Partida Rol por web

Arquitectos de Voluntad. Libro-5.I: Residuos del Dolor

Misión 1: La reina Azur

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08/06/2018, 18:05
Lanced Fonn'Aster

-Eddard, ¡La reina!- intento sacarlo de la espiral de violencia aunque mi mirada se centra en Lythrai, sin pasar por alto el hecho de que esa mole de hierro la ha llamado comandante -Ve al arcanium y trae la vara de tejo. ¡Rápido!¡Ya!- Aguanto la mirada de ira que me lanza mientras sale de la habitación por el pasadizo.

-Ayudadme a incorporarla- mientras los presentes lo hacen, extraigo un frasco diminuto oculto en un colgante. Lanzo sobre él un conjuro de aceleración y lo vierto por la boca entreabierta...

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08/06/2018, 18:11
-Residuos del Dolor-

...los ojos de Lanced demuestran sabiduría, miedo y una gran ternura. Sus gestos son medidos con mucho cuidado. Vierte el contenido del frasco por el cuello de la reina mientras el castillo tiembla.

Tras tragar la poción la reina exhala. Pese a su mal estado aún vive. Lanced asiente con esperanza y susurra -No hay otra opción- mientras busca entre los girones de su piel hasta encontrar un pequeño silbato de plata. -Soplad mi reina, debéis llamarlo- la reina, que apenas puede entender nada que no sea el dolor que siente por la piel quemada, se encuentra en un estado de semiinconsciencia. Lanced, al no tener opción, pone el silbato en sus labios -Sujetadlo- ordena, la rodea con los brazos y presiona en el abdomen. La reina exhala y el silbato suena.

Al momento la estancia se llena de una luz blanca cegadora proveniente del silbato. Una voz contundente, enérgica y atrayente exclama -Al llamarme me habéis condenado...- Una bella criatura de apariencia humana, muy alta, con largas alas emplumadas y un cuerpo sumamente ágil y flexible, que brilla con un poder interior que hace que sea difícil mirarla directamente se materializa ante la reina y Lanced, que aún la abraza. Una mirada le basta para entender qué ocurre. -¡Irvina!- 

Sin pensarlo, el ángel arrebata el cuerpo de la reina de Lanced. Usa las alas para envolverla y ambos brillan. Lanced se aparta y aparta la mirada. La luz, muy potente, se filtra por las paredes, las grietas... haces de luz salen del castillo en todas direcciones deteniendo incluso el ataque del exterior.

Segundos después, las alas del ángel se marchitan y van cayendo, como los pétalos de una flor tras la primavera. El cuerpo deja de brillar. Por el contrario, la reina ha recuperado el buen color del rostro, incluso su habitual melena cobriza. Irvina entreabre los ojos, aún débil, -Padre- susurra al ver el rostro del ángel que ha quebrantado las reglas ante los ojos del dios al que sirve. Ella cae inconsciente. Él sonríe y la devuelve a Lanced antes de fallarle las piernas. Lanced lo mira sorprendido, -Gracias por haberme llamado- añade con sinceridad antes de mirarse las manos, pálidas y sin brillo. Se incorpora e inspira como si lo hiciera por vez primera. Mira alrededor no conociendo a nadie.

 

Notas de juego

La luz os restablece, os cura 2d8 +12 pg

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08/06/2018, 18:57
Thyrrick

Me levanto completamente nuevo y crujo el cuello -Aunque no lo parezca, vinimos a salvarla pero...- miro a Lythrai e Yzlin frunciendo el ceño -...no estoy seguro de lo que ha pasado-

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08/06/2018, 18:59
Eddar Crinwell

-Aquí está- digo llegando tan rápido como he podido. Me acerco a la reina observándola con asombro antes de que Lanced me quite la rama de la mano. Rápidamente cojo de su armario ropa limpia (aunque huele a humo) y la cubro. -Ahí afuera unos se matan contra otros- añado con tensión y gestos bruscos hacia "nuestros salvadores".

