Partida Rol por web

Isabella se separa de tí repentinamente enrojecida. -John...- dice intentando regañarte. Sin mucho resultado, ya que la sonrisa la delata.

Los niños están jugando en la hierba. Morgan entretiene a Blanid, que tiene una bonita corona de flores sobre sus cabellos. Isabella los mira con una sonrisa tierna mientras empieza a disponer los platos sobre el mantel. Taylor parece tener experiencia en preparar picnics. Teneis emparedados de verduras, frutas y pasteles. Perfecto.

Isabella llama a los niños que se sientan educadamente. Blanid se acurruca en los brazos de su madre, mirándote con desconfianza.

Miro a Blanid con igual desconfianza, hasta que le guiño un ojo. Me acerco lentamente y, cogiendo una pequeña flor sin que ella lo vea, fingo sacarsela de la oreja, para ofrecérsela después.

Tras ello miro a Morgan con aire divertido.

-¿Crees que podrás comer más rápido que yo pequeñajo? Si lo consigues te daré el premio que quieras.-

Espero su respuesta mientras lo voy preparando todo.

Blanid ríe divertida ante tu truco. Isabella te mira complacida,lo que hace que te sientas mucho más seguro de ti mismo.

-Acepto el reto.- te contesta Morgan muy orgulloso. Su madre lo mira seria unos segundos. -Y me parece bien, jovencito, pero nada de atragantarse con la comida.- avisa.

La merienda transcurre tranquilamente hasta que empieza a refrescar un poco.

Mirando aMorgan digo:

-Preparados...listos....¡Ya!-

Y empiezo a comer, rápido, pero sin hacer demasiado el bestia. Al menos mi boca es mucho más grande que la suya. De vez en cuando miro divertido a Isabella.

Morgan intenta alcanzarte, pero no lo consigue, es demasiado pequeño. Isabella se acerca a tí y te susurra un "abusón" en todo no broma.

El niño te mira un poco decepcionado, con migajas de comida en la cara. -Has ganado.- afirma. Se queda unos segundos meditando. -Pero ganar la primera victoria no te hace ganar la guerra.-

Me limpio los restos de comida, y se los limpio a morgan, y me acerco a su oido, lanzando una mirada divertida a Isabella.

-Morgan...los que un día son enemigos, al siguiente pueden ser aliados...todo depende de las circunstancias. ¿Qué te parece si entre los dos le hacemos cosquillas a tu madre, así no se podrá defender.-

-¿De acuerdo?-

-Me pido a Blanid.- susurra Morgan sonriendo. Antes de que te des cuenta, el niño está haciendo reir a su hermana mientras a ti te toca Isabella.

Pasais una hermosa tarde juntos, conociéndoos y aprendiendo los unos sobre los otros. Cuando volveis al castillo, Isabella se acerca para susurrarte algo al oído.

-Ahora debo acostar a los niños,pero espérame en el comedor para cenar juntos.- Se despide dándote un sutil beso en la oreja.

Voy a mi habitación para cambiarme las ropas y lavarme un poco, ya que no me da tiempo para un baño.

Cuando estoy listo, bajo al salón.

Cuando bajas, ves a Isabella sentada en una de las mesas con el porte elegante que la caracteriza. En cuanto la ves, detectas que algo no va bien. Mantiene la compostura, pero la conoces desde hace tantos años que podrías interpretar el más mínimo de sus gestos sin dificultad.

Sonríe en cuanto te sientas a su lado. -Bienvenido John.-

En frente a vosotros se sitúan los montaigneses, que parecen mucho más contentos de lo normal esa noche. Isabella desvía la mirada. -He hablado con John al regresar, deberías reunirte con el esta misma noche.-

Al sentarme a su lado, cojo su mano.

-¿Por qué? ¿Qué ocurre? ¿Ya estamos en guera?-

La miro preocupado.

Isabella se desprende con suavidad de tu mano. Aprieta los labios con un gesto de enfado.

-Si hubieseis cumplido con vuestra misión, lo sabríais, Sir John. Disculpadme.- te dice con una sequedad que te atraviesa dejándote helado. Se levanta con un gesto contenido. --Si me disculpais...- dice en voz alta.

Se aleja de tí, dejándote solo en la mesa. Todo paracía ir bien entre vosotros, pero la actitud de Isabella te deja fuera de juego.

-Ella no es ninguna idiota, lo debe comprender perfectamente, no voy a dejar las cosas así.-

La sigo y la arrastro hasta estar a solas.

-Isabella, era imposible cumplir mi misión, y estar contigo de nuevo. Llamame egoista, pero te preferí a ti. Y no me voy a arrepentir de mis actos. No ahora que por fin te he recuperado.-

-Y ahora explícame que pasa.-

La tengo contra la pared, con mis brazos a sus lados, sin ermitir que se marche. Sin ninguna duda, Isabella nunca me ha visto tan enfadado y serio.

Isabella se zafa de tus brazos en cuanto puede.

-Me da igual. Para variar, haz lo que tienes que hacer. No tengo nada que hablar contigo ahora mismo.- te grita.

Vuelves a tener ante tí a la Isabelle de hace unos días, antes de que os reconciliaseis. Se marcha airada, con paso energico, alejandose de ti una vez mas.

Isabella intenta zafarse de tu presa, pero no puede. Te dirige la misma mirada fría que pensabas que habías conseguido desterrar de sus ojos.

-John, te aconsejo que me dejes ir antes de que los dos nos podamos arrepentir.- dice con un tono que no tiene nada que envidiar a los helados vientos de las montañas de Avalon.

No la suelto, sino que mantengo su mirada unos largos segundos. Tras los cuales la dejo ir.

-Dime que sucede......por favor-

El ver de nuevo esa mirada en sus ojos me destroza por dentro, y eso sin duda se notará en mi exterior, en mi voz.

-¿La he perdido de nuevo?-

No puedo apartar mis ojos, inundados por la pena*, de ella.