Partida Rol por web

El Ojo de Gilgamesh

Escena 1: El Bar de Rob

Cargando editor
Cargando editor
21/09/2010, 23:27
Director

Planeta Aragón, una noche estrellada, levemente cálida. En las afueras de la Ciudad Capital.

Las afueras de la Capital no es precisamente una zona residencial.  En sus calles oscuras y llenas de edificios, hombres de muy bajo status dejan que sus vidas pasen sin más. Vagabundos, trabajadores de bajo nivel, esclavos escapados, hacen de las afueras hogar. En este barrio está el Bar de Rob. El bar es un viejo negocio, cuya más notable distinción es tener la suficiente clase como para que los nobles que anden paseando por la zona puedan estar tranquilos atendiendo lo que sea que los movilizó a bajar de sus espaciosos palacios de cristal.

El bar es un lugar espacioso en forma de cruz, con la barra en el medio y la puerta de entrada en una de las puntas. En la punta contraria a la puerta de entrada se encuentran los baños, de los cuales sale un olor bastante desagradable. En una tercera punta hay una puerta con el rótulo "acceso solo a personal del lugar". Rob, un viejo hombre corpulento, con el pelo corto y cano y una barba candado tupida está en la barra del medio sirviendo los tragos, controlando la caja y dando ordenes a los dos o tres mozos que sirven las mesas desparramadas por el lugar. Parece un tipo tranquilo y seguro de lo que hace. Nada bueno se cuenta del pasado del viejo Rob. El ambiente es denso, lleno de humo y luz mala. Se escucha un bullicio susurrante y una música muy baja de fondo. El lugar está apenas poblado, con alguna que otra persona tomando algo en alguna mesa o contra la barra.

En una mesa de un rincón, medio sumergida en las sombras, se encuentra Joyce Adonai de la casa Thana. Toma un vino con especias mientras mira con impaciencia a su alrededor. A su lado, el viejo Darkus, su guardaespaldas, toma una bebida sin alcohol y permanece en silencio. Joyce lleva por enésima vez en veinte minutos su vista al viejo papel que está sobre la mesa. Le había llegado por un niño esclavo y no pudo averiguar el remitente. El viejo papel solo decía "Joyce de Thana, la vida cobrará sentido en el bar de Rob. A las 22 hs de hoy." No sabía aún por que había ido... 

En la mesa de enfrente, ajeno a la impaciencia de la joven noble, un corpulento hombre con la insignia de los Hermanos de Batalla comía un poco de pan con algo de queso. Era Marco Featon. Con rostro severo examinaba un papel amarillento, de apariencia similar al que poseía Joyce. Con letra garabateada y tinta aguada decía "Se ruega la presencia de la justicia del Pancreator en el bar de Rob. Hoy a las 22 horas." El papel estaba manchado con muchas gotas de tinta. ¿Qué significaba todo esto? De repente, un ruido interrumpió sus pensamientos. La puerta se había abierto y por ella había entrado una hermana en la Iglesia. Instintivamente se paró para escoltarla.

Boudicca estaba un poco nerviosa y desconcertada. Al parecer se le notaba en la cara, porque apenas entró al bar, todas las miradas se posaron sobre ella. Dio unos pasos adelante, y se tranquilizó cuando un corpulento Hermano de Batalla se aproximó hacia ella. Respiró hondo y recordó el motivo que la trajo a semejante antro. Había recibido una nota de manera muy misteriosa mientras meditaba en la Parroquia del Santo Profeta, en el centro de la Capital. La nota tenía su nombre y estaba escrita en un papel viejo, con tinta negra. Decía "En el bar de Rob a las 22hs, señorita Undrick, su búsqueda tendrá un nuevo cauce" Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando el Hermano de Batalla terminó de acercarse...

Notas de juego

Mapa

Cargando editor
23/09/2010, 17:47
Marco Featön

 

Marco había estado observando la sala desde temprano, su entrenamiento lo había empujado a estar dos horas antes en el bar, quería tener el control de la situación, había recorrido la zona, estudiando una posible emboscada, puntos de escape y donde esconderse en caso de ser necesario.

Le habían enseñado a desconfiar de todo tipo de situaciones, y de estos llamados anónimos todavía más, se encontraba sin saber a que se estaba exponiendo, eso lo excitaba pero debía mantener la cordura. Si dejaba que la adrenalina dominara su mente podría estar muerto antes de tiempo, por momentos deseaba retirarse, continuar con su búsqueda, pero el Pancreador lo había empujado a este lugar y de aquí seguiría la pista que lo llevaría a retomar el camino que estaba recorriendo.

