Partida Rol por web

-Si si, entonces, ven por aquí

Asintió, consintiendo tu decisión. Por mientras, Andrew se veía bastante contento de que no tendría que acompañarte en el asunto en si. Tocó caminar un poco mas, atravesando entre árboles, casas, Joltik y gente. Algunas telarañas pequeñas, probablemente de los Joltik practicando sus tejidos desde temprana edad, reflejaban la luz de una forma particularmente bella en su construcción trabajada. Claro que no había esperanza de que atraparan nada, no como las que viste de camino...esas si tenían bultos de seda en ella, de distintos tamaños. Variando este paisaje, viste un Galvantula en las alturas, sino en el suelo. Cuando lo viste, notaste que te estaba mirando con...¿interés? Era difícil interpretar los ojos de un pokemon así. Mirarlo mas de un par de segundos provocó que reculara bajo la raíz de uno de los grandes árboles, aunque veías el brillo de sus ojos mirándote aún desde esa posición.

Finalmente, viste el destino al que te guiaba tu anfitriona: piletas en el suelo. Se trataba de dos grandes, cada una cercada por tela blanca y resistente tejida en cimientos de madera para privacidad. Algunos niños y niñas venían envueltos en toalla aquí, y dependiendo de su género iban a un lado u otro, aunque pudiste tomar un atisbo de una de las entradas al pasar por delante de ella. La vista y la temperatura húmeda del lugar, te confirmó que parecían ser aguas calientes, a pesar de que era un bosque y no pintaban demasiado en él. Aracne pasó de ambas piscinas y fue a una tercera, mas pequeña y un tanto mas retirada. Cerca de esta, al igual que de las otras, había toallas dispuestas de forma ordenada en un banco de madera en este caso, en las otras piletas había mucha mas cantidad.

-Puedes dejar tu ropa aquí. Dentro hay jabón. Esta es la sección para los adultos, es mas tranquila y privada. ¿No te importa si te acompaño, verdad? Ha sido una mañana ajetreada.

Que lugar tan fascinante, vivir aquí debe ser duro... Pero si que es hermoso el lugar. Aunque cualquiera que odie las arañas no toleraría estar aquí ni un solo minuto.

Aún tenía en la mente esos ojos del galvantula, daba la impresión que en cualquier momento saltaría encima mío como los joltiks de antes. Cuando llegamos a los baños, "ay que rica se ve el agua, eh? a donde vamos?" pienso mientras seguimos de largo donde estaban los niños, y llegamos al que parece ser un baño más relajado y apartado; Aracne me pregunta si me puede acompañar por lo que intuyo que es un baño mixto, e inmediatamente me pongo nervioso y me sonrojo. Se que los baños mixtos son bastante comunes pero yo nunca he entrado en uno -N... No vale, no hay problema- respondo con la voz entrecortada y casi olvidando de tragar saliva, pensando que debe ser algo super común para ella.

Llamo a mis pokemons a sus pokeballs, inclusive a Andrew, que aunque no le gusta estar en su pokeball es él quien pide entrar casi a la fuerza en su pokeball, todo con tal de asegurarse que no es la hora del baño para el.

Aún un poco nervioso agarro un par de toallas (por si acaso) y le pregunto a Aracne -¿Dónde puedo cambiarme?- pues de la impresión y los nervios no se si me señaló un vestidor o algo para dejar mi ropa.

-Aquí mismo, parece que no estás muy acostumbrado a la vida de campo -respondió con naturalidad.

Dicho esto y dándote la espalda, dejó caer el kimono y las vendas que envolvían el pecho, envolviéndose en la toalla que recogió tras esto. Por supuesto, tuviste una vista plena de todo lo que podía verse estando de espaldas, y caminó con tranquilidad a la entrada a las aguas.

-Me adelantaré para que estén a la temperatura ideal, no tardes demasiado -dijo alejándose con pasos suaves.

Quedo con los ojos como platos con lo que veo, más que babeado por la vista, impresionado con la escasa vergüenza que tenía Aracne; aunque no niego que la vista fue bastante amena.

Veo para todos lados y comienzo a quitarme la ropa cuidando que alguien me fuese a ver y tapándome lo más rápido que puedo con la toalla para tratar de evitar que alguien me viera. Acomodo mi ropa en la banca para que no se me vaya a ensuciar, y sigo a Aracne.

