Partida Rol por web

La yegua arquea una ceja aunque asiente y se aleja un tanto, lo suficiente como para que no los oigan.

- Digame, maese.

La cocinera se alegro al ver que sus sentimientos habían llegado a la posadera, pero luego la tosca actitud de Fair combinado con el interés evidente de la señora Green habían trastocado el ambiente. Con la partida de la ahora asustada posadera Cookie sólo agachó la cabeza apenada, sentía que su buena voluntad se confundía con interés. Ya habiéndose recuperado un poco de la decepción fue con sus compañeros y les dijo: -¿No pudieron ser más gentiles? ahora cree que somos malos ponies. No todo había sido perdida total, ahora sabían que tenían que hablar con el gremio minero. Cookie se acercó al unicornio sabio y le preguntó: -Señor Sight, ¿que creé que debemos hacer? ¿esperamos a los demas y les decimos o vamos ahora a ver al gremio minero? Cookie quería esperar un día mínimo, pero la prisa de los demas hacia que tuvieran que actuar rápidamente ¿o quizás no?.

Book escuchó lo que decía su maestro y asintió para luego despedirse sin dar muchas explicaciones y marcharse de la posada.

La cocinera se alegro al ver que sus sentimientos habían llegado a la posadera, pero luego la tosca actitud de Fair combinado con el interés evidente de la señora Green habían trastocado el ambiente. Con la ahora asustada posadera Cookie sólo agachó la cabeza apenada, sentía que su buena voluntad se confundía con interés. Se acerco a la pobre posadera al tiempo que se ponia enfrente de Fair y le dijo: 

-No sean tan tosco Fair, ¿que no vez que tienes aterrorizada a nuestra anfitriona?

Mirando de manera simpatica a su anfitriona Cookie la hociquea de modo de tranquilizar sus miedos y le dice en tono animador:

-No se preocupe Señorita Cherry , mi amigo Fair Swordwind podra ser algo insensible pero es un pony bueno. Usted lo vió, el al saber que tienen un problema quiere ir a remediarlo, solo un pony auntenticamente noble podria hacerlo sin pensarlo.

Esperaba que esas palabras pudieran ser suficientes para tranquilizar a su anfitriona, no queria dejar una mala impresión con ella ni con los demas ponies de ese pueblo. Ahora tenian una pista y si podian hacer que Cherry les ayudara podrian hacer lo siguiente, ir a la mina a por la estrella purpura.

Él te indica que lo sigas con un movimiento de la cabeza. Os desplazáis al callejón detrás de la posada, donde puedes observar que no hay ventanas. Tampoco ningún poni que pudiera molestaros o escuchar vuestra conversación a escondidas. 

-Quiero hacer un pacto. -dice súbitamente.- Te diré parte de lo que quieres saber, aquello que oculté cuando estábamos en el campamento. Solo quiero algo a cambio.

Qui-quizás podamos hablar con el gremio. ¿N-no le gustaría mantener esta posada y su vida aquí? -Viendo el panorama, solo me queda intentar darle esperanzas. Yo tengo un hogar al que regresar, y del que también he salido por la fuerza, más o meno, pero se que volveré algún día. Y si podemos evitar que todo este pueblo se marche, lo intentaremos con todas nuestras fuerzas. -No es que quiera aprender de los herreros de aqui...noo que va, no se te nota guapa.

No creo que nadie esperase algo parecido a un discurso de mí, pero ahí está. 

La joven pegaso se sonrojó ligeramente al sentir el apoyo de su compañera, cuando se acercó a ella y tuvo ese gesto tan cálido y cercano. Pero lo que de verdad la emocionó fueron las palabras que tuvo para calmar sus nervios y preocupaciones, aquél pequeño discurso que tuvo para ella le llegó al corazón y le dio más confianza en sí misma.

Tímidamente sonrió y miró a Shadow a los ojos - Muchas gracias Azure - Comenzó a hablar, sintiendo que aquello podría llegar a ser un comienzo a una gran amistad, empezando a ver la otra cara de aquella pegaso - De verdad, gracias - Dijo sonriendo ampliamente mientras la miraba a los ojos. Que quisiera contar con ella para surcar los cielos le daba más seguridad, le hacía sentir alguien útil y que ya empezaba a dejar de ser ese lastre que se creía que estaba siendo.

