Partida Rol por web

Erebus

Escena III: En los salones del rey de las montañas

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08/05/2013, 23:20
Director

La lanza es marfileña pero blanquísima, de más de una vara de largo, asombrosamente recta, estilizada y adornada de estrías espirales en toda su longitud. A pesar de su hermosa y frágil apariencia, es pesada y muy sólida, con una punta cónica afiladísima. Ni una junta, ni una muesca, ni un cordaje indican que se trate de una unión de distintos objetos. No ha sido fabricada ni tallada, sino que ha “crecido así”... Se trata, evidentemente, de un resto animal. ¿Pero de qué animal? A Catalina le da vueltas la cabeza: sólo se le ocurre que se trate de un cuerno de unicornio. ¿Es que acaso existen o existieron esos fabulosos animales en algún lugar del mundo? Al igual que la coincidencia fantástica del “alfa y omega”, de origen griego y simbología cristiana, este objeto se constituye en otro maravilloso e inconcebible misterio.

Notas de juego

Catalina reconoce que se trata de una parte de un animal, pero es incapaz de identificarlo (y sólo unos cuantos escogidos en la corte danesa podrían hacerlo, en esa época).

Por entonces se creía en la existencia (y en la posible desaparición) de un Jardín del Edén, donde habitarían todos los seres vivos habidos. Se estaban descubriendo animales nuevos e imposibles en África y ambas Indias: Mokele-Mbembe, el iguanodonte, el moa, la Bestia del Guevaudan, el okapi, Ogopogo, el dodo, el dragón de las Comodo, las serpientes marinas, el chupacabras... Puede que Catalina esté más que dispuesta a creer en el unicornio, tú decides.

En otro orden de cosas, te aclaro que las letras alfa y omega no están exactamente al comienzo y al fin del texto, pero sí claramente en esas zonas.

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08/05/2013, 23:32
Catalina d'Uberville

Catalina, asombrada y nerviosa, examina el objeto. 

- Es una sola pieza de origen animal. Crecida, no creada. ¿Ve las estrías en la base? Son anillos de crecimiento. Se encuentran en los cuernos de muchos animales, no sólo en árboles.

Suspira, examinando el objeto.

- En la Edad media se vendían por cuernos de unicornio los cuernos de narval, pero, amigo mío -mira sorprendida el objeto- si yo tuviera que apostar algo, lo apostaría por esto.

Esboza una sonrisa temblorosa, nerviosa.

- Si es que los unicornios existieron, claro está. Aunque podría equivocarme. Tal vez... algún otro tipo de animal. Es lo único que puedo asegurar: esto es un cuerno. Pero, ¿qué animal podría soportar un cuerno así? Tendría que tener un cuello muy, muy robusto...-se pierde en sus ensoñaciones.

Todo esto es tan raro.

- ¿En qué circunstancias le ha sido entregado, caballero?- inquiere.

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09/05/2013, 10:02
Jacques Goubert

Goubert escuchó con profundo interés las explicaciones de Catalina. Esperaba que la mujer arrojara algo de luz sobre el origen de la pieza y, sin embargo, parecía tan nerviosa y confundida como él. Lo único que el soldado tenía claro es que aquella pieza,  fuera de unicornio o no, valía su peso en oro. Después de todo desde la extraña ventisca  que azotó el Erebus lo extraordinario se había convertido en la norma habitual ¿Unicornios? A Jacques  ya nada le parecía descabellado.

“Demonios que atacan barcos, mujeres con seis pechos, unicornios,… ¿Qué será lo próximo? –reflexionó como ensimismado Goubert, tras lo cual suspiró profundamente- Discúlpeme,  Catalina, solo pensaba en voz alta. Está magnífica pieza me la entregó Wranalok al ver que yo mostraba cierto interés por las pértigas que se encuentras apoyadas en esta esquina. Tan solo curioseaba, ni tan siquiera había reparado en el cuerno. Supongo que me lo ofrece como pago por el cuchillo que le regalé ayer. Pero dígame ¿Qué le parece todo esto? Quiero decir que la construcción en la que nos encontramos no pudo haber sido realizada por estas gentes, por no hablar de la extraña anatomía de éstos. Su comportamiento respecto a la muerte es aún más raro…y créame si le digo que durante la guerra he visto prácticamente de todo ¡Y hasta me contaron historias de salvajes que se comían los cuerpos de los enemigos muertos! Pero eso de no derramar una sola lágrima por los muertos y apilarlos como troncos a la entrada de un recinto usado como almacén…No quiero asustarla, pero este poblado me da escalofríos”.

