Partida Rol por web

Liber Iudex Abrahami

ACTO II: NEHEMIAH

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19/08/2013, 01:38
Director

Tres días habían pasado desde la llegada del grupo a Girona, y en tres días no habían visto ni un solo judío. Parecía que se los hubiera tragado la tierra, lo cual era sorprendente para el que conociera lo que había sido Girona antes del ataque al call, donde vivía una de las comunidades más importantes del Reino de Aragón.

Durante este tiempo, Íñigo había tenido que lidiar contra los dos alquimistas, que le insistían en que les dejara estudiar en profundidad el libro, aunque les sirviera de poco al no saber hebreo. Pero el caballero apenas tenía tiempo para los alquimistas y andaba continuamente en busca de judíos, sin ningún éxito. Ya empezaba a estar harto de la insistencia de los alquimistas, y estos del exceso de celo por parte del caballero.

Por lo poco que Josep y Lourenço pudieron averiguar de los textos en latín, el libro era una especie de tratado sobre cábala, la ciencia secreta de los hebreos, y de la que ninguno de los dos alquimistas sabía demasiado; incluso el propio Íñigo sabía algo más sobre sus símbolos y significados, ya que había estudiado teología cristiana, y esta era en algunos puntos muy parecida a la hebrea. Se hablaba de los árboles del Edén, el de la Ciencia y el del Conocimiento, de los 31 senderos de la sabiduría; el número 7 era recurrente en las ilustraciones, en las que se repetía el menorah, el candelabro judío de siete brazos, y la estrella de David, que, según aseguraba el texto latino, tenía siete partes, que consisten en las seis puntas y el centro. Pero en latín solo venían algunas aclaraciones, y era imposible saber a qué se refería el texto en hebreo.

Sin embargo, la parte final del libro estaba plagada de fórmulas alquímicas, algunas de las cuales entendían tanto Josep como Lourenço, si bien no sabían situarlas en su contexto para saber qué se perseguía en ellas. Pero sí que observaron que aparecían mucho los símbolos del plomo  y del oro , y para ellos esto solo podía significar una cosa...

Por su parte, Elizenda siguió sirviendo en la taberna, y ya conocía a algún que otro galán con buena dote; pues buena era aquella taberna para conocer gente adinerada, ya que en ella el goteo de tratantes de caballos era continuo. Y mientras tanto, el posadero, su hija y su yerno rogaban a Dios por que se marcharan de allí cuanto antes, que el gasto que hacía el caballero no era poco y no sabía si pretendía pagarles alguna vez.

Blas disfrutaba de la vida en la taberna, como todo buen goliardo, pero también se esforzaba por atender al caballero, y su esfuerzo le llevó a conocer a un rufián de vida nocturna que le dio un chivatazo sobre un escondrijo de judíos en el arrabal, cerca de los baños árabes. Allí, decía el rufián, que frecuentaba aquellos lares, en un solar abandonado, le había parecido escuchar voces que no hablaban catalán. Muchos judíos no tendrían a dónde ir después de haberlo perdido todo, y no sería descabellado pensar que una buena parte de ellos se hubiera ocultado en alguno de aquellos lugares, en las afueras, e hiciera tratos con los mercaderes que llegaban para conseguir comida y agua y permanecer ocultos hasta que pasara del todo la tormenta.

Pero lo más extraño era que alguien con tanta influencia como un rabino no diera señales de vida. Muchos pensaban que había muerto, otros que había huido a Barcelona o algún otro lugar donde pudieran recibirle los suyos y ponerle a salvo. Pero nadie lo había visto, ni cuando el ataque al call, ni entre aquellos que habían salido de Girona aquel día con lo puesto.

Por eso, la información que obtuvo Blas abría una puerta a la esperanza de Íñigo de encontrar al rabino. Tal vez habría reunido a los pocos supervivientes en aquel solar y ahora intentaban sobrevivir como pudieran, esperando el momento oportuno para volver a salir. Al fin y al cabo, los rabinos eran líderes no solo religiosos, y tenían que hacerse cargo en momentos como aquel y guiar a su pueblo. Además, era un alivio para el caballero porque a los alquimistas también les interesaba encontrarle para negociar con él sobre la traducción del libro. Así pues, su búsqueda volvía a unirlos a todos.

