Partida Rol por web

Tal como el profesor Aizawa había avisado, era un día lluvioso. El cielo se encontraba algo nublado, y todos salían con sombrillas para evitar llegar empapados. Más que una lluvia frenética y descontrolada, era una lluvia tranquila y hasta agradable; nunca venía mal que de vez en cuando el ambiente se refrescase.

Finalmente todos se reunieron en el salón de la Academia, donde solo faltaban el profesor, Ryusei, y Tamaki, la cual ese día no llegó con su hermano.

Entonces, finalmente Aizawa llegó al salón.

-Todos tomen asiento... -no se le podía tomar tan enserio como siempre cuando estaba empapado de pies a cabeza, con el cabello cubriéndole el rostro incluso más que de costumbre; además, se le veía de mal humor... Más que de costumbre. -. Hay mucho de que hablar, así que haced silencio...

Luego de que todos tomasen asiento, Ryusei entró al salón. Intentando ignorar que la mayoría se le quedaría viendo, el chico hizo una rápida reverencia al profesor antes de ir a su asiento, colocando la cabeza en la mesa para cubrirla con sus manos en un intento de pasar desapercibido.

-Para empezar, que sepáis que la madre de Ryusei vino hoy a la academia a reclamar la herida de su hijo... -entonces, sus ojos empezaron a brillar, y su cabello húmedo flotó con sus vendas. -. La U.A. hace todo por mantenerlos seguros, pero más les vale tener claro que si quieren ser héroes tendrán que caerse al suelo y hacerse más que un raspón más de una vez. Este es un curso peligroso, pero los peligros son parte de la vida que quieren conseguir: no dejen que el miedo los controle, dominenlo, aprendan a vivir con él. Y dejen claro a sus padres que están decididos a correr riesgos si con eso consiguen sus sueños... -tras el pequeño discurso, el profesor desactivo su singularidad y soltó un suspiro. -. Entre otras cosas, debo avisar que Tamaki Kawakami ya no estudiara aquí. Parece ser que se le presento una oportunidad mejor, una beca en el extranjero o algo así, no tengo porque entrar en detalles. El caso es que hoy debería llegar un estudiante del departamento de estudios generales para tomar su lugar.

Justo a tiempo, alguien tocó la puerta un par de veces antes de abrirla y entrar.

-C-Con permiso...

Una linda chica de cabello azul recogido en pequeñas coletas, usando el uniforme de la U.A., entró al salón y se puso junto al profesor Eraser.

-Esta es Yukino Arasaki, vuestra nueva compañera -la presentó el profesor.

-U-Un gusto... -con las mejillas enrojecidas, las chicas hizo una pequeña reverencia ante todos antes de que el profesor le indicase que fuese a su asiento, quedando en el antiguo lugar de Tamaki.

-Ya tendréis tiempo de conocerla, ahora es momento de ir a la prueba: Vayan a por sus uniformes de deporte, los espero en el campo en diez minutos... -dicho eso, el profesor se dirigió a la puerta para salir del salón y dirigirse al campo.

El profesor había dicho algo que se había acordado para mantener la calma entre la gente, pero ustedes conocían la verdad...

-Pronto podréis ir a casa...

Seguramente fuese haber visto a vuestra amiga desaparecer en un instante, pero en ese momento sentían como si el corazón se les paralizase. No podían correr, no podían gritar, no podían hacer nada... Y pronto, serian los siguientes en ser tocados.

No podían pestañear mientras observaban como el encapuchado acercaba sus manos lentamente hacia vuestro rostros. Era vuestro fin.

Entonces, una nueva silueta aterrizó en donde antes se encontraba Tamaki, dando una sorpresa que obligo al encapuchado a retroceder de un salto, colocándose detrás del hombre de las vendas.

-Apartaos... -les ordeno Eraser Head mientras sus vendas flotaban y sus ojos brillaban en un intenso rojo.

-Tuvieron suerte esta vez... -aquel que se cubría la cabeza con vendas saco de uno de sus bolsillos unas pequeñas pelotas negras. -. Pero siempre recordad que la U.A. les oculta su verdadero potencial -entonces, las dejo caer al suelo, haciendo que explotasen en una nube de humo que no permitiría que los viesen desaparecer; el humo era lo suficientemente denso para bloquear la singularidad de Eraser, quién se cruzo de brazos molesto mientras su singularidad se desactivaba.

