Partida Rol por web

Arquitectos de Voluntad. Libro-5.I: Residuos del Dolor

Misión 1: La reina Azur

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16/07/2018, 18:14
-Residuos del Dolor-

Nimue y Triela están contigo. Si decides regresar a la ciudad ambos lobos lo harán contigo. Puedes, por el contrario, quedarte en Azur para conocer el destino de los presos que llevaban a la reina.

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16/07/2018, 19:20
Ahradiel Ur'Domine

Ahora que pro fin estaba solo y acompañado solo de mis lobos y la hiena, podía moverme con mucha más libertad, necesitaba saber cual era la situación de los presos, de la reina, urdir una nueva estratagema de ser necesario y apoyar si así lo requerían, lo primero, debía encontrarlos, no fue difícil deducir el camino que debieron tomar para salir del castillo, así que por allí sería un buen lugar para comenzar a buscar, así que lo mejor sería empezar a moverse -Hiena, tu y yo volveremos más tarde, tenemos que ganar algo más de tiempo y de ser posible, si puedes llevarnos hasta el arma que usaron contra Arkania, sería excelente-

- Tiradas (1)
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17/07/2018, 00:48
Ishrad Corlav

Tras oir la explicación de Socar, la cosa empezaba a estar más clara. Realmente Crom quería la cabeza de la reina, y Lythrai tenía razón, yo, con mi título era el menos sospechoso de todos, ya que si reclamaba su cabeza, quien mejor que yo con mi titulo?

Di un paso al frente, a apenas un par de pasos del resto del equipo y desenvainé la espada, serio, sereno, sabiendo perfectamente que debía hacer.

Sí esa es la única manera que tenemos de proteger a la Reina que así sea. Os mataré yo mismo par que podais volver, enviaré a la Reina y luego vosotros -mirando a Lanced y al Celestial- debereis acabar conmigo, como venganza por haberla matado.

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17/07/2018, 08:11
Socar Fonn'Aster

    Me volví nuevamente hacia Ishrad , al parecer no habían caído en la cuenta de un detalle vital para llevar a cabo el plan de Lythrai, la comandante tenía buena intención, pero me daba la sensación de que también lo había pasado por alto.

    -No dudo de vuestra buena intención, Ishrad, pero creo que no me habéis entendido correctamente. El plan del asesinato de la Reina no era de dominio público, hasta donde sabemos solo eran partícipes del mismo Pain, Serge e Ysbila ¿Cómo justificaríais tal acto ante Crom y los suyos si acabáis de enteraros de la trampa ahora mismo sin levantar sospechas? Además debéis de ser consciente que incluso de tener éxito al tomar ese camino, pasaríais a convertiros en un chivo expiatorio perfecto y es posible que fuerais ejecutado de manera definitiva una vez regresaséis a Arokham para evitar suscitar más preguntas.- No se debía de tomar a Crom por un idiota y ejecutar al recluso responsable de la muerte de la Reina parecía la manera perfecta de cerrar el asunto, justificar el regicidio como un acto precipitado de un perro rabioso al que sacrificar de inmediato, seguro que tampoco le costaría crear una historia creíble que alejase las miradas sobre él y su grupo de conspiradores. -A no ser que estés dispuesto a asumir ese riesgo será mejor tomar otro camino si es que nuestros anfitriones deciden seguir con el plan.-

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19/07/2018, 00:58
Ishrad Corlav

Miro a Socar con cara de pocos amigos.

Entonces el plan no sirve para nada y estamos aquí perdiendo el tiempo en vez de retirarnos, ya que nuestra teórica misión ya ha sido completada, que era devolver la ciudad a su reina.

O nos arriesgamos, o no hay más que hacer.