Tiempo atrás había decidido esconder su identidad mantener su posición como miembro de los hermanos de batalla, en secreto. Quería ver el mundo desde los ojos de un ciudadano normal, un mercenario sin obligaciones, un vagabundo, tratar de aprender de los retorcidos tratos de la oscuridad. Pero la nota lo decía muy claro, "Se ruega la presencia de la justicia del Pancreator..." el todopoderoso lo estaba llamando, requería de sus servicios y su traje de batalla volvía a cubrir su cuerpo.
Estoy listo para encontrar las respuestas y servirte ciegamente - la fe y la esperanza en "el cambio" se habían realimentado.
Cerró los ojos por un momento, concentrándose en los sonidos que lo rodeaban, una luz blanca se intensifico en el interior del pecho y se extendió por todo su cuerpo rodeando y apaciguando su mente y su cuerpo - Ahora solo resta esperar - susurro en vos baja.
 
Que hace esta niña en un lugar como este - se dijo para sí en vos baja y rasposa al ver ingresar al bar a una joven tambaleante con las vestimentas de la iglesia.
 
-Sin duda estamos aquí por el mismo motivo - Marco hizo una reverencia con la cabeza, no era bueno explayarse en los rituales de presentación la iglesia en lugares como estos - Soy Marco Featön, permítame acompañarla.
Hizo un gesto para que tomara asiento en su mesa mientras le hacía señas al camarero para que traiga una bebida para la recién llegada.
Cargando editor
23/09/2010, 21:34
Boudicca Undyck

No esperaba ese mensaje. No sabía a que atenerse cuando aquella tarde, poco después de terminar sus oraciones, se dio cuenta de que había estado tan absorta que alguien había llegado hasta ella, dejado la nota y partido sin siquiera percibirlo. Ello no le dio buena espina, como tampoco se la daba el bar dónde ahora se encontraba.

Su mirada recorrió los rostros, nerviosa, queriendo adivinar quién la había llamado para reunirse con ella allí. Mientras daba unos pasos para internarse en la taberna, se sacó la capucha de su abrigo y dejó al descubierto su rostro.

Boudica era una muchacha que se veía más joven de lo que era en realidad. De rostro sereno y armónico, sus ojos color miel podían ser muy bondadosos o hirientes, de acuerdo al humor con que se encontrara.

De altura promedio, y complexión delgada, la joven tenia cierto porte noble que los ropajes de la iglesia no lograban disimular. Sin embargo, ello no le servía de nada aquella noche. Se la veía nerviosa, por más que intentara ocultarlo.

Estaba por optar acercarse a la barra cuando un extraño se le acercó. La primera reacción de la muchacha fue dar media vuelta y salir, pero al reconocer el traje y ver que era uno de los suyos se relajó. Después de todo, no estaba allí sola.

-Supongo que sí, maese Marco. Gracias por tu compañía- mientras inclinaba la cabeza en señal de respeto y saludo a un igual, avanzó hacia donde el hermano la conducía. -Soy Boudicca Undyck, de la orden Eskatónica. Que gusto encontrar a un Hermano aquí.- La joven se sentó y esperó que le sirvieran su bebida antes de proseguir.

-¿Qué te trae por aquí? Has dicho que seguramente estamos aquí por lo mismo... el tema es que yo no sé por qué estoy aquí.

Mientras conversaba, no pudo dejar de fijarse en la joven que parecía esconderse en una de las mesas más alejadas del lugar.

Cargando editor
23/09/2010, 22:58
Marco Featön

 

Marco no pudo hacer otra cosa que sonreír - El Pancreador nos ha guidado a este lugar -  agitó circularmente su bebida un brebaje sin alcohol de color bastante repugnante, pero extrañamente sabroso - el motivo, aún lo desconozco - dio un sorbo a su bebida, hubiese preferido una cerveza pero necesitaba mantenerse alerta - Tal vez necesite evaluar nuestra fe, tal vez solo quiera prepararnos para algo más grande o simplemente este jugando con nosotros.
 
