Partida Rol por web

Reira mira a Ura con una ceja alzada cuando entra, y ella sí que lo saluda.

Buenos días, Urahara. Aunque sigue tecleando mientras lo hace. Luego llega Miaka y una sonrisa se dibuja en su rostro.

Han sido las mejores navidades de mi vida... Ya te conté por teléfono... Vuelve a sonreír y mira su mano derecha. Al levantar la vista de nuevo para ver a la castaña, ella también pregunta.

¿Y tú? ¿Lo has pasado bien?

etsuya entra en la clase hecho polvo,como si no hubiera dormido en toda la noche,bosteza y se sienta en su sitio

Miaka se sonroja y sonríe con tontería, mirando hacia otra dirección.

¡Han ido súúúúúper...!

Ya te conté yo también por teléfono... ¡jiji!

Sigue sonrojada, y girándose constantemente para mirar hacia la puerta.

Reira sonríe dulcemente a Miaka... La verdad es que se alegraba mucho de verla así de nuevo.

Ya veo...

Reira también mira hacia la puerta, aunque no espera a nadie... Suspira y vuelve a mirar al portátil, entretenida con lo que estaba haciendo.

Entro a clase , en silencio como siempre . Me paro justo al lado de la puerta y miro todas las caras de siempre , aunque algunos semblantes no son los comunes , siguen siendo ellos.Mi aspecto esta algo cambiado , estoy algo ojeroso , con falta de sueño , y me dejado una lustrosa perilla.

Una y otra vez......

Doy un suspiro , y me voy a mi sitio . Me saco mi cuaderno y me pongo a escribir cosas que casi no tiene sentido , palabras sin nada que ver y con una gran separacion entre ellas....

Kudo vuelve después de pasar las navidades como si no las hubiese tenido por el hecho que menos en un día no pudo salir, así que no volvió cansado, aunque no le vendría mal que hubiese un Golden Week.
-Hola a todos y bienvenidos al instituto de nuevo.

Dice mientras se sienta en el último sitio donde estuvo, al menos allí estará cómodo.

Toshiro entra al aula bastante arreglado, apesar de que su pelo es despeinado como siempre

Buenos dias, como andan? como les fue en la super fiesta de la super mancion del super modelo? dice con un braso en alto y una sonrisa mientras camina hacia su pupitre; parese estar de animo, lo que es raro en el. Apoya la mochila al lado del silla y se sienta apoyandose en la mesa mirando a sus compañeros

Bunzo entra a clase, con su aire tranquilo y elegante de siempre y una sonrisa especialmente dulce... ... ... (No, perdón)

Bunzo entra al aula, con su aspecto perturbado y desalineado habitual, y unas ojeras especialmente grandes, las vacaciones le permitieron borrar de su mente todos esos nocivos conocimientos que había adquirido estudiando. Su mente fue formateada por completo, sin dejar un misero backup con la información obtenida en el instituto(era lo mínimo que podía pasar después de cuatro días y cuatro noches viendo una maratón de películas de Godzilla, Mothra y compañía).

Levanta la vista.
Caras conocidasPiensa. Y sonriendo para si mismo, va hasta su banco.

El año nuevo inicia y la clase se ve en su mayoría emocionada a excepción de unos cuantos personajes entre ellos Misaki que llega con su misma vestimenta gastada y leyendo un libro y acomodandose en su lugar sin saludar a nadie

Se sienta en su lugar y observa rápidamente el salón sin hacer diferencia entre los objetos y sus compañeros para volver a enfrascarse en su lectura

Ve a Misaki sentandose y le dice:
ohayou gozaimasu*, Misaki. Dice antes de confundir su mesa con su cama y dormirse en ella.

Ren entra bostezando por la puerta, cosa que se podía saber porque se llevaba la mano a donde debería de quedar su boca tapada por una bufanda. Destapó finalmente su rostro y con un simple - Ohayo... - Se dirigió a su pupitre algo cabizbajo.

Parecía que en contra de la norma de la vacaciones de Navidad había adelgazado bastante y tenía unas marcadas ojeras. Cualquier rastro del brillo de su sonrisa inocente parecía haber desaparecido de su rostro. Se desprendió de las capas de abrigo que llevaba encima y se dejó caer sobre la silla de su pupitre, con la cabeza enterrada entre sus cruzados brazos, sin poder evitar mirar de reojo a Ura cuando creía que éste no le miraba.

Hirose en cambio reaccionó inmediatamente cuando Ren entró. Estaba mal, era evidente... Una cosa es que estuviera serio, y otra muy distinta era que estuviera más delgado y tuviese aquellas ojeras.

Se giró sobre su asiento tras cerrar los libros y puso una mano en el pupitre de Ren para llamar su atención, mirándole con preocupación. Llevaba bastante sin dar muestras de ella.
Cuando Takazuma le miró, el australiano se levantó y se acuclilló a su lado en el pasillo de mesas, hablándole en voz baja.

- Ren... Tienes muy mala cara... - no era normal, a Ren le encantaba la comida, y las navidades deberían haber sido más productivas - ¿Va todo bien en tu casa...? - Urahara no tenía mala cara... Hacía un tiempo que había aprendido a no cambiar de cara.

Noa entró con una mano quitándose la bufanda y la otra cogida de la mano de Haak. Good Morning...murmuró soñolienta. Entró cansada y con cara de sueño, pero era normal siendo de buena mañana. Como Ambos se sentaban en primera fila, se soltó al llegar al pupitre y se terminó de deshacer de la bufanda y guantes. Se recolocó sus dos colas y tras estirar los brazos con un poco de discreción, se sentó sobre su pupitre, balanceando los pies.

