Partida Rol por web

Os despertó el bramido del viento.

Con este ya se cumplían cinco días desde el momento en que decidisteis atravesar aquella endiablada cordillera. Cloudy afirmó que no iba a ser fácil y tenía razón; el viento no había dejado de soplar en ningún momento, fuerte y cortante. Por si solo era bastante molesto, pero se convertía en un verdadero peligro durante la marcha. Ya más de una vez habíais tenido que caminar por estrechas cornisas de roca, donde la marcha debía convertirse en una fila para poder avanzar, cuando un soplido inesperado desequilibraba a algún compañero y lo arrojaba al vacío.

Las cuerdas habían sido su salvación. Aquel consejo del anciano unicornio sobre atarse con cuerdas podría haber parecido raro en su momento, pero ahora revelaba una vez más la experiencia que sin duda provenía de muchos viajes. Con aquel viento ni siquiera un pegaso habría sido de ayuda, con más probabilidades de estrellarse contra las paredes rocosas que de salvar a nadie. Y tampoco sus poderes era útiles; el viento se podía anular de manera medianamente eficaz... cuando el grupo no debía moverse. Cubrir a un grupo era una tarea no para dos pegasos, sino para un equipo climático al completo.

Salvando eso, lo cierto es que la intervención de Rain había sido vital. En aquel páramo rocoso no había un solo sitio donde rellenar los odres, ni siquiera una pequeña charca y mucho menos un manantial escondido entre las rocas. El agua que llevabais se había agotado hace tiempo y de no ser por las habilidades de Rain para crear lluvia racionar habría sido necesario. De hecho, Cloudy lo había sugerido, hasta que se dio cuenta de que no era necesario.

Como era de esperar, el cuerpo de Book no se tomó muy bien todos aquellos cambios. Un fuerte resfriado se apoderó de él, pero la sorpresa fue ver a Night Green caer presa de la misma enfermedad, aunque su caso se complicó un poco con la aparición de fiebre. Sus medicinas estaban siendo de gran ayuda, pero era inevitable sentirse un poco débil cada mañana.

Otro bramido lanzó su eco por la caverna que os servía de refugio. Había llegado el momento de partir.

Night Green se desperto tosiendo al fondo de la cueva donde habia decretado la cuarentena, nadie podia acercarse so pena de una severa reprimenda por parte de la poni terrestre y una charla sobre pandemias.

Aunque era docil y dulce de normal, su estado de enfermedad y sus años de medico la hacian recordar a un temible dragon. Aunque se deshacia en atenciones al joven potranco.

Una vez hubo pegado un sorbo de agua se dedico a preparar medicacion para el camino, asi no tendrian que detenerse. Cubrio al potro bien con las mantas y levanto la cuarentena acercandose ella al resto del grupo.

- Si seguimos aqui tardaremos dias en mejorar, nos tenemos que ir, aunque a Book y a mi nos cueste el viaje, pero debemos buscar un pueblo donde apearnos.

El ruido del viento es demasiado fuerte y me despierto un poco asustada. Al poco, me acerco a la entrada y miro al exterior. No es una escena muy acojedora. Un eclipse que no augura nada bueno y polvo y hojas volando velozmente empujadas por el viento. Mi crin se ondea levemente por alguna que otra corriente que entra en la cueva, iluminando el interior de mi capa. Una fuerte rafaga de viento me quita la capucha y me hace girar la cabeza y mirar hacia los demás, quienes rodean una pequeña fogata para mantener el calor. -Al menos aquí dentro se esta bien- 

Tras un par de tosidos, Natty comienza a acercarse desde su "zona de cuarentena"- Oh, parece que ya esta bien- Me giro y me acerco a todos.
Lentamente y rodeando al grupo para no estar en las miradas de todos, me acerco un poco a Night Green- ¿_Que...que tal e-_estais? ¿E-estas bien?- No es que su temperamento actual me ayude mucho a hablar con ella, aunque no parece que se haya dado cuenta.

- Si seguimos aquí tardaremos días en mejorar, nos tenemos que ir, aunque a Book y a mi nos cueste el viaje. Pero debemos buscar un pueblo donde apearnos.
 

-S-Si...se-sera..._{lo mejor.}
-Esta preocupada por Book, todos lo estamos...Si,lo mejor sera salir de aquí y buscar un sitio seguro. Quiza en el siguiente pueblo podamos trabajar en un arma para Rain y...y espero no tener que volver a hacerme pasar por la princesa- Solo recordarlo hace que un escalofrío me recorra el cuerpo.
 

