Partida Rol por web

Bishoujo Senshi II

Capítulo 5: Paraíso

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26/06/2021, 02:22
Narradora

La pequeña llama seguía inquieta.

Debo... Debo despertar... Debo despertar...

Repetía como si estuviera intranquila nuevamente. Esa idea estaba clavada en su mente como si su vida dependiera de ello. De repente, se quedó quieto y por poco se desintegra.

¿Quién... quién soy? No lo sé...

Y empezó a llorar de nuevo. Poco después, se detuvo para decirte.

¿Quién... eres? ¿Quién soy?

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26/06/2021, 12:33
Ilify

Aquel árbol absorbía su magia? Cómo podía ser eso posible? Tan perplejo estaba que ni siquiera vio venir aquellos ataques, sin duda las estúpidas palabras de Scarlet jamás podrían alcanzarle, el seguiría siendo fiel a sus ideas incluso muerto, por lo que su último impulso estuvo dirigido a sacar todo de sí, energía, vida, incluso su cuerpo, e inmolarse, ya fuera desapareciendo o logrando alcanzar a sus compañeros aún con vida, aunque preferiría desaparecer a alimentar a ese árbol...

Notas de juego

Si le es posible se autoinmola para que su cuerpo no sea absorbido

Un honor gente.

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26/06/2021, 17:15
Onírica
Sólo para el director

- shh... Tranquila, no pasa nada.

La einar intentó mantenerse calmada y hablar de manera cálida y pausada para así transmitirselo a la llama que la acompañaba en ese instante. Alzó la mirada como intentando comprender a que se refería al decir que debía despertar. 

- Por qué dices eso ... ¿Despertar? ¿Quien te llama...? -Tomó aire y arropó algo más a la llamita.- Vamos, tranquila... Escucha mi voz, no te inquietes. Si alguien te está obligando a despertar, no le escuches, si en algún momento debes hacerlo... Es porque tú lo deseas, porque lo sientes así.

Cuando le devolvió las preguntas de quien era ella, esta sonrió con cierto pesar. Pese a esa conversación,  ella seguía frente a otra realidad. Realidad en la que no dejaba de ver cómo morían uno tras otro sus amigos... 

- Mi nombre es Onírica,  y estoy aquí para ayudar. Lo que no tengo claro es... Quién eres tú. Aunque tengo la sensación de conocerte, de que eres alguien cercano. Eso me hace pensar que puedas ser... Umthil, la parte noble y pura ¿Podría ser...?

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27/06/2021, 17:18
Narradora

La llamita seguía inquieta. 

No lo entiendes... Si no despierto, ella... Ella podrá... 

Pero guardó silencio al escuchar tu nombre y luego lo último que dijiste. 

Onírica... 

Umhti... 

Sentiste que su fuerza regresaba, además de que parecía empezar a latir como lo hacía el Umhti falso. Estaba entrando en resonancia con este. 

Llámame... Debes llamarme... 

Y desapareció, aunque sabías de alguna manera que no se había ido. 

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27/06/2021, 16:37
Dusk Draconia

Mientras la batalla transcurría en otros frentes, Dusk trataba de enfocarse en matar a Heracles de una buena vez por todas. No obstante, el rubio no era solo músculo; también tenía algo de cerebro... o tal vez era algo simplemente natural. El caso es que cuando sacó a relucir esa... belleza tan increíble, muy como Scarlet, Dusk se quedó paralizado.

¿Cómo... eres tan bello?

Una atracción platónica. Le era imposible no apreciar a Heracles. Tanto fue así que por un momento se le olvidó que estaba peleando con él. Aunque no fue por mucho. Sintió un latido fuerte, y recordó que su corazón todavía latía por Scarlet. Su seño se frunció. Y a pesar de lo avergonzado que estaba, atacó. Pero al ver que este esquivaba su ataque, y escuchar lo que le decía, cosa que era cierta, Dusk retrocedió un poco, aún aturdido por la muestra de belleza del einar.

¿Ru-ruborizado? Cállate de una buena vez, masa deforme de músculos —fue lo que respondió, con aparente desagrado. Sin embargo, pensaba completamente lo contrario.

Intentaba pensar su siguiente movimiento para acabar con Heracles, pero los leves nervios y sus pocas cartas para sorprenderlo era algo frustrante.

Mientras se decidía y se mantenía atento a cualquier ataque de Heracles, Dusk vio cómo Scarlet asesinaba a Ilify. Un compañero dragón... Su muerte no le produjo absolutamente nada. De hecho, las palabras de su sádica soberana a los supervivientes le pareció algo digno de una diosa bondadosa. Y es que era así. ¿Qué era Scarlet si no?

Deberías escuchar sus palabras —con una discreta sonrisa confiada, Dusk dijo eso a Heracles—. Morirás a menos de que lo hagas. ¿Y sabes? No me desagradas del todo.

Estaba bastante confiado en sus palabras. Aún habría oportunidad para los rebeldes si decidían arrepentirse de corazón.

Corazón...

De un momento a otro, Dusk se llevó una mano al pecho. Sus alas dejaron de mantenerlo en el aire, y cayó de forma pesada al suelo, primero de rodillas, y luego terminando por quedar completamente bocabajo. Intentó levantarse, gritar, pero no podía hacer más que emitir lastimeros balbuceos. Escuchó la voz de Scarlet, pero no pudo verla, así como tampoco pudo ver aquella figura masculina que había emergido; solo escuchó su voz.

Scarlet... Scarlet... —lo único que pudo mascullar fue el nombre de ella, rasgando el suelo con sus garras mientras se retorcía.

¿Qué estaba pasando? Esa voz...

Scar... let —no podía perderla de nuevo. No podía dejar que la dañaran... Pero tampoco podía moverse.

Comenzó a sentir miedo.

