Mientras terminas de ajustar el traje espacial, sientes algo duro bajo tu bota. Bajas la mirada. Ahí, justo al pie del soporte del traje, medio oculta bajo una manta de emergencia, ves el destello metálico de un arma: una pistola de gancho. El tipo de herramienta que sirve para engancharse a estructuras externas durante las reparaciones en gravedad cero… o, en este caso, para lanzar algo —alguien— por la esclusa.

La recoges con manos temblorosas, sintiendo su peso tranquilizador en las palmas. Aún tiene carga. Es funcional. Tus opciones son pocas, pero eso es una ventaja: sabes exactamente lo que tienes que hacer.

Te deslizas hasta la consola de ingeniería, donde el sistema ya está parcialmente preparado. Tus dedos vuelan sobre los controles, activando los últimos protocolos:

1. Presurización parcial del compartimento: suficiente para que el sistema no detecte aún un peligro inmediato.

2. Secuencia de apertura de compuerta lista: solo necesita una confirmación para abrir la puerta externa y dejar que el vacío se trague lo que haya dentro.

3. Controles manuales activos: quieres tener el último botón bajo tu dedo, no automatizarlo.

Una barra de progreso se llena lentamente en la pantalla, junto con el mensaje:

[ SISTEMA DE EXCLUSIÓN DE EMERGENCIA: EN ESPERA DE ACTIVACIÓN ]

Ahora viene lo difícil. El xenomorfo sigue oculto entre los conductos, replegado como una maldita trampa biológica esperando saltar. No se moverá solo… hay que atraerlo.

Tus ojos recorren la sala. Cables sueltos, una caja de herramientas... Necesitas hacer ruido, provocar una reacción.

Quizá podrías lanzar algo metálico cerca de su escondite… o, si quieres arriesgarte, podrías incluso gritar, golpear algo… cualquier cosa para que esa maldita cosa salga y se ponga justo donde la necesitas: frente a la compuerta.

O... también podrías manipular la consola de ingeniería para evacuar gases de los conductos y sacar la bestia de su letargo mientras continúas amarrada a la silla de la consola.

Tu respiración se acelera dentro del casco. Tu mano aprieta con fuerza la pistola de gancho.

Este es el momento.
Todo o nada. ¿Cuál es tu decisión para llamar la atención de la bestia?

Riley lo había conseguido, había encontrado una herramienta genial para ayudarla a poder tirar la criatura por la puerta. Empieza con la manipulación. Mientras que busca la forma de ver que hacer para llamar su atención se fija en su compañero. Su bufido podría ayudar, por lo tanto, amarrada en su silla, empieza a maquinar un plan.

-Lo siento, pero me vas a ayudar. Voy a soltar los gases- le susurra al gato como buscando su aprobación -con esto espero que se asuste y se atonte más y luego tú vas a llamar su atención para que venga por esta ruta, apenas pise en la zona, apretamos este botón- comenta señalando cual -y nos liberamos del problema.-

El dedo de Ripley desciende lentamente sobre la tecla marcada en rojo:

"EVACUAR GASES DE LOS CONDUCTOS".

El sistema responde con un zumbido sordo… y luego, un estruendo metálico resuena en las entrañas de la Narcissus cuando las válvulas internas empiezan a expulsar ráfagas de aire comprimido por las rendijas del sistema de ventilación.

El sonido rompe el silencio como un disparo.
La criatura se estremece. Un espasmo muscular recorre su cuerpo como una onda negra bajo su piel aceitada. Lentamente, se desenrosca de su escondite.

Ripley aprieta los dientes. Sabe que la ha oído.
Sabe que ahora la busca.

El xenomorfo cae al suelo con un movimiento fluido, inhumano. Gira su cabeza, olfateando el ambiente con su lengua retráctil y dentada. Su cola se agita con violencia, marcando el ritmo de la tensión que crece como un puño en el estómago. Sus movimientos, erráticos al principio, se tornan más seguros. Avanza.

Es ahora.

Ripley coge una cantimplora metálica con un movimiento rápido y la lanza con fuerza hacia la compuerta, justo cuando el xenomorfo empieza a caminar. La petaca rebota contra la pared con un ¡clang! ensordecedor y luego cae al suelo metálico con una serie de ¡clac clac clac! que se diseminan por todo el compartimento como campanadas de una cuenta atrás final.

