Partida Rol por web

Bishoujo Senshi II

Capítulo 5: Paraíso

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12/07/2021, 00:36
Hikari Umino

Algo extraño sucedió cuando nos tomamos de las manos. ¿Un milagro? Tal vez. Lo cierto es que, de pronto, todo se volvió negro y luego, paulatinamente, comencé a abrir mis ojos. Luego de estar un rato confundido, sin saber bien ni siquier dónde estaba, me di cuenta de que había regresado al campo de batalla. Entonces la vi.

¡Mi reina!

Estaba a punto de ponerme de rodillas para saludarla como era apropiado, pero en seguida, otro milagro ocurrió. ¿Habíamos vencido? Eso parecía. Antes que pudiera disipar mis dudas, ya estábamos en la playa donde todo comenzó. Pensé en tratar de ayudar al rey, pero Heracles ya estaba ocuándose del asunto. 

Fue entonces, y sólo entonces, cuando una terrible pregunta saltó de mi mente, directo hacia mis labios.

-¿Y... Lety... Dónde está Lety?¿Alguien la ha visto?

La busqué con la mirada, pero no lograba encontrarla.

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13/07/2021, 08:02
Lightning

Al ver que la Reina de cristal se acercaba, con una mezcla entre alivio y estupefacción, la miró y le sonrió para negar con la cabeza mientras sus ojos se llenaban de lágrimas. Tal vez era el alivio de verse salvados.

- Lo importante es que haya vuelto - y le hizo una reverencia respetuosa mientras el lugar se desmoronaba. Se abrazó a Allan por el miedo de perderlo de nuevo y confió en que su reina los sacaría de allí. Hizo bien porque pronto estaban de vuelta en la playa. Vio a Katherine aliviada y corrió a abrazarla, sin importarle demasiado que Mamoru estuviera haciendo lo mismo, así que la abrazó también... y a él si le alcanzaban los brazos.

- No sabes el gusto que me da verte - y sus ojos se llenaron de lágrimas.

La escena entre Notah y la Sacerdotisa no le pasó desapercibida, pero con las mejillas levemente sonrosadas, apartó la mirada para darles "privacidad". Luego, la pregunta de Hikari sobre Lety la molestó un poco, pues aunque fue su amiga, sabía qué había hecho y en qué circunstancias - Ella es una traidora, ¿recuerdas? No fue obligada, ni manipulada. Lo mejor es que la olvides de una vez - y suspiró para volver al lado de su novio y tomar su mano tras sonreírle.

Notas de juego

Pnjtizada

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13/07/2021, 19:16
Narradora

Mariko había guardado silencio todo el tiempo, como si comprendiera que no era su momento para acercarse a nadie, aunque los guardianes opinaran diferente - ¡Mariko-sama! – se lanzaron Schmella, Hunter, Hook y Ñyankuro hacia la guardiana suprema. Todos lloraban de alegría… aunque era difícil ver que una mariposa lloraba, por lo que esta solo se posó sobre la cabeza de Mariko, pero su voz la delataba. La peliazul, asustada y conmovida, solo sonrió mientras los abrazaba a todos como mejor podía – Perdonen la tardanza – y sus ojos se llenaron de lágrimas. Irisu se le acercó y al ver lo que hacían los guardianes, esperó respetuosamente. Quería hablar con Mariko, pero sabía que no había prisa en ello.

Edward y Aimi se veían casi tan aturdidos como todos los caídos, tratando de comprender lo que había sucedido. Edward se levantó primero y ayudó a su novia a ponerse de pie, pero cuando este cayó en cuenta de quién estaba en la playa, corrió frente a su reina para inclinarse. Se veía extático – Joou-sama, ha vuelto – decía el comandante de la guardia de Andelivian. Su alegría era comprensible, ya que solo había pasado como humano un poco más de medio año, así que ¿quién podría culparlo? Su novia sonrió y le hizo una reverencia a la Reina de cristal, pero corrió con Katherine y se unió al abrazo.

 

- Perdóname, Kathy-chan. No pude… estar para ti y por eso tú… – y la apretó con un poco más de fuerza. La rubia sollozaba casi tan arrepentida como la pelinegra.

 

 

Ruka se veía confundida, desorientada, como si no se hubiera recuperado por completo, pero aquello que hizo que la cantante reaccionara fue el toque de Mamoru en su mejilla. Lo miraba en silencio, contemplaba si era real o no… hasta que lo vio alejarse y empezó a llorar – Pensé que… pensé que era un sueño. Yo… - y se irguió aún mirando con los ojos vacíos de luz hacia el suelo. La pelirrosa parecía estar en un estado de profunda contemplación. ¿Acaso recordaba todo lo sucedido? Lo cierto es que lloraba en silencio mirando sus rodillas sin siquiera sollozar. No detuvo a Mamoru aunque hubiera querido hacerlo, pero él no era solo suyo.

Las dos pequeñas hadas que aparecieron frente a Notah sollozaban, aunque Shishi lo hacía más abiertamente, pero Riko le quitó la mirada apenas le tocó la cabeza – Eres un idiota, Notah-sama. S-solo lo haces por ser un lolicon – su voz era temblorosa, mostrando cuánto le costaba fingir que no estaba alegre por verlo de vuelta. Ambas hadas abrazaron a su amo y luego se quedaron al margen. No querían interrumpirlo.

 

Tras darle algo de privacidad a Ruka y a Mamoru, Shiro se alejó lo suficiente y miró a un taciturno Jaycee con ojos tristes. Tal vez era porque simpatizaba con su dolor, o porque se sentía mal de hacerlo regresar a pesar de verse solo. Lo miró y le dijo – Lamento que no esté en mis manos alivianar tu carga, pero sabes que siempre puedes regresar a Hardak conmigo – le hizo un ofrecimiento sincero, aunque al momento de escuchar su nombre en los labios de Notah, se giró sorprendida. Al verlo tan cerca, se sobresaltó en sobremanera, y aunque iba a protestar, su repentino beso la interrumpió. Ni siquiera cerró los ojos y apenas el peligris se retiró, Kuroryuu estaba inmóvil y con las mejillas sonrosadas. El rubor pasó a cubrir todo su rostro y casi parecía que la joven se fuera a desmayar. Después de unos segundos de incómodo silencio, miró a Notah con ojos brillosos – Yo… - su voz temblaba. A la final, se llevó una mano a sus labios y sonrió. Miró al dragón y asintió -. Si estás dispuesto a ser paciente con alguien que sabe tan poco sobre comportarse como una humana, claro – la risa de la Reina de cristal no se hizo esperar. Ella se veía como una adulta, no como todos que se veían adolescentes.

Las palabras de Hikari desconcertaron a varios de los presentes. Entre ellos, Edward, quien seguía frente a su reina. Esta miró también al peliazul desconcertada, pero con una mirada un tanto más seria. Aimi lo miró también y apretó los puños con enojo tras separarse de Katherine – Yo la maté – dijo la rubia -. Lightning lo dijo. Es una traidora que abandonó a los suyos por venganza. Acabé con ella porque sabía que no tendría remedio – decía entre lágrimas. La Reina de cristal llegó también con Hikari, seguida muy de cerca por Edward, quien la escoltaba como el caballero que era.

- Si bien Aberrant era una parte de mí, una parte que puse en la Reina oscura con el fin de hacer crecer la bondad en su interior, ella eligió traicionar a Andelivian. Eso ya la hace inmediatamente una desertora. Su alma se corrompió por el rencor que sentía y abandonó todo, incluso a ti. Ella no volverá, al menos no por mi parte. Tal vez la Reina oscura la traiga de vuelta, pero para eso, no estarás vivo. Te recomiendo que no la menciones más o tu alma puede corromperse de igual manera – y aunque nunca subió la voz, el carácter fuerte y decidido de la Reina de cristal se hizo presente. Ella no era Kuroryuu, quien siempre trataba a todos de manera maternal, ella era quien había causado una guerra en el pasado por su firme resolución… y siempre había sido así. Una monarca justa, pero severa y firme.

 

Cuando Onírica abrazó a Walker, este se mostró incómodo, como si no supiera cómo responder a ello. Poco después, suspiró sonriente – Sí que eres molesta – le dijo a Onírica devolviéndole el abrazo tímidamente. Afortunadamente para este, el abrazo no duró mucho.

