Partida Rol por web

Aquelarre: El secreto de la inmortalidad

I. Una reunión de conspiradores

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10/02/2018, 15:04
Alonso de Salazar y Frías

Toribio se mostraba desafiante, no menos que el propio Alonso de Salazar, dos pesos pesados de la Suprema Inquisición en aquellas tierras pamplonenses. Tras unos segundos de pausa y tensión, el inquisidor volvió a recordarles lo de los archivos.

En la Iglesia san Nicolás, San Lorenzo, San Cernín... En la Milagrosa o incluso en la capilla de San Fermín siempre se guardan deliberaciones en papel, confesiones de unos y otros. O tal vez gustéis más de frecuentar tabernas -mirando a Fermín y Faustino-, pues el mal nunca descansa y cuando lo hace suelen estar presentes en estos sitios. El día de San Juan, me temo, ocurrirá algo terrible. La brujería, como os digo, parece tener su cénit ese día. Buscad pistas sobre ello donde os digo, o en cualquier otro sitio; e informadme de cuanto encontréis. La brujería es el nuevo mal de este mundo. Estaré por aquí, señores, cuando sepaís algo.

Finalmente se colocó su capucha y desapareció por una de las puertas de aquella sala, al fondo de la misma, la cual apenas se veía. Afuera os esperaba el caballero de Santiago para que saliérais y él pudiera cerrar la entrada con llave.

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10/02/2018, 15:07
Mateo, caballero de Santiago

Como os habrá dicho el señor inquisidor, la Organización está a vuestra disposición. Comunicadme todo cuanto necesitéis para vuestras pesquisas, pero sed discretos. Me alojo en este palacio de momento. Mi nombre es Mateo. Hasta más ver -dijo despidiéndose y cerrando la puerta-.

Vosotros volvísteis a casa.

Notas de juego

En resumen, os pide investigar sobre acto brujeriles en la ciudad y en la comarca. Así, a groso modo. Debéis investigar de manera libre (Alonso os ha dado dos ejemplos, tabernas y archivos de iglesia). Pero podéis intentar buscar donde se os ocurra ;)

Mateo, el caballero será el enlace con el inquisidor en caso de pedirle algo o de darle explicaciones o lo que sea.

Por cierto, podéis volver a vuestras casas a descansar. Podéis comenzar a buscar mañana.

Mis preguntas. Necesito saber un par de cosas:

1. ¿Váis a investigar juntos o alguno quiere hacerlo en solitario?
2. ¿Qué lugares vais a investigar?

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12/02/2018, 20:23
Toribio de Benavente

Finalmente Alonso dio por terminada la conversación sugiriendo una serie de lugares en los que quizá hubiese información que pudiese ser útil en nuestra tarea. El caballero de Santiago informó del lugar en el que se hospedaba y solicitó discreción en nuestras gestiones.

Por mi parte, estaba claro que no iba a volver a poner un pie en una de esas tabernas que tanto aborrecía. Mi lugar estaba en los archivos de las iglesias así como en los del obispado. Esa noche iría a mi casa a dormir y al alba me acercaría a la iglesia más cercana para comenzar con el trabajo. – Mañana al alba, comenzaré a investigar en los archivos de la iglesia de San Nicolás. Si a alguno de vos os place podéis acompañarme. – Dije mirando a los dos acompañantes que estaban a mi lado. Aunque tampoco puse mucho muy énfasis en solicitar su compañía. Tras decir aquello, volví a taparme con la capucha y sin esperar respuesta alguna salí por la puerta en dirección a mi casa.

Notas de juego

Lo dicho. Toribio va a visitar la iglesia de San Nicolás (que es la primera que ha dicho Alonso) porque me he tomado la libertad de decir que es la más cercana a su casa.

En cuanto a ir acompañado... Lo dejo en manos de Faustino y Fermín. :)

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12/02/2018, 23:45
Fermín Ruiz Ezcurra

PNJOTIZADO.

Yo puedo ir con vos, señor -añadió Fermín decidido hablando a Toribio-. Podemos quedar en la puerta del Lebrel, pero no dentro, sino fuera, al alba. Éste empeño es mejor hacerlo pronto, pues antes uno cobrará y antes contentará a la serenísima organización -refiriéndose educadamente a la Inquisición-. Hasta mañana, señores.
 

Notas de juego

Pues dado lo que ha contado Gartner (Fermín), lo PNJOtizaré hasta que se ponga al día. Fermín acompañará a Toribio en su investigación. Según diga Faustino, o le pongo a él en privado o estáis todos juntos.

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15/02/2018, 11:32
Faustino Vargas

PNJOTIZADO.

Faustino asintió también a la propuesta de Fermín. Él no era un investigador nato, y tal vez hubiera de tener la ayuda de los otros dos para dar con aquellos sucesos brujeriles que se les encomendaba descubrir. Al día siguiente se verían en la puerta del Lebrel al amanecer.