Era mediodía y el calor apretaba. Todos acababan de comer, y Elizenda ayudaba a Agnes a fregar las escudillas trayéndole agua del pozo en un cubo y contoneándose ante la mirada de los ganaderos, mientras los hombres hablaban del asunto en la mesa y ella se demoraba para arrimar la oreja.

Notas de juego

Si habéis hecho algo específicamente durante estos tres días, podéis decirlo libremente en vuestro primer mensaje.

Podéis marcaros todos, a no ser que queráis hablar en privado entre vosotros.

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19/08/2013, 22:22
Josep Dalmau

Notas de juego

Me gustaría que iñigo me contestara al mensaje de la charla que estabamos manteniendo en la taberna :-p

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19/08/2013, 22:48
Don Íñigo de Lara

Tras la penosa espera, por fin había alguna pista. Habíamos pasado tres días en blanco, preguntando aquí y allá sin que nadie supiese decirnos cosa alguna acerca de algún judío siquiera, menos aún del tal Nehemiah. Mas al fin el buen Blas, haciendo gala de aquello que se le daba mejor, que era moverse entre parroquianos como un borracho más, y escuchar y sacar cuanto pudiese de sus chácharas, oyó hablar de un lugar en el que se habían ido a ocultar algunos de los pocos judíos que debían de haber escapado. Así pues, en cuanto la noticia llegó a mis oídos, indiqué a mi extraña compañía que nos pusiéramos en marcha, aún a pesar de ser hora en la que las estufas del infierno parecían haberse extraviado del infierno, y haber ido a encenderse en aquella ciudad tórrida. Y es que tanta espera me desesperaba, y ya ni en el rezo encontraba consuelo ni descanso, sabedor de que mi deber para con Dios estaba ahí fuera.
De ese modo salimos al empedrado, pese a las protestas veladas de alguno que otro, aunque creo que puedo decir sin equivocarme que los alquimistas se alegraron tanto como yo de oir nuevas, aunque por motivos muy diferentes.

Notas de juego

- No puedo contestar a Josep en la escena previa, está cerrada ;)

- Creo recordar que en el último post indiqué que dejaría a los alquimistas hojear el libro, pero siempre bajo mi vigilancia estricta :P

- Íñigo habrá rezado y preguntado a viandantes estos días.

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20/08/2013, 04:12
Elizenda Landeira

Emitió un par de murmullos mientras seguía fregando las escudillas. Pensativa en los mozos que por allí se pasaban. Quizás alguno valiera la pena, aunque como siempre, Elizenda aspiraba más alto, quizá en su propio cuento y fantasía. Todavía no había hecho negocio del que ella sabía y las ganas comenzaban a ansiarle. Sin duda querría intentarlo, y mientras enjuagaba con agua ya iba pensando en el caballo con el que le obsequiarían.

Así fue durante los días que pasaron. Yendo y viniendo al mercado y por el salón de la taberna mientras iba coqueteando con unos y con otros y poniendo después algo de interés en sus compañeros acerca del libro, el santiaguista y el judío. Con aquél tomo y la compañía de Josep en la alcoba ya podía olvidarse de cualquier contacto más íntimo con Lourenço, y como aquí cada uno iba a sus intereses, ella no se iba a quedar corta, aunque de vez en cuando le volvía a insistir a Josep acerca de aquella proposición que jamás se atrevió a lanzar.

Estuvo atenta a la compañía de los hombres adinerados con los que ya había tenido algún primer contacto. Les daba charla y se entretenía en ocasiones sin miramientos con ellos, de una forma más o menos cercana, según como se mostraran, incluso les preparó algo de comida de su tierra.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Si puedo, hago una tirada oculta de Seducción para el tema de los mozos adinerados para ver cómo le sale el juego a Elizenda con ellos.

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20/08/2013, 04:29
Elizenda Landeira
Sólo para el director

No se lo pensó dos veces. Tenía que comenzar a plantar la semilla que una vez floreció en Vigo, y quería hacerlo pronto.
Con la excusa de preparar una empanada gallega a los comerciantes de caballos, Elizenda le pidió permiso (y dineros) a Agnes para ir al mercado para conseguir la carne especial de tórtola, de gorrión y de palomo que necesitaría del mercado y que no encontraría en las despensas asegurandole un éxito total cuando la sirviera.

Fue con lo puesto, habiendo dejado en el arcón de nuevo la figurilla de cera cuando tuvo ocasión tras la noche del libro y haciéndose con el castellano y el catalán como pudo, trató de hallar la carne que necesitaba para hacer la receta del sortilegio del Amor.

