Ante el silencio del policía, me limito a caminar tras el en silencio, rumiando mi mal humor y dándole vueltas al plan en la cabeza. Es muy arriesgado, pero... en fin, cuando lo comente con el resto veremos qué hacer. Cuando llegamos al destino, y veo al resto de la tripulación, trato de dedicarles un gesto tranquilizador, pero lo único que me sale es una sonrisa triste...