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09/05/2013, 15:34
Catalina d'Uberville

- No se preocupe por el miedo, caballero, creo que hace horas que lo he sobrepasado. Ahora nado en las tranquilas aguas del espanto -dijo Catalina con serena calma-. Este lugar es... grotesco. Hemos hallado una piel de un animal con seis patas, ¡un cuerno de unicornio!, unas estructuras que evidentemente fueron construídas por alguna civilización mucho más avanzada, personas con aspecto inquietantemente simiesco... todo esto es grotesco, bizarro, increíble, irreal... y sin embargo, estamos aquí.

Suspira largamente, observando el cuerno de unicornio como si fuera la caja de Pandora.

- Ojalá jamás hubiéramos subido al Erebus. Me siento como si Alicia hubiera entrado en el País de las Maravillas... y no sé si podremos volver a casa con la cordura intacta.  Deberíamos... Dios Santo, deberíamos conseguir provisiones y marcharnos. No sé hasta qué punto me siento fascinada por este lugar o meramente horrorizada. 

Dedica una mirada al soldado.

- Ha hecho usted muy bien en estrechar lazos con esta gente.  Quizá así tengamos más fácil el salir de aquí con provisiones -mira a su alrededor, el almacén con paquetes. ¿Qué provisiones obtendrían?-. ¿Tal vez podría intentar sonsacar algo más sobre el origen del cuerno?

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09/05/2013, 20:00
Jacques Goubert

Ojalá jamás hubiéramos subido al Erebus. Me siento como si Alicia hubiera entrado en el País de las Maravillas... y no sé si podremos volver a casa con la cordura intacta.  Deberíamos... Dios Santo, deberíamos conseguir provisiones y marcharnos. No sé hasta qué punto me siento fascinada por este lugar o meramente horrorizada.

Goubert asintió. Nunca debió abandonar St. Pierre…pero de nada servía ahora compadecerse de su mala fortuna.
“Tranquila, mujer, saldremos de ésta y tendremos una buena aventura que contar cuando lleguemos a puerto ¡Hasta puede que nos riamos de nuestros miedos sentados en un cómodo salón mientras disfrutamos del vino al calor de una buena conversación!...No se preocupe…y si hay problemas éste nos protegerá”, dijo señalando su mosquetón.


Ha hecho usted muy bien en estrechar lazos con esta gente.  Quizá así tengamos más fácil el salir de aquí con provisiones ¿Tal vez podría intentar sonsacar algo más sobre el origen del cuerno?


“Tiene usted razón, tal vez pueda sacar algo en claro preguntándole al Padre de Todos… tal vez elogiado la habilidad de su gente como cazadores…”


“Es una pieza magnífica, Wranalok. Sin duda son un pueblo valiente y hábil en la caza, pues imagino que la criatura a la que perteneció este cuerno debió ser enorme y de una fiereza extraordinaria…seguro que esta pieza tiene una gran historia detrás de ella…y a mí me encantan las historias…las atesoro, sobre todo si son historias de gente valerosa… ¿Tendría inconveniente en narrarme cómo era la criatura a la que pertenecía este cuerno y de cómo la abatieron?"

Notas de juego

Doy por hecho que Ojo-de-Cuervo actúa como traductor, pero, por supuesto, dejo que sea el master quien le informe del extraño hallazgo y de que sea Radagast  quien decida si acudir a traducir o no las palabras del soldado.