De vuelta a la posada, se puso a preparar las carnes con sumo cuidado en las horas de baja clientela y dejó cubierta y en reposo con un paño la empanada cuando estuvo lista. Cuando avistara a quien le interesara en la taberna sería entonces cuando lanzaría el encantamiento sobre la comida en la despensa o en algún lugar donde pudiera encerrarse a solas para asegurarse la discreción necesaria.

Cuando salió al salón jarra de vino en mano y escudilla de empanada gallega hechizada en la otra, Elizenda era toda encanto. Sonrisas, miradas y manos que rozan sutilmente al pasar de un lado a otro y más adelante charla y atenciones; todo para hacer que su presencia en la taberna, no pasara desapercibida para nadie y conseguir quizás lo que en su embeleso anhelaba: Medrar.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Hago la tirada de IRR oculta también (me gusta que sea todo oculto como verás XD)
La tirada de Seducción obviamente va junto el tema el hechizo Amor, añandiendo el bonus que da ( y que por cierto, me doy cuenta que no he añadido a la dificultad de la tirada de Seducción xD)

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21/08/2013, 01:28
Francesc

Durante estos días, Elizenda avistó al fin a su presa. Era un ganadero de mediana edad, viudo y sin hijos, la víctima perfecta para medrar, al carecer de descendencia directa que pudiera reclamar su fortuna. El hombre se llamaba Francesc, y era natural de Figueres, muy cerca de Girona. Había traído consigo cinco purasangres por los que iba a cobrar una verdadera fortuna. Era un hombre rústico pero de trato agradable, campechano y de buen carácter.

Elizenda consiguió captar enseguida su atención. Su coqueteo con él le sirvió para que le contara todo aquello, así como el nombre de algunos de sus clientes potenciales, entre los que se encontraban nada menos que el obispo de Girona. Aunque seguramente él no llegara a verlo y fuera alguno de los criados del obispo el que se encargara de negociar con él. Francesc rondaba los 40 años, y con aquella venta esperaba vivir a cuerpo de rey el resto de su vida.

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21/08/2013, 13:51
Elizenda Landeira
Sólo para el director

Sonrió y elogió las cualidades que Francesc poseía, y si no Elizenda ya se encargaba de inventárselas o maquillaba con palabrería para extender la conversación hasta puntos donde estaría realmente interesada. Pese a ser un buen partido para cualquier moza, ella siempre buscaba algo más, y el saber de los compradores que estaban por llegar despertó de nuevo su interés, obviando al propio obispo desde luego.Francesc parecía ser la puerta que abriera a una nueva red de contactos mucho más apetecibles, y estaba ansiosa por abrirla.

Preguntó aquí allá acerca de cada uno de ellos y endulzó la charla preguntando un poco por el propio ganadero mientras le llenaba la jarra, incluso, por si sonara la flauta, llegó a comentar lo ocurrido en el cal por si supiera de judios refugiados fuera de la ciudad de Girona.

Fue el primero de lo que esperaba que fueran muchos, y no llegó a sorprender demasiado a la chica, pues como éste, llegó a conocer otros, pero Elizenda era inconformista y no estaba tan mal al lado de Lourenço por ahora, quien la acercaba a la magia más de lo que él pensaba.

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21/08/2013, 21:21
Lourenço

Seguramente, igual que me pasase a mí, Josep estaría deseando encontrar a alguien que pudiese traducir el libro. Pero es que tener un libro con una promesa era demasiado. Habría que andar con mucho cuidad, porque cualquiera puede querer el libro.

En estos días, toda mi atención se centra en esto. Apenas puedo hacer caso a Elizenda, y cuando podría, siempre estamos en compañía.

Pero por suerte, Blas parece que ha encontrado un lugar donde encontrar a alguien que pueda traducirlo. Ahora, sólo toca esperar a que se haga de noche.

Tras la comida, sólo queda preparar mis cosas para emprender la búsqueda. Hay que ir con mil ojos, y quiero estar preparado para lo que se nos presente...

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22/08/2013, 00:13
Francesc

Todos los clientes de Francesc eran gente de calidad o adinerados burgueses. Elizenda no conocía a ninguno, pero podía intentar memorizar sus nombres: Lluis de Mur y Pere de l'Albi, ambos barones, y Dominique de Bayonne, comerciante francés.

La noticia de la destrucción del call le pilló a él también de sorpresa, y nada sabía de judíos, que como todo buen cristiano intentaba tener el menor trato posible con ellos.