Rebuscacó en uno de los tanto bolsillos de su pantalón de combate
 
- Esta fue la forma que utilizo para traerme a este bar - alcanzo un trozo de papel arrugado a la chica - y estoy seguro que la misma nota ha llegado a tus manos al igual que a la joven que se encuentra allí - señalo con la cabeza al fondo del salón - hace media hora que observa una nota sobre la mesa con temor a volver a tocarla, sin embargo no puede quitar la vista de ella. Sin duda que se encuentra en una situación similar a la nuestra.
 
Marco Featön, entrenado durante años para ser una arma del Señor, un justiciero del Pancreador, para no temerle a la oscuridad era ahora presa de una sensación mucho más vil y peligrosa, su propia ansiedad.
 
Se obligo a respirar profundamente, estirándose para que la joven no notara su ansiedad, una y otra vez hasta que sus músculos se relajaron y su vos sonó confiada y llena de autoridad- en 5 minutos sabremos porque estamos aquí.
Cargando editor
24/09/2010, 20:29
Joyce Adonai Thana

Cuando Joyce oye la conversación entre la sacerdotisa eskatónica y el hermano de batalla no puede evitar tener un sobresalto. Ha dicho dos herejías condenables con la hoguera en una sola frase, ¿Será un inquisidor disfrazado, o solo un insensato? Cuando menciona como la ha observado como mira al papel concluye: Solo puede ser un inquisidor, alguien que sea capaz de fijarse en lo que ocurre de esa forma no puede ser tan insensato.Esta probando a esa novicia, no se si para condenarla o para obligarla a que le deba un favor, que podrá cobrarse más adelante para cazar a algún otro incauto que el considere una presa más jugosa. O tal vez siembre herejias para poder eliminarlas en su conjunto, ya sea para ganar prestigio o para atraer a herejes ocultos, o para asustar a aquellos que pudieran ser herejes. Sean cuales sean sus motivos, da igual, esa joven está en peligro de muerte si no se da cuenta.

Casí sin darse cuenta, Joyce se levanta con energía y recoge el papel de la mesa y se dirige hacia la mesa donde se hallan reunidos los dos sacerdotes. Mirando a Featön fijamente, al que considera la mayor amenaza, de repente frena levemente cuando se da cuenta de lo que esta haciendo. Pero ¿Que estoy haciendo? ¿Quien me llama a meterme en camisas de once varas? Bueno ya es tarde, ya me han visto yendo hacia ellos. Vale tengo una idea...

Tras ese soliloquio interno sigue avanzando, esta vez rápido, pero con un aire casual como quién no tiene verdadera prisa. Al llegar a la mesa de ambos, hace una reverencia adecuada a lo que la corte exija que se haga a sacerdotes cuyo rango uno desconoce (O si puede reconocer el rango de alguno de los sacerdotes por sus habitos u algún complemento que denote su posición en la jerarquía hará la reverencia adecuada a dicho rango).

Buenas noches,

Me llamo Lady Joyce Adonai, de la Casa Thana

No he podido evitar oir su pequeño juego. Confieso que me ha sorprendido, pensaba que tal actividad lúdica solo se daba en la nobleza, no también en el clero. De modo que si no tienen mayor inconveniente me únire a él. A ver si recuerdo como iba... Ah si alguien hace una proposición que no parece absurda pero realmente lo es, y el resto debe adivinar que partes absurdas tiene y que partes no lo son. Con su permiso empezaré adivinando yo.

Joyce habla suficientemente rápido para que sea dificil interrumpirla pero sin embargo mantiene la claridad. Y sin mayor ceremonia se sienta en una de las sillas cerca de la mesa.

Veamos, está la parte de que el Pancreator tal vez necesite evaluar nuestra fé, bueno esa es fácil si el Pancreator necesitase evaluar nuestra fé significaría que no sabe como es ya, y claro, eso significa negar su omnisciencia.

Después está la parte de que solo nos esté preparando para algo más grande, está es un poco más dificil, a primera vista no se puede apreciar ninguna contradicción, de modo que la dejaré para luego.

La tercera parte es también fácil de descubrir, si el Pancreator estuviese jugando con nosotros, significaría que no es benevolente, y claro eso cae bajo su propio peso.

Asi que nos quedamos solo con la de que nos está preparando para algo más grande, y uno estaría tentado de pensar que esa es la parte auténtica de la proposición, pero claro si eso fuese cierto, entonces podríamos saber que es lo quiere exactamente el Pancreator y como lo ha hecho, pero eso es otra contradicción, puesto que sus caminos son inescrutables.

