Partida Rol por web

Te moviste rápidamente dejando atrás el restaurante y el resto de tu pelotón.

Ahora que estabas en la zona del pasillo principal, algo mas adentró del restaurante, el ruido del motor del generador no era tan apabullante, lo que te permitía atender a otros ruidos que había: parecía que había jaleo en la zona de la bolera, se oían bolos y maquinaria automatizada.

Desde tu posición podías ver la bolera que estaba poco iluminada, tan solo por los rieles de neones de colores vivos que decoraban todos los carriles de la bolera. A bote pronto no te pareció ver nada en medio de aquella gran sala pero podías ver algo de movimiento en la parte trasera, donde caían los bolos y las bolas lanzadas.

A tu izquierda, había una puerta entreabierta que daba a lo parecía unas escaleras de subida. Era una puerta de servicio pues un cartel rezaba "Zona restringida a personal".

Detrás tuyo estaba la entrada principal que daba al parking. Poco iluminado y con aquel parpadeo constante y molesto de la farola averiada.

Charlie estuvo tentado de ir a la zona restringida para empleados, si había un lugar en donde debieran de estar las grabaciones de seguridad que lo comprometían, era ahí.

Pero... Tssss... ¿Qué más da? Con esos dos de la cocina, Jerry, y el del baño, todos han visto lo que son estos demonios de mierda, si me exponen solo me harán ver cómo el héroe que soy, y tampoco es que vaya a estar más tiempo en este lugar...

Siguió avanzando deprisa hacia la bolera, tenía algo pendiente con Michael. 

La gran sala estaba tranquila, pero parecía haber varios ruidos en la zona de maquinaria del fondo, la luz no era la mejor pero eso podía ser bueno también para su sigilo. 

Avanzó hacia el ruido del jaleo, procurando intentar ser discreto en los últimos metros.

Ahí seguía, luchando contra el...el...lo que fuese. Estaba aterrado, pero lo suficientemente consciente como para mantener a distancia a mi agresor e intentar que no...que no me mordiese...Oh, dios...

De pronto, Kate le asestó ese cuchillazo...

Una vez se levantó ya un poco menos atolondrado después de haber desatado una descarga de adrenalina sobre el cráneo de ese "hombre" Sam se levantó con el palo lleno de sangre y no podía evitar pensar en que estaba sucediendo en los baños. Pero Charlie se había pirado a la bolera él solo también, pero bueno, tenía un arma, quizá estaría más a salvo.

- Voy a ver que demonios pasa en los baños porque si de verdad le ha pasado algo a Paul y Kate habrá que atrancar también esa puerta. dijo mientras miraba a su alrededor en busca de quizá un extintor en las paredes, algo de acero sería más duradero que esa pata a la larga.

Entraste despacio y en silencio.

Las luces estaban apagadas pero la zona de los bolos estaba iluminada con una luz blanca. Luego unas tiras de leds que iban cambiando de colores daban un toque de neón a aquellos carriles vacíos.

Detrás tuyo aún se oía el ruido del generador, pero algo mas apagado.

No parecía haber nadie, pero te fijaste en unas manchas de sangre que recorrían transversalmente alguno de aquellos carriles. Te fijaste siguiendo el rastro como en cuarto carril, los bolos estaban todos tirados y la maquina parecía que estaba atascada intentando barrerlos hacia dentro, pero parecía haber una figura estirada ahí justo donde terminaba el carril.

Escuchaste algunos gemidos, gruñidos y movimientos lentos detrás de los carriles, en la sala de maquinas.

Kate clavó el cuchillo perfectamente en el centro de una de las heridas que tenía John en la frente. El cuchillo se hundió varios centímetros hasta dentro, atravesando parte de la cara y el cráneo.

Aquello era espantoso.

La sangre empezó a emanar a chorros llenando a Paul y a Kate de sangre como si fuera una ducha.

El tipo se derrumbó al suelo, aturdido. No aquejaba dolor alguno, simplemente estaba confundido y volvía hacer esfuerzos para levantarse, pero muy lentamente.

Justo en ese instante las puertas de los baños se abrieron de nuevo pero esta vez apareció una cara conocida.

Samuel entró en el baño de manera apresurada cargando un extintor en las dos manos.

