas de energía mística eran una mierda como para perforar el escudo de ese hijo de puta. La segunda, que sus armas eran más potentes, a tenor de su reacción al darse cuenta de que podía haberse disparado a sí mismo. Había sido una pena que el truco no funcionase, y lo peor era que ahora lo conocía, y seguramente no funcionaría de nuevo.

Pero había algo más, algo que me rondaba la cabeza, como una mosca cojonera que no puedes espantar por más que agites la mano. Una frase que se repite una y otra vez.

Bienvenidos a la Edad Media... -Había sido su despedida, antes de desaparecer. Bienvenidos a la Edad Media... ¿Qué había querido decir? ¿A qué se refería? ¿Qué tenía que ver la...? Mis ojos se abrieron como platos. ¿Qué era lo que había dicho Rafael? Algo o alguien con gran poder de ataque electromagnético... Abajo... Un par de minutos a lo sumo...- ¿U-un pulso electrosuputamadre? -Lo había visto en películas de ciencia ficción, ni siquiera estaba seguro de que algo así existiera. No era mi campo de conocimiento, precisamente. Era algo así como una especie de explosión de electromagnetismo que se cargaba todo lo que fuera electrónico. Todo. Móviles, televisiones, ordenadores, tostadoras... todos los sistemas de recursos se irían a pique. Sin electricidad, sin comunicaciones, el puto caos. El infierno en la tierra, como le gustaría a la cabrona de mi ex. Alcé la mirada hacia el cielo. Y los vehículos. Los equipos enviados por Valladares vendrían en helicópteros. Aquello acabaría con ellos. Joder, la pasma no iba a poder detenerlos, no íbamos a impedir que consumasen su plan, y se iban a ir de rositas.

Me giré, comprobando cómo los demás trataban de ganar tiempo con aquellas dos moles. ¿Podía ayudarles? No directamente, a buen seguro no era capaz de hacer daño a aquellos dos, no con mis rayos. Podía distraerles, crear algunas ilusiones que les despistasen, intentar repetir la trampa de antes con el grandullón, pero poco más. ¿Y qué ganaría con eso?

Mierda, debía dejarles solos a su suerte...

¡ARREIT OJAB LATROP! -Exclamé, agitando los brazos mientras trazaba un sello circular ante mí, algo más intrincado que los anteriores. No en vano, debía crearlo a un lugar que no había visto, que desconocía, sin saber qué me iba a encontrar allí. Había algo bajo tierra, no sabía si alcantarillas, sótanos, o una maldita base subterránea, pero tenía que ir allí. Tenía que encontrar la fuente del pulso. Y tenía que destruirlo a cualquier precio.

A cualquiera.

Mientras Gargantúa parecía ver en el presentador su nuevo objetivo, percibí un cambio en el entorno. Aquello me alarmó, pues era señal de que aquel ataque sería ya inminente. Tenía que advertir a los demás. Parkour y su compañera debían continuar con Varano, pero ¿Y Josu?

Dirigí mi mirada hacia la azotea en la que Kruguer y este se encontraban, justo a tiempo para ver cómo el investigador se metía por uno de sus portales.

- No están aquí ya. Ni Kruguer, ni ninguno de sus hombres salvo Gargantúa y Varano. No sé qué pretenden, pero deberíamos irnos de aquí ya. – les advertí haciendo uso del enlace mental. – Josu, ¿Has seguido a Kruguer?

Tomé más altura, separándome algo más del edificio, pero sin alejarme demasiado; mientras hacía uso de mis capacidad telequinética para tratar de frenar a Gargantúa.

Adele ayuda con sus poderes a detener a la mole que está luchando con Rafael, la ayuda prestada con su telekinesis logra que el presentador logre detener el avance y pueda tirar a su rival al suelo de la azotea.

Josu se ha teletransportado al alcantarillado pero al desconocer a qué punto exacto del mapa de colectores y sucios pasillos había que ir no ha dado con el artefacto...aunque por muy poco.

A través de un largo colector vislumbra un destello rojo justo antes de que todo empiece a temblar al detonar un artefacto explosivo que activa el impulso electromagnético...

