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Aquelarre: El secreto de la inmortalidad

I. Una reunión de conspiradores

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19/03/2018, 06:22
Fermín Ruiz Ezcurra

No podía hacer más que estar atento a las palabras de unos y otros.
El hecho de estar rodeados de alguaciles no era muy cómodo. Cualquier cosa que dijesen iba a correr como la pólvora encendida por las calles de Pamplona. Por mucha amenaza de la Inquisición que se blandiese. Los chismorreos pasan entre las rejas y prohibiciones y vuelan de tal forma que es muy complicado encontrar el punto de partida.
Así que mantuve mi boca sellada y para nuestro bien esperaba que no se desvelara demasiada información acerca de nuestro cometido.
La idea del guía sonaba interesante. No me opondría.
Seguí con los brazos cruzados, inmóvil y con el gesto serio.

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19/03/2018, 21:44
Hernando de Moralén

Cualquiera de los soldados que hayan viajado con el merino de aquí a allá, si lo necesitan, claro -aclaró el sobrefiel-. ¿Y bien, señor? ¿Algo más que preguntar? -decía ahora mirando al inquisidor, que tal vez fuera quien más peso tenía dentro de vuestro grupo-.  No es que el tipo tuviera prisa, sino que aquella chanza sobre asuntos ajenos a la ciudad comenzaba a resultar algo tediosa y repetitiva.

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21/03/2018, 18:40
Fermín Ruiz Ezcurra

Ante la pregunta del sobrefiel, observo los aquí presentes.
No estoy de acuerdo en que "cualquiera" de estos soldados sirva para nuestro propósito. Los hay gordos, los hay enclenques, alguno de tez demasiado pálida... como para cargar con enfermos estamos. También se les nota a algunos poca voluntad y aún menos valentía, por mucha cara de prepotentes que pongan ahora.
Veo un par o tres candidatos. Me fijo unos instantes en ellos clavando mi mirada en la suya. Ese, ese me parece fuerte, decidido y no tiene cara de zoquete. A ese lo veo capaz.
Me acerco a Toribio y en voz baja le expongo mi elección para que sea él quien tenga la última palabra puesto que aquí es quien más goza de autoridad entre nosotros tres.

- Tiradas (1)

Notas de juego

He hecho tirada de descubrir. No sé si es correcto o debería usar otra habilidad.

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22/03/2018, 17:08
Faustino Vargas

El pícaro miro sin mucho entusiasmo a los soldados. Menudo favor les estaban haciendo. Casi hubiera preferido que les pusieran un cascabel y los lanzaran en mitad de un aquelarre de brujas. Pero en este conclave su voz era la que menos contaba, y contaba mucho menos en un lugar como ese, una casa de justicia. Asique Faustino espero a que “las voces de la ley” dejaran de discutir y fueran a su terreno.  

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22/03/2018, 20:35
Toribio de Benavente

Pasé un tiempo sopesado la idea de llevar un guía mas lo que me molestaba era que aquí tampoco iba a encontrar documentación alguna que nos diese nombres u otros datos para nuestras pesquisas.

Al igual que Fermín eché una ojeada a los alguaciles que se encontraban alrededor nuestro en aquella estancia y, mientras mesaba mi barba en busca de inspiración, el mercenario me señaló a uno de ellos.

Asentí con la cabeza mientras escuchaba las indicaciones de Fermín sobre quien iba a ser nuestro guía. – Está bien. Si no vamos a encontrar nombres aquí mejor será encontrar hombres. – Dicho esto señalé al alguacil que me indicaba Fermín. – Si le place, nos gustaría que fuese él quien nos acompañase en nuestra labor. Espero que sepa bien el camino.

