Partida Rol por web

Apoyé un brazo en el hombro del viejo y me incliné hacia delante, mirando aquel mapa sobre el que hablaban. Mi hermana pronto hizo algunas preguntas y apreciaciones, ante lo que la rubita casi explota. Me costó no echarme a reír cuando esta y el asiático discutían sobre qué debía haber hecho o hacer cada uno de ellos.

La chica respondió finalmente a Alex, dándonos bastante información, aunque esta no me resultaba muy alagüeña. Todo esto me resultaba muy extraño. No entendía por qué recibíamos un encargo de aquella gente, con tanto intermediario del que nada sabíamos, salvo que eran extranjeros. Era la primera vez que me veía frente a algo así, y además contra quienes parecía podían superarnos bastante en número. Miré a Matt un segundo, pensando en si se sentiría como yo.

- Qué más debemos saber, ricura?- pregunté en tono neutro a la estratega al cruzarse nuestras miradas, para después mirar a Alex y Jeremiah, alternando mi vista entre ambos. - Cómo nos organizamos?

Vamos a trazar el plan delante de estos o por nuestra cuenta? No entiendo nada de esta extraña alianza...

La Dama Salvaje permanece en silencio durante unos largos segundos después de tu última reflexión. Es un espíritu de veras esquivo y extraño. Pocos seres tan poderosos se cuestionan su propia naturaleza, o su propio derecho a tomaros como hijos, al menos, abiertamente. Conoces los cuentos sobre Boom-boom y siempre es alocado, pero nunca se haría este tipo de preguntas. Estrépito sólo se pregunta una cosa: dónde está el próximo enemigo.

- Y tomes la decisión que tomes, habrá consecuencias, Scott Claine Sueña-con-tuercas - afirma, con cierta tristeza -. Asegúrate de saber vivir con ellas

Acto seguido deposita un suave beso en tu mejilla, incorporándose para dártelo. Consigues oler su fragancia, una especie de olor a sangre, a pólvora y a música, si es que la música tiene un olor. A motor, a metal y a cerveza. A whisky, a asfalto y a gasolina. Huele como tu club. Y desaparece.

Ya no está sobre tu burra. Ya no está detrás de ti. Lo único que percibes de su marcha es un aleteo, el eco de una bandada de aves en movimiento. De pronto, notas algo. Estás viendo doble. Has oído hablar de este poder, pero marea ser golpeado con él. Estás en la Penumbra, pero ves al otro lado. Y el otro lado es...como no, la puerta del strep-tease chino.

Parece que esta vez, camino y destino han sido la misma cosa.

El silencio de Wyld Lady me resulta enigmático al principio, pero más y más desconcertante a medida que se va prolongando. Siempre hay y siempre habrá piezas que no sea capaz de calibrar, de comprender. Ni los más sabios tienen todas las respuestas. Y este espíritu en concreto tiene pinta de ser de los más esquivos. La forma en que me repite su advertencia aumenta mi desconcierto, como si supiera mucho más de lo que cuenta, como si tuviera una visión de cada futuro posible.

Y ninguno sea bueno del todo.

Sin embargo, hay una palabra que brota de sus labios que, a pesar de todo, me arranca una sonrisa. No de felicidad, de alegría ni humor. Una que se ve acompañada de una mirada entre la tristeza y la firme decisión. Vivir con ellas. Vivir. Recibo un beso de Lady, y acto seguido desaparece, sin que pueda saber si le da tiempo a escuchar mi respuesta susurrada.

Si hay vida, hay esperanza...

La desaparición de Wyld Lady me causa un súbito mareo, un vértigo provocado por la visión de dos realidades al mismo tiempo que se superponen. Me veo obligado a frenar en seco, haciendo derrapar la rueda trasera hasta tener que sostener el equilibrio de la moto con los pies. Acaricio la carrocería de la burra con delicadeza, como se hace con un buen caballo, y trato de enfocar. Es el mundo físico, aquí, delante de mí, pero sin que yo esté ahí presente. Un poder, un don, que me resulta familiar. Un regalo, he oído hablar de estas cosas. Un regalo que durará un tiempo, antes de desvanecerse.

Dejo que la burra avance lenta, muy lentamente, acercándome a la puerta del garito de los orientales. Me concentro en desactivar ese poder, y ante mí se encuentra una puerta rodeada de fuego. Protecciones espirituales, nada que no se pueda evitar, pero algo lo bastante serio como para no hacerlo sin motivo. Viro y acerco la moto a una zona que en el mundo físico, que vuelvo a ver, está oscuro y discreto. Ambos cruzamos al Reino de lo físico, aparcando tranquilamente y descabalgado con parsimonia. Me ajusto el guardapolvos, aseguro a las gemelas en su sitio, abro las alforjas y saco la botella de whisky y la chaqueta de Zoe. Me dirijo sin prisas a la puerta del local, con una sonrisa.

Tengo un fetiche nuevo y he conocido a la mismísima Wyld Lady. Y he hablado con Zoe de lo que llevo tanto tiempo queriendo arreglar.

Al final, la noche no ha estado tan mal.