La explosión provoca que gran parte de la calle se venga abajo. El socavón es de al menos cincuenta metros de diámetro y provoca que el edificio donde estaban policías y neonazis se venga abajo parcialmente...gritos de miedo y dolor se entremezclan mientras un rayo de luz blanca apunta al cielo....para luego detonar y una inmensa bola de energía de color azulada bañe por entero la capital. 

Los cristales de todos los edificios cercanos estallan provocando que llueva cristal, la gente que estaba en la calle corre a refugiarse...La onda expansiva os derriba a todos en la azotea, Parkour e Inezumi apenas logran mantenerse sobre la azotea y si no llega ser porque la metahumana logra clavar uno de sus cuchillos en el suelo y agarrar al joven habrían caído desde lo alto. Josu por suerte logra salir a la superficie a través de un portal justo antes de que los escombros lo aplasten. Rafael con su superfuerza y superconstitución aguanta estoicamente y sin apenas inmutarse, y Adele en lo alto es arrastrada unas decenas de metros hacia arriba pero gracias a su control del vuelo telekinético logra evitar precipitarse al suelo.

Las luces de Madrid empiezan a apagarse poco a poco...e incluso podéis ver que parecen afectar a los pueblos y ciudades de los alrededores. Parece que bajo ese edificio estaba una de las principales redes de electricidad y comunicaciones con lo que el efecto ha sido devastador.

Pero eso no es todo, a los pocos segundos escucháis explosiones secundarias en distintos puntos de la capital. Algunas de ellas, las más cercanas, vuelven a hacer temblar el suelo.

Pasado un par de minutos todo termina. Durante unos segundos el silencio lo inunda todo para luego volver a escuchar gritos de auxilio y llantos. Apenas unos meses antes un tren volaba por los aires y ahora esto...

Las palabras que resuenan en mi cabeza no lograron sino apurarme aún más. Kruger se había pirado, pero había tenido tiempo de sacar a todos sus putos esbirros. Intentábamos ganar tiempo, pero el tiempo lo estaba ganando él. Porque había sacado a los suyos, y nos había dejado con los dos mercenarios que le importaban un pimiento. Y aquel puto ataque electrosuputamadre estaba a punto de llegar. Fuera una maldita bomba o un jodido mutante con aquel poder, daba lo mismo, exactamente lo mismo. Tenía que impedir que aquella mierda explotase.

El portal me llevó a los subterráneos, pero en el lugar donde aparecí no había nada. Estaba dando palos de ciego, no tenía ni idea de dónde buscar, no contaba con un plano ni una referencia para buscar. Sólo podía correr y pasar de un lado a otro con la esperanza de que me tocase la lotería apareciendo frente a lo que buscaba. Abrí un nuevo portal y lo crucé. ¿Cuánto tiempo tenía? ¿Cuantos lugares me daría tiempo a pisar, antes de que fuera tarde? Sólo podía darme prisa, y mantener la esperanza.

Chic...

Oh, mierd...

No dio tiempo a nada más. Aquel chasquido me indicó dos cosas. La primera, que no hacía falta seguir buscando. Al fondo de aquel corredor subterráneo donde había aparecido, el chasquido dio lugar al destello escarlata de una detonación. Allí estaba la jodida bomba. La segunda, cómo no, fue que llegaba demasiado tarde. La explosión sacudió todo el lugar, desde los muros al techo y el suelo bajo mis pies. Perdí el equilibrio, y el techo comenzó a derrumbarse sobre mí. Apenas tuve tiempo de abrir un nuevo portal bajo mis pies, por el que me precipité sin control, aterrizando quién sabía dónde, con toda una suerte de escombros aún cayendo sobre mí a través del portal antes de que se cerrase.

El suelo contra el que golpeé se deslizaba. estaba en una azotea, creí, pero el suelo estaba inclinado, en movimiento, y de repente no estaba, y me precipitaba de nuevo. Abrí como pude un portal sobre el que caí, arrastrado a otro lugar que no tuve tiempo de calcular. Volví a golpearme contra un suelo, pero éste era rígido e inmóvil. Las piedras que cayeron sobre mí me golpearon, la tierra me cubrió, y la nube de polvo que se generó no me permitía respirar. Creí que iba a ahogarme, no podía respirar. cada vez que trataba de llenar de aire mis pulmones, era polvo lo que entraba por mi garganta, y entre estertores tosía sin cesar, con los ojos cerrados, a cuatro patas sobre los escombros...