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20/07/2018, 03:23
Grook

- Ah, pero no es un riesgo que sea necesario correr, incluso si llevamos a la reina con nosotros - dijo al fin, dando un paso al frente. - Me explicaré. Socar tiene sin duda toda la razón, no creo que nunca haya habido ninguna recompensa por asesinar a su majestad, más allá de una definitiva ejecución. Pero no podrían ejecutarnos a ninguno, si no es ninguno de nosotros quien "acaba con ella".

Desvió la mirada hacia sus opciones. En primer lugar a Azacel, al que le requería un enorme esfuerzo no mirar embelesado cuando recordaba la escena que había presenciado hacía unos minutos. Ver un ser divino perder su luz ante sus propios ojos... sin duda la misión no había sido una completa pérdida de tiempo sólo por ese hecho. La visión de un padre rajando la garganta de su hija después de haber sacrificado su divinidad para salvarla, prometía ser casi tan deliciosa. Pero no era momento de soñar sino de ser realista, eso no iba a pasar. Finalmente posó la mirada en la única opción viable, Lanced Fonn'Aster, antes de ponerse a pasear por la habitación mientras hablaba.

- Propongo que sigamos actuando como los preciosos títeres que creen que somos, haciendo todo lo posible para salvar a la reina. Que en esta situación incluye salir ahí fuera y acabar con los que quieren matarla. Yo me dirigiré hacia Crom y le haré saber que aunque vosotros lo ignoráis, el trabajo está hecho y no por nuestra mano. Este anillo - alzó la mano, mostrándoselo a Azacel y Lanced - que me fue entregado para esta misión, me permite doblegar la voluntad de alguien y hacerle cumplir mis órdenes. Engañaré a Crom y le haré creer que me he servido de él para ordenar a Lanced que acabase con la reina en cuanto nosotros saliéramos de la habitación. Que puede contar conmigo cuando necesite que alguien le haga el trabajo sucio.

Finalmente se detuvo y miró fijamente a Azacel y Lanced, los que ahora tenían el destino de la reina, y por tanto de la misión, en sus manos. La general había sido impetuosa en sus argumentos, y no estaba seguro de que eso fuera a ser suficiente en esta ocasión. Necesitaban comprender. Suspiró.

- Seamos francos, caballeros... Si la reina se queda aquí, la matarán. Es un hecho. Nosotros somos los únicos que podemos sacarla de aquí, y sólo hay un lugar a donde tenemos posibilidad de llevarla. No es un buen lugar, por supuesto que no, pero es el único. Allí tenemos recursos y podremos hacer cuanto esté en nuestra mano para mantenerla a salvo, pero no podremos protegerla si nos utilizan como chivo expiatorio y nos ejecutan. Con esta vía, además ganáis un espía en las filas enemigas, cuya información podría daros una oportunidad de hacérselo pagar a los verdaderos responsables y acabar con la amenaza. La única forma de que ella pueda estar definitivamente a salvo.

- Tiradas (1)
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22/07/2018, 08:23
-Residuos del Dolor-

-Mis señores. Somos testigos de una tragedia, y en mis manos está impedir otra. La princesa ha muerto, pero aún es posible que salvemos a la reina. Si alguien tiene algún objeto mágico o poción capaz de cerrar heridas, les ruego que me lo preste, le hará un gran servicio a su ciudad. Crimwell -dijo mirándole- lamento tu pérdida. Cuida de estos señores mientras no estoy.

Las miradas tras tus palabras no fueron lo que esperabas. -¿Objetos mágicos para salvar a la reina?- Fue un noble quien dio un paso al frente y aclaró el tema.

-El reinado de Azur ha terminado hoy. Caballeros, debemos velar por el bien de la ciudad. La hija de Azur ha muerto. ¿Creéis que la reina se recuperará de este ataque? ¡De la muerte de su hija!- niega con la cabeza -Y si lo hace, ¿qué rumbo creéis que tomará? Yo os lo diré. ¡La venganza!- Alzó le puño y muchos se contagiaron de sus pensamientos. La mirada del noble cruzó la habitación encontrándose con la de Crinwell -El reino de Azur termina hoy- Crinwell asiente.