Al atravesar el umbral, vuelves a sentir algo. Quizá por haber visto el anillo de fuego, esta vez la sensación es más cálida. O puede que sea sólo un truco de tu mente. La Umbra responde a los instintos y a los impulsos, por eso el Wyrm crece dependiendo de qué bajezas acentúe la humanidad en un momento dado. Si has visto fuego, puede que sientas calor. Como ha dicho Wyld Lady, infinidad de rostros.

Bajas de nuevo las escaleras. La música ha cambiado, aunque sigue siendo una especie de pop pasado por un filtro chino, pegajoso y empalagoso como una ducha de azúcar glasé. Putos asiáticos, están zumbados. Aunque después del paseo se te ha bajado un poco el cabreo.

Te encuentras a todos alrededor de una mesa. Hay unos vasos de chupito de colores. Aún hay algunos llenos. No parece que hayan brindado, sino más bien la típica pijada de pedir licores de luz y color.

Hay una nueva chica, al otro lado de Kenji Yohiro. Es blanca, rubia y rauda, pues te mira de reojo un momento y sabes perfectamente que ya te tiene localizado, y que sabe dónde estarás en cada posible situación en cada segundo restante. Unos ojos veloces. Una minúscula finta de sonrisa asoma en la comisura del labio del perfil que te está mostrando. Vale, genial, sabe quién eres, y te saluda. ¿Todo el mundo tiene vuestra ficha?

Cuando te acercas un poco más, puedes ver un mapa lleno de anotaciones. Oh, genial, ¿asalto al tren de la bruja?

Cuando alcanzo el final de las escaleras, hago un barrido por el local, con una fina sonrisa. La música sigue siendo una mierda, el ambiente sigue siendo una mierda, pero ahora me importa menos. Ya me he montado mi celebración... a mi manera.

En seguida les localizo, en una mesa. Al menos están juntos, y no desperdigados cada uno por un rincón como cuando me fui. ¿Y quién es la nueva...? Vale, su mirada lo dice todo, sabe quién soy. Soy el cabrón más popular del barrio, para bien o, más bien, para mal. Me da que no están en una charla de colegas, sino de negocios.

Está claro que, aunque de verdad hubiera sido una fiesta para mí, no habría durado gran cosa.

Suspiro, apartándome el pelo de la cara con un ademán, y decido echar también un vistazo al "otro lado". Curiosidad, conocimiento, deformación profesional si quieres. Hay que aprovechar ese regalo, antes de que desaparezca. Nunca está de más contemplar cómo son y cómo funcionan las cosas. De modo que ignoro a los amarillos y sus luces, su música y la decoración, y hago un nuevo barrido, esta vez de la actividad umbral. Algo breve.

Y acto seguido me encamino a la barra, con la chaqueta de Zoe en una mano y la botella en la otra. Busco al camarero de antes, y le hago un gesto para que se acerque.

Me dejé un vaso antes por aquí... -Le muestro la botella- ¿Me pones otro?

Me pongo la cazadora de Zoe en el antebrazo para coger el vaso, y con ambas cosas me acerco directamente a la mesa.

Veo que el ambiente se mantiene por todo lo alto... -Digo con sorna, dejando sonoramente el vaso sobre la mesa, y acto seguido la botella. Algo vibra en mi bolsillo, creo que acaba de entrar un mensaje. Le muestro la cazadora a Zoe y se la paso guiñándole un ojo, tomando asiento- ¿Planeando una acampada?

Miro el plano sobre la mesa. Esto no me gusta una mierda...

Alexia dejó sentir la rabia que la empezaba a abordar cuando se inclino a ver a la rubia, le estaba crispando los nervios, le mantuvo la mirada y le guiñó un ojo con una sonrisa altiva - A ver menos echar culpables y más explicar aquí -puso el dedo en el mapa- ¿bruce willis? ¡ja! no nos viste así, y si doña mona aquí hubiera estado, este lugar estaría de cabeza ya mismo -la mira y le habla- empezando porqué llegas tarde y con una actitud de mierda, escondiendo el bulto a otros y viniendo a tocar los nervios. Deja de tocar los nervios y habla -miro a Yohiro, echándole esa mirada de un "Ni te metas" - Además si no es por este chulo, ya podrías meter el rabo sola allí

Deja de apoyarse en la mesa y se cruza de brazos oyendo la explicación del bombom desconocido, Alex se relaja mientras empieza a entender la situación, claramente este es el tipo de cosas que más disfruta y la rabia se aleja de ella tan rápido como había llegado. Cruza miradas con Jere y Zoe - ya, veremos pero ahora nos hemos hecho suficiente idea de este asunto. Se ve prometedor, parientes equipados, dos manadas, umbra silenciosa, estos tíos juegan sexy -dice pensando aún en la extracción del mencionado sujeto ¿por qué? ¿quién es? ¿qué cosa importante carga?

De pronto veo a entrar a Sueña-con-tuercas ¡por fin! pienso mientras lo veo entrar y descender por las escaleras, habla con zoe, no digo nada, me quedo mirando a Jeremiah ya que su tribu ha sido mencionada.