La bestia gira la cabeza de golpe.
Sus mandíbulas se abren.
Empieza a avanzar, rápida, con ese andar de pesadilla que mezcla araña y depredador.
Justo hacia la compuerta.

Ripley apunta. Mano firme. Pulso al límite.
El xenomorfo se detiene frente a la esclusa, confuso, agitado.
Su espalda te queda expuesta. Está en posición... pero... de repente repara en ti

Estas a punto de forzar una apertura de emergencia de la exclusa que permita lanzar al vacío a la bestia… pero algo debe olerse el maldito ser porque se yergue en toda su espléndida magnificencia… y va a por ti!

Ahi va el post sobre el combate.

Cuando empieza el combate, lo primero que se hace es determinar la iniciativa. Para ello, en cada asalto, los intervinientes tiran 1D10 (en el juego en realidad son unas tarjetitas de la caja de inicio que se escogen al azar) para determinar su iniciativa, pero el Alien como es así de chulo tiene 2 turnos por asalto, así que hace 2 tiradas de iniciativa (o coge 2 tarjetitas).

En cada turno, se pueden realizar dos acciones, una rápida u una lenta, que para que te hagas una idea rápidas o lentas son:

Acciones lentas y rápidas

Cuando llegue el momento de actuar en la Ronda, puedes realizar una acción lenta y otra rápida, o dos rápidas. Una acción lenta suele consistir en hacer una tirada de habilidad. Una acción rápida es más breve y no siempre requiere tirar los dados, aunque en ocasiones habrá que hacerlo.  Las acciones se explican con mas detalle en las secciones de Combate a Distancia y Combate Cuerpo a Cuerpo

ACCIONES LENTAS
Acción	Prerrequisito	Habilidad
Arrastrarse	Tumbado	--
Luchar CaC	--	Combate CaC
Disparar arma	Arma	Combate a Distancia
Ráfaga de arma automática	Arma	Combate a Distancia
Lanzar arma	Arma arrojadiza	Combate a Distancia
Recargar	Arma	--
Primeros auxilios	Una víctima malherida o moribunda	Cuidados Médicos
Detener pánico	Personaje en pánico	Mando
Dar órdenes	Un personaje que pueda escucharte	Mando
Persuadir	Un personaje que pueda escucharte	Manipulación
Entrar/Salir de vehículo	Vehículo	--
Arrancar vehículo	Vehículo	--

 

ACCIONES RÁPIDAS
Acción	Prerrequisito	Habilidad
Correr	Ningún enemigo adyacente	--
Moverse a través de una puerta o exclusa	--	--
Levantarse	Tumbado	--
Soltar arma	--	--
Bloquear ataque	Golpeado en Combate CaC	Combate CaC
Empujar	enemigo adyacente	Combate CaC
Ataque a enemigo inmovilizado	Enemigo agarrado	Combate CaC
Retirarse	Enemigo adyacente	Mobilidad
Recargar	Arma a distancia	--
Conducir	Vehículo	Pilotar
Usar objeto	Varias	Varias

 

DESCRIBIR TUS ACCIONES. Cuando llegue el momento de actuar, simplemente escribe en NOTAS cuáles son las dos acciones que van a realizar, describe cómo lo haces y tira los dados para ver si tienes éxito. Algunas acciones le darán a tu oponente la oportunidad de realizar una acción reactiva. Esto se detalla más  en Combate a Distancia y Combate Cuerpo a Cuerpo 

Y otras que no aparezcan en las listas a discreción del DJ (que en Alien se llama Madre... je je je).

Ahora lo que voy a hacer de hecho es tirar las iniciativas, la tuya y las mías, para saber en qué orden actuamos y si empiezo yo te digo lo que hago...ha pasado una cosa y es que el Alien ha sacado dos 1, pero no puede ser porque tienen que ser números del 1 al 10 no repetido, así que al haber sacado tu el 2, la segunda acción del Alien seguro que irá después de ti... en su primera acción el Alien lo que hace es lanzarse hacia ti... ¡lo tienes justo a tu cara!

Ahora si que sería momento de hacer que salga volando antes de que te alcance...

Te explico.

Como dos rápidas podria ser. Disparar el arma que encontre y activar el boton?

Exacto. En un asalto de combate de hecho puedes realizar una acción rápida (que sería abrir por ejemplo la puerta de la esclusa) y una lenta (disparar por ejemplo la pistola de gancho o cualquier otra arma o alguna acción así más lenta). O realmente como dices hacer dos rápidas.

