Partida Rol por web

-No recuerdo su rostro, Inanna... se veía borroso. Quizás sí lo vi pero mi memoria no logra armarlo... no lo sé. Solo sé que quería verte, seguro que quería verte. Tenía cabello largo y ojos oscuros... eso sí viene a mi mente. El mirar esos ojos... aunque no me pidas describirlos con exactitud... era todo tan extraño.

Me enterneció verla tan animada. Quería recuperar su memoria, recobrar su pasado.

-Quizás sí suceda así. Tal vez cuando lleguemos a esos lugares, por ejemplo a la Biblioteca que soñé, tengas una memoria de ella... y de Gilgamesh.

"Tenía que ser así, debía haber una razón muy importante para que hayamos soñado esas cosas."

Entonces la joven nos pregunta a todos qué haremos.

-Es verdad, tenemos que tener un plan. ¿Qué vamos a hacer exactamente?? Lo de escapar del Planeta es un hecho, ¿pero ahora cómo seguimos ésto? Hay muchas cosas que averiguar...

Borgias se sentó en el asiento del copiloto y respondió a su amigo

yo en cambio amigo es la primera vez que lo experimento....lo que ices es raro....su reacción fue de sorprendido....mas bien creo que la niña es la causante de ello. Hay algo raro en ella, algo que no puede ser científico. 

El pancreador, el Pancreador... - dije con una sonrisa aunque un poco hastiado - Creen demasiado en alguien que no ven...

Empuñé la espada y sonreí, no era mi estilo y prefería los cuchillos; pero sin duda un poco de distancia entre los cazadores y yo estaría bien. Cuando Inanna preguntó respondí casi inconscientemente - Dinero... y provisiones... tal vez algún nuevo artilugio -. Miré a Boudicca y a Joyce pues el ingeniero había desaparecido, de seguro con su amigo, y Marcos seguía ido - Ustedes deberian ir acompañadas en todo momento; aunque sea tierra independiente de seguro conseguiran sujetos malos...

-Si tu lo dices...- el piloto se encogió de hombros como aceptando la palabra del ingeniero -Yo no estuve allí para ver su reacción.- Mientras chequeaba lecturas en varios paneles, Kal continuaba conversando. -Esa niña sí que es toda una rareza. No por nada tiene a todo el Imperio persiguiéndola. ¿Lograron averiguar por qué es tan codiciada? Según el aviso que estaba rodando a toda hora en las transmisiones de Aragon, la recompensa por ella es grande... no entiendo por qué en vez de entregarla, están huyendo con ella. Y qué hacemos en Ligaheim también es un gran misterio para mí- Valmer miró a Borgias en actitud interrogante. Aunque se fiaba de su amigo, sentía que había demasiadas lagunas en todo aquello como para estar tranquilo.

Big Morgan permanecía recostado contra el respaldo de su asiento mientras Boudicca y Sinbad comenzaban a trazar un plan. Ante las palabras del joven ladrón, no pudo menos que sonreir de lado y guiñarle un ojo en forma cómplice. Luego, como quien no quiere la cosa, sacó de su bolsillo trasero su viejo peine y comenzó a repasar su cabellera con tranquilidad.

-Mmmm, deberán tener cuidado por donde andan... Aquí la Iglesia no tiene tanto poder como en el resto del Imperio y por lo tanto, las leyes se quiebran más a menudo. Deberían saber bien a donde ir si quieren evitar problemas... Es apenas un consejo.

-El Pancreator está presente en todos nosotros, Simbad. Deberías entenderlo... pero el tiempo te lo dirá.

Oí entonces los consejos, muy buenos, de Big Morgan. Pensé un momento y recordando mi sueño expliqué lo que me gustaría hacer.

-Quisiera ir a algún centro de información. Volver a revisar la leyenda, consultar libros... una biblioteca. Quizás no encuentre la de mi sueño pero sí la que halle me guíe hacia la que busco.

Esperé a los demás, a ver si tenían alguna otra idea mejor. 

-Claro que escucho cualquier otra propuesta, todos somos importantes para la causa.

Cuando dije ésto miré a la dulce Inanna, la joven por la cual nuestras vidas habían cambiado totalmente.

Está claro que esta niña no es normal, algo extraño hay tras ella, no pienso entregarla sin saber todo lo que hay detrás de ella. Quizás lo que descubramos valga más que la recompensa amigo.

Lo de Ligaheim, es para seguir buscando pistas sobre esta niña tan misteriosa...todo apunta a que debemos encontrar la reencarnación de su supuesto amado...es como una especie de enigma encriptado, todo debe tener su lógica...

Joyce no tenía ningún plan a la vista. Su misión principal ahora era cuidar de Inanna.

- Por mi parte, podéis hacer lo que queráis, siempre que sea con prudencia. Será mejor no llamar demasiado la atención, por si acaso. Yo escoltaré a Inanna adonde quiera ir en este peligroso lugar.