Atravesar aquellas montañas no había sido, quizás, la mejor de las ideas, visto lo visto. A lo largo de aquellos cinco días, Azure pudo tener la certeza de que jamás había tenido que atravesar un terreno tan accidentado como ese, que ni siquiera permitiera el vuelo a los pegasos. Sin duda, era algo que podía llegar a considerarse fuera de lo común. Claro que eso no debía ni podía deternerlos.

Esa había sido la postura inicial. Sin embargo, ninguno había podido prever que durante el camino no sólo el más joven enfermaría, sino también la que más conocimientos de medicina tenía. Eso no hacía más que dificultar la situación, aunque no se podía negar que las estrictas medidas de Night Green posiblemente evitarían males mayores a todos. Con todo, la situación no pintaba demasiado bien.

Despiertos aquél día, todos intentaban tomar algo caliente para coger fuerzas para el camino. Green se unió a los demás, rompiendo su autoimpuesta cuarentena...

- Tengo que discrepar contigo, Night - respondió Azure, con el ceño ligeramente fruncido -. En vuestro estado no podréis cuidaros solos en condiciones, aunque os dejásemos en un pueblo. Alguien más tendrá que quedarse con vosotros. Y tarde o temprano tendríais que volver a enfrentaros con el resto de la cordillera, pues ya descartamos cualquier otro camino. Dada la situación, lo mejor que podemos hacer es seguir sin  parar y hasta cargar con vosotros si es necesario hasta llegar al otro lado. Lo contrario supondría no sólo dividirnos demasiado, sino además dejar que hagáis algo demasiado arriesgado - suspiró, mirándola -. Créeme, me preocupa book tanto como a ti, pero es lo que pienso.

El ascenso habia sido muy dificil, los fuertes vientos no tuvieron piedad y los habian castigado sin clemencia alguna. Para Cookie esto no era nuevo, ella ya habia cruzado Unicorn Range antes, por eso de cierto modo se habia preparado: gracias a sus cuerdas que ella habia traido de Cerco Blanco todos pudieron llegar hasta ahí, no queria que sus compañeros de viaje acabar devorados por el abismo.

Habian sido 5 dias de horrible ascenso y ahora todos descansaban en una cueva. Lo primero que hizo Cookie al despertar fue relamerse los labios de hocico, los tenia secos, con paso tranquilo fue hacia una cantinflora y bebió un poco de agua. Como daba gracias a Celestia que Rain estuviera con ellos, esas enormes alas le permitieron volar por los vientos traicioneros y conseguirles agua, agua deliciosa. Rascando en su memoria Cookie trato de acordarse de algún manantial natural, pero estos estaban confusos en ese tema.

De momento pudo escuchar a la señora Green pedir que siguieran viajando, que no habia tiempo que perder. Cookie no podia permitirlo, ella y el Joven Book Shield estaban enfermos, estaban debiles y eso seria contraproducente para todos durante la marcha. Tampoco era opción dejarlos para que descansaran por su cuenta, lo importante de una manada de ponies viajeros era seguir juntos, o irian juntos o no iria nadie.

Cookie fue hacia Night Green, Moonlight y Azure Shadow que ya estaban mas despiertas y les dijó:

-Estoy  deacuerdo con Azure, no podemos dejarlos aqui. Tampoco podemos quedarnos-Cookie se rasco la nuca tratando de hacer funcionar el cerebro, de repente la vela se encendió, teniendo una idea-Se que debemos concentrarnos en avanzar, pero, ¿No quisieran desayunar algo ligero?. Me se una deliciosa receta de sopa de tomate que es buena para el resfriado, es facil de hacer y ademas es comida caliente, le vendria bien a todos ¿Que dicen?*

Sin siquiera esperar respuesta Cookie fue a la poca leña que se habia traido desde las faldas y encendió un fuego_*2. Mientras preparaba todo la cocinera dio un rapido vistazo a la entrada de la cueva, el viento soplaba sin piedad. Sin hacerle mucho caso Cookie se concentro en su especialidad, tenian prisa y el tiempo no perdonaba a nadie.

