Partida Rol por web

Bishoujo Senshi II

Receso

Cargando editor
28/09/2020, 01:52
Koichi Ayase

Koichi te seguía escuchando a pesar de su molestia y a pesar de que mencionaste que podía quedar así cuanto le fuera necesario, este negó vehemente – No, no. No podría, Katherine-san. No es correcto. Tú y yo… Y tú… Bueno, sabes a qué me refiero. Aunque… - su rostro se ensombreció por un momento. Al escuchar que podría darle pena, rió.

Schmella se posó sobre el espaldar del sofá para darles algo de espacio, pero casi pudiste notar que resopló un tanto decepcionada porque no podría presentarse.

- Parece que no me conocieras, Katherine-san. Si algo no tiene Koichi Ayase, el futuro mejor reportero del mundo es vergüenza – y alzó su mano mientras señalaba al techo. Claro que se veía mucho más patético en esa posición. Algo que él mismo pareció notar y bajó su mano tras un largo suspiro – No tiene caso. No es lo mismo – rió suavemente mientras notó que lo estabas mirando directamente, lo cual llevó a que el rubor de sus mejillas se alzara. Sin embargo, enserió el gesto cuando empezaste a hablar de cómo te sentías al respecto.

Sonrió con algo de compasión – Katherine-san, sueles preocuparte mucho por otros, pero no por ti. Está bien que te apoyes en los demás. Por ejemplo, en vez de buscar ayuda, viniste directamente a verme para saber cómo estaba. ¿No crees que tú también mereces este tipo de apoyo? Te lo agradezco, pero déjame apoyarte también. ¿De acuerdo? Después de todo, somos amigos – y sonrió ampliamente.

Se sentó con despacio y sin perder esa sonrisa amable, te acarició la cabeza – Soy nuevo en todo esto y apenas comprendo lo que sucede, pero sé que necesitas ayuda, así que estaré aquí para ti. Te escucharé. Habla de lo que quieras y desahógate. No te hará bien que sigas luchando por tu cuenta -.

Cargando editor
28/09/2020, 03:15
Ñyankuro

El gato suspiró cuando te escuchó hablar y apenas lo tomaste para quitarlo de tu camino, el gato se hizo intangible por solo un momento con el fin de atravesar tu agarre y cayó sobre ti una vez más con un sonido bastante cómico. Casi parecía un peluche regordete y pesado. Aunque tanto tiempo con él había llevado a que te acostumbraras a su peso.

Cuando terminaste de hablar, Ñyankuro solo arrugó más su gesto – Creo no lo entiendes del todo. O mejor dicho, creo que no entiendes nada. No quiero ramen. De hecho, he ido con Mariko porque sé que no estás en condiciones para cuidarme. Solo voy a comer y regreso. Tanto ramen te hará daño. Solo porque perdimos a Ruka, no quiere decir que debas enterrarte con ella. La Sacerdotisa confió en ti, ¿recuerdas? Así que reacciona. ¿O perdiste tu voluntad de luchar? ¿Debo recordarte que Ruka no lo hizo incluso sabiendo que moriría? Luchó hasta el final y tú la viste. ¿Así planeas pagarle? – y aunque nunca subió la voz y tampoco cambió su gesto, había algo intenso en sus palabras.

- Si estás triste, solo dilo y ya. No servirá de nada que te autocompadezcas así. No solo perdiste a tu novia, sino a tu amiga – y empezó a saltar sobre tu pecho y aquel sonido gracioso volvía cada que aterrizaba.

Cargando editor
28/09/2020, 03:41
Mariko Kitsune

Apenas describiste cómo te sentías, Mariko sonrió una vez más. Una parte de sí sentía algo de compasión por tus palabras. Comprendía a qué te referías o eso parecía.

Asintió – Es verdad. Aún tenemos posibilidad de sobrevivir y de salir de esto. También me preocupa ese plan, ya que no es seguro que funcione. Así Hardak aún no esté en condiciones, tal vez pueda darle el poder que necesita – sonrió otra vez.

Llevó un poco de lasagna a su boca y te escuchó mientras hablabas. Tragó y abrió sus ojos con sorpresa – Espera, ¿dices que sí le preguntaste a Shiro? Si yo tengo razón, entonces… - bajó los cubiertos y te miró con ojos brillantes. La verdad era que no parecía dispuesta a dejar el tema pasar.