 

Heracles se acercó y levantó a su rey, quien reaccionó. Abrió los ojos con despacio y miró a su compañero con una sonrisa de satisfacción. En su rostro era notorio el alivio que sentía por haberlos visto regresar, por lo cual no podía quitarse la sonrisa del rostro, aunque tampoco es que pudiera moverse. El rey miró cómo Onírica se acercaba casi como si estuviera viendo una aparición, un fantasma, un sueño… No le dijo nada, solo observó con paciencia cómo ella se acercaba tímidamente y no la apresuró. Cerró los ojos para escuchar su canción y viéndose con algo de vitalidad, se sentó. Heracles le ayudó y dio un paso atrás. No quería romper la magia del momento. Alioth miró a su subordinada y sus mejillas se colorearon a la par que las de la peliazul. Se rascó la cabeza y sonreía con timidez – E-está bien. Entiendo que… no sabíamos si volveríamos a vernos y… - carraspeó -. Solo… déjame decir algo – miró a Notah un momento para luego volver con la einar -. E-ese collar que te di… te lo di como muestra de mis sentimientos. Desde que era niño, yo… Bueno, ya sabes... Qué vergonzoso – suspiró mientras Shado se reía en la distancia, pero se calló por una mirada amenazante de Heracles.

- Si me contuve de decirte más fue porque no quería atarte a mí. Siendo el rey y todo eso… Ya sabes, es un peso que no quería que cargaras tú también. Perdóname por no ser claro contigo durante tantos siglos. De verdad quería que encontraras a alguien más – bajó la mirada y tomó su mano para besar su dorso en un gesto delicado y caballeroso -. ¿Podrías… perdonarme? Y… ¿aceptar mis sentimientos? – sonrió, aunque se veía que estaba haciendo un enorme esfuerzo por mantenerse erguido.

Después de que terminara, Heracles no pudo contener sus propios sollozos de felicidad. Al parecer, él estaba más feliz que los dos involucrados allí – Por fin… Esperé siglos para esto – lloraba el hombretón.

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14/07/2021, 00:56
Hikari Umino

Al escuchar las explicaciones de Lightning y la reina, mi corazón se llenó de tristeza. Pero no les guardaba rencor: Sabía que mi camarada había cumplido con su deber y que Lety había tenido su oportunidad para reformarse. Sólo me hubiera gustado hacer un poco más por ayudarla. Pero al final, la decisión fue suya, y debía respetarla, por mucho que me doliera. Tal vez, en otra vida, podamos volver a estar juntos y en paz. Intentaría consolarme con ese pensamiento.

Por lo pronto, decidí guardar silencio: Entendía el rencor de mis compañeros y no quería ser egoísta. Mis sentimientos hacia ella serían privados y así permanecerían para siempre. No había necesidad de hablar de ello otra vez.

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14/07/2021, 01:05
Katherine Tempus

Mientras esperaba que alguien respondiese a su pregunta y perdiendo su mirada en el infinito mar azul que se extendía mientras el hielo que lo cubría se quebraba y el sonido del hielo resquebrajándose llegaba a su oído, Katherine se vio sorprendida por alguien que fue a abrazarla y reconoció de quién se trataba con solo escucharlo. Los ojos cristalinos de la inglesa se nublaron aún más y se volteó para corresponder la muestra de afecto, también acompañando el acongojo de lo que había pasado debido a la oscuridad que logró dominarla, que los había dominado.

-Lo siento, Mamoru, lo siento-dijo con total arrepentimiento, pues ella fue quien terminó por empujarlo para que Heleth pudiese usarle-. Lo siento... lo siento...

Esas disculpas no solo iban dirigidas a él, sino a cualquiera que pudiera escucharla: a Schmella, a quien dejó a su suerte y ahora se encontraba con una Mariko renacida a quien no pudo sostenerle la mirada por haber traicionado a la guardiana suprema, a un Jaycee que había perdido la esperanza de vivir y que estaba cansado de todo, un risueño Notah que seguía los impulsos de su corazón, a una Onírica con sus sentimientos desbordados, un Hikari que continuaba preguntando por un amor perdido, Irisu que esperaba a que Mariko estuviese despejada, una Kuroryuu que velaba por los demás como siempre lo hacía... una Lightning que fue a abrazarla y correspondió con mucha fuerza por tratarse de una gran amiga que incluso intentó ayudarles cuando estaban bajo la influencia de Heleth, a su hermano que custodiaba  a la Reina de Cristal, a una Aimi arrepentida y con culpa que también se unió a aquél abrazo lleno de afecto y, sobre todo, un perdón a sí misma por no haberse cuidado  y terminando por perderse en el proceso.

En medio de su desahogo, la inglesa abrió sus ojos que apenas podían ver para así atreverse a ver mejor el panorama y a sus amigos. En su observación, una pequeña sensación en su corazón comenzó a crecer a la par que veía cómo Lightning se iba con Allan, a Aimi explicándole a Hikari lo sucedido con Lety y su reacción, la sonrisa de Kuroryuu a Notah, Onírica y al rey revelando sus sentimientos, Ruka que observaba sus rodillas y lloraba mientras Mamoru la consolaba a ella y el respeto de su hermano a su lideresa. Ya había sentido eso antes, cuando habló con Isabella en aquél parque y en el ataque al concierto, y Katherine no se dio cuenta en ese preciso momento hasta que una voz igual a ella pero al mismo tiempo diferente le hizo eco en su corazón.

Yo nací por una razón.

Fue entonces que la joven se dio cuenta de que si Anyx había surgido no solo fue a causa de que Heleth la había manipulado, ella misma albergaba oscuridad y no pudo controlarlo. Se lo había dicho Koichi en su momento cuando hablaron esa noche, pero fue demasiado tarde para poder subsanar su propia decisión que, a pesar de que algunos la habían empujado al acantilado, al final ella misma miró al vacío cuando éste le habló y se arrojó, siendo devorada en el proceso. 

Katherine seguía llorando, pero aún así tomó distancia de Mamoru y le sonrió agradecida. No habían podido explicarle qué había pasado, pero ya no importaba realmente.

-Eres una persona maravillosa, Mamoru; sin embargo, creo que ambos debemos aprender a querernos a nosotros mismos. Espero que puedas lograrlo-le dijo a su amigo, colocando una mano a su pecho para después ver a Aimi-. Ahora que tenemos esta nueva oportunidad, quiero que cuides de mi hermano, por favor.

Y así, comenzó a caminar hacia donde estaba la Reina de Cristal. La brisa marina ondeaba su cabello y, aunque continuaba llorando, había una determinación en sus ojos que la guiaban hacia lo que quería hacer. En el camino, le sonrió a Onírica esperando que fuese feliz al lado de la persona que amaba, no quería interrumpir aquello y por eso no se acercó; pero desvió su camino para ir con Hikari y ponerle una mano en el hombro.

-Ahora que sigues vivo, usa lo que sientes para seguir adelante-dio unas palmadas y luego se acercó a Lightning y a Allan.- Me alegra de corazón que hayan podido estar juntos a pesar de todo, del tiempo y de las vidas. Por favor, sean felices.

A la distancia agradeció a Irisu por haberle ayudado incluso cuando era Anyx, con Mariko dio una reverencia de disculpa sin moverse y a Schmella le sonrió con tristeza. Luego de ello caminó hacia Kuroryuu y Notah, mirando con cariño y respeto a la sacerdotisa dragón para luego suspirar, tener fuerza para ello y hablarle.

-Notah será paciente contigo, ya lo verás-y la abrazó. Ella siempre fue su amiga, antes de verla como la líder de los dragones, fue su confidente y una persona muy querida. Le susurró algo que solo ella podría escuchar y una vez que se alejó del abrazo, miró al dragón-. Me alegra que encontraras ese faro y hayas llegado a ella-. y, para finalizar su trayectoria, se acercó a Jaycee y le habló en un tono bajo-. Espero, de todo corazón, que algún día tu corazón pueda sanar bien, Jaycee. Te amo, y nunca olvidaré lo que siento por ti aunque nuestros caminos se separen.

Y así, la inglesa llegó frente a la Reina de Cristal y su hermano. Miró a Edward brevemente haciendo acopio de su fuerza de no ir a correr a abrazarlo y pedirle perdón por lo que pasó; sin embargo, lo miró con esa intensidad que esperaba ser comprendida por parte del Comandante que muchas veces la abrazó para consolarla de sus pesadillas, la regañaba por no saber cocinar y con quien peleó codo a codo para asumir sus roles como guerreros. Tragó saliva y miró a su reina para después arrodillarse con una sola pierna y exclamar con respeto y tono alicaído lo siguiente.

-Mi reina, me alivia verla de nuevo. Sin embargo, quisiera exhortar una petición egoísta... traicioné sus ideales, mi propósito como guerrera y me uní a los enemigos siguiendo los deseos de acabar a quienes consideré mi familia, a mis amigos y compañeros de combate, además de abandonar a mi guardiana-alguna que otra lágrima caía sobre la arena, pero Katherine no se movió-. Merezco un castigo por haberles traicionado. Me atendré a lo que usted dictamine.