-No me gusta deberles nada-.

-¡Mi hija!- Se escucha decir a la reina. -La encerraron en su cuarto- añado mirando a los presentes -Debemos sacar a la reina y a la princesa del castillo antes de que esos descerebrados tiren la puerta-

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08/06/2018, 19:12
Hazir Al-Tamsa
Sólo para el director
- Tiradas (1)
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08/06/2018, 19:15
-Residuos del Dolor-

Notas de juego

La reina vive y un nuevo ser entra en escena, su padre. Pero nuevamente dos (o tres) caminos se abren ante vosotros.

Un grupo encabezado por Lanced y guiado por el enano escoltará a la reina hasta un lugar seguro.

Otro grupo irá a por la princesa

(¿recordáis? Un tercer grupo podría subir a lo más alto para quitar el estandarte Scahrrossar y detener el ataque de Arkhania desde el exterior) 

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11/06/2018, 16:48
Yzlin

De todas las razas, ninguna es más difícil de entender, o más desconcertante, que la humana. De los dos nobles que liberaron, el humano miraba con ojos cargados de orgullo. Tanto así que el felino lo despachó con eficacia. De ahí, me aparté y me limité a observar intercambiando de cuando en cuando miradas con mis compañeros.

-Un ángel, la reina es la hija de un ángel-

-Un ángel desterrado-

No entendí lo sucedido, pero no me importaba. La reina se recuperaría, el plan podría seguir adelante y mis ojos se cruzaron con Lythrai pero no pude intercambiar palabra con ella cuando los suyos ya hablaban de sacarla de allí y escoltarla.

-¿Pero dónde está la guardia de la ciudad?-

Aquello era muy extraño.

Teníamos a la reina, pero aún debíamos encontrar a la princesa mientras las catapultas del ejército de Arkhania retumbaban contra los muros.

-¡Ah! Puede que el ejército esté entretenido con los atacantes exteriores-

-¿Cuándo consideraremos que la misión está cumplida?

La reina está a salvo ¿no? no ¿no?

Ir con la reina, buscar a la princesa o subir a bajar el estandarte que aún hondea en lo más alto de la fortaleza.

-Enano, lo que ha pasado es que el azotamentes estaba aquí oculto y ha turbado tu mente, la de todos- añado apretando los dientes y acercándome a mis compañeros. -¿Qué debemos hacer ahora?- pregunto pensativa, pero antes de escuchar cualquier posible respuesta mis ojos se detienen en el extraño bastón negro que aún permanece vertical en la estancia. Me acerco a él y lo estudio con detenimiento.

- Tiradas (3)

Notas de juego

No sé exáctamente qué tirar así que ahí va todo:

Saber (arcano) = 14 ¬¬

Concentración = 12 ¬¬

Conocimiento de Conjuros = 23* (Tengo +6, no +7 como he puesto en la tirada).

Vaya tiradas...

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13/06/2018, 08:14
Socar Fonn'Aster

    Acababa de asistir a un milagro, un siervo de los cielos acababa de manifestarse ante nosotros para hacer algo imposible a costa de su divinidad y, sin embargo, apenas había sentido nada. Su poder había inundado la sala por unos instantes, abrazándonos a todos con una luz que curaba a los caídos y devolvía la vida a los muertos, vi como las heridas de los que me rodeaban se cerraban pero esa calidez jamás lograría alcanzarme del mismo modo.

    Recordé lo acontecido en las alcantarillas, me lo había repetido mil veces antes, pero hasta ahora nunca había sido tan consciente como lo era en aquel preciso momento, no era humano, Socar había muerto y sin mi humanidad solo restaba el deber.

    Algunos otros comenzaron a moverse y entonces aproveché para mirar a la Comandante asintiendo en silencio. Debía de terminar la parte que me había sido encomendada. Tomé el broche y me acerqué a Lanced.