- Yo estoy preocupada, pero confío en ella y sé que volverá. Tarde o temprano. Ahora dime, ¿qué te respondió? Y mejor, ¿qué piensas? Ya dijiste que estás confundido, pero eso puede resultar bueno -.

Cargando editor
28/09/2020, 05:35
Eiji Kita

Alioth rió divertido frente al “Eiji-kun”. Cuando te entregó las paletas, sonrió algo incómodo.

- Es que… Bueno, ya sabes – ¿sí sabías? Tal vez no, pero tampoco parecía tener intenciones de aclararlo.

Lastimosamente, tu primera paletita se quebró al instante y cuando te giraste hacia Alioth… Realmente te diste cuenta que no eras la única que lo observaba. Tanto el tendero como todas las personas alrededor estaban mirándolo estupefactos. Y es que no era para menos. Seguía con su misma paletita y había sacado peces una y otra vez. El lugar donde los dejaba se llenaba con velocidad, mas cuando este detectó que el pobre tendero estaba al borde de desmayarse, se detuvo.

Tú veías sus movimientos, y eran justo como cuando utilizaba la espada. Su elegancia y destreza eran únicas. ¿Tal vez a eso se refería? Miró al tendero y le pidió una disculpa, asegurándole que podía quedarse con los peces. El hombre no salía de su asombro.

- Este… ¿Decías que cuál era el premio? – llevó su mano detrás de la cabeza y rió -. Nos llevaremos solo uno – y al asegurarse que el tendero tenía la bolsa entre sus manos, la soltó y te miró.

Cargando editor
28/09/2020, 13:32
Notah Haumann

Mariko parecía comprensiva, como casi siempre. Lo cual me resultaba agradable, al fin y al cabo la situación no era sencilla. Más bien era bastante complicada.

Seguía comiendo cuando vi cómo sus ojos brillaron y se abrieron cual anime, parpadeé dos veces para tratar de asimilar el cambio de actitud que acababa de contemplar por cumplir con mi parte. Y dado lo firme que parecía con querer continuar con el tema, dejé los cubiertos un momento para hablar.

Tú ya lo sabías ¿Verdad? Lo que siente ella, me refiero -dije con un leve brillo en la mirada, no había acusación, pero al fin y al cabo era una kitsune, lo que implicaba que de tonta no tenía nada-. Aunque parecía no querer sentirlo. También es normal, yo... bueno le traicioné.

Era sólo un hecho constatado. Eso duele incluso cuando no confías en alguien, imaginar eso de la persona amada... bueno, podría recordar cómo aplastaron el corazón de Walker para hacerme una idea de lo sucedido, por mucho que Walker siguiera suspirando por ella.

Ahora también soy su guardián. Y, de algún modo, quiero que viva un poco más. ¿Qué harías tú? Una parte de mi sigue amando la oscuridad, otra no sabe hasta qué punto es correcto. Quiero decir, es como nuestra diosa, nuestra madre. Pero... -suspiro- Amo el amor. Ella se esfuerza mucho y creo que se merece ser feliz, aunque sea un rato.

Jugué un poco con la lasagna antes de tomar un poco. No sabía bien cómo se tomaría eso, al fin y al cabo era su amiga. Yo tenía una decisión más o menos clara, pero escuchar a otros me podría ayudar a verlo con más perspectiva.

Cargando editor
28/09/2020, 16:21
Mamoru Tsukaima

Que Ñyankyuro se zafase de su agarre no le sorprendió, pero sí lo mosqueó un poco. Terminó por dejarlo allí, sobre su pecho, apartando la mirada, intentando dormir. Sin embargo, era obvio que Ñyankuro no iba a dejar de molestarlo pronto. Era gruñón, terco y se preocupaba mucho por Mamoru; aunque eso último no lo estaba viendo el rubio en esos momentos.

Saber que se estaba yendo con Mariko a comer molestó a Mamoru, aunque solo un poco. ¿Cómo que tanto ramen le haría daño? Además, él era un gato. ¿No le gustaba a los gatos el ramen? Te podías conseguir con cosas como trocitos de carne y cosas así; ¿no les gustaba eso? Bueno, daba igual. Mamoru cerró los ojos. Esperaba que Ñyankuro se callase pronto, pero empezó a tocar un tema delicado para el rubio. Sí, lo estaba molestando. Mamoru volvió a mover el cuello para mirarlo, suspirando. ¿Por qué ese gato tenía que ser tan molesto? ¿No podía simplemente ser gruñón como siempre?