Book no se encontraba mal. No más de lo habitual. En cuanto hacía algo de frío siempre cogía cualquier enfermedad y un viaje salvador del mundo cruzando montañas heladas no iba a ser la excepción. Incluso con su gorrito y la bufanda puestos desde el primer indicio de frío, había pillado un resfriado. Lo que era gracioso era no ser el único. Desde que la señora Green y su maestro discutieran tan abiertamente, Book se había distanciado un poco de ella… pero la enfermedad les había vuelto a acercar. Era tan divertido ayudar a la señora Green a preparar las medicinas y ella tan buena y cariñosa con él… que ojalá no tuviera que volver a verles pelear.

Esa noche, día o como fuera se había dormido entre las patas de la yegua bien tapadito por la vieja manta que traía consigo. El viento rugiendo por cada grieta podría haberle despertado pero lo que lo hizo finalmente fue la tos de la pony terrestre. Ella le envolvió como si fuera el capullo de una oruga entre más y más mantas y se levantó para acercarse al resto del grupo. Debía volver a encontrarse bien si hacía eso

Book se hubiera quedado un buen rato más entre las mantas pero ahora que escuchaba el viento no quería quedarse solo. Resultaba terrorífico aun sabiendo de qué se trataba en un sitio tan oscuro. Después de un par de intentos fallidos por salir de su prisión calentita, terminó acercándose haciendo la ponycroqueta.

-Yo tengo hambre -respondió algo avergonzado al ofrecimiento de Cookie.

No iba a quejarse de la comida de Cloudy pero ella era profesional.

-Y estoy bien. Todos los inviernos es igual.

Con las vueltas por el suelo, las mantas se habían aflojado y había conseguido sacar las patas delanteras de dentro de ellas. Sólo tuvo que sacudirse un poco para lograr sacar el resto del cuerpo. ¡Leches, qué frío! Rápidamente volvió a coger su mantita y se la puso por encima como si fuera una capa.

El unicornio ya estaba despierto antes que ningún otro, contemplando la imagen del nuevo día a través de la apertura de la cueva. Completamente ensimismado, murmura de vez en cuando, soltando palabras sueltas que no permiten hacerse una idea clara de lo que pueda estar pensando.

-Puedo atestiguar que eso es cierto, -comenta con una leve sonrisa- siempre encuentras la manera de enfermar,mi pequeño aprendiz. -agita la cabeza y acepta la comida que Cookie ha preparado.- No repetiré lo obvio; en esta zona no es conveniente estar más de lo necesario. Además, debemos apresurarnos.

Con el casco señala hacia el exterior. Todos podéis comprobar que la potencia del viento ha disminuido ligeramente, pero la mirada de Cloudy no muestra alegría por este cambio, sino más bien lo contrario.

-Una tormenta. -dice de repente Rain, que ha permanecido más callada de lo normal estos últimos días.- La lluvia comenzará al ocaso, quizás un poco antes. En Canterlot organizábamos varias como esta al año, pero aquí no estoy segura de cuando llegará o cuanta lluvia puede descargar.

Cloudy asiente, aparentemente satisfecho por la explicación de la pegaso.

-Sí, así es. Los caminos de la montaña se volverán doblemente peligrosos mientras llueva y de ser así realmente deberemos detenernos mientras el aguacero amaina.

Contempla el cuenco unos segundos, perdido en sus memorias, que sin duda tienen que ver con lo que os acontece ahora. De un último sorbo termina su ración y rápidamente dispone sus cosas para partir. Resulta curiosa la vitalidad que muestra para su avanzada edad, pareciendo en estos momentos el más joven del grupo. ¿Qué edad tendrá y cuál será su secreto para mantenerse en forma?

Terminada la comida hay tiempo de sobra para pensar en ello mientras avanzáis por las pedregosas sendas de aquella montaña. A pesar de todo, durante la mayor parte del tiempo el recorrido resulta bastante más transitable que el de anteriores días, con menos altibajos y con un trazado menos sinuoso. Cloudy encabeza la marcha como ha hecho desde el comienzo, su mirada siempre atenta a cualquier peligro que pudiera surgir.

Y justamente eso lo salva cuando, al tomar una curva cerrada, sus cascos están a punto de cernirse sobre el vacío. La cornisa rocosa se ha desprendido, quizás por una avalancha u otro fenómeno natural, cortando el paso bruscamente. Hasta el otro lado hay una distancia de al menos diez metros, imposible de alcanzar con un salto.