-¿Están bien? -les preguntó antes que nada. -. No pude llegar a tiempo... Pero al menos los pude salvar a ustedes dos.

Soltó un suspiro de frustración antes de mirar hacia los lados, observando que nadie había salido a asomarse por las ventanas.

-Viendo que ahora fueron involucrados, debería explicarles que esta pasando... -Eraser les dio algunos segundos para que se calmasen un poco y se preparasen para lo que estaba por decir. -. Un grupo de villanos ha estado secuestrando estudiantes de distintas academias, y de momento no hemos podido rescatar a ninguno. Ya que lo hacen cuando los alumnos están fuera de horario de clases, no es responsabilidad de las escuelas, pero la U.A. no piensa quedarse de brazos cruzados mientras los padres están preocupados por sus hijos. Los héroes haremos todo lo posible por rescatar a Tamaki y a todos los demás, pero de momento, ustedes dos deben ser fuertes y guardar el secreto: si se propaga la información de que los alumnos son objetivos de los villanos cundiría el pánico, se desconfiaría de mucha gente, y seguramente todas las academias quedarían paradas. Es momento de que demuestren que pueden ser héroes: mantengan su voluntad y determinación firme, y sigan adelante -para finalizar, coloco sus manos sobre la cabeza de ambos para darles un par de palmadas a modo de confortarlos. -. En fin: Takeshi es quién vive más cerca. Takumi, lo acompañaremos hasta su casa y le explicaremos a sus padres lo sucedido, luego yo te acompañare a ti a tu hogar, pero tu no le podrás decir nada a nadie, ¿entendido?

Luego de que les aclarase todo, Eraser Head les acompaño a sus casas tal como había dicho. Los padres de Takeshi y Takami aceptaron la petición de no decir nada, pero la preocupación y temor en ambos era imposible de ocultar...

Ese simple momento había hecho de esa noche una terrible, pero vuestro profesor confiaba plenamente en que la superarían y que seguirían asistiendo a clases como de costumbre, dejando en sus manos y en la del resto de héroes el rescate de Tamaki y la captura de los villanos que se la llevaron.

Llegó empapado y con un paraguas roto en la mano que no tardó en tirar a la basura del aula, era algo gracioso de ver en parte aunque su cara de desagrado y medio asco eran muy claras mientras se sentaba en su sitio. Con el cabello pegado a su cráneo y el de las orejas del mismo modo, mientras que la cola estaba algo despeluchada a causa de habérsela escurrido se escondió bajo el pupitre por un momento para sacudirse como lo haría un gato normal y corriente, puro instinto tras el cual intentó recolocar bien el cabello siendo que ahora no solo la cola estaba despeluchada si no... Todo el. " Bah... que le den a la lluvia" Pasando medio pueblo del tema por no poder hacer nada se sentó atendiendo a lo que decía Aizawa y mirando con cierta preocupación a Ryousei -uh... Intentó no darle demasiadas vueltas, viendo como de pronto entraba una nueva alumna tras el anuncio del profesor. " ¿Así que pueden entrar nuevos aún?... Me pregunto que tan buena fue la beca de Tamaki..." Como era de esperarse, todos empezaron a movilizarse así que hizo lo propio aunque con cierta pereza pues se notaba que el agua y el muy bien no se llevaban precisamente, ganas cero de ir a entrenar bajo la lluvia pero tampoco podía negarse así que marchó a cambiarse y a ponerse el uniforme de gimnasia tardando algo de tiempo en ello simplemente con intención de retrasar un poco el meterse bajo agua de nuevo. 

Al contrario que todo el mundo, yo era la única que iba sin paraguas. Es más era la única que iba con una actitud totalmente diferente a la normal... Cualquiera pudiera pensar que no era yo ese día. Estaba corriendo y brincando casi como si me estuviera tomando el camino como un juego. Mi mochila estaba metida en una bolsa colgada a mi espalda por la cual corría el agua y las gotas que caian en mi practicamente desaparecían. Estaba muy feliz, y la razón, era la lluvia.