Entro al baño aún mas nervioso y apenado que antes , y aunque tengo una toalla puesta en mi cintura, tengo otra en mis manos tapándome; la verdad es que me siento bastante avergonzado de estar con tan poca ropa cerca de una chica, y ahora estoy entrando al baño con una. No digo nada y solo me siento en el agua, es inevitable sentir la cara caliente por la vergüenza en conjunto con la elevada temperatura, así que solo me quedo ahí viendo a Aracne sin saber que decir.  o///o 

Aracne estaba en el extremo opuesto de la pileta de agua caliente, que incluso burbujeaba un poco. Tenía los brazos apoyados en la orilla, con expresión relajada, y el agua le llegaba hasta por encima del pecho. Su toalla estaba en la orilla, sin doblar. Todavía no había tocado utensilios como jabón y esponja que estaban dispuestos a cada pocos metros de la orilla para su uso, disfrutando la sensación del agua caliente. Dejó escapar un suspiro de satisfacción, y te observó.

-Una de las ventajas de vivir en este sitio es que tenemos espacio hasta para esta clase de cosas. Pero, no sería tan calma si los niños estuvieran de acá para allá salpicando y jugando. -realmente, no se veía demasiado mayor con respecto a los demás, ahora que reparabas en eso.

-Cierto, yo podría tener una tina en mi casa; pero no es lo mismo... Aqui puedes estirar todo tu cuerpo- digo ya un poco más relajado, aunque igual me siento nervioso así que sigo con mi manos bajo el agua tapandome; supongo que es normal que este así de relajada, debe estar acostumbrada aunque, no vi más gente de su edad, solo niños y viejitos; además que el baño está completamente solo.

-Ehm, hay más entrenadores como tu en este lugar?- Digo convencido de que Aracne es una entrenadora -Que por cierto, no está en el mapa... ¿Cómo se llama?- ahora si me siento un poco intrigado, un lugar así debería haber sido visto unas varias veces...

-¿Entrenadores? -rió entre dientes- Aquí no hay de eso, y es obvio que no estará en el mapa una residencia particular. Aunque actualmente hemos crecido mucho, ya podría decirse que somos una pequeña villa por nosotros mismos. La familia es grande como ves. Trabajamos para abastecer al pueblo de comida, en especial de carne. Para nosotros, que contamos con redes por todo el bosque, es sencillo recolectarla. Concretamente mantenemos bien provista nuestra tienda de provisiones en Pueblo Amanecer, aunque la posada también compra bastante al por mayor para su clientela.

Haciendo un poco de memoria al escuchar lo que dice Aracne, recuerdo que ya había encontrado un Joltik antes de haber entrado al bosque, en la tienda de carne precisamente. -Hmmm... Ya veo... Así que el chico amable de la carne vive aquí... Y el joltik que me quería robar la billetera también- digo en voz baja a modo de chiste sin gracia para mi mismo mientras agarro mi barbilla; salgo de mi trance pensativo y observo a Aracne -Ahora que recuerdo, el chico de la carne me dijo algo de que me sentiría a gusto en el bosque, por eso tomé este camino- comienzo a sentirme un poco paranoico, ahora por recordar lo que me dijeron de Arcadia antes de venir... Finalmente pregunto -¿Qué tan seguido tienen invitados en esta villa?

Aracne tomó jabón y estuvo limpiando sus brazos y cuello con cuidado mientras te escuchaba.

-No realmente, se podría decir que somos bastante huraños y no nos gustan los extraños del todo, pero...tienes algo especial. Se siente confortable estar cerca de ti. Los niños te saltan encima porque ellos son mas sensitivos a ello, es como si tocaran una fuente de electricidad. Podría decirse que eres una persona con mucha estática en la piel. Además... -inspiró con una sonrisa tenue- incluso hueles bien. Eres alguien extraño.

Rió despacio, entre dientes.

-Considéralo un honor, eres alguien que podemos considerar de confianza sin pensarlo. Simplemente no puedo imaginarme a alguien así perjudicándonos de alguna forma.

De cierta forma las palabras de Aracne sonaron tan sinceras que me han tranquilizado bastante -A que huelo?- Digo curioso y arquenado una ceja.