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14/07/2021, 01:33
Katherine Tempus

Cuando abrazó a Kuroryuu, la sacerdotisa dragón pudo sentir ese afecto que Katherine siempre le tuvo. Por más que la inglesa a veces se sentía mal de que no le contara algunas cosas lo entendía perfectamente, pues aunque había amistad entre ellas, los roles asignados a cada una imperaban sobre algunas cosas. 

Así, acercó sus labios al oído de la peliblanca y le habló.

-Shiro... date la oportunidad de ser querida de esa manera. Te quiero mucho, fuiste la primera amiga que tuve al mudarme de Londres. Espero que puedas disfrutar la vida como lo mereces...

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14/07/2021, 12:33
Jaycee Yamamoto

Sin duda los ojos de Jaycee seguían apagados, pero un fugaz brillo pasó frente a él cuando comenzó a asimilar lo que !e rodeaba, y entonces cerró sus ojos y pensó; su rostro mostró una sonrisa después de haber escuchado a la sacerdotisa y a Katherine, quizás 2 de las tres mujeres más importantes de su vida junto a Zmiy, pues ni siquiera podía incluir a una madre que no había conocido más allá de recordar su cálido abrazo de alguna ocasión que no tenía en sus memorias.

Las declaraciones se sucedieron entre unos y otros, y Jaycee solo podía procurar guardar bajo llave sus recuerdos esperando no olvidar más, no iba a exigir nada a nadie, tampoco a Katherine, pues ya le había dicho todo lo que podía y su última acción rechazando su mano en un último intento de reconciliación le dejaba claro que no iba a volver, o así lo interpretó él.

Abrió sus ojos y se acercó a la sacerdotisa clavando la rodilla en el suelo y agachando su rostro.

- os agradezco la oferta sacerdotisa, pero yo... Ya no soy un dragón, Ilify descansa en paz y de él eran mis poderes, se los devuelvo con gratitud pues gracias a ellos he podido luchar por quienes me importan, aún hay mucha gente que depende de mí, y aunque mi camino sea una senda en solitario procuraré ser un legado del que mis padres se sientan orgullosos, iniciaron un camino difícil y peligroso al buscar cambiar Japón para mejor - no pudo evitar mirar a Katherine de refilón antes de decir más - además, prometí cuidar a cuántos pueda, y aunque mis ánimos no sean los mejores, mi honor es lo único que me queda.

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15/07/2021, 00:02
Mamoru Tsukaima

Se sentía bien saber que sus amigos habían vuelto, en especial Katherine, Irisu... y Notah. Las lágrimas le seguían saltando mientras abrazaba también a Katherine, para luego escuchar aquello que le dijo Notah. Él había atentado contra él, e incluso lo que había hecho a una de sus invocaciones. Lo miró con dolor, pero no pudo decir nada. Qué amargo se sentía ese momento. E incluso Lightning se unía al abrazo, a pesar de todo... Y Aimi. Mamoru cerró los ojos por un momento.

Fue mi culpa por no tener voluntad. Tampoco pude ayudarte.

Cuando Kathy se hubo separado, escuchó sus palabras... y resonaron profundamente en su interior. Así, vio cómo esta se alejaba, así como a Notah... sorprendiéndose al ver que besaba a Shiro. Mariko, los guardianes. Ñyankuro... El rubio apretó los puños en silencio. Miró la arena y sus propias lágrimas que la empapaban por un momento, antes de que fuesen evaporadas. Se sentía fatal, y más de una cosa fatal pasaba por su cabeza. Siempre era así con todo. Pero Shiro les había dado una oportunidad. 

No puedo... 

Miró a Shiro.

Simplemente huir de esta manera.

Sabía lo que tenía que hacer. Y eso, por un momento, fue correr de nuevo hacia donde Ruka se encontraba. Aunque en el trayecto, pasó cerca de Notah y Shiro. Los miró y, con una especie de emoción creciendo, le dijo al chico: —Si le haces daño todos te partiremos la cabeza.

Al fin, después de todo, Mamoru llegó donde Ruka estaba. Se lanzó de rodillas a la arena y la abrazó. 

Te extrañé. Te extrañé mucho. No te vayas de nuevo, por favor —y por un momento, mientras un sollozante Mamoru dijo eso, la pequeña figura de un niño rubio y golpeado pudo confundirse con la suya.

Era cierto, se sentía mal. Sentía que había traicionado a Shiro, a Ñyankuro, a los demás... a sí mismo. Pero a pesar de eso, si renunciaba a todo... No quería hacerlo. Sin embargo, ¿de verdad sus pecados podían ser perdonados?

Mientras estuvo con Ruka, por un momento se permitió ignorar todo lo que pasaba alrededor de él, apenas dándose cuenta de lo que decía Katherine y volteando a mirar sin soltar a Ruka. Apretó un puño, así como con suavidad una mano de Ruka. Sí, él también creía que eso era lo correcto. Por lo mismo, apenas Shiro tuviese un espacio, querría hablar con ella. 

Mientras pensaba en eso, miró a Ruka por un momento. Si Shiro decidía que él debía ir a Hardak, desterrarlo... o cualquier otra cosa, él lo aceptaría. Ruka estaba viva. Él no quería huir. Admirando la valentía de Katherine, él también afrontaría las consecuencias de lo que había hecho, aunque eso significase alejarse de Ruka para siempre.

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16/07/2021, 08:10
Notah Haumann

Precisamente por ser un lolicon os quiero conmigo.

Respondí a las pequeñas, siguiendo un poco la broma, antes de seguir hacia el beso.

La respuesta de Shiro... no era la que esperaba del todo. Quizá hubiese esperado que se alejara ahora que estaba tan cerca, quizá hubiese esperado que me dijera que necesitaba pensarlo. Sin embargo fue una respuesta que me hizo sentir un calor en el pecho que forjó una sonrisa que mezclaba felicidad e incredulidad. Despegué los labios, pero entonces les escuché.

Sólo cuando los demás empezaron a hablar con nosotros fue cuando me di cuenta de que estaba delante de todos y sólo en ese momento el rubor fue invadiendo mis mejillas rápidamente para teñirlas de un intenso rojo. Resoplé por la nariz, viendo cómo Mamoru corría y, de algún modo, con aquellas palabras sentí que me había aceptado como parte real de un nosotros; también las palabras de Katherine y su abrazo que hizo que me encogiera con un poco de vergüenza.

Gracias -era poco más que un hilillo de voz- pero eso no te librará de que nos tomemos unos cuantos cafés.

No interrumpí su movimiento, y me giré hacia un Mamoru que ya estaba lejos, dejándose llevar por sus sentimientos.

Y tú... sé feliz, has luchado mucho por ello.

No sabía si me escucharía, pero fue un deseo sincero, de corazón.

Y entonces regresé con la sacerdotisa, aún avergonzado, tras lanzar una mirada fugaz a la Reina y su risa.

Eres la persona que conozco más comprensiva, aunque eso te haga daño. No puedo prometerte que no discutamos, no puedo prometerte ser felices para siempre. Pero puedo jurarte que mientras mi corazón lata por ti, jamás dejaré que vuelvas a estar sola.

En algún momento había tomado sus manos para decirle aquello. Me fijé que se acercaba Jaycee y supe que era un momento que el dragón necesitaba con la sacerdotisa y que yo no pintaba nada allí, así que la solté con cierto pesar.

Te dejo con esto. Hagas lo que hagas, tienes mi apoyo. Si me necesitas sólo di mi nombre Shiro.

Quise haber sido un poco más cariñoso, pero sabía que con Ili por medio siempre era complicado. Sólo le lancé una mirada antes de alejarme y, por respeto a la batalla que habíamos tenido antes, me decidí a dedicarle también unas palabras a él.

Hace unos minutos he visto tus escamas, garras y dientes. Si eso no es un dragón, yo soy un pato rosa.

Al girarme pude percatarme de la escena de Onírica, el Rey -y la mirada que me había lanzado antes y no había comprendido en el momento- y Heracles. No pude evitar reír un poco y asentir a aquellas palabras de "por fin", pero les dejé su espacio. Iba a encaminarme hacia Mariko, quería abrazarla y darle la enhorabuena, pero me fijé en cómo Katherine estaba frente a su reina, esperando una especie de juicio. Miré a la kitsune con un gesto de disculpa y también a Hunter, pero me encaminé hacia Katherine hasta quedar un paso atrás, a su derecha. Lo único que quería era transmitir un apoyo silencioso a los actos de mi amiga y que la Reina, por mucho que se hubiera reído momentos atrás, supiera que cada ápice de mi apoyaba los actos de Kath. Al fin y al cabo ella sería pura luz, pero los dragones adorábamos las luces y las sombras, así que al menos que no se enfrentara a aquello sola.