El viaje por la montaña estaba siendo tortuoso, las dificultades del terreno y los grandes vientos no ayudaban en la marcha del grupo. Peri no podían avanzar más rápido, el viento era tan agresivo que ni él con sus grandes alas podía volar. La cosa se complicó con la escasez de suministros, sobre todo el agua. Aunque fuese un pegaso, nunca se le dio bien aquello y bueno... el agua no era su punto fuerte, pero por suerte estaba Rain, aunque había que reaccionar.

Para complicar más la cosa, dos del grupo cayeron enfermos, Book y Night Green, los cuales entraron en cuarentena. Una complicación que Fair tampoco vio mal que parasen a descansar y curarse, aunque empezaba a preocupar por la ventaja que podría estar cogiendo Nightmare Moon...

Cuando Green levantó la cuarentena se acercó hacia los dos enfermos y aunque aún no parecían estar muy bien querían proseguir. La yegua tenía razón, ahí nunca iban a terminar de mejorar... - puedo ocuparme en cargar con Book si se cansa de la marcha por la enfermedad.

Después atendió a la preocupantes palabras de Rain y las del viejo pony - si es así deberíamos avanzar y buscar un buen refugio. Si nos quedamos aquí podremos sufrir algún desprendimiento.

Después de la comida preparada por Cookie, siguieron el camino y entonces... el sendero despareció por alguna causa, posiblemente natural. Fair midió la distancia, eso sería difícil de superar, pero quizás la magia de los unicornios...

Ni lenta ni perezosa Cookie preparó la sopa para todos, no era su mejor sopa debido a la falta de ingredientes y agua pero la supo compensar con unas hierbas aromáticas que encontró en la escalada. Esas deliciosas hierbas eran un manjar que se daba mucho por aquellas montañas, Cookie dependió mucho de el cuando cruzó Unicorn Range por primera vez hace 4 años. Ya alimentados todos los del grupo Cookie apago las brasas y salió con los demás para seguir la tortuosa marcha.

El recorrido fue mas agradable de lo que esperaba, estaba consciente de la advertencia de Rain y las sabias palabras del sabio unicornio gris que dirigía la marcha, no podía descuidarse ni un minuto.

Esas montañas no habían cambiado nada, Cookie aún recordaba su marcha, algo como eso no se podía olvidar: Hace 4 años había oído en una taberna que se estaban necesitando ponies para la construcción de un pequeño templo para honrar a Luna, en Galoping Gorge. Interesada Cookie pregunto por detalles, le contaron lo que sabían y que si quería el trabajo tenia que darse prisa, el modo mas fácil de llegar era por las montañas, por Unicorn Range, llevando su potrilla de un año a cuestas y algunas provisiones la cocinera se lanzo hacia las montañas. Lo siguiente se convirtió en una autentica pesadilla, los caminos resbaladizos y engañosos, el frío extremo, la falta de agua y alimentos, todo ahí parecía querer lastimarte y hacerte morir de dolor, pero lo peor se lo llevaba Odie, quien parecía que de un momento a otro por las inclemencias del clima moriría. No todo fue tan malo, estaban esas deliciosas hierbas aromáticas, las cuales tenían la prodigiosa propiedad de hacer que Cookie pudiera dar mas leche, esa leche fue lo que le salvo la vida a su hija en aquel recorrido. Después de varios días de angustioso andar, habiendo perdido una herradura y teniendo las demás listas para tirarse a la basura Cookie llego a un pueblo que estaba junto a las faldas de la cordillera. No recordaba nada mas que un regaño de varias horas de parte de una yegua anciana por su falta de cuidado y sentido de responsabilidad al arriesgar a su hija por semejante rumor que ademas resulto ser falso. Solo le quedo el consuelo de que reventó a golpes a los informantes con su sartén a su regreso por una ruta mas segura, les dio hasta el punto de romper la sartén en varios pedazos.

El viaje de Cookie por el país de los recuerdos de pronto paro de golpe, la marcha se había detenido. Al asomar la cabeza la cocinera vió con terror que el sendero estaba colapsado y el otro lado estaba algo lejos. Observó por un rato las paredes de roca pensando que podía irse trepando por esta y poner una estaca con la cuerda para que todos cruzaran, pero la humedad en esta la desánimo del esfuerzo.

-Usar magia es lo mas seguro para todos, así no arriesgamos a Fair o a Rain o nadie mas a que se lo lleven los vientos traicioneros de estas montañas.