Mi hermana se hizo oír, no sólo poniendo las cartas sobre la mesa, sino clavándolas en ella. Clara y capaz de dejarte helado, como el rocío de la madrugada, así era Álex. Esbocé una sonrisa al oirle hablar, y asentí varias veces ante su comentario sobre los rivales.

- Sí, sin duda será excitante... - guiñe un ojo a mi hermana, aún apoyada en Jeremiah, que debía continuar cavilando.

Entonces sucedió lo inesperado, y es que contra todo pronóstico, Scott no había tardado mucho en volver. Miré la botella y el vaso antes de mirarle a la cara, pensando que quizás yo también necesitara un trago.

En ese momento me tendió la cazadora, la cual cogí con rapidez, agradeciéndole su custodia con una sonrisa, que lamentablemente tuve que esforzarme en sacar. Me giré, comprobando la prenda, todo parecía en orden.

Lo habrá visto Scott? No creo...

Me quité la chupa de Jeremiah y se la devolví, poniéndome la cazadora, aunque sin cerrarla. Puede que fuera la tensión, pero me daba la impresión de que allí cada vez hacía más calor.

A la espera de lo que el resto tuviera que decir, metí la mano en uno de mis bolsillos, sacando algunas monedas y contándolas en la palma de mi mano. No llevaba mucho encima, pero sería suficiente. Me acerqué a la barra y tras soltar unas monedas en esta, pedí un par de tequilas. Sin más miramiento, me bebí uno tras otro nada más servírmelos, disfrutando del ligero ardor en mi garganta.

Lo necesitaba...

Volví a la mesa, sentándome en una de las rodillas de mi hermana e inclinándome para volver a observar aquel mapa.

Escucho las palabras de la Mujer Inglesa, asintió y negó un par de cosas pero con un poco más de información esto tomaba forma, fue ahí que Alex salto con aquellos dicho, jere le miro por encima de los anteojos aun con ambas manos sobre la mesa en una especie de triangulo. Pero también otra voz se sumaba a la reunión, el cuerpo del fenris se relajó por un momento girándose hacia su compañero y diciéndole algo casi al oído – Es bueno verte nuevamente, espero que pudieras solucionar lo que te tenía en vilo – dicho esto volvió a señalar el mapa y explico lo anterior señalando los mismos puntos para que Scott tuviera noción de que se estaba hablando.

-Podemos sacarlos de su madriguera o entrar y salir sin que nos vean – Miro a Scott y luego a Alex – Podrías echar un vistazo del otro lado, sobornar algún espíritu o simplemente decirle que lo haga – Sonrió de manera amistosa – y tu…- Señalo a su hija – apuesto 300, aquí sobre la mesa, que te descubren a la primera – Siempre solía ponerle pruebas, esta no era diferente a las demás, el cuello estaba en juego y eso era algo valía en este momento.

- Bien que dicen?- pregunto Jeremiah – Los atraemos a nosotros o jugamos a ser ninjas?-

Jere termino de teclear en el móvil un mensaje en tono afirmativo, guardo el aparato y luego extrajo desde la camisa a cuadros unos lentes algo viejos. Se los coloco y observo con atención el mapa, se rasco la barbilla un par de veces.

-Tanto hablar de mercancía esto y mercancía lo otro – Miro a la Mujer – Podrías ser más específica, del que… no arriesgare el culo de los míos por una caja de zapatos -  espero la respuesta de la mujer pero antes de que pudiera decir algo  y tras idear algo en su mente comenzó a explicar marcando con el dedo.

-Tienes un punto en dejar los vehículos alejados de la zona, eso nos daría via libre si malogramos un par de cosas para tener una ventaja sobre los guardias – hizo una pausa – pero no contamos con la información necesaria de cuantos son y que tiene encima como armas u otras cosas que nos puedan joder de parados- coloco las manos sobre el mapa.

- hay demasiados puntos de acceso no creo que puedan cubrirlo todo a menos que desde la umbra tengan algún espíritu soplón- respiro pesado – tampoco sabemos cómo es el terreno o donde esta exactamente el *cargamento*, asi que propongo lo siguiente – dijo Jeremiah.

- Porque no hacemos que ellos nos lo entreguen, obligarlos a mover el cargamento hacia la ruta, ya saben la ruta es nuestra aliada… conocemos cada centímetro de ella- marco cuatro puntos en el mapa – logrando atraer la atención en estos lugares les obligaremos a salir del escondite, deben tener una ruta rápida de salida por si el objetivo se encontrara comprometido, mis años en el ejercito me lo enseñaron – se pasó la mano por la nuca.

-Pero debemos tener cuidado de no herir civiles, y cubrir ambos lados… la umbra y nuestro plano, con eso tendríamos todo listo y las motos generalmente son mejor maniobrables que un camión o auto a la hora de realizar un escape –

Ahora volvió su mirada a la mujer inglesa o al menos el acento decía eso y luego a su manada.

-Alguna opinión?-

/././//

Roac

Un nuevo ruido de fastidio, más gruñido que suspiro, emerge de la garganta de la "mujer". Seguramente esto valdrá un mal informe para alguien. Alguien malo y serio, si un yakuza y el jefe de un tong han incluido alguien externo en la susodicha operación, aparte de a vosotros.