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22/03/2018, 20:57
Hernando de Moralén

Lo siento, pero no hablaba de ninguno de nuestros soldados... -dijo el sobrefiel arqueando una ceja-. No sé que esperan encontrar aquí, ni tal vez a quien, pero no vamos a prescindir de ninguno de estos hombres -el rostro condescendiente del tipo comenzaba a ser algo serio; en realidad no había dicho nada de sus alguaciles-. El guía del que vos hablo vive a la salida de la ciudad; crucen el río Arga y sigan el sendero del norte. Antes de una legua un leñador vive con su hijo en una pequeña cabaña a media altura. Su hijo es un guía y trampero profesional. Es muy joven..., de quince años de edad -aquello os sorprendió, pues era un simple zagal-. Su olfato para las presas muchas leguas a la redonda es digno de ver... Si van a verle háblenle de un servidor, y sabrá ayudarles. Que tengan suerte.

Entonces el tipo se giró, desapareciendo de vuestra vista tras una pequeña reverencia. El resto de soldados se dispersaron y no tuvísteis más remedio que salir del palacio-cuartel con aquella indicación (por si queríais un guía en vuestro viaje).

Notas de juego

Fermín, no he contado la tirada porque Descubrir una cualidad de una persona a simple vista es algo que no considero posible de primeras.

Vosotros diréis: indagar más en la ciudad o partir al norte.

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24/03/2018, 07:54
Faustino Vargas

Faustino se metió las manos en los bolsillos y salió del recinto con paso regular y rápido. Quería estar fuera del cuartel antes de que comenzaran a salirle ampollas. Era obvio que Faustino y la ley no se llevaban bien

Bueno, pues es hora de dadle un capricho al cuerpo, es la hora del almuerzo. Así podre visitar a mi amigo Vittorio Andoni, que aunque le apodan el marino conoce los rumores de la terra firm.

Notas de juego

Si no hay otra opción propongo buscar a mi amigo por las tascas de baja ralea de Pamplona y preguntarle por esa aldea de mal fario.
 

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24/03/2018, 22:50
Toribio de Benavente

La idea de ir a una tasca era superior a mí pero no parecía haber mejor opción. Pasé un rato pensativo intentando descubrir dentro de mi mente el lugar idóneo para encontrar más información que nos sirviese a nuestros intereses.

Al fin me di por perdido y accedí a la ocurrencia de Faustino. - Si no queda más remedio... sea pues. Vamos a ver a esos amigos tuyos. - Dije a Faustino pues no encontraba mejor opción.

- Tiradas (1)
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25/03/2018, 15:27
Fermín Ruiz Ezcurra

El sobrefiel, con la recomendación sobre el guía que nos había prometido, parecía habernos dado gato por liebre y escapado bien escoltado para evitar cualquier tipo de queja o de pero que quisiéramos poner. Pero es bien cierto que el gato caza y la liebre no.
Así que sin querer iniciar un conflicto, acepté su propuesta, igual que Toribio y Faustino.

Un poco de entretenimiento no me vendría mal ante la expectativa que se nos planteaba. Ir en busca de un aquelarre en un pueblucho perdido sin información de ningún tipo y guiados por un chaval se presentaba como una aventura con final poco alagüeño.
Faustino se encargaría de guiarnos en una tarde pisiblemente larga por el ocio pamplonés y yo acepto de buen gusto.
- Vamos Faustino, será difícil que encontremos menos que hasta ahora. Y si nos llevas donde vendan buen vino, mejor que mejor. Que todo pinta que estaremos unos cuantos días a pan y agua por los bosques del norte.

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26/03/2018, 12:57
Director

Vittorio Andoni. Aquel tipo era apodado en los bajos fondos como "el Marino". Se decía de él que había llegado desde la península romana en una pequeña embarcación y cuestión de poco tiempo había tenido que ver ya en los negocios turbios de la ciudad. En realidad era un vulgar pícaro que lograba embaucar a casi cualquiera. Desde hacía tiempo se le veía menos, pero siempre solía rondar los garitos más profundos de Pamplona.

En algún lado entre la iglesia de San Llorente y la Torre del Rey vuestros pasos se encaminaron. Aquella zona era muy conocida por Faustino, y estaba junto a la explanada donde se celebraba el mercado, en la parte oeste de la ciudad. Aquel sitio era lugar de tabernas y un par de posadas, donde los negocios más impensables podían hacerse realidad.