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15/02/2018, 11:51
Director

El día amaneció fresco en Pamplona. El cielo aún era rojizo oscuro, pero el día se avecinaba tranquilo y soleado, pues no se veían todavía nubes en lo alto. Cada uno partiendo de vuestros respectivos hogares, llegásteis de uno en una a la taberna del Lebrel. Esperásteis a los compañero en su puerta, y no se veía a nadie en la calle salvo algún tipo dormido en una esquina, algunos gatos lamiendo campando a sus anchas ahora cuando no había trasiego de persona, y a algunos gallos de corral haciendo su mañanera labor.

Tuvo a bien el inquisidor Toribio de acercarse hasta una de las tantas iglesias de la ciudad, la Iglesia de San Nicolás. El religioso edificio había servido centurias atrás como bastión defensivo para los vecinos, y se erigía en la plaza del mismo nombre. Parecía pues una especie de castillo más que una iglesia y aún conservaba gruesos muros y verjas en los arcos de su fachada que daba cuenta del conflicto de antaño.

Una vez allí, os acercásteis a la puerta occidental de la misma, y contemplásteis una vez más la belleza de su cantería y disposición. Fue entonces cuando Fray Toribio tocó a la puerta. ¡¡BOOM!!¡¡BOOM!!¡¡BOOM!! ¿Habría alguien en el interior? La respuesta fue clara. Un tipo con una sotana oscura y que no llegaría a la veintena (al menos eso asemejaba) os abrió la puerta.

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15/02/2018, 11:52
Párroco Antón

¿Señores? -el tipo se sorprendió un poco. No era común aguardar feligreses a tan altas horas de la mañana. Tal vez a los más devotos, pero no a la amanecida-. ¿Puedo ayudarles? -el tipo aguardaba en el umbral, bajo el gran arco de columnas.

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15/02/2018, 21:16
Toribio de Benavente

El alba me encontró en mi celda orando al Altísimo. Ya hacía muchos años que no me despertaba tras el amanecer y hoy no iba a ser diferente. Había mucho trabajo por hacer. Tras terminar mis oraciones y asearme un poco, tomé un frugal desayuno y me encaminé al lugar donde habíamos quedado de encontrarnos para comenzar con la búsqueda de pistas en la iglesia de San Nicolás. Como no podía ser de otro modo convinieron en encontrarnos a la puerta de una taberna. Quizá, incluso, Faustino hubiese dormido allí. No sería de extrañar.

Al menos tuvieron la decencia de llegar a la hora acordada. Pocas cosas había que me gustasen menos que la impuntualidad… Tras unos escuetos saludos pusimos rumbo a la iglesia.

Al llegar, y sin más ceremonia, golpeé con mis nudillos el portón que cerraba la robusta construcción dedicada a San Nicolás. Al momento, nos abrió un joven. Miré extrañado al que debía ser el monaguillo del templo. – Buenos días nos dé el Señor. – Saludé al joven que nos miraba con inquietud. – Soy Toribio de Benavente, inquisidor de la Santa Organización. He de hablar con el parroco, con prontitud, en relación a unos asuntos de extrema importancia. – Expuse con voz grave y autoritaria.

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16/02/2018, 12:01
Párroco Antón

Aquel joven cura dudó unos instantes. Os miró a los tres y luego asintió con una sonrisa en el rostro.

Claro, adelante, su Ilustre, yo soy el párroco de San Nicolás. Mi nombre es Antón Serrán -le espetó al inquisidor-. Pero no vió de igual modo al mercenario y al truhán, que su aspecto no era tan pulcro como el de Toribio. Sobre todo no tuvo a bien que Fermín entrara con aquella gran alabarda entre sus manos (la pistola, que no se le veía, era otra cosa). Si vuestra merced lo quiere, aquí puede guardar esa... arma -dijo el párroco a Fermín señalando un armario alto y vacío. Con cierta duda, que así lo hizo el luchador, pues en la casa de Dios sobran los aceros.

Acto seguido atravesásteis la espectacular sala del templo: los arcos de diferente altura y el conjunto de columnas y ladrillos hacían un espectáculo fabuloso para la vista. Sin duda un lugar prodigio para rezar al Altísimo.

Pues ustedes dirán ¿cual es el motivo de su visita? -os preguntó- mientras paseábais entre los bancos en dirección al ábside de la iglesia

Notas de juego

Toribio, seguimos nosotros dos hasta que tus compis aparezcan.

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16/02/2018, 23:21
Fermín Ruiz Ezcurra

La oferta de Toribio era seguramente el más amable gesto que podía haber esperado de aquél hombre. Sin dudarlo acepté, no sabía si era la mejor o la peor idea acercarse tanto a aquél hombre investido de martillo implacable de la Iglesia, pero no podía rechazar esa proposición de acompañarlo en las pesquisas en los archivos de la Inquisición. Pues de otra forma no me vería seguro husmeando en tan poderosa y sañuda institución.

