Partida Rol por web

 En las llaves hay un pequeño grabado, en una pone un pequeño número 1, y en la otra un pequeño número 6.

-Ejem, sigo aquí delante, Marcus -advirtió Vincel- ¿acaso estoy prisionero? primero hablaremos en una de las habitaciones, y después, yo me iré a una y vosotros a otra, aunque si lo preferís puedo buscarme otra posada. No voy a pasar a noche como si estuviera en la cárcel, gracias.

¡¡¿¿Pero qué demonios se ha creído este tipo??!! -pensó, realmente alarmado- está claro que soy yo quien no puede confiar en él. Y por sobrados motivos. Vaya, no sólo pretende usarme como cebo, sino que encima quiere retenerme como prisionero. y coge y lo suelta así como si nada. Quizás trinovantes no sea tan grosero, parece más amable de momento...

Intenta coger rapidamente la llave que tiene el numero uno con la mano izquierda, asegurándose de mantenerla bien aferrada en el caso de que la consiga.

 A pesar de que intentas alargar la mano, Marcus tiene ya cogidas las llaves y aparta su mano antes de que puedas cogerla.

Vincel lanzó una mirada de reojo a la posadera, y sonrió socarronamente

Esta debe de estar flipando en colores, será mejr dejar de llamar la atención.

mirando de nuevo a Marcus, dijo:

-Bueno, de cualquier manera lo mejor será hablarlo arriba, ¿no crees, amigo mío?

Vincel hizo un gesto con la mano, indicando caballerosamente a Marcus que podía comenzar a caminar hacia la escalera.

- ¿Vamos? su rostro reflejaba la más perfecta y tranquila pasividad y calma.

El chico asintió condescendientemente, y se dirigió hacia la escalera, no sin antes echar una fugaz mirada por el rabillo del ojo a Trinovantes.

Cuando pasó junto a la entreabierta puerta trasera, por la que se había escapado su encargo, un breve pensamiento cruzó su mente, pero en seguida lo rechazó. Giró un poco más la cabeza, para asegurarse de que Marcus no estaba a punto de atacarle por la espalda, visto lo visto, y cuando vio que seguía detrás él, le dedicó una sonrisa inocentona y continuó caminando tranquilamente, subiendo la escalera hacia las habitaciones. una vez en el pasillo, avanzó hasta la tercera puerta que quedaba a su derecha, y allí se detuvo y se dió la vuelta.

- No hay quien te entienda, Marcus -comentó- insistes en llevar tú ambas llaves, pero me haces ir a mí delante y ahora no puedo abrir.

se hizo a un lado frunciendo el ceño, poniendo cara de preocupación por la extraña lógica de Marcus.

Trinovantes sigue escuchando a Marcus y Vincel y pensando, aunque ahora no piensa en como encontrar a la mujer, sino en las cerbezas que habia pedido y no le habian servido. Siguio a los otros dos a la planta de arriba en silencio y cuando Marcus abrio la puerta, entro el primero mientras decia:

Venga Marcus deja de hacer bromas y entremos para hablar, Vincel vamos.

No creo que fuese una broma.

Vincel siguió a Trinovantes, obediente,ya que sabía que el otro no iba a perderlo de vista ni por un momento.

 La habitación es bastante modesta, pero lujosa para el común de las posadas. Hay dos camas bastante espaciosas, lo suficiente para que incluso Marcus entrara con comodidad en ellas, además de un par de armarios, y una puertecita que da a parar a un pequeño servicio. No es nada del otro mundo, pero parece que hay algún sistema para que los desperdicios caigan a un depósito en la planta baja.

Al lado de cada cama, hay una pequeña mesilla con una vela en cada una, y una ventana, que en este momento permanece abierta.

Vincel se acerca despreocupadamente a la ventana, y observa al exterior con detenimiento.

Trinovantes al ver la ventana abierta desconfia.

No creo que sea lo normal dejar las ventanas abiertas en una posada cuando la abitacion esta sin huespedes, y menos aun siendo de noche.

El guerrero va hacia la ventana y echa un vistazo a la calle, despues cierra la ventana. Mientras hace esto dice:

Vincel mira en uno de los armarios, y Marcus quedate en la puerta, no me parece normal que la ventana este abierta.

Despues de esto saca su hacha del cinto y va hacia el armario que Vincel no ha mirado, y lo abre para ver si hay algien o algo dentro.

Vincel abre el armario que le ha indicado Trinovantes, pensando en lo extraño de la situación, pero sin dejar que eso se refleje en su expresión

 Nada. Absolutamente nada hay dentro del armario, al igual que en el otro. Alguna furtiva polilla trata de huir de su encierro cuando la puerta se abre, pero no hay nada más. Ni un triste pantalón. 

- Tal vez, trinovantes, deberías mirar en el interior del servicio

sugirió mirando de reojo a Marcus, que estaba en la puerta

Trinovantes mira a Vincel de forma reprobatoria mientras se dirige al servicio hacha en mano y diciendole con ironia y el tono mas burlon que pudo

-Gracias Vincel, no se me habia ocurrido.

Cuando llega a la puerta se detiene unos segundos tomando aire, acto seguido, abre la puerta de golpe y entra en el servicio preparado para parar un golpe o para atacar si es necesario.

 Y tampoco hay nada en el servicio. la extraña letrina y un cubo que tiene pinta de ser usado para darse un baño es lo único que hay en ese pequeño compartimento.