Partida Rol por web

Disculpen mi apremio señores, mis modales se han visto dañados por la presión. - La culpa comienza a ahondar en mi al percatarme de las heridas de Thomas, con el trajín de la lucha no me había percatado de la situación de mi compañero.

¿Esta usted bien Holzer?

¿Donde estará el doctor? Esto comienza a parecer una pesadilla.

-He estado mejor... pero creo que podré aguantar. El problema es no saber donde está el doctor. Quizás esté cerca. Deberíamos seguir con la búsqueda... Me gustaría, al menos, ver que hay tras esa puerta. Si encontramos un nuevo pasillo, aceptaré volver sobre nuestros pasos... Por cierto, gracias, les debo la vida.

Vamos a ver como de grave es esa herida y si puede caminar. La verdad es que no se si sería prudente que se moviese o no, tal vez si alguno de nosotros vamos a buscar al doctor... o pedir ayuda al pueblo. digo mientras levanto las telas ensangrentadas que cubren el pecho del señor Holzer. Haga presión en la herida, es lo único que le puedo decir, probablemente yo no tenga más conocimientos de medicina que ustedes. Podría improvisar un vendaje que le rodee el tórax con mi chaqueta, por el momento. ¿Qué le parece la idea?

Me giro hacia Modesto que esta cerca de la puerta.

Nada impide que abra usted la puerta señor Arrabbiati, tal vez sea esa la salida. Pero por favor, extreme las precauciones.

Las heridas de Holzer son profundas y sin duda requieren tratamient. Ahora que la pelea a terminado, y desciende el nivel de adrenalina, el dolor aumenta, pero aun asi Thomas es capaz de caminar y valerse por si mismo.

Modesto ya habia hecho girar el pomo de la puerta, cuando se vuelve hacia Thomas para interesarse por su estado, y la puerta, ligeramente entreabierta, deja ver lo que parece un pasillo de piedra trabajada iluminado por antorchas.

Me quito la camisa, quedándome sólo con la camiseta interior rasgada, y la chaqueta encima. Con la camisa, sigo el consejo de Frederick para hacer unas vendas improvisadas.

-Buena idea. Ayúdeme a rasgar unas vendas de aquí y colocármelas, por favor-le digo.

Con su ayuda, intentaré colocármelas rodeando el pecho, haciendo presión en la herida.

-Gracias, con esto podré aguantar un tiempo. Ese nuevo pasillo parece diferente. ¿Creen que estaremos cerca de algo?

¡Será mejor encontrar al Doctor cuanto antes!. Pensé mientras miraba preocupado la heridas de Holzer que resultaron ser más graves de lo que imaginaba, tal vez con el vendaje improvisado pueda aguantar, pero no por mucho tiempo.

Aún titubeando por las últimas experiencias, termino de abrir la puerta y observo detenidamente el pasillo que se abría ante mí.

- Eso espero Thomas, eso espero. Iré delante para inspeccionar si es seguro.

Dejando la lámpara en la habitación para que mis compañeros tuvieran algo de luz ingreso en el pasillo,  tomando una de las antorchas de la pared para luego avanzar lentamente. ¡Esta vez no me tomaras por sorpresa, bestia infernal!

Después de ayudar a Holzer con el improvisado vendaje, le tiendo la mano para ayudarlo a incorporarse. Apóyese en mí, Thomas digo mientras caminamos brazo al hombro en dirección al pasillo hacia el que se adentra el señor Arrabbiati. Creo que será mejor que dejemos aquí la lámpara, hay iluminación de sobra y seguro que nos entorpece más que ayudar digo mientras abandonamos la sala a ritmo pausado.

No se aleje mucho Modesto, no quiero que Thomas se fuerce sin necesidad.

El pasillo termina tras unos pocos metros en otra habitacion similar a la primera. Sin embargo, como el pasillo, la habitacion esta iluminada por antorchas.

A diferencia de la habitacion de las que venis, en esta no hay otra salida que la puerta por la que habeis accedido. A parte de la puerta de acceso y las antorchas, en la habitacion solo hay una estanteria de madera vacia, con un candelabro atornillado a la pared a cada lado.

-Maldición...-digo casi en un murmullo- esto nos deja dos opciones: volver, o continuar explorando el resto de pasillos de este laberíntico lugar... yo voto por volver. Con un poco de suerte, el cochero nos habrá mentido, y puede que el doctor esté en el pueblo.

Podríamos volver, pero visto lo visto (digo mirando a Holzer), tal vez el doctor este en aprietos como usted. Si en verdad necesita nuestra ayuda, no podemos dejarle así sin más. Solo se me ocurre que o vuelven ustedes dos al pueblo y yo (o Modesto) me quedo investigando. O le dejamos un momento aquí, señor Holzer, y vamos a buscar al doctor. O nos vamos los 3 de regreso al pueblo y volvemos más tarde con refuerzos.