Notas de juego

Hasta pronto, Ilify! :'u

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28/06/2021, 11:13
Onírica

Poco a poco Onírica volvió a la realidad, aún sintiendo el dolor en su cuerpo, se obligó a observar atentamente lo que la rodeaba, sin aparente sentido, los enemigos habían empezado a debilitarse, en ese instante algo se despertó en su mente y pareció comprender algo. Aunque no hizo nada, ni dijo nada... No en ese instante. Sus Ojos se cruzaron con los de Shado ¿Estaba vivo...? Entonces... Sus manos no estaban manchadas de sangre, ella no había acabado con mejor amigo ¿Tan débil de mente era? Había caído de lleno en las ilusiones de chico.

"Me alegro de verle... Aunque no sepa si es como aliado o enemigo" Pensó la Einar con cierta pena en el cuerpo. Miró entonces a los que allí quedaban, sólo quedaban cuatro de todos los que habían entrado, habían ido cayendo poco a poco... Onírica no había podido hacer nada. Su mirada se posó en su compañero Heracles, preocupada por su estado, se le veía cansado y al límite de su propio poder, pero no era el único.

Ignorando las distintas "Conversaciones" la Einar se agachó y posó su mano en el suelo, conectándose así con el árbol. Tomó aire con lentitud, no estaba segura de si saldría bien o no, pero ella tenía fe en que sí. Con suavidad hundió los dedos para tener mayor contacto con Umthil.- Sé que estás aquí, qu puedes escuchar mi voz, que sabes quién soy... Por favor despierta, te necesitamos ¡Umthil, despierta por favor, ayúdanos! Eres el único que puede terminar esta pesadilla, despierta, sigue mi voz.

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29/06/2021, 07:20
Lightning

Incluso yo me quedé mirando un momento a Heracles, su demostración de belleza había sido espectacular, mas no podía distraerme. Nuestra situación era desesperada, más aún cuando Ilify cayó. Mi gesto se tornó triste pero no derramé ninguna lágrima. Se me habían agotado después de ver morir a tantos amigos. 

Busqué una manera de poder derrotar a Scarlet y Dusk. Era nuestra prioridad, sin embargo, todavía quedaban muchas sirvientas y no podía dejar a Onírica sin protección. Y cuando creí que ya no habría solución posible, algo nuevo ocurrió. Con sorpresa, vi como nuestros enemigos se debilitaban. Giré la cabeza al escuchar la voz y fruncí el ceño. ¿Amigo? ¿Enemigo? La última vez que había visto a Shado estaba del lado de Heleth y nos había atacado.

Fuera como fuera, era el momento de atacar. Debíamos aprovechar que Scarlet estaba débil. Intercambié una mirada con Allan y después, miré a Onírica. Lancé un escudo sobre ella y me lancé al ataque contra Scarlet. Confianza en que Allan podría defenderse, era un luchador excepcional.

- Tiradas (5)

Notas de juego

Ya no me quedan intentos con relacion divina.

+10 puntos de daño por daño masivo.

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02/07/2021, 22:21
Narradora

A pesar del deseo de Ilify por reunir toda su fuerza vital para volar su cuerpo, aquel esfuerzo fue en vano, ya que no pudo lograrlo. Su energía era muy poca como para lograrlo y ya Scarlet había acabado con su último gramo de vida, por lo cual se quedó allí, inerte, mas sin ser absorbido por las raíces aún. Umhti aún se veía agitado.

Heracles sonreía visiblemente orgulloso de su belleza física mientras escuchaba las palabras poco convincentes del dragón traidor y sonreía con confianza – Si eres capaz de apreciar su pureza y su belleza, aún hay esperanza para ti – dijo haciendo una última pose para mostrar su enorme musculatura para luego ponerse serio y mirar a Dusk -. Jamás podrás tentarme. Mi determinación es tan fuerte como el diamante – y sonrió sintiéndose orgulloso de su analogía. Después de todo, la consideraba una bastante inteligente.

Sea lo que fuera que estuviera pasando, las sirvientes de Scarlet parecían estarse disolviendo poco a poco en polvo, como si su vida estuviera siendo nuevamente absorbida por las raíces, por lo cual ni Heracles ni Allan se movieron para atacar, mas Onírica enterró sus manos en las raíces. Estas parecían responder a los deseos de la einar, cuyas manos se vieron envueltas por raíces pequeñas mientras sus ojos empezaban a brillar de un intenso esmeralda, para que luego aquella luz se esparciera por todo su cuerpo. La luz siguió creciendo y pasó a las raíces para luego llegar al enorme tronco, a las ramas y por último a los capullos. La estancia brillaba con esa intensa luz mientras una enorme energía empezaba a condensarse justo frente al tallo.

Lightning atacó con su hoz con toda su fuerza a la titánide y esta, apenas pudiendo mantenerse consciente, no tenía la fuerza de oponerse, por lo cual voló por los aires hasta el origen de esa luz misteriosa. Seguía viva a pesar de todo, y es que no por nada era una rival temible. Trataba de alejarse y extendió su mano hacia Dusk, pero sus esfuerzos eran en vano.

La luz se empezó a condensar toda hacia ese mismo lugar, abandonando a Onírica y a las raíces con rapidez para llegar toda allí. Aquella luz era cálida pero fuerte. Poco a poco, lo que se formó fue una silueta infantil. Era la figura de un niño, no mucho mayor a los siete años humanos, con su cabello verde y largo, además de un par de ojos brillantes como esmeraldas y una presencia etérea. La sensación que despertaba era familiar para todos por algún motivo, aunque no era tan claro el porqué. Su cuerpo resplandecía ligeramente con ese brillo verde y los miró con el rostro triste.

 

Las raíces que sujetaban los brazos de Onírica la dejaron y cayó mareada y aturdida al suelo, pero al parecer estaba bien. Heracles corrió hacia ella para levantarla con delicadeza entre sus enormes brazos - ¿Cómo te encuentras? – y aunque se veía algo pálida, no parecía herida.

 

La energía de Dusk parecía ser absorbida también mientras este, poco a poco, perdía su poder. Aquello que le pertenecía a Umhti estaba regresando a él y la marca de obediencia en su mano luchaba por no desaparecer. Shado saltó del capullo al suelo aterrizando con la agilidad de un ninja y levantándose sin problema para mirar de lejos lo que sucedía -  No sé qué pasó exactamente, pero al parecer Umhti despertó… De algún modo. Y al recuperar su voluntad, decidió que no te daría su poder -.