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22/07/2018, 08:27
Eddar Crinwell

Dejo a la difunta en el suelo -Les daremos una buena sepultura- aseguré con voz firme antes de girar con mis armas desenvainadas en busca del nuevo objetivo de los nobles. Aquellos quienes, de hoy en adelante, gobernarán la ciudad.

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22/07/2018, 08:29
-Residuos del Dolor-

Las lealtades de Crinwell quedaron descubiertas para ti. Siembre había un soldado ejecutor del bando contrario a la corona infiltrado en las filas de los cercanos a la reina. En este caso, el sicario era Eddard quien hubo interpretado su papel a la perfección.

Pero había cometido un error. Había elegido el camino más largo hasta la reina.

Fue entonces cuando saltaste por la ventana pues, las miradas allí ya no eran amigas sino hostiles. Debías avisar a tus compañeros y así, tus músculos te impulsaron hacia aquel taller santuario descubriendo en tu camino que los Sacahrrossar habían huído y el ejército de Arkhania desaparecido. No quedaba rastro de nadie salvo los lugareños que temerosos tomaban las calles siendo asistidos por la guardia.

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22/07/2018, 08:33
-Residuos del Dolor-

La puerta del taller se abre con violencia atrayendo todas las miradas antes de volver a cerrarse. Jadeante y sudoroso, Hazir se reúne con sus compañeros accediendo al taller. No le resulta difícil encontrar la estancia en la que están reunidos (discutiendo hasta hace pocos segundos). El ambiente es tenso, en actitud de debate. -¿Estarían decidiendo qué hacer con la reina?- La monarca seguía allí, sobre la improvisada camilla apoyada en los muebles cercanos, inconsciente. Lanced y el exángel tenían el rostro contraído en una expresión resignada y disgustada.

Yzlin estaba a la entrada, apoyada contra la pared con un fuerte golpe en la sién, pero viva y, obviando el chichón y el mareo, ilesa. Lythrai, Socar, Ishrad y Grook se encontraban muy cerca del resto, participando activamente en la toma de decisiones. Quizá convenciendo a los fieles de Azur de que cierto plan revestido de locura es el más sensato.

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29/07/2018, 10:34
Lanced Fonn'Aster

Jamás vi a un kobold tan elocuente, ni jamás imaginé que estaría dispuesto a aceptar sus premisas. -Sí, os creo. Es marca la enviará a vuestra prisión cuando muera. A mi manera de ver, es un seguro de vida.- Me rasco la barbilla -Y queréis matarla ahora porque, de lo contrario, no sabríais cuándo volverán a atentar contra ella, si es que llegan a hacerlo.- Doy un paso hacia ella cuando la puerta se abre. Pese a saber de la existencia del encantamiento que protege a los ocupantes de esta estancia, mi corazón da un brinco. Hazir ha regresado, miro a través de él por encima de su hombro -¿Y la heredera?¿Y Crinwel?- pregunto el vilo analizando la expresión de su rostro.

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29/07/2018, 10:41
La Hiena

Fruncí el ceño al escuchar las palabras de Ahradiel -aún no lo sabe-. Agacho la mirada pensando las palabras a usar: -El arma... ya está en Arkhania.- Señalo la fortaleza -El enfrentamiento de los ocultistas, los unos contra los otros, siendo torturados por sus hermanos. Esa fue la señal, han cumplido su plan-

Me pongo algo nervioso con el cambio pues, los habitantes de la ciudad me recordarán como al líder de la banda que ayudó a sus captores.

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29/07/2018, 10:45
-Residuos del Dolor-

Al analizar la situación de las calles, descubres que de los ocultistas fanáticos sólo quedan los cadáveres que perecieron. El resto ha desaparecido. El ejército de Arkhania se retira. Poco a poco los habitantes de la ciudad salen de sus hogares, aún visiblemente asustados. Los soldados del reino Azur salen en tropel tras ser liberados por sus captores. Poco a poco el júbilo por la supervivencia de la ciudad tras este duro golpe contagia a sus habitantes.

