Partida Rol por web

El otro nazzadi lanza una mirada llena de desaprobación a Smoke. Desde luego no le parecía gustar aquel chico.

Por ahora, al contrario que su compañera Avispa, sus pensamientos seguirían siendo privados. 

- Que sea así, en diez minutos nos vemos.

Y así, os empezáis a levantar para llegar hasta vuestras habitaciones. 

Tal vez a posta, tal vez no, nadie parece querer contestar a la pregunta de Smoke.

Cada uno de vosotros contaba con una habitación individual. 

Era pequeña, aunque con las comodidades necesarias: Una cama amplia aunque individual, un escritorio, flexo sobre el mismo, varias estanterías vacías y un armario.

Todas tenían una ventana al exterior bastante amplia.

De un vistazo se puede ver que en el armario hay ropa de entrenamiento. De diferentes tallas y la mayoría de colores oscuros. Parecía cómoda al menos...

Teníais 10 minutos para cambiaros y bajar a la zona de entrenamiento.

Como decía en un mensaje anterior, inspecciono la habitación por si encuentro alguna cosa inusual, aprovecho para deshacer la maleta y cambiarme de ropa. Antes de bajar a la sala de entrenamiento paso por la cocina para coger agua o alguna bebida isotónica si hay. Si me encuentro con alguien en la cocina, entablaré conversación

No parecía haber encajado nada bien con sus compañeros, estaba acostumbrado en parte pero también sentía algo de frustración al comprobar que sus habilidades sociales seguían congeladas en el pasado. Por suerte cuando su estómago rugía, le impedía pensar en nada más. Llegó a la carrera hasta la habitación, se cambió lo más rápido que pudo y salió en busca de algo que llevarse a la boca en la cocina, procurando no llegar demasiado tarde al punto de reunión.

Una vez dejas el equipaje en tu habitación y te cambias, decides que la primera parada, antes de ir a la zona de entrenamiento, es ir a la cocina.

Y, en la puerta de la misma, se encuentran Smoke y Agony.

Él con un sencillo chandal.

Mientras que ella ha escogido prendas de ropa más "escuetas" que dejan poco a la imaginación. 

Echando un vistazo al interior de la cocina veis que, en la barra, sentado sobre un taburete, está el chico que habíais visto antes.

Está delante de su ordenador, con unos cascos puestos, de manera que seguramente aún no os ha visto ni escuchado. Y mientras que en una mano maneja raudo y veloz el ratón, la otra la tiene metida en un bol con quicos.

Tal vez él no os haya escuchado, pero vosotros podéis escuchar perfectamente como va masticando quicos y estos estallan sonoramente entre sus dientes.

Mirando a Mandíbula: Ya veo de donde le viene el apodo...

Mientras cojo agua o algún refresco de la nevera, le ofrezco a Smoke. Le miro fijamente y le digo:

No espero que seamos amigos ni nada por el estilo, pero deberías plantearte si quieres tener en el mismo equipo a alguien con quien no eres capaz de llevarte bien. Recuerda donde estamos. A todo esto, ¿Cual es tu especialidad?

Al llegar a la cocina se encontró con Agony de frente, algo sorprendido Smoke intentó esquivarla para llegar a su objetivo en forma de frigorífico. Sin embargo al hablarle directamente no pudo evitar la interacción con ella, así que se giró asintiendo ante su reproche, mientras entornaba los ojos hacia el techo.

- Vale, vale, vale... Me conozco ese cuento de principio a fin y siempre acaba igual y no me gusta ese final, así que si no te importa métete en tus asuntos, no estoy aquí para hacer amigos, he venido para trabajar y si puedo evitar cualquier tipo de relación con cualquiera de mis compañeros, así lo haré.

Entonces se percató de cómo iba vestida, entrecerró el ceño y la volvió a mirar de arriba a abajo.

- Ehm... No se si te he entendido bien... ¿Que es lo que quieres? Por cómo vas vestida empiezo a pensar que lo que buscas es un revolcón -rebuznó algo sarcástico- lo mío es la infiltración y me gusta trabajar solo -contestando a la pregunta de Agony- ¿Y tu?

Como has deducido, lo mio son los revolcones, pero no creo que sea tu estilo... Visto así por comodidad. ¿Acaso crees que tengo que ocultar algo? Yo no.

tras cerrar el frigorífico y mientras salgo por la puerta:

Como quieras, ve a tu rollo. antes o después necesitarás ayuda de alguno de tus compañeros.

Dicho esto, me dirijo a la sala de entrenamiento.

- Las operaciones encubiertas en las que trabajamos agradecerían que llamases menos la atención, creo yo -dijo mientras daba un bocado a la manzana que había cogido en el frutero que reposaba sobre la encimera- no obstante, haz lo que quieras, no seré yo quien coharte tus libertades.

Le costaba admitirlo en alto pero sabía que la nazzadi tenía parte de razón, así que tras pensárselo mucho observando su silueta recortada contra la luz que emanaba del final del pasillo...

- Agony... -levantó la voz lo suficiente para que lo oyera- si necesitas algo, puedes... puedes pedirmelo -concluyó antes de desaparecer en el interior de la cocina.

Probablemente llegaría algo tarde pero necesitaba llenar el estómago, aunque no tanto como rehuir el contacto visual con su compañera, detestaba admitir cuando no tenía razón, mucho más si cabe mientras le miraban a los ojos.