- ¿La Hermandad Aria les suena de algo, caballeros? - entre el acento británico y el "caballeros" parece sacada de las películas de Sherlock Holmes -. Son los dueños de este complejo, se encuentran en posesión de la mentada "mercancía" o "cargamento"

Yohiro le hace un nuevo gesto, señalando a Jeremiah. Parece decir "responde a sus preguntas". La chica asiente levemente y pone la que parece su voz más profesional. Es una soldado recitando las notas de campo.

- La Hermandad Aria es un grupo neonazi extendido por todo el mundo, como sabrán los respetables miembros de un hampa de harleys - explica -. En este caso nos encontramos ante la facción Garou de la Hermandad, la mayor parte de ellos mancillan el nombre de la Camada de Fenris, aliada de mi gente

El desprecio ha teñido su voz. Sí que se siente cercana a los Fenrir.

- Nos enfrentamos a una, puede que dos manadas, apoyadas por una buena cantidad de Parientes hábiles; monitores de este tipo de sitios, pirados de la supervivencia y demás. No descartemos tampoco a los locos de las armas - toma aire de nuevo -. Tienen bajo custodia a una persona a la que hay que sacar de allí y a la que moverán pronto, seguramente, el señor Wu ya haya dado los detalles sobre dicha persona a su alfa, yo no estoy autorizada a darlos, lo siento

Extiende la mano, sin decir una palabra, y al instante Yohiro pone sobre ella unos pocos bolígrafos. ¿De dónde coño...? En fin.

- Hay cuatro accesos posibles, y por tanto, cuatro potenciales rutas de huida - dice trazándolos con tinta azul -. He percibido algo muy extraño en la arboleda donde pone "Pájaro de Trueno", no me arriesgaría. Esta vez no

Vuelve a inclinarse sobre el papel usando otro boli. Cuando termina, señala la x dorada que ha inscrito.

- El sitio más adecuado tácticamente para tener un rehén es esta casa, porque tiene una buena salida a esta carretera y, si es atacada por detrás, les da acceso a todo el campamento para ponerla a salvo mientras responden - apunta levemente a las dos flechas amarillas -. Como ya he dicho, me parece demasiado obvio, pero bueno, los arios nunca han sido muy listos

Luego, cuando Alex habla de la Umbra, se recuesta y se encoge de hombros.

- He echado una ojeada corta porque no quería arriesgarme a que me descubrieran, como he dicho, lo único raro que he notado ha sido en la arboleda, pero nunca me fío de los sitios demasiado tranquilos, señorita; cuando las aves no cantan es porque hay algo que les da miedo

Os mira uno por uno. Parece esperar nuevas preguntas o un "gracias", al menos.

/./././

roac

Un nuevo ruido de fastidio, más gruñido que suspiro, emerge de la garganta de la "mujer". Seguramente esto valdrá un mal informe para alguien. Alguien malo y serio, si un yakuza y el jefe de un tong han incluido alguien externo en la susodicha operación, aparte de a vosotros.

- ¿La Hermandad Aria les suena de algo, caballeros? - entre el acento británico y el "caballeros" parece sacada de las películas de Sherlock Holmes -. Son los dueños de este complejo, se encuentran en posesión de la mentada "mercancía" o "cargamento"

Yohiro le hace un nuevo gesto, señalando a Jeremiah. Parece decir "responde a sus preguntas". La chica asiente levemente y pone la que parece su voz más profesional. Es una soldado recitando las notas de campo.

- La Hermandad Aria es un grupo neonazi extendido por todo el mundo, como sabrán los respetables miembros de un hampa de harleys - explica -. En este caso nos encontramos ante la facción Garou de la Hermandad, la mayor parte de ellos mancillan el nombre de la Camada de Fenris, aliada de mi gente

El desprecio ha teñido su voz. Sí que se siente cercana a los Fenrir.

- Nos enfrentamos a una, puede que dos manadas, apoyadas por una buena cantidad de Parientes hábiles; monitores de este tipo de sitios, pirados de la supervivencia y demás. No descartemos tampoco a los locos de las armas - toma aire de nuevo -. Tienen bajo custodia a una persona a la que hay que sacar de allí y a la que moverán pronto, seguramente, el señor Wu ya haya dado los detalles sobre dicha persona a su alfa, yo no estoy autorizada a darlos, lo siento

Extiende la mano, sin decir una palabra, y al instante Yohiro pone sobre ella unos pocos bolígrafos. ¿De dónde coño...? En fin.

- Hay cuatro accesos posibles, y por tanto, cuatro potenciales rutas de huida - dice trazándolos con tinta azul -. He percibido algo muy extraño en la arboleda donde pone "Pájaro de Trueno", no me arriesgaría. Esta vez no

Vuelve a inclinarse sobre el papel usando otro boli. Cuando termina, señala la x dorada que ha inscrito.

- El sitio más adecuado tácticamente para tener un rehén es esta casa, porque tiene una buena salida a esta carretera y, si es atacada por detrás, les da acceso a todo el campamento para ponerla a salvo mientras responden - apunta levemente a las dos flechas amarillas -. Como ya he dicho, me parece demasiado obvio, pero bueno, los arios nunca han sido muy listos

Luego, cuando Alex habla de la Umbra, se recuesta y se encoge de hombros.