La figura de Scarlet volvió a ser la que estaba antes en el capullo y también en el concierto. Estaba más débil que antes, pero ¿en verdad podrían derrotarla? Esta miraba la figura del niño con enojo mezclado con temor en sus ojos, mientras este la miraba con esos ojos inmensamente tristes. Empezó a llorar – Eres mala – fue todo lo que le dijo mientras se giraba hacia la einar – Gracias, Onírica – y con una sonrisa más afable, se giró hacia el tronco como si estuviera esperando tomar la mano de alguien. 

 

Allan se acercó corriendo a Lightning - ¿Estás bien? -.

 

 

Los ojos de Scarlet se tornaron de un hermoso verde por un segundo mientras estiraba su mano hacia un Dusk que parecía estar perdiendo su poder. Ella tampoco parecía tener ya energía suficiente para moverse.

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02/07/2021, 22:27
Narradora
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La marca desaparecía, la oscuridad también. Tu vida se escapaba mientras perdías tu transformación. ¿Volverías a ser Mamoru? ¿Morirías? El dolor de la desaparición de la marca era igual de terrible al de la misma muerte, pero el sonido de una flauta resonaba en tu corazón. De alguna manera, sabías que Shiro te decía que no debías temer. Perderías tu transformación y estarías exhausto, pero volverías a ser tú y sobrevivirías.

Notas de juego

Puedes narrar a tu gusto cómo regresas a ser Mamoru n.n.

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04/07/2021, 23:51
Lightning

Asentí a Allan y me retiré ligeramente. Viendo lo que ocurría, decidí no volver a atacar y esperar a ver qué pasaba. Pero no sin antes poner un escudo en cada uno de nosotros.

- Tiradas (4)
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05/07/2021, 00:31
Mamoru Tsukaima

Dusk se retorcía más y más con cada segundo que pasaba, agitando sus alas en un inútil intento de moverse, así como un ave herida. Llegó el punto en el que ni siquiera podía mascullar más el nombre de Scarlet, sintiendo que su garganta se cerraba y sus ojos se inyectaban en sangre por el dolor. Su vista se nublaba. Un golpe; Scarlet voló por los aires y, con sus últimas fuerzas, Dusk pudo girarse lo suficiente para mirar en su dirección.

Scar... —Dusk levantó su mano hacia su ama, intentando alcanzarla. ¿Cuál dolor era más grande? ¿Morir? ¿Verla morir? El sello de obediencia comenzaba a quebrarse, pero Mamoru y Dusk compartían un mismo sentir, solo que uno estaba al lado contrapuesto del otro— No quiero morir —fue lo que pensó un moribundo Dusk mientras las venas de su frente se marcaban por la intensidad que luchaba para resistirse.

Las palabras de Shado llegaron a Dusk, quien ni siquiera tuvo la fuerza suficiente para mirarlo. Sus ojos se llenaron de odio y frustración. Pero aunque trataba de resistirse con todas sus fuerzas, toda energía simplemente estaba abandonando su cuerpo.

Te maldigo, Umhti.

El cuerpo de Dusk dejó de temblar; este había dejado de resistirse. Pero una chispa llegó a él; una última. Al ver los ojos verdes en Scarlet, los ojos de Dusk se abrieron y abrió la boca para decir algo. Sin embargo, su tiempo ya había expirado. Lo último que vio Dusk antes de morir fue a Scarlet, mientras una lágrima corría por su mejilla.

Hubo un pequeño estallido de llamas que cubrió a Dusk por una fracción de segundo. Inmediatamente después, con ropa ya rasgada y sucia, quien estaba en lugar del dragón malvado era un pequeño y enclenque rubio. Estaba bocabajo en el suelo, con sus brazos apoyados en este. ¿Estaba vivo? Sí. De hecho, el rubio estaba sollozando. Lágrima por lágrima, el suelo bajo su rostro se mojaba.

Katherine, Irisu, Notah... y Jaycee... Todos los demás, y Shiro... ¿Qué hice? —se llevó las manos a la cabeza, sujetando su cabello con fuerza. De alguna forma, el dolor por haber vuelto no era muy distinto al que había sentido Dusk por irse. Los había traicionado a todos. Y pese a no haber asesinado a nadie con sus propias manos, había defendido a...

La mirada de Mamoru, vacilante, triste y temerosa, se levantó un poco. Se sentía débil, al borde de la inconsciencia. Tenía que esforzarse para ver entre su nublada vista, pero lo primero que enfocó fue a Umhti. Luego, a Onírica, Kasumi, Heracles... incluso Shado. Y por último, a Scarlet.

Perdón —no sabía siquiera si ella podría escucharlo—. Fui muy débil. Perdóname tú también, Ruka.

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07/07/2021, 15:09
Onírica

La conexión con Umthil fue más intensa de lo que la joven se podía esperar. Toda la energía empezó a canalizarse en su cuerpo hasta conseguir materializarse en el aquel lugar, cuando finalmente todo fluyó y la abandonó, sintió cómo su energía caída de golpe durante unos segundos. Los brazos protectores de Heracles la sujetaron con firmeza, pero transmitiendo esa calidez que sólo él era capaz de mostrarle en aquellos momentos.- Estoy bien. No debes preocuparte.-Respondió a la par que posaba su mano sobre el brazo de él.- He conseguido su despertar...-Pese a la palidez de su piel, la joven sonreía con tranquilidad. Había conseguido ayudar a Umthil, ya no estaba bajo el yugo de nadie, al fin era libre y su sufrimiento no se alargaría.