...No los que habían venido conmigo a través del portal. Todo el suelo a mi alrededor eran escombros, tierra, trozos de asfalto destrozado, cristales. Cuando al fin logré abrir los ojos, el espectáculo es dantesco. Era como una zona cero, todo convertido en nada, pura destrucción. Edificios venidos abajo, tierra abierta, farolas caídas, coches devorados por las grietas del suelo. El infierno, el infierno en Madrid. Las luces desaparecieron, y nuevas explosiones se oyeron a lo lejos. Apenas logré alzarme lo justo, aún tosiendo, para verlas en el horizonte, decorando de destrucción un paisaje casi apocalíptico. Costaba creer que no fuera Ella quien estuviera detrás de algo así. Pero aquel era el camino fácil, creer que la maldad del mundo era obra del demonio. A veces, la mayoría de las veces, era el hombre quien cometía las peores atrocidades.

Agradecí profundamente que Ella no eligiera aquel instante para aparecerse ante mí. ¿Qué habría respondido si me hubiera ofrecido la cabeza de Kruger en bandeja de plata, a cambio de mi alma, de mi entrega a su capricho?

Volví a caer al suelo, con los ojos enrojecidos por el polvo y un nuevo ataque de tos. A cuatro patas, escupí una flema y luché con todas mis fuerzas por arrodillarme como pude. Saqué el paquete de tabaco, con las manos temblorosas, y me llevé un pitillo a unos igualmente temblorosos labios, prendiéndolo como pude. A lo lejos, se oían llantos y gritos. Y yo tenía que haber evitado todo aquello. No era un puto héroe, pero podía haberlo evitado.

Aquello era mi puta culpa...

Dos minutos. Tan solo fueron dos minutos, dos minutos que lo cambiarían todo a nuestro alrededor.

Parecíamos empezar a controlar la situación en la azotea, pero lo peor estaba por llegar, y era algo que ya sabíamos. A pesar de ello, no pude evitar horrorizarme ante lo que se nos vino encima a nosotros y a toda la ciudad; incluso lugares circundantes parecieron ser afectados.

Una gran explosión dio inicio a todo, haciendo que parte del edificio en el que se había desarrollado aquel enfrentamiento se destruyera parcialmente. El rayo de luz blanca viajó raudo hacia arriba, terminando por explosionar y crear una gran bola de energía azulada que inundó todo cuanto era capaz de ver.

Fui despedida varios metros hacia arriba, pero por suerte pude terminar controlando el empuje de la explosión y mantenerme en el aire; terminando por bajar al suelo mientras presenciaba cómo las luces se iban apagando y los desgarradores gritos colapsaban mis oídos y mi corazón. No habíamos podido hacer nada, no había podido hacer nada.

¿Para qué demonios soy capaz de hacer estas cosas si no sirven para nada? ¿Por qué yo?

Me preguntaba con un intenso dolor en mi pecho, posando mis pies en el suelo entre una nube de polvo. Me tambaleé ligeramente ante nuevas explosiones que hicieron temblar el suelo. Lo peor de todo es que aquello no hacía más que comenzar, lo que fuera que Kruguer y Viktor Lars planeaban tenía que ser mucho peor.

- ¿Estáis todos bien? – pregunté a través del enlace mental, realmente preocupada. – Por favor, decidme algo. – imploré al borde de las lágrimas.

Todos parecen estar bien. En la azotea Inezumi y Parkour hacen gestos de estar enteros y sin daños. Josu parece estar sano y salvo de milagro, Rafael ha noqueado a su rival y parece estar entero aunque su aspecto sigue siendo extraño.

Algo os sorprende, no se escuchan sirenas de ambulancia tras el desastre...cuando sucede algo así acuden en el menor tiempo posible pero la ciudad sigue callada aunque podéis escuchar gritos y llantos.

Valladares y los hombres que le quedan que siguen en pie o no están gravemente heridos se afanan en ayudar a las personas que pueden con los botiquines de emergencia que llevaban en sus vehículos. A ello pronto se le suma Parkour e Inezumi que logran a sacar a personas atrapadas en las casas.