Otro tema en el texto me pones que para la iniciativa se tira 1d10 y tu tiraste 1d6.

y que tiro para las armas.

Asumiría que para disparar el arma sería Agilidad + combate a distancia y para activar el boton igual Intelecto + ComTec 

Vaya, si, fallo mío, pero veo que estás atento jeje. Estaba acabando otra de Star Wars que el sistema es todo dados de 6 y me lié, iniciativa correcto, debería haber tirado 1D10 para emular las tarjetitas de iniciativa del libro que van del 1 al 10, e incluso en las reglas de iniciativa que puse pone que se podría tirar 1D100. A mi me parece más lógico tirar 1D10.

Para abrir la puerta (acción lenta) ya tenías todo preparado, como es solo darle al botón ni hace falta que tires nada. Para disparar el arma, correcto, deberías tirar a Agilidad (Atributo) + Combate a distancia (Habilidad) + dados de estrés.

Ahora hecha a ese hijo de puta de mi nave. 

La tensión se encuentra en el aire. La criatura por fin se ha percatado de la presencia de Riley luego de tirar la cantimplora. Empieza a avanzar. El maullido del gato rompe el silencio sepulcral que se había generado.

-Muere maldito- grito Riley cuando aprieta el botón y la compuerta se abra de golpe, la succión que se crea es muy fuerte y la criatura empieza a resistir. 

Sin embargo, una sonrisa aparece en la cara de Riley que levanta el arma que había cogido y sin más le apunta a la criatura, por su cabeza pasan todos sus compañeros que murieron a manos de él. Lentamente, como disfrutando cada microsegundo, jala el gatillo y el arma se dispara.

La compuerta se abre con un rugido brutal, liberando una avalancha de aire que estalla en los oídos de Ripley como una explosión contenida. Todo a su alrededor es caos y viento: papeles, herramientas, vapor y fragmentos de objetos menores son succionados violentamente hacia la negrura del espacio.

Pero el xenomorfo no.

No aún.

El monstruo, aletargado por el encierro, no reacciona de inmediato... pero cuando el primer embate de la succión lo alcanza, se despierta con un chillido desgarrador. Su cuerpo se tambalea, impulsado hacia la esclusa, pero entonces sus garras se clavan con violencia en el suelo metálico, dejando profundos surcos. Se aferra. Se niega a morir.

Ripley lo ve. Su corazón late con furia. Sabe que si la criatura se lanza ahora, no tendrá una segunda oportunidad.

Y no la espera.

Aprieta el gatillo.

El disparo suena agudo, contenido, como un mecanismo hidráulico liberando su furia. El arpón impacta directamente en el torso de la bestia, desgarrando la piel negra y aceitada. No le hace apenas daño, pero eso no importa: la cuerda se tensa, y el impulso del disparo sumado a la succión del vacío hacen el resto.

¡El xenomorfo sale despedido por la compuerta abierta con un rugido inhumano!

Durante un instante eterno, el cuerpo de la criatura gira fuera de control en la nada estelar, balanceándose... pero no desaparece.

La cuerda del arpón sigue tensa. Tirante.

Ripley sigue mirando.

Y entonces lo ve: la pistola de gancho ha quedado clavada de lleno en el suelo de la Narcissus, justo frente a la esclusa, su gancho incrustado en la rejilla del suelo como si alguien —o algo— la hubiese dejado allí como testigo de la pesadilla.

Fuera, más allá del marco de la compuerta, el xenomorfo cuelga, balanceándose lentamente como una grotesca cometa espacial, atado a la nave por un simple cordón, su cuerpo congelándose por la exposición al vacío, pero aún visible, como un recordatorio de lo cerca que estuvo.

El viento ha cesado. El aire se ha ido.
Pero la puerta sigue abierta.
Y la bestia aún cuelga ahí fuera.

Ripley permanece inmóvil, atada a su asiento, respirando con dificultad dentro del traje presurizado. Sus ojos no se apartan de la silueta que danza lentamente en la oscuridad, más allá de la nave.

No se mueve.
No hay sonido.
Pero la tensión... aún está ahí.

La compuerta sigue abierta. Y el infierno, solo suspendido por una cuerda.

Toda la rabia contenida sale con el disparo del arpón.