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17/07/2021, 18:25
Onírica

Onírica le sacó la lengua a Shado cuando este la llamó "molesta", solía decírselo mucho cuando luchaban juntos, por eso no le molestaron aquellas palabras. En el fondo sabía que era la forma en la que Shado tenía de mostrar su afecto hacia el resto. Aún así su atención no permaneció demasiado en él, ella tenía aún una batalla por librar y era la más dura de todas. Había combatido millones de veces, y nunca había sentido miedo por ello, pero en esa ocasión no podía evitar sentirse aterrada al abrir su corazón a otra persona. Aquello era dar el poder necesario para que si lo deseaba, la destruyera. Aún así, no se movió de dónde estaba Alioth, necesitaba escuchar de sus labios lo que fuese. Incluso arriesgándose a que este le partiera el corazón de no compartir los mismos sentimientos. 

El rostro de Onírica estaba decorado de aquel tono rojizo que se hacía cada vez más notable en sus mejillas, aunque sus ojos parecían querer verse desbordados por todos los sentimientos, pues las lágrimas se acumulaban deseosas de salir. Tomó aire y sacudió ligeramente la cabeza, debía serenarse. Estaba segura de que se veía terriblemente ridícula en ese instante, aunque cierta calma llegó a ella al ver que el Rey, el mismísimo Rey parecía estar luchando tanto o más que ella. Según él empezó a hablar, esta se mordió el labio... ¿Acaso creía el rey que sólo lo había dicho por eso? ¿Acaso no se había expresado bien? Sintió un nudo en el estómago y quiso frenarle, pero este se le adelantó al pedirle que le dejase decir algo ¿Pero el qué? Onírica ya no sabía dónde meterse, quizás por eso bajó ligeramente la mirada apartándola de él. Cuando mencionó el collar, esta miró y agarró el colgante entre sus dedos, apretándolo con cierta fuerza. Quienes la conocían, sabían que era algo que siempre llevaba con ella, desde muy pequeña. Y era la fuente de su fuerza en muchas ocasiones. Llevándolo encima, era cómo sentir cerca al Rey...Le llenaba de valor para no rendirse.

Sorprendida alzó la mirada, se había imaginado mil escenarios... ¿Pero aquel? No, aquel no era uno de ellos. Quizás por ello no pudo más que mirarlo con los ojos brillantes. Incluso verle tan nervioso consiguió arrancarle una pequeña sonrisa, las cosas eran menos graves cuando alguien las pasaba contigo. La risa de Shado la hizo voltear unos segundos, pero su atención volvió rápidamente a Alioth al ver que este tenía más que decir. El corazón de Onírica latía con rapidez y fuerza, sus manos que hasta ese momento sostenían el colgante se soltaron al ser llevadas por una ola de temblores por el nerviosismo. Sin poder evitarlo las bajó hasta las ropas y las frotó para quitar el sudor que las inundaba, aunque poco después una de ellas se enlazó con la del Rey el cuál la alzó para besar con aquella delicadeza que la hizo temblar de emoción y felicidad. La einar sollozaba cual niña pequeña, pero no era tristeza... Era felicidad. Era el poder ser ella sin miedo a que alguien descubriera lo que sentía.- Jamás tuve intención de alejarme de ti... Cuando nos presentamos a las pruebas, me juré que no me quedaría atrás. Si me presenté... Fue porque algo en mí me decía que serías tú el elegido y no soportaba la idea de una vida sin ti. Aunque fuese siendo tu guardia... Sabía que estaría junto a ti.-Apretó con suavidad su mano.- No me importa lo que esto conlleve...

- Prometo estar junto a ti...-Se acercó un poco a él, hasta dejar su frente sobre la de él.- Da igual si no todos los días están llenos de luz... Incluso en la oscuridad prometo sostener tu mano. Eres mi... Para siempre.-Con suavidad posó sus labios sobre la mejilla de Alioth, cerca de la comisura. Al igual que él, ella se mostraba respetuosa.- Perdóname tú a mí, por haber tardado tanto...-Se mantuvo pegada a él unos segundos más, pero terminó por separarse con delicadeza. El Rey debía descansar. Por eso le "obligó" a acomodarse y que dejase de forzar el cuerpo.

Tras eso alzó la mirada hacia Heracles y frunció el ceño unos segundos.- Espera, espera, espera... ¿Acaso tú lo sabías? ¿Sabías todo esto? ¿Y no... Me dijiste nunca nada? ¡Soy tu amiga! ¡Una de tus mejores amigas! -Después miró a Shado de igual manera.-  ¿Y tu...? -De repente se sentía realmente traicionada, y pese a sus palabras, su tono era risueño y divertido. Aunque este se vio ligeramente nublado al ver lo que Katherine hacía ante la Reina de Cristal ¿Acaso iba a ser castigada?

- No... No es justo. Ninguno de los que cayó bajo la influencia de Heleth debería ser juzgado.-Susurró para ella.

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18/07/2021, 23:57
Lightning

Mientras sostenía la mano de Allan no pude evitar sonreír una y otra vez. Había algo de dolor por la pérdida de los que no volverían, pero aún mayor alegría por los que habían vuelto. Pensé una última vez en Lety y negué con la cabeza, con un suspiro. Al ver a Aimi, Mariko, Hikari... mis compañeros andelivianos junto a nuestra reina nuevas lágrimas de felicidad corrieron por mi rostro. Todo volvía a ser como antes, ahora que habíamos derrotado la amenaza de Heleth y Scarlet, era un nuevo comienzo. Pero esta vez con nuestros recuerdos y con Allan a mi lado.

- No te preocupes, Aimi - dije suavemente al ver que lloraba por la muerte de Lety - nuestra reina tiene razón, pudo haber vuelto a nuestro lado, pero prefirió traicionarnos, a nosotros y a nuestra Reina que había velado por ella. 

Incliné con respeto y cariño el rostro ante mi Reina antes de acercarme a Oniríca y sonreírle.

- Has estado impresionante, ahí abajo. Todos han sido increíbles - mi mirada abarcó a todos los presentes - pero fue tu determinación la que nos salvó al final. Gracias - con una dulce sonrisa miré hacia Shado de manera significativa - parece que vais atener mucho que hablar.

Después, volví la mirada hacia mis compañeras guerreras, pero esta vez con un extraño gesto en mi rostro mezcla de preocupación y alegría contenida.

- No volváis a hacerme esto, llegué a pensar que no volvería a veros. Os había perdido a todas - dije en poco más que un susurro, que probablemente sólo mi novio pudo escuchar. Ciertamente, estaba muy contenta de volver a verlos a todos. Abracé a Allan y me quedé así un rato disfrutando de una muy merecida paz. Ya no habría Reinas de la Oscuridad ni Árboles de otro mundo para separarnos. A partir de ahora, seríamos libre de amarnos y vivir felices.

Fue entonces cuando Katherine se acercó y nos dijo aquellas bellas palabras. De hecho, parecía que el amor flotaba en el aire, no sólo los reencuentros de las parejitas de siempre, el beso de Notah a Shiro y la apasionada confesión del Rey a Onírica no pasaron desapercibidos arrancando gestos de aprobación de los presentes.

- Gracias, Katherine, me alegra mucho que estés de vuelta - le agradecí sonriente sin soltar a mi novio - pienso aprovechar cada momento que pueda estar con él. Y ya conoce a mi padre, así que ya tiene medio camino hecho - bromeé un poco - espero que tu también encuentres tu felicidades, junto a tu hermano y con toda la gente que te quiere - mi mirada fue de manera furtiva hacia Jaycee.

No sabía cómo terminaría su relación, pero esperaba que pudieran arreglar sus problemas y volvieran a ser como antaño. Sin embargo, al escuchar las palabras de Katherine a la Reina de Cristal no pude por menos que fruncir el ceño preocupada. Observé a la Reina ala espera de lo que iba decidir.

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19/07/2021, 04:08
Narradora

Aimi miró a Katherine ligeramente sorprendida y cuando le dijo esto, sonrió cálidamente para limpiar las lágrimas que quedaban en sus ojos. Asintió - Claro que lo haré - y se giró hacia Edward, quien parecía seguir muy firme en su postura de escoltar a su reina. Dejó que la inglesa se marchara, pues comprendía que podría tener mucho por decir. Edward parecía confundido por el mensaje de Katherine, aunque en parte era comprensible. Después de todo, ¿cómo podría él saber lo sucedido después de su muerte?

Al momento en que Katherine se acercó a Kuroryuu, esta sonrió y aunque iba a decirle algo en respuesta a sus palabras, se vio detenida por su abrazo y por sus palabras. Se mostró algo sorprendida y luego sonrió para momentos después responderle el abrazo con la misma calidez - Disfrutar la vida... Lo he hecho por milenios, pero no está mal pensar el compartirla - y miró al peligris un momento con una sonrisa.