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22/08/2013, 00:22
Director

La noche era fresca, como casi todas, y los guardias ya paseaban con los perros y los faroles. El posadero fue avisado de que quizás el grupo volviera tarde, y como siempre nada preguntó al respecto, pues prudente como era se limitaba a asentir a todo lo que el caballero le pedía. Hacía ya rato que habían tocado completas las campanas de la catedral, hora indicada para que los rufianes salieran de sus escondrijos, las rameras esperaran en las esquinas o entraran en las tabernas a la caza de clientes, y los hombres de bien cerraran sus puertas a cal y canto y descansaran a la espera de un nuevo día.

Blas se consideraba hombre de bien, pero se sentía cómodo en el ambiente nocturno. Su labia le había abierto muchas puertas, y en esta ocasión no le había fallado. Su habilidad, en combinación con el vino, bastaba para obtener secretos a veces inconfesables. Condujo orgulloso al caballero, los alquimistas y la dama a la zona donde se suponía que estaba escondida la comunidad judía. Pasaron cerca de los baños árabes, cerrados a aquellas horas, y llegaron a las puertas de un solar abandonado cerca del río Galligants, en el barrio que llamaban de Sant Feliu.

Era un edificio medio derruido, cuyos muros presentaban numerosas grietas y partes que amenazaban ruina. Una desvencijada puerta de madera carcomida dejaba entrever por entre sus agujeros un amplio patio rodeado de edificios de los que apenas quedaba la estructura: se veían escaleras que subían a plantas superiores totalmente descubiertas, y por todas partes había escombros. La puerta estaba cerrada, pero era muy fácil de quebrar, ya que muchas de sus tablas estaban ya separadas y roídas.

Solo el maullido de un gato se escuchaba en el lugar. La zona se localizaba en el arrabal, y por ello era considerada peligrosa, máxime a aquellas horas intempestivas.

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22/08/2013, 17:53
Blas Matute

Bueno seria mi señor, decir algunos palabros en ese su idioma, palabras de amistad, saludtamientos judios. Tal vez fayude a no recibir un ataque o a que consientan en salir.

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23/08/2013, 00:43
Don Íñigo de Lara

Alcancé el escondrijo de los judíos con una sensación comezosa en la nuca, como la de quién presiente el peligro sin verlo. Sin duda el amparo de la noche nos proporcionaba discreción, pero también hacía lo propio con los truhanes, más necesitados de un velo que amparase sus actividades.

Allí mencionó Blas el tema de la lengua judía, ignorante de cuán problemático era este asunto.

- Bueno sería, mi buen Blas, si alguno de nosotros lo hablase. - contesté - Mas, al no ser el caso, habremos de conformarnos con hacerlo en castellano, y rezar a Dios porque nos entiendan.

Dicho lo cual, avancé con paso cauto, privándome a mi mismo del afán de desenvainar la espada, pues sabía bien que eso no haría que los que allí se guardaban confiasen en mi.

Notas de juego

Pues eso, me adentro, junto con quienes me sigan (que, espero, sean todos xD), en la zona, a ver si logramos entablar conversación con alguno de los judíos que se refugian ahí.

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23/08/2013, 01:26
Elizenda Landeira

Ataviada con su ya conocido chal , siguió al lado de Lourenço a la compañía. Olía todavía a los humos y el vino derramado de la taberna y había recogido su cabello en un moño improvisado. No quitaba la vista de encima del caballero y el goliardo, pues bien sabía la moza que en caso de problemas, la espada y el puñal la ayudarían más que los bebedizos y artilugios de los alquimistas, o al menos así lo pensaba tras antiguas contiendas compartidas.

Se mantuvo callada, como sabía hacer normalmente cuando la noche caía y acompañaba en sus búsquedas al grupo, con su cuchillo escondido para darle una falsa seguridad en sí misma que en caso de uso, bien cabría la posibilidad de que se le cayera ante la sorpresa a darle uso violento, o quizás no.

Esperó entonces a que la puerta se abriera y contuvo la respiración ante la tensión, esperando que Nehemiah no se hiciera mucho de rogar por aparecer y poder volver cuanto antes a la taberna.

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23/08/2013, 01:32
Elizenda Landeira
Sólo para el director

Notas de juego

Como la anterior vez, Elizenda toma la figurilla de cera consigo. No lo posteo para no repetir posts idénticos básicamente, haciendo uso de la discrección a lo largo del día para hacerse con ella al saber de antemano los planes nocturnos.