Lo que se encontró fue una escena dantesca: un tipo de unos 50 años trajeado tumbado en el suelo con un cuchillo de cocina de grandes dimensiones atravesándole la frente. Bajo él un gran charco de sangre que empapaba todo. Aún así parecía que no acuciaba ningún tipo de dolor e intentaba levantarse lentamente y de manera torpe, resbalando en su propia sangre.

A su lado, Paul y Kate estaban empapados de sangre, manchas rojas por todos lados como si alguien les hubiera rociado de sangre para gastarles una broma pesada.

Con el flash de su teléfono móvil encendido como linterna y haciendo de base a la mano con la que empuñaba la Desert Eagle, Charlie avanzó hacia la puerta que daba a la sala de máquinas en el ala derecha del salón, preparado para abatir a cualquier amenaza o también para impartir su merecido al idiota de Michael por hablarle feo, la muerte.

Se siente igual a las ops de asalto en el golfo.

La luz del flash no iluminaba mucho más allá de la corta distancia, pero no necesitaba mucho más que eso.

A la mierda la discreción, voy a darle un susto a ese capullo que no se lo va a olvidar ni en el más allá.

-Miiiiichael... Ohhhh Miiiiiiiichael... Estoy yendo a por tiiiii... Jeeeejeeejeee.- 

Al entrar, Samuel vio la escena de forma que casi le pareció demasiado la escena tanto de Paul y Kate llenos de sangre y más aún ese hombre con el cuchillo incrustado en su cabeza.

Le tembló demasiado el pulso y soltó el extintor que tenía en las manos, paralizado un poco por la situación, estaba claro que algo se había roto en su cabeza.

El tipo no se moría...Con aquella hoja metida en la cabeza y no palmaba. Se supone que los zombies se matan así...Eso pasa en las pelis...

Pero en poco más pensé. Paralizado, casi en pánico, empapado de sangre observando a Kate, tan pintada de rojo como si se hubiese dado un baño de pintura; y a Samuel que acababa de entrar, era Samuel, ¿no? 

Aquel ser seguía intentándose mover torpemente, pero entre el brazo roto y dislocado, el cuchillo en medio de la cabeza y la piscina de sangre, no era capaz de levantarse.

Desistiendo de aquel esfuerzo, empezó a arrastrarse con el brazo hábil hacía Kate que estaba mas cerca, con intención de morderle.

Sam perdió un poco los estribos y apenas veía o escuchaba con claridad, los sentidos se le llenaron de estática como si el cerebro le fuera a explotar, parpadeó muchas veces y cargado por el hecho de que esa cosa se arrastraba hacia la chica, Sam volvió a coger el extintor y fue a por esa criatura con intención de acabar con ella.

La puerta estaba abierta, accediste a sala de maquinaria de bolos. Ahí estaba bastante mas oscuro, aunque se filtraba algo de luz de las pequeñas lamparas que iluminaban zenitalmente a los bolos.

Al fondo, en el el cuarto carril dese tu posición pudiste ver a tres figuras agazapadas encima de una cuarta, que estaba ahora inmóvil. Parecía que estaban haciendo algo muy cerca de aquel cuerpo, quizá lo estaban reanimando, quizá se estaban contando secretos, quizá se lo estaban comiendo.

No podías distinguir desde tu posición la figura que estaba tendida entre aquellas tres.

Oías algunos ruidos extraños, como desgarrones y ligeros gruñidos. Ninguno de ellos pareció verte o no hicieron gestos de ello.

Joder, estos hijos de puta me han ganado de mano... Chasqueó la lengua, lamentando haber perdido la placentera oportunidad de castigar a Michael, dando por hecho que lo que comían esos demonios era el hombretón, aunque bien podía no serlo.

¿Me los cargo? La idea era tentadora, aún no lo habían visto por lo que podía dedicar unos cuantos segundos en apuntar a la cabeza de esos malnacidos. Quizás sea el dueño de la 4x4 y tenga las llaves... Y ese bate de béisbol me vendría bien... Y matar a estas cosas es gratificante... Hmmm.

Tras sopesarlo un poco, determinó que la noche sería larga, y que las balas que tenía, como bien dijo la doctora Cameron, no eran infinitas. 

Con mucha discreción volvió sobre sus pasos, aunque pisó un papel de golosinas que hizo más ruido del debido. ¿Lo escucharían? Parecían muy concentrados en el festín que se estaban dando, si era aquél gordo, tenía buen relleno.

