Partida Rol por web

Vives con tu padre, tu madre y tu gata Layla. Junto a un mayordomo y varios criados y criadas.

Tu casa es la Mansión de los Koishikawa, una enorme casa construida un poco alejada de la urbanización, a un monte, donde desde allí, hay unas vistas preciosas de gran parte de Tokio.

Tu mansión contiene un montón de habitaciones y salas, entre ellas tu inmensa y lujosa habitación, al lado de tu habitación está la de tu gata, que dispone de todo de lujos, la de tus padres, la gran sala de música, la gran sala con la galería de fotos de tu padre, el gran comedor donde muy a menudo se hacen fiestas privadas, lavabos y baños casi bañados en oro, piscina con agua climatizada y rayos uva, y... el inmenso jardín lleno de rosales y flores preciosas, con un invernadero donde se hallan las flores más insólitas.

Y al lado, un poco apartado de tu gran casa, el edificio de los criados y criadas que consiguen dar a tu casa el aire de perfección.

Y ahora los deberes :P Necesito que me digas cómo es tu habitación (decoración) y las habitaciones o salas por las que más te paseas ^^

Reira mira algo... ¿celosa? a las chicas que rodean a Gyukudo... Qué difícil va a resultar esto.... Suspira levemente y enseguida sonríe al ver como se acerca a ella. Se sonroja un poco al recibir el beso... y todo atisbo de enfado desaparece.

La clase bien! Ha sido... entretenida... No puede dejar de mirarle... sus gestos, su mirada, sus labios... Bueno... yo... quería ir a casa a cambiarme antes que nada... no me gustaría ir al partido con el uniforme... ya he avisado en casa de que no me vinieran a buscar. Así que si me acompañas a casa me cambio en un momento y vamos donde quieras. Le sonríe de nuevo... ¿De acuerdo?

Claro, tú mandas... dice él, mirándote y sonriendo sin parar, Ais... Soy tan feliz contigo... Suspira, cogiéndote fuerte de la mano.

Reira y Gyukudo llegan a la mansión de los Koishikawa... Entran con las llaves de Reira, atravesando la parte delantera del enorme jardín después de pasar por la berja y de ser rápidamente reconocida por el personal de seguridad. Después llegan a la casa y cuando estan a pocos pasos, las puertas se abren... al entrar, Gyukudo puede ver que quienes han abierto las puertas han sido dos criadas.

Reira las saluda y ellas responden con una pronunciada reverencia. Reira acompaña a Iwakura al salón principal.

Enseguida bajo, ¿vale? Mi padre está de viaje y mi madre estará en la empresa... Ahora haré que alguien venga por si quieres tomar algo. Mira que no haya ninguno de los trabajadores mirando y le da un sutil beso en la mejilla antes de darse la vuelta y subir al primer piso, en dirección a su habitación.

Unos 15 minutos más tarde, aparece de nuevo por la puerta del salón. Lo primero que se aprecia al verla es su mata de pelo. Lo lleva completamente suelto. Va vestida con unos tejanos claros acampanados y una camiseta de tirantes blanca sencilla, pero con bastante escote, acompañada de una cinta blanca también en el cuello y una pulsera de tela blanca, bastante ancha en la mano derecha. Lleva unas sandalias blancas con algo de tacón y una tobillera de plata con cascabeles. También lleva una mochilita blanca, muy pequeña, colgada de la espalda.

Al entrar en el salón de nuevo, se queda en la puerta... y después de unos segundos mirando a Iwakura, para calmarse, se dirige a él.

Nos vamos?

Claro... Cuándo quieras pero... mira el reloj.

Son las dos menos cuarto... ¿A qué hora habías quedado con tus amigas?
Te pregunta él, levantándose del sofá, se estaba tomando una cola y te sonríe amablemente.

Pues... Reira mira el reloj... Habíamos quedado a las 2 en la cafetería Linette... Lo mira interrogante... ¿Por?

Él se encoge de hombros, levanta la mano y se rasca la cabeza, despeinándose un poco.

No sé... ¿Quieres que venga? Quizá quieras estar sola con tus amigas...

Pero... Reira baja un poco la cabeza... mirando al suelo... Dijimos que iríamos juntos a ver el partido... y... Se agarra el borde de la camiseta con ambas manos, con fuerza... Apenas hemos estado juntos... Levanta la mirada algo apenada... Si tu no quieres venir.... no vengas... yo... yo he quedado con ellos... Vuelve a bajar la mirada esperando...

Él se acerca a ti y pone una mano en tu cabeza cariñosamente.

No se trata de ésto Reira... ¿Tú quieres que venga o no? ¿Quieres que nos vean juntos? Vendré ésta tarde a ver el partido contigo... Te lo he prometido.

Empieza a enredar sus dedos a tu pelo suavemente

Reira levanta la mirada unos instantes... Teme hacerlo... no quiere darse cuenta de que él tiene razón... baja la mirada de nuevo... No sé si podría disimular durante tanto tiempo... no podría aguantar las ganas de acariciarlo y besarlo... Retuerce el borde de su camiseta con nerviosismo...¡Basta! Respira hondo y se tranquiliza. Vuelve a ser ella misma. Levanta de nuevo la mirada, sonriendo al hombre que ama y le coge de la mano mientras tira de él hacia la puerta de la mansión.