―Ya ―lo abrazó para que dejara de saltar... aunque puede que esa no fuese la única razón―. Elegiste un mal momento para no ser un gato gruñón. ¿Acaso crees que no sé lo que me dijiste? Solo estoy cansado. Estoy triste, ¿feliz? Estoy muy triste. No quiero hacer nada. Sé que tendré que levantarme de esta cama pronto, pero no hoy. Déjame pudrirme un poco más.

Cargando editor
28/09/2020, 18:20
Ñyankuro

Apenas lo tomaste entre tus brazos, el gato dejó de saltar. De hecho, pareció pausar sus irritantes intentos de mantenerte despierto y se concentró en acomodarse según la forma de tu cuerpo. Suspiró al escucharte y relajó su postura le daba alivio saberlo, aunque era obvio que el gato nunca lo admitiría. 

¿De qué hablas? Siempre he sido y siempre seré un gato gruñón. Es mi trabajo, recordarte lo importante. Y por eso no puedo dejar que te pudras. Ya llevas varios días en esa misma situación y solo lo seguirás haciendo si sigues así -.

Lamió una de sus patas delanteras y luego afirmó - Yo también las extraño, ¿sabes? Ruka me daba comida de verdad. No, como ese ramen instantáneo que tanto te gusta. Y la Sacerdotisa rascaba mi cabeza cuando iba a verla. Apestas. O te das una ducha o te saco de la cama a zarpazos - y ahí volvía el gato de siempre. 

La antigua Cursed Dawn te habría sacado a golpes de la cama -. 

Cargando editor
28/09/2020, 18:32
Mariko Kitsune

Mariko te escuchó con bastante interesada, a tal punto que no tocó su lasagna en absoluto. Mientras hacías preguntas o reflexionaba, ella sonreía. Parecía divertida más allá de sorprendida y rió.

Sí que lo sabía, pero te equivocas en algo. Ella no es que no quiera sentirse así porque la traicionaste. Ella simplemente piensa que no debe sentirse así. Fueras tú u otro. Lo que sí sé es que aquello nació desde antes que la traicionaras, pero no conozco los detalles. Eso sólo lo sabe ella - sonaba bastante entretenida hablando de todo eso, casi como cuando hablas de una novela romántica que te ha gustado mucho a un amigo.

Apenas le preguntaste qué haría ella, meditó un poco - Creo que sabes bien que no todo es luz u oscuridad. Todos tenemos ambas cosas. Y Shiro es una clara muestra de ello. Si tú ves su inmaculada figura, piensas que sólo es luz, pero ya la viste luchar. Su poder se basa en la oscuridad. Así que es normal que estés confundido, teniendo en cuenta que moriste por la Reina oscura y a la vez, ella fue quien te mató. Eso en sí mismo son dos caras de la misma moneda - y te sonrió tratando de transmitirte ánimo.

- El qué hacer es tu decisión, y aunque es cierto que sea su diosa y todos los dragones vienen del Gran Dragón, Shiro es Shiro. Solo que su legado es más antiguo que todos nosotros. Eso la hace pensar que no debería pensar en el amor romántico. Ella no cree que tenga ese derecho, ¿pero acaso no es el querer proteger a nuestros seres queridos un gesto de amor? Aunque creo que tú ya tienes una respuesta para ti mismo, ¿o no? -. 

Cargando editor
28/09/2020, 18:28
Mamoru Tsukaima

Mamoru sonrió irónicamente. ¿Desde cuándo había dejado de ser un perezoso su gato? Bueno, solo dejaba de serlo en situaciones así. El gato era tan poco honesto como él. Bueno, en algunas cosas. Escuchar de primera mano que él también las extrañaba hizo que Mamoru le diese un par de palmaditas en la cabeza, aunque enarcó una ceja cuando mencionó con desdén el ramen instantáneo. Gato malagradecido.