- He echado una ojeada corta porque no quería arriesgarme a que me descubrieran, como he dicho, lo único raro que he notado ha sido en la arboleda, pero nunca me fío de los sitios demasiado tranquilos, señorita; cuando las aves no cantan es porque hay algo que les da miedo

Os mira uno por uno. Parece esperar nuevas preguntas o un "gracias", al menos.

Veo con curiosidad el modo en que Zoe se marcha a la barra y pide un par de chupitos. ¿Preocupada? ¿Por esto? ¿O ha pasado algo más? Me fijo en el mapa sobre la mesa mientras Jeremiah me susurra acerca de mis "problemas". No es algo de lo que me apetezca dar explicaciones, pero tampoco quiero mentirle.

Hay problemas que no se solucionan, tío. Sólo se aprende a sobrellevarlos...

Tras tan enigmática respuesta, me inclino sobre la mesa, comprobando la situación de cada punto. Jeremiah me explica por encima los pormenores: extracción de algo, o más bien alguien; campamento de la Hermandad Aria, Fenrir neonazis obsesionados con el rollo supervivencia, genial, no se cortaran con las medidas de seguridad, ni con el derecho constitucional de disparar a los intrusos; una o dos manadas garou, lo que significa uno o dos rivales por el control de los espíritus locales, para lo que ya tienen la ventaja de jugar en casa; parientes preparados y equipados, sin la ventaja del delirio...

¿El "paquete" puede pasar al "otro lado"? -Pregunto sin levantar la vista del mapa, pasando los dedos por las distintas rutas- Si puede, yo propongo un asalto combinado. Ataque de distracción por el Reino Físico, a distancia, con explosivos previamente colocados mediante infiltración, y desde distintos puntos. Que parezca un asalto a gran escala, aunque no lo sea. -Levanto la mirada del mapa, alzando una ceja mirando a Bastard- Y aprovechando la distracción, extracción umbral. Entrar y salir, quemando rueda. -Ruedas que, casualmente, acabo de apañarme. Me echo hacia atrás en el asiento, tomando la botella y llenando el vaso hasta la mitad- Pero si ese "paquete" no puede ser llevado a través de la Celosía... Podemos jugar a Más Max si lo preferís.

Levanto el vaso ladeando la cabeza, como si estuviera brindando con alguien, y le doy un buen trago al whisky.

- Por favor - dice la inglesa taladrando con la mirada a Zoe -, no me llame ricura

Hace un breve aspaviento con la cabeza. Vaya, no le debe estar muy acostumbrada a los mimos. O quizá alguien le hizo daño. A juzgar por su aire de Misión Imposible, podría ser. Al llegar Scott, sonríe con cortesía mientras llega el nuevo vaso que ha pedido el vaquero extraviado.

- Señor Claine, es un placer verle en libertad, las cárceles no son para los hijos del Kaos, ¿verdad? - ¿hablará por experiencia? Lo cierto es que parece la típica lunática que estaría atada al fondo de una prisión de máxima seguridad sonriendo como una maníaca. O puede que sólo sea una chica que mantiene la clase y las maneras incluso en el submundo, cosa que no tiene por que implicar que sea una psicópata (aunque es un rasgo típico).

Ante el estallido de Alex, enarca una ceja, pero no se deja provocar. 

- Americanos - murmura, luego ignorando por completo las chanzas padre e hija y negándose a responder a la Furia Negra, atiende a la pregunta de Scott -. En fin, supongo que esto es información táctica: el paquete es capaz de cruzar, sí. Aunque, si me permiten el comentario, probablemente tengan que forzar su mano; los últimos informes muestran que es presa de cierta confusión, que personalmente considero Síndrome de Estocolmo

Cruza la pierna y apoya la cabeza en el dorso de la mano derecha, aún mirando el mapa con cierto desapego.

- Una vez salgan, deberían volver a Winters para que decidamos entre todos qué hacer con el cargamento, además, no queremos retrasar demasiado la cita con sus proveedores - sonríe misteriosamente -, en lo inmediatamente referente a eso, por cierto, tengo noticias para su alfa, cuando llegue, ¿vendrá o debo escribirle una nota?

No hay hostilidad en su tono, pero es que es demasiado solícita, joder, no estáis acostumbrados a las buenas, excelentes formas de las que hace gala.

Bueno, para mí también es un placer verme en libertad, señorita... A falta de otro nombre, ¿señorita ricura? -Sonrío con algo de sarcasmo. Empiezo a estar algo molesto con eso de que todo dios tenga datos sobre mí. Ni que tuviera cuenta en Facebook o estuviera twiteando mi vida. Y ya que llegan dejando claro lo bien que me conocen, deberían al menos tener la educación de presentarse.

Y la mirada que le ha lanzado a Zoe no me ha gustado una mierda.

Vuelvo a mirar el plano, ahora con mayor distancia, analizando los pormenores que nos facilita la rubia. Que pueda caminar de lado es buena noticia. Pero que se vaya a resistir... Eso complica las cosas. Y mucho.