-Y bueno.... Gracias- Me ruborizo un poco con el último comentario de Aracne -La verdad es que no encuentro placer en perjudicar a nadie...Ok, hay quienes sacan beneficio a costa de los demás; pero yo pienso que puedes sacar beneficio mientras ayudas a otros, algo así como una relación simbiótica con el mundo- me rio amistosamente bastante relajado, agarro el jabón e imito a mi anfitriona enjabonandome los brazos -Pero shh, no le digas a nadie; ya sabes, cada quien tiene una reputación que cuidar- y guiño el ojo.

-Todo es simbiótico, si. Pero muchos extranjeros no nos ven con buenos ojos. Nosotros cazamos y proveemos al pueblo de carne, pero se nos mira como si fuésemos alguna clase de asesinos. ¿Acaso son todos vegetarianos, o consiguen comida de una forma distinta? -preguntó, fastidiada.

-Nah, es solo que prefieren criar la carne que se van a comer. Muchas veces no saber de donde proviene la comida es mejor para algunos- Me encojo de hombros -Mi padre me enseñó a fabricar trampas para el control de plagas, y a veces un pequeño pidgey curioso moría dentro de una, o un ratata, antes de poderlo liberar lejos del pueblo; bastante mal me sentía como para que me importaran las miradas de los demás- Entonces la voz se me empieza a entrecortar -Y siempre que recuerdo eso... Recuerdo a Andrew... Lo malherido que estaba... Y lo imagino muerto por mi culpa... Y...  Te imaginaras el resto- Digo con los ojos lagrimosos y la nariz echa agua. Me sumerjo rápidamente por completo dentro del agua y me restriego la cara con las manos.

-De verdad, para algunas personas es mejor no pensar en esos temas.

Asintió, totalmente de acuerdo, y continuó aseándose unos minutos mas. Inevitablemente tuviste vistas de esbeltas piernas cuando las apoyaba por el talón en la orilla para lavar fuera del agua, y soltó el cabello para sumergirse del todo y dar la impresión falsa de que el pelo era lacio mientras permaneciera empapado.

-Bueno, estoy lista aquí -apoyó las manos en el borde de la pileta para salir con poco esfuerzo, y anduvo para tomar la toalla y envolverse con ella, mirándote mientras se aproximaba a la salida- Siéntete libre de quedarte cuanto gustes y andar por donde quieras, aunque no te recomiendo husmear mucho en los edificios de piedra del otro lado de la villa, que es donde preparamos la mercadería para el pueblo y puede ser un tanto incomodo si no tienes estómago. 

Mientras estoy "escondido" bajo el agua por la vergüenza, veo como las piernas de Aracne entran y salen del agua mientras se las lava... Es una vista hipnotizante, y mi corazón late a mil por segundo sin saber como actuar ni que decir, así que solo me quedo ahí, avergonzado, quieto y mudo. La veo salir del agua y asiento con la cabeza lo que me dice.

Aprovecho que ya tengo el baño para mi solo y termino de bañarme ya menos tenso. Una vez limpio, salgo del agua y me seco tapándome bien con la toalla mientras me seco por si alguien entra y me ve; me pongo ropa limpia y fresca, que divino se siente estar limpio, después de ese viaje en ferry por fin pude quitarme el salitre del mar.

Agarro mis cosas y salgo del baño, observo mi pokeball con Andrew adentro y me entró la nostalgia de cuando estaba en casa... Tenía tiempo que no jugabamos al escondite -Hora de tu baño Andrew!- Digo mientras lo libero de su pokeball y este inmediatemente comienza a esquivarme y a esconderse -jajaja tranquilo wey, que te toca el próximo mes, era broma- y comienzo a caminar por el lugar.

Tomo una gran bocanada de aire puro del bosque y recuerdo una de las razones por las que prefiero los bosques; en las ciudades no se puede hacer eso sin ganarse unas ganas de toser.

La villa estaba frenética de movimiento, de cuando en cuando algún niño venía a abrazarte a ti o a Andrew, pero sobre todo a ti (?). Por lo demás, veías de todo, alguien llevando una carretilla con bultos envueltos en tela de araña, naturalmente lo cazado en el bosque, Joltik de acá para allá, y avistaste un Galvantula ENORME, medía mas de un metro, solo de altura. A pesar de un tamaño tan aterrador, podría decirse que se veía hasta un tanto tierno alimentando a un par de Joltik con lo que parecía ser una pila y su propia electricidad.