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29/07/2018, 18:11
Ahradiel Ur'Domine
Sólo para el director

Entonces el trabajo estaba hecho, no había nada más que hacer aquí, habíamos logrado cumplir con todos los objetivos y nuestro plan marchaba viento en popa, si los presos conseguían mantener la mascarada como se había propuesto inicialmente, pronto me reuniría con ellos y podríamos formar una coalición más sólida, ahora entonces era tiempo de volver, no sin antes tomar un recuerdo de la batalla, uno de los símbolos de los cultistas arrancado de un cadáver, una vez terminado ese pequeño menester, tomé a la hiena y a mis lobos y activé el amuleto para poder llegar de vuelta a Arkania

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31/07/2018, 00:21
Hazir Al-Tamsa
Sólo para el director

Hazir llevaba demasiado tiempo lejos de la corte, y, de todas formas, aquella no era su corte. 

Había olvidado cosas. Su memoria había endulzado los recuerdos, como siempre hace, y había suavizado todo lo que había visto en su momento. Había subestimado lo avariciosos, lo ávidos de poder que pueden estar los nobles, lo lánguida que puede volverse su mente. Lo vagos, conjuradores y odiosos que pueden volverse, en sus lechos de plumas y su vino especiado. 

Hazir se sorprendió sinceramente cuando todos los nobles rechazaron de plano su oferta. Sí, esperaba algo de reticencia, pero también había esperado que alguno aceptara, ya que ayudarle le colocaría en una posición de privilegio ante la reina, su salvador. Luego, en la nueva Azur, con la reina restaurada, aquel noble que le ayudara tendría mucho más poder que antes, y podría influir en la reina mucho más que los demás. 

El reinado de Azur termina hoy. 

Si la reina hubiera muerto, Hazir se hubiera esperado aquellas palabras, pero con ella aún viva, constituían alta traición. Le sorprendió comprobar cuánto le enfurecían aquellas palabras, aquel acto despreciable. Traición a su gobernante, a quien habían jurado lealtad. El deseo de llevar la mano a su arma y ponerse a partir cuerpos fofos de nobles traidores fue tan fuera que casi, casi lo hizo. Incluso comenzó a mover la mano, pero se lo pensó mejor. Aquello le habría puesto en una situación muy difícil, aunque habría resultado todo un placer, uno realmente apetecible. 

Y ante todos, Crimwell. Aquel hombrecillo estúpido no le había caído bien desde el principio, y ahora se revelaban sus verdaderas lealtades. Él era el peor de los traidores que había en esa sala, un asesino y un cambiacapas. Lo había sido desde el principio, y solo un error le había impedido llegar hasta la reina. Señor de las Arenas, lo mismo era él el asesino de la princesa. Hazir necesitó de toda su fuerza de voluntad para no lanzarse contra él y decapitarle como se merecía, empleando el gran alfanjón, un arma de ejecutor real, de la misma forma que se hacía con los traidores en su patria. Su padre lo habría ordenado sin dudar ni un instante. 

Se prometió a si mismo que algún día, dentro de un año o de diez, volvería allí. Mataría a todos y cada uno de aquellos nobles traidores y al tal Crimwell. Una promesa absurda, pero algo dentro de él que no recordaba tener aún se había despertado con aquello, y de pronto toda su parte noble había rugido de ira. 

Saltó por la ventana, agarrándose a la cuerda, no para protegerse de ellos, sino para protegerles a ellos de él. Sentía que si pasaba un segundo más allí, no podría controlarse. 

Corrió a toda velocidad hasta abrir las puertas del santuario taller con estrépito. 