Cuando el pequeño se giró para agradecerle, esta negó con la cabeza y le devolvió la sonrisa.- No me debes agradecer nada.-Su tono era calmado. Pero dentro de ella sentía que había tardado demasiado en ayudarle. Que no se merecía aquel agradecimiento cuando alguien de su pueblo lo había torturado tanto. Aún así no dijo nada, simplemente se ayudó de su amigo para levantarse.- Ve con Mamoru...-Pese a que su mirada se posó durante unos segundos en el joven de cabellos rubios, no tardó en retirarla y tomar aire intentando calmar sus ganas de llorar. Volvía a ser consciente de la ausencia de todos sus amigos, todos los que habían caído en batalla. Y aquellos a los que ella misma había herido de muerte.

Con pasos pesados se aproximó hasta dónde estaba Umthil y se colocó unos pasos por detrás de él, cómo queriendo protegerle.- No soy quien para pedir nada... Pero eres el único que puede acabar esto. Ya hubo suficiente sufrimiento y muerte...-Sus lágrimas ganaron la batalla a la einar. Las lágrimas empezaron a descender por su piel, rodando cómo pequeñas perlas que se perdían más allá al llegar al mentón.- Umthil... 

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07/07/2021, 16:36
Umhti

Heracles miró que Onírica pudiera ponerse de pie por su cuenta y al hacerlo, la ayudó a sostenerse mientras se recuperaba. Al parecer, era algo temporal nada más, pero eso no evitaba que el hercúleo einar siguiera preocupado por su amiga. Asintió ante su petición y se veía afligido de escucharla rogarle al pequeño de cabello verde. Sin embargo, fue hacia Mamoru como esta se lo pidió. Lo cargó entre sus brazos y lo llevó junto a Scarlet.

Los ojos de la titánide oscilaban entre el intenso rojo y el suave verde con gran velocidad, casi como si se estuviera viviendo una batalla dentro de ese cuerpo por quién debería estar, pero… ¿Acaso el alma de Ruka no seguía en el capullo junto a Masaru? Scarlet miró a Mamoru por última vez mientras trataba de alcanzarle y, como si de una sombra de su alterego humano se tratara, dijo – Mamo… kun – para luego perder la poca energía que le quedaba. Mientras tanto, la figura del niño se hacía más sólida, más fuerte y aquella luz que recubría su inocente figura se intensificaba con cada segundo que pasaba.

El pequeño niño no bajó la mano del lugar donde la había dejado, como si su vida dependiera de ello. Apenas Onírica se acercó, los ojos tristes del pequeño se posaron en ella y la miró con tristeza - Yo... No sé cómo hacerlo - y se giró hacia el árbol de nuevo mientras lloraba. Cerró los ojos un momento más y los abrió con despacio. Sonrió satisfecho aún mirando hacia el árbol mientras sus ramas empezaban a quebrarse, los capullos dejaban de brillar y se rompían, dejando caer los cuerpos de todos los fallecidos al suelo. Si bien no volverían, ya no serían prisioneros en ese lugar, sirviendo eternamente como fuente de energía para un ser cuya existencia estaba condicionada a parasitar a otros. El pequeño lloraba sin control mientras los pedazos de madera se resquebrajaban delante de todos. Los capullos que mantenían a Masaru y a Ruka seguían intactos por algún motivo, aunque fue solo cuestión de tiempo para que se desmoronaran como los demás y que el cuerpo de Masaru cayera al suelo, aunque esta vez el pequeño levantó una mano y tanto su cuerpo como la figura traslúcida de Ruka se cubrieron de esa luz verde para caer al suelo con suavidad. Miró a Mamoru – No sé cómo regresarla – sonaba triste y sollozaba mientras bajaba una de sus manos y el alma de Ruka desaparecía en el aire. Como debía haber sido desde el principio. Por parte de Masaru, el pequeño lo miró una última vez -. Creo que es hora de que se reúnan – y la mano que había liberado, la apuntó al cuerpo de Heleth que yacía junto a la base del árbol. Su pecho aún atravesado por Scarlet, pero ahora había recuperado su verdadera apariencia tras perder el poder que Umhti le otorgaba. Fue un vistazo rápido, pero el mismo Masaru parecía cambiar de apariencia; y los dos hermanos se reencontraron por fin.

Sus cuerpos brillaron de un intenso verde hasta volverse esferas de luz que pronto tomaron la forma de manoplas con garras, sus armas insignia. Las de Heleth de color negro con un rubí brillante, y las de Kyloh con un metal que parecían escamas y aguamarinas en su filo. Ambas nacidas de la naturaleza de los gemelos y que ahora volverían a donde realmente pertenecían. El niño las liberó y estas se integraron a él. El pequeño aún lloraba triste, pues se veía falto de poder. Miraba los cuerpos de los caídos con el remordimiento de lo que su poder, manipulado o no, había causado.

 

 

Notas de juego

No posteen aún.

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07/07/2021, 17:01
Narradora

Entonces, dos estrellas parecían llegar a toda velocidad, chocando con el suelo cubierto por las raíces de aquel árbol agonizante, generando una onda expansiva que sacudió la estancia por un segundo. Shado sonrió y miró a Onírica – Te dije que no todo es lo que parece -. Poco después, las dos luces se fueron moldeando hasta formar a dos mujeres: la primera, adulta en apariencia, de una larga cabellera blanca, con un vestido blanco que cubría su figura con la delicadeza de la seda, unos ojos que brillaban con intensidad. Junto a ella y tomando su mano, una pequeña niña de cabello níveo y ojos de un hermoso castaño.

 

La pequeña sonreía y el niño se giró hacia ellas aún llorando. Con paso lento y casi como si estuviera levitando, la niña de blancos cabellos se acercó a este y lo abrazó. Desconsolado, el niño estalló en llanto, permitiéndose consolarle. La mujer los miraba con una sonrisa mientras se acercaba a Lightning y Allan con una sonrisa – Gracias por lo que han hecho y lamento haber tardado tanto – tras esa sonrisa cálida, la mujer saltó y a pesar de la fuerza necesaria para llegar hasta donde estaban los dos niños, volaba con despacio y aterrizó junto a ellos lentamente. Su caída recordaba a la ligereza y delicadeza de una pluma -. Es el momento – miró los restos del árbol marchito y la pequeña niña de cabello blanco soltó al niño, quien se limpiaba las lágrimas. Miró a las dos mujeres y asintió.