Habiendo evitado que la Eskatónica pueda comprometerse y quizas poner su vida en peligro, Joyce se relaja un poco más y añade a tono de reproche:

Nosotros jugamos a juegos parecidos con engaños dentro de engaños dentro de engaños, pero normalmente no tocamos el tema de la fé, al fin y al cabo, si hubiese estado de acuerdo con algunas de sus proposiciones (salvo quizás la segunda) cualquiera podría haberme denunciado por herejía y podría haber acabado en la hoguera. Al fin y al cabo, nunca se sabe quién puede ser un inquisidor. Espero que la Eskatónica preste atención a mi advertencia, si no estaba ya alerta.

Podríamos estar toda la noche jugando, pero al oirles hacer su juego, no pude evitar oir la parte de que tenían una nota similar a la mía, una que les citaba en este lugar en este momento, de modo que si no es demasiado aventurado de mi parte me gustaría verla, para saber si la letra coincide y ambas notas (o las tres si usted (mirando a Undyck) también ha recibido una nota) fueron escritas por la misma mano.

Dicho esto saca su nota y la pone en la mesa delante suya, para que todos puedan verla, y cuando los ojos de los demás se fijan en la nota, ella dedica una mirada a Darkus, para asegurarse que no se ha dormido, y para que él sepa que ella no quiere que se duerma en este momento, sino que esté alerta.

Cargando editor
28/09/2010, 17:00
Marco Featön

 

 

Por un momento Marco se quedo perplejo por lo que estaba escuchando, una niña malcriada de la corte lo estaba poniendo a prueba, por lo visto estos jueguitos entre la nobleza nunca terminaban. La miro pacientemente como un sacerdote que escucha una confesión. Estudio sus movimientos, sus expresiones, estaba cometiendo un error que Marco utilizaría en el futuro, creer que aun está en su palacio y que su jueguito de intrigas sería igual de inofensivo.
 
Finalmente la chiquilla termina su discurso acusador, la nota que había depositado sobre la mesa era similar a la que él tenía en uno de los bolsillos de su traje, por lo visto tampoco iban a averiguar mucho de ella. Pero primero tendría que darle una pequeña lección a la joven.
 
- Lady Joyce Adonai, sea usted bendecida por el Pancrador y bienvenida a nuestra mesa - con tono de vos severo y autoritario, casi de sermón, continuó - Jovencita, por lo visto no ha estado prestando demasiada  atención a las lecciones de su sacerdote  - le dedico una mirada de reproche y preocupación, no por lo que ella interpretaría, sino por darse cuenta de lo limitado de la visión de la nobleza ante el poder del Pancreador - Solo voy a instruirte en una cosa  Jovencita, el Pancreador nos pone a prueba continuamente, no por no conocer nuestro amor y devoción hacia él, sino como método de entrenamiento de nuestra alma - llevando las insignia de los hermanos hacia su corazón - Nos prepara para poder sortear el mal que nos amenaza continuamente - Ahora si a modo de sermón - Durante tus oraciones nocturnas, medita sobre las pruebas a las que te somete nuestro amado Señor y fortalece tu alma para la batalla que se avecina contra el mal. Te recomiendo que busques con quien confesar tus dudas y temores en cuanto vuelvas a tu hogar.
 
Odiaba tener que sermonear, pero era la única forma de encausar a los jóvenes en estos tiempos tan difíciles. Sin dejar que Lady Joyce pudiera decir palabra Marco tomo la nota de su bolsillo y la apoyo sobre la mesa y se sentó sin dejar de observar cada movimiento del bar - Solo resta esperar!

 

Cargando editor
30/09/2010, 23:23
Director

La tensión en el ambiente se vio interrumpida por la fanfarria oficial que anunciaba los comunicados oficiales del Imperio, que salió de unos televisores viejos y gastados que había en cada esquina de la barra en la parte superior. La música se apagó y el bar se hundió en silencio.

Un hombre flacucho y de cara bobina, muy bien vestido y con expresión preocupada apareció en las pantallas. Con solemnidad leyó un comunicado:

"A los habitantes de los Mundos Conocidos, su Emperador, Alexius el magno, comunica: Aquel que vea a la mujer de la raza Obun que responde al nombre-código de "Atma-2" debe llevarla en nombre del Imperio hacia Byzantium Secundus y entregarla a los oficiales imperiales. Sean advertidos: la alienígena es peligrosa y reacciona con violencia. Que el Pancreator los bendiga."