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23/08/2013, 11:36
Josep Dalmau

Después de las experiencias vividas y de los saqueos a que se han visto sometidos, lo primero que pensarán es que venimos a malas. 

Confiando en las veces que había venido a la ciudad, en lo bueno que era en su arte  y los muchos tratos que había hecho con los judíos de la ciudad le aportaran le hicieran conocido entre ellos, se presentó

Soy Josep Dalmau, y como bien sabéis, amigo. Vengo para ayudar en este momento de necesidad - Dijo para poder ser oído

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23/08/2013, 19:46
Blas Matute

Blas con miedo, saca su cuchillo y se arrima al santiaguista.

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26/08/2013, 15:45
Director

La puerta estaba cerrada, pero cedió fácilmente y sin casi hacer ruido después de que el santiaguista diera varios empujones. A pesar de la oscuridad, ahora se veía con más claridad lo que en otro tiempo debió ser un patio común compartido por varias casas, de las cuales solo una quedaba más o menos intacta, aunque con la parte delantera derruida, de manera que se veía parte del interior de las dos plantas y las escaleras.

Fue de aquella casa precisamente de la que surgieron tres tipos armados con bracamantes y protegidos con gambesones, de los cuales solo se veían las siluetas y sus sombras proyectadas hacia vosotros por un leve resplandor que provenía de la planta superior de la casa de la que habían salido. Los tres permanecieron en formación, uno más adelantado y dos más atrasados, con sus bracamantes listos; aquello hacía pensar que no eran unos rufianes cualquiera, y que si lo eran, antes debían haber sido soldados, por su forma de actuar.

Uno de ellos gritó, sin que se alcanzara a saber cuál, con una voz grave y penetrante, respondiendo a Josep:

-¡Vade retro! Amigos non habemos, et por tal sodes enemigos. Ansí que venid a morir o marchad agora.

No parecía aquella una de esas vanas amenazas lanzadas al aire para amedrentar a los intrusos; quien quiera que hubiese hablado, estaba bastante seguro de sí mismo.

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26/08/2013, 16:15
Don Íñigo de Lara

Ante la repentina aparición, adelanté un paso al frente, llevando la mano al mango del montante que pesaba en mi espalda, mas confié aún en que la fuerza de la palabra pudiese ganar para nosotros a estos tres, que por otra parte parecían ser más de usar la mano derecha que la izquierda.

- Amigos podréis hallar en nosotros, aún cuando toda la ciudad os persigue ahora. Bajad las armas, y escuchadme, pues vengo en representación de Santiago y de Dios, y conmigo traigo la justicia que tanto le ha faltado a vuestro pueblo en los últimos tiempos.

Arriesgué aquellas palabras aún sin saber a buen seguro que se tratase de refugiados judíos, y no de truhanes o maleantes. Mas no parecía casual que quienes nos recibían dijesen no tener amigos, si no eran judíos, a no ser que fuesen apestados, traidores, o herejes. De lo primero no había parecer. De lo segundo o lo tercero, era imposible saberlo.

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26/08/2013, 17:23
Elizenda Landeira

Espectante, Elizenda se quedó detrás de los hombres, cerca de una columna de las que sujetaba el patio interior, y a un lado al ver las armas. No se atrevió a abrir la boca.

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26/08/2013, 17:47
Director

-¿Justicia? -gritó el mismo que había hablado antes, sin inmutarse-. ¿Cómo osa un christiano fablar de justicia? ¿Qué sabedes vos que non sea de sangre et muerte para con el pueblo elegido? ¡Largaos con vuestra justicia a otra parte!

Sus palabras confirmaban la procedencia hebrea de los allí ocultos. Pero estaba claro que aquello no iba a ser tarea fácil; era la amargura la que empujaba a aquel hombre a proferir aquellas palabras de desprecio, el sufrimiento de la reciente persecución lo que le hacía inconcebible hallar amistad en un cristiano, el haberlo perdido todo lo que le hacía empuñar un arma con la que defender lo único que le quedaba: la vida.

El caballero había puesto a su Dios por delante, como lo hacía siempre, esperando que su simple mención fuera un faro de luz que desterrara miedo e irracionalidad a su alrededor. Mas con aquellos hombres no iba a funcionar, e incluso podía provocar el efecto contrario.

- Tiradas (1)