Partida Rol por web

Con lo poco que la he abierto, intento mirar a traves de ella a ver si hay suerte y veo algo que me ayude. Tambien intento escuchar por si hay ruidos . Procuro no hacer ruido al abrirla, y si para ello debo utilizar alguna de mis armas y/o escudo procedo, siempre con precaución y sin poner en riesgo mis aperos.

Si puede ser intento hacerlo "discretamente", sin ruido.

En cuanto Roger alcanza a Simplicio, intenta echarle una mano para ver si dos consiguen más que uno, ya que el agua cala y el mal tiempo aprieta y cuanto antes entren bajo techo para poder secarse mejor.

- agradecido compadre, pues la habilidad es mas fuerte que la fuerza, y sus ve mañoso, animo pues: 1..., 2... 3...

auuuup.

La tabla cede ante la fuerza que Simplicio emplea para arrancarla (ayudado por Roger), partiéndose ruidosamente hasta quedar un boquete abierto entre la madera por el que solo una persona muy delgada o pequeña podría pasar... y esa persona es Ruperto. Desde fuera no veis ni oís nada del interior del granero.

- Aventurate zagal alla dentro, con tiento y talento, y grita si viereis algun peligro et mal, que venturoso et lanza en mano, entrare presto.

-Maeses intentad vos, otear por algun bujero por si a de menester ayuda el zagal. Ego dare una vuelta alderedor.

Mientras, Simplicio tapandose la cabeza con el escudo y la lanza en la otra mano, da una vuelta alrededor del granero, oteando el terreno cercano, el lejano y el propio granero, no siendo que viese un lugar propicio,  por el que tuviese que entrar veloz para salvar a Ruperto.

Rápidamente, asiento ante la orden de Simplicio, e intento colarme por el hueco que acaba de abrir. Aunque algo me da a mí que no será tan fácil ni costará tan poco.

Al parecer Ruperto tiene dificultades para entrar por el agujero abierto entre Simplicio y Roger, y Roger decide asistirlo en lo posible para facilitarle la entrada, evitando que la ropa se esguince entre las astillas, estirando de esa tabla que se puede clavar para ganar unos centimetros de paso, en fin, intentando ayudar en lo posible, bien haciendo palanca o lo que se le ocurra, y Roger sin más dilación se pone a ello.

El boquete no puede ensancharse, ya que está practicado en el muro de madera del granero, y la tabla lo tapaba. Ruperto puede introducir la cabeza y un brazo, pero el otro brazo, aun contorsionándose, no acaba de entrar y se le queda aplastado. Si quiere pasar, tendrá que soportar el dolor e impulsarse hacia adentro a la vez que rota para evitar aplastarse el brazo del todo; lo más parecido a un parto de cabeza, piensa Roger, que solo puede ayudar a Ruperto impulsándolo hacia el interior del granero.

Simplicio rodea el granero para inspeccionarlo, y al cabo de unos instantes lo veis aparecer por el otro lado.

Dejas a Ruperto tratando de atravesar el pequeño boquete y a Roger ayudándole, y das una vuelta alrededor del granero para inspeccionarlo. Observas daños en el edificio, como si hubiera sido atacado, y las tablas que están fijadas refuerzan las zonas más desprotegidas y las que han sufrido más daños. No obstante, no encuentras ningún otro agujero como el que Ventura y tú hallasteis al otro lado; solo con un hacha se podrían destruir las tablas y tal vez el muro de madera que protegen. Finalmente das la vuelta y vuelves con tus compañeros.

-¿ Qué tal va el zagal, ha oteado algo de valor para nos?

_ Alderedor solo se puede hacer paso con un hacha. Muestra marcas de lucha et de haber sido recompuesta.

—Me da que no voy a poder entrar por aquí. Es demasiado pequeño incluso para mí. Habrá que buscar otra manera... —comento al grupo cuando intento introducirme por el hueco. Podría pasar, pero nadie me asegura que no acabe con el brazo lleno de astillas, o algo incluso peor. De momento, habrá que buscar otra manera

Aunque, antes de sacar la mitad del cuerpo del hueco; echo un vistazo al interior, por si se viese desde dentro alguna manera más simple de entrar que por un hueco de una pared. No obstante está demasiado oscuro, y no veo nada en el interior.

Cuando salgo del hueco, miro la estructura del edificio. Tras pensarlo unos segundos, digo— Tal vez sería mejor arrancar varias tablas de lo que se supone la puerta, y desde allí entrar mejor que por este hueco. Seguro que entre todos, podremos arrancarlas sin problemas.

- Tal vez sea cosa de usar los cuchillos a modo de apero, para fabrir hueco mayor. Yo no soy ducho en ello, los que lo usen por costumbre que procedan si gustan.

Rodeáis el granero hasta llegar a la puerta, la cual examináis todos bajo la lluvia. Solamente Simplicio se cubre de las frías gotas con su escudo, y aunque está menos empapado que los demás, tirita como todos.

Tras unos instantes de atento examen, no encontráis resquicio alguno. Hay muchas más tablas clavadas en la puerta que en el resto del granero, con unos clavos muy gruesos y resistentes, tanto que cuando Simplicio arrancó el trozo de tabla podrido al otro lado, los clavos que la sujetaba ni se movieron. Solo con un hacha se podría atravesar esta barrera, y aún así llevaría mucho tiempo superar el grosor de la madera de las tablas y de la puerta.

Por tanto, parece que la única posibilidad de entrar está en el boquete que dejó al descubierto la tabla que arrancó Simplicio, aunque ya sabéis que ni siquiera Ruperto puede entrar por ahí.

Desde el lugar donde os encontráis podéis ver ya más cerca el castillo y el pueblo; ambos deben estar a media hora de camino, o menos, pero habría que atravesar las tierras de cultivo que están frente al granero, que son un auténtico barrizal por el que se os haría realmente arduo avanzar.

-Creo que la opcion de caminar 30 minutos más en un barrizal hay que descartarla, o ¿acaso soy yo el unico que tirito?

-Ruperto, amigo mio, si no encontramos mejor solución que entrar vos por ahí - dice señalando el agujero abierto - y si, para pasar por ese agujero, debeis lastimaros, os garantizo que os daré la mejor de las atenciones con el mayor de los cuidados posibles para que os recupereis con la mayor presteza posible y debais sufrir secuela ninguna por eso.- Afirma Roger con total seguridad en si mismo y sus habilidades sanadoras.

No me hace gracia el hecho de que la única salida sea meterme ahí dentro por un agujero que entro a muy duras penas, pero la tormenta no parece cesar, y como siga aquí fuera acabaré cogiendo una pulmonía. Espero que Roger diga la verdad, y si me lastimo sea capaz de curarme.

—A veces pienso que me iba mejor solo. Bueno, me iba mejor, de eso no hay duda. Una pena que tuviese que salir de la ciudad de forma precipitada.

—Está bien, aunque tal vez si voy con cuidado no me haga nada —Concluyo al ver que no parece haber otra salida si no quiero mojarme más—. Lo que si necesitaría es un martillo o algo así, para quitar los clavos desde dentro y que podáis entrar. Sino, me temo que de poco valdrá que entre aquí, aparte de que no me moje.