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11/05/2013, 11:22
Ojo-de-Cuervo

El descubrimiento de Ojo-de-Cuervo le perturbó sobremanera. Un extraño dibujo en la piedra. Los franceses los llamaban "frescos". No tenía ni idea de por qué. Claro que estaban fríos, pero... También había letras. O intentaban serlo. Parecían letras. Una historia. Estaban contando una historia. ¿La historia de este lugar? ¿Quiénes eran esos perros a dos patas? ¿Cuidaban o pastoreaban? Un escalofrío le recorrió la espalda. Horripilante, horripilante.

No hizo caso al grito de Goubert llamando a la mujer. Antes bien, llamó al hombre medicina. Él era un hombre ilustrado, como decían los franceses. Quizá supiese interpretar los signos.

-Monsieur Tessier, venga aquí -pidió-. Mire: frescos. Escrituras.

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11/05/2013, 11:43
Ludovic Tessier

Ludovic apenas oyó a Catalina, impactado ante el descubrimiento. Era obvio que aquello no encajaba. Era obvio que aquel lugar era más de lo que parecía. Era obvio que aquello no podía acabar bien.

Su mano se alzó en el aire, acercándose a aquellos símbolos fuera de lugar. Sus pupilas temblaban, atentas ante el hallazgo. Y entonces, cuando sus yemas estaban a punto de tocarlos...

-Monsieur Tessier, venga aquí -pidió-. Mire: frescos. Escrituras.

El médico se giró hacia Ojo-de-Cuervo, ladeando la cabeza. De reojo miró a sus acompañantes, antes de acercarse al explorador.

-Déjeme ver -susurró, esperando comprender todo aquello...

- Tiradas (2)

Motivo: Int+Aca

Dificultad: 6

Tirada (7 dados): 4, 6, 2, 6, 1, 5, 3

Éxitos: 1

Motivo: Int+Inv

Dificultad: 6

Tirada (8 dados): 7, 5, 5, 9, 4, 1, 4, 7

Éxitos: 2

Notas de juego

Como no sé si tirar una cosa u la otra, hago las dos y que el Master decida. De todos modos, para lo que ha salido xD

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11/05/2013, 18:14
Adrien Le Brun

- Alpha et Omega cognominatus, ipse fons et cláusula, Omnium quae sunt, fuerunt, quaeque post futura sunt - recitó Adrien, recordando las palabras del Apocalipsis. - El origen de todo, el final de todo - resumió - Salgam...

Cita:

-¡Catalina, venga a ver esto! -Monsieur Tessier, venga aquí -pidió-. Mire: frescos. Escrituras.

-...mos de aquí - terminó Adrien. Los gritos de Goubert y Ojo de Cuervo cruzaron la sala. Adrien siguió al doctor, que comenzaba a ponerse nervioso, como el mismo. Observó los frescos, pero su mente divagaba calculando mentalmente cuánto tardarían en salir por la escala si las cosas se pusieran feas. Más feas. - Caballeros, mi señora, sé que este lugar es excepcional - comenzó, levantando la voz para que todos le oyesen - y reconozco que mi propia curiosidad es tan grande o más que la suya. Regresemos al Erebus, y volvamos con más compañeros, cuadernos, objetos para intercambiar y cualquier cosa que necesiten - Más balas, por ejemplo, pensó - El Erebus está encallado, tenemos tiempo de sobra. No hay por qué arriesgarse ahora. Les doy mi palabra.

Notas de juego

Editado por corrección.

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11/05/2013, 18:46
Catalina d'Uberville

Notas de juego

¿Me puedes hacer un resumen de dónde está cada uno y con quién?

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11/05/2013, 19:17
Director

Notas de juego

Hagamos el resumen que pide Catalina, porque esto es confuso. Hay distintas informaciones que compartir, y así.

En este preciso instante:

-Catalina acude a la llamada de Goubert, que a su vez está con el Padre de Todos y otro aborigen. En el siguiente post tendrán una rara charla y regresarán -sí o sí- a la piel/puerta.

-Tessier va en busca de Ojo de Cuervo (en otro lugar).

-Adrien ha seguido a Tessier, pero habla en voz alta para que todos le oigan. Ninguno de los europeos está con el Lector del Cielo.