    -Soy consciente de que este pueda no ser el mejor momento, pero mi Comandante me encomendó haceros entrega de esto.-  Puse la insignia en su mano de tal modo que no le impidiera seguir soteniendo a la Reina. Padres preocupados por sus vástagos, comprendía su pesar. -Ahora es vuestro- Asentí y retrocedí una vez más hasta la diestra de Lythrai.

-Aguardo por vuestras órdenes.- Nuevos caminos se abrían pero seguiría los pasos que me fueran marcados, de momento lo poco claro que tenía era el pertenecer a los Fonn'Aster.

- Tiradas (1)

Notas de juego

13

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13/06/2018, 12:45
Hazir Al-Tamsa

Hazir seguía mirando al pasadizo por el que habían venido como si todos los demonios de los Nueve Infiernos fuesen a salir por ahí. Cuando la mercenaria se acercó alzó una mano, deteniéndola. Volver por aquel pasadizo no era buena idea, de hecho, deberían correr en la dirección contraria todo lo que le dieran las piernas. Si llegaban a salir por allí sus enemigos, por lo menos podrían pararles en un cuello de botella, pero vistas sus aptitudes, dudaba que ni siquiera eso fuera a ser útil.

Hazir echó un vistazo a los cuerpos quemados y a la expresión de la Fonn'Aster. En un principio había pensado que todo aquello era teatro para los nobles y que estaban fingiendo que la reina había sido quemada, pero al parecer no era así. El plan parecía haberse torcido irremediablemente, si la reina estaba muerta. Tampoco era algo irremediable, pero no era lo que habían planeado. Casi más que aquello le preocupaba Lythrai, pues la conocía ya suficiente como para saber que estaría culpándose de todo, hasta de las torres que hubieran roto las catapultas. Cuando salieran de allí iba a tener que hablar con ella sobre eso, porque no llegaría lejos como líder de los Fonn'Aster si seguía fustigándose como los suplicantes del templo de Athor. 

Sin embargo, y como ya había tenido ocasión de comprobar, nada en aquella fortaleza era tan sencillo. El gato (¿cómo podía ser que aquel felino fuese tío de Lythrai?) corrió hacia la reina, sacó un frasco oculto en un colgante y le lanzó un conjuro. Hazir pudo oír el tono sobrenatural que solo tienen las palabras cargadas de magia, y la reina, sorprendentemente, respondió. 

Hazir sonrió. Si la reina estaba viva, el plan seguía en marcha, y sin contratiempos. Tenían un cuerpo quemado, tenían a la reina, tenían a los nobles. Ahora solo faltaba salir de allí sin perder la cabeza de nadie, y todo habría salido perfectamente. Por desgracia, la recuperación de la reina no parecía ir tan bien, estaba muy débil, y parecía que iba a desmayarse de nuevo en cualquier momento. Parecía que le había alcanzado el aliento de un dragón rojo adulto, porque tenía todo el cuerpo carbonizado. 

Trató de detener al noble que se fue por el pasadizo, pero no pudo llegar hasta él antes de que se perdiera por el pasillo. Esperó oír gritos y sonidos de lucha, pero no oyó nada de eso. Para su sorpresa, los demonios parecían haberse ido, o tal vez habían muerto, aunque no quiso hacerse muchas esperanzas al respecto. Lo que había pasado con los elfos, no lo sabía: tal vez habían caído contra los demonios, o tal vez habían logrado escapar. 

Antes de que pudiera decir nada, otra cosa llamó su atención: Lances había hecho que la reina hiciera soplar un silbato de plata, que emitió un sonido que, sin duda, no era normal. Inmediatamente, el aire se solidificó ante ella, y un ser de pura luz apareció. 

Como noble de una de las familias más importantes de Quisan, Hazir había recibido una educación excelente, y recordaba mucho de ella, aunque no siempre le hubiera prestado toda la atención que a su padre le habría gustado. Por ello, había recibido formación sobre los planos que componían el multiverso, sus puertas, sus enlaces y habitantes. Aunque en Quisan eran comunes otro tipo de ajenos (como los ifriti y los djnni), también había estudiado a los infernales y a los celestiales. La gran mayoría de la gente ni siquiera sabía de la existencia de los ángeles, pero Hazir reconoció al instante al que tenían delante. No sabía bien su especie (¿Deva? ¿Solar?) pero era evidente que se trataba de un celestial. Nunca había visto uno, y sonrió ante la oportunidad única que se le presentaba. 