Si bien me alimento de liquido, en este caso la lluvia podía suponer como la comida que hacía más feliz a cualquier ser humano. Por ello cuando llegué a clase me dirigí directamente a Eru sin dejar huellas humedas por el camino - Gracias Eru por lo de ayer. Me lo pasé bien - No sabía si era yo quien hablaba, o yo bajo el efecto de estar tan feliz por la lluvia. La cuestión era que tras sentarme para atender al profesor Aizawa, no temblaba lo más minimo. Al contrario parecía estar disfrutando con su charla, aunque obviamente no cuando mencionó lo de Ryusei y Tamaki, donde miré respectivamente a Ryusei y Takeshi.

No tardó mucho en decir que nos pusieramos el uniforme de gimnasia y fueramos para el campo, a lo que salí corriendo no sin antes de salir toparme con Ryusei - ¿Estás bien? Oye, no fue culpa de Eru-kun, el no quería hacerte daño. Solo fue un fallo producido entre Ra y que Eru no pudo retraer sus garras a tiempo - quería disculparme por Eru y también saber que Ryusei no culpaba a Eru. Tras ello fui hacia Takeshi - ¿Como estás? Recuerda que tienes aquí amigos para lo que quieras ¿Eh? Si quieres hablar solo dilo, te escucharé - y después de que el mismo respondiera fuí corriendo a los vestuarios y entre medias dando brincos.

Al contrario que el resto de días, esta vez no me oculté, tras una vuelta sobre mi misma casi cual chica mágica estaba lista para la acción, tras lo cual fui corriendo al campo para esperar a los demás bajo la lluvia.

Cuando Takumi llegó aquella mañana a clase estaba algo serio. Entró en el aula rápidamente, con los pies algo mojados, y fue a sentarse en su sitio, sin saludar a nadie.

Se dejó caer sobre su asiento y dejó la mochila encima de la mesa. Escuchó con interés lo que decía Aizawa-sensei, pero terminó frunciendo el ceño y soltando un bufido. Ni siquiera le prestó atención a la estudiante nueva.

No tenía muchas ganas de hacer clase aquel día, pero no le quedaba más remedio…

Takumi se levantó sin ganas y se dirigió al vestuario de chicos. Allí se puso la ropa de deporte sin mucha ceremonia. Mientras se ataba los cordones de las zapatillas se quedó mirando a Takeshi, pero no le dijo nada. Apretó la mandíbula y siguió hacia adelante.

A ver qué les hacía hacer Aizawa-sensei en aquella mañana tan lluviosa…  

Con las manos en los bolsillos se situó junto a los demás, en el campo. Takumi miraba al suelo.

Sora llegó justo a tiempo antes de que entrara el profesor. No es que se hubiera quedado un poco más dormida de lo usual, no...en general, las mañanas lluviosas le invitaban demasiado a dormir hasta tarde. Pero, el clima no parecía haber afectado su humor usual. Se sacudió algo de agua del cabello y saludo a todos con su energía usual.

Durante la puesta al día del profesor, no se vio nada sorprendida realmente. Era algo que estaba destinado a pasar por parte de cualquier padre preocupado.

Apenas le dieron la instrucción de cambiarse, fue entre las primeras en entrar al vestidor y cambiarse para salir a enfrentar el clima.

Aquel día me había prometido no llegar tarde a clase, y así fue. Me desperté temprano para echar las cortinas a un lado y ver como la lluvia caía y las gotas del cristal descendían como si hiciesen carreras entre ellas hasta la parte más baja de la ventana. Una vez ya me había vestido, desayuné todo lo rápido que pude y salí de casa sin olvidarme de mi nuevo y flamante paraguas rojo. Caminaba por la calle tranquila, con una amplia sonrisa en el rostro y disfrutando del sonido de las gotas al chocar contra la tela de mi paraguas.

Entré en clase con la sonrisa que había llevado puesta todo el camino, aunque parecía que Eby estaba mucho más contenta que yo. Eru por su lado estaba refunfuñado, después de todo se solía decir que a los gatos no les gustaba el agua, y el pobre estaba empapado. Takumi aquel día parecía bastante serio, dudaba de si se trataba de su nuevo papel como delegado de la clase, quizás los nervios le podían y se sentía un poco agobiado, decidí que cuando tuviese tiempo hablaría con él.