Riko seguía evitando la mirada de Notah mientras Shishi se reía de ella, queriendo hacer una broma al respecto, pero aguantándose. Realmente Shishi era mucho más dulce, mientras que Riko era la traviesa de las dos. Las palabras de Notah hicieron que el hadita de cabello blanco asintiera vehemente mientras que la otra no dijo nada, pero sus mejillas que sonrosaron un poco. ¿Qué más respuesta que esa? Kuroryuu miró a Notah con una sonrisa suave y un ligero rubor en sus mejillas apareció con sus palabras. Era algo nuevo para ella, así que no sabía muy bien cómo actuar. Dejó que tomara sus manos para luego decirle - Haré lo posible por cuidar tu corazón... y gracias - dijo suavemente, casi en un tono tímido.

Ruka seguía mirando sus rodillas, llorando en silencio, pues no era su momento. Debía dejar que Mamoru hiciera lo que debía hacer con tranquilidad, pues ya llegaría su turno. Apenas el rubio se acercó a ella, Ruka, alzó la mirada con ojos vacíos, mas estos se reavivaron cuando la abrazó. Empezó a sollozar y se aferró al rubio. En ese momento no lo soltaría - Estaba... Estaba tan asustada. Yo... hice... hice cosas terribles - y se aferró a él. Cuando este la soltó y apretó su mano, Ruka lo miró confundida. ¿Qué tenía en mente? No parecía estar prestando demasiada atención a sus alrededores.

Allan se mantuvo junto a Lightning, como si buscara protegerla de todo mal. Aimi la miró y le sonrió agradecida al ver que le dedicaba tan amables palabras, pero a la vez su expresión era amarga, pues no podía considerarse del todo libre de culpa. Fuera por dolor, había hecho algo terrible. El andeliviano le puso una mano en el hombro a su novia para luego abrazarla, pues ella necesitaba apoyo. No había sido fácil y eso lo sabía. Acarició su cabello con delicadeza y la dejó estar sin interrumpirla. No tenía que ser fuerte sola y eso quería transmitirle, así que esperó con paciencia. Sonrió a Katherine y asintió - Ya lo somos - aunque la mención del padre de su novia hizo que un escalofrío recorriera su espalda. ¿Había tenido una mala experiencia acaso?

Alioth parecía tan nervioso como Onírica, así que la respuesta de esta llenó de calidez su mirada y cuando se acercó a él, cerró los ojos para disfrutar de su contacto. No quería arruinar el momento, así que guardó silencio - Si te soy sincero, yo pensé que lo sabías desde que éramos niños, pero... ahora no importa - mientras tanto, los sollozos de Heracles eran su música de fondo mientras Shado suspiraba y se llevaba las manos detrás del cuello. Poco después, cuando Onírica miró al rubio, los dos einar se sobresaltaron y Heracles se escondió con rapidez detrás de Shado... Aunque claro que con lo grande que era, pensar que alguien delgado como el último podría realmente taparlo era irrisorio. Shado negaba una y otra vez - Yo sabía de ti. Del Rey... la verdad me importaba poco - se reía incómodo mientras se veía un tembloroso Heracles detrás. Sin embargo, hubo algo que hizo que todos desviaran su atención y fue el acercamiento de la inglesa a la reina. Alioth haló el brazo de Onírica con delicadeza y luego negó con la cabeza. Era su forma de decirle que no debían inmiscuirse.

La reina de cristal miró a Katherine, quien se arrodilló de repente frente a ella y escuchó sus palabras con cuidado. Edward intentó interponerse, pero la Reina de cristal le bloqueó el camino con un brazo. El comandante, respetuoso de la voluntad de la monarca, no movió un centímetro ante su acción; aunque su rostro mostraba la preocupación por el actuar de su hermana. Antes de que pudiera intervenir, Aimi se acercó y se inclinó ante su reina -. Ruego que me permita compartir el castigo a su lado, Joou-sama. Mi pecado fue el mismo y ella no tiene por qué llevar la carga sola - y bajó la cabeza. Había caído primero, así que su castigo debía ser más severo.

La Reina de cristal, impertérrita, las miró a ambas sin bajar la mirada. Su rostro no mostraba enojo, pero sus iris parecían estar atravesando hasta lo más profundo de sus almas, llegando hasta el centro, su corazón. Tras un largo silencio, la Reina por fin habló - La juventud te ha hecho arrogante, Commutatus Animae. Decir que una petición es egoísta no quita el egoísmo en ella, así como no borra el atrevimiento por tus palabras - y se giró a la rubia -. Querer cargar con un pecado ajeno es un símbolo de debilidad y mal juicio. El equilibrio entre la luz y la oscuridad es tan delicado que hasta una hebra del hilo más fino puede alterar el balance - y miró un momento a la Sacerdotisa -. Pero es mi primer día en tu planeta, así que me siento generosa. Te daré lo que pides - Kuroryuu se alarmó, al igual que Edward. El segundo se tensó y apretó los puños para no decir nada.

La monarca de la luz miró a Katherine y a Aimi con más intensidad aún si era posible - Traicionaron a su gente, lucharon contra sus amigos y entregaron su alma a la oscuridad. Su luz se desvaneció dejando solo malicia y corrupción. Otorgo a ambas el castigo de la vida - e hizo una pausa. Edward estaba visiblemente confundido, aunque Aimi también. Kuroryuu, por el contrario, parecía entender algo más. Después de darles el suficiente tiempo para interiorizar sus palabras, lo que dijo la mujer fue lo siguiente - Morir es fácil. Vivir es una lucha ardua. Deberán vivir para expiar sus culpas y enmendar sus errores. Es la única manera de remediar el daño. Parece que hubieras olvidado, Commutatus Animae, qué fue lo que causó la Primera Gran guerra, así como el motivo por el cual renacieron como humanos en esta era. Tomó quinientos años enmendar el error del genocidio hacia Hardak, pero ahora hemos vuelto a la hermandad - y miró a los dragones allí presentes -. Toma eso como ejemplo y ejecuta tu sentencia - sus palabras iban dirigidas a Katherine, pues era quien había hecho la petición inicialmente, pero eso no quería decir que no pudieran tomarlas otros de los presentes.

Edward suspiró aliviado y sonrió mirando a Katherine. Después de una señal de la reina, se les acercó y las abrazó a ambas - Deben explicarme qué fue lo que sucedió - mientras sus ojos se llenaban de lágrimas. Él había muerto primero que las dos, así que no tenía cómo saber lo que había sucedido. Mariko por su parte se acercó junto con los guardianes y cada uno de ellos volvió con sus amos. Schmella se posó sobre la cabeza de Katherine, Hook ladró hasta llegar a Lightning y se apoyó sobre sus muslos, Ñyankuro tomó aire y haciéndose un enorme globo peludo, voló hasta Mamoru. Hunter saltó al hombro de Notah y la guardiana suprema le sonrió a Katherine negando con la cabeza. Era su forma de decirle que todo estaba bien.

La Sacerdotisa observó cómo Jaycee se acercaba y, aunque al principio tenía una expresión esperanzada, su rostro fue cambiando poco a poco hasta tornarse en una expresión triste y disgustada. ¿Tal vez desilusionada? Asintió a las palabras de Notha y le sonrió, aunque no era una sonrisa muy sincera. Se veía forzada en verdad. Se mordió el labio inferior para decir con un tono amargo - Tenía la esperanza de que aprendieras algo de todo esto, pero creo que me equivoqué - su flauta se materializó en su mano y cuando la empezó a tocar, las sombras empezaron a envolverla hasta que se transformó en su apariencia de dragona.

Sus ambarinos ojos brillaban con fuerza en ese lugar, como si estuvieran en sintonía con la arena de la playa, mientras miraban con una profunda tristeza a Jaycee - Quería pasarlo por alto, darte la oportunidad de crecer, de aprender, de encontrar un motivo, pero veo que ha sido inútil. Has despreciado una y otra vez tu naturaleza como dragón renacido, y ahora quieres que te quite algo que siempre fue tuyo - empezó a llorar la Sacerdotisa -. Si tanto quieres ser lo que no eres, concederé tu deseo - se llevó la flauta a los labios y empezó a tocar una melodía que para todos era desconocida... Para todos excepto uno: Walker. Era una melodía triste y llena de melancolía, la cual materializó bajo los pies de Jaycee un círculo mágico que empezó a girar a toda velocidad, generando dos enormes anillos que brillaban como respuesta a la magia de su ama.