La magia de aquel ángel curó a la reina y envió una ola de energía positiva por toda la sala, curando heridas y transmitiendo la intensa e inacabable paz de los campos blancos de Celestia. Por desgracia, aquella misma divina paz arrastró la sharkandir, se la llevó como la nueva marea limpia una playa sucia, le despojó de la ira dejando solo paz. Inmediatamente, se sintió cansado, y las heridas se le abrieron de nuevo, solo para cerrarse otra vez ante la energía curativa del ángel. Lo que la energía positiva hizo fue más que lo que perdió por la furia, pero aún así distaba mucho de estar bien: seguía teniendo heridas por todo el cuerpo, abiertas y sangrantes. 

Además, pareció que aquel conjuro consumió la magia del ángel, dejándole reducido a un mero mortal. Aquello no estaba muy bien, les habría venido bien su ayuda. En todo caso, no había tiempo para sorprenderse ante la escena, porque el ataque continuaba, y su misión aún no había acabado. 

Hazir envainó el alfanjón con un movimiento fluido, y se puso en el centro de la sala, mirándoles a todos. Infundió a su voz la nobleza de la que en tiempos había gozado, y toda la fuerza de un líder. No había mucho tiempo para discutir. 

-Escuchadme todos, el tiempo apremia. Si alguien tiene pociones o conjuros de curación, no me vendrían mal.-miró a la reina y al ángel caído-No hay tiempo para presentaciones como es debido, tenéis que salir de aquí. -se dirigió de nuevo a todos-Recordad el plan. Dejad el señuelo y que no os vean con ella. 

Detener el ataque ahora de poco nos sirve, de hecho nos viene bien que siga. Corred todos a poner a los nobles y a la reina a salvo, iré a por la princesa. Seré más rápido solo, indicadme el camino. No os dejéis nada que necesitéis. ¡Corred! 

Notas de juego

26 pg -12 furia +21 curación= 35 pg. 

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14/06/2018, 00:47
Lythrai Fonn'Aster

Un ángel... ¡Un ángel! Lythrai parpadeó y giró la cabeza lentamente hacia la criatura que la Reina llamó. La aparición del Celestial la dejó fascinada, ya que se trataban de criaturas a menudo escogidas como mensajeras de los Dioses. Tan pronto llegó como se fue, empleando toda su energía sagrada en sanar a su hija, la Reina de Azur. La hija del cielo se recuperó, y las heridas de todos sanaron en mayor o menor medida también, debido a aquella explosión milagrosa de energía positiva.

No todos los días cae un ángel del cielo (casi literalmente). Un ángel que ahora había perdido su sacralidad para siempre. Un sacrificio heroico, sin duda, el amor de un padre a la hija. Un padre dispuesto a perder su mitad divina por ella. Una pérdida de lo más llamativa... Pérdida. ¿Era esto otra señal de Shar? No lo parecía, por esta vez, Lythrai pensaba que la conexión era demasiado fina. Una casualidad. ¿Estaba perdiendo la fe? No, no podía permitirse eso. Así que decidió pensar que era una señal de Shar, lo fuera o no, y utilizarlo para retomar fuerzas. Poco después Socar Fonn'Aster hizo entrega a Lanz de su insignia de Alto Mando Fonn'Aster, a lo que Lythrai asintió. Se bajó la visera del casco para señalizarse a sí misma que era tiempo de ser la guerrera que era, la General Maestre Fonn'Aster que había elegido ser. Después de todo, tenían trabajo todavía, ¡después de todo, la Reina estaba viva!