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31/07/2018, 01:06
Hazir Al-Tamsa

Las puertas se abrieron con estrépito, como si las abrieran con un ariete, y Hazir entró a la carrera, patinando sobre el suelo al detenerse. Inmediatamente, volvió a cerrar las puertas tras de sí, asegurándose de que quedaban bien encajadas, y recorrió con la mirada la sala, buscando algo frenéticamente. En sus ojos había preocupación, ira, urgencia. 

Finalmente, su mirada se detuvo en Yzlin, y la examinó de arriba abajo. Con dos zancadas estuvo junto a ella, y cogió con delicadeza pero con decisión su barbilla, girándola para observar la lesión. Finalmente, soltó un suspiro. 

-Gracias a Zoser -dijo, soltándola- temía encontrarte con el cráneo atravesado. 

Una flecha de salva. Solo los elfos empleaban aquellas flechas extrañas, que incapacitaban sin matar, un arma un tanto absurda e inútil existiendo tantas alternativas, desde la humilde porra de madera hasta los atrapahombres de su patria. Pero los elfos siempre habían sido así de extraños, de lejanos de todo. Era como si no quisieran mezclarse en nada, todo lo hacían desde lejos, a distancia. Como si el mundo pudiera ensuciarles. 

Hazir, más calmado, sin duda aliviado por ver a todos sus compañeros bien, se volvió hacia el grupo. El suelo bajo él se teñía poco a poco de rojo, por algunas gotas que salían aún de sus heridas. Para cualquiera resultaba obvio que no estaba bien: el conjuro de la mercenaria se había desvanecido, y sus heridas le cruzaban el pecho, crueles y largas como garfios rojos. Su cota de malla tenía algunos anillos rotos y sueltos, y sus lesiones eran sin duda de armas enormes de filo, como hachas o espadones, tajos hechos con intención de matar, de destrozar. Parecía que se hubiera peleado con una bandada de caniesfinges.

Ante la pregunta del Fonn'Aster, la ira volvió a sus ojos, pero no con él, sino como recordando algún suceso reciente. 

Hizo una pequeña reverencia ante la reina, mientras las gotas carmesí caían lentamente manchando el suelo. 

-Majestad-habló con tono grave, sin rastro de dolor por su estado, sino con pesar-Lo lamento, pero no traigo más que malas noticias para vos. Recorrí los salones del palacio con Crinwell, y nos separamos. Él fue a por la princesa, yo a rescatar a los guardias y a los nobles. 

Les encontré y les rescaté, pero han resultado ser una malsana banda de traidores, de haraganes recreados en su posición, en sus privilegios. En sus caras se leía la ambición, la codicia. No había ni una pizca de lealtad entre ellos, ni la más breve y fugaz. 

Crinwell volvió al poco tiempo, pero me entristece enormemente decir que trajo a la princesa fallecida. Lamento su pérdida, majestad. 

Tras ese desafortunado incidente, pedí a los nobles ayuda, objetos de curación, apoyo. Pero se negaron en redondo. Cometieron alta traición -Hazir apretó los puños, su ira no era fingida. Aún había en él lo suficiente de noble como para que su ira despertase ante un acto así-Dijeron que tu reinado acababa hoy. Que no podrías superar esto. Te han destronado, a todos los efectos. 

Crinwell siempre estuvo contra ti, majestad. Se ha revelado como lo que es: un traidor infiltrado en tus filas. Ni siquiera estoy seguro de que no fuese él quien mató a la princesa. Sin duda tenía intención de mataros, pero cometió el error de ir por el camino largo a por vos. Tuve que salir de allí cuando vi por la ventana que el elfo os atacaba, temía por vuestras vidas.

Estáis sola, majestad. Ya no podéis quedaros aquí. Si os ven aparecer, seréis un obstáculo en sus planes, y no dudarán en asesinaros y decir que os suicidasteis por el dolor. Ya lo he visto antes. 

Se acercó un paso, la ira ardiendo en sus ojos. 