- Sé que no sabes cómo hacerlo, pero yo puedo ayudarte a volver a casa – dijo la niña con una voz dulce y le sonrió mientras tomaba sus manos -. Cierra los ojos – ambos lo hicieron y casi al instante, aquella luz que lo envolvía, se hizo más intensa para recubrir a la pequeña de cabello blanco. Segundos más tarde, la figura de ella crecía, mientras que la del pequeño se desintegraba con el viento, formando pequeñas luciérnagas luminosas que se iban a lo más alto de la habitación. Esas luciérnagas eran idénticas a las que habían iluminado su camino antes de llegar a esta sala. La luz se disipó y una figura para todos conocida se materializó.

La sacerdotisa dragón estaba de vuelta, en su vestido inmaculado blanco y su gentil figura. Era ella, sin duda alguna. Miró a todos, incluidos los caídos con rostro de tristeza para detenerse en un cuerpo en especial por un segundo. Poco después, se giró hacia la mujer con quien había llegado y extendió su mano hacia ella. La otra mujer la tomó y asintió. Miraron las luciérnagas y estas respondieron a sus voluntades, rodeándolas con velocidad y generando un remolino. Con una luz aún más intensa, salieron a toda velocidad hacia el techo y chocaron unas con otras formando un estallido de luz que abarcó toda la sala. De la nada, nubes de lluvia de color verde se formaron y gotas de color arcoíris cayeron sobre todos.

El contacto con estas era cálido y agradable. Con cada gota que tocaba su piel, la energía regresaba a sus cuerpos, sus heridas se cerraban con rapidez y se sentían mejor que nunca. La duda fue casi automática, ¿y qué pasaba con los caídos? Sus cuerpos, envueltos en aquella lluvia, empezaron a sanar igualmente. Gota a gota, la vitalidad regresaba a sus cuerpos, permitiéndoles segundos más tarde abrir los ojos como humanos, revividos, renacidos podría ser una mejor palabra para ello.

Su deseo era retornar las vidas que había quitado para prevalecer la suya. Su última voluntad – sonrió la sacerdotisa con cierta tristeza. Bajó la mirada y fue con Mamoru. Las heridas de Scarlet habían cerrado, pero ella aún no abría los ojos. ¿Por qué, a pesar de que todos los demás volvieron? De manera maternal, acarició el cabello del rubio -. Lamento no haber tenido el poder de salvarla. Ojalá hubiera podido evitarte tanto dolor – y entonces, puso su mano sobre el cuerpo de la titánide. Su cuerpo brilló de un intenso violeta mientras un trozo de cristal oscuro emergía. Shiro lo encerró en una burbuja de luz y lo envió lejos -. Eso bastará. No nos desharemos de Scarlet, pero dormirá por quinientos años, y tal vez regrese cuando la Reina oscura lo haga – sonrió y luego miró a Walker un momento. Se sonrió divertida para volver con Ruka, quien había recuperado su forma humana. Segundos más tarde, sus ojos verdes se abrieron y buscó los de Mamoru aún aturdida. No parecía tener las energías de hablar siquiera, pero lágrimas rodaban por sus mejillas sin control alguno.

Todo parecía haber terminado bastante bien, mas cuando la lluvia se detuvo y la presencia de Umhti desapareció, aquel lugar empezó a desmoronarse. La reina de cristal extendió sus brazos y burbujas de cristal envolvieron a todos los sobrevivientes. Se unieron y flotaron hacia el lugar por el que todos habían entrado. El mundo creado por Heleth se derrumbaba y de quedarse allí, solo les esperaría una muerte segura. Veían las raíces caer, los trozos de ramas y las hojas rodeándolos y fundiéndose en el centro de la Tierra para dejar solo el vacío. Un vórtice cristalino apareció encima de todos y las burbujas de cristal se volvieron rayos de luz que lo cruzaron a gran velocidad, haciendo que sus consciencias se apagaran por el suficiente tiempo para no saber a dónde los llevaría.

  

Sin darse cuenta, estaban de vuelta en la playa, con un Alioth de aspecto demacrado sosteniéndose de la Espada esmeralda como mejor podía. Apenas salieron, retiró la espada de la arena y cayó agotado en el suelo. La espada regresó como un veloz rayo de color verde al anillo en su mano. Heracles dejó a Mamoru con Ruka y fue a socorrer a su rey con gran velocidad. Tal vez no lo notaron al instante, pero el hielo que cubría toda la superficie del mar empezaba a resquebrajarse. ¿Era el final? ¿Lo habían logrado?

Notas de juego

Ya pueden postear.

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07/07/2021, 23:53
Katherine Tempus

Sus ojos se abrieron con fuerza y fue así que se dio cuenta que su cuerpo se sentía diferente. No estaba transformada, no era Anyx... tampoco se sentía ligera o como una estrella fugaz; era ella, era Katherine Tempus. Su mirada azul recorrió la estancia sintiéndose perdida y confundida, todo ocurrió tan rápido que se llevó una mano a la cabeza tratando de reordenar sus ideas para darle claridad a esa nube en su cabeza. Por supuesto que tenía todos los detalles de lo que sucedió, pero pasar de estar en ese extraño sitio a sentirse "viva" eran sensaciones que chocaban con su propia existencia. Fue recibida por una sensación cálida y familiar, pero respirar y darse cuenta de sí misma cuando estaba segura que no volvería a renacer fue evidenciado con su rostro lleno de sorpresa. 