A continuación la pantalla mostró por unos instantes una foto de una hermosa joven Ur-Obun, de piel tostada y ojos celestes, muy claros. Su pelo negro se mimetizaba con su cara rodeándola y realzando sus rasgos bien femeninos. Su cara expresaba preocupación y los ojos una tristeza infinita.

Luego, los televisores se apagaron, la música volvió y los presentes volvieron a crear el bullicio característico del bar, sin ningún tipo de preocupación por lo pasado. El anuncio no era algo normal, pero tampoco extraordinario, y la grabación había sido repetida en todos los Mundos Conocidos varias veces por día desde hacía al menos un mes.

 

La joven noble y los sacerdotes se quedaron unos instantes en silencio, como midiendo la situación. De repente la puerta se abrió y entró uno de los personajes más estrafalarios que hubieran visto en su vida. Un hombre alto y demasiado flaco, de pelo largo, morocho y con rulos, tenía unos bigotes frondosos y una sonrisa despreocupada. Vestía unos pantalones a rayas verticales, rojas y violetas, una camisa abierta al pecho de color negro y un chaleco de cuero marrón. Un estoque colgaba de su cintura y una bandana rodeaba su cabeza. En el cinturón, de hebilla plateada y prominente, tenía colgando varias bolsas pequeñas y se veía el mango de una pistola. 

El personaje entró con una grandilocuencia ridícula y se dirigió directamente hacia la barra. Con gestos exageradamente solemnes llamó al viejo Rob y con una voz demasiado alta preguntó: "Rob, viejo y querido... te daré el dinero que te debo si me ayudas una vez más... espero visitas, y creo que ya han llegado... son una pareja de sacerdotes y una noble de poca monta..."

Notas de juego

 Antes de postear su acción todos tiren un d20 por favor. Tirada de Percepción.

Cargando editor
01/10/2010, 14:52
Marco Featön
- Tiradas (1)

Tirada: 1d20
Motivo: Percepción
Resultado: 12

Notas de juego

Va mi tirada

Cargando editor
01/10/2010, 18:47
Joyce Adonai Thana
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Tirada: 1d20
Motivo: Percepción
Dificultad: 12-
Resultado: 1 (Exito)

Notas de juego

Aquí va mi tirada de percepción. Mi percepción + observar es 12.

Éxito, 0 puntos de victoria sin embargo.

Cargando editor
04/10/2010, 20:09
Boudicca Undyck
- Tiradas (1)

Tirada: 1d20(+4)
Motivo: Precibiré?
Resultado: 15(+4)=19

Notas de juego

Supongo que le sumamos lo que tenemos en la ficha ¿verdad? Bueno, si no, a no tener en cuenta el modificador que he puesto XD

Cargando editor
04/10/2010, 20:44
Director

Notas de juego

Bien, Boydicca y Marco no registran nada. Sigan con el roleo nomás.

 

Boudicca: Percepción + Observar = 10. Resultado Dado: 15. Fracaso

Joyce: Percepción + Observar = 12. Resultado Dado: 1. Éxito: 1 Punto de Victoria

Marco: Percepción + Observar = 10. Resultado Dado: 12. Fracaso

 

 

Cargando editor
04/10/2010, 20:48
Director

Joyce, notás que mientras habla con Rob, el personaje excéntrico de bigotes los observa a ustedes con el rabillo del ojo.

Cargando editor
04/10/2010, 20:55
Boudicca Undyck

Notas de juego

Como funciona el sistema? hay que sacar menos que los atributos (así como en Pendragon)?

Cargando editor
05/10/2010, 03:19
Director

Borgias estaba sentado en un rincón del bar, tomando un vaso de cerveza y tratando de pasar desapercibido. Se acomodó la capucha una vez más, y se llevó el vaso a la boca mientras observaba atentamente a la noble y los sacerdotes.

Ellos tenían la clave de su búsqueda. 

***

Se había embarcado en la vieja chapuza de Kal Valmer hacia Aragón porque no tenía otra cosa mejor que hacer. Y Aragón estaba cerca de Byzantium Secundus, capital imperial. Entonces, vagando por turbios lugares, había escuchado los rumores que se extendían por el Imperio. Atma-2, la famosa Obun desaparecida, era una muestra viviente de la tecnología de la Segunda República. Con tiempo, avergiuando, gastando unos fénix y cumpliendo un par de favores, Borgias se había enterado del secreto más oscuro de la chica. Era una creación genética, completamente artificial. Esa clase de trabajo era irrealizable, al menos en la actualidad. ¿Cómo era posible? Debía dar con esa chica, la curiosidad era inaguantable. 