Haak entró acompañando a Noa, de la mano y con una afable aunque adormilada sonrisa. Llevaba manga corta y la chupa de cuero era sin mangas, parecía como si la torre finlandesa no sintiese el frío.

- Ey, hola a todos. - Saludó tras soltar la mano de Noa y dirigirse a su asiento. Se quitó el casco que llevaba puesto y paró el mp3.

La mochila fue abandonada sin mucha ceremonia en el suelo y se sentó en la silla con el respaldo por delante. Dedicó una rápida mirada a la clase, a ver que tal estaban todos.

Vaya...

Se encogió un poco de hombros y su atención fue reemplazada por un aaaaaaamplio bostezo, sin sonido, pero sí muy gesticulado.

Ren pestañeó un par de veces antes de contestar, más perplejo que otra cosa. Los ojos le cambiaron de forma súbita, volviendo a su brillo habitual al escuchar las palabras de preocupación de Ura. ¿Tal vez iba a volver a ser todo como era antes de...? ¿Antes de qué?.

En casa de Ren todo seguía igual que siempre...quitando que su madre estaba al  borde de un ataque de histeria al ver que su pequeño no comía y que...bueno, digamos que a Ren no le sienta muy bien estar estresado por algo...

**Flash-back**

- Ren, cariño, ¿Puedes despertar a tu padre para desayunar?

- ¿Y por qué yo?

- Andaaaaa....

Tap tap tap tap....Brooomh!!

**Fin**

En casa culpaban que se comportara así a las hormonas...Eso era en parte. La otra parte era debida a que la preocupación por Ura y el verse incapacitado para hacer nada hasta que él diera el paso de contárselo estaba acabando con sus habitos de alimentación y sueño, lo que se traducía en mal humor al instante. Esa mañana había ocurrido lo impensable...Ren y Ran habían discutido. Una simple tontería, pero era algo que jamás había pasado entre ellos.

Ese hecho había abierto los ojos a nuestro frustrado adolescente de que realmente no podía seguir así...Había intentado desayunar como antes, pero solo había logrado unas nauseas horrendas que no habían hecho más que ayudar a la horrible cara de muerto que lucía esa mañana...Hasta el instante en que Ura había mostrado algo de interés. La esperanza renovada le daba fuerzas de nuevo. En ese momento su situación familiar era lo menos importante en su escala de prioridades...

- Una simple discusión con Ran, pero nada serio - Dijo restándole toda la importancia que pudo - ¿Qué tal las vacaciones? - Preguntó intentando alargar la conversación lo máximo posible.

Urahara mira a Ren sosteniendo la preocupación inicial. Él se llevaba muy bien con sus hermanas, no entendía que podía ir tan mal como para que tuviera esa cara...

- Estuve con mi madre... Vino a Japón... Miaka me ayudó a pagarle el viaje...

*FLASHBACK*

- Raeden... Qué chaqueta tan bonita... - observaba la hermosa mujer, sentada en la cama y mirando a su hijo con melancolía - Y me alegro de que hayas sacado esas notazas, cariño...
- ¿Y porqué parece que te entristece...? - aunque sonreía, Hirose conocía a su madre, y estaba muy seria y formal.
- Porque una madre, por alocada que sea, sabe ver cuando su hijo está mal... - le miró a los ojos profundamente - ¿Qué ha pasado? - preguntó entonces.
Hirose estuvo a punto de contestar... Pero el móvil de su madre sonó, y ella sonreía y asentía.
- ¡Era papá, Raeden! ¡Quiere que celebremos los cuatro el día de navidad! ¿No es estupendo? No te preocupes: Haré lo que haga falta para que volvamos a ser una familia... Ken y Mareen no me necesitan, y estarán mejor los dos solos... Voy a arreglarme y salimos, ¿vale, cariño?
Hirose tragó saliva. La felicidad de su madre ante la posibilidad de volver con su padre le desconcertaba sobremanera, pero se sentía incapaz de apagarle la ilusión... No sabía qué hacer...
Acabó sonriendo y diciendo:
- Venga... Vamos rápido a comprar regalos...

*FIN*

- ... Navidad en familia y esas cosas - no parecía muy emocionado por ello, pero sí alterado por otra cosa... - ¿Porqué has discutido con Ran? Nunca lo haces... Te regaló a Shinju...

Asintió ante el resumen de las vacaciones del rubio, sin poder evitar una punzada de celos al nombrar a Miaka. Ya le había quedado claro el día del parque de atracciones que con ella había mantenido un contacto que a él se le había negado.

La discusión de esa mañana había sido de lo más estúpido. Ran había pasado por su dormitorio a despertarle al ver que casi era la hora de ir a clase y Takazuma no había dado señales de vida. Ren, que había conseguido por fin dormir, despertó de un humor terrible, alzándole la voz a su hermana. Finalmente se enzarzaron en una discusión...

¡¡Maldita sea, Ren!! ¡¡Necesitas ir a un loquero antes de que nos vuelvas locos a los demás!!

Esas palabras se habían sido como una bofetada que le había hecho darse cuenta de la realidad.

Suspiró antes de contestar. No le apetecía volver al tema en cuestión y mucho menos preocupar a Ura - Me levanté de mal humor porque había pasado mala noche - Se ahorró el plural - Eso es todo...Me disculparé cuando llegue a casa y ya está - Intentó acabar con una sonrisa de "todo solucionado". Pasaría por cierta tienda, cierto DVD musical y confiaba en que aceptaría sus disculpas.