Llegado a esto, la Sacerdotisa retiró la flauta de sus labios y se acercó a los anillos con paso firme - Jaycee Yamamoto, has traicionado a Hardak al negar tu naturaleza. Niegas con eso el sacrificio de Zmiy, los deseos del primer Ilify y tu misión. Tu castigo será el exilio - su voz era firme y autoritaria, cosa que rara vez podía verse en ella. De hecho, se podía decir que se había tornado intimidante. Los portadores tenían eso que inspiraba temor en los corazones si ellos lo querían así -. A partir de ahora, perderás tu vínculo con Hardak, te será retirada la marca y vivirás la vida humana que fue escrita para ti - Shiro alzó una de sus manos y con ello, tocó los dos anillos, los cuales empezaron a girar hasta formar una esfera. Apenas esto pasó, la marca del dragón apareció por todo el cuerpo de Jaycee, brillando con intensidad y forcejeando para mantenerse allí. Poco a poco, el dragón rojo y el dragón negro que la conformaban fueron tomando profundidad para irse despegando de Jaycee, quien sentía cómo hasta el último gramo de energía era drenado de su cuerpo. Podía verse como un humano, pero era un dragón -. Despertarás sin recordar nada sobre el tiempo que fuiste Ilify en esta vida, así como tampoco recordarás nada de ninguno de tus compañeros de lucha. El último año no habrá formado parte de tu existencia y vivirás la vida que habrías tenido si no hubiéramos intercedido para reunirlos - para ella era muy claro lo que eso significaba, pero ¿podrían comprenderlo los demás? -. Esa es la voluntad del Gran Dragón - y con esas últimas palabras, los dos dragones se mezclaron con los anillos giratorios para dejar a un Jaycee exhausto que cayó inconsciente. La esfera explotó, la energía se dispersó y Jaycee se había marchado.

Notas de juego

1/2

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19/07/2021, 05:36
Narradora

¿Cuántos días habían pasado desde la batalla contra Heleth y Scarlet? Quién sabe... Tal vez el Jaycee que recordaba todo lo que había vivido con aquellos amigos lo sabría, pero este Jaycee... aquel a quien se le había dado el don del olvido no podía saberlo. Este Jaycee nunca fue a ese instituto, ni conoció a sus compañeros, así como tampoco a Katherine. Este no era el Jaycee que había aceptado sus poderes en el gimnasio durante el concierto de Red Stones... No. Este era un Jaycee que siempre había sido el humano hijo de la mafia.

¿Cómo era la vida de este Jaycee?

Te despertaste en tu habitación y miraste alrededor. A pesar de la sensación de haber estado en otro lugar, no podías recordar de qué lugar se trataba exactamente, solo la sensación de que no era allí donde estabas, pero antes de poder pensarlo más a fondo, una voz femenina se escuchó a través de la puerta - Jaycee-sama, es hora de despertar - era una voz juvenil, pero no se te hacía familiar. Cuando la puerta se abrió, notaste que era una chica de cabellera negra larga y ojos azules que seguramente era de tu edad. Te hizo una reverencia respetuosa.

- Soy Zuya, Jaycee-sama. Estaré a su servicio a partir de hoy. Me indicaron que mi primera labor sería despertarlo, así que por eso he venido -.

Notas de juego

2/2

Puedes decir lo que quieras de cómo es la vida humana de Jaycee.

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19/07/2021, 05:52
Narradora

La Sacerdotisa se quedó dando la espalda un momento mientras la magia se disipaba. Poco después, su transformación desapareció y volvió a verse como la amable chica de níveos cabellos. Limpió sus mejillas y se giró mirando a la Reina de cristal - Creo que es momento de ir con el campeón de la Tierra. Aún debo entregarle el poder que tengo suyo - miró sus manos un momento, pero entonces Shado carraspeó un poco más fuerte de la cuenta.

 

- Yo me encargué de ello también. Después de todo, era importante que ese chico llegara rápido - dijo con un tono burlón.

 

Poco después, se escuchó el fuerte aleteo de ¿un ave? Miraron hacia el cielo para ver a una figura gigantesca que se acercaba. Era una figura conocida para todos allí, pero eso no evitaba que la vista fuera imponente.

- ¡Ren-san! ¡Ya llegué! - aleteaba con toda la fuerza que podía. Al aterrizar, sus enormes alas levantaban poderosas ráfagas de viento que sacudieron sus ropas y cabello para luego brillar y volver a su forma humana -. Vine tan rápido como pude... aunque no sé para qué me necesitaban si podían llegar por otros medios.

 

 

Shado lo miró, suspiró y dijo - Mi trabajo terminó. Y como yo no estoy ansioso por recibir un castigo, me exiliaré por mi cuenta - y empezó a dar pasos hacia atrás para alejarse lentamente, aunque Heracles lo miraba con severidad. Parecía molesto, aunque su boca temblaba de forma extraña. ¿Estaba intentando no llorar?

 

La Sacerdotisa intervino - Debemos ir con Tenma. La Tierra no terminará de recuperarse si él no lo hace - y entonces, Mariko se acercó al grupo.

Le hizo una señal a Hunter y el conejito se acercó a donde estaban y saltó a los brazos de Koichi. Este, entre sorprendido y confundido, lo cargó y miró a Mariko. La peliazul habló por fin - Solo piensa en la casa de Tenma y Hunter hará el resto - Koichi cerró los ojos y los ojos de Hunter brillaron de un intenso verde un momento para luego volver a su carmesí habitual. Se bajó de sus brazos y golpeó el suelo con fuerza. Un portal se abrió a una casa de apariencia modesta y el conejo les indicó con la cabeza que entraran.

- Así todos volverán a la ciudad - aclaró Mariko con una sonrisa mientras Heracles se disponía a cargar al rey. Shado se alejó otro poco, sabiendo que ese ya no era un lugar para él.

Notas de juego

2/2

Bueno, con un post más de cada uno, cerramos el capítulo para pasar al Epílogo n.n.

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19/07/2021, 09:35
Jaycee Yamamoto
Sólo para el director

Seguramente Jaycee nunca pudo imaginar ser uno con Ilify, sin la voz de éste se sintió abandonado y perder a Katherine no le ayudó, además la sacerdotisa le malinterpretó y perdió sus recuerdos sin llegar a hacer lo que quería, "dejar de ser un servidor de la sacerdotisa y después darle un leve abrazo poniendo su diestra en su cabeza" algo que como guardián sería un tabú. Aunque quizás Shiro se dio cuenta de lo que eso conllevaba, el dragón se autocastigaba y pretendía vivir perdiendo todo lo que más le inspiraba, su pareja, su estatus de escudo de la sacerdotisa, sus amigos... Seguramente el exilio no fue un castigo si no la compasión de una amiga buscando que el muchacho no se autotorturara.

Ahora despertaba como si nada de aquello hubiera ocurrido... Con una muchacha a su lado - no es apropiado - dijo en tono aún somnoliento, sentía como si hubiera tenido un sueño demasiado largo ¿Pero como? El nunca dormía más de 4-5 horas, tenía demasiado trabajo como para hacerlo.

Se incorporó de golpe, mirando a la chica, sentía que la había visto antes, después de todo los ojos azules no eran muy comunes en Japón - muchas gracias por despertarme, aunque no es apropiado que una joven ande tan pronto por la casa de un chico... Además, ¿No te preocupan los matones de fuera? Si necesitas trabajo no me pondré pero avísame si te dicen cualquier cosa fuera de lugar. Tomaré mi desayuno en el salón, déjame un minuto por favor.

Esperó a que se retirará para vestirse haciendo un esfuerzo por recordar ese sueño borroso que se sentía cada vez más lejano, como si fuera realmente importante, aunque al final suspiró negando con la cabeza, ¿Desde cuándo se preocupaba por los sueños?

Salió bostezando de su habitación, con un traje gris oscuro y camisa roja, a su paso recibiendo el saludo de algunas de las personas de seguridad. Al llegar al salón un grupo de ocho personas se dividían en dos filas de cuatro a la derecha e izquierda, y él pasó por en medio hasta el final de la sala recibiendo el desayuno de manos de esa chica ¿Cómo había acabado trabajando ahí? No quería incomodarla preguntando demasiado, podía ser desde una chica que escapó de su casa, hasta una matona a la que se le daba la oportunidad de seguir un mejor camino, o tal vez ¿Una víctima extranjera de alguna mafia a la que acababan de rescatar?

- Llevo tiempo diciendo que no necesiráis hacer estas reuniones, cada uno sabéis lo que tenéis que hacer...

Aunque más que una reunión, parecía un grupo que se reunía para desayunar, hablaban entre ellos sobre sus logros, legalización de negocios, rescate de personas, entorpecer a otras mafias sin provocar una guerra, ayudas a pequeños negocios esperando no perder todo el japón clásico en oposición a los cada vez más comunes centros comerciales... No era fácil contabilizar todo.

¿Donde estaba su mayordomo habitual? ¿Estaría enfermo?

