Partida Rol por web

Te acercas a la puerta y oyes un "clack clack" en el cristal de la ventana. Pero lo que es el pasillo no oyes nada.

A pesar de que, para ser un fin de semana me estoy acostando temprano, la llegada a ese lugar tan bonito y el rato que paso mirando las estrellas me llenan de tanta paz que me voy a la cama feliz. Enchufo el teléfono para que recargue la batería y luego abro la cama cuando oigo un golpe en mi puerta.

¿Será alguno de los chicos que se olvidó la pasta dentífrica? No creo que quieran pedirme crema anti age...

Sonriendo me acerco a la puerta y estoy por abrir cuando me detengo y pregunto quién es. No vaya a ser cuestión de que al final se trate de un desconocido.

- Servicio de habitaciones, jaja .- oyes una risa familiar al otro lado de la puerta.

 Miro hacia la ventana, preocupado <<¿Quién será a estás horas? ¿Será uno de mis compañeros? Seguro que Salus ha perdido su llave...>> Me acerco a la ventana...

Tuerzo el gesto, y, con inmensa desgana, me dirijo arrastrando los pies hacia la puerta, Con lo bonitas que son las estrellas-pienso-y ahora tiene que venir el que sea a darme la lata.

Agarro la manilla de la puerta y la entreabro, como para ver a través de la rendija.

-¿Quién es?-Pregunto inocentemente, pero con un tono de asqueo en la voz.

- Servicio de habitaciones.- Oyes que dice la voz al otro lado de la puerta. Te suena raro porque es una voz de mujer, pero no la voz de la camarera que te atendió en el restaurante.

Bueno, parece que, después de todo, aún la noche no termina. Sonriendo pues he reconocido la voz de César del otro lado voy a abrir la puerta, cuando caigo en la cuenta de que ya llevo mi pijama, que es muy poco sexi, puesto. 

-¡Ya voy!- rayos, no puedo cambiarme y tenerlo ahí afuera esperando... bueno, qué mas da. Con un leve encogimiento de hombros, me arreglo un poco el pelo con las manos y abro la puerta.

-Así que servicio al cuarto- digo sonriendo pícaramente -¿qué tienes para ofrecerme?

- Venia para ver si te apetece dar una vuelta y te enseño el pueblo... o lo que se tercie.- Madre mia, piensas, es que es irresistible.

Algo te sobresalta pues 3 golpes fuertes y sordos se oyen ahora en la puerta del cuarto de baño de tu habitación. Desde dentro...

 <<No puede ser, vale... Estás soñando... Es una pesadilla>> Entonces recuerdo uno de esos trucos que nunca te crees, algo como los... ¿sueños lúcidos? Algo así. Decían que en un sueño al contarte los dedos de una mano tendrías más de cinco... Entonces miro a mi mano y descubro que...

Ahora los golpes provienen desde la ventana, pero la puerta del baño esta abierta, y la luz de la habitación se apaga de repente.

 Demasiado asustado para pensar, corro hacia la ventana y la abro de par en par; salgo corriendo hacia la puerta y también la abro, enciendo la luz y miro al cuarto de baño

Al encender la luz ves a una mujer que esta sobre la cama

Te hace un gesto con el dedo diciendo que te acerques a ella.

 <<Vaya, debe ser la carta de presentación del hotel... Y yo asustándome...>>. 

Sin pensarlo dos veces, sonrío, me relajo, me quito la camiseta y me acerco a la chica. 

- ¿Te apetece jugar, gatita?

La mujer se convierte de repente en un ser de un horror sumamente horripilante, mucho más desagradable que cualquier cosa que hayas visto anteriormente. El abdomen se le abre y de él surgen unos zarzillos mientras sus ojos se prenden en llamas que comienzan a prender la habitación. Los zarcillos te agarran de las manos y te acercan a ella mientras de su boca sale una lengua con cabeza de serpiente, con la boca abierta y unos colmillos que rezuman un liquido verde que inspira poca confianza, debe de ser pipermint o algo de eso.

- ¿Vamos señorita?.- César vuelve a insistir