Partida Rol por web

Tienes que intentar compensar los penalizadores con los bonos extra para poder mantener la ED... en resumidas cuentas si quieres levantarte pierdes el ED.

Bonos: +1d apuntar

Penalizadores: -1d tumbado

Posibles acciones: ataque + ED o multiples acciones perdiendo el ED. Te he tumbado con toda la intención del mundo.

El poderoso golpe del orco se descargó en el rostro de Deseo como un mazazo de puro hierro. Tal fue el dolor, que la Guadaña se desvió en su mano súbitamente contraída. El impacto del arma fué duro, pero no como habría debido serlo. El encontronazo los desestabilizó a ambos, y los dos rodaron por el suelo, quedando derribados, mirándose, recuperando el aliento.

Entonces Deseo se levantó, más ligera que su oponente, y se lanzó hacia él. Consiguió hundirle de nuevo su guadaña en el torso, pero Garruk, mucho más rápido de lo que parecía, se irguió, saltando, se puso en pie también, y se abalanzó sobre ella, sujetándola con sus poderosos brazos, gruesos como troncos.

Bien, pues ahora estás sujeta eso quiere decir que estás obligada a intentar soltarte utilizando tu habilidad de combate o cuerpo a cuerpo (en tu caso es 3d).
Como tienes +1d acumulado puedes declarar soltarte 4d o soltarte + atacar 3d o cualquier combinación posible.

Si en mi acción de atacante no declaro seguir sujetando la acción de soltarse se convertiría en un ataque normal.

Pues suerte... este es tu punto debil y mi punto fuerte.

Exacto eso es lo que quiero decir (3d + 2d apuntar). Tu metes hostias como panes y yo me defiendo como puedo... XDDD

Intentó zafarse, Deseo forcejeó con todas sus fuerzas, usando todos los recursos a su alcance. Pero Garruk parecía una montaña musculosa, y ni se inmutó...

Bien, no has sacado ningún set lo que hace que no varíe mi estrategia. Como te sujeté el anterior turno ahora tengo +1d para poder estrangularte (que es un ataque localizado a la cabeza).

Ahora bien, 8d-2d=6d+ED, como tengo +1d por sujetar y -1d por aturdido se anulan y mantengo los 6d+ED, si hiciera alguna acción múltiple perdería el ED.

Si sacara algún 10 y al no haber sacado tu nada en tus sets recibirías 2S en la cabeza que serían suficientes para llenar de daño letal la cabeza y morirías.

En otras circunstancias hubiera sido un golpe mortal pero en efecto al entrar antes mi sujetar anula tu ataque por muy bueno que fuera. Ahora mismo estás sujeta y sin dados acumulados, con lo que te quedan 3d para rezar que no saque un 10 en mi tirada de estrangular.

Cuanto podía hacer era intentar escurrirse de las sucesivas presas del enorme y fuerte orco. Si conseguía sujetarla estaba claro que sus terribles brazos quebrarían su cuello como si éste fuera un brote de hierba joven.

Deseo se movía bien, y la Guadaña obedecía con precisión, sin perder su peligro ni su amenaza. Pero no pasaba de ahí, se quedaba en amenaza, sin llegar a más. Era incongruente ver a la mujer y al orco, como enfrentar un desprendimiento rocoso a una zarza de espinos. Quedaría sepultada por mucho que sus espinas asetearan...

Deseo luchaba con todas sus fuerzas por intentar zafarse de los musculosos brazos del orco, que aunque verde no olía precisamente a cesped fresco de la mañana.
Uno de los brazos del orco perdió algo de fuerza y la mujer pudo librar uno de sus brazos antes de darse cuenta de que Garruk no estaba cediendo a sus esfuerzos por escapar sino que volió a agarrarla con más fuerza si cabe su delicado cuello... por un momento sintió una punzada de dolor cuando el aire comenzó a faltarle, aunque fué breve ya que la luz se fué apagando paulatinamente mientras su cuerpo dejaba de responderle... una muerte dulce sin apenas dolor...

Cuanto más grande es el arma que portan más debil es su cuerpo...

El orco abandonó el cuerpo inerte de Deseo y algo aturdido por el dolor de los cortes de su pecho salió de la arena sin apenas mirar al ferviente público que seguía gritando por lo fabuloso del espectáculo.

La Guadaña cayó se su mano, con un golpe seco alcanzó el suelo, la arena. Pero ella no pudo verla caer, ni se dió cuenta de que la soltaba.

Pataleando como una leona se había debatido por liberarse del abrazo de hierro, de la presión que el poderoso orco estaba imprimiendo a su garganta. Fué inútil.