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20/07/2021, 06:09
Katherine Tempus

Aún de rodillas, Katherine pudo escuchar cómo dos personas se acercaron a ella aunque no reconoció de quiénes se trataban. Cuando una de las figuras la imitó y habló, supo que se trataba de Aimi y volteó a verla preocupada porque ella también admitía lo que sucedió en su corazón. La joven quería abrazarla, pero debió esperar a cualquier indicación de la Reina de Cristal sea cual fuera... y guiándose por curiosidad, volteó a ver quién era la otra persona y al toparse con Notah sonrió mientras su nariz le picaba a la vez que recordaba sus conversaciones con el joven mientras tomaban café bajo la noche y platicaban acerca de las luces y sombras. Aunque no le dijo nada estaba agradecida de ver que le apoyaba.

Retomó su posición a la espera de la sentencia y mientras su reina guardaba silencio y les observaba, la ojiazul recordó los segundos previos antes de pedir castigo donde Jaycee decía que no era un dragón y prefería un camino en solitario, cosa que se clavó en su corazón porque por un momento pensó que esa senda escogida por él se debía a por ella debido a que no quería que retomaran su relación; le dolió en demasía que incluso el chico continuara renegando de lo suyo aunque debía respetar su decisión y si el chico era egoísta ella también, eso mismo le pidió su hermano semanas atrás y era algo que debía hacer. Por otro lado, ver a Mamoru al lado de Ruka le alivió, pero esperaba de corazón que él pudiese dejar de depender de la chica y tal vez todo esto les sirviera de lección... ella y Aimi sucumbieron por la muerte de Edward y él por la pelirrosa al ser víctima de los objetivos de Heleth, se enfocaron tanto en otros que se descuidaron a sí mismos.

Por otro lado, el amor profesado entre Onírica y el rey Alioth y el de Lightning y Allan eran un claro ejemplo que esos sentimientos podían trascender el espacio y el tiempo. Sí, Katherine no pudo evitar sentir un poco de envidia porque lo de ella y Jaycee continuaba fresco en su alma, además que lo que sintieron los originales Anime e Ilify sobrepuso la traición y lograron ser correspondidos antes de que lograran descansar en paz y ahora lo suyo ya no fue; no esperaba que se repitiera su historia de amor, pero los últimos tiempos la habían dañado a pesar de los avances que  había hecho en su persona, por lo que era consciente que esto era lo mejor. Aún así, se alegraba por ellas y más cuando Lightning declaró su disposición en aprovechar el tiempo con su pareja y debía hacerle caso con que ella debía encontrar su felicidad; no se le pasó por alto que miró a Jaycee, pero no dijo nada al respecto.

Por supuesto que también se alegró por el abrazo de Kuroryuu y su disposición a compartir su vida, le agradaba la idea de que ella pudiese confiar en alguien más allá de verle como una amistad, como alguien con un rol ya sea como guardián o como dragón o guerrero; una persona especial que le permitiría confiar en un ámbito que le sería nuevo... y la determinación de Allan le indicó que era algo con la que Kasumi podría complementarse.

Pero fue entonces que la Reina de Cristal habló, haciendo que sus pies regresaron a la tierra y se recordó estar de rodillas esperando sentencia. No pudo evitar estremecerse con lo dicho por ella... y aunque sabía que tenía razón, algo en ella le decía que todo lo que hizo estaba mal y debía recibir algún castigo, el cual no podía concebir porque no sabría qué podría ser y las posibilidades se sobreponían uno sobre otro y como no quería distraerse, deshizo tales pensamientos para enfocarse en su presente inmediato. Escuchar sus pecados le hizo sentirse mal y cerró los ojos dispuesta a escuchar...

¿Vivir?

En ese momento levantó su cabeza sorprendida al saber que su castigo era vivir para enmendar sus errores. Detrás de esa disciplina había una orden que buscaba el beneficio de sí misma y de Aimi, a quien volteó a ver con lágrimas en sus ojos por un momento para después retomar su atención en la Reina de Cristal. Asintió, comprendiendo lo que le había dicho y una vez que ella dio la seña,, la inglesa se levantó y realizó una reverencia de agradecimiento.

-Cumpliremos nuestra sentencia hasta que tengamos nuestro último suspiro, gracias, mi Reina-y, sin poder evitarlo, Katherine se sintió feliz porque por fin sentía que ella no tuvo la culpa de lo que pasó por Heleth, aunque en sí solo debía reconocer que su propia oscuridad engulló su luz y con eso podría seguir adelante, enmendando sus errores. Después de eso su hermano la abrazó junto a Aimi y la joven correspondió con mucha fuerza, agradecida de que Edward estuviera vivo. Con ese gesto sollozó un poco más, pero tuvo que tomar distancia para poder responderle-. Lo haremos, pero será mejor que sea en casa... hay muchas cosas qué contar-declaró, pues debían buscar el sitio propicio para explicar por qué ellas solicitaron castigo-. Lo importante es que seguimos aquí... y debemos vivir- la llegada de Schmella le hizo sonreír un poco a pesar de que todavía se limpiaba la cara.- Lo siento, Schmella-le dijo a su guardiana, tomándola con delicadeza para llevar las alas a sus mejillas para reconfortarla, además de sonreírle a Mariko y asintiendo para indicarle que entendió lo que quiso decirle

Se limpió su rostro, aún con esa sonrisa y luego se dirigió a Notah, a su derecha, y abrazó al peligris con afecto para agradecer el apoyo silencioso que le dio después de acomodar a la mariposa sobre su cabeza. Apenas iba a hablarle cuando escuchó a Kuroryuu hablar y, como si presintiera algo, se mantuvo así con el joven mirando cómo la Sacerdotisa Dragón  interpretaba esa triste melodía. Contagiada por los sentimientos que había en la música, las lágrimas de la inglesa caían sobre el hombro de su amigo para luego quedarse sin aire al ver de qué trataría el castigo impuesto a Jaycee... su mente recreó escenas del pasado de cuando Animae conoció a Ilify la primera vez, cuando ésta le vio morir en la Primera Gran Guerra, su reencuentro en la escuela, el paseo con el helado, el anillo de promesa que tenía guardado en el cajón de su cuarto, y entre otras, incluyendo aquellas donde él la había herido y que la propia Heleth usó para corromperla, pues al final era un pasado que ya no compartirían. La joven sintió su corazón estremecerse y cuando Jaycee se desvaneció hundió su cabeza en el hombro de Notah para sofocar un pequeño lamento que la hizo temblar por unos pocos segundos. Al final, el deseo del ojirojizo se hizo realidad, pero no por ello debía sentirse feliz en esos momentos.

Sin embargo, aunque se sentía triste, Katherine era consciente que no debía dejarse llevar en esos momentos por lo que tomó sus fuerzas para relajarse y así tomó distancia del chico para limpiarse la cara otra vez. Se notaba que quería llorar, pero alguien más podría necesitarle.

-Ella, al igual que yo, hemos perdido a alguien importante. Ella te requiere-le sonrió un poco y decidió tomar distancia esperando que Notah decidiera a dónde ir.

Aunque, gracias a la intervención de Shado y Koichi, tuvo el tiempo suficiente para distraerse y asimilar lo que había sucedido. Miró al mar que se perdía en el infinito y deseó que Jaycee pudiese tener la paz que siempre buscó.

Saludó a Koichi cuando éste llegó y cuando se abrió el portal dio un paso atrás para acercarse a su hermano y Aimi, pero entonces recordó algo y dedicó una mirada de atención a Hikari y después a Notah para luego dirigirse a Onírica y al rey Alioth. Al llegar hizo una reverencia a modo de perdón por interrumpir el momento y decidió preguntar algo.

-Disculpen que les interrumpa-miró a Onírica casi con duda de haberse acercado, pero esperaba tener tiempo de tratar el tema y si es que sabían algo-. Cuando... cuando morimos, Hikari, Notah y yo estábamos en un espacio extraño donde podíamos ver todo lo que sucedía. Exploramos el sitio y llegamos a un recinto donde en el centro estaban armas y objetos que nos representaban a quienes habíamos fallecido y en medio una pequeña ramita. Notah la tocó y apareció una pequeña flama que pedía que le ayudáramos a llegar a Onírica, me acerqué y cuando quise tomarla adoptó la forma de un niño de cabellos y ojos verdes... en ese momento apareció Jaycee y el pequeño extendió su mano para que la tomáramos. Los cuatro lo hicimos y cambió de forma a una mucho más adulta con una hermosa arpa...  y dijo... "Los einar somos longevos como el árbol, pero nacemos como las semillas. Nuestras armas representan nuestra alma. Con sus armas cautivas, sus almas fueron encerradas. Ahora hemos sido liberados". -se detuvo en su relato, sintió que había dicho demasiado y además no quería que Onírica se quedara porque presentía que iría tras Shado, por lo que gran parte de su relato iba dirigida al Rey-. ... y gracias a él ... no se, sentí que fuimos al firmamento y de repente despertamos. ¿Saben de quién se trataba?