Era la solución mas lógica, no podían simplemente darse la vuelta, tenían que avanzar que pronto la tormenta estaría encima.

Seguramente Azure no podía ser la única que no se esperara la aparición del pequeño Book entre ellos, debido al estado del pequeño. Pero debía ser algo bueno, sin duda. Eso significaba que, o estaba mejor ya... o intentaba hacerse el fuerte. Algo positivo en cualquiera de los dos casos. Aunque su maestro dijera que aquello era habitual.

- Ten cuidado igualmente, pequeño Book - dijo la pegaso con suavidad, ladeando la cabeza un poco. En los últimos días se la había notado que intentaba ser cercana al joven unicornio, comportándose de forma agradable con él. ¿Sería por alguna razón en particular? -. Tampoco debes forzarte demasiado.

Cuando Cookie les estaba sirviendo la sopa (en otra buena muestra de que, a pesar de sus reducidos medios, sabía muy bien como hacer una buena comida), Rain les informó a todos de que se acercaba una tormenta. no sabía determinar cuando, pero la amenaza de una podía ser preocupante en la ruta en la que estaban. Azure frunció el ceño, empezando a pensar de qué forma podrían capear (nunca mejor dicho) ese problema.

Mientras, el otro pegaso, Fair, dejó claro que él no tenía problema alguno por cargar con el potro si era necesario. Y mientras, ellos tenían que moverse ya. Cloudy fue el primero en hacerlo, resultando asombroso una vez más lo vivo que parecía estar para la edad que parecía tener. Pero Shadow, dada su experiencia militar, no tardó apenas en hacer lo mismo, teniendo poco que recoger.

- Salgamos enseguida, pues. Hay que tratar de ganar todo el tiempo que podamos antes de que nos sorprenda esa tormenta.

Tan pronto terminaron de comer se pusieron todos en marcha, con el anciano unicornio en cabeza de marcha, como era habitual. El camino era mejor que en los pasados días, y eso había que aprovecharlo... hasta que el camino desapareció, directamente. Un trozo como de diez metros de largo parecía haberse derrumbado, lo cuál suponía un problema, y grave. Dada las condiciones, puede que la magia fuera, efectivamente, la mejor solución, pero aún así...

- Me adelantaré un poco, por si acaso - dijo a los demás, empezando a caminar, dejando su mochila en el suelo con los demás y asegurándose de que el arco estaba bien sujeto -. Esto podría ser casualidad... pero también podría ser provocado. Si ese es el caso, tal vez haya alguien esperándonos al otro lado, así que me aseguraré de que es seguro y de proteger el frente mientras los unicornios usan su magia.

La pegaso respiró hondo un par de veces, desplegando las alas y empezando a despegar, pegada a la pared para procurar ser lo más discreta posible. El sigilo, de haber alguien intentando jugársela, era su mejor baza.

Las predicciones de tormenta de Rain parecen haber tenido un gran impacto en todos, sin embargo, como ha dicho Cookie, quizás la magia pueda ayudarnos. Tengo una idea, pero necesito la ayuda de Cloudy para poder llevarla a cabo.

Me acerco al unicornio. - E-Esto...¿Señor Sight?...qui-quizás podamos elevar algunas de las rocas y..._{cruzar sin problemas.} E-entre l-los dos _{p-podríamos ha-hacerlo.}

Es un poco arriesgado, pero debería funcionar.

Cruzas el abismo no sin dificultades, pues el viento es todavía lo bastante poderoso como para desafiar la fuerza de tus alas. Llegado al otro extremo, tus ojos miran en derredor, pero no hay nada ni nadie esperando allí, solo roca inerte y los pocos arbustos y otras plantas que se desarrollan como pueden entre las grietas de la montaña. El resto de tus sentidos tampoco capta nada por lo que merezca la pena preocuparse.

La luz de un lejano rayo ilumina la penumbra del "día" durante unos breves instantes, seguida a los pocos segundos de un estruendoso trueno. Pero en lugar de quedarse en un fenómeno aislado, otros dos lo siguen, más fuertes que el anterior, como si de algún modo aquel fenómeno natural tratase de intimidaros. Entretanto, Azure ha cruzado al otro lado de una pieza y Cloudy respira tranquilo, para a continuación dirigir a Moonlight una mirada extrañada por su propuesta. 