Tras mirar en un par de sitios, entrásteis finalmente en el "Vino d'Arga", una posada cuya entrada se alcanzaba descendiendo tres escalones. El ambiente, nada más entrar allí, era de revuelo y griterío, como ocurría afuera, en esa parte de la ciudad. La población bullía en esa zona, y el garito no era para menos.

Una vez dentro, oísteis rumores de crisis política y social. Cofradías mendicantes trataban, por lo visto, de convertir a los pobres campesinos, anunciando que el Apocalipsis está cercano. Oísteis que algunos parroquianos estaban preocupados, pues parecían haber aumentado los casos de locura ante tal efecto. En un rincón de la taberna vegetaba desde seguramente tiempo inmemorial un viejo borracho. En otras circunstancias, le habrían tirado a la calle hace tiempo, pero algo detiene la mano del posadero y sus parroquianos.

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26/03/2018, 16:23
Faustino Vargas

Faustino se acercó al posadero y pido un par de jarras de vino. No hizo caso de sus compañeros, aquí todos eran mayorcitos para saber qué hacer y que pedir. Si querían seguirle serian bien recibidos, si querían seguir otra línea de investigación en la posada tanto mejor.

Con las dos jarras se acercó al lugar donde estaba el viejo beodo. Buenos días. Dijo posando ambas jarras sobre la mesa. Tiene un momento para una animada charla con un compadre al calor de un buen vino. Hoy el día esta aciago y cubierto de nubes, mejor charlar a cubierto que mojarnos por los páramos, aunque me comentan que en la valle del Baztán hace peor tiempo.  

Notas de juego

El valle del Baztán es donde se sitúa Zugarramurdi. Director corrígeme si esta información la desconoce mi personaje.

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26/03/2018, 17:48
Vittorio Andoni "el Marino"

Faustino se alejó de Fermín y Toribio, tomó dos jarras de vino, y ni harto ni perezoso se tornó hacia donde estaba aquel tipo. El susodicho tenía un trapo asido a la cabeza, y ahora que Faustino lo miraba mejor parecía realmente un mendigo al que poco o nada le faltaba para que lo echaran de allí a patadas. Cuando el pícaro se dirigió a él, levantó con suma dificultad su cabeza. Entonces Faustino se dió cuenta de que era El Marino, el italiano que conocía, y vió su aletargado y fino cuerpo, delgado a la vez que corrompido por, seguramente, alguna enfermedad. No parecía estar en su mejor momento. Habían pasado unos meses desde la última vez que le vió.

El mundo se derrumba -respondió con voz ronca-. Y lo pero es que... no es ninguna nueva... -entonces se quedó mirando las dos jarras de vino-.

Notas de juego

Fermín y Toribio podéis intervenir si queréis (no estáis muy lejos de la acción). El garito está casi a rebosar.

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26/03/2018, 20:11
Toribio de Benavente

El olor que desprendía aquel lugar era apestoso. Olor de inmudicia y vino avinagrado que eran ciertamente desagradables. Pero no había más remedio que aceptarlo ya que nada había encontrado por mis medios. Quizá el Altísimo, en su infinita sabiduría, había decidido que fuese el joven Faustino quien lograse encontrar la información que necesitábamos.

Procuré no acercarme en demasía a ninguno de los pordioseros que allí encontrábanse más por asco que por otra razón y miré atento a la concurrencia.

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Toribio no se acerca más a ese despojo con el que habla Faustino. Dejo una tirada de descubrir por si hubiese algo que captase mi mirada. A parte de lo que se ve a simple vista.

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27/03/2018, 17:44
Faustino Vargas

No es ninguna nueva. Los predicadores del fin del mundo habían existido en todas las épocas y esta época no iba a ser una excepción. Háblame de los nuevos signos, tu que has viajado tanto. Sé que las sociedades paganas crecen como los hongos en esta sociedad…  

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27/03/2018, 22:14
Vittorio Andoni "el Marino"

Faustino sabía que tiempo atrás, desde que conocía al Marino, hablar con él no era ni tan siquiera gratis (que o bien era porque uno le debía dinero y se atrevía a mirarle a los ojos para pagarle, o bien uno pagaba con puñadas, y con un "hasta no más ver"). Al rubio pícaro le sorprendió cómo había cambiado el aspecto de aquel tipo y su situación: ya no estaba rodeado de ese séquito característico, y cualquier diría que hincarle en los higadillos medio palmo de acero no sería ni media noticia en el mentidero de la ciudad. Por su parte, Toribio no lograba agudizar el oído para sonsacar a los presentes más que cualesquier patraña de borracho o comerciante que quisiera hacer dineros.