¿Se te ocurre otro sitio donde podamos comer? Les dije que podría llegar algo tarde, así que no pasa nada si voy después. Podemos comer juntos en otro sitio y ya iremos a buscarles más tarde... ¿te parece? Dice todo esto mientras tira de él, caminando animada.

Claro... responde él, dejándose llevar por ti y sonriendo.

Podemos ir al italiano, si te apetece, te dice, mientras ríe ante tu alegría repentina.

Reira... No finjas conmigo, ¿vale...?

Te susurra, al mismo momento que las criadas abren nuevamente la puerta principal, acercándose mucho a tu oido, por lo que tu sientes su aliento en tu nuca.

Reira se estremece al sentir el aliento de Iwakura en su nuca... sigue caminando para alejarse de su casa cuanto antes...

Claro... Asiente y sonríe con dulzura... No finjo... soy feliz a tu lado Lo abraza finalmente, apretándolo contra ella...

Al poco rato llegáis al Italiano. Un restaurante de lujo, sillones de cuero, lámparas bañadas en dorado, madera de roble de la más alta cualidad...

Nada más entrar os hacen una leve reverencia.

Buenas tardes, señor Iwakura os saluda uno de los camareros, éste mismo es el que os acompaña hasta vuestra mesa y os da las cartas.

Os hace una reverencia de nuevo, a la que Iwakura responde con una inclinación de cabeza y se vuelve a ir.

Reira mira con interés el comportamiento del servicio del restaurante... coje la carta que le ofrecen susurrando un Gracias y sonriendo al camarero... luego, carta en mano, mira a Iwakura aún sonriendo divertida... ¿Viene mucho por aquí, señor Iwakura?

Él se sonroja hasta las orejas y luego da un par de carcajadas, se apoya más al sillón, apartándose el pelo con toda la mano y posándola encima del mismo, mirando a Reira sensualmente, con una sonrisa maliciosa entre los labios.

Éste restaurante es propiedad de los Iwakura, nena. Te contesta, enarcando una ceja y sin dejar de sonreir.

Reira se sonroja... la jugada ha salido mal... esconde su rostro detrás de la carta para que no la vea morirse de... de.... bueno... morirse. >///////< ¡Qué guapo eeeeeeeeeeeeeees!

Desde su refujio, detrás de la carta, intenta seguir con la conversación... ¿Sí? Es precioso... ¿Me das alguna recomendación, señor Iwakura? Asoma un poco por encima de la carta para verle la cara... lo justo para que solo se vean sus ojos...

Sonríe y se ríe de nuevo, cogiendo la carta y bajándola hasta la mesa, luego se acerca más a Reira, y delante de los empleados y la demás gente que en aquel momento miraba... Le da un apasionado beso, cogiéndola por la barbilla y entralazando su lengua con la de ella. Se separa y la mira de nuevo con deseo, pasándose la lengua por los labios.

Sí... ¿Una recomendación...? Pasta con setas... Está buenísima...

Se aparta de nuevo, y disimulando una sonrisa, lee de nuevo la carta.

Reira nota como el color de sus mejillas va colonizando el resto de la piel de su cara a medida que la lengua de Iwakura busca la suya, sobretodo al pensar en toda la gente que está mirando... poco a poco se va olvidando de los demás... y solo continuan sonrojadas sus mejillas, y no precisamente de vergüenza.

Al separarse de nuevo ladea un poco la cabeza mirando a Iwakura con cara de falso enfado... Si juegas así conmigo... Se echa un poco hacia delante en la mesa, pronunciando el escote de su camiseta bastante más, para acercarse más a él haciendo un gesto con el dedo para que él también se acerque... una vez lo ha exo, sin apartar la mirada de sus ojos, susurra... ...tendrás que atenerte a las consecuencias...

Se ríe abiertamente, disfrutando de éste momento con Reira, cuando para, la sonríe con la misma sonrisa maliciosa de antes ¿Atenerme a las consecuencias? ¿Qué consecuencias? le pregunta, aún riendo.

Deja de reir cuando el camarero se acerca a vuestra mesa para tomar nota, Gyukudo sonríe de nuevo y mira al camarero, pero no se separa de ti.

Yo quiero pasta con setas... ¿Y tú, Reira? ¿Qué te pides?, te pregunta, mirándote a los ojos.

Reira esboza una sonrisa pícara enarcando una ceja para contestar a la pregunta, dirigéndose al camarero pero manteniendo la mirada al chico que tiene delante... Me han hecho una buena recomendación de la pasta con setas, así que las tomaré también. Luego desaparece de su rostro la sonrisa pícara y sonrie dulcemente mirando al camarero. Para beber, agua. Gracias.

Cuando el camarero se ha ido, vuelve a mirar a Gyukudo... desapareciendo del todo el tono dulce de su voz... por uno mucho más sensual. Consecuencias que ni yo misma sé si estoy preparada a afrontar... Levanta una mano y acaricia la nuca de Gyukudo, enredando un dedo entre su pelo...