―Es una lástima que no sea la antigua Cursed Dawn, aunque también tengo la impresión de que me habría sacado a patadas de aquí. Deberías respetarme un poco más, ¿sabes? Tú también apestas y nunca te digo nada ―no era realmente cierto, pero quería desquitarse―. No he dejado de ser Dawn, así que no seas grosero conmigo, gato gordo ―se sentó sobre la cama y tomó de nuevo a Ñyankuro, solo para ponerlo boca abajo sobre el colchón y rascarle la panza.

La expresión de Mamoru había recuperado cierta chispa por haber interactuado de esa manera con su gato, pero poco a poco se volvió a apagar.

―¿Qué debo hacer, Ñyankuro? No soy como la antigua Dawn. Solo he dado problemas en lugar de soluciones. Ni siquiera soy tan fuerte como solía serlo, y no me refiero solo a lo físico.

Cargando editor
28/09/2020, 19:02
Ñyankuro

Apenas le dijiste que apestabas, el gato te mordisqueó una mano. No lo suficiente para hacerte daño, claro. Seguía siendo un gato bastante perezoso y era posible que lo hiciera solo para mostrar su punto - No mientas. Yo sí cuido mi aseo personal. Si apuesto es porque me pegaste tu olor - y aunque dijo eso, no se alejó de ti. Se quedó allí quieto.

También dejó que lo pusieras boca arriba y aunque ronroneaba por ello, no se mostraba complacido. Así de estoico trataba de ser siempre. En el momento en que soltaste la pregunta, el gato resopló algo fastidiado, casi como si le parecieran una tontería tus palabras - Ese es justo tu problema, niño. Tú no eres la antigua Dawn. Acéptalo de una vez. En lo físico, sólo necesitas entrenamiento. En cuanto a lo moral, te diré tu problema: dependías demasiado de Ruka y ahora que no está, sientes no tener fuerza. Y no sólo de ella, sino de la Sacerdotisa. ¿Crees que la Sacerdotisa me hubiera convocado para salvarte si te creyera débil? Solo no lo ves porque estás ocupado compadeciéndote. ¿O piensas dejar a Ruka en las garras de esa mujer? Si eres débil, no podrás salvarla -. 

Cargando editor
28/09/2020, 19:17
Notah Haumann

Habían pasado unos diez días desde el enfrentamiento en el concierto. Poco a poco muchos temas habían ido cerrándose pero conforme la noche iba ganando terreno al día, no paraba de rondarme por la cabeza un poco de preocupación por Katherine. Sonaría un poco tonto, pero en la conversación la vi mejor que la vez anterior, y quería saber si seguía mejorando o necesitaba, no sé, un abrazo o algo.

Por ello, casi más guiado por costumbre que otra cosa al pensar en hablar con ella, preparé un café nocturno, cogí el móvil, y marqué su número.

Cargando editor
28/09/2020, 19:14
Mamoru Tsukaima

Era un gato realmente grosero. ¿Las mascotas de verdad trataban así a sus dueños? Bueno, no era algo que importase en esos momentos. Lo que tenía de grosero, lo tenía de sabio. Además, no tenía pelos en la lengua para decirle las cosas como eran; los únicos pelos que tenía eran aquellos que él mismo se lamía.

Que no era la antigua Dawn... eso lo sabía bien, en más de una forma. Partiendo por lo principal: la antigua Dawn sí que era una chica; él era un chico. Además, aunque compartía rasgos con su antigua vida, era bastante diferente en otros. En general, entendía bastante bien que no era la antigua Dawn, pero eso era lo que le molestaba precisamente. La antigua Dawn podía lidiar con las cosas mejor que él. Por otro lado, Ñyankuro había dado en el clavo con lo de Ruka... y con lo de la Sacerdotisa. Mamoru suspiró, mientras volvía a rascarle la panza al gato. ¿Salvar a Ruka? Ja... como si algo así fuese posible.

―¿Qué te hace creer que puedo salvar a Ruka? A estas alturas, Scarlet ya debe haberla consumido. Aún y si ese no fuese el caso, ¿cómo piensas que traiga a Ruka de nuevo? No quiero que le pase lo mismo a la Sacerdotisa, y no soy lo suficientemente fuerte para enfrentarme a Scarlet; no creo que nunca llegue a serlo en varias vidas más. No pude salvar a Ruka antes y la hice sufrir mucho por eso. ¿Qué te hace pensar que ahora será diferente? Y ambos sabemos que la Sacerdotisa te invocó para que me salvaras porque es muy bondadosa.