Ripley sonríe al ver como la criatura sale disparad y que su plan, dentro de todo funciona bien. Sin embargo, esta se borra de su rostro al ver que el xenomorfo se queda a unos metros de la nave flotando. Entonces lo ve, la pistola está atrapada cerca de la puerta.

-Mierda, mierda- grita casi para ella. -Porque no te quieres morir maldita sea- grita desesperada 

En un arrebato de ira y rabia, apresa el botón para cerrar la puerta, con la esperanza que eso corte el cable y la criatura por fin pueda salir despedida.

La compuerta sigue abierta, Ripley la cierra, pero el infierno sigue suspendido por una cuerda.

Aquél ser bailaba suspendido cual juguete roto ahora, moviendo débilmente sus extremidades, buscando algún asidero para volver a por Ripley, parecía que quería meterse por la abertura de los motores de impulso de la nave...

La puerta se cierra y una pequeña paz se propaga por el cuerpo de Ripley, está se suelta de los arneses de la silla y se acerca a ver si la puerta corto la soga.

Un miedo latente vuelve a latir al ver como el animal colgado buscando como reingresar a la nave y que la puerta no pudo cortar el cable.

Respira un poco y canta para sus adentros su canción. Esta afuera no puede como entrar, piensa mientras sonríe. Sin embargo, la sorpresa la embarga al ver que quiere entrar por los motores.

-No, esta vez no vas a poder- comenta, mientras se arma de valor y corre raudamente hacia la consola. 

Sentada, le tiemblan las manos y el cuerpo no le contesta. No, no no, no voy a morir aquí. Piensa en último segundo y luego de teclear los comandos, enciente los motores, con la esperanza que sea la última defensa contra la criatura. 

Por fin sucede. Ves al monstruo salir disparado hacia el abismo, arrastrado por la violencia del vacío, su silueta grotesca retorciéndose mientras se pierde en la inmensidad del espacio. Un instante después, el fogonazo de los motores auxiliares del Narcissus lo envuelve, consumiéndolo en un destello ardiente. Es imposible que haya sobrevivido a eso... pero ya no te importa. Ya no tienes fuerzas para preocuparte por nada más.

Estás exhausta. Física y emocionalmente destrozada. Tu cuerpo tiembla, tus manos apenas responden, y sientes que podrías romperte en cualquier momento. Una fina línea separa el control del colapso, y estás justo en el borde. Pero no puedes permitirte ceder. Aún no.

Con una respiración temblorosa, luchas por recuperar la compostura. Tienes que hacerlo.
Tienes que sobrevivir.

Das un último vistazo a la cápsula. Te mueves por el compartimento con movimientos lentos, automáticos, revisando los sistemas de soporte vital, comprobando niveles de oxígeno, energía, trayectoria… todo está en orden. Todo funciona.
Al menos por ahora.

Jonesy maúlla, acurrucado cerca de la cápsula de hipersueño.
Tú lo miras, asientes, y te permites el primer suspiro de alivio en horas.

Te deslizas dentro de la cámara, programando el sueño profundo.
Solo queda esperar. Esperar y soñar.
Con suerte, alguien te encontrará.

Y con suerte… lo peor ya ha quedado atrás.

Informe final de la nave comercial Nostromo, tercera oficial al mando, Ellen Ripley. La única superviviente.

La nave y la tripulación fueron destruidas. De algún modo, la criatura consiguió exterminarnos uno a uno. No era solo un depredador; era algo más, algo que no pudimos entender hasta que fue demasiado tarde. Logré expulsarlo al espacio exterior utilizando la esclusa de aire, pero no sin sacrificios. Me encuentro a la deriva en la nave auxiliar, la Narcissus. Todo está en silencio ahora, salvo el eco de las memorias que no me abandonan.

Estoy configurando la nave para entrar en hibernación. Con suerte, las coordenadas me llevarán de vuelta a casa. He establecido un curso hacia el sistema Zeta II Reticuli, aunque las probabilidades de ser encontrada son escasas.

El cansancio me vence, pero no puedo evitar sentir que aún me observa desde las sombras, como un fantasma que nunca se irá. Sin embargo, debo intentar dormir.

Ellen Ripley, última superviviente del Nostromo, finalizando transmisión.

Me encantó. Muchas gracias.  

Perdón que no haya entrado antes. Pero he estado descansando en estas vacaciones. Era justo y necesario. Ahora empezaré a leer un poco. 

¡Ningún problema!