Conozco a un tío... -Digo casi como un pensamiento en voz alta, pero en seguida chasqueo la lengua y miro a Jeremiah ladeando la cabeza- Bueno, su reputación. Es un nómada de la banda, Donnie Corta-el-cable-rojo Wyatt. Si logramos contactar con él, podría ser de mucha ayuda con eso de los explosivos. -Levanto mi vaso brindando con Bastard- ¿A que te encanta tenerme de vuelta? Jaja... -Apuro el vaso y lo dejo sobre la mesa con un golpe seco, perdiendo la sonrisa- Sobre el paquete y su síndrome de gilipollas... -Si es que es eso, y no nos están colando un secuestro camuflado como rescate...- Necesitaré ayuda, o equipo. Quizás ambas cosas. Pero para el equipo necesito tiempo, ¿para cuando hay que hacerlo?

Puede que unas balas amuleto tranquilizantes, una cuerda resistente que le mantenga bien atado espiritualmente, o alguna mierda de esas. Tengo que pensarlo... O una segunda burra para hacer entrada doble.

Observé el garabateado mapa durante un rato, tratando de guardarlo en mi memoria, aprovechando que Jeremiah explicaba a Scott lo hablado hasta el momento. Me erguí al terminar de repasarlo, levantándome de la rodilla de mi hermana y volviendo a ponerme de pie, esta vez junto a ella.

El viejo empezó a explicar cómo veía el asunto, dirigiéndose únicamente a Scott y Alex. Aguanté un suspiro, mirando hacia otro lado para que no notaran el hastío en mi rostro. Entonces Jere preguntó sus impresiones a los fostern, y volví a mirar al grupo. Scott parecía haber tenido una idea, y con las aclaraciones de la rubita, esta parecía ir tomando forma.

-Si ese tío colabora, podría ayudar en la colocación de los explosivos. – comenté brevemente, sin estar realmente segura de que sirviera de algo.

Puedes hacer mucho más que eso. -Digo tras la intervención de Zoe, justo cuando termina, casi casi interrumpiéndola. La miro de reojo, alzando una ceja con una sonrisa interesante, seductora- El aullido de un Galliard es un arma poderosa. En circunstancias normales, es una fuente de información. -Quito el tapón a la botella y vierto un buen chorro en el vaso, llenando un tercio del mismo- En este caso, de desinformación. -Un destello sagaz aparece en mi mirada, comenzando a disfrutar, ahora sí, de la recién adquirida libertad. He aprendido mucho de Elijah, sin duda, pero también he añadido cosas de mí propia cosecha- Tú puedes hacerles creer que un hermano de su hermandad necesita ayuda, o avisarles de que van a ser atacados y por donde. Puedes moverles en la dirección que nos interese... -Le guiño un ojo, satisfecho, antes de girarme y dar un puñetazo suave al hombro de Jeremiah- Una vez ahí, la distracción debe mantenerles en esa posición. Algunas explosiones, unos cuantos tiros, ruido, desconcierto... cualquier cosa que les convenza de que alguien pretende entrar por la fuerza. Y por el reino físico. -Entorno los ojos, con una fina sonrisa, como un zorro observando a las gallinas en el corral mal cerrado. Miro a Alex, que está en frente, y alzo las cejas un par de veces- Pero no entraremos por ahí... -Vuelvo a alzar la mirada hacia Zoe, que está en pie junto a Alex- Zoe, guapa, ¿por qué no te sientas? Me va a doler el cuello de mirarte ahí arriba... -Le lanzo una socarrona sonrisa, antes de volver a dividir mi atención entre todos- Necesitaré un Ahroun conmigo, por si el paquete está bien custodiado o se resiste a venir. La entrada será en moto, rápidamente. -Realmente, ahora mismo llego a dudar de que mi decisión de despertar el espíritu de mi burra fuera fruto de la casualidad. Visto lo visto, me atrevería a pensar que haya fuerzas que no comprendo detrás de todo esto. Aún, que no comprendo aún- La salida será a la velocidad que le den sus cuatro patas, yo tengo que cargar el paquete... ¿Alex? ¿Cómo lo ves? -Llamo la atención de la hija de Jeremiah, esperando su opinión al respecto. Tenemos dos Ahroun, a ella y a Scar, y mi alfa no hace ni puto caso cuando empieza un combate, no vale para misiones de infiltración. Además, ella debería liderar el asalto exterior- ¿Aún te interesa cubrirle la espalda a este capullo? -Le lanzo una socarrona sonrisa, deslizando el vaso hasta dejarlo delante de ella como ofrenda de paz. Me pasé con ella frente a la librería, cargaba demasiada mierda en mis alforjas. Pero no es algo que vaya a admitir directamente.

Joder, Scar se sentirá orgullosa de nosotros cuando nos vea tan bien organizados.

Mierda, hasta Elijah estaría orgulloso.

¿Aún en pie? -Vuelvo a mirar a Zoe, vacilón- Nena, que no vas a crecer más...