Un velo cayó oscureciendo su visión, incluso su dolor. Al poco, sólo hubo tiniebla...

Con la misma celeridad e indiferencia con que en su infancia habían curado las heridas de los entrenamientos, en este Coliseo de Tinieblas los encapuchados curaban la muerte.

De modo que aún no había ni podido recoger su Guadaña de donde la habían colocado, con cuidado y respeto (si algo tenían claro los elfos oscuros era el cuidado por aquello que les producía placer o riqueza) que la avisaron de que de nuevo la esperaban en la arena.

Allí se dirigió, con paso elástico y felino. ¿A quién encontraría esta vez? No tardó en comprobarlo. Una figura pequeña estaba plantada en el centro, un muchacho, o eso parecía. Pero Deseo sabía por experiencia que no podía fiarse de lo que los hombres parecían a la vista. No, eso nunca coincidía con lo que eran cuando se les conocía. Y las cadenas que portaba auguraban que no iba a ser un contrincante fácil...

-Me han dicho que me esperas, soy Deseo...

Alzó su arma con lentitud, era una belleza, vista a la luz de los orbes luminosos bajo el pétreo domo. Limpia la hoja, afilados los dos filos, letales, chispeantes.

Luego empezó a moverla, a voltearla a su alrededor, imprimiéndole velocidad y usando la inercia para cambiar su trayectoria hendiendo el aire mediante pequeños pero precisos giros de ambas muñecas...

- Pues si... - el pequeño Renato miró a la fornida gladiadora y la ezpeluznante guadaña que portaba entre sus manos - Gulp - un extraño sonido surgió de sus labios mientras observaba como la gladiadora efectuaba una breve demostración del dominio que tenía de su enorme arma

- ... me dijeron que debía intentarlo... lo siento - se disculpó por adelantado mientras sus brazos comenzaban su característico baile y las cadenas viboreaban frente a su cuerpo. Mientras buscaba impactar con fuerza en el torso de Deseo llegó su fin. La formidable guadaña fue solo un poco más rápida, pero eso bastó. El acerado filo cortó el cuello del pícaro sin que este pudiera entender que estaba pasando.

Simplemente cayo al suelo. Muerto. Sorprendido. "Des-cabezado".

Había sido tan breve...

Sintió una ligera punzada en el estómago. Algunos de sus oponentes caían sin poder casi ni preparar su arma. Este en concreto, hasta se había disculpado, y ella no había tenido tiempo ni de preguntarle su nombre. Y le importaba, no era una asesina sin conciencia, era una Gladiadora. Eso era distinto... ¿o quizá no...?
Le visitaría cualquier día de estos, en cuanto supiera que estaba disponible, y le pediría enfrentarse de nuevo...

Sumida en sus reflexiones, apoyada en su Guadaña, aún húmeda la sangre que coloreaba el filo interior, vió subir las escalera del coso a un nuevo luchador. Suspiró. No había descanso, no había cuartel.

Se irguió, y se preparó para recibirle. Esta vez no caería en el mismo error...

-¿Vienes a enfrentarte conmigo, luchador? Soy Deseo. Dime tu nombre, si tienes a bien...

Le miró, los ojos amables. Él era un hombre pelirrojo como ella, y eso la hizo sonreir. Portaba espada, y el porte de sus pasos era elástico, emanaba la seguridad de aquel que ha recorrido el mundo, y tiene sus pupilas llenas de paisajes...

Mientras esperaba su respuesta, inició una vez más su ritual de calentamiento, mostrando con él su dominio del arma. Aunque en realidad, era casi un regalo, un espectáculo, ver ejecutar los giros y evoluciones de la enorme hoja sin un ápice de vacilación.

Entro en la arena dispuesto a entablar combate con la recien llegada al coliseo. Y cuando me aproximo a mi oponente, comprendo por que su nombre corre de boca en boca como un insistente rumor.
Mientras me rasco la barbilla pensativo, veo como empuña la impresionante guadaña que usa como arma.
Y mientras desenvaino y me pongo en guardia, escucho sus palabras.
Saludos Deseo. Soy Juan de Alvarado. Gladiador como tu. Estoy listo para iniciar el combate.
Y nada mas decir estas palabras, me preparo. Pues la guadaña de Deseo se aproxima a mi cabeza cortando el aire.
No soy lo bastante rapido y el arma de Deseo me golpea en la sien derecha haciendome retroceder.

Pero con rapidez, recupero el terreno perdido y lanzo un potente tajo en dirección al pecho de la gladiadora. Espero acertar pues si no es así, poco voy a durar en este combate.