-Supondremos que, ya que LeBrun es su jefe directo, el marinero LeFranc le sigue mirándolo todo con la boca abierta.

Lo que no entiendo es por qué está todo cristo TAN nervioso. Pese a lo rarííísimo del lugar y la gente, los nativos no han sido hostiles en ningún momento, sino todo lo contrario.

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12/05/2013, 01:03
Wranalok

 

Miraron alrededor, buscando al guía Hurón, pero en ese momento oyeron su potente voz reclamando al doctor en otra parte. No se desanimaron, pues tanto el soldado como la baronesa habían afrontado situaciones similares en el pasado. Si los gestos se hacían necesarios para comunicarse, gesticularían sin vergüenza alguna.

Así pues, señalaron el raro objeto exagerando una expresión de extrañeza, se llevaron las manos a la frente simulando un cuerno, imitaron con sus manos la carrera de un animal cuadrúpedo y alzaron los brazos inquiriendo el tamaño de la bestia. Si algún aristócrata de la Bretaña hubiese contemplado la escena, se habría reído a mandíbula batiente.

Wranalok les miró primero con extrañeza, pero terminó por sonreír y asentir vivamente con la cabeza.

-Anokeh –dijo.

-¿Anouk?-aventuró extrañado Goubert en su precario Inuk-. ¿Oso?

El Padre de Todos sacudió la cabeza con paciencia, como quien trata con niños pequeños. Alargó sus manos duras y anchas y, tomándoles del brazo, les condujo hasta la pared final de la sala, justo al lugar donde poco antes Catalina y el doctor se habían detenido, sorprendidos ante una insólita piel blanca, un fenómeno de la naturaleza.

-Anokeh –repitió Wranalok, señalando la piel.

En el primer vistazo, Goubert creyó que era la piel de un oso polar. Bueno, del abuelo de todos los osos polares, pues, extendida sobre la pared, sus más de cuatro varas casi alcanzaban el techo. Sin embargo, enseguida notó algo excepcional en ella: el animal del que había sido extraída tenía seis patas.

Por encima de la piel, Goubert divisó una medio borrada inscripción. Unos signos que no entendía, pero que no eran meros garabatos.

Notas de juego

Sí, por fin veis el careto de Wranalok. No es fácil encontrar imágenes que sirvan para estos indígenas. ¡Y éste es el más guapo, con diferencia!

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12/05/2013, 01:09
Director

 

Hallaron al lengua algonquino junto a una pared lateral. En la zona más alta de la misma le señalaba un dibujo, o varios. Estaban sucios y descoloridos, y una parte se había desprendido. Efectivamente estaban hechos al fresco, como una incongruencia más.

En una parte, varios indígenas estaban sentados alrededor de un shwoghrtoz y prestaban atención a un raro y pequeño perro con manos que se dirigía a ellos sentado en una posición de privilegio. Más allá, dos de estos pequeños perros ¿quizá grandes ardillas? portaban lanzas y caminaban erguidos al frente de una tribu de indígenas que atravesaba un lugar cubierto de árboles caídos, largos, sin ramas y con sólo unas pocas hojas en abanico. En el último y más extraño de ellos había varios de estos perros. Uno yacía en una estera en el suelo, enfermo o moribundo, asistido por otros dos. A su lado, otro más acunaba en sus brazos un bebé humano, y un grupo compuesto de indígenas y perros erguidos les miraban con la frente hundida, tristes.

Tessier se pasó la lengua por los labios resecos. Aquí y allá había glifos y letras que no podía descifrar, sin duda una forma de escritura. Algunos símbolos tenían un parecido sorprendente al griego clásico. Si lograse descifrarlos... Dejó aquello para más adelante, pues los dibujos parecían más intuitivos.

Adrien frunció el ceño. Aunque sus preocupaciones inmediatas eran otras, las imágenes captaron su atención. Él había visto anteriormente a esos perros, o monos, o lo que fueran. En otro templo pagano, no muy lejos de allí.

Palmeras! –identificó el doctor los árboles caídos de la segunda imagen-. Palmeras en el ártico. Claro, Ludovic, ¿por qué no?