-Algún día volveréis, majestad. Algún día retomaréis la ciudad, y las cabezas de esos perros traidores rodearán la ciudad clavadas en picas. Ese día Azur renacerá. Pero hoy no. Hoy debéis iros, hacer que se olviden de vos. Y planear vuestra vuelta. Vuestra venganza y vuestra justicia sobre Azur. 

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02/08/2018, 03:01
Grook

En cuanto escuchó la puerta de abrirse y vio a Hazir irrumpir en la estancia, tuvo que hacer un enorme esfuerzo por no torcer el gesto. Había sido convincente, y a pesar de lo ambiciosa de su proposición, parecía que sus anfitriones estaban a punto de ceder. Una distracción precisamente en aquel momento, sobre todo si eran malas noticias, podía dar al traste con todo. Y debían ser malas noticias, pues el quisashi venía solo.

Conforme su compañero informaba sobre la situación, confirmando sus sospechas, no pudo evitar sentirse cada vez más desconcertado al oírlo genuinamente afligido por la situación. Quizá no lo estuviera en absoluto y simplemente lo había subestimado, después de todo había sido un noble en su tierra, y adular a posibles aliados era algo básico en la corte. Pero desde luego, Hazir no se le antojaba como un adulador.

Entrecerró ligeramente los ojos al pensar que precisamente el hecho de que el quisashi había sido un noble era la explicación, aunque por motivos muy diferentes. Motivos relacionados con la cuestión de cómo acababa un noble en Arkham. Sí... quizá en el pasado Hazir también había sido traicionado por aquellos que consideraba sus aliados, y a menudo en la corte eso implicaba familia. O quizá no. En cualquier caso era irrelevante, al menos en ese momento.

Por su parte, a él no podía importarle menos el destino que había sufrido la princesa, y si el destino de la reina sí que le importaba, era sólo debido a la posibilidad que le brindaba el plan que había propuesto. Una reina derrocada desde luego no tenía el mismo atractivo como aliada, y en Arkham sería una constante y potencial sentencia de muerte para todos ellos. Si en algún momento fuera descubierta, todo habría acabado. Quizá sí que mereciera la pena matarla realmente y evitar el riesgo, pero eso era algo que debía valorar con más tiempo y no ahí, en mitad de la misión, precipitadamente.

Fuera como fuera, por poco que a él le importase lo ocurrido con la princesa, Lanced había sido guardián de su familia y Azacel era su abuelo. No era momento de mostrarse insensible.

- Lamento vuestra pérdida... - dijo con solemnidad a sus anfitriones, antes de retirarse y darles unos momentos para lidiar con la noticia. Se dirigió a paso lento hacia Hazir, mientras cogía uno de los dos frascos de poción curativa que aún había en su cinto.

- Buen trabajo - murmuró mientras, frasco en mano, lo aplastaba con fuerza contra el hombro del quisashi; siendo consciente de que en sus estándares de "con fuerza", Hazir lo percibiría como una palmada de apoyo. Se inclinó sobre él para darle la versión resumida de lo que pretendía. - Les he propuesto que sea Lanced quien cargue la culpa de la "muerte" de la reina. Si alguno de nosotros admite haberlo hecho, tendrá suerte si se limita a ser definitivamente ejecutado; y al fin y al cabo no podremos mantenerla a salvo si nos ejecutan. Y también... planeo infiltrarme en las filas de Crom Dorval, haciéndole creer que utilicé mi anillo para ordenar a Lanced que acabase con ella.

Con paso lento, dubitativo, como pidiendo permiso, se acercó de nuevo a sus anfitriones. En contraste con su actitud física, en su mente todo estaba claro. A pesar de que las noticias que traía Hazir no habían sido buenas, el sentimiento de urgencia y la certeza de que la reina no estaría a salvo si se quedaba en la ciudad, se habían intensificado. Accederían, estaba seguro. Sólo quedaba dar el golpe de gracia.

