Partida Rol por web

Ricardo no tuvo tiempo de disfrutar, los elementales que quedaban redoblaron sus esfuerzos. Y mientras uno apartaba los puñales del norteño, el otro trataba de golpearle en el brazo herido.

Por fortuna, Ricardo logó detener el ataque en el último momento y evitó m´sa magulladuras o algo peor.

En un último esfuerzo, los elementales intentaron terminar con la vida de ricardo...

No había terminado de detener a uno de los elementales cuando otro de ellos alargaba una de sus manos para arrancarle la cabeza.
Ricardo se agachó en el último moemento, y aprovechó la inercia del bicho que se desequilibró y le dió un contundente golpe en la cabeza que se la destrozó por completo.

Vamos, ya quedan pocos. Cada vez estoy más cerca de Deseo.

Quedaban 4.

Apenas quedaban aquellos seres. Ricardo sabía que debía actuar rápido, antes de que volviesen a reformarse...

Sólo quedaban cuatro, ahora no podía aflojar. Ricardo debía aprovechar el momento.

No esperó a que atacaran y se lanzó de cabeza contra ellos. Apuñalo a uno en el pecho y empujó a otro contra los geisers destrozandolo.

Ya sólo permanecian dos en pie. Pero no debía confiarse. Esto no era la arena, no habría otra oportunidad si la cagaba allí. Y había demasiado en juego. Por el bien de todos y en especial de Deseo debía sobrevivir.

La maniobra de Ricardo le dejaba con solo dos enemigos. Pero aquellos seres sin mente no se rendirían...

Los elementales lanzaban golpes a diestra y siniestra, pero siendo sólo dos, Ricardo tenía espacio para moverse y no lograban darle.
Un nuevo ataque a la cabeza contra uno de los bichos y ya nada más quedaba uno.

SÍ

El último elemental no se cuestionaba si debía seguir atacando. Ni observaba los restos de sus compañeros. Solo seguí adelante, una y otra vez.

La pelea estaba ya sentenciada. Un solo elemental no era rival para los puñales de Ricardo.
Mientras el ser se abalanzaba contra el norteño, este esquivo facilmente y le clavó una de las hojas en la cabeza. Ya no quedava ninguno de esos seres.

Ricardo suspiró aliviado.

Buff. Casi, casi. Un poco más y no lo cuento.
Debería descansar antes de continuar. Me duele todo el cuerpo. Pero desde luego no aquí.

Y se alejó poniendo distancia entre los elementales y los geisers de vapor y él.