Partida Rol por web

- ¡Oh, tenéis mejor cara! - comenta, sonriente y aliviada - No deberíais comer cosas vivas así sin más, al menos aliñadlo.

Bromea refiriéndose a Peposo, al cual te zampaste crudo tal cual y terminaste por vomitarlo al sentirte mal, ya que se dedicó a castigarte el hígado a puñetazo limpio. Ese maldito gnomo al final huyó, increíblemente ileso tras pasar por tu estómago.

- Cómo os encontráis...

En ese instante escucháis un alboroto procedente del comedor, y la voz de Harold, gritando furioso sobre algo de un estropicio y que no pensaba limpiarlo.

Mientras estaba sentado en la silla, escuché como Cornelius me echaba las culpas de su inutilidad a la hora de coger un estúpido animal. Me levanté indignado y me fui hacia él, cogiéndolo de la túnica. ¡Eh, tú mago de tres al cuarto! No te atrevas a meterme en barullos de los que no tengo nada que ver, ¿te queda claro? Sé buscarme mis propios problemas y buscárselos a los demás. Será mejor que no me empieces a caer mal, o se te quitarán todas las ganas de hacer bromas, ¿entendido?

Le empujé con desprecio y puse cara de asco. Tsk... se cree un graciosillo...

Vaya Marcus!! Que poco sentido del humor, si hace un momento estabas radiante de felicidad con tus hechizos y tus chanzas!! Ahora te pones así por nada?

Por cierto, ahora que Didian esta aquí y el ave en la cocina podría ir ella a buscarla mientras arreglamos entre todos este estropicio.

Empecé a ordenar las cajas quitando las que estaban encima de Scarecrow. Te encuentras bien compañero? Necesitas ir a infermeria?

me voy sigilosamente para que nadie se entere que me fui, y así buscar a la gallina

bueno entonces miro a mis alrdededores

hacia donde fue la gallina?

entonces sigo callado junto a los demás, viendo como transcurre todo

¡Aquí no hay nada!- pensaba, mientras seguía entretenida buscando algo para llamar la atención de la gallina, hasta que empecé a escuchar voces conocidas, como la de Didian.

-¡Hola Didian! ¿El estropicio? Jooo, no me gusta recoger...- negué con la cabeza un par de veces- Veeenga, vale, ayudaré, sí sí-  dije, y empecé a recoger trastos-  ¿Sabéis qué? Esto es por culpa de los Dioses... veréis... yo sé que...- antes de terminar la frase, se me cayeron los cacharros que tenía en las manos, debido a mi gran torpeza-  ¡Otra vez no! ¿Lo veis? Esto es lo que yo os decía.

 Miré a los demás, poniéndome las manos en la cabeza-  ¡Vamos, vamos!-  intentaba animar a mis compañeros-  Si lo hacemos entre todos será mucho más divertido, ¿no creéis? ¡Hasta podemos cantar canciones!

- Tranquilos, ya me encargo yo de la gallina - el chico se acerca a una de las cajas, la cual contenía pienso, y coge un puñado antes de acercarse a la cocina - Por favor, Harold, la gallina se ha colado ahí dentro. Si no quieres que la gallinácea te revuelva la cocina...

Harold se aparta de un bote. Lo último que quiere es recoger más cosas así que accede sin rechistar. El chico se queda en la entrada de la cocina, pone un poco de pienso en el suelo y se aparta un poco, esperando agazapado. Entonces la gallina se asoma tímidamente y empieza a picotear el pienso ávidamente. Tenía mucha hambre por lo visto. Después alza la vista y ve más pienso en la mano del chico, y se acerca sin dudarlo para comer más, mientras éste la coge con delicadeza. La tiene en su regazo, tranquilita y comiendo pienso de la mano. Entonces el chico mira a Sylvana y le dedica un guiño.

- Estabas en lo cierto, chica

- Deekin preguntarse por qué señor Arthur estar aquí. Deekin creer que irse a gran ciudad humana  - pregunta el kóbold, sin darse cuenta de que los chicos no tenían ni idea de quién es, excepto Didian y Harold

Se giró para responder a Keyleth mientras se limpiaba los restos con la manga de su chaqueta. – Ho… hola señora, le juro que esto no es lo que parece. Peposo se introdujo de forma totalmente voluntaria en mi boca y yo me lo tragué por descuido. Ahora supongo que el pequeñín estará asustado. Tengo que encontrarlo antes de que le pase cualquier cosa.- Elmore miró hacia la puerta entreabierta por la que entraban el griterío del pasillo - ¿Qué está pasando ahí fuera señora Keyleth?-

Keyleth suelta una cordial risotada ante tu excusa, le hizo gracia. Ante la pregunta sobre el alboroto vuelve a ponerse seria.

- La verdad es que me tienen intrigada - aseguró la elfa, incorporándose - Voy a mirar a ver qué ocurre, quédate aquí descansando

recien despierto y algo adolorido ve a todos reunidos en la habitacion -que paso con la gallina?-

-Disculpe señora, prefiero ir con usted.- A Elmore también le intrigaba el jaleo que se estaba montando. Se preguntaba si Karot no habría hecho alguna de las suyas.

Keyleth te dedica una sonrisa mientas asiente con la cabeza.

- Como queráis, mi buen mediano.

Acompañas a Keyleth por los pasillos cuando sentís algunas voces en el comedor. Entráis para ver allí a Harold en la entrada a la cocina, Scarecrow saliendo de una pila de cajas de comida que se había caído, a Didian, Deekin, Sylvana, Redrak, Cornelius, Kromen y Lightfighter ayudando a recoger el estropicio de las cajas y palés de comida, y a un misterioso chico con la gallina en su regazo.