Era mediodía y el italiano aceptó la jarra que Faustino le daba, mientras hablaba con él.

¿Los signos? ¿qué signos? -se preguntaba con voz pastosa el Marino-. ¡Ah sí! -parecía recordar algo con sumo esfuerzo, y su rostro le hacía un ser más vegetativo aún-. El mundo se sostiene sobre una viga de oro y una viga de brea, sobre la riqueza y sobre la basura, sobre el Bien y sobre el Mal... -aquella sarta de inutilidades hicieron que Faustino torciera el gesto y levantara las cejas-. Y hablando de cosas más mundanas... -se le notaba en su voz su aliento y errores típicos de un ebrio-, se dice que un misterioso grupo de hombres de extraño aspecto está empezando a comerciar con buen oro, vendiéndolo muy por debajo de su valor real. Esto, según parece, ha recientemente provocado una súbita inflación en la comarca.

Los menos pruedentes afirman que sin duda dicho oro debía provenir del mismísimo Infierno. Y que el tal grupo de hombres, ha abandonado súbitamente la ciudad, pero sus pasos conducen hacia las montañas de Aralar. ¿esos son los signos que buscan? -el tipo bebió otro gran trago de vino y cayó redondo hacia atrás, totalmente ebrio y cercano a la inconsciencia...-.

Notas de juego

Toribio, no percibes nada.

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29/03/2018, 17:26
Faustino Vargas

Maldito borracho inconsciente. No había hecho más que complicar las cosas, Zurragamundi no estaba en la sierra de Aralar. ¿Qué habría querido decir? Estaban siguiendo una pista falsa, era una nueva pistas, las dos pistas eran buenas o no tenían más que un puñado de rumores sin fundamente.

Faustino meneo un poco a Andoni con la intención de despertarlo. Venga amigo, no te duermas. Hace unos años menear al viejo hubiese significado una puñalada en el costado. Hoy hace una buena mañana, puede que necesites un paseo para refrescar. ¿Qué hay en esa sierra?

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30/03/2018, 09:28
Director

El tipo apenas ya podía moverse. Era tanta la cantidad de vino en su estómago que no pudo decir nada más, y su cuerpo quedó apoyado entre la mesa y la pared.

Notas de juego

El Marino esta KO.

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30/03/2018, 13:49
Faustino Vargas

El pícaro se levantó asqueado y se acercó a sus amigos. No tenemos nada más que conjeturas y delirios de un borracho. Podemos dejarlo dormir aquí, o llevarlo a dar un pequeño paseo hasta el rio. Dijo a sus amigos mientras inspeccionaba a su alrededor buscando caras conocidas o alguien que hubiera mostrado interés por ello.

- Tiradas (1)
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30/03/2018, 20:39
Director

Sólo lo viste tú, en un momento en que giraste la cabeza. Un tipo con bigote y sombrero de ala te hizo un gesto desde el otro extremo de la taberna, asientiendo mientras tenía su mano y sus dedos tocando finalmente el ala del mismo. Su sonrisa esbozada denotaba que os había estado como vigilando desde hacía... pues ni se sabe. Sin mucho más que decir, y estando abarrotada la taberna, se marchó rápidamente por la puerta... (casi corriendo).

Notas de juego

Sólo tú lo ves.

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30/03/2018, 21:24
Faustino Vargas

Con paso muy vivo pero sin correr se dirigió a la puerta de la posada. No quería armar un tumulto, cosa que pasaría si salía corriendo.

Al pasar junto al inquisidor y a su compañero les indico en susurros. Nos han estado siguiendo. Rápido fuera. Hay que pillarlo.

Una vez fuera y con la mano apoyada en el puño de la daga se dispuso a perseguir al desconocido del bigote y el sombrero.