Un par de chicos estaban lanzándose desde una altura media para caer en una tela que se veía resistente (tanto como para aguantar gente saltándole encima una y otra vez) y parecía que disfrutaba quedarse pegados a ella un rato antes de hacer su camino a una plataforma de madera. Mirando el paisaje en su plenitud, pudiste apreciar que todos los habitantes humanos eran rubios, en distintas tonalidades si eso, denotando realmente que compartían lazos familiares fuertes.

Veo normal cuando los niños abrazan a Andrew, pero extraña cuando me lo hacen a mi, y el bueno de Andrew los abraza cuando me abrazan a mi, va contento y dando brinquitos por toda la aldea y sonriendo a todo mundo. Luego va y se pone a jugar con los Joltiks, rascando suavemente sus espaldas con las garras; yo lo dejo jugar, disfruto viéndolo feliz pues no se cuando pasará un tiempo en el que estaremos solos en la vía sin nadie cerca con quien socializar.

Me fascina el hecho de ver como los pokemons en la aldea comparten la electricidad entre ellos justo después de hablar sobre relaciones simbióticas, parece que en esta aldea lo aplican muy bien. Llegamos a una parte donde están saltando en una tela de araña -Oh! Genial!- Y me acerco al lugar a ver detenidamente como funciona y le pregunto a uno de los chicos cuando se está despegando de la telaraña -Oye! Ehmm... jeje Será que yo también puedo?- mi cara está llena de emoción, se ve super entretenido; Andrew a mi lado comienza a dar brincos llamando la atención del chico -Slash! Slash!- mientras levanta una garra como indicando que el también quiere probar.

-¿Claro, porque no? -respondió en tono campechano el chico, que en realidad raspaba mas la edad infantil. Como el resto, tenía cabello amarillo y ropas sencillas- No deberías pedir permiso siquiera, solo trepa por la escalera...y en general trepa lo alto que quieras. La tela de la abuela aguanta a alguien sin problemas incluso desde la rama mas alta de este árbol.

Miró a Andrew.

-Tu amigo está algo gordo, pero a él también lo aguantará. ¿No saca pinchos aún, no?

"Wooojoooo!!! Gracias! Y no, o bueno... Si saca pinchos pero los sabe controlar!" Dice Ryder todo emocionado, "Vamos Andrew! Sígueme! Nomas no te vayas a desesperar si te enredas en la tela, yo te saco con cuidado, que si la rompes no podremos saltar de nuevo" Y jala a su pokemon consigo hacia la escalera y Ryder comienza a subir a toda prisa, cuando ve que le comienza a dar ese vértigo común al subir sitios altos se detiene y mira hacia abajo.

"GERONIMOOOO" Y se deja caer de espaldas apuntando a caer sobre el centro de la tela, y temeroso que Andrew le fuera a caer encima le grita "Al lado miooooo weey! No encima!" El temor de que la caída fuese a doler es superado por la adrenalina y la emoción de ver a su compañero caer a su lado con lagrimitas en los ojos; rebotamos medio pegados a la tela y ayudo a Andrew a despegarse de la tela "No se tu, pero yo le daré otra vez"  Y como uno más de los niños del lugar, se va corriendo emocionado y así mismo salta unas tres veces; se detiene cuando comienza a dolerle la cabeza por la emoción y la subida de ritmo cardíaco.

"Fiuf! Deben pasarlo genial aquí! Necesito conocer a esa "abuela" que mencionas para felicitarla" Dice apretandose un poco la cabeza por el dolor y sonriendo al mismo tiempo que Andrew está dando vueltas como trompo, también excitado por menudos saltos que naturalmente, son imposibles de dar para el.

La tarde paso tranquila, saltaste cuantas veces quisiste (y Andrew te siguió aunque no le hiciera tanta gracia...cosas de pokemon de tierra, les gustaba permanecer en el suelo por lo general), y tras esto los niños del pueblo te mostraron otras actividades y hasta te enseñaron a la "abuela": un Galvantula muy grande, como el que habías visto abajo. Era normal que este hubiese tejido los juegos, o de otra forma no serían tan perfectos. Aparte de la red, había lianas hechas de seda de los pokemon, hamacas, y hasta suerte de saltos de bungee. Las gentes iban y venían de acá para allá, muchos a los baños, y otros tantos haciendo sus labores, ya sea cargando madera, carretas con capullos de diversos tamaños, rocas, hierbas, agua, etc. De hecho viste pasar a Aracne un par de veces, pero su modo de moverse era marcadamente distinto al de los jóvenes, que usaban las escaleras y tenían cuidado: ella simplemente iba de rama en rama en las alturas, lo que te hizo sentir vértigo de pensar que pasaría si cayera al vacío, y mas aún con el calzado tradicional que usaba. Pero, no sucedió: simplemente parecía estar demasiado acostumbrada. Ni siquiera le ponía atención o estaba tensa, realmente parecía ser rutinario como caminar o respirar para ella.