Aunque Smoke y Agony habían llegado juntos a la cocina, no permanecen así durante mucho tiempo.

Ella, tras un vistazo rápido al frigorífico y algún intercambio de ideas con el chico, decide salir de la cocina.

Él, aún con hambre, decide quedarse un poco más. 

El sonido de tu estómago te recuerda que sigues con hambre, así que te quedas en la cocina viendo qué puedes coger.

A parte de la fruta, en el interior de la nevera tienes bastantes cosas más, como embutido, chocolate o diferentes verduras. También puedes ver diferentes tuppers de  comida perfectamente colocada.

Mientras buscas, el tal mandíbula sigue en su sitio, sin inmutarse lo más mínimo. 

Una vez sales de la cocina, te diriges a la zona de entrenamiento.

Allí, a parte de encontrarte con Navaja, ves que está hablando con los otros dos individuos que visteis antes.

Los tres están hablando y no parecen darse cuenta de tu presencia por ahora.

Como suelo moverme con algo de gracia y de forma sigilosa, me quedo en un rincón o un lado, haciendo algunos estiramientos sin llamar la atención. Aprovecho para tratar de identificar si son Tagers o no... De paso, si me entero de algo de su conversación, pues mejor, aunque procuro no parecer interesada.

Al comprobar la opulencia del frigorífico, decidió coger unas pocas onzas de chocolate para más tarde, abrió un paquete que contenía algo de pavo y tras acabar con la mitad de su contenido, cerró la puerta del refrigerador y salió de la cocina mordisqueando una manzana. Al pasar junto a Mandíbula, no pudo evitar echar un vistazo a su pantalla antes de abandonar el lugar rumbo al gimnasio para el entrenamiento.

Mientras estiras, pones ligeramente la oreja...

- ¿Cómo siempre jefa? - Pregunta el que tiene la piel ligeramente más oscura.

- Sí. Lo de siempre. - Contesta ella.

- ¿Qué opina? - Pregunta el otro hombre.

- Los candidatos de Menace parecen interesantes. Al fin y al cabo, los ha debido entrenar. En cuanto a los otros... Ya lo veremos...

Una vez llegada la hora, poco a poco empiezan a llegar a la sala de entrenamiento. 

La que primero ha llegado es Agony, la cual está estirando las piernas.

En el interior también están, junto con Navaja, los otros dos hombres que visteis en el gimnasio.

Los demás van apareciendo poco a poco, pero de entre ellos sobresale Ghost. Se ha puesto unos cortos pantalones y nada más. No lleva camiseta ni nada más de ropa, dejando tapadas pocas partes. 

Smoke atraveso la puerta de entrada con el último mordisco que le había dado a la manzana aún en la boca. Acabó de masticarlo y tragó, tirando el hueso de la misma a una papelera que había junto a la puerta por la que acababa de entrar.

- Permiso... -dijo educadamente antes de reunirse con sus compañeros para comenzar los estiramientos.

Todos los "nuevos" estudiantes estabais ya en la sala de entrenamiento, aunque poco a poco llegó alguno de los antiguos.

Sensor, con una libreta en la mano y un bolígrafo, se sentó en uno de los laterales de la sala. En un sitio discreto y apartado.

Abrió la libreta y parecía dispuesta a tomar notas.

A su lado se sienta mago. Va con vaqueros y camiseta, como antes, así que suponéis que no hará los ejercicios con vosotros.

- Estos son... - Comienza a decir Navaja. - Mole.

Y señala al hombre de dos metros y piel oscura.

- Y Demonio. 

Y señala al otro.

Navaja estaba en el centro de ambos, en uno de los laterales de la sala.

- Vamos a hacer una prueba básica de combate, simplemente para ver vuestras habilidades y de lo que sois capaces. Menace, puedes sentarte a mirar. 

El hombre, tras lanzaros una mirada, se va con MAgo y Sensor a sentarse.

así que quedáis Avispa, Smoke, Ghost y Agony.

Ojos cerrados, respiración profunda, concentración. Las palabras de Navaja resonaban en su cabeza. En silencio escuchó las instrucciones, al escuchar el ejercicio no pudo evitar que una leve sonrisa se le dibujara en el rostro. Abrió los ojos evaluando a sus objetivos potenciales. Ghost le parecía demasiado grande, Agony le parecía demasiado dulce y en cierto modo se sentía mal con ella, sería algo incómodo... tendría que hablarlo antes de que el malentendido pudiera ir a más. Sin embargo Avispa... le encantaría ponerla contra las cuerdas y cerrarle esa enorme bocaza que tenía.

- Pelirroja... ¿Te atreves? -dijo con un tono algo prepotente.

Me dirijo a Ghost mientras observo la predecible reacción de Avispa al ser Smoke quien lleva la iniciativa.

Supongo que eso significa que tú serás mi oponente. Tratémonos bien, es solo una prueba. Por cierto, según mis antiguos compañeros, en ocasiones cuando la cosa se pone seria de verdad, doy miedo, pero aún así sigo siendo yo... Debe ser mi cara...

Mientras guardo la distancia con Ghost y trato de mantenerme alerta:

Navaja, ¿en qué consistirá la prueba? ¿Donde ponemos el límite?