Su objetivo era irse por la salida lateral que había en el ala derecha del salón, que si no se equivocaba, daba con el callejón en el que Ronald salvó a Bobby.

Al menos me quitaré el aburrimiento y pasaré por los baños de camino al restaurante a ver qué pasó allí. ¿Le tendré que volar los sesos al Singleton, o se habrá transformado en un combatiente? 

No podía hilvanar ningún pensamiento con cierta lógica. Porque nada la tenía. Intenté moverme hacia ese monstruo al ver que quería avanzar hacia Kate, pero resbalé en la sangre y tuve que esforzarme por no caer apoyándome en la pared mientras veía como Samuel se movía rápido con el extintor como arma. Dale duro, fue lo único que pensé.

Pudiste ver claramente que estaba sucediendo, pues aquel ruido fue suficiente para llamar la atención de aquellos seres.

El primero que alzó la vista era un redneck de manual, llevaba hasta la gorra con la bandera confederada, vestía de tirantes y una camisa roja a cuadros. Aquel color le hacía juego con todo su rostro manchado de sangre y jirones de carne.

El segundo en alzar la vista fue una chica, de unos 16 años, la reconociste enseguida como otra del grupito que te habían hostigado en la entrada. Te congratulaste al reconocer su rasgos asiáticos, que quedaban muy exóticos al estar masticando lo que parecía un tendón recubierto de sangre.

Finalmente, despejando la escena, se alzó un tipo gordito con pelo rizado y pelirrojo, un freak en toda regla. Debajo suyo pudiste ver un cadáver a medio comer de un tipo que jurarías no haber visto nunca, al menos no te sonaba su ropa.

Éste último emitió un grito aterrador y empezó a correr hacia ti, los otros por instinto hicieron lo mismo.

Samuel de un par de buenos golpes del pesado extintor termino reventando la cabeza de aquel tipo, que no debería haberse levantado del accidente.

La escena era, si cabía, algo mas grotesca.

Los nervios estaban a flor de piel y ahora que teníais unos segundos de respiro, vuestra cabeza empezaba a dar tumbos, intentar conciliar alguna linea de pensamiento racional ante todo lo que estaba pasando.

Joder, la he cagado. 

Charlie tenía que tomar una decisión y tenía que tomarla ya. Considerando que uno de esos bichos era una de las perras que se burlaron de Ronald nada más llegar, y que el otro era un imbécil confederado que le hacía centellear el fuego republicano que llevaba dentro, tenía ganas de plantarse y volar sesos.

Este hijo de puta, ya conoció en los libros al Capitán Lincoln, ahora va a conocer al Capitán Charlie. 

Parecía que había tomado una decisión, luchar, pero entonces un freak lanzó un grito estremecedor y comenzó a correr hacia él, seguido de los otros dos. Creo que mejor me olvido de tener el tiempo para apuntar a esas cabezas...

Charlie podía estar loco, pero no era estúpido.

-¡Hora de correr!- Y cerró la puerta de la sala de máquinas a la que sus piernas recibían el bombeo de adrenalina.

Se dirigió hacia el sur, necesitaba carne de cañón para enfrentar a esa amenaza, necesitaba a la Unidad Paraíso.

Sus dos mejores rutas para ir a la zona del restaurante, eran continuar derecho hacia el sur por el bar y la cocina; u optar por la vía que conoció cuando estuvo en el callejón, a través de los baños.

Por afuera, mejor, que en una de esas entre puerta y puerta logro perderlos.

Samuel estaba bastante atolondrado por la situación, casi temblando por la fuerza que tuvo que ejercer para "matar" a ese tipo, así que inmediatamente en cuanto pudo reaccionar un poco giró la cabeza hacia Kate y Paul, hablando casi gritando, algo enervado.

- ¡Salid de aquí vamos! ¡Volved con la doctora y Destiny! él iba a ir detrás de ellos pero necesitaba tomarse un respiro, apenas oía bien y sus pensamientos estaban nublados, no paraba de recordar algunos momentos de su vida en México cuando trabajaba para los criminales y tuvo que golpear a gente hasta que sus nudillos sangraran, no iba a perder la cabeza, no al menos de momento.