Y entonces, lo contactó ese extraño sujeto. Sir Bladis de no se que cosa, un noble bastante excéntrico. De bigotes y vestimenta tan rara como su personalidad. Le dijo que Atma-2 estaba nada más y nada menos que en Aragón, y que la clave para encontrarla eran un Hermano de Batalla, una noble de la casa Thana y una sacerdotiza Eskatónica. Que ellos sabían donde estaba. Y que planeaban algo raro.

***

Borgias se limpió la boca con el dorso de la mano. El humo no lo beneficiaba, pero él podía ver muy bien cuando lo deseaba... ajustó su Ojo mecánico y observó la mesa de los tres extraños. 

De repente, la puerta se abrió y apareció Sir Bladis... ¿qué cuernos hacía acá?

Notas de juego

 Mensaje para vos solo Santi. Decime que hacés

Cargando editor
05/10/2010, 20:16
Borgias
Sólo para el director

 La situación se ponía interesante, había estado demasiado tiempo en ese sucio escuchando repetidamente que la televisión (que debía tener por lo menos mil años y la mitad de los circuitos y transistores fundidos o en corto) repetía la noticia que lo obsesionaba. Estaba harto de estar sentado ahí esperando haciéndose el distraído, escondido en un rincón. Y de pronto aparecían todos juntos. Sin duda era todo una maniobra de Baldis, no se puede confiar en los nobles. Él sabía bien que no había escrito esas cartas tan provocativas. Dudo unos instantes sobre sus posibilidades, era muy probable que Baldis lo viera a pesar su gruesa capa no era invisible, y quizás si alguno de los humanos era muy perceptivo también notara algo en su presencia, pero por lo que veía hasta ahora no se habían percatado de él. De todas maneras eran clérigos y una chiquilla cortesana, podía prever cual sería su reacción si intentaba algo a cara descubierta. Se llevo la mano al saco acaricio una granada, si no le gustaba como marchaban las cosas saldría disimuladamente dejándola caer cerca de la mesa, todo volaría en pedazos antes de que supieran que era ese extraño objeto redondo y naranja. Pero por ahora se contentaría con ver (muy bien) y escuchar lo que estaba pasando, quizás obtuviera un dato de provecho...

Notas de juego

 Miro y escucho.

Acordate que tengo +1 en percepción y +1 en observar.

Cargando editor
07/10/2010, 19:16
Joyce Adonai Thana

Sintiendose insultada por el comentario de "Noble de poca monta" Joyce hace como quien no ha notado que el hombre les observa, y prosigue con la degustación de su bebida. Ya le ajustaré cuentas a ese malandrín. Pero debo tener cuidado, los nobles no suelen insultar a menos que puedan permitirselo y los hombres libres... bueno, ni siquiera se plantean que puedan permitirselo. Mientras saborea su bebida echa miradas de apariencia distraida a los confines del bar, y cuando pasa por el individuo observa si tiene algun escudo o marca que le acrediten como noble.

Cargando editor
07/10/2010, 22:12
Boudicca Undyck

La tensión que se había desatado entre la noble y el hermano de batalla era palpable en el ambiente. Boudicca siguió el intercambio afilado de palabras sin intervenir. A su modo de ver, ambos tenían algo de razón y ella no era quién apra inmiscuirse en la manera de pensar o sentir de cada ser en el universo. Cada cual hallaba al Pancreator a su manera.

La muchacha pensó que la discusión proseguiría por caminos más filosóficos y arriesgados, pero la conversación se vio interrumpida por un comunicado oficial. No era la primera vez que lo oía ni la primera vez que despertara en ella una rara curiosidad. La alienígena buscada parecía pacífica e incluso bondadosa; su mirada no reflejaba odio ni violencia, pero las autoridades la consideraban una persona peligrosa. A la sacerdotisa le hubiera gustado saber qué cargos habían desatado semejante persecución.

Acabado el anuncio y ya con la tensión diluída, sacó a su vez la nota que había recibido en su momento mientras se encontraba en meditación. Era idéntica a la que portaban sus compañeros de mesa y ninguna concluisón, a parte de que se los quería a los tres juntos allí en ese momento se podía sacar de ella.