- Lanced... Si seguimos adelante con el plan, se te abre una buena posibilidad. Será duro, lo sé. Pero si revelas haber acabado con la reina deseoso de pertenecer al "bando ganador", es muy posible que puedas mantener o incluso mejorar tu posición aquí. Y estar en una situación inmejorable para ser tú quien los apuñale por la espalda el día en que su majestad vuelva. Suena... apropiado. Justo.

- Tiradas (1)
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05/08/2018, 07:35
Lanced Fonn'Aster

Sintió el hundimiento de la reina, la espiral de dolor que vence para luego surgir en llanto, ira y odio. Sintió el estremecimiento de Azacel, el temblor. Sintió su corazón roto y el aflorar de su verdadera naturaleza pues, después de todo, es un rakshasa. Fue entonces, recordando la maldad de su pueblo, supo lo que tenía que hacer, lo que había que hacer y sus ojos recobraron la mirada de antaño, cuando era miembro de pleno derecho de los Fonn'Aster.

-Una tragedia.- Hablaba, pero no podía evitar la tensión de sus músculos caninos que mostraban los colmillos dando ferocidad a su aspecto. -Yo crié a esa niña. Mi reina, mi señor. Sé lo que hay que hacer. Dadme le consentimiento.- Fue ahí cuando volví a valorar la entereza de la reina Azur y también, que tarde o temprano recuperaría el reino. La reina se giró hacia mí con lágrimas no contenidas surcándole el rostro congestionado por el dolor de la pérdida y el odio hacia este mundo cruel. Hay dos tipos de reacciones ante las tragedias: la tristeza que te hunde, o la ira que te alza.

La reina asintió.

Azacel asintió.

-La princesa será llevada al templo donde irás a llorar su pérdida, mi reina. En ese momento de vulnerabilidad será cuando asesten el golpe definitivo. Deberá ser público y sin lugar a dudas, pero antes de que ocurra has de sembrar el miedo en la semilla de los corazones de quienes escuchan. Lanzarles la advertencia.-

-Azacel. A ti no te conocen. Investiga la muerte de la princesa. Usa todos tus recursos.-

-Yo debo desaparecer. A mí me conocen y conocen mi fidelidad. Si me quedo sólo me espera la muerte. Pero tengo a dónde ir. Aún me quedan amigos en otras tierras. Empezaré por Quisan- miro a Lythrai -familia.-

-Este plan se sustentan en vuestra palabra. Como habéis dicho, esa marca la llevará a vuestra prisión cuando muera. Aún tengo aliados aquí. Uno de ellos te disparará desde la ventana oeste del templo. Será rápido.

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05/08/2018, 07:57
Irvina Solari, La Reina Azur

-No- tajante y firme su voz pareció acallar incluso los ruidos de fuera. -El libro- La reina miró a Lanzed que de pronto se erizó. -Daré mi vida, ella vivirá y la llevaréis con vosotros. No importa si es reina, sólo importa que viva.- Tanto Azacel como Lanzed quisieron objetar pero supieron que no habría forma de convencerla de lo contrario. Aún hablaba con debilidad y la voz le temblaba por la congoja. Pero la luz de la esperanza brilló en sus ojos.

-Será mi hija quien irá a la prisión- dijo dirigiéndose ahora a los presos -El cómo se hará no os importa a ninguno de vosotros.- Añadió con contundencia -Pero una vez en la prisión sé quién os podrá a ayudar a protegerla. No os equivoquéis, no es mi aliado ni confío en él. Conozco su naturaleza, su afán por aprovechar las oportunidades. Esa persona responde al apodo de Comadreja y tiene influencia suficiente como para lograr sus fines. Sólo hay una condición. Mi hija deberá pasar el menor tiempo posible encerrada. Deberá ser libre y disfrutar de su vida como yo he hecho con la mía.-

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05/08/2018, 08:02
Azacel

-No- susurró -No podéis pedirme que haga...- su mirada impidió que terminara las palabras. Asentí. Cumpliré su voluntad pese a todo el dolor de mi alma.

En este día aciago, lo pierdo todo.