-¿Estás segura de poder llevarlo a cabo? Son rocas de gran tamaño, usarlas como salientes no será tarea fácil... requerirá mucha magia, coordinación y tiempo. Y no se si dispondremos de este último...

Es cierto que va a ser complicado, pero no contamos solo con mi magia.
-M-más nos vale que funcione ¿N-no? Pero...pero...t-tendremos q-que hacerlo j-juntos.- El frío me hace tartamudear más de lo que lo hace mi timidez normalmente.

Me acerco cuidadosamente al borde para estudiar la situación. A no demasiada altura hay una buena cantidad de rocas...por intentarlo no perdemos mucho.

-C-cuando esté pr-preparado señor Sight. - Hace un rato que el viento me ha quitado la capucha y mi crin revolotea violentamente a mi alrededor brillando en la tormenta. Alzo mi cuerno y preparo el hechizo de telekinesis.

Volar con ese viento podía ser peligroso para cualquier pegaso, pero si estabas lo bastante entrenado y tenías paciencia, se podía hacer sin muchos problemas... Que es lo que Azure logró, siendo sacudida un par de veces sin sufrir ningún daño ni perder el arco ni las flechas que llevaba. Tan pronto como sus cascos tocaron tierra al otro lado, miró a un lado y a otro con suma atención, buscando cualquier cosa, aunque fuera un mínimo detalle, que estuviera fuera de lugar. No vio nada, pero no por ello bajó la guardia.

"Bueno... si esto realmente forma parte de una emboscada, es normal que no se ocultasen justo aquí, podríamos haberlos visto sin necesidad de cruzar." Pensó la exploradora. Al fin y al cabo, conocía como podían trabajar las tropas de Lu... de Nightmare Moon. Y también sabía que ellos tenían muchos más exploradores y espías que las fuerzas de Celestia. Y si estos sabían la ruta que seguían y se les habían adelantado, perfectamente esa grieta que sus compañeros estaban teniendo que salvar podía haberla provocado un unicornio.

"Quizás estoy siendo paranoica..." Se dijo. "Pero hay demasiado en juego." Decidida, Azure se adelantó un poco más, usando las rocas y la escasa vegetación para cubrirse. si alguien quería jugársela, ella los descubriría primero.

Desde que advirtió sobre la venida de la tormenta, Rain, estuvo bastante alerta sobre las señales de las nubes y los cambios en el viento que pudieran alertarles de la llegada de esta. No por ello dejó de prestar atención a aquellos que la rodeaban, aceptando la comida que Cookie les había ofrecido a todos.

- Cuanto menos tiempo perdamos mejor será para todos, principalmente para los que están enfermos, ellos son los que necesitan que salgamos cuanto antes de esta zona.

Comentó la pegaso, mostrando su preocupación por las personas que la acompañaban, acercándose a Azure al escuchar que quería adelantarse, era algo muy peligroso dado el temporal que tenían sobre ellos.

- Ten mucho cuidado Azure… - Dijo un poco temerosa de que alguna mala ráfaga la desviara y provocara algún accidente.

Ella no sentía el valor que la pegaso morada tenía para adelantarse de esa manera ante el riesgo que llegaba a suponer la hazaña que estaba a punto de hacer. No pudo evitar el tener su mirada en ella, intentando acumular algo de coraje por si tenía que salir volando en su ayuda en algún momento.

La voz de Moonlight llamó su atención, por lo que la miró de reojo escuchando lo que le comentaba al unicornio, esperando que aquella idea no cayera en saco roto y, sobre todo, surtiera su plan.

Se alegró de que Azure llegara a cruzar, pero su calma no duraría mucho más tiempo, aquellos truenos que resonaron con tanta fuerza y tan seguidos sólo podían significar una cosa: que la tormenta estaba por llegar a donde ellos se encontraban y que no era pequeña.

- Espero que podáis llevarlo a cabo porque, como Cloudy dice, no tenemos mucho tiempo, la tormenta se acerca y lo hace más rápido de lo que yo me esperaba… 

En su voz se podía notar los nervios que le estaba provocando la llegada de la tormenta que se les avecinaba, pero estaba más nerviosa por aquellos que se encontraban enfermos y que un poco de agua fría quizás hasta podría ponerlos en peores condiciones.