Aizawa-sensei llegó, trayendo con el noticias. La primera no me sorprendió demasiado, era normal que unos padres se preocuparan por las heridas que su hijo sufriese en una escuela, pensé que en mi caso hubiese pasado algo parecido. Era un tema difícil de tratar. La segunda noticia fue bastante peor. - ¿Kawakami-san se ha marchado? - Miré a su hermano algo preocupada. No les conocía demasiado, pero eran parte de la clase y les consideraba mis amigos. Ella tan confiable y animada y él con buen corazón, aunque bastante tímido. ¿Cómo le habría afectado aquello?

Tras el aviso del profesor, fui junto a las chicas al vestuario para cambiarme, no dejaría que aquello me desanimase, quería superar los errores del día anterior. - Debería hablar también con Yukino, al haber entrado algo más tarde puede que se sienta sola. -  Ya con la ropa de deporte salí al campo para ver el ejercicio de aquel día. 

Takeshi estaba bastante raro aquella mañana, además de no haber aparecido con su hermana, se le veía algo…ausente a decir verdad, como si se moviera con muchas menos ganas que de costumbre…se limitó a pasar por los pasillos de la escuela, entrar en clase…y dejarse caer sobre su pupitre, el cual como de costumbre pareció crujir a punto de partirse…aquel estaba siendo un día muy raro, ni siquiera saludó a sus compañeros, se limitó a cruzarse de brazos, inclinado contra su mesa y mirando al vacío.

Cuando dijeron que era hora de ponerse la ropa de deporte, Takeshi no parecía estar muy convencido, no quería hacer deporte, no estaba animado…y ahora que no estaba su hermana…el chico miró a su compañero, Takumi, y no pudo evitar hacer que su armadura comenzara a repicar nerviosamente.

Fue entonces cuando no pudo más.

Un repiqueteo más fuerte que de costumbre comenzó a sonar desde el interior de su armadura y de repente, se abrió el yelmo, mostrando oscuridad y vacío. De ahí pareció emanar un vapor que no tardó en disiparse y de repente la armadura se desmoronó cayendo con fuerza contra el suelo mientras aquellos ojos se apagaban.  

De repente, cuando ocurrió aquella escena en la cual la armadura se desmoronaba y perdía aquellos ojos luminosos y característicos, pudiste notar como alguien te susurraba. Era una voz de niño, no una voz metálica…era la voz de Takeshi.

-T…Ta…Takumi…por…por favor…ayúdame, ayúdame a encontrar a mi hermana…tenemos que salvarla y traerla de vuelta…t…tenemos que ser héroes…por favor…

Antes de ir con los demás a cambiarse, Takumi se estremeció y, tras dar un respingo, salió rápidamente del aula. Anduvo en ninguna dirección en concreto, simplemente buscando un lugar apartado, tranquilo.

- ¿Takeshi? - preguntó en voz baja pero insistentemente -. Y-yo... ¡quiero ayudarte! Pero... ¿cómo lo haremos?

Takumi agachó la cabeza, recordando la impotencia que sintió el día antes, cuando se encontraron con aquel villano.

- ¿Qu-qué podemos hacer...?

En aquel momento, Takumi se veía muy inseguro. Apretó los puños, pero las manos le temblaban.

Luego del inexplicable acto de Takeshi, algunos curiosos se acercaron para comprobar que la armadura estaba totalmente vacía por dentro... Muchos desearon pensar que no era nada grave, así que se dirigirían a cambiar para asistir a la prueba; en todo caso, avisar al profesor no seria mala idea, pues seguramente él supiese más de las habilidades de cada estudiante que ustedes.

Todos salieron de vestidores y se dirigieron al campo de entrenamiento: Takumi tardó en llegar a cambiarse, pero llegó junto a Takeshi justo a tiempo para la prueba.

Takeshi negó con fuerza cuando Takumi preguntó que podían hacer…no sabía que decirle, no sabía siquiera que iban a poder hacer, estaba tan inseguro como su pequeño amigo de carne y hueso…tenían que encontrar una solución o algo que poder hacer…¡no podían quedarse de brazos cruzados!

-Tenemos que encontrar al…al villano y ser héroes, sal…salvar a mi hermana, o hacer que se me lleven a mi…a mi no me echarán tanto de menos, pero mi hermana es más normal y…y tengo que protegerla, no puedo abandonarla ahora…-Takeshi guardó silencio unos segundos y luego volvió a hablar.

-Escapémonos, busquemos al villano, entre…entre los dos lo conseguiremos.

Takumi se mostraba inseguro. Triste y nervioso. Pero las palabras de Takeshi despertaron en él algo más. Enfado.