-Encantada de conocerla Lady Joyce Adonai. Mis respetos para vuestra casa y mis deseos de que el Pancreator ilumine su camino. Como podéis ver, mi nota no difiere de la vuestra, supongo que tendremos que esperar...- la muchacha se vio interrumpida por la llegada del extraño.

Sus pintas eran imposibles de ignorar y su tono de voz elevado, denotaban que no le importaba quién lo oyera o no. De hecho, todo parecía indicar que quería ser oido.

-Parece que nuestra espera terminó- Boudicca señaló al extrafalario recién llegado con el mentón, hablando bajo para que sólo ellos tres oyeran sus palabras. No se le pasó por alto la tensión de Joyce ante la mención despectiva hacia su persona, pero nuevamente se abstuvo de comentar algo. La nobleza y sus juegos eran algo del pasado que no pensaba revivir. Su búsqueda había comenzado y nada la distraería de la misma. -Ya veremos que pretende de nosotros este peculiar señor- agregó con un amago de sonrisa.

Cargando editor
08/10/2010, 15:56
Marco Featön

Por un instante se dejo llevar por la tristeza de esos ojos que aparecía en las pantallas. Había vivido de cerca muchas de esas persecuciones mientras era instruido como Hermano, en su mayoría no eran más que chivos expiatorios para tapar algún error oficial y esta mujer no parecía ser la excepción. Sus pensamientos lo llevaron a tiempos pasados que ya no quería recordar, pero encontraba algo en esa mujer que había visto en algún otro lugar, tal vez la mirada desesperada en busca de ayuda o la tristeza que inundaba su corazón lo confundían. No lo podía recordar con exactitud dónde, pero estaba convencido que conocía a esa mujer Obun.

 
Excluido en sus pensamientos no vio entrar al excéntrico personaje que había llegado a la barra hasta que ya se encontraba haciendo mención de ellos de forma ostentosa. Reprochando su descuido, algo que no debía permitirse en estos ámbitos, Marco lo estudio sagazmente en busca de algún signo de su procedencia. Para luego moverse ágilmente como un gato, sin darle lugar al recién llegado de reaccionar y poder tener una ventaja táctica ante cualquier amenaza, como su entrenamiento marcial le exigía.
 
- Creo que nos estas buscando, te pido que nos acompañes y nos expliques para que nos has citado en este antro - Rob frunció un poco la ceja al escuchar la definición de su bar, pero Marco a pesar de haberlo notado continuo con su semblante imperturbable - Soy Marco Featön - extendió su mano esperando la respuesta del hombre. Era mejor medirlo de cerca antes de llevarlo a la mesa con las dos mujeres.
Cargando editor
11/10/2010, 17:30
Sir Bladis Bargham de Cádiz

El extraño personaje alzó las cejas sorprendido (o intentando aparentarlo) ante el abordaje del Hermano de Batalla. Dio un pequeño paso hacia atrás y entonces una sonrisa amplia, algo artificial, se le dibujó en su cara caricaturesca. Sus ojos brillaron y rápidamente, con una solemnidad exagerada, hizo una profunda reverencia.

"Mis saludos, noble señor" dijo "Me inclino ante semejante demostración de astucia. Déjeme preguntarle, si no lo ofendo, ¿cómo es que se dio cuenta que mi persona lo había citado?"

Antes que Marco reaccione, se incorporó con una rapidez avasallante, tomó la mano que Marco le ofrecía, y la estrechó firmemente en un apretón de manos.

"Es un honor para mi encontrarme con un miembro tan ilustre de la Santa Iglesia" siguió "Además, claro, que el Pancreator hizo que las circunstancias no pudieran ser mejores..." el tipo pareció interrumpir la frase cuando su vista se encontró en una aparente casualidad con Boudicca y con Joyce.

"Aaaah" exclamó "¡Pero miren que casualidad! Ya se han hechos buenos amigos" caminó con gestos exagerados, dramáticos, hasta la mesa y se volvió a inclinar en una reverencia "Saludos, mis señoras. Todo el lugar parece opaco, gris, libre de vida, cuando semejantes bellezas se hacen presente. Es un honor, un grato honor, conocerlas. Soy Sir Bladis Bargham de Cádiz, mucho gusto".

Y mientras se inclinaba una vez más, esta vez ante Joyce, le guiñó el ojo a Boudicca. 

 

Notas de juego

Joyce: No tiene ninguna marca externa que lo identifique. Sin embargo podés hacer una tirada de Percepción + Observar con un -4 para algo más de información.