Partida Rol por web

A ver, esta no es una partida de corte heróico. Esto quiere decir que aunque los personajes pueden tener capacidades grandes, no son sobrehumanos, no pueden colgarse de la lampara del castillo con las piernas mientras rebanan la cabeza del guarda con el sable de una mano y sujetan el idolo de oro en la otra. Aquí, para hacer algo así habría que hacer una acción multiple (combinar el trepar con el golpe de espada) o dividirlo en diferentes turnos. Que no pasa nada, nunca habías jugado a la parte de rol y el sistema es un poco diferente a otros. Este tipo de cosas, por web es mas complicado que presencialmente.

No tengo problema ninguno en retroceder hasta el momento en el que nos hemos ido cada uno por los cerros de Ubeda. Tu describeme que es lo que quieres hacer, y yo te digo lo que deberías tirar.

Bueno, san se acabó. Para que vamos a marear la perdiz.

Después de una breve trifulca, Juan se encuentra en el puerto, un poco maltrecho, pero entero.

Parnassus y Juan Bautista llegan al puerto con paso apretado. En una cantina de marineros cercana, Juan De Alvarado se encuentra tomando un vaso de vino.

-Saludos, Juan.- dice Parnassus enfilando directamente hacia el veterano -Al no verte durante tanto tiempo en la Casa de los Condenados, me inquieté. ¿Está todo bien? ¿Encontraste algunas respuestas?- pregunta mientras se sienta con él y hace una indicºación para que le sirvan.

Hola amigo mio.
Respondo al saludo de Parnassus. En ese momento, se acerca el tabernero con el pedido y yo agarro la jarra de vino y bebo un buen trago. A continuación, me sacudo algo de polvo de mis ropas y digo.
Realmente, nada serio. Como sabrás, he estado tratando de averiguar quien es el dueño de nuestro compañero Aarshlut. Pues bien, ya tengo localizado el navío en el que lo trajeron y tan solo me falta, tener una entrevista con el capitán.
Callo por unos momentos y añado.
Conociendo las costumbres de todos los marinos en todos los puertos, si queremos pillar a ese capitán de buenas, tan solo hay que descubrir que taberna o sala de citas visitara esta noche. Y cuando la ración de alcohol que lleve en el cuerpo empiece a hacer efecto, solo habrá que preguntarle.

Juan Bautista se acerco al gladiador que estaba sentado en la barra, luego que Parnassus.
Haciendo una leve inclinacion de cabeza Juan Bautista muestra sus modales en su saludo al espadachin.

-Saludos Juan de Alvarado.

Luego de escuchar los comentarios de ambos gladiadores, Juan se queda un momento pensativo y tras unos momentos de indecision se atreve a preguntar.

-Disculpen... pero para que estan buscando al dueño de Aarshlut..?

Al ver llegar a Juan Bautista, le saludo sonriendo levemente. Tras mi saludo, hago un gesto a una tabernera para que escancie un buen jarro de vino para el recién llegado.
Y mientras los tres observamos como la tabernera sirve el néctar carmesí, yo escucho la cuestión que plantea nuestro compañero gladiador.
Cuando la tabernera se marcha, respondo.
Nos interesa por que es algo que inquieta a nuestro compañero orco. Y, además, parece que afecta a su rendimiento en los combates. Somos gladiadores. Cualquier circunstancia que afecte al desarrollo de los combates es asunto nuestro. Pues por encima de todo, tratamos por todos los medios de ofrecer a nuestro publico combates igualados. No podemos permitir que surja la mas leve sombra sobre el resultado de estos combates.

Juan frunce el seño algo confundido...Algo no andaba bien, ya que esta esra una tierra de elfos oscuros, de muerte y sangre, y aunque sabia que los gladiadores que lo acompañaban no eran malas personas, tampoco confiaba en que fueran pura bondad. Algo era raro...o algo no le querian decir, estaba bien por el momento ya que no tenia tanta confianza con sus pares, pero el tenia sus metodos para averiguar cosas...

-Muy bien, me parece muy noble de su parte..

Contesto Juan Bautista a su interlocutor, tratando de seguirle el juego. Para cambiar un poco el tema, decidio abrirse un poco ante los que ahora eran sus compañeros en armas.

-Hablando un poco de eso... yo tampoco se quien es mi dueño...como se puede averiguar?

Pregunto inocentemente Juan.

Miro a Juan Bautista y replico.
Pues en eso estamos con nuestro compañero orco. No sabia que tu también fueras esclavo. Pero lo importante no es eso.
Lo importante, es si has recibido algún tipo de orden o intento de manipulación para variar el resultado de algún combate
Dicho esto, bebo otro sorbo de mi jarra de vino mientras miro por encima de su borde a Juan Bautista.

Manipulacion... con que de eso se trata el asunto...

Sorbo mi bebida tranquilamente y ordeno mis pensamientos antes de contestarle a Juan de Alvarado.

-Pues la verdad es que soy un esclavo.. fui capturado en una de las incursiones elfas a las tierras norteñas. Nunca conoci a mi dueño, siempre vi a sus guardias que me obligaban a hacer las tareas por el ordenadas. Desde cuidados personales hasta barrer pisos... hice de todo.. aunque cuando vieron mi destrezaen las peleas me trasladaron aqui para ser un gladiador.

Sobre el tema de las manipulaciones.... la verdad es que nunca se me aproximo naide para arreglar nada, y aunque lo hicieran, la respuesta que recibirian no seria una muy satisfactoria.

-Bien, entonces parece que nuestra labor se desdobla; tendremos que descubrir los señores de un par de guerreros, según parece. Bien, ¿salimos al exterior a hacer algunas averiguaciones? Convendría saber qué taberna es esa antes de que el capitán se pase, para conocer sus horarios tanto como para que no se nos pase su presencia. Siendo tres, debería de ser sencillo. Cada uno de nosotros podría preguntar en una taberna, y quien encuentre la apropiada será el que no esté en la "reunión amistosa", sino fuera por si hubiera problemas. ¿Qué os parece?- dice Parnassus incorporándose -Vamos, preguntaremos en las tabernas por él. ¿Tienes un nombre o el nombre del barco, Juan?- preguntó al soldado veterano mientras salían al exterior.

El navío. Digo yo contestado a Parnassus. Es ese jabeque de dos mástiles que hay atracado en el muelle a la salida de esta taberna. Pero no he logrado descubrir quien es su capitán.
Miro a ambos gladiadores y continuo.
Pero no sera muy difícil, seguir a algún miembro de su tripulación y preguntarle cuando lo veamos desembarcar.

-Preguntad en tonces por las tabernas. Supongo que llamaréis menos la atención que el favorito del Coliseo, preguntando por un capitán de barco. Yo me quedaré a ver si veo a algún marinero descender y lo abordaré para preguntarle.- propone Parnassus.

Miro tranquilo a mis acompañantes y asiento con la cabeza ante sus propuestas, terminando mi bebida me levanto despues que ellos y les digo.

-Cuenten conmigo.

Mientras el grupo habla, Parnassus reconoce a uno de los más antiguos criados de confianza de sus amos caminando por el puerto. Se dirige al barco en cuestión, con paso decidido, seguido de dos guardas, con su armadura y armas a punto. Los reconoce. No son músculo de apoyo. Aquellos dos, junto a otros 7 y él mismo, formaban lo mejor de los asesinos de la Casa de Obsidiana.

Si algo era esa comitiva, era importante.