- ¿¡Cómo puedes decir eso!? - espetó, molesto -. ¡No te vamos a cambiar por tu hermana! - dijo en un susurro que quizá sonó más alto de lo que debería.

El joven miró a lado y lado, para asegurarse de que nadie les escuchaba.

Algo más calmado, tomó aire y habló de nuevo, todavía mirando a la nada.

- Esto lo tenemos que pensar muy bien, Takeshi. Yo también quiero rescatar a Tamaki, pero… ¿Por dónde comenzamos a buscar?

Aprender a ser héroes en la academia era una cosa, pero ir a enfrentarse a villanos peligrosos era algo completamente distinto. ¿Qué habría sido de ellos dos si no hubiese aparecido Eraser Head?

Takumi se llevó las manos a la cabeza y gruñó.

- Está bien - se decidió finalmente -. ¡Pero si nos vamos ahora van a sospechar! Aizawa-sensei dijo que teníamos que guardar el secreto. Seguro que nos está vigilando, ¿no crees que nos pillará si intentamos escaparnos?

De nuevo, Takumi miró hacia lado y lado, nervioso.

- Después de clase podemos irnos a buscar al villano. Podemos comenzar por el sitio donde nos encontramos ayer. Puede que haya alguna pista…

Era lo mejor que se le ocurría en aquel momento. ¿Cómo se encontraba a un villano?

Takumi tenía razón…¿por donde podían comenzar a buscar?, ¿Cómo lo harían?, incluso podía ser un lío si Aizawa les pillaba intentando hacer pellas en la escuela, ¿pero ya rentaría esperar tanto?...

Aquel ser invisible que era ahora Takeshi se quedó pensativo unos segundos.-Pero…¿pero y si luego es demasiado tarde?...no sabemos en que condición puede estar mi hermana, y el profesor Aizawa parecía estar muy tranquilo, ¿y si está metido en el ajo?...tal vez por eso nos dijo que guardáramos el secreto. Si…si tu crees que debemos esperar, lo acepto…pero creo que tenemos que andarnos con ojo…¿y si desaparece alguien más?

Un suspiro resonó por la cabeza de Takumi antes de que el chico volviera a hablar.-Tendríamos que investigar en la zona donde se la llevaron…o…o tal vez preguntar en los barrios peligrosos de la ciudad, mi abuelo suele decir a menudo que todos los criminales se conocen los unos a los otros…tal vez si damos una descripción puedan decirnos donde está.-Su tono de voz transmitía esperanza, ¿pero sería todo tan fácil?

Takumi entendía la preocupación de Takeshi, pero huir en medio de clase era lo peor que podían hacer los chavales para evitar llamar la atención. O al menos así lo veía Takumi, que era experto en meterse en líos.

- Es verdad que tenemos que darnos prisa, ¡pero si nos pillan nos encerrarán y ni nos dejarán ir a buscarla! - argumentó mientras alzaba un dedo, mirando hacia la pared.

Qué raro era hablar con Takeshi así…

Y luego venía lo difícil. Encontrar de verdad al villano. Investigar… ¿¡preguntar a criminales!? Takumi palideció un poco. Aquello eran palabras mayores. Pero no quería parecer un cobarde, no delante de su amigo.

- ¡V-vale! - aceptó titubeante, aunque tratando de parecer determinado -. Un villano cubierto de vendas. Si alguien lo ha visto se acordará, ¿no? Tiene pinta de ser bastante llamativo…

Takumi miró de nuevo a lado y lado. En aquel momento habría puesto una mano sobre el hombro de Takeshi, si lo pudiese ver…

- Deberíamos ir ya a clase, o Aizawa-sensei sospechará algo… Takeshi, te juro que encontraremos a tu hermana. ¡Por mi honor de héroe!

El joven sonrió, intentando mostrar coraje y confianza. En el fondo de su mirada, sin embargo, se podía ver que la idea de ir a perseguir villanos peligrosos por la ciudad le aterraba un poco.

Tendría que llevarse su traje de héroe…

Takumi pareció acceder al plan y aquello calmó levemente a Takeshi…no estaba de ánimos para asistir a la clase, pero al menos intentaría guardar las apariencias.-Muy bien…ent…entonces nos vemos a la salida y vamos a preguntar, ¿vale?-Repitió nuevamente antes de marcharse del cuerpo de Takumi y terminar volviendo a la armadura como una forma de vapor.

