Partida Rol por web

La cabeza me dolía como el infierno, y era casi incapaz de respirar. Pero me las arreglé para sonreir. La victoria era mía. Alcé mis brazos para recibir las aclamaciones del público y miré al orco tendido en el suelo

No agravié su cuerpo, era un buen luchador y no tenía nada contra los orcos. Ya tenía suficiente con la desgracia de ser esclavo, después de todo.

VICTORIA PARA DELDERIUS. ARENA LIBRE PARA NUEVOS COMBATES

- Muy buenas hermanito, ¿listo para hacer saltar las chispas de la vida entre nuestras armas?

Delderius vio como su hermano de armas entraba en la arena. Conocía a Sval, era un combatiente digno y peligroso, así que rápidamente me preparé para el inevitable lance.

Había sido el primer adversario que había tenido y nuestros combates casi siempre estaban reñidos, aunque debía reconocer que había mejorado más rápido que yo.

Pero eso pronto iba a cambiar, estaba seguro.

Mientras se acercaba hice girar mis kukris cada vez a mas velocidad, mientras contemplaba como se iba aproximando.

Calculé mal su velocidad, y antes de darme cuenta lo tenía encima. Sus malditos ganchos me golpearon en el torso derribándome al suelo, pero por lo menos desde allí me las ingenié para golpear con mi kukri en ambas piernas de mi adversario

Ruedo por la arena, y mientras trato de observar los movimientos de mi enemigo lanzo un nuevo ataque contra su abdomen

El ataque de Delderius desde el suelo estaba muy bien hecho, pero al rodar sin para su sentido de la orientación estaba un poco confuso y lo lanzó con poca fuerza, pudiendo esquivarlo y clavarse mis ganchos en el pecho para que se estubiera quieto.

Mientras con un gancho tenía sujeto a Delderius al suelo, levanté el otro para darle el golpe de gracia

- Venga hermanito, que parece que no reacccionas

Y mi golpe de gracia llegó, antes de que Delderius pudiera hacer nada m`´as mi gancho se clavó en su corazón, haciendo que dejara de respirar.

El pequeño humano se aproximó a la arena y miró al elfo oscuro. Tenía sus ordenes Si no ganas no comes, por lo que, contra sus principios ingresó al lugar y le espetó al elfo que entrenaba - Crees que esos cuchillitos podrán con mis cadenas - preguntó demostrando más seguridad de la que realmente tenía - Tu dirás si te animas -

Delderius estaba molesto con su último combate. Muy molesto. Debía hacer algo y rápido con su forma de enfrentarse a sus enemigos, o esto terminaría cansándole.

Y entonces vio como uno de los humanos nuevos, el de la cadenita, era enviado por sus amos para probarlo contra él.

Empieza a ser cansado...

No respondió a su provocación, simplemente hizo girar sus "cuchillitos" mientras mantenía su mirada fija en el humano que acababa de entrar en la arena

El movimiento de los cochillos fue la señal, y Renato comenzó a balancear sus cadenas buscando comenzar el combate con un impacto en el elfo oscuro. Apuntando a su pecho empezó su "danza de las cadenas".

Me moví rápidamente contra mi enemigo, que se las arregló para enredar con sus cadenas mis piernas, lo que me desequilibró ligeramente, aunque aun me las compuse para golpearle en la pierna izquierda

Rápidamente lancé contra mi adversario una estocada sobre su torso mientras comprobaba sus defensas, preparándome para seguir con mis ataques en breve

- Mmmm... parece que esas armas hacen más daño del que parece - concedió Renato mientras las cadenas seguían su baile entre ambos - Veremos cuanto aguantas... o cuanto aguanto yo, jaja - una carcajada se dibujó en el rostro del pequeño picaro mientras que una de sus cadenas golpeaba en el rostro del elfo. Lamentablemente no fue suficiente para evitar que uno de los afilados kukris rasgara la piel del torso de pequeño de las cadenas.

Con soltura, el pequeño hombrecillo siguió con sus movimientos bsucando esta vez gopear alguno de los brazos del elfo oscuro - A ver si desde el piso puedes hacer algo - siguió bromeando, tratando de olvidarse del daño recibido.

Delderius notó como la cadena armada le cogía del brazo y lo subía por los aires. Sin embargo el elfo oscuro era un ágil espadachín y, a pesar de quedar desequilibrado, se las arregló para dejar muerto su brazo derecho a la altura de la cara de Renato. Un chorro de sangre le demostró que su estratagema había tenido éxito, y cuando cayó al suelo aun pudo golpear nuevamente a su adversario en la pierna sana, antes de que el mareo se impusiera, haciéndole perder unos segundos preciosos

Rápidamente Delderius se puso en pie, aunque para ello quedó facil el golpe a su adversario