Cookie al ver el precipicio de inmediato se puso a pensar en formas de como cruzarlo. Saltarlo era un suicidio, trepar por la pared tampoco se podia, y no podia volar o hacer magia como otros ponies, tocaba hacer las cosas al modo dificil, como lo hacian los ponies terrestres. Seguia pensando en soluciones cuando Azure sin perder el tiempo cruzó hacia el otro lado, esto era la oportunidad que Cookie esperaba, solo necesitaba lanzarle un cabo de cuerda hacia el otro lado para que Azure lo fijara, y todos podrian pasar colgandose de la cuerda. 

Iba a gritarle a Azure desde el otro lado para lanzarle la cuerda cuando pasó algo impresionante: Moonlight con ayuda del venerable unicornio gris mostraron en conjunto sus increibles dones para elevar rocas y así crear un sendero temporal. Cookie golpeó suavemente sus cascos en el suelo a modo de celebración por esto, con eso podrian cruzar ellos al otro lado. Fue hacia los unicornios y les dijó:

-Eres increible Moonlight, no crei que tuvieras tanta magia dentro de ti. Tambien usted señor Sight

Pero no todo era felicidad, luego de pensarlo un poco noto que todos podrian cruzar menos los unicornios que mantenian el sendero, tenia que ayudarles como podia. Buscando entre sus cosas saco su segundo manojo de cuerda y busco donde atarlo, para que ellos pudieran pasar por la cuerda. De pronto notó que tambien podian llevarlos Rain o Fair al otro lado. Fair podria, era un pegaso muy fuerte, tambien creia en Rain, ella tenia mucha fuerza latente, se volteó hacia sus compañeros pegasos y les preguntó amablemente:

-Fair, Raini. Si los unicornios puede crear el sendero con magia todos cruzaremos menos ellos ¿Creen que podrian llevarlos al otro lado entre los dos?

Dicho esto Cookie tambien se concentro en lo que podia hacer, intento medir al ojo cuanta cuerda tenia y cuanta se necesitaba para poder poner un cabo del otro lado y así pasar a los unicornios a salvo.

Te mueves tan silenciosamente que un pequeño lagarto reposando en una piedra ni se inmuta cuando pasas a su lado. Tus ojos de exploradora inmediatamente identifican una cueva en la pared rocosa, a poca distancia del paso cortado. En su entrada el sendero amplia su tamaño formando un saliente y la cueva en sí aparenta ser bastante grande, pero aparte de eso no tiene nada de particular. Habéis visto varias como esta durante el viaje -de hecho las habéis usado como refugio- y esta es solo otra más.

O podría ser el lugar donde se esconden las tropas de Nightmare Moon, esperando a que crucéis el otro lado para poder atraparos en un lugar estrecho y sin opción a retroceder.

Todo parecía tranquilo o, al menos, todo lo tranquilo que se puede estar en medio de esos vientos tan fuertes. No parecía haber nadie por la zona, al menos a la vista de la más que sigilosa pegaso, que se movía como si aquellas montañas hubieran sido su hogar toda su vida.

Aún así, Azure no se relajaba. La visión de la cueva frente a ella aún le daba motivos para pensar que podía haber alguien esperándolos. "Es un refugio lo bastante bueno para ocultarse y permanecer resguardado... especialmente si va a caerte una tormenta encima en breve." Pensó la exploradora, echando un vistazo de reojo al cielo.

Por ello, y con mucha cautela, se acercó a la cueva para mirar cuidadosamente a su interior, para ver si les estaban aguardando sorpresas desagradables.

Con la tormenta aproximándose y sin muchas más opciones, Cloudy se apresuró a prestar su poder a Moonlight. No estaba seguro de que ella sola pudiera lograrlo y quedó confirmado cuando lanzó su hechizo sobre las rocas. Telekinesis básica... espero poder ayudarles a aumentar sus poderes antes de que lleguemos a Galloping Gorge. Obedeciendo aquella fuerza conjunta, las piedras se dispusieron formando nuevos salientes que todos fueron cruzando cuidadosamente.

-No has de preocuparte por eso Cookie, yo me encargaré, cruza con los demás.- dijo con cierto esfuerzo, tratando de mantener la concentración en su tarea.

Cookie era la última que quedaba por cruzar, de modo que en cuanto lo hizo dejó de poner su magia y las piedras cayeron al abismo. Sin perder el tiempo se acercó a Moonlight y agarró su pata fuertemente, sin dar explicaciones.

-Allá vamos.

Hubo un destello y los dos ponis se desvanecieron, para aparecer al otro lado apenas un instante después, junto con el resto del grupo.