Cargando editor
28/09/2020, 19:58
Ñyankuro

Estaba claro que Ñyankuro no era un gato cualquiera. Era un guardián antiguo, aunque siempre se había comportado así de amargado incluso en Hardak, así que era más salvo decir que esa era su personalidad. Frunció el ceño mientras te escuchaba, lo que mostraba que le enojaba tanto comentario de autocompasión.

Oh, vaya. Claro que la Sacerdotisa es bondadosa, pero también cree en ti, así que puedes decir lo que quieras pero no negar eso. Ella cree en todos, al igual que como creyó en Walker y lo reconoció como dragón nuevamente. Es porque sabe de lo que eres capaz. ¿Y acaso olvidaste cómo fue que volvió Ruka la última vez? Scarlet debió morir para que ella pudiera volver y... ¿Por qué crees que debes luchar solo? ¿Acaso no tienes amigos? Y por supuesto a mí. Sé que soy adorable, pero no por eso quiere decir que no vaya a luchar a tu lado - decía con total seriedad. Estaba ofreciéndote apoyo... ¿Verdad? 

Cargando editor
28/09/2020, 20:07
Mamoru Tsukaima

Sí, recordaba cómo había vuelto Ruka la última vez... Y no había sido nada fácil lograrlo. De verdad, quería creer que podía salvar a Ruka. Quería creer que podía ser tan fuerte como antes. Sin embargo, al mismo tiempo no quería creer en nada. Estaba agotado. Desde que había recuperado sus recuerdos, todo había sido una montaña rusa. Quería olvidarse de todo, hasta de quién era Mamoru Tsukaima. En su corta vida no tenía mucho por lo que sentirse atado a esta. Shiro y Ruka le habían dado razones para eso. Irónicamente, eso mismo le daba una razón para tener que levantarse de esa cama. Sin embargo, aún así... Solo le quedó suspirar y sonreír de lado con lo que Ñyankuro le dijo.

―Pues sí. Eres bastante adorable ―le estrujó suavemente la panza... realmente era suave y relajante―. Lo siento, Ñyankuro. Te causo muchas molestias por ser un mocoso inseguro. Gracias por no dejarme ―lo dejó en paz por fin, estirando los brazos hacia arriba―. Me daré un baño. Todavía no me siento muy bien, pero si no comienzo a moverme, no me dejarás tranquilo.

Cargando editor
28/09/2020, 21:20
Ñyankuro

Lo sé. Lo sé - y recibió de gustó el gesto cariñoso. Podía ser un ser milenario, pero seguía siendo un gato.

Cuando le diste las gracias, resopló - No es como si tuviera opción - claro que sí. Después de todo, los guardianes podían volver con la Sacerdotisa de ser el caso, pero ese era Ñyankuro. Al ver que decías lo de la ducha, asintió con la cabeza -. Es cierto. Y más te vale que organices este chiquero cuando te duches - sonaba como una madre bastante autoritaria, pero al menos se veía complacido. 

Cargando editor
28/09/2020, 21:27
Mamoru Tsukaima

Mamoru sonrió un poco más, mirando algo divertido a su gato. Era el mejor amigo que podía tener; era demasiado confiable. Se sentó en la cama y asintió. Vaya gato tan poco honesto... pero así lo quería. Los últimos días no había valorado que estuviese allí con él. Por lo mismo, los próximos días se dedicaría a mimarlo más y a darle de comer algo digno.

―Claro. Lo haré ―beeeeeeep, realmente, no organizó nada. Así se quedaría el cuarto por el resto de días. Algo tendría Ñyankuro para molestarlo los días siguientes.

Cargando editor
28/09/2020, 21:09
Notah Haumann

El caso es que no quiere -concedí a medias, encogiéndome de hombros-. Pero no mandamos sobre lo que sentimos. Soy... bastante consciente de ello. Y... ¡Espera un momento! ¿Antes? Mh... -hice mi mayor esfuerzo por recordar- ¿Antes? ¿Seguro? No recuerdo haberme cruzado con ella más de... ¿una o dos veces? Y desde la distancia. Vaya -sonreí, divertido esta vez-, tú sí que sabes cómo atraer la atención de un chico.