Necesitaban un plan, y sus compañeros ya habian empezado a trazarlo. Como a Yzlin, le llamó también la curiosidad aquel bastón. Especialmente porque el ilícido lo había usado contra ellos, y no quería que volviera a suceder. ¿Quizá deberían romperlo? Lo mejor sería llevarselo. Si Lythrai no sentía nada nocivo o maldito en él, lo cogería y se lo entregaría a Yz o a Grook. "¿No vamos a retirar el estandarte? ¿Seguro?" Aparentemente, los Scahrossar la habían liado buena. Había tanto caos que ya retirar el estandarte no serviría de nada. Aquello sorprendió a la Fonn'Aster, pues no imaginaba qué horrores habrían traido los Scahrrosar que fueran tan peligrosos que hicieran más apetecible el que un ejército de presos y locos Arkhanienses arramplaran con todo, y con suerte, con esos monstruos y acólitos locos. Se encogió de hombros: "Muy bien, que se quede allí ondeando entonces."

Hazir estaba a punto de irse, apremiado por la situación, directo a poner a salvo a la princesa él solito. Lythrai había visto cómo corría el bárbaro, era cierto que él era el más rápido aquí. Pero antes de irse como un loco suicida, Lythrai le paró agarrándole el brazo, pidiendole unos segundos. "No es una poción de curación, pero puedo hacer el apaño. Ya sabes cómo funciona. Te durará unos siete minutos." Lythrai posó su mano libre unos segundos sobre el pecho del Quisashi transfiriendo sobre él su magia. Le soltaría cuando el conjuro finalizase.

"Soy Lythrai Fonn'Aster, autoproclamada General Maestre entre los míos." le dijo al líder de Azur tatuado, encarándolo frente a frente. Sí, ese que creyendo que habían matado a la Reina quiso matarles a ellos. Así que no le quería cerca cuando mataran de verdad a la Reina (bueno, 'de verdad'). "Mi palabra es también la de Lanced Fonn'Aster. Pondremos a salvo a la Reina, pero cuantos menos sepan dónde y cómo, mejor. Así que tú... quiero decir, vos, iréis a rescatar a la princesa detrás de él." señaló a Hazir con la cabeza. "Aseguraréis el camino de regreso del Quisashi que correrá como el viento y al que no podréis seguir." era hora de que De esta manera, no solo se quitarian de encima al que parecía en más problemático de los nobles sino que cubriría huecos en el grupo de rescate de la princesa sin sacrificar la rapidez de llegada de Hazir. Y si el tatuado se moria por el camino... Pues no le importaba mucho, la verdad. ¿Cuán importante sería el noble de Azur? Puede que más de lo que aparentaba, pero seguro que menos que la mismísima Heredera. A la cual iban a rescatar de gratis. Casi que les venía a ellos mejor muerta, vistos los planes de Arkhania. Pero si querían a la Reina de aliada y cómplice no podían permitirse el lujo de joderle los esponsales a una de las Casas de Arkhania por deporte.

"Socar, Lanz, Yz. Conmigo, y con la Reina y el Ángel caído. Ishrad..." el llamado Matarreyes por Comadreja sería un efectivo útil en cualquiera de los dos grupos. Siempre y cuando no se comportase igual que Pain, claro... Pero quería creer que, aunque poco amistoso, Ishrad no era... literalmente un capullo incapaz de trabajar en equipo como Pain. "En cualquiera de los dos grupos nos vendrás bien. Tú eliges."

- Tiradas (2)

Notas de juego

Grook: No sé si está activo o en manos del GM. ¿Si es el segundo caso tal vez venga bien que acompañe a Crinwell en caso de que Hazir necesite ayuda arcana en el regreso? ¿O mejor con nosotros? (No le he mencionado en el post porque creo que está inactivo).

Ishrad: ¡Rebienvenido! No sé si prefieres ir en un grupo o en otro. Por lo poco que oí de tu trasfondo 'Mayarreyes' me hace ilusión que vengas con el grupo de la Reina (queremos fingir su muerte), pero a lo mejor por las habilidades del personaje vienes bien tambien en el otro lado. 