La verdad es que yo no puedo irme sabiendo que el doctor puede estar en peligro.

Miro a mis compañeros ¿qué me dicen?

-Tiene razón. No me gustaría quedarme sólo, así que les acompañaré cuanto pueda. Ahora habrá que decidir el siguiente cami... Un segundo... puede que...

Mi vista se fija en los dos candelabros que flanquean la estantería. ¿Por qué dos candelabros en una estancia que ya dispone de antorchas? ¿Y esa estantería completamente vacía? Parece desentonar.

Me acerco a uno de los candelabros he intento agarrarlo, inspeccionarlo y tirar de él de alguna forma. Si no obtengo resultado, probaré con el otro. Quizás haya empezado a perder mi cordura, pero casi estoy convencido de que aquello podría ser el acceso a una puerta secreta.

El primer candelabro no reacciona, pero el segundo cede rápidamente a tus intentos permitiendo que lo estires como si se tratase de una palanca. Un sonido metálico, y la estantería se desplaza levemente, como si hubiese sido liberada de algun mecanismo. En seguida os dais cuenta de que la estantería esconde una puerta secreta, que habéis abierto al estirar el candelabro, y al abrirla veis que os encontráis en una estancia de piedra, sin ninguna iluminación.

Tardáis un momento en daros cuenta de que os encontráis en la capilla del castillo. (Estancia B del mapa)

Este lugar esta lleno de sorpresas señores - me acerco a la abertura descubierta por Holzer llevando delante la antorcha con los dientes apretados, no podía dejar de pensar que en cualquier momento aquella criatura volvería a saltar sobre nosotros. - ¡Es usted muy Perspicaz querido Thomas! Hemos encontrado el castillo de los Vadja ahora busquemos al doctor.

Ingreso en la capilla y me acerco rápidamente a la puerta del otro extremo intentando escuchar si alguien se aproximaba hacia nosotros.

Miro con asombro como Thomas abre esta nueva entrada, increíble. Parecen decididos digo mientras Modesto se adentra en la capilla. Bueno, de perdidos al río digo mientras entro yo también en la estancia.

¿Se escucha algo detrás de la puerta, Modesto? pregunto mientras examino la capilla en busca de cualquier cosa sospechosa.

La estancia parecía estar completamente vacía y de momento eso me alcanzaba. Sin querer poner en peligro a sus compañeros me atrevo a hablar en un susurro en respuesta a Frederrick.

- De momento no logro percibir sonido alguno, pero casi podría asegurar que vamos a estar mejor que en aquellas catacumbas tenebrosas - Finalmente aplico toda la atención de la que soy capaz en escuchar a través de la puerta.

No percibes nada extraño en la capilla, pero si oyes pasos de alguien que se aproxima. Teniendo en cuenta que la puerta ha hecho cierto ruido probablemente sea alguien que lo ha escuchado.

- Señores, creo que alguien nos ha escuchado. Siento pasos que se aproximan, si es uno de los Vadja de seguro nos brindaran ayuda y podrán informarnos sobre el paradero del Doctor - Al menos eso espero, será mejor ir con cuidado después de los eventos de esta noche.

El descubrimiento de la puerta secreta me anima. Es un rayo de esperanza en una noche terrorífica. Sin perder tiempo, sigo los pasos de mis compañeros hacia el interior de la mansión.

Mientras Modesto intenta descubrir si algo se mueve al otro lado de la puerta, no puedo evitar pensar qué implicación pueden tener los Vadja en todo esto. Entonces, Modesto anuncia que oye a alguien acercarse. ¿Será uno de los Vadja? y si es así ¿Será de fiar?

-Espero que tenga razón. Ciertamente, estas catacumbas que conectan con la mansión de los Vadja me hace preguntarme si no esconden algo. Han sido unos estupendos anfitriones, pero está visto que las cosas no suelen ser lo que parecen por estos lares.

Me coloco de forma que pueda tener una visión clara de la puerta, por si tengo que actuar rápido y disparar.

La puerta se abre, y aparece Boris, el mayordomo. Lleva una lampara en una mano y una espada en la otra, y cuando os ve se muestra enormemente sorprendido.

Me agacho entre los bancos de la capilla junto a Holzer. ¿Le tiene encañonado? le susurro a Thomas.

Y busco automáticamente algún objeto cercano que me pueda servir para el combate cuerpo a cuerpo con mejor resultado que la última vez. Todo ello mientras grito ¡deténgase, no de un paso más!