Entorné mi mirada y mi sonrisa fue tranquila y amable. Y asentí cuando hablaba de la luz y de la oscuridad.

Sí, todos tenemos otras caras. A veces más luminosas, otras menos. A veces las ocultamos, otras... nos da miedo mostrarlas. ¿Sabes? -mientras hablaba, miré hacia donde se encontraba el pequeño conejo y me encogí de hombros- Incluso alguien como yo puede aprender algunos trucos de la luz. Grises. Siempre grises.

Luego vino el tema de mi decisión. En realidad lo correcto sería decir nuestra decisión, de Shiro y mía. Yo sabía cómo podía abordarlo, pero no dependería sólo de mí. Yo sólo puedo influir en mi entorno inmediato, y una de esas cosas era lo que acabábamos de hablar, el tema del asesinato a mano de mi amada.

Ya os lo dije: os merecéis ser felices. Precisamente más que muchos, os sacrificáis por los demás y ¿qué hacemos por vosotras? La abnegación está bien, pero hay que saber poner límites. Así que te voy a hacer dos preguntas:

La primera ¿quieres escuchar lo que tengo en mente? Claramente lo que diga la gente que me importa influye, pero sí, tienes razón en que creo que sé lo que quiero hacer.

La segunda ¿y qué hay de tu corazón? Sé que quieres tener hijos... Y puedo ayudarte. Por ejemplo... mh... ¡Koichi! Es un amor de chico, y la verdad es que no está nada mal...

Eso último iba con un tono de complicidad.

Cargando editor
28/09/2020, 23:39
Mariko Kitsune

Mariko rio ante tu afirmación. Era gracioso el comentario por donde lo tomaras - Bueno, es algo normal. Todos son parte de su esencia, todos vienen del Gran Dragón, así que no es necesario que la hubieras visto tú de frente cuando ella siempre los observa. Lo que dicen que la Sacerdotisa siente el dolor de sus dragones como suyo no es sólo romántico. Ella realmente está conectada a todos y cada uno de ellos. Puede que ella haya visto tu esfuerzo o algo así y haya sido eso lo que llamó su atención, pero como dije, no lo sé - se encogió de hombros -. Además, estuviste dispuesto a cederle tu energía de modo que pudiera luchar y ella no quería mi ayuda. Se la ofrecí varias veces, pero ella insistía que los andelivianos me necesitaban. Contigo fue con el único que cedió - sonrió.

Asintió. No podía estar más de acuerdo - Yo en mi esencia aún conservo habilidades de titánide. Así que comprendo a qué te refieres. Es normal sentirse así y es normal que podamos tocar ambas en diferentes momentos de nuestras vidas -.

Apenas mencionaste las preguntas, captaste su atención. Casi podías ver sus orejas y su cola de zorro surgir de la emoción - Claro que quiero saber. Y aunque sé que Koichi es un buen chico, él suspira por Shiro. Es así desde que fuimos a la playa. Es tan obvio que todos lo saben - rió -. Y por el momento, no tengo interés romántico ni prisa. Soy casi inmortal. Tengo tiempo. Así que te escucho -. 

​​​​

Cargando editor
29/09/2020, 08:26
Notah Haumann

¡Eh! -inflé los mofletes casi al instante en cuanto empezó a reírse, pero enseguida asumí un tono un poco más serio- El dolor de todos los dragones... y nadie puede tomar su lugar -no sabía cómo sentirme, estaba un poco enfrentado en mi interior por esa frase-. No sé qué habrá visto, pero no recuerdo nada extraordinario, supongo que son más cosas para hablar cuando nos veamos.

Pero lo que dices de la energía -me encogí de hombros igual que ella- tienes que reconocer que tiene razón, sin su reina, los andelivianos te necesitan más que nunca. Además, si no hubieses tenido tanta energía podría haber sido un desastre en la batalla. Es loable que se la ofrecieras, eso sí, no... -me obligué a callarme para no decir una barbaridad de mis compañeros- No sé, al final al menos cedió conmigo. Eso le ayudó a sobrellevar la batalla, o eso me gusta pensar. Estuvimos más al límite de lo que me gustaría admitir.