Y dicho esto  miró interrogante a la muchacha.

Marco se encontraba en una especie de transe, el sueño le había producido sensaciones encontradas y había decidido entrar en un estado de meditación profunda para poder analizar las visiones producidas por cruzar a través del Sathra. Aquello le preocupaba.

El transe se prolongo más de lo que hubiese imaginado, una vez que el sacerdote entraba en aquel estado, el exterior desaparecía permitiendo que su mente analizará los designios del Pancreador.

Al volver en sí observo a la pequeña Inanna, esta irradiaba alegría y paz, debía proteger a aquella niña de cualquier mal, sin duda que era la esperanza de todos ellos. Luego observo a Joyce, blandiendo su sable con movimientos decididos pero llenos de belleza.

Sacudió violentamente su cabeza para despejarse y comenzó una pequeña serie de movimientos marciales de elongación.
-Si quieren salir, será mejor que nos movamos rápido. No quiero permanecer en este sitio más de lo necesario – Se voltio hacia Morgan pensativo – ¿Qué es lo indispensable para poder continuar con el viaje?

Mientras esperaba la respuesta del ladrón se percato de que aún portaba sus atuendos de monje, lo cual podría ser útil, pero también dejaría un recuerdo más que claro sobre quien lo vea, sin mencionar las manchas de sangre que cubrían los mismos. – Es posible que tengamos en la nave algún atuendo que nos permita pasar desapercibidos.

-Jajaja, viejo amigo! quien lo diría! Tu creyendo cuentos de reencarnaciones y vidas pasadas. Ver para creer. Si me lo contaban, hubiese creído que quién lo decía estaba loco- la risa del piloto fue sincera y muy alegre. Él y Borgias eran amigos desde hacía muchos años y entre ellos existía esa confianza que permite decir lo que realmente se piensa sin terminar en una ofensa.

-Vale, si dices que acá hay algo gordo por averiguar, no pienso poner "peros" a que sigamos esta loca aventura. De todas maneras, sabes que Ligaheim no es sitio para una criatura como ella. Aunque aquí el Imperio no puede meter sus narices como lo desearía, este sitio está lleno de mercenarios que serían capaces de vender a su madre si el precio es bueno... hagamos lo que haya que hacerse aquí cuanto antes y partamos al siguiente puerto, estar con ella aquí es casi tan peligroso para todos como estar en la propia Bizancio II. Por cierto, ve preparándote, en breve llegaremos a tierra.

Inanna sonrió con alegría ante las palabras de Joyce. Esa alegría se transmitió a los presentes, que sintieron como un peso les era quitado del alma. Estando ella allí, nada podía salir mal.

-Boudicca puedo ir contigo hacia la biblioteca? Nunca he estado en ninguna... es decir, no recuerdo haberlo hecho y creo que me encantaría conocer uno de esos lugares. Y dime Sinbad... me llevarás a conocer a los grandes mercaderes y recorrerás conmigo las calles de la ciudad? es que deben haber tantos negocios... y tantas cosas bellas por conocer! Oh, no pongas esa cara, ya viste que Joyce no dejará que nada malo me ocurra- realmente la chica irradiaba felicidad e inocencia. Y los que la escuchaban en aquel lugar, por un momento imaginaron un idílico paseo de domingo por una peatonal iluminada en algún planeta remoto, libre de peligros. Al parecer, junto a ella todo era posible.

Mientras Innana convencía a los demás de que la llevaran a recorrer el planeta que albergaba la liga de Mercaderes, Big Morgan respondió a Marco.

-Necesitamos combustible y provisiones... y no estaría mal que se le diera una mirada al deflector- el hombre bajó la voz para que sólo el sacerdote pudiera escucharlo -No quisiera volver a experimentar el Sathra o lo que fuera que nos pasó al llegar aquí-.

Luego, recuperando su compostura natural, continuó con la conversación, al tiempo que sonreía genuinamente ante las palabras de Innana y caía en su hechizo de optimismo. -Yo tengo algunas prendas que puedes emplear para cambiar las tuyas. Tal vez te queden un poco estrechas, pero de seguro llamarás menos la atención que si vas vestido como ahora. Ahora te las alcanzo. ¿Alguien más necesita un disfraz?- luego de mirar a los demás, se levantó de su asiento y abandonó la sala para ir en busca de lo que le habían pedido.

-Sí Inanna, por supuesto que puedes acompañarme. Es más, creo que eso serviría a la causa. Quizás tu amor ha dejado algo en la Biblioteca adecuada, algo que solo a ti te llame la atención. No cuesta nada intentarlo. Pero es verdad lo que Big Morgan dice, el cambiarnos de ropas, el intentar no llamar la atención es algo sumamente importante. Aunque la fuerza del Pancreator nos guía e ilumina, yo creo que debemos siempre usar nuestra propia inteligencia y no esperar todo de Él.