La exploradora no se sintió muy rara o similar por estar dándole esa muestra de apoyo a Rain. Después de todo, ese tipo de actos por su parte los hacía sobre todo con su hermano pequeño u otros potrillos como Book. "A lo mejor no se me da tan mal el ser social como me imaginaba... O simplemente Rain realmente necesitaba esto." Pensó Azure, notando que, a pesar de estar sonrojada, la yegua le miraba a los ojos con una sonrisa sincera.

- No tienes que darlas, Rain, de verdad - le dijo con honestidad -. Y ya que estamos, ¿quieres que nos asomemos a la entrada de la mina? Sin acercarnos mucho, tranquila. Pero igual descubrimos algo más.

Quizás era un riesgo, más Shadow sabía que ambas serían lo bastante cuidadosas como para que no pasara nada.

Cheery sigue preocupada y muy inquieta. Sin embargo asiente y se desliza hacia un lado, no sin antes añadir una última cosa.

-No quiero que piensen que soy ruda o desagradecida, solo... es algo que no quiero mencionar. -dice cerrando los ojos y agitando la cabeza con fuerza.- No lo entienden. Seguro que son muy capaces, pero no será suficiente... no allí abajo. Pero, si realmente quieren intentarlo, hablen con nuestros mineros. Es posible que los convenzan.

Hay un tramo despejado en torno a la entrada de la cueva, sin matorrales ni rocas, solo el camino para llevar el material hasta un almacén cercano. Al acercaros os percatáis de la presencia de dos guardianes armados con lanzas. Su equipo y su aspecto dejan claro que son mineros, seguramente inexpertos en el combate. Mantienen cierta distancia con la mina, sin acercarse mucho a la oquedad, lanzando miradas inquietas de vez en cuando. Os ven, pero por el momento no dicen ni hacen nada.

La cocinera solo sonrió amablemente a las palabras de la humilde posadera y le dijó:

-Eres una pony muy gentil al preocuparte por extraños de otros pastizales. No te preocupes, intentaremos hablar con el gremio minero para que nos digan que henos esta pasando.

Cookie dio media vuelta dirigiendose a la puerta, de repente se paro en seco y regreso con su anfitriona para preguntar:

-¿Serias tan amable de decirme donde queda el gremio?*

La yegua movio un poco la cabeza asintiendo a la peticion no dicha del unicornio.

- ¿Que peticion es?

-Necesito que me prepares infusión de trepadora azul.

A tu mente viene la forma de aquella planta, sus pétalos azules con forma de lanza y su característica forma de crecer, enrollada sobre sí misma. Ni tallo ni hojas ni raíces tienen utilidad médica, pero los pétalos son otra cosa. Con el tiempo y la cocción correcta son capaces de otorgar un vigor increíble a cualquier poni. Una cualidad muy deseada, pero que trae consigo un alto precio. Un consumo repetido en el tiempo destroza a los ponis por dentro, reduciendo enormemente su esperanza y calidad de vida.

Cheery asiente con la cabeza:

-Justo al lado de la mina, en el almacén. Solo tenéis que seguir subiendo por el camino principal y lo veréis a lo lejos.

Tras la aclaración la yegua se aparta y os deja salir, volviendo a sus obligaciones.

Como dijo, no hay manera de perderse. Hay un tramo despejado en torno a la entrada de la cueva, sin matorrales ni rocas, solo el camino para llevar el material hasta un almacén cercano. Al acercaros os percatáis de que Rain y Azure están allí, quizás con las mismas pistas que vosotros, así como la presencia de dos guardianes armados con lanzas.

Su equipo y su aspecto dejan claro que son mineros, seguramente inexpertos en el combate. Mantienen cierta distancia con la mina, sin acercarse mucho a la oquedad, lanzando miradas inquietas de vez en cuando. Os observan, pero por el momento no dicen ni hacen nada.

La joven pegaso sonrió y, sintiéndose algo más segura de sí misma, asintió con la cabeza enérgicamente - Vale vayamos a verlo - Dijo bastante animada, mucho más que hacía unos momentos.