La armadura tardó unos segundos en volver a “funcionar”, pero el cuerpo de metal se levantó del suelo y los ojos volvieron a brillar a la vez que aquella voz metálica volvía a su recipiente.-G…gracias Ta…Takumi…tu…tu si que eres un amigo de verdad…-Murmuró con cierta timidez, pero lo decía de corazón, agradecía su ayuda y tenía la esperanza de que ambos salvarían a la hermana de las garras de aquel villano con vendas.

-Deberíamos ir…antes de levantar sospechas. No estoy muy animado, pero...pero intentaré estarlo.

Luego de charlar, se apresuraron para asistir a la practica. Luego de que Takumi se colocase su clase, corrieron al campo.

Finalmente todos se reunieron en el campo luego de cambiarse, a excepción de Takeshi y Takumi que ni siquiera habían entrado a vestidores cuando lo hizo el resto.

Las nubes cubrían el cielo. El suelo estaba lleno de charcos y lodo, lo que hacía pensar a más de uno que no seria un entrenamiento "estable".

Sin esperar más, el profesor Aizawa se puso delante de ustedes. Antes de decir nada, observó la ausencia del chico deslizante y el chico armadura, sin hacer ningún comentario al respeto.

-Hoy pondremos a prueba su capacidad para actuar ante cosas inesperadas. Además de encontrar diversos usos a sus singularidades, deben aprender a como usarlas en situaciones donde el tiempo de acción pueda decidirlo todo. Para eso formarán grupos de cuatro.

Nuevamente sacó su PDA para sacar una tabla holografica con sus nombres cambiando constantemente, hasta que se detuvieron instantáneamente dando forma a los grupos.

Equipo A: Eru Koizuma, Sora Himeko, Takumi Mizushima, Yukino Arasaki
Equipo B: Eby Akiyama, Saori Shikare, Takeshi Kawakami, Hitoshi Tashinaba
Equipo C: Ryusei Hashirama, Ciel Mushiro, Chika Shiraiwa, Ao Shizune
Equipo D: Dai Miyamoto, Akainu Shizuriki, Hisa Oshiro, Hideki Nishimura

-Os turnaréis para enfrentar por equipos a una amenaza que surgirá en el campo. Podéis hacer todo lo que se les ocurra mientras no salgáis del área de entrenamiento. Deben ser rápidos y creativos -tras lo cual, dio una indicación a los Equipos B, C y D para que saliesen del área del campo.

-¡¿V-V-V-vamos primeros!? -Yukino se puso nerviosa

Entonces, Takeshi y Takumi llegaron a toda prisa. Antes de poder decir nada, recibieron la mirada fulminante de Aizawa, el que se acercaría a ambos para darles una rápida pero fría explicación de lo que había dicho.

Una vez con el equipo A en su lugar, Shota presionó algunas cosas más en su PDA antes de guardarlo.

-El resto de equipos, observen atentamente... La prueba ha comenzado.

Todo quedaron callados durante breves segundos. El ruido de la lluvia cayendo en los charcos rompía el silencio. Pero entonces, una parte de la tierra empezó a moverse.

Los presentes observaron como una parte de la tierra empezaba a elevarse desde adentro, como si algo quisiese salir. Finalmente, ese algo surgió lanzando lodo, rocas, y tierra hacia todas partes. La increíble criatura soltó un fuerte rugido mientras mostraba sus filosos dientes y garras.

-¡GRAAAHHHH! Cof cof... -su acto de intimidación y sorpresa se vio interrumpido por un ataque de tos a causa de la tierra. -. ¡Llevó allí media hora! -se quejo Black Dragón, mirando con sus ahora grandes ojos a Aizawa. En esa forma debía medir al menos 5 metros de largo. Eso sumado a una sedosa melena que recorría toda su parte superior, un par de cuernos, y unos ojos de reptil que se clavaban en sus presas. El simple movimiento de su cola hacia suaves ráfagas de viento de viento a su alrededor.

-Te dije que esperarás a que fueran a los vestidores -se excuso el profesor. -. Ahora basta de charlas. ¡Un villano dragón ha aparecido en el campus! ¡Actúen contra él!