Hazir: Otra vez te lanzo Resistencia de Oso. Ya es como nuestra cooperación insignia. <3 +4 de mejora a tu Constitución. Durante 7 minutos.

Yz por lo que más quieras. PONLE LA MARCA A LA REINA EN CUANTO PUEDAS.

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15/06/2018, 12:11
Hazir Al-Tamsa

Hazir agradeció con una sonrisa y una mirada feroz el conjuro de la mercenaria, que, aunque fuese por poco tiempo, sanó sus heridas, por lo menos las más graves. Aun así, miró esperanzado al resto, porque algo de curación real no le vendría mal. 

Escuchó a la Fonn'Aster, aunque estaba impaciente por salir, no había tiempo que perder. 

"Mi palabra es también la de Lanced Fonn'Aster. Pondremos a salvo a la Reina, pero cuantos menos sepan dónde y cómo, mejor. Así que tú... quiero decir, vos, iréis a rescatar a la princesa detrás de él." señaló a Hazir con la cabeza. "Aseguraréis el camino de regreso del quisashi que correrá como el viento y al que no podréis seguir.

Eso era cierto: no le podrían seguir, pero tampoco necesitaba ningún seguro. Precisamente por eso, hacer que le acompañaran, lejos de darle más seguridad, haría su misión más peligrosa. Es más fácil ver a dos personas que a una, eso estaba claro, sobre todo si no podía moverse todo lo rápido que quería. 

-Es mejor que no-respondió, amablemente pero con firmeza-No es una misión de combate, evitaré a todos los enemigos. No necesito matarlos, de eso se encargará Arkhania. Me esconderé y los esquivaré, y traeré a la princesa, no os preocupéis. Es una misión rápida, entrar y salir. Hay que ser rápido.

Notas de juego

47 pgs durante 7 minutos.

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15/06/2018, 22:04
-Residuos del Dolor-

Tu plan surte efecto y el derrumbe causa la distracción que necesitas para trasladar tus sentidos. Hueles la sangre, el fuego, el miedo. Tus lobos están asustados, uno de ellos está herido, sangra y cojea. El corazón te late deprisa. Los enemigos se recuperan de la distracción -Eh- comenta Lyssdar intentando atraer tu atención ante el peligro que se orienta hacia vosotros. Pero... -sólo un segundo más, sólo un segundo más- y como un torrente de claridad sientes cómo cruzan el puente del acceso hacia el castillo en dirección a la ciudad. Nadie los persigue y, con suerte, se escabullirán en las casas.

Segundos después de localizarlos, Lyssdar y tú corréis escaleras abajo de vuelta al bote. En principio, nadie os sigue, pero al llegar abajo no véis ni rastro del gnoll. La Hiena se ha marchado... con el bote...

Miráis hacia las escaleras cuando los pasos pesados delatan a vuestros perseguidores y, de pronto, una voz familiar atrae vuestra atención. La Hiena aparece con el bote por un corredor lateral.

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15/06/2018, 22:11
La Hiena

-¡Hey! ¡Aquí!- alzo la mano sin soltar los remos y, antes de que el bote llegue a la orilla los dos elfos saltan al interior. Frunzo el ceño algo confundido hasta que veo aparecer al grupo de Scahrrossar poseído. -¡Uoh!¿Y el resto?- comento remando fuertemente y poniendo rumbo a la salida más cercana, fuera del alcance de los hechizos que parecen preparar. -¡Elfos! ¡Van a conjurar algo doloroso!¡¡Haced algo!!- les grito, ignorando el cansancio que es sustituido por el ímpetu (el miedo) que más me motiva.