La voz de la Sacerdotisa Dragón resonó en su oído y, con anhelo y acongojo, alzó su vista siguiendo el origen de aquella voz hasta que la vio, tanto a ella como a la Reina de Cristal. Katherine se estremeció y rápidamente comenzó a sollozar, siguiendo con su mirada a la lideresa de los dragones para ver que iba con... ¿Mamoru? Los ojos de la inglesa se abrieron aún más y se arrodilló llevándose ambas manos a su cara para sacar aquello que desbordaba desde el fondo de su corazón. Su sollozo se hizo audible, pero a la joven no parecía importarle mucho porque quería sacar la culpa y el dolor de las acciones que había cometido antes de morir. Tuvo que calmarse cuando escuchó que Scarlet fue encerrada y volvería en 500 años con la Reina Oscura, dándose cuenta que el ciclo no había terminado. Así, retiró sus palmas para observar mejor el panorama y ver que todos estaban ahí, incluso los que habían fallecido como ella y la acompañaron en ese sitio extraño. Pero cuando vio a uno de los caídos en particular, se estremeció y una sonrisa triste se dibujó en su rostro, cerrando sus ojos por un momento mientras intentaba limpiar sus lágrimas.

-Qué alivio...

Luego sintió que fue rodeada de una esfera y comenzó a observar alrededor para percatarse que en donde pelearon se iba destruyendo. Ensimismada, para cuando regresó en sí parecía que habían vuelto a la Tierra y vería al Rey Alioth debilitado. Aún de rodillas, Katherine logró incorporarse mirando al horizonte mientras la brisa marina revolvía su cabello negro y se llevaba alguna que otra lágrima que caía en la arena. ¿Merecía otra oportunidad para vivir? Sin saber qué hacer precisamente mientras se ahogaba con sentimientos encontrados y, sin atreverse a ver al resto debido a los pecados que parecía cargar sobre sí misma, habló.

-¿Qué pasó?-preguntó al aire, pero en un tono suficiente para ser escuchada. 

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08/07/2021, 00:11
Mamoru Tsukaima

El dolor que sentía hacía que su cuerpo temblase. Sin embargo, ya no se trataba de un dolor físico, sino puramente emocional; quizá eso era mucho peor. Y al escuchar las palabras dichas por Scarlet, palabras que no eran de ella sino de la propia Ruka, Mamoru estiró un brazo y trató de gritar su nombre, aunque se le quedó atorado en la garganta.

Por los ojos de Mamoru seguía fluyendo lágrimas incontrolables, al mismo tiempo que sentía que todo a su alrededor se derrumbaba. Pensaba que debía haber muerto como Dusk. De haberlo hecho, no se sentiría así. Entonces, sus ojos comenzaron a cerrarse mientras veía que ni Ruka ni Scarlet responderían más. Sus vidriosos ojos se dirigieron al niño. A diferencia de Dusk, él no lo odiaba; Umhti solo recuperaba lo suyo, y Ruka había muerto muchos días atrás.

De principio a fin, solo he cometido errores. Antes y ahora... 

Mamoru subió una mano a la altura de su rostro, mirándola a través de sus lágrimas.

Ni Dawn ni yo... Ninguno fue lo suficientemente fuerte.

Un grandulón cubrió su campo de visión de repente. Sintió su cuerpo ser levantado. Oh, era él. ¿Por qué Onírica... por qué él...?

Simplemente deberías dejarme aquí. Te ataqué. Los traicioné —pero estaba claro que el noble Heracles no lo escucharía.

Sin saber adónde lo llevaba, y sin que le importase, miró de forma distraída a Onírica. Había sido ella...

Gracias... —susurró, ya sin energías para sollozar siquiera. 

Masaru... Ruka... La voz del niño llegó a él. Apenas pudo mirarlo. Esos inocentes ojos que evidenciaban sufrimiento e inocencia. ¿Alguna vez había sido él así? Quizá sí. No lo recordaba muy bien. Mas el alma de Ruka se perdió en el aire, y más lágrimas de Mamoru empezaron a fluir aunque su expresión no cambió.

No es tu culpa —y se quedó mirando el lugar donde el alma de Ruka había desaparecido. ¿Volvería a verla en otra vida? Aunque le dolía, esperaba no volver a renacer. No quería sufrir de esa forma de nuevo. No quería sufrir más. Ni como humano ni como dragón.

Heleth... Kyoh... Genuinamente, Mamoru no entendió nada. O mejor dicho, ni siquiera se esforzó en comprender algo. Heracles lo dejó al lado de Scarlet, y este se preguntó qué sentido había tenido tanto sufrimiento. Al final, siendo Dusk o no, se había quedado completamente solo.

Tal vez... tú y yo... —sentía que un nudo se cerraba en su garganta mientras veía a la titánide sin vida— estemos destinados al infortunio eterno.

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08/07/2021, 05:46
Mamoru Tsukaima

El cuerpo del rubio descansaba al lado del de Scarlet. Las lágrimas fluían por sus ojos. Sin embargo, Mamoru no parecía tener siquiera energías para sollozar. Si había sido liberado de la marca de obediencia, ¿por qué lucía tan miserable?

Después de que aquellas estrellas cayesen, y apenas las figuras comenzaron a tomar forma, algo se agitó dentro del pecho de Mamoru, y reconociendo la energía de una de las mujeres, los ojos del rubio, los cuales estaban completamente vidriosos por las lágrimas, se abrieron muchísimo. ¿La Sacerdotisa y…?

La vista de Mamoru se nubló aún más de lágrimas. Recordando lo que había pasado cuando Walker se sacrificó, su pecho dolió mucho. Pero se intensificó mucho más al ver a Shiro en su forma normal. ¿El niño había desaparecido? No entendía muy bien. Solo entendía que Shiro estaba de vuelta.

El espectáculo de luces se dio frente a sus ojos. Las gotas tocaron su cuerpo, y toda su fatiga se fue. Pero a pesar de eso, Mamoru no se movió. Miró a su alrededor. Sus compañeros y amigos volvían a la vida. Miró a Scarlet... Sus ojos no se abrían, y no había vuelto a ser Ruka. Su mirada se apagó poco a poco de nuevo. Entonces, la voz de Shiro volvió a resonar, y Mamoru se la encontró yendo hacia él. Una especie de miedo irracional, o arrepentimiento, surgió al verla tan cerca. Llorando, cerró los ojos... y sintió su suave tacto sobre su cabeza. Al abrir los ojos, se encontró a la amorosa Sacerdotisa acariciando su cabello, y diciendo esas palabras. No lo merecía.