La hora de la comida pasó rápido entre tantas cosas entretenidas que hacer y ver, y tu pokemon pareció bastante contento con la idea de llenar su estómago. En un área concreta, había largas mesas de madera y asientos del mismo material, donde empezó a haber actividad: de a poco se iba acomodando la comida para los comensales, con la ayuda de todos los adultos (que aparte de Aracne que contaba apenas como una, eran una anciana y dos adultos de alrededor de 32 años cada uno, hombre y mujer), y muchos jóvenes para disponer todo aprisa y que no se enfriara. El menú consistía principalmente de carne como era de esperar, mucha roja y una cantidad moderada de blanca, aderezos varios y alguna poca de vegetales para acompañar, principalmente papas y muchas frutas. Trozos inquietantemente ENORMES estaban dispuestos en las mesas, y una pieza grande al punto de ser absurda estaba siendo asada en el centro con bastante esfuerzo y paciencia, hacía bastantes horas. También había una olla comunal y de inmenso tamaño con sopa de carne y verduras. Algunos grupos incluso estaban haciendo círculo en el suelo alrededor de unas enormes hojas donde habían sido dispuestos trozos mas pequeños de carne y una multitud de bandejas menores con raciones mas humanamente razonables, sacadas de presas mas pequeñas. Había una mesa separada y que dominaba el panorama del resto, claramente para los adultos. Los niños iban atropellándose en los asientos, y quienes terminaban sus tareas de servir también iban sentándose. Aracne y los otros 3 adultos se habían posicionado con tranquilidad en su mesa tras servir un par de bandejas y atender su propia mesa, y esta te hizo un gesto por si querías sentarte allí con ella. También estaba la opción de ir a una de las mesas estándar y socializar con los niños y otros jóvenes. Los apresurados ya estaban sirviéndose, aparentemente era bastante libre el cuanto comer, de donde y como: un tenedor libre por así decirlo. Algunos cortaban de la gran pieza del centro algunos filetes para sus platos, otros preferían las porciones pequeñas que se veían diferente de textura, algunos iban por sopa, algunos usaban cubiertos, otros sus manos...

A Ryder se le hace agua la boca con el suculento olor que provenía de aquel lugar gastronómico; el olor a carne asada, y el olor a la sopa abrieron el apetito de Ryder a niveles que solo alcanzaba cuando duraba varios días sin comer.

Andrew estaba apurando a Ryder para llegar al lugar donde se encontraba un trozo de carne groseramente grande, parecía que quería comerlo entero por la forma en que lo observaba; pero Ryder lo calmó un poco diciéndole: "cálmate wey, eso es muy grande aun para los dos, yo te pico un pedazo y comes de ahí" y se acercó, pidió un cuchillo prestado y picó un pedazo que sabía sería suficiente para Andrew, y otro suficiente para el... Bueno, quizás un poco más de lo que comería normalmente, pero se veía tan rica que no pudo evitar comer con los ojos. Luego agarra un plato y con permiso de los demás comensales se sirve sopa. 

Ryder estaba dispuesto a sentarse a comer en el suelo junto a los demás niños cuando levanta la mirada al ver a Aracne llamarlo con un gesto de mano, entonces le pasa el trozo de carne a Andrew y camina hacia la mesa y dice: "ven Andrew, vamos a comer con Aracne", nombre difícil de olvidar para Ryder por el parecido con la palabra araña, y la relación de estas con la chica.

Andrew agarra su trozo de carne y lo pica con sus cuchillas como si fuesen mantequilla, y va devorando la carne de forma que parece que ni la disfrutara.

"Buen provecho, Aracne. Buen provecho a todos" Dice Ryder respetuosamente a los ancianos mientras se sienta en la mesa, no espera mucho una respuesta y comienza a comer con confianza.