Pero fue en el tercero de los diseños donde los entrenados ojos de Tessier detectaron el detalle más impactante. En el animal que figuraba tendido en la estera, evidentemente enfermo, se adivinaban varios senos evidentes, y un borrón a su lado podía ser... ¿una placenta?

-¡Se trata de un parto! –exclamó, asombrado-. Un parto malogrado, al parecer... ¿Pero, y el hijo?

Tres pares de ojos horrorizados se dirigieron al bebé que otro de los “perros” sostenía en sus manos...

Notas de juego

Venga, tiradme Humanidad a dificultad 7, so pena de perder un punto. Si alguien pifia, ya me encargo yo.

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12/05/2013, 01:40
Ludovic Tessier
- Tiradas (1)

Motivo: Humanidad

Dificultad: 7

Tirada (8 dados): 5, 5, 3, 2, 4, 5, 5, 3

Éxitos: 0 Fallo

Notas de juego

Muajajajajaja, muaaaaaaajajajajaja.

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12/05/2013, 01:58
Adrien Le Brun
- Tiradas (1)

Motivo: Humanidad

Dificultad: 7

Tirada (7 dados): 9, 2, 9, 10, 2, 5, 8

Éxitos: 4

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12/05/2013, 16:44
Ojo-de-Cuervo
- Tiradas (1)

Motivo: Humanidad

Dificultad: 7

Tirada (7 dados): 2, 10, 3, 2, 7, 10, 7

Éxitos: 4

Notas de juego

Uf!

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13/05/2013, 23:02
Catalina d'Uberville

 Santa Catalina de la que llevo el nombre. Una piel de unicornio, un cuerno de unicornio... menos mal que está despellejado, ¿eh, mujer? Porque ya sabes lo que les hacían los unicornios a las mujeres que no eran doncellas, y tú hace bastantes noches y un hijo disidente que no lo eres.

La piel de seis patas que acababa de descubrir con el doctor. Se acercó... la acarició.  ¿Era real, podía serlo? Era consciente de que estaba cometiendo una estupidez, que podía ser considerado una profanación... pero, Dios del Cielo, ¿cómo podía irse de aquí sin tocarla?

Comenzó a tomar notas, a hacer esbozos y bosquejos. La longitud del cuerno y un par de bocetos; el aspecto que en su opinión tendría una planta del edificio, las inscripciones... Incluso un par de retratos a lápiz de  los nativos. Desde luego, si consiguen volver a casa, Maurice tendrá otra publicación a su nombre.

- Lo que me preocupa, señor Goubert -musitó mientras trazaba rápidos gestos en su cuaderno de campo- es que nunca hay uno solo de cualquier criatura viva. Siempre ha de haber una población lo suficientemente grande como para permitirlo sobrevivir. Habrá o hubo, más... unicornios. Y no sé si deseo ver uno o no verlo jamás.

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13/05/2013, 23:33
Director

 

La pelambre blanca era recia y suave, y sólo rozarla hizo que a Catalina se le erizase el vello de la nuca. Aquel animal no debía existir. Había algo antinatural y mágico en él.

Mágico, desde luego –pensó con atónita ironía-. Un calificativo muy apropiado para un unicornio.

Pese a su peso y grosor, sintió que la piel se bamboleaba a su contacto. Tras aquella colgadura había un acceso. Dado lo fantástico de la “puerta”, se trataría un acceso a una sala igualmente fantástica.

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14/05/2013, 00:14
Jacques Goubert

- Lo que me preocupa, señor Goubert, es que nunca hay uno solo de cualquier criatura viva. Siempre ha de haber una población lo suficientemente grande como para permitirlo sobrevivir. Habrá o hubo, más... unicornios. Y no sé si deseo ver uno o no verlo jamás.