Así que asentí a la idea de la joven, pero no quería que no estuviésemos protegidas, y aunque cambiásemos de ropaje, era mejor que un tercero nos acompañase. Así que lo hice saber:

-Joyce, ¿quieres venir con nosotras? O cualquiera de vosotros, estaría más tranquila si alguien nos acompaña.

Marco había reaccionado, hablándonos poc pero dejando algo en claro; sabía que lo mirarían y necesitaba algo diferente de ropa. Inanna, por su parte, sonrió e instantaneamente todo se volvió mejor. Fue extraño pues literalmente ya nada importaba; su sonrisa se ve´´ia increible, como si dos mil ángeles le hubiesen dado su carisma.

Nos dijo que quería salir a la biblioteca y a ver el mercado; eso para mí no sonó bien. Me quedé callado, observando a mi alrededor y me di cuenta, tal vez por casualidades de la vida, que todos tenían el mismo rostro de éxtasis, de placer. "Esto no está nada bien". En una reacción rápida la miré y le dije - no Inanna, no puedes andar paseando por ahí. Podríamos meternos en problemas

 Yo la verda es que me cuesta creer estas historias fantásticas, pero he de reconocer, que hemos visto cosas que se escapan a mi razón científica. 

De todos modos creo que exponer aqui a la niña es peligroso, hay muchos mercenarios aqui, y si la reconocen tendremos problemas.....habrá que dejarla en la nave o disfrazarla....

Borgias, se preparó para el aterrizaje y comunico al resto de pasajeros para que hiciesen lo propio

Joyce miró dura y despectivamente a Sinbad: - ¿Pretendes tenerla siempre escondida, como si siguiese prisionera?- A continuación, relajó un tanto su mirada y se dirigió a la sacerdotisa y a Inanna: - Como dije, escoltaré a Inanna adonde ella quiera. Mi espada os protegerá.

Tú en tu vida habrás pisado estos predios Joyce - le dije a su respuesta despectiva - De seguro viviste en un convento la mayor parte de tu vida.

Caminé hacia Inanna mientras hablaba con Joyce - Inanna es justo ahora material de cambio. Aunque creas que el mundo es lindo deberías entender que las cosas aquí no son perfectas; en cualquier momento un ladronzuelo podría saltar encima para quitarnos la nave. Madura y empuña tu espada cuando se necesite, no cuando tu arrogancia lo crea util

Me molestaba bastante la actitud de esta gente; no por creer que las cosas son buenas, sino por creer que serian fáciles - Disculpame Inanna, pero no creo que sea lo mas seguro que andes por ahí de paseo. Eres una chica muy especial, lo sabes; y por eso es que no debes confiar en todo mundo

La verdad es que el niñato lleva parte de razón....Ligaheim no es lugar para niñas Obun

Si bien era algo holgada, la ropa que le había prestado Big Morgan, cumplía con su objetivo de ser discreta. Dejando su uniforme a un costado solo mantuvo el medallón que lo identificaba como “Hermano”,  escondiéndolo debajo de la camisa. Nunca se había separado de él y no lo haría en este momento. Sin bien su apreciación hacia la iglesia y su orden había cambiado en el último tiempo, aquel medallón representaba el sacrificio por un objetivo que se había impuesto.

- Tranquila Joyce – Marco se acerco al grupo, para sumarse a los preparativos y partir lo antes posible de aquel lugar – Todos defenderíamos con nuestra vida a esta joven, sin embargo será mejor no ponerla en peligro porque si. Entiendo su curiosidad, pero este no es el mejor lugar para salir de compras. – No le gustaba ponerse en aquella posición, pero no debían correr riesgos con la inquisición tras ellos, sabía mejor que nadie de lo que eran capaces eso hombres. Con tono autoritario termino por tomar una decisión.

- Que vaya a la biblioteca, tal vez detecte algo que nosotros pasemos por alto, como ha dicho Boudicca. Pero en dos horas debemos reunirnos de nuevo en la nave, creo que es tiempo más que suficiente para reunir los suministros que necesitamos para continuar con nuestro viaje. – Se quedo meditando por un instante – Iré con ustedes, por si hay problemas. No alcanzara solo con una espada en un enfrentamiento con… -  el sacerdote dejo sin concluir la frase, estaba más que claro con quien debían enfrentarse.

Mientras los viajeros seguían discutiendo si era mejor que Inanna permaneciera en la nave o bajara al planeta junto con la sacerdotisa y la noble, se oyó la voz de Kal por el intercomunicador.

-Tenemos permiso de aterrizar. Ubíquense en sus lugares que no quiero accidentes idiotas.

Dicho eso, los presentes comenzaron a sentir la desaceleración que, aunque se encontraba controlada, se podía percibir en sus estómagos.