La situación es dantesca, y no tenéis ni idea de cuándo ni cómo va a mejorar. Madrid ha sido atacada brutalmente pero las palabras de Valladares que os transmite os dejan de hielo.

- Madrid no ha sido la única, antes de esta explosión y de perder las comunicaciones nos han comentado que Barcelona y Sevilla han sufrido un ataque similar. Es de suponer que han atacado las principales ciudades del país...esto es una acción a un nivel nunca visto... - en su voz notáis rabia contenida y mucha culpa - ...he fallado al no poder proteger la nación...joder...

Un par de lágrimas recorren su mejilla. Las seca con la manga de su traje y ordena a sus hombres que monten un hospital de campaña cerca de la zona cero con lo que tienen, que saquen colchones de los pisos, y que consigan agua embotellada mientras se espera a los profesionales médicos.

Luego os mira a todos y os dice:

- Quiero contrataros a todos vosotros...incluso traeré gente nueva pero vamos a cazar a Kruger y a Lars...¿os apuntáis?

No fui capaz de responder a la voz de Adele en mi cabeza. La oí preguntar si estábamos bien, suplicar que dijésemos algo, que respondiéramos a su llamada. No fui capaz. Su voz resonaba en mi cabeza, pero no lograba reaccionar. Veía a aquellos justicieros ayudando en tareas de rescate, pero era como una visión lejana sin sentido. No oía sirenas, como sería lo normal, pero no era capaz de reparar en ello. No, sólo podía permanecer allí sentado sobre los escombros, con el cigarro entre mis temblorosos labios, con la mirada perdida.

No fue hasta que Valladares pasó por delante de mi línea de visión, que logré reaccionar. Sorbí sonoramente por la nariz, tiré la colilla al suelo con desgana, y me pasé la mano por mis ojos, resecos y enrojecidos. No había derramado una lágrima, no quedaban ya. Descendí de aquel lugar derruido, acercándome con la mirada en el suelo. Evitaba todas las miradas, todos los rostros. Abrí mi gabardina polvorienta y metí las manos en los bolsillos, escuchando las explicaciones de Valladares. Que el ataque hubiera sido coordinado en todo el país, que realmente nunca hubiéramos tenido posibilidad alguna de evitarlo, no lo hacía más fácil. Para nada.

Cuente conmigo. -Dije escuetamente, girándome para darles casi la espalda mientras me apartaba un par de pasos y me encendía otro cigarro. ¿Contratarme? Joder, lo habría hecho gratis. Unos minutos atrás, hasta habría vendido mi alma por la cabeza de aquel hijo de puta. 

No pude más. Las lágrimas terminaron resbalando por mis mejillas mientras trataba de ver a los demás, cosa que tardé en hacer, pero que finalmente logré. Sin embargo, aquello no era lo único que me preocupaba.

No se oían sirenas, nada, ninguna, y donde nos encontrábamos los hombres de Valladares trataban de ayudar, al igual que Parkour e Inezumi, ¿Pero qué pasaba con aquellas otras explosiones?

Entonces el teniente se personó ante nosotros, justo en el mismo momento en que divisaba el lugar en el que se encontraba Josu, quien parecía estar bien. Sequé mis ojos mientras Valladares nos comunicaba que se trataba de un ataque a gran escala, mucho más grande de lo que pensábamos en un primer momento, habiendo afectado también a las principales ciudades del país.

El hombre se mostró verdaderamente afectado, pero aun así no cesó en su labor de proteger al país, organizando lo referido al hospital de campaña antes de volver a dirigirse a nosotros. Nos pedía que colaboráramos con él en la captura de Kruger y Lars, hablando incluso de contratar a más gente. Gente con habilidades especiales, supuse. El detective aceptó, volviendo a guardar distancia con el resto, seguramente a la espera de recibir órdenes; pero yo tenía algo que hacer antes.

- Me apunto, claro que sí, señor. Pero… D-debo buscar a mi hermana. – dije con lágrimas asomando nuevamente en mis ojos. – Tampoco funcionan las comunicaciones, ¿N-no es así? D-debo ir a ver si está bien, si necesita mi ayuda. - le expliqué, conteniéndome para no llorar. - M-me reuniré con ustedes en cuanto pueda, ¿Dónde puedo encontrarles después?