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16/06/2018, 07:19
Ahradiel Ur'Domine

Ciertamente sabía que aquello que lanzaban era doloroso, sin embargo también sabía que, para conjurar cualquier cosa, era necesario concentrarse, y si conseguía desconcentrarlos podíamos evadir, al menos, este disparo, así que descolgé mi arco y apunté no a ellos... si no al piso pétreo justo a sus pies, el hielo debería hacer que resbalasen, incluso si no lo hacía, el tener una flecha tan cerca de sus pies podía ser suficiente para desconcentrarlos

- Tiradas (1)
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17/06/2018, 20:51
-Residuos del Dolor-

Un sólo lanzamiento y los hechizos Scahrrossar son neutralizados. Las botas resbalaron sobre la roca. Los combatientes que no caen dolorosamente al suelo pierden la concentración esforzándose por mantener el equilibrio. -Aagh-. Argumenta uno que aún está de pie, mirándonos con odio infinito. Pero la risa chillona de La Hiena resuena en las paredes de las grutas mientras el bote sale a cielo abierto. No os alcanzan y eso os da un atisbo de esperanza que es roto por el espectáculo exterior. Fuera el panorama no mejora. El ejército de Arkhania se usa sus catapultas y la ciudad arde. Columnas de humo se alzan haciendo que la atmósfera sea difícil de respirar.

Afortunadamente, llegáis a puerto, pero una enorme roca incandescente cae sobre un almacén cercano y la fuerza del impacto os lanza al suelo. Donde antes estaba el edificio ahora hay un enorme cráter.

Os ponéis en pie sólo con algunas magulladuras, dispuestos a seguir adelante, cuando un sonido gutural atrae vuestra atención. Emergiendo del cráter...

-¡Grrrroaaaakk!- El ser de roca fundida se alza y sus ojos de llamas buscan en derredor. Al veros teméis lo peor pero parece reconoceros. Os distingue a Ahradiel y Lyssdar como aliados, pero al gnoll... no. -¡Grrriiiiiaaiiaiah!- con pasos contundentes, la mole de roca de más de dos metros de altura se lanza contra La Hiena.

Notas de juego

Tiramos iniciativa.

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17/06/2018, 21:03
Crom Daral

-¡¿Nuevos reclutas?!- pregunto encontrándome con los dos elfos. La fuera de fuego se detiene observándome. Evaluando si soy amigo o enemigo y, confusamente, me considera un enemigo peor que el gnoll. Desenvaino mi espadón listo para hacerle frente. -¡Las órdenes eran sencillas! ¿No han quitado la bandera de lo más alto del castillo? El ataque no cesará si no lo hacen y las criaturas del reo 009 arrasarán con todo.- Con más rango que ellos me toca a mí dar las órdenes. -¡Soldados! A los edificios. No podremos derrotar al fuego en campo abierto. ¡Perdámonos de su vista!

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17/06/2018, 21:11
-Residuos del Dolor-

Miradas se cruzan en el dormitorio de la reina que entreabre los ojos con visible esfuerzo, pero no está en condiciones de mostrar sus deseos -llevadme con mi hija, quiero ver a la princesa-. No. La oscuridad la devora de nuevo.

Lanzed asiente, Crinwel aprieta los dientes. El enano y el ex-ángel componen el séquito más cercano de la inconsciente reina tras haber improvisado una rudimentaria camilla. Son los primeros en salir cuando el cielo parece enrojecer. Al mirar a la ventana que hay arriba, muy alta, podéis ver con horror cómo uno de los proyectiles incendiarios impacta en el techo, atraviesa la sala oblicuamente y destroza la pared oeste impactando con violencia, dejando una estela de humo. Arriba, a través del agujero y sobrevolando la ciudad podéis ver al reo 009 que no parece deparar en vosotros. Los que sí se giran son los combatientes Scahrrossar que ahora os ven a través del hueco. Los soldados orientan sus armas hacia vosotros cuando el fuego cae sobre ellos. -Grriiiiiiiiah- Un gruñido agudo y crepitante emerge del cráter que ha dejado la "bala de catapulta" delatando a la criatura.

-¡Eso los mantendrá ocupados! ¡¡Corred!!- Grita Lanzed al tiempo que sale por el pasadizo tras la reina y sus porteadores. El ser de roca fundida se alza y sus ojos de llamas observan. Ninguno queréis presenciar el final de ese combate.