Scott intervino, casi interrumpiéndome, apuntando que podía hacer mucho más. Apreté los dientes molesta al escuchar su idea, ¿Por qué no se me había ocurrido a mí? Era muy buena idea, joder.

Aún tengo mucho que aprender…

Continuó con el plan, profundizando en este, y pidiendo ayuda a mi hermana para que estuviera a su lado, ofreciéndole incluso un trago. Una forma de disculparse, supuse, aunque no entendía a qué se debía. ¿A qué venía todo este repentino buenrollismo? ¿Qué había pasado en ese rato en el que se había ausentado? Realmente no era lo más importante, mientras fuera para bien. La verdad es que se mostraba exultante, y era una alegría ver a Scott de vuelta.

Lo que no me alegraba tanto era su continuo vacile. Enarqué una ceja ante su insistencia de que me sentara, y le arrebaté la botella mientras tendía el vaso a mi hermana, sentándome esta vez en la rodilla del theurge. Alcé la botella y dejé caer un chorro en mi boca, posándola sobre la mesa mientras saboreaba el líquido.

-¿Contento? – murmuré a Scott molesta, pisándole el pie ligeramente sin que nadie me viera. – Recapitulando… - dije ahora en alto, dirigiéndome a todos. – Alex y Scott harán la extracción encubiertos, mientras Jeremiah y yo nos ocupamos de la distracción junto a Wyatt. – No tenía muy claro qué haría Scar, pero lo que si estaba claro es que Scar haría lo que Scar quisiera. – Así que hay que contactar con Corta-el-cable-rojo y obtener el material necesario… ¿Y para cuando debemos prepararlo? ¿Con cuánto tiempo contamos? – pregunte a la rubia, retomando la pregunta que ya le hiciera Scott.

Espero que esas rivalidades un dia puedan ser echadas a un lado para poder hacer lo que realmente es necesario, que es pelear por nuestra madre digo con una leve inclinación de cabeza levantandome de la silla para seguir a la que parece que tiene los pantalones en esta relacion. La verdad es que no voy a negar que tiene un par de huevos bien puestos

Señora Wu, cuando usted quiera. la digo con un gesto de una de mis manos mientras la otra guarda el tabaco y el mechero en uno de los bolsillos de mi chaleco. 

Puede que sea un enemigo nuevo, puede que sea un enemigo antiguo o puede que sea un aliado que se ha vuelto contra nosotros, eso es algo que deberemos averiguar con el tiempo que no es mucho y confiando en los demas....

Devuelvo una sonrisa a Zoe, de esas que últimamente me estoy acostumbrando a tener con ella, la sigo con la mirada a la barra oigo su voz ordenar tequila y otra vez estoy sonriendo eso, relájate un rato pequeña… ¿Pequeña? ¿Por qué lo habré pensado así? Si, parecemos de la misma edad… no es que... La verdad es que no lo sabes Alex

Mi mirada se pierde en Jeremiah unos momentos largos no, si da igual, no es importante

El pensamiento desaparece cuando siento el peso del cuerpo de mi hermana sobre una de mis rodillas, aspiro el aroma de su cabello. Es agradable y reconfortante, calma mi rabia rápidamente y deja un vacío refrescante allí dónde se ha posado.

- ¿300? Vale, el dinero gratis me viene bien Jere –respondo confiada, con una sonrisa orgullosa en el rostro mientras miro ese dedo gigante que me apunta y me reta- Ya me conoces, que no puedo huir de un reto así… maldición… - Pan comido –fanfarroneo, con un gesto presuntuoso en todo el rostro.

Sin embargo, estoy atenta a las aportaciones del resto de la manada, con lo que la pregunta de Scott no me pasa desapercibida

Eso mismo ¿Pariente? ¿Garou? ¿Algún otro bicho sobrenatural?

Noto la ceja de la inglesa arquearse ¿Qué pasa? le devuelvo la mirada de la misma manera …ingle-wannabes –murmuro en respuesta y seco el vaso que quedaba de lo que fuere que Yohiro me invitase. maldita estirada, me tiene hasta el copete ¿tienes un palo en el…?

Empieza el peloteo de Claine hacia la inglesa ¡Bien! Alguien tiene que evitar que me lance a ahorcarla… me lleva a pensar que ha regresado por el destino, para lidiar con aquella mujer tan insípida como el país del que proviene.

El dato del síndrome de esto-algo del que hablan me tiene sin cuidado, si se mueve lo noqueo, dormido no tendrá que protestar nada. Además han dicho que extraigamos al objetivo no que no lo magullásemos un poquito. Hay cosas que son inevitables, como yo respondiendo a…

- si la nota no llega tarde… –comento a Zoe, como si estuviéramos solo ella y yo. Atiendo a la observación sobre los explosivos, realmente no tengo nada que acotar, como vean, como planeen, a mi llévenme al campo y mi cuerpo se mueve, reaccionando solo. Con esta pesada no estoy de ánimos de darle más cuerda, prefiero charlarlo entre manada, como dios manda.