No puedes ser tan buena conmigo.

Yo no...

No lo merezco —se levantó, aunque solo para lanzarse de rodillas frente a la Sacerdotisa. Entonces, hundió su frente en el suelo, mientras las lágrimas caían sobre las raíces—. No es así. No fue tu culpa. Todo fue mi culpa, Shiro. Nunca he podido desempeñar bien mi rol —pero las palabras de su reina lo callaron. Y al levantar la vista, vio el trozo de cristal oscuro siendo alejado—. ¿Qué quieres decir?

Pero no tuvo mucho tiempo para estar confundido. Mientras sus ojos recuperaban un poco de brillo, siguió a Shiro... y a su lado ya no estaba Scarlet, sino Ruka. 

Los brazos del rubio cayeron de forma pesada a los lados, y miró a Ruka, entre desesperanzado y expectante. Pero segundos después, esta abrió los ojos y lo miró. Entonces, todo por lo que había pasado tuvo sentido por fin. Todas esas semanas infernales. Todas sus muertes anteriores. 

Al fin... volviste —sin poder aguantar más ahora, Mamoru se acercó a Ruka y comenzó a sollozar, acariciando una de sus mejillas con su mano temblorosa—. Soy Mamo... Mamoru. ¿Lo ves? Yo también volví.

Pero cuando todo parecía estar bien ahora, el árbol comenzó a desmoronarse, exponiéndolos al temeroso vacío. Mamoru se abrazó a Ruka sin siquiera mirar el vórtice sobre ellos, maldiciendo una vez más el destino. Pero claro, no esperaba lo que sucedería a continuación.

Con los ojos cerrados, sintió el aroma del mar y la brisa de la playa. Poco a poco abrió los ojos, dándose cuenta de dónde estaban ahora, y quiénes estaban. La paz del lugar lo invadió.

¿Es todo?

Pero la voz de alguien muy importante para él llegó a sus oídos. Apenas la vio, sus ojos azules se abrieron. Ella, Edward, Irisu, Notah. Todos.

Solo un momento —apretó la mano de Ruka, aún sollozando—. Volveré. Te lo prometo.

Luego de decir eso, se levantó torpemente y comenzó a correr en dirección a Katherine. Y una vez llegó a donde estaba, la abrazó.

¡Volviste! —no podía contener las lágrimas— Tú... también volviste. Todos... volvieron.

Notas de juego

Perdonen el tocho, pero no pude contenerme XD.

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09/07/2021, 07:55
Jaycee Yamamoto

Sin entender absolutamente nada, volvían a estar ¿Todos? La verdad era que no tenía muchas ganas de hacer recuento, pero allí estaba incluso Shiro, y el muchacho solo suspiró. El tipo que aparentemente les había sacado de aquel lugar dijo que menos él los demás estaban igual de recluidos, ¿Por medio de quien o por que llegó entonces a aquel lugar? ¿Había llegado por algún motivo concreto? ¿Hizo bien en confiar esta vez? ¿Habría cambiado algo respecto a él o los demás no haberlo hecho?

Demasiadas preguntas se formaban en su cabeza, y no podía evitar creer que era al revés de lo que aquel tipo dijo, "sentía ser él el recluso" su vida había acabado y volvían a resetear su existencia, ¿Se sentiría así Ilify la primera vez que se vio en cuerpo ajeno? Su mirada permanecía relativamente vacía, y ya no sabría decir si en realidad su vida era solo un sueño inexistente... Creyó por un momento que se había ganado el derecho a descansar.

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09/07/2021, 11:41
Notah Haumann

Volver a la vida era... raro. Como despertar de un sueño pesado que ya tenías más que asumido como real. Incluso era ligeramente confuso, al fin y al cabo no había hecho nada por ello, sencillamente había llegado como la primavera llegaba después del invierno.

La primera visión y las primeras palabras que escuché fueron las de la sacerdotisa, parecía apenada por tener que condenar a Scary y yo, muy en mi interior, debía reconocer que también estaba apenado. De algún modo me caía bien la maldita, pero era algo que probablemente nunca le reconoceré. Mi mente seguía intentando enlazar piezas, de modo que muchos detalles pasaron desapercibidos. Estábamos ayudando a Verdi y... ¿nos arrastró a todos aquí? ¿seguía soñando?

Me incorporaba mientras escuché a Mamoru y sonreí gentil.

Seguiste tu corazón cuando nublaron tu mente. Lo diste todo, creo que puedes estar orgulloso de ello.

También me había parecido escuchar algo de la Reina Oscura y miré con cierta extrañeza a la sacerdotisa. Parecía haber algo más que no llegué a captar bien, pero devolví la sonrisa aliviado al ver cómo el sacrificio no había sido del todo en vano. Bueno, sacrificio entre comillas, ya que resultó ser algo temporal. Eso o estaba delirando, en cualquier caso disfrutaría del momento. Escuché además el sollozo de Kath, y quise acercarme para decir algo, pero... fui interceptado por una Oni voladora no identificada*, a lo no pude evitar reír ligeramente e intentar tranquilizarla.

Y todo se vino abajo. Unos momentos después estábamos a oscuras.

Al abrir los ojos nuevamente siguiendo el olor a sal habíamos vuelto a la tierra, dejando lo de atrás como un mal sueño. No podía, sin embargo, dejar de sentir una punzada oscura en la nuca, como si algo no hubiese terminado. Quizá fuese cosa del ciclo. En cualquier caso, tenía cosas pendientes. Con un gesto tranquilo me puse de rodillas mientras invocaba a mis dos pequeñas amigas.

Shishi, Riko... siento haberos preocupado. Pero parece que, de algún modo, hemos vuelto.

Acaricié la cabeza de ambas en un gesto casi ¿paternal? y muy probablemente a disgusto de Riko.

Finalmente me puse en pie y caminé tranquilo y serio hacia la sacerdotisa, con mis ojos clavados en ella.