La noche se hizo corta y bastante antes de la hora convenida me acerqué al Lebrel. Tras los saludos de rigor gocé con el paseo hasta la iglesia de San Nicolás. Aquél jóven nos dejó pasar junto a Toribio pese a su evidente desgana.

Dejé mi alabarda dudando por unos instantes más bien por no saber donde dejarla que por el hecho de tener que desprenderme de ella dentro del templo, pues bien era sabido de la prohibición de mostrar armas en una iglesia.

Sin poder evitarlo mi mirada se alzó para contemplar la fortaleza constructiva del templo.

Pues ustedes dirán ¿cual es el motivo de su visita?

Por supuesto no iba a ser yo quien fuera a decirle al párroco que veníamos a curiosear en los archivos y creo que en este caso tampoco sería nuestro perpicaz compañero quien le hablara al religioso. Mirando a Toribio esperé su respuesta.

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17/02/2018, 00:29
Toribio de Benavente

La sonrisa del joven párroco fue un soplo de aire fresco entre tanta sombra que se cernía sobre Pamplona. Aún había jóvenes con preparación y ganas de llevar los asuntos del Altísimo en estas tierras llenas de herejes.

- No debéis preocuparos por estos que me acompañan. Yo mismo respondo por ellos que han de ser ayuda para los asuntos que aquí nos traen. – Aseguré con una sonrisa al joven Antón. Sonrisa que se esfumó cuando mi mirada encaró a Faustino. Sin duda habría que atar corto a aquel pícaro.

Miré después para asegurarme de que no había nadie más en la iglesia y expuse el motivo de nuestra visita al párroco. – He tenido constancia de una serie de sucesos que podrían ser motivo de estudio por parte de la Santa Inquisición en estas tierras y, en su buen nombre, he decidido comenzar a investigar cualquier asunto que pudiese tener relación con ellos. Necesito buscar en los archivos escritos relacionados con autos de fe, exorcismos, confesiones de conversos o cualquier otra nota escrita relacionada con este tipo de hechos. Espero que no haya inconveniente por vuestra parte querido padre Antón. – Inquirí con una sonrisa tétrica que enseñaba mis amarillentos dientes.

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18/02/2018, 10:28
Párroco Antón

Claro, veamos... -dijo el párroco-. En la sacristía don Ramón, el otro sacerdote caído en desgracia, almacenaba todos los archivos y hojas de nacimiento. Síganme por favor.

Entonces llegásteis hasta la sacristía atravesando el ala principal. Era un lugar igualmente decorado, con vidrieras y bóvedas que hacían un lugar muy apacible. Entonces el joven cura se acercó hasta un armario bajo, extrajo unas llaves de un cajón y abrió el mueble. Allí encontrásteis una pila de libros bastante extensa. Dió unos pasos para atrás para contemplar, estando las puertas del mueble abiertas de par en par, toda la cantidad de legajos: eran bastantes. Aquí tienen. Si me dicen qué están buscando tal vez pueda ayudarles.

Notas de juego

Para buscar haced una tirada con el d100 de Descubrir (si alguien no tiene tal competencia, que lo haga por lo que tenga en PERcepción).

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19/02/2018, 12:44
Toribio de Benavente

El joven párroco nos condujo hasta la sacristía. Allí era donde se guardaban los libros y archivos de esa parroquia. Abrió un mueble y en él aparecieron un montón de libros. Eso era lo que estábamos buscando, en principio.

- No se preocupe, Antón. Nosotros nos encargaremos de buscar lo que sea necesario dentro de estos libros, muchas gracias. – Respondí a la sugerencia que aquel joven nos hacía.

Sin perder más tiempo cogí el primer libro que había y comencé a ojearlo.

- Tiradas (1)
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21/02/2018, 22:17
Párroco Antón

Todas las diligencias que Toribio puso delante de sus ojos no fueron suficientes. Aquellos textos, acusaciones, relatos, desacatos, espiamientos, detenciones y rumorología no apuntaba a ningún sitio en concreto de la ciudad. No obstante, mientras Fermín y Faustino esperaban pacientemente a que el inquisidor encontrara entre el ingente humo de habladurías escristas un ápice de verdad, el párroco giró su cuello un poco, inclinándose, y observó el modus operandi de Toribio.

Busca usted en vano, señor -dijo el joven párroco-. Si mal no tengo entendido, los verdaderos archivos, aquellos donde aún alguien debe desempolvar y tal vez ordenar un poco, no descansan aquí. Según me ha contado lo que busca bien podría encontrarse no muy lejos -decía-. Hay muchas denuncias archivadas en los cuarteles que hacen referencia a un mismo punto: un pueblo perdido las montañas llamado Zugarramurdi. ¿Lo conocen alguno de ustedes? -efectivamente, algo habíais oído de él, pero todo aquello tal vez habladurías de todo tipo-.