Inspiro un poco e intento no pensar en beber algo más o mejor que sí, a lo mejor eso me calmaría un poco, sin pensarlo mucho ya me encuentro tamborileando los dedos sobre la mesa. Las palabras de Claine me atrapan nuevamente, el modo en que le explica a Zoe qué hacer me gusta, hace que cambie un poco la opinión que tenía sobre el saco-largo; han sido como el tipo de charlas que teníamos Jere y yo antes cuando era tan solo una chiquilla sin rango. Su plan tampoco está nada mal, aunque aún así no puedo evitar cerrar un poco los párpados tratando de entender ¿qué rayos son esas levantaditas de cejas que me da? no, no estás muy viejo para mí. Paso.

Pero luego entiendo su plan, cuando me mira y explica el motivo real de la distracción en su plan, así como lo poco casual que fue y la necesidad de custodiar al “paquete”. Mi mirada se encuentra con la suya, lo miro directamente sin parpadear, sin distraerme ¿Puedo confiar en ti? ¿En qué pondrás de tu parte? Cuando toma el vaso y lo empuja sobre la mesa, sigo aquel avance desde él, hacia mí. }

El vaso se convierte en una ofrenda entonces. Su sonrisa socarrona me suaviza un poco, dejo escapar un bufido de la sonrisa que me he estado aguantando.

- La espalda y lo que sea necesario, ¿para qué estamos los hermanos? –levanto el vaso, aceptando la tregua, sus disculpas, hago un brindis, rápido, simple, pero con las mejores intenciones y seco el vaso de golpe, poniéndolo luego sobre la mesa vacío y deslizándolo de nuevo hacia él.
- entonces, ¿qué sabes de ese corta-cable? -me pongo de pie, sin evitar echarle una miradilla al japo.

Bastante... -Respondo en un susurro con tono seductor a la pregunta de Zoe, entrecerrando los ojos pero ampliando mi sonrisa al sentir el pisotón en mi bota. Pequeña rebelde... Poso mi mano en su cintura mientras resume el plan para todos, de forma sencilla pero acertada, y tomo la botella con la otra mano, echando otro trago en que el fuerte sabror del whisky se mezcla con un cierto toque dulzón procedente de los últimos labios que han besado la botella.

Alex lanza un bufido, una sonrisa que anticipa su respuesta. Accede a cumplir a mi lado, a su particular manera, y apura mi ofrenda, un chiminaje entre hermanos. Le guiño un ojo por toda respuesta, llenando su vaso de nuevo y empujándolo de nuevo hacia ella con la botella, antes de dejarla de nuevo frente a Zoe.

No demasiado, la verdad, no es que le conozca en persona... -Ne encojo de hombros, sin perder el humor. En este negocio, la reputación de un hombre es lo que cuenta. Ganársela cuesta horrores, y perderla es tan sencillo como cagarla una sola vez- Miembro de la banda, nómada, y experto en explosivos. Si fuera Galliard seguro que recordaría algunas hazañas suyas para relatarlas, ¿verdad? -Le doy una palmada en el costado a Zoe, riendo. Es su auspicio, su función, no la mía- Pero no recuerdo ninguna. Sólo se lo que se cuenta por ahí, que es bueno en lo suyo. Y en nuestro mundillo cuesta bastante que hablen así de uno, de modo que si tenemos tiempo para ello, supongo que deberían bastar unas llamadas para dar con él y convencerle de que se una a la fiesta. -Miro de soslayo a la rubita, esperando esa respuesta. No sólo necesitamos al experto, también los explosivos, y tanta metralla como podamos conseguir...

Una tonta sonrisa apareció en mi rostro al presenciar como Álex aceptaba la particular disculpa de Scott, y como ambos se ponían de acuerdo para la extracción. Volví a tomar la botella que el theruge había dejado frente a mí, acercándola al nuevamente lleno vaso de mi hermana y chocándola suavemente contra él, sonriendo a esta.

Me encontraba mucho más relajada. Hacía poco que pertenecía a esta familia, pero me alegraba sobremanera que se solventaran esas rencillas, además el plan parecía ir tomando forma… ¡Y qué coño! Esos chupitos me habían venido de lujo.

De hecho empezaba a encontrarme algo más alegre de la cuenta, así que tras dar un último trago a la botella volví a posarla sobre la mesa, lejos de mí. Escuché lo que Scott sabía sobre aquel tipo, Wyatt, mientras deslizaba mi trasero hacia atrás, asentándome sobre los muslos de este. No entendí su palmadita al mencionar a los Galliard, ¿Era una reprimenda? ¿Un gesto cómplice? Bah, no tenía ganas de enfadarme.

Me incliné un momento hacia atrás, para abrirme paso entre la melena de Scott susurrarle algo, riendo después y mirando entonces a mi hermana.

-Hablando de fiestas… Si hay tiempo hasta la intervención, entre que llega o no Corta-el-cable-rojo, ¿Podríamos dar una fiesta de verdad al Señor Claine, no? – guiñé un ojo a Alex, convencida de que aceptaría mi propuesta.

Tan sólo con mi rostro, me abría paso entre el cabello de Scott, sin perder la oportunidad de olfatearlo en el proceso.

-¿Y nuestra fiesta privada para cuándo? – le susurré, recorriendo parte del contorno de su oreja con mi lengua, en un gesto imperceptible gracias a su melena.