El soldado asintió con un leve movimiento de cabeza. “Tiene usted toda la razón- dijo arrastrando las palabras, como despertando de un profundo y terrible sueño-, debe o debió haber más…y yo tampoco sabría decirle si deseo ver un ejemplar vivo o si deseo no verlo”.
Un sudor frío recorrió la frente de Jacques haciendo que algunos mechones de pelo se adhirieran a ella. De lejos bien podría parecer que las finas raíces de una planta hubieran comenzado a brotar de la mente de aquel hombre que, absorto, trataba de imaginar cómo debió de ser la caza de aquel unicornio ¿Habría presentado batalla el animal? ¿Lo condujeron mediante engaños hacia una mortal trampa? Goubert prefería imaginarse al unicornio bien plantado frente a los salvajes agresores, majestuoso, embistiendo con fuerza y vendiendo cara, muy cara, su derrota final. Apenas pudo contener el deseo de extender el brazo y acariciar la nívea piel.
“Catalina, intente copiar esa inscripción”, dijo señalando el deteriorado grabado que se encontraba sobre sus cabezas, tras lo cual miró a Wranalok y, sin dejar de señalar la inscripción, se aventuró a decir “¿Anokeh?”.

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14/05/2013, 11:19
Director

Catalina se acercó reverente, casi temblorosa, a acariciar posiblemente la piel del único unicornio cazado sobre la tierra. Su rostro se debatía entre la veneración y el rechazo. Mas al acariciar aquel pelaje, Goubert advirtió cómo éste temblaba en sus colgaduras. Comprendió enseguida que allí había un acceso a otra sala. Una sala sin duda importante, pues estaba anunciada por una inscripción y con una "puerta" de un valor inimaginable...

Wranalok parpadeó, sorprendido, y se encogió de hombros. Luego señaló con un grueso dedo la piel blanca y afirmó rotundamente:

-Anokeh!

Notas de juego

La inscripción carece de sentido para el Padre de Todos (que por otro lado es seguramente analfabeto xD). Queda claro que anokeh es el bicho dueño de la piel y el cuerno.

Por otro lado, estoy viendo que Goubert se asusta de su sombra. Total, no es más que una piel. Bueno, el miedo es gratis y cada uno coge cuanto quiere. Pero, si unos retacos salvajes cazaron uno, ¿por qué no podrían los blancos con sus mosquetes abatir otro? ¿Y qué enorme fortuna no valdrán sus cuernos y sus pieles en Europa? ¿O incluso uno vivo? Quizá se podría comerciar con los cuernos que ya tienen...

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14/05/2013, 12:30
Jacques Goubert
Sólo para el director

Notas de juego

Mas que asustado Goubert está tenso. Los indígenas están siendo muy amables con el grupo…demasiado para haber matado a uno de ellos y actuar como si nada hubiera ocurrido. El soldado desea entablar buenas relaciones con ellos…pero por otro lado no quiere abandonar el estado de alerta, desea estar en guardia…y mas que maravillarse por la posibilidad de que existan los unicornios se siente sobrecogido, como si hubiera entrado a formar parte de los cuentos populares que hablan de criaturas fantásticas y que se les cuentan a los niños para asustarlos y mandarlos a la cama pronto…y ahora siente que el niño es él…algo difícil de aceptar para un personaje tan violento como él, siempre a punto de estallar en un salvaje ataque de ira. Ahora la fascinación por lo desconocido sofrena sus impulsivas emociones, pero al mismo tiempo se prepara para lo peor…después de todo el miedo y la violencia son las emociones que mejor conoce el soldado. Eso es lo que intento interpretar (no sé si estoy logrando transmitirlo). Por supuesto que se aceptan sugerencias de interpretación, si consideras que el soldado debiera comportarse de otra forma para el mejor desarrollo de la historia no tendría ningún problema en hacerlo, aunque hemos de tener en cuenta que llegó a pensar en sacrificar a algún compañero para librarse del Wendigo y que ahora son ellos los únicos compañeros que tiene en una tierra hostil habitada por seres extraños…Goubert digamos que no puede mostrarse de buenas a primeras como un personaje excesivamente relajado. Por cierto, mi más sincera enhorabuena por el desarrollo de la partida (y no es peloteo), pues hacía tiempo que no disfrutaba tanto con un juego de rol.