El grupo se escabulle. Una última mirada hacia atrás revela que Hazir coge otro camino diferente. Hacia la princesa y, tras la marcha, Crinwell (desoyendo cualquier represalia) corre tras él.

 

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18/06/2018, 21:48
Hazir Al-Tamsa

Como era habitual, la situación se torció en el último momento. Ya iban a despedirse sin más problema cuando Hazir vio por el rabillo del ojo que algo se movía hacia ellos desde la alta cristalera que había en lo alto del castillo. Una mala decisión en cuanto a defensa, sin duda: la bola de fuego reventó el cristal y atravesó la estancia hasta reventar la pared con un gran estruendo. Por lo menos no le dio a nadie, pero sirvió para destrozar la pared y hacer que los cultistas que aún había en otra sala les vieran. 

Hazir llevó la mano al alfanjón, pero algo le contuvo para no desenvainar. Sabía que debía lanzarse a por los guerreros, cubriendo la retirada de los demás aun a costa de su vida, pero había algo en ese proyectil... entre las llamas, que le hizo vacilar. 

No tardó mucho en ver lo que era. La supuesta "bola" de catapulta, que en un principio había parecido solo una roca impregnada en aceite o fuego alquímico, se levantó, revelando que en realidad era un ser hecho de fuego, probablemente alguna clase de elemental, empleado como munición viviente. En realidad, era una buena noticia: aquel ser tenía pinta de ser bastante duro, y entretendría a los cultistas lo justo para que escaparan. Tras asegurarse de que todos estaban bien, se giró y echó a correr a toda la velocidad que le daban las piernas. 

-¡No os detengáis por nada, corred!-les gritó por encima del hombro. 

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18/06/2018, 22:01
Hazir Al-Tamsa
Sólo para el director

El plan se le había estropeado, pero no era nada grave. Había pensado ir solo, ya que era el único que sabía que la princesa estaba muerta. Cuando se hubiera alejado de ellos, en vez de ir a los aposentos (pues ya sabía lo que había allí) pensaba haber explorado un poco el castillo, tal vez encontrando la sala del tesoro, la armería, o, aún mejor, el archivo, donde podría haber información vital o secreta que luego usar. 

Sin embargo, el hombrecillo irritante con el nombre de Crinwell le seguía, y estaba claro que nada le haría cambiar de opinión. Podía despistarle y correr más que él, por supuesto, pero iba a dar igual, porque al final llegaría a la sala de la princesa y si no estaba allí Hazir, sería sospechoso. Tal vez incluso pensara que la había matado él. Sagradas arenas, seguro que lo pensaba. Si Hazir llegaba antes y el tal Crinwell se encontraba el cuello de la princesa abierto en canal, seguro que le echaba la culpa a él. 

Lo que significaba que tendrían que llegar a la vez. Maldita sea. 

Redujo el ritmo de su carrera hasta quedar sólo un metro por delante del noble, y le gritó: 

-¡Rápido! No tenemos mucho tiempo. 

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18/06/2018, 22:39
Ahradiel Ur'Domine

Por los pelos pudimos escapar de aquellos soldados, gracias a la hiena conseguimos llegar a la otra orilla pero cuando nos pensamos a salvo comenzamos a ser testigos del poder del ejercito, a ese ritmo, no podrían hacer frente los reos antes de que terminasen haciendo añicos la fortaleza, y peor, ahora teníamos frente a nosotros a aquel elemental que antes habíamos liberado del control mental, el cual al parecer, aún detectaba a la hiena como enemigo, afortunadamente sabíamos que hablaba común así que podía intentar razonar al menos -Tranquilo! está de nuestro lado, igual que tú el solo estaba siendo utilizado!-  no estaba seguro de si podía sacarlo de ese estado, pero al menos podía intentarlo, si no, aún quedaba la opción de nuestro superior de perdernos de su vista

- Tiradas (2)