Partida Rol por web

Asiento un par de veces ante sus palabras, de forma automática, y vuelvo a ojear el lugar. Perdiéndome entre tanta floritura y la incomprensión de la misma. Luego, sin más, y dando sus palabras como una despedida marcho hacia la puerta. No me despido no por mala educación, sino que no veo necesidad de más palabras vacías estando todo claro.

Al llegar a la altura de la puerta giro el pomo para abrir, dispuesta a marcharme. Ni siquiera dirijo una última mirada de despedida al tal Hesseman. Él ya hizo su trabajo, me guió hasta aquí.

Y quitarme un rato los zapatos y quizás correr en el bosque... Éso estaría bien si no hay más que hacer esta noche... Correr y reír sintiendo la luz de la luna en mi espalda- esbozo media sonrisa para mi, ilusionada por mis pensamientos y salgo de la sala.

El príncipe se despidió de ti con un movimiento de mano suave, poco inspirado. Hesseman te acompañó a la berlina para devolverte del lugar donde habíais salido. No cruzó palabra contigo ni esperaste que lo hiciera, solo se mantenía en un estricto rictus marcial y atento a los acontecimientos.

Aquella noche no fue la única sorpresa, cuando llegaste tía Petra te entregó un sobre con el grabado de un zorro sosteniendo una rosa en la boca. En su interior una invitación de color azul con el mismo símbolo y una fecha además de un lugar: Isla de Kampa.

Era una invitación a una fiesta, maldijiste ese trozo de papel pero te viste obligada a asistir por el mandato de Vlasska. Petra te explicó que la baronesa Kornfeld, organizadora de la fiesta, era una de las personas más influyentes de la ciudad y que en la celebración asistiría el príncipe heredero del imperio, el archiduque Rodolfo.

Tía Petra vio en esto otra oportunidad para ceñirte un nuevo y más lujoso vestido.