Notas de juego

Ahí disculpen la pared de texto que hice xd

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22/07/2021, 11:46
Mamoru Tsukaima

El ambiente general dejaba ver sus tintes grises y rosas, aunque en la mente de Mamoru, mientras veía a sus compañeros, la culpa no podía abandonarlo. Sin embargo, pese a todo lo que pasaba por su mente, se negaba a soltar la mano de Ruka, mientras se volvía para mirarla por un instante, inmerso en sus pensamientos.

Entonces, vino lo de Katherine. Mamoru giró la cabeza para ver la escena... y el desenlace de esta lo sorprendió. No esperaba eso. Era todo lo contrario a lo que podía esperar... ¿Eso siquiera era un castigo? Aunque al principio creía que el exilio o la muerte podían ser un castigo digno para todo lo que habían hecho, no había tomado en cuenta todo lo que había detrás de ello, ni de que era, precisamente, una forma fácil de huir de todas sus culpas y responsabilidades.

Mientras recibía a Ñyankuro con su otra mano libre, su mirada se suavizó un poco al sentir a su gruñón gato con él.

¿Seguro que no quieres morderme? —y se volvió un momento a mirar a su novia, sonriéndole un poco triste— Creo que Ñyankuro nos regañará mucho a ambos.

Sin embargo, lo de Jaycee llegó, y por la reacción de Shiro, la cual le dolió en el alma, entendió que sus pensamientos... y aquella petición de Jaycee eran cosas egoístas.

Todo fue intenso, doloroso. Sobre todo al ver todo lo que su soberana sufría. Y es que una memoria de Dusk llegó a él en ese momento, una donde la Sacerdotisa también lloraba. Mamoru se sujetó con más fuerza a Ruka, sintiendo tristeza y miedo por lo que veía, y por la sentencia de Jaycee. 

Entonces, todo terminó. Mamoru se vio con lágrimas en los ojos sin llegar a llorar realmente. Y aquellas lágrimas que habían querido salir no habían sido por Jaycee.

El rubio se limpió rápidamente los ojos con una manga. Miró a Ñyankuro por un momento, y luego a Ruka.

No hiciste nada terrible, Ruka. Quien hizo todo eso fue Scarlet. Fuiste muy valiente al luchar contra ella también —el rubio por un momento soltó al gato para volver a abrazar a la pelirosa—. Pero ahora todo estará bien. No estés triste. Siempre te ves mejor al sonreír —y se separó un poco para que ella pudiese ver su cara—. Justo así, ¿ves? —y sonrió de forma bastante payasa— Cheeeeeeeese.

Era un poco hipócrita que le dijese algo así a Ruka cuando él se sentía triste y culpable aún. Pero tendría tiempo para trabajar en ello, la Sacerdotisa le había dado una nueva oportunidad.

Mientras Koichi llegó y todo lo demás se desarrolló, Mamoru se permitió sonreírles un poco. Y por fin, a sí mismo, se permitió la idea de comenzar a perdonarse. Y todo ello comenzaría con dar las gracias a Shiro.

A veces es mejor escuchar un "gracias" que un "perdón", ¿verdad?

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23/07/2021, 19:40
Notah Haumann

La respuesta de Shiro sobre compartir la vida y cuidarme me hicieron sonrojar. Por fortuna fue instantes antes de caminar al lado de Katherine, así que no se noto demasiado, o al menos eso pesaba, ya que mis orejas aún irradiaban calor.

En cualquier caso, esperé estoico la resolución, aunque mi corazón parecía saber -o más bien desear- cuál iba a ser, mi cabeza decía que era mejor ser cauto. Fue por ello, quizá, o un poco de venganza, que cuando la Reina dictaminó sentencia no pude evitar reír yo en aquel momento, no era una risa de burla, más bien de felicidad. Estaba orgulloso y casi podía ver cómo ella mostraba cierto orgullo en cómo había resuelto aquello.

Al menos me reía hasta que recibí el abrazo de Katherine. No, más que recibirlo, lo sentí. Era cálido, personal y para alguien como yo, tan acostumbrado a hacer las cosas en solitario, era una sensación que, si bien no terminaba de acostumbrarme, debía reconocer estaba empezando a afectarme más de lo usual.

Aquella melodía hizo que girase la cabeza hacia Shiro y negase con cierta resignación. Yo había tomado mis decisiones y vivido con orgullo sobre ellas, así que no esperaba menos de Ilify. Habían diferencias importantes entre luchar por el amor y por tus convicciones y sencillamente renegar de quién eras, pero aquello no era algo que yo debiese enseñarle, y probablemente sería un insulto para él que lo intentara siquiera. Al menos le habían permitido continuar con su vida.

Mis pensamientos se desvanecieron en cuanto sentí cómo Kath hundía su rostro y sin pensar la estreché con fuerza y acaricié su cabeza hasta la nuca con más cariño del que me hubiese gustado mostrar. Definitivamente estaba demasiado sensible. Aunque cuando recuperó la distancia no hice amago de retenerla, sólo perdí mi mirada en el infinito.

Todos hemos perdido a alguien, algunos incluso se han perdido a sí mismos. En realidad no importa lo que suceda, sino las decisiones que tomes para afrontarlo.

Sea cual sea tu decisión, puedes contar conmigo.

Sacudí la cabeza regresando en mi y empecé a caminar hacia la sacerdotisa, cuando me fijé en que tenía a Hunter en el hombro. ¿Desde cuándo estaba allí? Le sonreí.

Ey, eres el mejor devorador de chocolate que cualquier traidor pueda tener. Ya puedes ser libre y dormir cómodamente.

Rebusqué en mis bolsillos para sacar una chocolatina medio derretida y aplastada por el combate. En mi rostro se podía leer un "lo siento" por el aspecto y, pese a todo, la saqué para ofrecérsela. Justo cuando llegó Koichi y Hunter saltó hacia los recién llegados. Koichi había sido mi mejor amigo en la escuela y le debía... mucho. Pocas veces más me pesaba el apelativo de traidor, pero debía ser sincero con él. Yo mismo había tenido mis dudas, incluso había intentado evitarlo, pero es difícil luchar contra lo que alimenta el propio ser.

Koichi...  -comencé a decir, en el típico tono de alguien apenado, mientras me ponía al lado de Shiro y la tomaba de la mano con firmeza- Gracias -¿¡QUÉ!? ¡No, no es eso lo que tienes que decir! ¡Aquí va un "tenemos que hablar" o un "¡lo siento!" ¡Joder, Notah!-, de corazón.

Le sonreí, de algún modo era lo que sentía. No sabía explicarlo, le llevaba la contra a todo lo que había pensado, pero los amigos a veces eran incomprensibles. Otra de esas cosas contra las que es difícil luchar.

Quería regresar a la vez con Kyoryuu, pero tuve que soltarla un momento para correr hacia Mariko y darle un abrazo con fuerza mientras miraba a mis pequeñas hadas para que hicieran lo mismo.

Siento no haber podido protegerte. Tanto lo siento que te presento a mi familia: Shishi y Riko. Ellas me ayudan a no perder más gente que me importa, así que hazme un favor y no vuelvas a darme esos sustos ¿vale?

Le dejé recuperar su espacio vital, mirándole con cierta complicidad antes de buscar a la peliblanca con la que aprendería a compartir partes de mí que ni conozco y no pude evitar pensar en la reacción de mis padres y sonreí de pura felicidad.

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24/07/2021, 21:56
Hikari Umino

Todo parecía estar resolviéndose para los demás. Era bueno saberlo. Ya no tendría que preocuparme por mis amigos. Pero yo había perdido lo más importante para mi y, aunque entendía que había sido inevitable, me tomaría algo de tiempo adaptarme.

Así que sólo me quedé mirando hacia el mar, con la esperanza de que, cómo en las películas, la inmensidad del océano se llevara mi dolor lejos.

¿Estaría dispuesto mi señor Poseidón a concederme ese último deseo?

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27/07/2021, 04:58
Lightning

Las mejillas de Lightning se colorearon un poco ante las palabras de Allan, pero se veía feliz. Le tomó la mano con timidez para luego ir con Onírica. La rubia esperó lo que ella respondiera para luego verse aliviada por las palabras de su reina y, en la distancia, hizo una reverencia a esta. Era bondadosa y sabia. Aquello era piedad, mas también era una lección y eso le alegraba, ya que los castigos sin sentido habían llevado a que pasaran cosas terribles en la guerra anterior... cosas que la separaron de Allan y que ahora, quinientos años después, no debían repetirse. Tenía una segunda oportunidad y planeaba aprovecharla.

Haló a Allan con delicadeza para disponerse a ir hacia el portal y cruzarlo. Había cosas que le interesaba saber de lo que había preguntado Katherine, pero podría saberlas de vuelta en casa.

Notas de juego

Pnjtizada