Yukino enseguida se escondió detrás de su grupo. No parecía que actuaría hasta que lo hiciese el resto.

El dragón se mantuvo de pie sobre sus dos piernas, manteniendo su largo cuerpo dorado en constante movimiento.

-Vamos, vamos. ¡Hoy cenare estudiantes a héroe! ¡MUAJAJAJA!

Yukino enseguida se escondió detrás de su grupo. No parecía que actuaría hasta que lo hiciese el resto.

Por suerte al salir ya no llovía siendo que se sintió más calmado con ello colocándose junto los demás en silencio para escuchar lo que tenía que decir Aizawa comenzando a pensar bastante intranquilo. Conocía los quirks de dos de sus compañeros pero no el de la nueva, muy posiblemente ir a lo loco no funcionaría en lo absoluto con cualquier cosa que se les pusiera delante. Lo único que no le agradaba era el llevar el traje de deporte y no su traje de héroe pues este tenía cadenas largas que le serían muy útiles para trabajar. " Es muy posible que quiera vernos usar nuestros poderes sin uso de apoyos como los trajes especiales..." Estaba tan sumido en sus pensamientos que se sobresaltó cuando la tierra se agitó y apareció el dragón, haciendo que se le pusiese la cola en recto y las orejas completamente alzadas mientras lo observaba. 

En segundos marchó al lado de sus compañeros de equipo con el miedo de ser el primero en abrir boca, no quedaba de otra ya que el combate había empezado. 

- ¿Cual es tu Quirk?... El mío es lo que ves. Sacó las garras y dejó que viera también las almohadillas de sus manos. Necesitaban presentarse con rapidez para como mínimo no acabar haciéndose daño entre ellos por algún despiste, no quería volver a pasar por lo del día anterior aunque siendo el contrario un dragón y profesor, tenía más confianza en que no le dolería y solo serían raspones para el mismo. -Sora... creo que umh... s-si lo mantienes prisionero de las piernas será más sencillo para todos... ¿no? Esperaba que no le fulminara con la mirada, podía ser una mala idea así que esperó un poco a ver qué decían sus compañeros, no tenían muchos minutos para arreglarlo. 

Takumi se sonrojó un poco cuando Aizawa le dirigió aquella mirada tan fulminante. Asintió rápidamente ante la escueta explicación del profesor, y se fue con el grupo que le habían asignado. Eru, Sora y la chica nueva.

Parecía un buen equipo, a ver qué era lo que Aizawa les tenía preparado. Todavía estaba algo serio, pero la perspectiva de aquel entrenamiento bajo la lluvia pareció animarle un poco. Mientras los demás se alejaban, Takumi se quitó las zapatillas de deporte. Iba a necesitar ir descalzo si había que usar las singularidades.

Cuando la tierra estalló junto a ellos, abriéndose para dejar paso a aquel enorme dragón, Takumi dio un gran salto y soltó un gritito.

- ¡Kuso! - maldijo mientras trataba de recuperar la compostura.

En el fondo, ver a Black Dragon en su forma de dragón era de lo más fenomenal, una pasada. ¡Tendría que estar emocionado! Pero aquel día, bajo la lluvia, no terminaba de sentirse lo suficientemente bien. El ejercicio, sin embargo, lo activó.

Había que pensar y actuar rápido. Takumi flexionó las piernas, dispuesto a salir disparado, pero Eru propuso algo, con bastante acierto.

- Tenemos que atraer su atención mientras Sora hace algo para inmovilizarlo.

Con lo que sabía de sus compañeros, Takumi no pensaba que contasen con ningún súper ataque capaz de derribar a Black Dragon. Tenían que ser creativos, inmovilizarlo, ¿quizá subirse encima de él? Atrapar su cuello, o su cola. Como en un videojuego. Sí, parecía lo bastante grande…

- Una vez esté agarrado podemos subir encima de él. Es muy grande, si subimos a su espalda y atacamos desde ahí no nos podrá atacar fácilmente.

Takumi necesitaba estar en movimiento, así que arrancó a patinar hacia un lado, rodeando al enorme dragón sin acercarse a él. Sus pies surcaban la tierra del campo como si fuera hielo, deslizándose grácilmente mientras se daba impulso.

- ¡Eh, por aquí! - gritó, tratando de atraer la atención del dragón. 

Si daba unos segundos a Sora para idear algo ya habría servido a su equipo.