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21/02/2018, 22:27
Fermín Ruiz Ezcurra

Toribio buscaba y rebuscaba sin cesar documentos que nos diesen una dirección para encaminar nuestras pesquisas. Con paciencia y en prudente silencio esperaba que encontrase algo pero el tiempo pasaba sin ver ningún atisbo de éxito en la expresión del inquisidor.

El párroco de repente soltó aquella información.

- Sí, he oído hablar de las historias que cuentan sobre Zugarramurdi. Y es bien probable que en los cuarteles se encuentren denuncias ya que los detenidos en ese pueblo habrán pasado por nuestros cuarteles en Pamplona para declarar antes de ser juzgados. Si aquí no logramos encontrar la información, tendríamos que buscar también ahí.

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24/02/2018, 19:09
Faustino Vargas

El pícaro revoloteaba por la iglesia como un gorrión. La iglesia no era su habitad natura y se mostraba incómodo, su lugar natural eran las tabernas y los barrios bajos. Pero a pesar de su incomodidad trato de prestar atención a la conversación y buscar nuevas pistas, mirando por los rincones y a los feligreses. También hecho una ojeada a los legajos.

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24/02/2018, 21:26
Párroco Antón

Puede que así sea señor -añadió el párroco-; ahondar en estas cuestiones la Santa Inquisición tiene el deber. Tiempo ha que se dice que en esos pueblos de las montañas el mal hace más fervientemente su fechorías. Ir con presteza deberían, si andan buscando lo que estén buscando.

Notas de juego

Puede decirse que no encontraréis nada más en aquel lugar (que no es poco lo que os han dicho) acerca de lo que buscáis.

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24/02/2018, 22:40
Toribio de Benavente

Allí era donde me encontraba más cómodo, entre libros y papeles. Aunque no estuviese encontrando aquello que habíamos ido a buscar, mis ojos se posaron sobre un nombre. Olaus Wormius. Entre todos los papeles y libros que allí aparecían encontré un ejemplar, en latín, del Necronomicón. Libro maldito donde los hubiese. Diversas maldades me habían descrito, compañeros de la Orden, que lo habían podido leer (a uno incluso hubo de exorcizarlo pues el diablo se le había metido dentro). Justo cuando iba a abrirlo para ojearlo, y ver si era cierta su nefasta reputación, el joven párroco sugirió que quizá lo que buscásemos se encontraría en otro lugar.

Escuché con interés lo que decía acariciando mi barba y pensando si lo que decía era con sinceridad o, por el contrario, era que me había visto descubrir aquel libre entre sus papeles y quería desviar la atención de él. Por fin me convencí de que era franco en lo que decía y, con la ayuda de las palabras de Fermín, decidí hacerle caso.

- Parecéis buena persona, padre Antón, y entiendo lo que me recomendáis. Errado estaba creyendo que aquí encontraría indicios de lo que buscaba y vos aconsejáis con buen tino. – Le miré fijamente unos instantes y proseguí, - quizá le interesase acompañarnos en nuestro trabajo. – Sugerí al párroco con honestidad.

Notas de juego

Perdonad la licencia del Necronomicón. :)

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25/02/2018, 21:44
Párroco Antón

No tengo de momento tales menesteres por presteza. He de cuidar al rebaño, nuestros feligreses, de esta iglesia. Les agradezco su propuesta, don Toribio, y espero que todo se ande como desee. Ahora he de preparar la misa de la tarde. Si me permiten, les acompañaré al pórtico -y el joven párroco camino delante de vosotros, volviendo al lugar donde Fermín había guardado su lanza por momentos-. Y una vez en la entrada, se despidio amistosamente de vosotros.

Eran aproximadamente las nueve de la mañana, y el cielo era azul en Pamplona, aunque la fresca dejábase notar en vuestra cara.

Notas de juego

Vosotros diréis qué hacéis/dónde vais. Aún queda una semana para la noche más corta del año.

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26/02/2018, 10:11
Faustino Vargas

Creo que puedo buscar información más mundana sobre la dicha villa de Zugarramurdi. Comento el pícaro una vez fuera de la iglesia. Como cualquier buen cristiano de aquella época Faustino sentía respeto y temor por la iglesia, más lo segundo que lo primero, y al salir del recinto sagrado sintió que podía hablar libremente sin cortarse. Pero para ello deberíamos de frecuentar lugares de menos sacro, me refiero a garitos de juego y tabernas de mala muerte.

Notas de juego

Supongo que como buen pícaro Faustino tenga algún conocido en el mundo del hampa que trafique con información.