En algún momento la comida había pasado a un segundo plano mientras seguíamos hablando de las habilidades, asentí con media sonrisa. Era la primera vez desde que tenía memoria que desarrollaba habilidades luminosas y sentía una mezcla de orgullo y vergüenza. Eso sí, en cuanto me la imaginé con esas orejas y cola zorrunas no pude evitar reír y asentir.

Bueno, tú has querido saber -asentí para dar a entender que había como un trato implícito en ello-. Una parte de mí es incapaz de olvidar cómo me hacía sentir la sonrisa de la oscuridad ni esa mirada penetrante, la misma que sigue sintiendo rabia e impotencia. Otra parte sabe que nuestros mundos son muy diferentes. Sé lo que quiero hacer, claro, pero también depende de lo que ella quiera. Si es capaz de aceptar todo eso, si quiere afrontarlo juntos, podríamos salir, conocernos mejor, incluso quizá convivir. No sé, poquito a poco, para disfrutar y aprender. ¿Tú cómo lo ves? Sé que es complicado...

Y es que aquello era la vida real, no una novela romántica. Los grises eran constantes. Una parte de mí quería aprender a amarla, pero la otra seguía amando a su enemiga. Incluso una parte muy pequeñita y que nunca reconocería se moría por besar sus labios. Al darme cuenta de ello me puse rojo hasta las orejas y sacudí muy fuertemente la cabeza para quitar ese pensamiento de mi mente. Me puse en pie asumiendo pose de héroe.

¡Reconócelo! ¡En realidad estás completamente enamorada de mí! Es normal, soy irresistible, no te culparé por ello -bromeé, antes de volver a sentarme-. No te creas que no me he dado cuenta de que no has dicho que no te guste un poco Koichi, aunque lo descartes. ¿Sabes? Dije que le ayudaría con Shiro, aunque eso fue antes de... todo esto. Me siento un poco mal, Koichi me cae bien y es mi amigo. Me siento como si lo traicionara.

Hice un mohín con los labios. Probablemente me estaba abriendo de más a Mariko, contándole cosas que no debería. Sin embargo no me pasó desapercibido que su ánimo había mejorado considerablemente desde que habíamos llegado al centrar el foco en destripar un poco mis sentimientos y mi vida amorosa. Seguramente estaba mal, siendo la mejor amiga de Shiro, pero qué narices, también era mi amiga. O eso quería pensar. Y que estuviese mejor era lo que quería, y había prometido cuidarla.

Cargando editor
30/09/2020, 05:46
Mariko Kitsune

Subió los hombros una vez más cuando afirmaste no saber. Era lógico. Después de todo, ella tampoco lo sabía y la única persona que sí, no estaba allí para responder a esa pregunta. Sonrió apesumbrada y llevó un mechón de cabello tras su oreja - Lo sé. Te agradezco por lo que hiciste. Sé que fue difícil, pero lo hiciste de todos modos. Eso me tranquilizó un poco, ya que yo fui la única que la vio desmoronarse día tras día y... Estaba preocupada. Por eso significa tanto para mí que lo hicieras. Y estoy segura que para ella también. Después de todo, ella también temía a pesar de haber aceptado su destino - suspiró y luego su atención volvió a las preguntas. Apenas escuchó tu primera afirmación, se echó a reír. Fue tanto que perdió la compostura un momento.

Lo siento. Lo siento. Fue divertido. Y no, solo me agrada Koichi. Es un buen chico, aunque no tenía idea que fuera el guardián de la Tierra como yo de Andelivian. Pero comprendo que te sientas mal. Después de todo, es tu amigo, pero tú lo dijiste. No sé elige a quién amar, ¿no es así? - sonrió más serena.

Reflexionó un poco y prosiguió - Tal vez sea lo mejor. Ella es nueva en eso de tener sentimientos hacia alguien, así que es lo mejor. Para ella, el amor está prohibido, pero es posible que te sorprenda de nuevo. ¿Sabes? Yo te entiendo con eso de los amores "imposibles". Cuando aún vivía en Andelivian, me sentía igual - y aunque lo que decía era importante, no parecía estar realmente nerviosa o alterada por algo así.

Notó el rubor en tus mejillas y se rio - ¿Y ahora en qué estás pensando, Notah? -.