Has tardado demasiado -reclamé, deteniéndome a escasos diez centímetros de ella-Shiro.

Eliminé la distancia que nos separaba para darle un rápido y fugaz beso en los labios. ¿Era invasivo? Sí. ¿Era la sacerdotisa? También. ¿Me importaba? En absoluto.

Supongo que podemos intentar... conocernos mejor.

Sonreí de corazón.

Notas de juego

*Pactado con la jugadora, dejo su acción para su post

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10/07/2021, 19:07
Onírica

La pena que cargaba el pequeño Umthil provocó que Onírica se mantuviera en silencio junto a él. Ella sentía dolor al no poder aliviarle o consolarle, sobretodo porque ella no lo culpaba de nada, había sido una víctima de todo aquello, le habían obligado a hacer cosas terribles.- Lo siento... Siento todo esto... -¿Qué más podía decirle? Nada. Por eso su silencio se volvió completo tras aquello. Con el corazón herido y el alma desgarrada, la einar se alejó mientras observaba lo que la rodeaba. Dolor, destrucción...

Cuando el árbol empezó a venirse abajo, buscó el cuerpo de Walker entre los caídos, aunque no se dirigió hacia él, pues las palabras de Shado la hicieron clavar su atención en él. Con cierto cansancio sonrió y asintió suavemente.- Siempre seré la débil de los dos cuando se trata de la mente.-Respondió con cierta tristeza. Le dio igual lo que él dijera o hiciera, se acercó y lo abrazó con fuerza. No sabía si volvería  desaparecer, si se quedaría. No sabía cuando volvería a poder abrazarle. Traidor o no, era su amigo. Agarró sus ropas entre los dedos y apretó aquel abrazo aún más, querienso grabar aquella sensación en su mente para no olvidarla.  Cuando se separó se percató  de la presencia de aquellas dos figuras femeninas, a las cuales saludó con un ligero movimiento de cabeza de lo más respetuoso. Tenía la sensación de que la pequeña... La conocía, aún así se retiró para observar lo que pasaba.

Cuando el cuerpo del pequeño se desvaneció en aquellas diminutas esferas luminosas, Onírica no pudo sentir tristeza pese a saber que era lo correcto. Se mordió el labio por dentro y retiró la mirada conteniendo las lágrimas, aunque éstas salieron al ver que la niña crecía hasta dejar ver a la Sacerdotisa. Con caminar tembloroso se acercó hasta ella y sus piernas fallaron al estar a unos metros. Entre sollozos se dirigió a Shiro.- Lo.. Siento... Mariko.. Notah... No pude protegerles... Ni a los demás... Lo siento... -Seguía cargando sobre sus hombros la culpa de sus muertes. Ella era la que debía haber ocupado ese lugar. Y por el contrario... Seguía viva. Se llevó las manos a las mejillas para limpiar las lágrimas, y sobre sus manos empezaron a caer gotas de lluvia, la sensación fue la misma que cuando estuvo cerca de Umthil, todas sus heridad empezaron a cerrarse y su energía se restableció. A su alrededor los cuerpos empezaban arecobrar la vida y entonces Onírica alzó la mirada para gradecer a Umthil aquello. Cuando vio que Notah se movía, Onírica se alzó de donde estaba y corrió hacia él,  abrazándolo mientras sollozaba cual niña pequeña.- Eres... Tonto... No vuelvas a... Darme un susto así... Nunca.-- Tardó unos minutos en conseguir frenar el llanto y cuando lo consiguió, empezó a hipar. Sólo soltó a Notah cuando todo empezó a desmoronarse. Su mirada se volvió asustada, por lo que simplemente se cubrió, haciéndose bolita.

El susurro del mar,  la brisa sobre su cuerpo y aquel silencio calmado y sin gritos, la animaron a observar que había pasado. Para su sorpresa, habían salido. Tanto la Sacerdotisa, como la Reina de Cristal los habían protegido de la.muerte. Nuevamente se sintió enormemente agradecida con ambas, aunque aquel sentimiento cálido desapareció de su pecho al ver al Rey Alioth en aquellas condiciones tan lamentables. Observó a Heracles correr veloz hacia él, y ella quiso hacer lo mismo, incluso había iniciado a caminar, pero una fuerza invisible la frenaba. Su corazón estaba apunto de salirse de su pecho y sus mejillas empezaron a tornarse sonrojadas a cada segundo que pasaba.-¿Qué... he hecho...?-Nerviosa retrocedió cual cangrejo, intentando tomar distancia tanto con los suyos, como con el resto del grupo. Pero no podía irse, no sin motivos, no sin dar explicaciones  y lo peor de todo, estaba segura de que... Si intentaba huir, alguien la frenaría. Fue en ese momento de dudas y indecisión cuando observó como Notah iba en dirección a la Sacerdotisa y le dejaba un tierno beso en los labios. Onírica sonrió feliz al ver aquello, pero eso no la hizo olvidar que ella debía ir hacia el Rey Alioth.

Con paso pesado empezó a caminar de manera lenta hasta donde estaban Heracles y Alioth, lo que  a ella le habría llevado segundos, en esta ocasión le llevó minutos. Largos y terribles minutos en los que sintió como su cuerpo se volvía tembloroso cual flan, su cara empezó a verse aún más roja y su corazón  ¡Dioses, iba a salir de su lugar!   Una vez frente a ambos hombres,  se arrodilló frente al Rey y sin ser capaz de mirarle, puso sus manos sobre las mejillas de él a la par que entonaba una canción. Sabía que no estaba herido, pero le ayudaría a recuperarse más rápido.  Cuando terminó lo miró con timidez.- Yo... Esto... lo de antes... -Apartó las manos y se movió incómoda. Cada vez que intentaba decir algo solo salían balbuceos sin sentido.- Corazón... Hablaba... Sin permiso ... De cerebro... Y yo... - Intentaba juntar las palabras y era incapaz, por lo que decidió quedarse callada mirando el suelo.

- Tiradas (1)