Se acercó con Shadow lo que esta vio preciso, pero al ver a los guardias de la entrada de la mina agachó las orejas, insegura y ligeramente miedosa, no quería meter en un lío al resto del grupo por culpa de una metedura de pata.

Acercó su hocico a la oreja de Azure y algo indecisa murmuró - Quizás lo que cayó ahí dentro... no sea algo que deba ser ignorado.. ¿No? - Preguntó sin saber qué era lo mejor para ese momento.

Azure se sintió bien por haber decidido dejar a Rain que la acompañara en su inspección del pueblo. Eso les había dado una gran oportunidad para hablar a solas y, aunque ya se ha dicho que a ella esa clase de cosas no se le daban demasiado bien, se alegraba mucho de haberle devuelto la sonrisa y la confianza a su compañera.

Más no debía seguir pensando en eso, estaban en medio de una misión en la que toda Equestria estaba en juego. Por ello ambas se acercaron a la entrada de la mina, parando a cierta distancia una vez la exploradora vió los guardias, usando el término de forma generosa. "No tienen ninguna experiencia... y además están asustados... Pero, ¿por qué? ¿Qué hay en la mina que esté impulsando a todos a marcharse?" Se preguntó Shadow mientras escuchaba a Rain susurrarla. Observó el terreno de alrededor de la entrada por un segundo y luego se giró, haciendo que su compañera le siguiera usando un ala.

- No les mire, sólo trota. No tenemos que llamar más su atención - la susurró -. Hay algo ahí abajo, algo más que lo que buscamos. Esos dos están al borde de un ataque del miedo que tienen, como el pueblo entero. Iría a echar un vistazo, pero no es una buena idea por varias razones: aparte de la casi imposibilidad de acercarme sin que me vean (tendría que volar en descenso pegada a la pared del cañón en silencio y deslizarme dentro en barrena, dado lo despejado del terreno alrededor de la entrada), no querría entrar sin avisar antes a los demás. Tampoco creo que deba ir sóla... Tengo esa sensación... - suspiró, mirando a Rain - ¿Qué opinas?

El lugar que te indicó Cloudy no podría ser más aburrido. Solo hay pequeñas plantas, rocas y alguna lagartija que se desliza por ellas de vez en cuando. A lo lejos puedes ver parte de la mina y el tejado de un edificio que tiene pinta de almacén. Ha pasado un buen rato desde que esperas cuando oyes a alguien acercarse.

No viene desde el pueblo, sino desde la pendiente que tienes delante. Te llama la atención el color de su pelo, marrón y amarillo claro, que le hacen parecer más joven aunque debe frisar los treinta. Te mira sorprendido; seguramente no esperaba encontrar a nadie. No es muy corpulento, pero sí fuerte. Sus músculos bien marcados indican que está acostumbrado al trabajo duro. 

-¿Quién eres chico?

No ha elevado el tono, pero su voz retumba en tus oídos, cargada de autoridad.

Dicho esto ultimo Cookie se emociono, fue hacia Cherry y la  tomo del casco derecho en señal de gratitud.

-Muchas gracias por tu confianza Señorita Cherry, le prometo que haremos lo que podamos.

Rapidamente fue a su cuarto para dejar las alforjas, tomo su sartén y su armadura alistandose con rapidez. Ya preparada la cocinera se acerco a sus compañeros preguntando:

-Cuando quieran ponies. Vamos a resolver esto.

El camino no era dificil, habia sido muy bien indicado y era facil de seguir. Ya en la distancia se veia la mina y en ella estaban Raini y Azure, a lo que Cookie reacciono agitando los cascos en señal de alegria mientras gritaba:

-¡¡¡Hey chicas, aqui estamos!!!

Con la oscuridad que ya genera el eclipse, mirar a la boca de la mina es como mirar a un agujero negro. Hay algo raro, de eso no hay duda, ¿pero que puede ser que asuste tanto a los guardias?

Levanto una pezuña a modo de saludo hacia Rain y Azure, cuando un grito desgarra la tranquilidad del pueblo.

Esta Cookie, siempre tan...ella.